Nos despertamos después de una noche movidita. No penséis mal, me refiero a la tremenda ventisca que ha hecho que la pobre de Inma no haya pegado ojo en toda la noche. Barry nos dice que él ha vivido noches peores así que no nos quejamos demasiado...

Recargamos bien las pilas y después de una buena conversación con un matrimonio americano con el que compartíamos mesa, nos despedimos de Barry con los mejores deseos.
Hoy nos espera otro plato fuerte del viaje: visitar el famoso valle de Glencoe, del cual todos los foreros que habían ido a Escocia, habían hablado maravillas. Posteriormente queríamos visitar otro castillo, no tan conocido, el Kilchurn Castle, y finalmente llegar al pueblo de Inveraray, donde también visitaremos su castillo. Esta es nuestra ruta:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cogemos el coche y nos dirigimos a Fort William, desde donde podemos observar la montaña más alta de toda Gran Bretaña, el
Ben Nevis. Lo cierto es que no nos parece gran cosa, pero claro, justo nos acabábamos de casar hacía bien poco en pleno Pirineo... Nada que ver...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasado Fort William nos dirigimos hacia el bello pueblecito de Glencoe, que da nombre al valle que viene a continuación. Tardamos unos 45 minutos, y el paisaje ya empezaba a dejarnos boquiabiertos. Aunque nada parecido a lo que nos tenía preparado a partir de entonces...
Estar en el valle de
Glencoe es como estar dentro de la película Braveheart (de hecho, creo que algunas de sus escenas fueron filmadas allí). La experiencia que supone conducir tu coche por Glencoe es algo único en la vida, de modo que no os la perdáis por nada del mundo. Una vez pasado el pueblecito, encontraréis una indicación a mano derecha para ir al "Visitor Centre". Merece la pena detenerse allí unos minutos, encontraréis una exposición sobre el valle y los acontecimientos históricos que allí tuvieron lugar, así como un excelente mirador: una maravillosa puerta de entrada a un mundo que nunca olvidaréis.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasado el "Visitor Centre" hay otra parada a mano izquierda, donde también nos detuvimos para hacer una de las infinitas rutas y perdernos en el mismo corazón de Glencoe.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos adelante con el coche y no podemos creer lo que vemos. Nos detenemos cada pocos metros a un lado de la carretera y observamos que muchos coches hacen lo mismo que nosotros. Salimos del coche, nos deleitamos con unas vistas que parecen imposibles y seguimos adelante. Así durante toda la mañana.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hasta que llegamos a un sitio que resultó ser el "orgasmo paisajístico" por excelencia. Estaba tan emocionado por lo que estaba viendo que no pude reprimir mi enorme deseo de fundirme con todo aquello. Deseaba ser parte integrante de semejante marco donde la naturaleza se mostraba tan extraordinaria.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquel paseo fue inolvidable. Aquello era Escocia en estado puro. Semejante belleza solo la podríamos haber encontrado aquí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Además estábamos prácticamente solos! A excepción de uno o dos montañeros con sus perros. Sin duda, aquel estaba siendo el viaje de nuestras vidas...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Con un enorme pesar, seguimos adelante. Hicimos dos o tres paradas más, pero no va a haber espacio para tantas fotos

