![]() ![]() Descubre conmigo el Norte de Portugal ✏️ Blogs de Portugal
Haz conmigo los 1.250 kilómetros de este viaje para conocer el Norte de nuestro país vecino, bonito y precioso. Descubre conmigo las iglesias de Braga, los azulejos de Oporto o las callejuelas de Guimaraes en esta inolvidable escapada de 4 díasAutor: Vinadas1 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (27 Votos) Índice del Diario: Descubre conmigo el Norte de Portugal
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Etapas 4 a 6, total 6
Sábado 16 de agosto y llega nuestro tercer día por tierras lusas. Hoy daban bastante calor y máximas de 30º para nuestro objetivo del día: Guimaraes. Sin embargo, no íbamos solo a visitar esta ciudad, si no que antes teníamos previsto entrar a la Sé de Braga, subir a Bom Jesus do Monte, visitar la Citanía de Briteiros para acabar en Guimaraes. Como viene siendo costumbre (voy aprendiendo a medir lo que se puede hacer cada día) cumplimos el plan sin mayor problema. ![]() Empezamos el día en casa, en Braga, visitando la Sé que ya habíamos visto por fuera. Lo primero que se ve al entrar es el pórtico con las arquivoltas esculpidas. En el interior están prohibidas las fotos, pero fuimos muy pronto (a las 9 y media) con la catedral recién abierta y estábamos solos, así que aproveché para hacer una del impresionante coro barroco. La tuve que hacer a prisa y corriendo por si aparecía algún guarda así que sale bastante mal, creedme si os digo que es espectacular, es darse la vuelta y quedarse alucinado. Se ofrecen visitas guiadas pero no hicimos una porque teníamos que visitar más cosas el día de hoy. En los laterales destacan las estatuas de diversos santos y personajes bíblicos Salimos al claustro, bastante bonito (aquí ya se pueden hacer fotos) Y en una capilla lateral damos con el relicario (cuando hizo esta foto me vino un guarda a decir que estaba prohibido en el interior del claustro también, no lo sabía, pedí perdón y se quedó ahí el tema) Salimos por una puerta lateral y vamos a dar a un espacio abierto, en un absidiólo destaca un fresco medieval, pero se conserva bastante mal y está medio borrado. En este espacio podemos ver además ciertos utensilios de la catedral, como pilas bautismales. Es interesante visitar la Sé de Braga por dentro aunque solo sea por el asombroso coro que tiene a los pies. Información práctica Acceso: Centro de Braga Horario: Complejo, consultar web Precio: Gratuito Web: www.se-braga.pt/ ...formacoes/ Tras esto descartamos ir a la Fonte do Ídolo (abría a las 11 y eran las 10), así que cogimos el coche y subimos a Bom Jesús do Monte, lo más conocido de Braga, mucha gente recomienda visitar este santuario en vez del centro; opinión respetable pero con la que estoy en completo desacuerdo, el santuario es diferente, pero me pareció mucho más guapo e interesante el centro de Braga. Es bonito el santuario, pero creo que llevaba unas expectativas demasiado altas (así como con Braga unas demasiado bajas) y me defraudó un poco, pero creo que es culpa mía por montar castillos en el aire acerca de esta visita. Bueno, centrándonos en la visita, aparcamos junto al Hotel do Parque, a 50 metros del santuario. El hotel está en la parte de arriba, y nosotros empezamos a subir por un parquecillo pensando que estábamos en la parte de abajo. A los diez minutos subiendo sin ver nada nos dio por preguntar, y nos dijeron que el santuario estaba para abajo. Al regresar nos dimos cuenta que si hubiéramos bajado tres metros desde el coche veíamos el santuario, para matarnos... Bueno, empezamos por arriba, visitando por tanto las tres capillas que están por encima del santuario y que no sé muy bien lo que son, pero tienen imágenes dentro. Seguimos bajando y a nuestra izquierda se abría un bonito rincón muy tranquilo. Mirando de la basílica hacia abajo se tienen buenas vistas de Braga, pero solo se ven edificios normales quedando el centro histórico oculto, no me gustó demasiado este mirador. Y la basílica en sí no es gran cosa, un templo neoclásico sin mayor historia. Para más inri, una de las torres estaba en obras con andamios azules que enfeaban todo el conjunto. Bajamos la escalinata y la subimos, os reproduciré la subida que es sin duda lo más bonito. Desde abajo vemos el santuario muy arriba, custodiado por cientos de escalones que no nos van a poner las cosas fáciles (lo bonito del santuario es la escalera en sí, no la basílica) En la parte de abajo de la escalera tenemos el primer tramo, la Escadaria do Via Crucis, donde tenemos en 4 capillas que relatan con imágenes (y también con una pequeña explicación en portugués) cuatro de las 16 estaciones del Via Crucis, es lo mejor de toda la escalera sin duda y queda claro como fue el Via Crucis. Subo una foto de cada uno porque me pareció espectacular. La primera estación es la condena a muerte de Pilatos, que lo muestra al pueblo judío. La segunda muestra a Jesucristo cargando con la cruz de camino a su crucifixión. En la tercera, Jesucristo se cae y es ayudado por Simón el Cirineo a llevar la cruz. Y en la cuarta y última aparece reflejada la crucifixión de Jesucristo. Es bastante educativa esta etapa de la escalera. El siguiente tramo es la Escadaria dos Sentidos, más sencilla, donde 5 fuentes representan los 5 sentidos, saliendo agua de los ojos, orejas, nariz, boca y manos. Y el último tramo es la Escadaria das Virtudes, donde unas capillas y fuentes representan la fe, la esperanza y la caridad. Además hay varias estatuas de diversos personajes bíblicos. Esta última parte fue la que peor entendí, puesto que no vi las representaciones de las 3 virtudes. Llegamos arriba y entramos al interior del santuario, lleno de bautizos, no sé que gracia ve la gente a bautizar sus hijos entre turistas. El interior es bastante amplio y neoclásico, está bien entrar a este santuario aunque no tenga mucha historia. Información práctica Acceso: A 5 kms de Braga, hay muchas señales Horario: 7:30-20 (todos los días) Precio: Gratuito Web: www.sacred-destinations.com/ ...