Como todos los días nos levantamos muy temprano y nada más desayunar cerca del hotel abandonamos
Flagstaff por la
US 40 dirección este. Llama mucho la atención el cambio de paisaje cuando se abandona la zona de Flagstaff que se encuentra dentro del
Kaibab National Forest ya que se pasa de una gran cantidad de vegetación y árboles a un clima prácticamente desértico.
Nuestra primera parada del día es un sitio que siempre he querido visitar desde pequeño debido a mi gran afición a la astronomía y que cuando vi que se encontraba muy cerca de la ruta que íbamos a hacer no dudé en incluirlo en ella. Se trata del
Meteor Crater o Crater Barringuer que es el resultado de un meteorito llamado
Canyon Diablo de 50 metros de largo que impacto hace 50.000 años y que produjo una honda expansiva de más de 25 millas a la redonda. Actualmente es el cráter mejor conservado del mundo debido al clima local. Fue declarado en 1967
Monumento Nacional aunque los terrenos están en manos de la familia Barringuer.
Despúes de recorrer los 55 kilometros que había desde
Flagstaff llegamos al aparcamiento donde tuvimos que esperar casi media hora pues no abrían hasta las 9:30. Después de pagar unos doloros 18 dolares cada uno entramos a una especie de museo sobre el cráter donde había información sobre el impacto, la zona e incluso el trozo más grande del meteorito que se pudo recuperar.
Trozo más grande del meteorito conservado en el museo
Cada 15 minutos se exibia en un pequeño teatro un documental de 10 minutos de duración sobre el cráter donde se explicaba todo el proceso de formación del cráter y una reproducción del impacto. Una vez terminó, salimos a ver el tan ansiado cráter. La primera vez que lo vimos nos llevamos un gran impacto por el tamaño que tiene ya que en fotografía engaña mucho. Desde allí un guía nos llevo de forma gratuita a recorrer las inmediaciones del cráter contándonos interesantes datos sobre la geología, fauna y flora de la zona del cráter.
Camino que bordeaba el crater por el que nos llevaba el guía
Durante esta visita nos detuvimos a hablar con una pareja de ancianos que nos preguntaron lo que teníamos pensado ver, les dijimos que ahora iríamos al
Parque Nacional Del Bosque Petrificado y nos recomendaron encarecidamente que fuésemos a ver dentro del Parque un lugar llamado
Blue Mesa, que era algo espectacular. Lo apuntamos y después de admirar y hacer unas cuantas fotos más el cráter cogimos el coche para seguir nuestro camino hacia el este.
Como le habíamos contado a la pareja de ancianos nuestro próximo destino era el
Parque Nacional del Bosque Petrificado en donde se encuentra la más grande y colorida concentración de madera fosilizada del mundo. En su mayoría pertenece a
Araucarioxylon arizonicum una conífera que vivía en esta zona hace más de 208 millones de años durante el período Triásico, época durante la cual esta zona era un gran ecosistema, pero que por determinados hechos geológicos la zona se elevo y sepultó toda la zona. El proceso de fosilización se produce cuando el material orgánico de la madera queda sustituido por minerales (en su mayoría cuarzo) conservando la misma estructura que el tronco original.
Trozo de madera fosilizada
Entramos en el parque con nuestro pase anual y entramos en el centro de información en la cual había un pequeño museo donde se encontraba información de la formación de la madera fosilizada y esqueletos de dinosaurios que se encontraron en la zona.
Entrada del centro de información
Esqueleto de dinosauro encontrado en la zona
Justo detrás del centro de información se encontraba un corto sendero llamado
Crystal Forest Loop que discurría entre montones de restos de madera fosilizada que al estar formada por muchos tipos de minerales de colores distintos tenían una coloración muy bonita.
Al margen de estos restos de madera fosilizada no había mucho mas para ver, a excepción de algunas pequeñas muestras de desierto pintado que veríamos mucho más en profundidad en otras zonas del parque.
Continuamos por la carretera moviéndonos por un paisaje verdaderamente curioso ya que había una predominancia de colores blancos y montículos y montañitas formadas por bandas de diferentes colores.
Nuestra siguiente parada era el
Rainbow Forest, donde encontramos otro sendero que discurria entre madera fosilizada.
Rainbow Forest
La verdad era un poco más de lo mismo y volvimos pronto para el aparcamiento donde aprovechamos para hacerle fotos a un simpático cuervo que parecía posar para nosotros.
