Los Colores de la India - Vuelta al Mundo ✏️ Blogs de India

Etapa 10

Llegamos a Ernakulam de madrugada. Desde aquí con un tuc tuc de prepago, 200Rp (aprox. 2,64€), llegamos hasta Fort Kochi.
Fort Kochi es un bonito barrio dentro de Kochi. Son casitas bajas, calles tranquilas, muchas Guest Houses y restaurantes para turistas.
Ya volvimos a una zona dedicada al turismo extranjero, con precios para extranjeros.

Cuando llegamos por la mañana nos acercamos al mar donde estaban los pescadores que usaban unas redes chinas para pescar.


Una especie de máquinas de madera, con poleas y pesos hechos con rocas. Usaban una técnica importada de China para pescar.

Al parecer después del Tsunami del 2004 los bancos de peces se han reducido preocupantemente y casi no hay pescado. Ahora las antiguas redes chinas para pescar son prácticamente una atracción turística.

En el periodo que estuvimos aquí estaba la Kochi Biennale, una gran exposición de arte, con artistas tanto locales como del resto del mundo.
Aprovechamos estos días para empaparnos de arte.

La zona de Fort Kochi que más me ha gustado es la que va hacía el barrio judío.
Tiene un montón de tiendas locales muy características, y gente muy peculiar.


Fuimos a ver también un espectáculo de teatro local, típico del estado de Kerala, el Kathakali.

Es un teatro mudo donde los actores, que estudian estas técnicas desde niños, se pintan la cara y con unas mímicas faciales muy difíciles de realizar y movimientos corporales te cuentan historias de los antiguos dioses locales.


Aquí en Fort Kochi pasamos el fin de año…
Después de Fort Kochi seguimos nuestro recorrido hacia el sur de la India, esta vez en busca del mar para hacer una pequeña pausa en este largo viaje….

Un tren nos llevó en unas 3 horas hasta Varkala, coste 130Rp (aprox. 1,72€).

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Etapa 11

Llegamos a Varkala por la tarde noche y un tuc tuc nos llevó a Varkala Beach, por la zona del Helipad. El cielo ya estaba oscuro, pero los colores del atardecer teñían de rojo el horizonte.
Nos encaminamos en busca de nuestro nuevo alojamiento.
Varkala es un destino turístico de sol y playa, aquí nos paramos unos días a descansar. Ya llevábamos 40 días de viaje.

Varkala Beach está en lo alto de un gran acantilado con una playa a sus pies. Es básicamente guirilandia…

Tiene una avenida hacia la playa con decenas de restaurantes y tiendas turísticas, además de una buena cantidad de alojamientos, desde los más caros hasta lo más baratos.


Nos alojamos en una Guest House, la MK Garden, muy económica y lo más importante, con una estupenda cocina para poder prepararnos nuestra propia comida ….. uno de los mejores regalos y lujos de este nuevo año. Nos hacía falta comer “sano”, sin salsas y sin picante y no es fácil encontrar alojamientos con cocina, y tan limpia y ordenada mucho menos. No suelo recomendar alojamientos, pero éste ha sido como ver los cielos abiertos.
En Varkala básicamente no hicimos nada, nos quedamos seis días yendo de la casa a la playa, de la playa a la casa para cocinar, y nuevamente a la playa para ver las mágicas puestas de sol, que cae en el horizonte.

Lo más animado que hicimos fue ir al mercado del pescado en el pueblo, para comprar unos ricos langostinos y preparar una deliciosa pasta con langostinos….
También fuimos a ver el sagrado Sree Janardhana Swami Temple, el templo de purificación de Varkala.


Por los visto estas aguas son aguas purificadoras y en la orilla todos los días hay rituales de purificación.
Después de los días en Varkala, con pocas ganas, nos encaminamos hasta nuevo destino. La punta más al sur de la India, Kannyakumari, donde se cruzan los dos mares, el mar de Arabia y el océano Índico. El trayecto en tren duró unas 3 horas y costó 160Rp (aprox. 2.1€) en Sleeper Class.

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Etapa 12

A mediodía llegamos a Kanyakumari (Cape of India), el punto más al sur de la India.
Kanyakumari es un pueblo de pescadores y un lugar espiritual de peregrinación. Es el punto final del largo viaje de los peregrinos que recorren la India para buscar una purificación. Es como si fuera la Santiago de Compostela de la India.

Aquí llegan, se quitan la ropa que llevaron todo el peregrinaje y se purifican en el mar.
Estos peregrinos van vestidos de negro y siempre caminan descalzos. Son hinduistas, pueden ser de cualquier clase social, y recorren el país hasta llegar a Kanyakumari.

Kanyakumari es el punto donde se unen el Mar Arábico y el Océano Indico. También es el lugar donde puedes ver el amanecer con el sol naciendo en el mar y el atardecer con el sol muriendo en el mar. Un lugar muy especial y cargado de energía.
En este punto hay un pequeño islote con una gran estatua,Thiruvalluvar Statue, un antiguo poeta Tamil. Esto determina el punto más al sur de la India.


Aquí nos quedamos solo un día. La idea era ver el atardecer y el amanecer, pero nos encontramos con un tiempo nublado y no conseguimos disfrutar de este evento tan peculiar.
Paseamos por las calles de la zona de llegada de los peregrinos, estaba lleno de gente. Hay muchos mercadillos de suvenir y ropa. Los peregrinos compran ropa y recuerdos para la familia una vez llegados al final.

También paseamos entre las casas de los pescadores. En esta zona también hay una fuerte influencia de arquitectura colonial portuguesa. Es un pueblo con influencias cristianas y tiene una bonita y blanca iglesia en una gran plaza, la Iglesia de Nuestra Señora Ransom de Kanyakumari.

El barrio de pescadores es de calles estrechas, casitas de colores y en la playa están los pequeños barcos pesqueros. Es un lugar muy agradable para recorrer, la gente es muy amable y sonriente.


Lo curioso y sorprendente fue ver muchas mujeres por las calles.
En la India no se sueles verlas, la mayoría son hombres. Pero aquí se veían mujeres paseando, haciendo sus tareas y vida cotidiana. Además, a diferencia de la zona norte de la India, me parecieron mujeres muy guapas y con facciones muy finas.

Otra experiencia muy bonita e interesante que conseguimos vivir fue ver un auténtico ritual, creo de bendición a un niño. Pasamos por delante a un pequeño templo consagrado a Ganesha, y vimos que estaban preparando un ritual. Nos quedamos a verlo, y al final nos invitaron a participar. Nos bendijeron con fuego y al final nos ofrecieron tomar leche con arroz y especias (una especie de arroz con leche) y comida preparada por ellos. Muy bonito.

Me ha gustado pararme por este colorido y alegre pueblo, pero creo que con un día es suficiente.

Desde Kanyakumari cogimos un tren de 16 horas esta vez de tercera clase con aire acondicionado. Hay solo un tren por semana que sube hasta Pondicherry, cerca de Chennai, y quedaba sitio solo en tercera clase. Coste 990Rp (aprox. 13.15€), mucho más caro de lo normal. Desde Ponicherry con un bus llegamos hasta Mamallapuran, coste 60Rp (apro. 0,80€). Los buses salen cada 5 minutos todo el día.

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