-do-monte/ Y tras esto ponemos rumbo a la Citania de Briteiros, yo la tenía apuntada como visita obligada y en la Lonely aparece en el mapa de fuera de las rutas, me sorprendió que estuviera vacía y que éramos casi los únicos visitantes, pero bueno, mejor para nosotros. Pasamos por delante del Santuario de Sameiro (para llegar hay que seguir subiendo, nos dejamos guiar por el Tom Tom hasta el pueblo Briteiros-Salvador) y empezamos la visita por el Museu da Cultura Castreja, a 2 kilómetros de la Citania y que va incluido en la entrada. El museo pues bueno, está interesante, pero tampoco aporta mucho. Un apunte, en la Lonely pone que hay un descuento siendo estudiante, allí nos dijeron que es por Tarjeta Joven, que no tengo, pero bueno coló la de estudiante de la Universidad de Oviedo, solo comprobó la chica si había caducado ya o no. Por fuera el museo es bastante normal. Y una vez dentro tiene dos pisos, en la planta baja tiene una exposición de Martins Sarmiento, el arqueólogo y fotógrafo que descubrió la Citania allá por 1885 Y en el sótano hay una exposición de diversos objetos extraidos de la Citania de Briteiros y de otras citanias circundantes y dependientes de la misma. Subimos entonces a la Citania en sí, y nos perdimos. La chica nos explicó que saliéramos a la derecha y que en una especie de rotonda con un triángulo en el medio giráramos a la izquierda, y lo hicimos, pero por lo visto hay dos triángulos seguidos, el primero enano y el segundo una rotonda en condiciones; hay que tirar hacia arriba en la segunda. Una vez llegamos, entramos directos a la Citania con las entradas compradas en el Museo. Una citania es un castro fortificado, y este en concreto debe ser el mayor de toda la Península, porque acogía a miles de personas y es enorme, teniendo incluso diferentes barrios, estuvo habitado desde el siglo IIIaC hasta el IIIdC de forma continuada, y en la Edad Media se repobló por la inseguridad de las razias árabes y de los bandidos (si quereis ver un poco de lo que es un castro lo expliqué cuando fui al Castro de Coaña: www.losviajeros.com/ ...hp?e=33471 ) Se mantienen las calles y se ven perfectamente los contornos de las casas, no las había solo circulares, habiendo también cabañas rectangulares y elípticas. Además, nos dan un folleto (solo lo hay en inglés y portugués) con explicaciones de los diferentes puntos. Tranquilos por esto que en portugués se entiende perfectamente. Como todo castro está situado en una zona alta. Hoy en día creció maleza y árbustos, pero antes se tenían vistas perfectas de todos los valles circundantes, lo que aportaba una gran seguridad a este castro, que sería, de todas formas, sometido por los romanos. Era en cualquier caso el más importante de la zona, y todos los castros cercanos dependían de Briteiros. Se ve incluso el Santuario de Sameiro, en la montaña de enfrente. La Citania tenía 3 murallas, hoy solo se conserva una y no en la totalidad del perímetro. Han reconstruido dos cabañas, para mostrar como sería la citanía en la época, son reproducciones muy trabajadas y te das cuenta de lo duro que tenía que ser vivir aquí en los duros inviernos lusos. Además, hay una zona que ha sido repoblada durante la Edad Media, como ya he dicho, y se ha construido una pequeña capilla para rezar aquí arriba. Es raro ver una cruz en medio de un castro prerromano, la verdad. Al final de la visita (es libre pero hay un recorrido que se recomienda seguir), llegamos al equivalente de un ayuntamiento actual. En el castro los líderes de cada clan se reunían aquí, en el edificio más grande, para dictar leyes y normas, decidir estrategias de guerra o impartir justicia. Y una vez llegamos de vuelta a la entrada, tenemos la opción de bajar por un camino hasta una increible casa de baños, unas pequeñas termas construidas por los celtas a imitación de las romanas (salvando las distancias, claro) con una canalización de agua y todo. Es sorprendente ver esto en un castro, a todo el mundo le gusta vivir bien... Nos encantó esta visita, nos pareció muy interesante y educativa. Teneis, por si quereis verla desde casa, una visita virtual en su web con toda la información y muchas fotos. Es muy interesante, os recomiendo echarle un ojo, aquí la teneis (está en la derecha, podeis elegir entre portugués o inglés): www.csarmento.uminho.pt/ Información práctica Acceso: Entre Braga y Guimaraes, no está muy bien señalizado, mejor ir con GPS Horario: Castro: 9:30-18 (may-sep), 9:30-17 (oct-abr) Museo: 9:30-12:30, 14-18) Precio (conjunto para las dos): 3€ (adultos) 1,5€ (tarjeta joven) Web: www.csarmento.uminho.pt/index.asp/ Cogimos el coche y llegamos a Guimaraes a la hora de comer. Le teníamos muchas ganas a esta ciudad, la cuna de Portugal. Es a Portugal lo que Asturias es a España, me gusta mucho ese dato... Patriotismos aparte, es la ciudad por la que hicimos este viaje, como ya comente en la introducción. Llegamos sin problema aparcando en uno de los extremos del pequeñísimo centro histórico, junto al Largo da Misericordia. Su Centro Histórico, cuna del Reino de Portugal, y es Patrimonio de la Humanidad desde 2001, siguiendo tres criterios: · Criterio II (Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico) al tener una significancia universal por el hecho de haberse especializado en técnicas arquitectónicas desarrolladas en la Edad Media y transmitirlas a las colonias portugueses de África y el Nuevo Mundo · Criterio III (Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida) al