![]() ![]() Viaje a Chile ✏️ Blogs de Chile
Recorrido por Chile, desde la isla de Chiloé hasta el desierto de Atacama.Autor: Daigor Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: Viaje a Chile
01: Valparaiso
02: El Valle del Elqui
03: Puerto Montt
04: Isla grande de Chiloé
05: Ruta alrededor del lago Llanquihue
06: Lago de Todos los Santos
07: El Fiordo de Cochamó
08: Pucón
09: Parque Nacional Huerquehue
10: Parque Nacional Villarica
11: San Pedro de Atacama
12: El Salar de Atacama, Laguna Cejar, Ojos del Salar, Laguna Tebinquiche
13: Reserva Nacional de los Flamenco, Salar de Tara
14: Valle de la Luna y Valle de la Muerte
15: Géiseres de Tatio
16: Paseo por las calles de Santiago de Chile
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Etapas 13 a 15, total 16
Etapa 13
La excursión del día era ir al Salar de Tara en la Reserva Nacional de los Flamencos. La excursión duraba todo el día a lo largo de un recorrido de unos 300 km. Nuestros compañeros del día fueron dos alemanes y el guía, Iván, un chico atacameño. Desayunamos con Mate de Coca, el día lo íbamos a pasar en altura, a unos 4300 metros. Salimos de San Pedro de Atacama sobre las 8.00 h, con un Jeep 4x4, fundamental para este tipo de excursión. La excursión al Salar de Tara no la hace mucha gente, porque es bastante larga y cara, 45000$ (aprox. 58€) por persona, pero creo que es una de las mejores excursiones de la zona. La primera parte de la carretera era asfaltada, una larga carretera que en poco tiempo subía desde los 2400 metros de San Pedro hasta los 4300 del altiplano. Pasamos a pocos kilómetros de la frontera con Bolivia. El punto más alto donde pasamos fue de 4800 metros. La primera parada la hicimos en la Laguna Copiaco, a 4300 metros. Era una lagua de agua dulce rodeada por unas pequeñas hierbas que suelen comer las vicuñas. El lugar era muy bonito, y prácticamente estábamos solo nosotros y los pocos Flamencos que estaban comiendo tranquilamente. No obstante la altura no hacía frío. Paseamos un poco por la orilla mientras nuestro guía nos preparaba un desayuno. Tomamos otro Mate de Coca con un poco de fruta. Luego seguimos hacía la Reserva Natural del Salar de Tara. La segunda parada la hicimos en la Laguna Diamante, siempre a una altura de unos 4300 metros. Por la mañana no hay viento por la zona así que el agua se queda quieta y hace efecto espejo reflejando las montañas que hay alrededor. Muy bonito. Por la tarde ya llegan los vientos que mueven el agua. Desaparece el efecto espejo y se pueden apreciar los colores del agua, sobre todo verde, debidos a los muchos minerales que hay por aquí. Así que por la tarde la Laguna Diamante cambia de nombre por Laguna Verde. Seguimos por nuestro recorrido hacia el Salar de Tara. Sobre las 11.30 h llegamos a la entrada de la Reserva Nacional de los Flamencos o Salar de Tara. Aquí dejamos la carretera de asfalto para entrar en una zona de tierra, sin carreteras marcadas. El guía se movía por caminos sin señales, orientándose con las montañas. Paramos en la zona de Los Monjes. Los Monjes son piedras basálticas que se elevan solitarias en una zona de arena. No se sabe exactamente porque lo llaman monjes. Se sabe solo que uno de los monjes se llama Indio, porque, echándole imaginación, tiene un perfil de un indio. Estuvimos paseando por la zona de arena cerca de las piedras. Si te movías demasiado rápido notabas enseguida la falta de aire debido a la altura. Pero en ningún momento tuvimos problemas con el mal de altura. En este punto coincidimos con otra furgoneta de turistas. No tenían un 4x4 y nuestro guía los avisó de tener cuidado, porque el camino era complicado. Seguimos el camino y la otra furgoneta nos seguía. Efectivamente al poquito la otra furgoneta se enterró en la arena, y tuvimos que ir a rescatarla. Después del primer rescate tuvimos que ayudarlos un par de veces más hasta que nuestro guía se pasó a la otra furgoneta para intentar sacarla de la zona peligrosa. El otro chófer se pasó a nuestro Jeep 4x4. Una vez fuera de la zona complicada volvió nuestro guía. Los paisajes del recorrido eran impresionantes. Estábamos en un altiplano a unos 4300 metros. Las distancias no tenían sentido, todo parecía cerca y lejos. Indescriptible. Finalmente llegamos por arriba del Salar de Tara, en la parte alta de las montañas que llaman Catedrales. Las vistas a la Laguna de Tara eran increíbles. Según lo que nos contaron Tara quiere decir Flamenco en el idioma antiguo. Desde aquí bajamos con el 4x4 por un camino muy empinado y llegamos a otra conformación de rocas que sobresalían del desierto de arena. Las rocas eran de calcio, yeso y azufre, de color blanco y amarillo. Desde allí bajamos al Salar y a la