Además, creedme si os digo que las imágenes no hacen justicia en absoluto a estar allí en persona. Nada que ver. Esto hay que vivirlo.
Nuestro siguiente destino era otro castillo,
Kilchurn Castle. Al igual que sucedió con Stalker Castle, me había enamorado de él cuando investigaba antes de nuestro viaje y quisimos ir a verlo. Para llegar hasta él hay que pasar todo el valle de Glencoe y llegar al desvío de Inveraray. En realidad nos costó muchísimo encontrarlo, dimos varias vueltas hasta que por fin a Inma se le volvió a encender la bombilla cuando observó un caminito que, según ella, debía conducir hasta él puesto que desde el coche lo había visto muy fugazmente. Ese caminito, que no tenía indicaciones de ningún tipo, te lleva a un descampado donde puedes dejar el coche. Allí hay un cartel muy pequeñito con una flecha que reza "TO THE CASTLE", caminas por un sendero durante diez minutos y te encuentras con esto:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El efecto del sendero es sobrecogedor, incluso algo inquietante. Aquí sí que estábamos completamente solos, no había nadie más, y daba un poco de "yuyu". Nos dio la impresión de que, aunque habían carteles explicativos dentro, se encontraba abandonado pues no había nadie vigilando ni cobrando entrada. Llegamos hasta él y lo exploramos libremente por dentro y por fuera.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al salir de nuevo a la carretera y cogiendo la dirección hacia Inveraray nos dimos cuenta de que había una especie de mirador para contemplar el castillo. Vamos, que de pura casualidad habíamos podido acercarnos hasta el castillo y verlo mejor que nadie, a nuestras anchas. ¿O es que en realidad Inma ya sabía cómo llegar porque en su otra vida fue una escocesa del siglo XV?
Llegamos al pueblo de Inveraray en unos 40 minutos. No teníamos prevista la visita al
Inveraray Castle, y fue todo un acierto. Es aquí donde se han rodado algunos de los más recientes capítulos de la popular serie
Dowtown Abbey. Teníamos una gran curiosidad y fue toda una sorpresa.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Antes de entrar, Inma y yo improvisamos una comida dentro del car. En el aparcamiento del castillo había un jardín y unas mesas muy apetecibles para cualquier tipo de picnic, pero el viento era extremadamente molesto así que tuvimos que comer en el interior de nuestro pequeño amigo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez llenados los buches, nos dirigimos a la entrada del castillo, el cual parecía sacado de una película de Disney. El interior estaba perfectamente decorado y en cada sala habían explicaciones en todas las lenguas. Ya digo, toda una sorpresa, muy recomendable.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al salir, decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo de
Inveraray, en nuestra opinión mucho más bonito que Inverness. Al caer la tarde nos tomamos un helado con esta preciosa vista:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El B&B que habíamos elegido para esta noche se encontraba al otro lado del lago, a unos 10 minutos de allí. Aislado, de cara al lago, era una auténtica monada. Se llama Thistle House B&B y aquí tenéis nuestra crítica:
THISTLE HOUSE GUEST HOUSE, INVERARAY
Precio para 1 noche: £98
Proximidad: a 10 minutos de Inveraray en coche.
Habitación: amplia, muy bien decorada.
Limpieza: excelente.
Atención: excelente.
Desayuno: excelente.
Puntos negativos: quizás un poco elevado de precio, pero mereció la pena.
Puntuación: 9/10.
Ahora sí, nuestra aventura estaba llegando a su fin... Pero aún nos quedaba todo el día de mañana así que... ¡a disfrutarlo! ¡Buenas noches!
Nos levantamos con ganas de aprovechar nuestro último día completo en Escocia. ¡Hoy nos toca ir a visitar el Lago Lomond y el castillo de Stirling! Para ver el primero, los foreros recomendaban parar en un pueblecito llamado Luss, ¡y por Dios que resultó acertadísimo! Como era el último día, teníamos que decidir entre ir a ver el Loch Katrine o visitar Stirling. Nos decidimos por esta última y el lago Katrine quedará pendiente para nuestro segundo viaje a Escocia. Después de Stirling, y como aún quedaba tiempo, nos acercamos a visitar Doune Castle. Este iba a ser nuestro último recorrido:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero antes de todo eso, ¿pensábais que no iba a poneros alguna foto de un buen desayuno escocés? Que equivocados estáis...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y eso que cuando me trajeron este plato, ya le había atacado a las tostadas y a los croissants...
Desde Inveraray hasta el pueblo de Luss hay unos 40 minutos en coche. Lo diré sin miramientos,
Luss es el pueblecito más hermoso de todos los que encontramos en nuestro viaje, y eso que no fueron pocos. Dejamos el coche en un amplio aparcamiento, justo al lado de la playa que daba al
Loch Lomond. Con ese día tan bonito que hacía, fue una auténtica maravilla descubrir que todavía quedaban numerosos motivos para no sentir pena por nuestra inminente vuelta a España. Viendo esta imagen, ¿vosotros la sentiríais?
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Quedaba lo mejor de la mañana, que es pasear por las calles de este pueblo de cuento, con sus casas de cuento, su iglesia de cuento y sus puentes de cuento.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Enamorados de Luss, y prometiéndonos que en alguna otra vida vendríamos a quedarnos a vivir, proseguimos nuestro camino, una hora más hasta Stirling. Pensábamos que iba a ser algo más complicado llegar hasta
Stirling Castle, pero fue de lo más sencillo gracias a nuestro GPS. En aquellos días se estaba celebrando en un lugar muy cerca de allí la Ryder Cup 2014 (mira que es casualidad, referéndum y encima Ryder Cup, ¡olé!), y nos temíamos lo peor, sin embargo no fue difícil acceder directamente a la explanada del castillo. Después de pagar el aparcamiento y dejar el coche, nos dispusimos a volver a utilizar nuestra Explorer Pass.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En nuestra opinión este castillo se asemeja bastante al de Edimburgo, pero no llega a ser tan bonito. Además nosotros nos perdimos bastantes veces porque no existe un camino marcado de visita (o al menos nosotros no lo supimos ver), por lo que el recorrido resulta algo caótico. A pesar de ello, debemos decir que su estado de conservación es excelente. Habían actores vestidos de época que daban sus explicaciones a los turistas de una manera muy original.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez más, aprovechamos para comer en el mismo restaurante del castillo, el cual se encontraba en su interior, y al salir decidimos ir a la localidad de Doune y visitar Doune Castle, a unos 15 minutos de Stirling. En
Doune Castle se filmó una película de los cómicos Monty Python, por esta razón acuden una gran parte de los turistas que se acercan allí. Fue la última vez que utilizamos nuestra Explorer Pass, muy a nuestro pesar...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Merece la pena, si se está cerca de Stirling y tienes tiempo, acercarte a visitar este castillo. En nuestro caso, y después de salir de allí comprobamos que aún teníamos tiempo antes de llegar a nuestro último B&B. Nos resistíamos a aceptar que nuestro viaje estaba llegando a su fin, así que decidimos volver a pasar por Stirling para visitar el
Monumento a William Wallace, erigido en el s. XIX.
Como estábamos algo cansados, decidimos tomarnos aquella última visita muy relajadamente. Una vez dejado el coche en el aparcamiento, para acceder al monumento puedes subir a pie (se tardan unos 10-15 minutos, dependiendo de tu preparación física, porque es todo cuesta arriba...) o esperar al bus gratuito que te lleva sin problemas. Nos decidimos por esta última opción y al llegar a la puerta hicimos unas cuantas fotos antes de volver a bajar, esta vez a pie (no es lo mismo bajar que subir