estar su historia ferreamente ligada a la identidad nacional portuguesa y al idioma portugués en el siglo XII · Criterio IV (Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana) al ser una ciudad excepcionalmente bien conservada, ilustrando así la evolución de determinados tipos de construcción desde la época medieval hasta la actualidad, y especialmente el periodo comprendido entre los siglos XV y XIX. ![]() Guimaraes está en una zona con una intensa actividad castrense, como ya pudimos ver en la cercana Citanía de Briteiros. Los romanos fundaron en las cercanías las Caldas das Taipas, una pequeña ciudad termal. De cualquier manera la ciudad se crea en el siglo X, un siglo después de la reconquista de la zona; con la fundación de un monasterio en la vila baixa (el actual centro) y un castillo para defenderlo en la vila alta (donde está en castillo); ambas vilas estaban unidas por la Rua Santa María, abierta por la Condesa Mumadona Dias, la fundadora de la ciudad. El monasterio, la Real Colegiata, empezó a ganar importancia por los privilegios y los donativos de nobles y reyes; tanto es así que en siglo XI se convierte en la tercera ciudad más importante al norte del Tajo (tras Coimbra y Oporto) 1096 es un año clave, y es que el Conde Don Enrique aprueba el primer foro nacional portugués eligiendo Guimaraes como capital del Condado de Portugal. Este conde, natural de Borgoña, recibió el condado como dote tras casarse con Teresa de León; y su hijo, Dom Alfonso Henriques, conseguiría, tras vencer a los nobles gallegos y castellanos en las batallas de San Mamede (1128) y de Ourique (1139), la independencia de Portugal, proclamándose rey e instaurando la capital en Guimaraes. De ahí que Guimaraes sea la cuna de Portugal, como recoge la inscripción de "Aquí nasceu Portugal" Los sucesivos reyes empiezan a hacer mejoras en la ciudad; así Dom Dinis construye murallas alrededor de toda la capital y Juan I derriba las que separaban la vila alta de la baixa, construyendo también barrios extramuros. En 1256, tras la reconquista de Lisboa, la ciudad del Tajo pasará a ser la capital de Portugal al ser muy floreciente; este cambio de capital hace que muchos habitantes de Guimaraes se trasladen a Lisboa y que la antigua capital se estancara, manteniéndose practicamente intacta hasta el siglo XIX, a excepción de la construcción de algunas iglesias, palacios y conventos. Esto hace que hoy en día mantenga calles y plazas medievales que hacen que sea una preciosa ciudad. A finales del siglo XIX la Reina María II aplica a la ciudad las nuevas ideas de higiene y simetría urbanas, destruyendo las murallas y construyendo nuevas calles y avenidas, pero dejando rincones medievales que aportan una enorme magia a esta pequeña ciudad que es la cuna de Portugal. Tras aparcar nos pusimos a buscar sitio para comer, y no nos lo pensamos, en pleno Largo da Misericordia topamos con la Cervejaria Guimaraes, y ahí que nos metimos. Su plato estrella es el naco al conquistador, un solomillo bastante gordo con productos de la tierra y que está buenísimo, además te regalan la espada de adorno que ponen, que ilusión me hizo ![]() ![]() Tras la comidorra tocaba patear Guimaraes, y empezamos por el Largo do Toural, una bonita plaza extramuros, considerada hoy en día como el corazón de la ciudad. Es decimonónica y tiene unos edificos que recuerdan al Marina coruñesa y una bonita iglesia. Acoge además una estatua un tanto diferente, pero muy bonita, de Don Alfonso Henriques, que tiene de todo en Guimaraes, incluso el campo de fútbol lleva su nombre. De ahí cruzamos una antigua puerta de la muralla para volver al punto de partido, el Largo da Misericordia que acoge la Igreja da Misericordia, manierista y construida a caballo entre los siglos XVI y XVII Cruzamos por la Rua Maria II a otro extremo del casco histórico (no nos llevó ni 5 minutos, es enano el centro, enano pero precioso) y llegamos al ajardinado Largo da República do Brasil, una bonita avenida peatonal con tráfico rodado por los lados en honor a la excolonia y con la Igreja do Sao Gualter al fondo, muy bonito este rincón extramuros. Subimos hacia el castillo por la zona extramuros, donde nos encontramos con una reconstrucción de la Muralla de Guimaraes. Llegamos a la Praça da Mumadona, en honor a la condesa que hizo de Guimaraes una pequeña ciudad, la mujer que inició la historia de la cuna de Portugal. Acoge el Convento de Santa Clara y está a los pies del Paço dos Duques de Bragança Llegamos a la Vila Alta, y dejando de lado el Paço subimos al Castelo de Guimaraes, el calor apretaba, eran las 3 y media de la tarde y a pleno sol había más de 30º, fue un poco durillo. El castillo está ligado a la independencia de Portugal, y fue nombrado en 2007 como una de las 7 maravillas de Portugal (junto con el Castelo de Óbidos, el Monasterio de Batalha, el de Alcobaça y el de los Jerónimos de Belem, el Palacio da Pena y la Torre de Belém; otros dos lugares visitados en el viaje fueron finalistas -Torre dos Clérigos e Igreja de Sao Francisco-, ambas en Oporto) El castillo lo mandó construir Mumadona Dias en el siglo X para defender Guimaraes de los ataques normandos y moros, y fue remodelado al completo en el siglo XIII, siendo un castillo gótico a imitación de los franceses. Podemos entrar al castillo, según la Lonely podemos subir a su muralla y a su torre del homenaje, pero estaba cerrado por obras, por lo que solo pudimos verlo desde el patio. A cambio dentro hay una exposición de cetrería, con un buho parado y la posibilidad de hacerse fotos con un halcón en la mano por la voluntad, por supuesto que me la hice, queda bastante chula y es un recuerdo original y diferente. Información práctica Acceso: Vila Alta, Guimaraes Horario: 9:30-18 