Laguna de Tara. Es un impresionante salar con una laguna de agua salobre. Los paisajes eran espectaculares, además estaba lleno de flamencos. Pudimos ver las tres especies de flamencos que hay en esta zona de los Andes. El Flamenco Chileno, el Flamenco de los Andes y el Flamenco de James, americano. Paseamos por la zona. No te puedes acercar a la orilla de la laguna porque alrededor está la hierba que comen las vicuñas, y está protegida. Si la pisas te pueden multar con hasta 300 dólares. Después del increíble paseo fuimos hasta nuestro jeep 4x4 donde Iván, el guía, nos había preparado el almuerzo. Afortunadamente no había mucha gente por la zona. Se podía disfrutar del impresionante lugar. Después del almuerzo nos encaminamos hacía el camino de vuelta, diferente del de ida. Subimos por otro lado de las Catedrales y pudimos admirar otras fantásticas vistas del Salar de Tara. Seguimos por el largo camino del altiplano sin seguir un rumbo predeterminado hasta llegar nuevamente a la zona de los Monjes, esta vez los vimos con otra perspectiva. Y desde allí salimos de la mágica Reserva de los Flamencos y Salar de Tara. Por el camino nos encontramos con varias vicuñas, tuvimos que parar porque estaban en el medio de la carretera. Después seguimos hasta llegar nuevamente a la Laguna Diamante, pero ya que era por la tarde ahora se llamaba Laguna Verde. Se podían apreciar los colores de los minerales que había en el agua. Y finalmente desde allí seguimos hasta llegar a San Pedro de Atacama. La bajada fue larga y un poco cansina. Llegamos a San Pedro sobre las 17.00 h. Fue un día increíble en lugares espectaculares. Etapas 13 a 15, total 16
Etapa 14
La mañana la pasamos tranquilamente en el patio del hostal y paseando un poco por San Pedro. La excursión del día la teníamos por la tarde. La excursión era al Valle de la Luna, una de las excursiones más típicas de San Pedro. Nos costó 8000$ más 2000$ la entrada al valle (aprox. 12.5€). Como siempre aquí, el día estaba soleado y hacía calor. A las 16.00 h nos encontramos con los guías y los compañeros de la excursión. Esta vez íbamos con dos furgonetas, una 15 personas representantes de 8 países del mundo. La agencia que organizó la excursión era la Tatais, de un hostal asociado con el hostal donde estábamos alojados y que estaba justo enfrente. El Valle de la Luna está a las afuera de San Pedro de Atacama, muy cerca del pueblo. Está en la Cordillera de la Sal. El nombre deriva del hecho de que sus rocas poseen una gran cantidad de sulfato de calcio, lo que les da el aspecto de estar salpicadas con sal. Empezamos a explorar el valle por una zona de dunas de arena. Subimos al lado de ellas hasta llegar a una zona alta donde se podía apreciar parte del valle. Durante el camino el guía nos iba explicando un poco la historia y geología del valle. Los paisajes eran muy bonitos. Rocas de diferentes colores y formas. Paredes de rocas estratificadas donde se podían ver las varias capas de materiales y el paso del tiempo. Después de la zona de arena fuimos a la zona de las cuevas. Estas Cavernas eran túneles bastantes angostos formados por canales de agua hace millones de años. En ellos se podían apreciar las primeras formaciones de cristales. Las cavernas tenían unos 150 metros de largo. A veces los tunes eran bastante angostos y para pasar tenías que hacerlo casi de cuclillas. Terminada la ruta por las Cavernas nos movimos hacia otra zona. Llegamos a lo alto de una montaña donde pudimos ver el espectacular Valle de la Muerte. Las conformaciones rocosas eran muy impactantes. Eran rocas esculpidas por los fuertes vientos, lluvias, hielo y sol. Después de la visita al Valle de la Muerte nos encaminamos hacia la última parte. Íbamos a ver la puesta del sol en el Valle de la Luna. En la primera parte de la excursión pudimos evitar la multitud del resto de los visitantes, pero ya era imposible. Todo el mundo llegaba al mismo lugar para ver la puesta del sol. Aquí estaba también la Roca del Coyote. Es una roca que sale hacia el vacío y recuerda la roca de los dibujos de Willy el Coyote. Nos sentamos en un balcón de rocas con unas espectaculares vistas a la Cordillera de la Sal. Por la circunstancias atmosféricas la puesta del sol no resultó muy impactante, le faltaban nubes para exaltar los colores del atardecer. Después de la puesta del sol nos reunimos con el grupo y nos tomamos un Pisco Sour. Aquí estuvimos un buen rato de fiesta, bebiendo y bailando en el medio del desierto del Valle de la Luna. La excursión fue interesante, pero lo que la hizo diferente fue el grupo y los guías. Etapas 13 a 15, total 16
Etapa 15