Seguimos nuestro camino y en nuestra planificación teníamos apuntado más sitios donde parar, pero era más madera fosilizada por lo que tan solo paramos un momento en el Agate bridge que es un puente formado por un tronco de madera fosilizada. Por lo que vimos lo tuvieron que reforzar por debajo para que no se rompiera.
Agate bridge
El siguiente sitio era el plato fuerte del parque y el que nos había recomendado la pareja de ancianos en el
meteor cráter. Llegamos a
Blue Mesa y nos quedamos maravillados, ya que a mi gusto era el paisaje más espectacular que he visto en mi vida (por lo menos hasta ese momento). Se trataba de una zona de
badlands, formaciones de arenisca que formaban pequeñas montañas y colinas de diferentes colores (aunque predominaba el azul, por eso el nombre del sitio). Inmediatamente iniciamos el sendero que discurria por esta zona. Discurria por aproximadamente durante 3 millas entre estas formaciones por lo que hicimos un monton de fotos increíbles y quedamos de acuerdo en que tan solo por aquello había valido la pena hacer los kilómetros hasta allí.
Blue Mesa
Con un buen sabor de boca nos dirijimos hacia la entrada norte del Parque llamándonos la atención que la autopista se cruzaba con la carretera del Parque (pensábamos que no podían construir autopistas dentro de parques nacionales). Muy cerca de la salida pudimos apreciar otra muestra de desierto pintado, con la diferencia que la tonalidad de las formaciones de
badlands era mas rojiza en lugar de blanco azulada.
Desierto Pintado de tonalidad rojiza
Por lo tanto salimos del Parque Nacional de vuelta hacia
Flagstaff ya que aún queríamos ir a ver más cosas y ya eran las 4:30 de la tarde y se hace muy temprano de noche.
Una vez que recorrimos los 250 kilometros hasta
Flagstaff cogimos dirección sur hacia un pueblo llamado
Sedona. Según íbamos bajando la vegetación se hacia más densa, después de tanto desierto se agradecía un poco de bosque. De esta manera entramos en
Oak Creek Canyon que es un estrecho cañón en el que la carretera discurre a lo largo de un rio, entre pinos y gigantescas montañas de color rojizo.
Oak Creek Canyon
Sencillamente una carretera espectacular, digna de quedarse embobado mirándola ya que el contraste entre el verde de los pinos y el rojo de las montañas es algo realmente bonito. No pudimos parar demasiado a hacer fotografías ya que estaba atardeciendo y aun teníamos que llegar a
Sedona.
Una vez en
Sedona nos dirigimos inmediatamente hacia la entrada de la
Red Rock Scenic Byway que es una carretera que discurre entre imponentes formaciones de rocas y formaciones de color rojo.
Cerca de la entrada de la Red Rock Scenic Byway
Como llegamos tan tarde la entrada estaba ya cerrada, sin embargo no desistimos en nuestro empeño de poder ver algunas formaciones famosas como la
Cathedral Rock. De esta manera y gracias a la ayuda de nuestro GPS buscamos algún punto donde tuviéramos buenas vistas y poder hacer unas fotos.
Cathedral Rock
Nuestra siguiente parada era una singular roca con una forma un tanto inusual. Se la conocía como la
Snoopy Rock ya que simulaba la forma del conocido personaje acostado en el suelo. Nos costo bastante dar con ella ya que era prácticamente de noche ya y había que distinguirla entre otras muchas rocas de las inmediaciones.
Snoopy Rock
Ya que estábamos cerca y aunque era de noche nos acercamos a la
Capilla de la Santa Cruz que es una pequeña capilla con un diseño muy modernista desde donde se tienen vistas panorámicas de
Sedona y su valle. Como ya suponíamos estaba cerrada, por lo que nos tuvimos que conformar con hacerle unas fotos de noche con ayuda del trípode de la cámara para que no salieran movidas.
Capilla de la Santa Cruz
Como ya no era posible ver nada más nos dirigimos al pueblo de
Sedona y recorrer en coche sus calles. Nos encanto el pueblo ya que todo el está construido con un diseño y colores muy de acuerdo al paisaje de la zona (color madera y verde). Sedona es un sitio que nos encanto todo lo que vimos y que tenemos pensado volver algún día para poder disfruarlo con más tiempo y poder ver muchas de las cosas que nos quedaron pendientes como la ruta de senderismo hasta la
Cathedral Rock o ir a ver el
Devil Bridge.
Fuimos a cenar a un
Mc Donalls que como curiosidad es el único del mundo que tiene la M de su logo de color verde para ir de acorde con la normativa del pueblo de respetar la estética de la zona.