Precio: Gratuito Web: www.guimaraesturismo.com/ ...cle_id=56/ En el parque que acoge el Castillo y el Paço, también nos encontramos con la Capela de Sao Miguel do Castelo, un pequeño templo románico donde según la leyenda fue bautizado Dom Alfonso Henriques, el primer rey de Portugal. Bajamos entonces al Paço dos Duques de Bragança que fue construido a mediados del siglo XV por un hijo bastardo del Duque de Bragança. Esta familia es de las más importantes de la nobleza de Portugal, y llegó a instaurar la dinastía Bragança en Portugal desde 1640 a 1854, más de dos siglos reinando Portugal. Sin embargo, en este palacio solo vivieron durante un siglo, mudándose en el siglo XVI a Vila Viçiosa, en el Alentejo. El palacio empezo a derruirse y en el siglo XIX los guimaranenses lo aprovecharon como cantera y lo acabaron de destruir. No sería hasta el 1937 cuando Salazar, en su Estado Novo lo reconstruyera (no se sabe si era tan grandioso en su apogeo como es ahora) y creara el museo, introduciendo piezas de los siglos XVI y XVII, los más prósperos de la historia lusa. Así, tras abonar la entrada, podemos admirar una serie de tapices muy elaborados dentro de las diferentes salas. También se incluyeron armas de la época (en la sala de armas) y se reconstruyó el patio, basado en un claustro gótico. Se hizo, así mismo, una reproducción de los aposentos del duque de Bragança, que dormía en una habitación bastante alejada de la duquesa; y se reconstruyó la iglesia gótica con la que contaba el palacio, instalando una preciosa vidriera En el exterior nos encontramos con una estatua de Dom Alfonso Henriques realizada por la República do Brasil en 1940 en honor a este personaje tan vital en la historia de Portugal. Información práctica Acceso: Al lado del Castillo, centro de Guimaraes Horario: 10-18 (todos los días) Precio: 5€ (adulto) 2,5€ (estudiante, jubilado) 10€ (entrada familiar- 2 adultos y 2 hijos-) Web: pduques.culturanorte.pt/ Comenzamos a bajar a la Vila Baixa (el casco histórico) y nos topamos con una bonita iglesia cuyo nombre desconozco. Llegamos al Largo Martín Sarmiento, que acoge el Ayuntamiento (muchísimo más feo que el antiguo) y un arco de la antigua muralla que separaba la Vila Alta de la Baixa. Y llegamos entonces a la joya de Guimaraes, dos plazas contiguas: la Plaza de Santiago y el Largo de Oliveira. Entramos a la primera de ellas y empezamos a comprender porqué Guimaraes es Patrimonio de la Humanidad y a enamorarnos de esta ciudad lusa. Ambas plazas están comunicadas por unos soportales bajo el antiguo ayuntamiento, que luce de espaldas a la Praça de Santiago. Al cruzar los soportales y entrar al Largo do Oliveira, llamado así por un olivo que había en el centro de la plaza hace varios siglos; el principio de enamoramiento se torna en enamoramiento completo de esta ciudad. El conjunto es impresionante y la plaza es muy pequeña, es imposible hacer una foto de todo, pero para mí esta plaza puede entrar entre las más bonitas de Europa (logicamente no en la misma categoría de la Grand Place y las polacas, que son mastodónticas, pero si en el top de plazas coquetas). Lo primero que vemos es Nossa Senhora da Oliveira (la Virgen de los Olivos), la primera iglesia gótica construida en la región del Minho. Fue erigida para cumplir un voto realizado antes de la Batalla de Aljubarrota (1385) en la que Portugal venció a Castilla. Delante de ella un curioso templete gótico para celebrar la victoria de las tropas de los Reinos de Portugal y Castilla frente a las del Reino Nazarí de Granada en la Batalla del Salado (1339) Y dándonos la vuelta, el precioso Antiguo Ayuntamiento. De verdad, para saber lo bonita que es esta plaza teneis que ir y verla, las fotos no son ni la décima parte de lo que ves una vez allí. Tomamos un café en una de las terrazas y nos cobraron ¡0,90 por cada uno!. Vete tú a pedir uno a la Plaza Mayor de Madrid que te vale tres o cuatro veces más... Que barato es tomar algo en Portugal. Después de un buen rato digiriendo estas dos plazas (vaya conjunto, solo por estas ya se merece la ciudad ser Patrimonio de la Humanidad), nos dispusimos a perdernos por el casco histórico. Es imposible perderse, a los 5 minutos te sales de la zona antigua hagas lo que hagas, pero da gusto pasear sin rumbo y dejarse sorprender por calles cuidadas y preciosas plazas ajardinadas. Cogimos entonces el coche y nos desplazamos a la Penha, una montaña que se abre a las espaldas de Guimaraes y desde las que se tienen unas vistas preciosas. Llegamos y cuando me puse a hacer una foto de una especie de fortaleza que es un precioso mirador mi cámara empezó a protestar, fue la última foto que hice con ella. No me había acordado de ponerla a cargar en todo el viaje y claro, me quedé sin batería. Las vistas desde arriba son impresionantes, como mirador le da mil vueltas a Bom Jesus do Monte. Se ve toda la zona histórica y detrás un señor campo de futbol (el Alfonso Henriques) donde juega el Vitoria Guimaraes. Me sorprendió ese pedazo de campo para una ciudad de unos 50.000 habitantes (es que caben 30.000 espectadores!) También vemos los valles que rodean Guimaraes. Las fotos las hice con el móvil, perdón por la calidad. Tras esto cogimos el coche y volvimos a Braga comentando lo precioso que es Guimaraes y cansados, más que por la distancia recorrida por el calor. Eran las 6 de la tarde y nos batíamos en retirada táctica. ![]() ![]() CONCLUSIONES DE GUIMARAES: Tiene un centro PRECIOSO, lo mejor del viaje sin duda alguna. Las plazas de Santiago y Oliveira justifican el viaje por sí solas. No dejará a nadie indiferente esta ciudad del Norte de Portugal, visita obligatoria para cualquier viaje al país luso (siempre que no sea solo a Lisboa, claro) y a la que creo que tenemos que ir