Hoy nos tocaba cambiar de ubicación para los siguientes 6 días del viaje. El hotel estaba en Campi Bisenzio una población muy cercana a Florencia y también cerca del aeropuerto que era lo más importante puesto que nuestro vuelo de regreso salía bastante temprano y también porque se podía aparcar el coche y no pagar aparcamiento diario en Florencia. Como el check-in no lo teníamos hasta las 14h decidimos ir antes a ver algunos de los pueblos cercanos a Florencia.
Pistoia
Fue nuestra primera parada. El centro histórico alberga algunos edificios interesantes y si tenéis tiempo os podéis dar una vuelta por allí. Vimos la Catedrale di San Zeno que está por supuesto en la Piazza del Duomo y donde destaca un voluminoso campanario construido con propósitos defensivos. También vimos la Capella del Tau y Sant'Andrea. Dimos una vueltecita y al coche para el siguiente destino.
Cuando íbamos camino a Prato nos dimos cuenta que habia bastante tráfico y que a lo mejor nos interesaba más dejar ya la maleta en el hotel, comer y luego ir a Prato así que eso es lo que hicimos.
Este segundo hotel como he dicho estaba en Campi Bisenzio, se llama B4 Boscolo Granducato Firenze y era un hotel de 4 estrellas. Este no nos gustó tanto, primero porque el personal era bastante serio y aunque la habitación era muy buena (una cama enorme) los demás servicios del hotel no lo eran tanto y además cobraban a parte por todo. Vamos que si usabas la piscina te cobraban 5 euros por persona al día y en el desayuno si querías huevos revuelto o cocidos o alguna cosa caliente también lo cobraban y a un precio super alto. Vamos que era un 4 estrellas que cobraba por todo, pero bueno, estuvimos menos tiempo de relax que en el anterior y para lo que lo necesitábamos nos servía. Cuando íbamos hacía el hotel vimos que había un centro comercial al lado y después de dejar las maletas nos acercamos allí para comer algo. Había alguna franquicia y restaurantes italianos y allí comimos. Después nos fuímos dirección Prato.
Prato
Se parece bastante a Pistoia. El Duomo se encuentra en la plaza mayor y en la fachada hay un púlpito (sí fuera de la catedral ) del Santo Cíngulo con un friso de querubines realizado por Donatello. También hay que ver Santa María delle Carceri que es la iglesia más importante de Prato y que se alza junto a una prisión y también el Castello dell'Imperatore que lo mandó construir Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, durante su campaña de conquista de la Toscana.
Después nos fuimos hacía el hotel a descansar y luego volvimos al centro comercial para cenar algo.
Pistoia
Fue nuestra primera parada. El centro histórico alberga algunos edificios interesantes y si tenéis tiempo os podéis dar una vuelta por allí. Vimos la Catedrale di San Zeno que está por supuesto en la Piazza del Duomo y donde destaca un voluminoso campanario construido con propósitos defensivos. También vimos la Capella del Tau y Sant'Andrea. Dimos una vueltecita y al coche para el siguiente destino.
Cuando íbamos camino a Prato nos dimos cuenta que habia bastante tráfico y que a lo mejor nos interesaba más dejar ya la maleta en el hotel, comer y luego ir a Prato así que eso es lo que hicimos.
Este segundo hotel como he dicho estaba en Campi Bisenzio, se llama B4 Boscolo Granducato Firenze y era un hotel de 4 estrellas. Este no nos gustó tanto, primero porque el personal era bastante serio y aunque la habitación era muy buena (una cama enorme) los demás servicios del hotel no lo eran tanto y además cobraban a parte por todo. Vamos que si usabas la piscina te cobraban 5 euros por persona al día y en el desayuno si querías huevos revuelto o cocidos o alguna cosa caliente también lo cobraban y a un precio super alto. Vamos que era un 4 estrellas que cobraba por todo, pero bueno, estuvimos menos tiempo de relax que en el anterior y para lo que lo necesitábamos nos servía. Cuando íbamos hacía el hotel vimos que había un centro comercial al lado y después de dejar las maletas nos acercamos allí para comer algo. Había alguna franquicia y restaurantes italianos y allí comimos. Después nos fuímos dirección Prato.
Prato
Se parece bastante a Pistoia. El Duomo se encuentra en la plaza mayor y en la fachada hay un púlpito (sí fuera de la catedral ) del Santo Cíngulo con un friso de querubines realizado por Donatello. También hay que ver Santa María delle Carceri que es la iglesia más importante de Prato y que se alza junto a una prisión y también el Castello dell'Imperatore que lo mandó construir Federico II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, durante su campaña de conquista de la Toscana.
Después nos fuimos hacía el hotel a descansar y luego volvimos al centro comercial para cenar algo.