McDonalls con la M verde aunque no se aprecie en la foto
Después de cemar iniciamos el viaje de vuelta hacia
Flagstaff volviendo por
Oak Creek Canyon aunque ya no pudiésemos ver y admirar el impresionante paisaje que vimos a la ida.
Llegamos rendidos al hotel para dormir inmediatamente ya que al día siguiente ya abandonábamos
Flagstaff hacía nuestro siguiente destino.
Para este día teníamos una duda, ya que lo primero que vimos teníamos pensado verlo el día anterior, pero al final lo incluimos a primera hora de este día. Nuestro destino eran las
Grand Falls o cascadas de chocolate por el color del agua que es de un marrón chocolate.
Grand Falls cuando llevan agua
Tienen 56 metros de altura y lo malo es que durante el verano tan solo se reducen a un charco de agua, de ahí que dudáramos si ir o no a visitarlas. Sin embargo no quisimos dejar pasar la oportunidad de poder visitarlas aunque llevaran poca agua así que nos pusimos rumbo este por la
US 40 y luego al norte por la
Leup Road. La zona de las cataratas es
territorio Navajo y esta bajo sus leyes y jurisdicción, además habíamos leído que la carretera para llegar estaba en bastante mal estado y en ciertas épocas del año es bastante difícil el acceso por el estado de las carreteras que suele requerir un 4x4.
Como nosotros llevábamos uno, nos aventuramos por una carretera llamada
Grand Falls Road de tierra y en relativo bastante buen estado, teniendo en cuenta lo que nos esperábamos. Menos mal que lo llevábamos bastante bien marcado en el GPS ya que aquello era un laberinto de carreteras, muchas minúsculas y difíciles de ver, porque nos hubiéramos perdido con toda seguridad. Llegamos hasta donde el pequeño rio colorado corta la carretera e inmediatamente pudimos observar que no llevaba nada de agua ya que se podía atravesar el rio de lado a lado prácticamente sin mojarse los pies. Para no arriesgarnos dejamos el coche aparcado y cruzamos al otro lado y avanzamos bordeando el lecho del río hasta un barranco que se veía a lo lejos y que suponíamos que sería donde se produciría el salto de agua.
Cuenca del Pequeño Rio Colorado
Efectivamente, llegamos hasta el lugar donde habíamos visto en fotografías se encontraban las
Grand Falls, pero como no había agua no dejaba de ser un poco decepcionante. Hicimos igualmente unas fotos en el lugar y volvimos al coche. De camino nos cruzamos con un
Nativo Navajo en moto que se paró a hablar con nosotros preguntándonos si nos habíamos perdido y si podía ayudarnos. Él nos dijo que la mejor visión que había de la catarata era por otro camino.
Grand Falls complemente secas
Nos parecío interesante ir de exploración, así que cogimos el coche y buscamos alguna forma de llegar a donde nos había dicho. Después de un buen rato dando vueltas y después de atravesar varios pueblos navajos apenas formados por unas pocas casas decidimos irnos ya que nos empezaban a mirar mal después de dar tantas vueltas por la zona.
De esta forma iniciamos nuestro camino de vuelta para dirigirnos a nuestro siguiente destino al norte de
Flagstaff que sería
Sunset Crater National Monument.
El
Volcán Sunset Crater se formó por una serie de erupciones entre 1040 y 1100 que cambiaron la geología y el paisaje de la zona.
Nuestra primera parada fue al lado del centro de visitantes donde se inicia el sendero de
Lava Flow que se extiende alrededor de una milla (2 km) y discurre a través de un sendero hecho por la lava del volcán. Nos gusto mucho pasear por aquí ya que el paisaje y las rocas de un marcado color negro era muy distinto de lo que habíamos visto hasta ese momento durante el viaje.
Sendero Lava Flow
Despúes de eso nos dirigimos en coche a la zona donde está el volcán propiamente dicho donde podías pasear por las inmediaciones del cono del volcán admirando el terreno y las rocas volcánicas que hay por todas partes.
Inmediaciones del Volcán Sunset Crater
Como aún nos quedaba mucho por ver seguimos hacia el norte para ir a ver otro monumento nacional, pero de una temática completamente distinta. De esta forma llegamos a
Wupatki National Monument que es un conjunto de más de 800 ruinas de poblados Nativos construidos entre los siglos XI y XIII.