una vez en la vida, que no por estar cerca de casa el viaje es más feo ni peor Para ver la ciudad basta una mañana o tarde. El centro es enano y la zona del Castilllo y el Paço no llevará más de una hora. Tiene el tamaño perfecto para hacer una excursión de un día Guimaraes-Braga desde Oporto, o para utilizarlo de base y conocer toda la región norte (Braga, Oporto, Viana do Castelo, Chaves, Amarante...) Llegamos a Braga y aparcamos delante del hotel, al ser sábado no había ya zona azul, así que eso que nos ahorramos (el día de Oporto tuvimos que meterlo en el parking). Tras una duchita para quitar el calor y un poco de descanso, a esto de las 7 y media dábamos un paseo para despedirnos de Braga, aprovechamos para caminar la Avenidade da Liberdade de día y pasar por la Rua do Souto (ya habíamos pasado el día anterior pero no llevaba la cámara encima y merecía una sesión de fotos) Caminamos la Avenida hasta arriba, parándonos a admirar el bonito y señorial Theatro Circo La fuente de la Praça da República y sus chorros se ve desde bien lejos Y llegamos a la Praça da República para verla de día por primera vez, aunque estaba ya empezando a anochecer (al tener una hora menos anochece una hora antes que en Asturias, es de cajón, no entiendo como no tenemos el horario de Inglaterra o Portugal si Zaragoza está a la altura de Londres...) Al fondo de la plaza había un escenario montado para el festival de fados de ayer y una orquesta hoy (que no escuchamos) y más atrás se ve el Santuario de Bom Jesus do Monte Empezamos a caminar la Rua do Souto cuando el telón de la noche empezaba a caer sobre la capital religiosa de Portugal. Y llegamos al Largo do Paço, en plena Rua do Souto, una preciosa plaza coqueta y que recuerda con su fuente en medio (salvando las distancias) a la Praza da Leña pontevedresa. Seguimos caminando y nos dejamos sorprender con una iglesia que bien puede pasar por pequeña fortaleza y por unas curiosas esculturas en lo alto de la fachada Un bar ofrecía cerveza muy fría con un curioso reclamo que nos hizo reir un buen rato (Cerveza tan fría como el corazón de tu ex) Y al final de la Rua do Souto llegamos al Arco de Porta Nova con el crepúsculo detrás de ella, nos encantó este momento, estábamos casi solos y fue practicamente un momento zen. Vista desde fuera este arco nos invita a visitar Braga (si vais en tren es por donde entrareis a la ciudad) Tras cruzar la puerta nos encontramos con el Campo das Hortas, un bonito jardín extramuros que gana muchos puntos al ocaso (como todos los sitios, claro) Buscamos el Manjar, un restaurante recomendado por Carrio en el post de Braga para probar ese jabalí y ese bacalao del que habla, pero dicho restaurante ya no existe, igual cambió de nombre o cerró, y tampoco es que haya pasado demasiado tiempo, y es que el mensaje es de octubre de 2013. Tras dar varias vueltas buscando donde cenar nos sentamos en el Mar de Sinos, en la puerta misma de la Sé de Braga, me pedí un solomillo relleno de queso sobre puré de patata que estaba tremendo. Con cerveza y postre tocamos a 13 euros cada uno, sigo sin creerme lo de los precios de Portugal. Muy recomendable este restaurante. ![]() Las vistas de la Sé desde nuestra mesa eran espectaculares, mientras cenaba (bueno yo no, mi padre que fue más astuto y se sentó primero) veía esto. Seguimos el paseo nocturno y llegamos al Largo Carlos Amarante, ironías de la vida, lo primero que visitamos de la ciudad iba a ser también lo último en ver. Es precioso de noche, si podeis os aconsejo un paseillo nocturno por el centro de Braga, es muy tranquilo y seguro, además de ser precioso. Y una vez en la Avenidade Liberdade alucinamos con la iluminación de la tienda de Massimo Dutti en un edificio señorial decimonónico. CONCLUSIONES DE BRAGA: Muy bonito y pequeño el centro histórico, con multitud de iglesias y de espacios ajardinados que harán las delicias del viajero. Bom Jesus do Monte es un santuario curioso, lo mejor es sin duda la escalera, pero no es un gran mirador. Es una visita imprescindible del Norte de Portugal sin duda alguna, si fuera corto de tiempo me quedaría con el centro mejor que con el santuario Para ver la ciudad y el santuario basta una mañana o tarde. Os recomiendo conjugarlo con Guimaraes, empezando por Braga porque si no despues de Guimaraes os sabrá a poco. Si vais en coche y madrugais podeis ver el centro y Bom Jesus por la mañana e ir a comer a Guimaraes; en tren es más difícil y podeis ver Braga por la mañana y Guimaraes por la tarde. Sería un día perfecto, creedme. Como descubrimos también es una base perfecta y barata para descubrir la Región Norte Etapas 4 a 6, total 6
Domingo 17 de agosto, toca volver a casa, una escapada de 4 días cunde más que una de fin de semana, pero de cualquier manera se me pasó volando, la verdad. El plan de hoy consistía en visitar Viana do Castelo y A Guarda y recorrer la carretera de la costa, y en función de la hora a la que llegáramos a Baiona visitarla o no (finalmente y por miedo a atascos en la Operación Retorno decidimos dejarla para una futura escapada a las Rías Baixas, al igual que parar en los miradores de la carreterra A Guarda-Baiona) ![]() TOTAL: 549 kms. Tras desayunar y hacer rapidamente el check-out nos pusimos en camino a Viana do Castelo, algo tarde por el tema de acabar las maletas y demás, eso unido a adelantar el reloj una hora nos machacó un poco el día, pero bueno. Llegamos a Viana y aparcamos en el puerto, pegados al Gil Eannes, una de las visitas de la ciudad. Viana do Castelo es una pequeña ciudad de la costa norte portuguesa, la capital de la llamada Costa Verde. Tuvo asentamientos ya en la prehistoria, como los del Monte Santa Lucía, pero no tuvo mayor importancia hasta el siglo XIII, cuando recibió una