). La visita al interior del monumento quedaba también pendiente para la próxima vez, en aquella ocasión no nos vimos con fuerzas para subir los 200 y pico escalones...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Eso sí, al llegar abajo dimos cuenta de un par de trozos de pastel y dos "special hot chocolate", que no eran dos tazas, sino dos "barreños"

¿Qué queréis? Estábamos en nuestro viaje de luna de miel y había que aprovechar hasta el último instante
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No podíamos prolongarlo por más tiempo. Sabíamos que era la hora de dirigirse a nuestro último B&B del recorrido. Estaba a las afueras de Motherwell, una localidad cercana a Glasgow. No tuvimos ningún problema en volver a conducir por "motorways" y en menos de 40 minutos nos plantamos allí. El Ridgeland House B&B es una casa enorme que se encuentra a medio camino entre Glasgow y Edimburgo y, aún así, de su ubicación puede uno deducir que te encuentras en medio de la nada, en un campo con granjas y ovejas. Margaret, su dueña, nos había reservado la habitación más grande para nosotros, la "honeymoon couple", y ese fue nuestro último regalo. Ahí va nuestra reseña sobre este B&B:
RIDGELAND HOUSE B&B, MOTHERWELL
Precio para 1 noche: £90
Proximidad: a 10 minutos de Glasgow y a 30 minutos de Edimburgo en coche.
Habitación: amplíiiiiiisima, bien decorada.
Limpieza: excelente.
Atención: excelente.
Desayuno: excelente.
Puntos negativos: ninguno.
Puntuación: 9/10.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Teníamos un enorme trabajo por delante, volver a distribuir toda la ropa y todas nuestras cosas en las tres maletas, una tarea verdaderamente hercúlea

. Nuestro sueño llegaba a su fin y lo celebramos con la mejor cenita posible en la habitación del hotel, con el vino blanco que nos había regalado Margaret. Noche perfecta para culminar un viaje de ensueño perfecto.
Mañana nos toca volver a España...