Nosotros visitamos las r
uinas Wukoki que son las más conocidas, que se conservan en un estado relativamente bueno ya que el techo y parte de la fachada están caidos pero el resto se conserva bastante bien quedándonos la sensación de estar visitando un Castro como los de Galicia pero en su versión Americana. Después de hacer unas pocas fotos y recorrer las pequeñas ruinas, decidimos continuar nuestro camino ya que allí no había mucho más que ver.
Wukoki Ruins
Ahora debíamos dirigirnos hacia el oeste en Dirección al
Grand Canyon National Park que no hace falta mucha presentación ya que es uno de los Parques Nacionales más visitados y conocidos del mundo. El río colorado durante su curso formó este espectacular cañón de 446 km de longitud y profundidades de hasta 1600 metros.
Según nos acercábamos a la entrada Este del gran cañón empezamos a ver un gran aumento del tráfico y de la cantidad de mercadillos a pié de carretera con colgantes, atrapasueños, figurillas, ect que los Navajos vendían a los turistas que pasaban por allí. Ya que a mi madre le gustan mucho, aproveché y le compre un atrapasueños por unos 20 dolares.
Nos dirijimos al primer mirador del
Gran Cañon que se llamaba
Desert View y donde se encontraba la
torre panorámica de vigilancia de los Indios Anasazi construida en 1933 para facilitar las vista del gran cañón y de paso montar una de tantas tiendas de souvenirs.
Torre de vigilanzia de los Anasazi
Interior de la Torre
Vista del mirador Desert View
Nada más llegar al mirador nos quedamos impresionados por el tamaño y la profundidad de las vistas. Pese a haber visto ese paisaje mil veces en fotos, ninguna de ellas le hace justicia a verlo en directo. Aún así este tipo de sitios al ser tan famosos y estar tan llenos de gente no llenan ni impresionan tanto como otros (Por ejemplo Blue Mesa que visitamos el dia anterior) que no son tan conocidos y de los que no te esperas tanto. Hicimos unas cuantas fotos y visitamos la torre por dentro. Como ya era hora de comer aprovechamos y comimos un par de hamburguesas allí mismo para aprovechar la tarde lo mejor posible.
Cogimos el coche de nuevo para seguir dirigiéndonos hacia el este. Fuimos pasando de la mayoría de los miradores que nos cruzamos hasta que llegamos a
Grandview Point que habíamos leído que era de los más bonitos y se podía hacer fotos espectaculares. En este mirador se podía bajar hasta unas rocas que permitían hacerse unas impresionantes fotos subidos a ellas donde parece que estas subido en una roca en medio del abismo.
Mirador Grandview Point
Nuestra última parada en el Parque fue en la
Grand Canyon Village donde teníamos pensado hacer un tramo pequeño de una de las rutas que descienden hasta la base del Gran Cañón, la
Bright Angel Trail.
Por lo tanto nos preparamos con mochilas, cámaras y agua para empezar lo antes posible pues la noche se nos echaba encima rápidamente.
Entrada del Bright Angel Trail
Empezamos a bajar por el camino que transcurría pegado a las paredes de roca y pasaba a través de huecos en las paredes de roca. Conforme se bajaba el camino empezó a hacer un pronunciado zig-zag. Lo bueno que tenia esta ruta que nos hizo decantarnos por ella en lugar de por otras como la
South Kaibab Trail es que la primera parte discurre por sobra, lo que es de agradecer con la temperatura tan alta que teníamos.
Sendero del Bright Angel Trail
Seguimos bajando haciendo fotos con formaciones rocosas y el propio cañón hasta que llegamos al Área de descanso de la milla y media, donde había baños y agua potable. Aprovechamos para descansar un poco y como aun nos quedaba el regreso que sería cuesta arriba decidimos volver antes de que se hiciera de noche.
Por lo tanto iniciamos el camino de vuelta pensando que algún dia nos gustaría volver para hacer la bajada completa hasta la base del rio que estaba aproximadamente a seis millas. Llegamos arriba una vez el sol se estaba yendo y nos sorprendimos porque en el aparcamiento vimos a unos cervatillos caminando y corriendo por el parking del la
Grand Canyon Village. Por lo que parecía debía ser algo bastante común porque la gente apenas reparaba en ellos.
Ciervos paseand por el Parking
De esta maneranos montamos en el coche de vuelta hacia el oeste hacia la entrada del parque por la que vinimos.
De camino nos paramos en un mirador delante de una curiosa roca que llevaba el nombre de
Duck Rock al que la forma de pato era un poco difícil de ver.
Duck Rock
De esta forma salimos del parque y pusimos rumbo norte hacia el pueblo de
Page donde al dia siguiente tendríamos un apasionante dia.