carta foral llamándose Viana da Foz do Lima. Esta villa marítima empezó a cobrar peso a lo largo del siglo XVI al ser un punto de entrada y salida de comerciantes y exploradores en la época dorada de los Descubrimientos Portugueses, esto atrajo a los piratas gallegos y africanos, por lo que se construyó la Torre da Roqueta para defenderlo. Las principales actividades del puerto eran las exportaciones de vino, frutas y sal; y las importaciones de tila, textiles y vidrio; floreciendo Viana como ciudad comercial hasta el siglo XIX. En ese siglo cambia de nombre a Viana do Castelo como premio a la fidelidad de la ciudad a la Portugal liberalista al no rendirse a las tropas del Conde de Antas en 1847. Cinco años despues la reina María II funda la Associaçao Comercial de Viana do Castelo, la cuarta compañía de este tipo más antigua de Portugal. En el siglo XX no creció demasiado, viviendo sobre todo en la segunda mitad del siglo XX de la cercanía a la frontera española como lugar turístico y comercial (aquellos años en los que autobuses castellanos, gallegos y asturianos fletaban viajes a Portugal a comprar toallas y sábanas) Empezamos la visita por el Gil Eánnes, un barco-hospital construido en 1955 para acompañar a la flota pesquera portuguesa que iba a pescar bacalao a las lejanas costas de Groenlandia y Terranova (costa occidental canadiense) Por aquellos años la flota era muy nutrida y compensaba fletar todo un barco-hospital. Cesó su actividad en 1984 y se instaló como museo en Viana do Castelo en 1998. Por fuera es un barco grande y bastante moderno Subimos la rampa y tras pagar la entrada, empezamos a realizar el recorrido que nos indican unas flechas, hay información en las diversas dependencias del barco. Lo primero que vemos es la cubierta llena de chimeneas y enseres varios para la navegación. Y luego nos adentramos en el piso superior, donde se dirigía el barco y estaban las salas de radio y de control del barco (nos podremos poner al timon y hacer unas cuantas fotos marineras) Desde la cubierta se tienen vistas de Viana do Castelo y del Monte de Santa Lucía, al que no subiríamos por falta de tiempo (íbamos a llegar a A Guarda demasiado tarde a comer al tener que adelantar una hora el reloj) Además hay expuesta una carta de navegación inmensa que muestra todo el Atlántico Norte El barco era grande, y además de los tripulantes tenía médicos y pacientes, por lo que tenía una gran cocina. Las habitaciones donde ingresaban a los pacientes también son visitables, no deben ser muy diferentes a las de un hospital en tierra firme de la época. Había consultas médicas, de dentista e incluso sala de rayos X, y el instrumental se guarda casi intacto. El quirófano (foto) es visitable, tenía que ser difícil operar en una tormenta del Atlántico Norte con el barco moviéndose a merced de las olas, la verdad. Me llamó la atención que ya en los 50 hubiera planchas de reanimación para los infartos. El barco tenía de todo para socorrer todo tipo de accidentes y enfermedades de los pescadores. Es una visita muy interesante y un museo muy diferente. Si vais a Viana do Castelo teneis que entrar sin falta, llama mucho la atención. Información práctica Acceso: Puerto de Viana do Castelo Horario: Todos los días: 9-19 (abr-sep), 9-17:30 (oct-mar) Precio: 3€ (adultos), 8€ (2 adultos y hasta 4 menores de 16 años), gratis (menos de 6 años) Web: www.fundacaogileannes.pt/ ...hp?cat=32/ Tras esto nos dispusimos a pasear por el centro de Viana do Castelo, un amigo había ido este verano y me dijo que no merecía la pena, pero lo que leía en la Lonely tenía buena pinta, y así fue, me gustó mucho y puede que fuera por tener unas expectativas tan bajas. Caminamos la Avenida dos Combatientes, en honor a los portugueses que lucharon, hace justo 100 años, en la Primera Guerra Mundial. Ese fin de semana era la Romaria de Nossa Senhora d'Agonia, donde se celebran las penas, y la avenida tenía gradas a los lados para los desfiles que tendrían lugar por la tarde. Torcimos a la derecha y entramos en la Praça da Republica, la central de Viana do Castelo. Es una plaza muy bonita y merece la pena darse una vuelta para verla. Tiene un para de fuentes, la primera es secundaria y tiene detrás el Museu do Traje En el otro extremo tenemos la Fonte Chafariz, una fuente renacentista construida en 1554, estando coronada con motivos manuelinos de un astrolabio esférico y la cruz de la Orden de Cristo, tras ella nos encontramos los Antigos Paços do Concelho (Antiguo Ayuntamiento), un edificio al estilo de una fortaleza del siglo XVI. A su izquierda la Igreja da Misericordia, que es una iglesia pese a no parecerlo. Me comentó rcd-deportivo ya a la vuelta que el interior es muy recomendable, que lo sepais si vais. La fachada tiene cariátides (estatuas femeninas como columnas) al estilo del Erecteion de la Acrópolis ateniense. El resto de los edificios de la plaza son también bonitos. No sé porque mi amigo me dijo que Viana do Castelo era feo, esta plaza es bonita. Caminamos entonces un tramo de la Rua Bandieira, con edificios decimonónicos a los lados Pusimos rumbo a la Igreja Matriz, pero por el camino topamos con la Capela das Malheiras, uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca portuguesa, y es que la mayoría de obras barrocas portuguesas siguen las tendencias italianas. Y llegamos a la Igreja Matriz, una iglesia-fortaleza construida en el siglo XV pero con un estilo románico, una pieza única por esta peculiaridad. Sin embargo, la portada es gótica con esculturas en las arquivoltas. No pudimos ver bien el interior al haber misa, pero no destacaba mucho, ¡no tenía un retablo barroco! Aunque os cueste para ser el Norte de Portugal, os lo podeis creer, palabrita de honor. Y tras esto fuimos hasta