¡pero lo que hemos vivido aquí no nos lo quita nadie! ¡Buenas noches!
Había llegado el día. No nos lo podíamos creer. ¿De verdad hoy tenemos que volver a casa y despedirnos de las ovejitas, las vaquitas, las personas serviciales y amables, los scottish breakfast, los castillos de ensueño, los valles mágicos, los baños públicos resplandecientes y los passing places? ¿De verdad que nuestro cuento de hadas llegaba a su fin? No nos hacíamos a la idea, y mucho menos cuando miramos por la ventana del B&B.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos resistíamos a creer que hoy debíamos volver al aeropuerto de Edimburgo, donde todo comenzó. Bajamos a desayunar, tristes como dos pasas. Nos tomamos el desayuno que nos había preparado Margaret con todo el cariño y así, sintiéndonos tan mimados como solo los escoceses pueden hacerte sentir, emprendimos nuestro último tramo de carretera, el que nos separaba del aeropuerto.
En unos 30 minutos por la autopista llegamos a las inmediaciones del aeropuerto. Había leído (sí, sí, ya sé, leí mucho, es que soy un hombre enormemente cauteloso...

) que la oficina de Arnold Clark del aeropuerto era bastante complicada de encontrar, así que me lo había estudiado todo previamente al milímetro. No obstante, y no sé cómo pasó, el GPS nos llevó por un lugar que no era (¡nos había fallado el último día! quizás porque él también se resistía a dejarnos marchar) y acabamos en la entrada de Edimburgo. Inma no paraba de repetir, medio en broma medio en serio, que podríamos echarle una última visita a la capital... Pero a las 10h debíamos dejar el coche en la oficina así que nos esforzamos por saber dónde habíamos acabado. Después de un estudio pormenorizado del nuestro mapa de carreteras (absolutamente indispensable, a pesar del GPS), nos dimos cuenta de que debíamos retroceder en dirección al aeropuerto. No sé muy bien cómo, terminamos encontrando la oficina pero al llegar, recordamos que el coche debía devolverse con el depósito de gasolina lleno. Otra vez para atrás para llegar a la gasolinera más cercana, que encontramos sin problemas. Cuando llegamos a la oficina, fue todo muy rápido. Tan rápido que casi no tuvimos tiempo de despedirnos de nuestro amigo, el Kia Picanto. Llevé los papeles a la oficina, salió un trabajador de Arnold Clark y como no había tenido ningún percance le echó un vistazo rápido al coche y listo. Segundos después estábamos subidos a un minibus de la compañía que te deja en la misma puerta del aeropuerto. Menos mal que me dio tiempo a hacer una última foto de nuestro bólido favorito antes de subir al bus.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La cara de Inma lo dice todo, y es que yo no pude evitar, lo confieso, soltar alguna lagrimilla por el camino...
Llegada al aeropuerto y a esperar, puesto que nuestro vuelo no salía hasta las 14.20h. Ahora sí, nuestra aventura había concluido. Hoy en día, después de algún tiempo, puedo deciros que no pudimos elegir un destino mejor para nuestra luna de miel. Lo volveríamos a repetir una y mil veces porque de allí vinimos, si cabe, mucho más enamorados de lo que nos fuimos. Enamorados de Escocia, enamorados de la vida, enamorados... sin más.
No dejaremos de recomendar este destino a cualquier persona que se anime. A nosotros nos ha dejado una huella imborrable. En un futuro no muy lejano esperamos poder contar a los nuestros con una gran ilusión y orgullo que Escocia fue el viaje de nuestras vidas, justo después de darnos el ¡SÍ, QUIERO!
Un gran abrazo a todos, esperamos que este diario os haya inspirado como deseábamos.