Esta vez la excursión del día salía muy temprano. Íbamos a los Géiseres de Tatio. Coste 20000$ (aprox. 25€). Nos encontramos sobre las 6.00 h. con los chicos de la agencia Tatais, la del día anterior. Las otras agencias salen mucho más temprano, sobre las 4.00-5.00 h. de la mañana, y realmente no he entendido porque salen tan de madrugada, no hace falta. Esta vez éramos 7 personas. El recorrido hacia los Géiseres era de unos 100 km por una carretera de tierra. Salimos que aún era noche, y poco a poco se fue aclarando el día. Vimos el sol salir por detrás de Los Andes, muy bonito. Cuando ya estábamos a una altura de unos 4000 metros nos paramos en una pequeña laguna donde todavía había unos flamencos medio dormidos. Salimos de la furgoneta y pudimos acercarnos bastante a ellos. Eran unas preciosas aves color rosa… La temperatura era de unos -7 grados, pero se soportaban bastante bien. Los flamencos se quedaron bastante tranquilos, estábamos solos, sin la multitud de las otras furgonetas que hubieran podido asustarlos. Volvimos a la furgoneta y seguimos por los bonitos paisajes Andinos. Sobre las 7.30/8.00 h llegamos a la entrada de la Reserva de Los Géiseres de Tatio. La entrada salió 5000$ (aprox. 6.5€), carísima. Cuando llegamos se veían en el valle un montón de fumarolas bastante altas. Los Géiseres de Tatio están a una altura de 4310 metros. Es el grupo de géiser más grande del hemisferio sur y el tercero más grande del mundo. En Tatio hay unos 80 géiseres. El mejor momento para ver los Géiseres de Tatio es por la mañana, cuando la temperatura exterior es bastante baja, puede llegar a unos -15 grados. Esto contrasta con la temperatura caliente del agua de los géiseres, que es de unos 85 grados, que es el punto de ebullición a estas alturas, y esto permite que se vean subir los vapores de agua. El humo que se ve es el contraste de temperaturas. Como cuando en invierno echas aire por la boca y sale humo. Los géiseres no son de agua, en el sentido que no sale agua expulsada arriba. Lo que se ve es solo el humo que sube debido al efecto de cambios de temperaturas. En las horas más cercanas a mediodía la temperatura externa no es tan baja y el humo no se puede apreciar bien, aunque sigue saliendo. Cuando llegamos nosotros la temperatura externa era de unos -5 grados, frío pero no muchísimo. Esto te permitía disfrutar del lugar sin estar sufriendo demasiado. Después de varias explicaciones y un paseo por las varias bocas de agua y humo nos fuimos a la furgoneta a desayunar. En los géiseres había mucha gente, pero a la hora que llegamos nosotros muchos tours ya se estaban marchando para volver a San Pedro, dejando el lugar más tranquilo. Después de desayunar te podías meter en la piscina de agua caliente que habían construido para que la gente se pudiera bañar. La piscina estaba alimentada por una boca de agua caliente de unos 85 grados. Me quité la ropa con una temperatura exterior de unos 0/-1 grados y me metí en el agua. Me la esperaba caliente, pero no lo era mucho. Además su temperatura no estaba equilibrada. Había zonas demasiado calientes y zonas frías. Me acerqué a la entrada del agua para calentarme, éramos solo 4 o 5 en el agua. No estuve mucho tiempo en la piscina porque era un poco complicado mezclar el agua para que te quedaras a gusto en ella, así que salí. La salida es el momento más complicado, hace bastante frío fuera y estás mojado… Menos mal que llegamos más tarde y no hacía tan frío como a primera hora de la mañana. Hay que decir que ha habido casos de hipotermia… En la zona estuvimos un ratito más, luego nos encaminamos de vuelta hacia San Pedro. Cerca de la casita de entrada a la Reserva nos encontramos con varias Vicuñas y pudimos acercarnos mucho a ellas. Son unos animales hermosos. En el camino de vuelta pudimos ver también una Vizcacha, una especie de liebre de Los Andes que en lugar de correr salta. A la vuelta paramos también en un pequeño y antiguo pueblo andino, Machuca. Un puñado de casa de adobe. Aquí fuimos a visitar una antigua iglesia de adobe y comimos unas empanadas típicas de la zona preparadas con carne de llama. Estaban muy ricas, el sabor es parecido a la carne de vacuno. No creo nos hayan engañado, porque por aquí es más fácil encontrar llamas que vacas… Sobre las 12.00 h llegamos a San Pedro de Atacama. La excursión estuvo bien, aunque los géiseres no me los esperaba así, no me convencieron del todo. Por la tarde descansamos. Ya era nuestro último día en San Pedro de Atacama. Al día siguiente dejábamos este pueblo seco y polvoroso, con mucho calor de día y fresquito por la noche. No obstante lo pasmos muy bien aquí. Hay que confesar que al final el desierto es hermoso y lleno de sorpresas. Etapas 13 a 15, total 16
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