el coche y al ver que eran las 12 y poco (hora portuguesa) decidimos tirar hacia A Guarda en previsión del atasco que nos encontraríamos, y es que domingo, de agosto y puente, no podía tener otro final, estaba claro. CONCLUSIONES DE VIANA DO CASTELO: El centro es bonito, pequeño pero bonito. La Praça da República es muy coqueta, y las calles que salen de ella están bastante cuidadas. El Gil Eánnes es también una visita muy interesante, diferente pero tiene bastante encanto. Es una buena parada para entrar o salir por el norte, si bien recomendaría antes Valença do Minho como parada si vamos con poco tiempo. Para ver la ciudad al viajero medio le valdrá con hora y media o un par de horas, si quereis subir además al Monte de Santa Lucía sumadle otra media hora u otra horilla. De aquí nos fuimos a A Guarda, la que sería la última visita del viaje. De A Guarda ya conocemos la principal atracción, el Castro de Santa Tecla, visitado ya el verano anterior en nuestro viaje a las Rias Baixas ( www.losviajeros.com/ ...hp?e=34209 ) A Guarda es una villa marinera condicionada por su emplazamiento geográfico, y es que es un lugar estratégico para las fricciones entre estados y cuenta con abundantes recursos naturales. Hay restos humanos de hace 10.000 años en el entorno, y se sabe que hub contactos de los nativos con las culturas mediterráneas (griegos y fenicios). La época prerromana fue en la que la zona tuvo mayor apogeo, con una importantísima cultura castrense, siendo el castro de Santa Tecla una de las muestras más significativas de la cultura galaico-romana. Esta cultura desaparece con la romanización y A Guarda deja de ser uno de los enclaves más importantes del noroeste peninsular. Hasta el siglo XII era una pequeña aldea pesquera, entonces se funda el monasterio cisterciense de Oia, empezando a crecer la población y el comercio. Sin embargo, este ligero crecimiento se ve frenado por unas fuertes epidemias en el siglo XVI. En el siguiente siglo, durante la Guerra de los Treinta Años, A Guarda cae tres años en manos lusas y se mejoran sus defensas; pero en cualquier caso el nivel de vida siempre fue bajo y la emigración fue un fenómeno latente, emigrando en los siglos pasados los guardenses a América y en las últimas décadas a Canarias, pese a los intentos de revitalizar la villa con el tirón del turismo. Aparcamos junto a la Capilla de la Santísima Virgen, encima del puerto, al final del casco antiguo. Bajamos caminando hacia el Paseo Marítimo en busca de una buena marisquería. El mar no estaba bravo pero rompían las tenues olas contra las piedras de la costa. Pasamos por delante del Museu do Mar, una pequeña fortaleza. Y al caminar junto al mar teníamos una preciosa vista de la fachada marítima de A Guarda con Santa Tecla detrás, imponente. Las vistas desde ese monte son muy amplias, lo mejor de A Guarda sin duda. Al llegar al final, tenemos detrás nuestro los barcos anclados y el colorido espigón del fondo. Al final del paseo vemos una estatua de una barca con un pescador manipulando unas redes, recordando el pasado pesquero de la villa. Entramos a comer al Restaurante Trasmallo, una marisquería frente al puerto. Pedimos tapas (calamares, pulpo y navajas) y un par de raciones de arroz con bogavante. Estaba buenísimo todo, y no fue demasiado caro (pagamos menos de 30 euros por cabeza) con un servicio excelente, en hora y media comimos y pudimos así tirar pronto para casa y no llegar a horas intempestivas, que el día siguiente, aunque no para mí, era laborable. Os recomiendo este restaurante si os quereis comer una mariscada en A Guarda. Tras esto fuimos por el casco histórico a por el coche, viendo lo primero la Casa do Concello, un edificio de piedra pero sin mucho encanto Y luego la Iglesia de Santa María, bastante normalita, como todo el centro de A Guarda, que no tiene mucho que ofrecer aparte de marisco, la verdad. Fuimos a por el coche y nos maravillamos con la carretera de A Guarda a Baiona, hay tramos en los que parece que vamos por el fin del mundo. Había miedo por toparnos con atascos y no paramos en ninguno de los miradores (había uno precioso en el que se veían las Cies) ni en Baiona o el Monasterio de Oia; todo esto queda pendiente, junto con Vigo y Tui, para una escapada de fin de semana a las Rías Baixas. No nos encontramos atascos ni demasiado tráfico y a las 8 de la tarde estábamos en casa sin mayor contratiempo. CONCLUSIONES DE A GUARDA: El Centro de A Guarda no aporta nada, el paseo marítimo es bonito, pero los hay a cientos por Galicia, y los edificios históricos son muy normales. Lo mejor es subir al Castro de Santa Tecla, sin duda alguna, y bajar al pueblo si os apetece una mariscada. El castro es una visita obligada de las Rias Baixas, no así el centro. Para visitar A Guarda, el viajero medio invertirá una hora, lo que se tarda en ver el castro y las vistas desde la cima del monte, y en tal caso lo que tarde en meterse una buena mariscada en el centro. Etapas 4 a 6, total 6
Nos ha encantado este viaje al Norte de Portugal, todas las ciudades visitadas nos han encantado y nos ha sorprendido muy gratamente toda la zona. Cuando la gente se va de viaje en verano suele buscar un vuelo que lo llevé lejos de la Península, dejando de lado decenas de regiones preciosas cerca de casa, y creo que está bien conocer Europa y el mundo, por supuesto, pero también conocer nuestro entorno más cercano. Por ello os recomiendo totalmente visitar nuestro país vecino, y especialmente esta región norte tan cercana para gallegos, asturianos, cántabros, castellanos y madrileños que os va a encantar, en serio, será una escapada preciosa. Como en el viaje anterior, os dejo las conclusiones recopiladas y al final las generales: CONCLUSIONES DE CHAVES: Tiene un centro histórico bastante bonito con una serie de calles y plazas agradables de pasear. En cuanto a monumentos unicamente destaca el Ponte Romano, siendo la Torre de Menagem algo curiosa y lo demás bastante prescindible. Para ver la ciudad basta con 1-2 horas para el viajero medio, pues se recorre entera muy rápido y no hay ningún monumento que lleve más de 5 minutos ver. La visita es recomendable si se va a pasar por cerca, pero no merece la pena hacer un gran desvío para visitarla. CONCLUSIONES DE OPORTO: Tiene un centro histórico precioso, plagado de edificios barrocos y de azulejos. Tiene un aire decadente que le hace tener un encanto inexplicable. Creo que en esta etapa tocamos todo lo impresicindible; si bien dejamos varias cosas sin ver: las bodegas de Vilanova de Gaia (no nos da más el vino); Boavista y sus museos; y los puentes del Duero en crucero (no le vemos el interés) Destacaría como visitas imprescindibles la Bolsa-Sao Francisco, cruzar el Puente de Dom Luis por arriba y por abajo y la Avenida dos Aliados. En cualquier caso será una ciudad que os encantará y que os sorprenderá por el encanto que desprende. Para ver la ciudad puede bastar un día si se madruga y se patea, aunque dejaremos cosas sin ver. Para verla a fondo necesitaríamos otro día, y es que un día sería para el centro y otro para los museos, el crucero y las bodegas. Mi consejo es aprovechar un día al máximo, que aunque parezca que no es muy largo y da tiempo a muchas cosas, y patear y patear sin apenas descanso, y aprovechar los demás que esteis allí para visitar ciudades cercanas que merecen mucho la pena (un día para Braga-Guimaraes, otro para bajar a la zona de Aveiro, incluso subir a Viana do Castelo y Valença do Minho, visitar Barcelos y Amarante...) Es un must en cualquier viaje a Portugal CONCLUSIONES DE GUIMARAES: Tiene un centro PRECIOSO, lo mejor del viaje sin duda alguna. Las plazas de Santiago y Oliveira justifican el viaje por sí solas. No dejará a nadie indiferente esta ciudad del Norte de Portugal, visita obligatoria para cualquier viaje al país luso (siempre que no sea solo a Lisboa, claro) y a la que creo que tenemos que ir una vez en la vida, que no por estar cerca de casa el viaje es más feo ni peor Para ver la ciudad basta una mañana o tarde. El centro es enano y la zona del Castilllo y el Paço no llevará más de una hora. Tiene el tamaño perfecto para hacer una excursión de un día Guimaraes-Braga desde Oporto, o para utilizarlo de base y conocer toda la región norte (Braga, Oporto, Viana do Castelo, Chaves, Amarante...) CONCLUSIONES DE BRAGA: Muy bonito y pequeño el centro histórico, con multitud de iglesias y de espacios ajardinados que harán las delicias del viajero. Bom Jesus do Monte es un santuario curioso, lo mejor es sin duda la escalera, pero no es un gran mirador. Es una visita imprescindible del Norte de Portugal sin duda alguna, si fuera corto de tiempo me quedaría con el centro mejor que con el santuario Para ver la ciudad y el santuario basta una mañana o tarde. Os recomiendo conjugarlo con Guimaraes, empezando por Braga porque si no despues de Guimaraes os sabrá a poco. Si vais en coche y madrugais podeis ver el centro y Bom Jesus por la mañana e ir a comer a Guimaraes; en tren es más difícil y podeis ver Braga por la mañana y Guimaraes por la tarde. Sería un día perfecto, creedme. Como descubrimos también es una base perfecta y barata para descubrir la Región Norte CONCLUSIONES DE VIANA DO CASTELO: El centro es bonito, pequeño pero bonito. La Praça da República es muy coqueta, y las calles que salen de ella están bastante cuidadas. El Gil Eánnes es también una visita muy interesante, diferente pero tiene bastante encanto. Es una buena parada para entrar o salir por el norte, si bien recomendaría antes Valença do Minho como parada si vamos con poco tiempo. Para ver la ciudad al viajero medio le valdrá con hora y media o un par de horas, si quereis subir además al Monte de Santa Lucía sumadle otra media hora u otra horilla. CONCLUSIONES DE A GUARDA: El Centro de A Guarda no aporta nada, el paseo marítimo es bonito, pero los hay a cientos por Galicia, y los edificios históricos son muy normales. Lo mejor es subir al Castro de Santa Tecla, sin duda alguna, y bajar al pueblo si os apetece una mariscada. El castro es una visita obligada de las Rias Baixas, no así el centro. Para visitar A Guarda, el viajero medio invertirá una hora, lo que se tarda en ver el castro y las vistas desde la cima del monte, y en tal caso lo que tarde en meterse una buena mariscada en el centro. CONCLUSIONES GENERALES LO IMPRESCINDIBLE · Centro de Oporto: Azulejos, barroco y decadencia · Guimaraes: Aquí nació Portugal · Braga: Mil y una iglesias · Palacio de la Bolsa de Oporto: Es-pec-ta-cu-lar LO MENOS RECOMENDABLE · Centro de A Guarda: No tiene ná de ná, aunque ya contaba con ello LAS SORPRESAS · Citania de Briteiros: Enorme y cuidada · Centro de Braga: No suena todo lo que debería · Centro de Viana do Castelo: Bonito y a la sombra de Santa Lucía · Praça de Santiago y Largo da Oliveira (Guimaraes): Enamoran · Precios: Superbaratos LAS DECEPCIONES · Bom Jesus do Monte: Demasiadas expectativas · Masificación de la Ribeira · Torre dos Clérigos: Vistas muy tapadas y escalera claustrofóbica NOS QUEDAMOS CON GANAS DE... · Descubrir Tras-os-Montes a fondo (Vila Real, Lamego, Foz do Cova, Bragança...): CUMPLIDO A MEDIAS · Bajar a las Beiras (Aveiro, Coimbra, Viseu, Almeida...): CUMPLIDO · Visitar Tui, Baiona y Vigo · Conocer Amarante, Ponte de Lima y Barcelos · Subir al Monte Santa Lucía (Viana do Castelo) · Ver mejor el entorno de Braga (Tibaes y Sameiro) · Hacer senderismo por Peneda-Geres Un saludo viajeros! Etapas 4 a 6, total 6
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