Sri Lanka, la lagrima de la India - Vuelta al Mundo ✏️ Blogs de Sri Lanka

Desde Chennai (Madrás) India, volamos hasta nuestro nuevo país a explorar, Sri Lanka.
Llegamos por la mañana al aeropuerto de Colombo con dos horas de retraso.
Desde aquí el bus número 187, que está justo a la salida, nos llevó en 1.30h cerca de la Estación de Trenes, Colombo Fort (coste 120SRp, aprox. 0,8€).
La idea era llegar a la antigua capital de Sri Lanka, Anuradhapura, el mismo día de llegada.
Había un tren por la mañana a las 11.00h, uno a la 1.45h y otro a las 15.45h.
El bus nos dejó a unos 200 metros de la estación. Llegados a la estación fuimos a comprar los billetes.
Sin problemas ni colas compramos nuestros billetes de tren en segunda clase (coste 450 SRp, aprox. 2.95€).


La primera impresión de Sri Lanka fue muy positiva. Todo era mucho más tranquilo respecto a la India, el tráfico no era tan caótico, la gente amable y sonriente, las calles limpias…
Probablemente después de la India cualquier cosa está mejor.
La estación de Colombo Fort no era muy grande y las cosas eran más organizadas. Esperamos nuestro tren y puntualmente partió.
Los trenes en Sri Lanka son más arcaicos respecto a la India, pero muy pintorescos.

El trayecto en tren hasta Anuradhapura duró unas 4 horas. Los paisajes eran completamente diferentes a lo que estábamos acostumbrados. Estábamos en la selva, todo era verde, ya no estaba el eterno polvo en el aire, eso sí, era más húmedo y caluroso.
Acostumbrados a los largos recorridos de la India, el trayecto en tren hasta Anuradhapura no se hizo largo.

Llegamos por la noche y un tuc tuc nos llevó hasta nuestra primera Guest House en Sri Lanka.
Anuradhapura es una de las capitales más antiguas de Sri Lanka y es conocida por sus ruinas muy bien conservadas. La civilización que se desarrolló en torno a esta ciudad fue una de las mayores de Asia. Anuradhapura es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la actualidad es una ciudad sagrada para el budismo.
Para ver el centro arqueológico hay que pagar una entrada de 25$ (aprox. 20€). Esta entrada te dura un solo día. Por la mañana alquilamos una bicicleta y empezamos el recorrido para visitar los antiguos templos y las Dagobas.
Empezamos por un templo que está fuera de la zona arqueológica, el Templo de Isumunuriya Vihara, entrada 200SRp (aprox. 1.3€).
Un templo budista muy bonito.


Desde aquí pasamos por el nuevo templo budista, donde hay un buda gigante, aquí están las residencias de los monjes. Fue una visita interesante y fuera de lo normal, los monjes nos miraban sorprendidos de vernos allí y no en las zonas turísticas.
Un monje nos hizo un ritual con incienso, flores de loto e imposición de manos bajo el hijo del árbol sagrado, Sri Maha Bodhi.

Luego nos encaminamos hasta el punto de compra de tickets de entrada. Hablamos con el policía, pero ya que era tarde decidimos entrar al día siguiente con más tranquilidad.
Así que nos dimos un paseo en bicicleta. Pasamos cerca del lago y por una zona del pueblo más escondida, hasta que de repente nos encontramos con las primeras Dagobas, estas grandes cúpulas que contienen reliquias de buda, y que los budistas rodean de izquierda a derecha para rezar.

Preguntamos donde estábamos y nos indicaron uno de los templos del recorrido, el Ruvanvelisaya Dagoba… de alguna forma habíamos pasado los controles de seguridad y nos habíamos colado. Entramos a ver la dagoba, luego nos encaminamos a ver más.

Vimos unas cuantas dagobas, pero al final todas eran muy parecidas… salimos de la zona “restringida” y decidimos que no valía la pena pagar 25$ para ver siempre las mismas cosas, las dagobas son prácticamente idénticas.


Me parece que se pasaron con los precios de las entradas a los monumentos.
A parte de la zona arqueológica en Anuradhapura no hay más cosas que ver, así que al día siguiente decidimos movernos.
Por la mañana cogimos un bus (ya que no hay trenes en esta zona) y en 3 horas llegamos hasta Polonnaruwa, coste 155SRp (aprox. 1€).

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Llegamos a mediodía al pequeño pueblo de Polonnaruwa, el bus nos dejó en la Old Town, al lado del sitio arqueológico.
Polonnaruwa es otra de las antiguas capitales de Sri Lanka. Fue sede de los antiguos reyes Cingaleses desde el siglo XI al siglo XIII. Es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Fuimos a Polonnaruwa no tanto por su sitio arqueológico, más bien porque es la puerta de entrada a los Parques Nacionales de Minneriya National Park y Kaudulla National Park. O eso creíamos…
En un primer momento nos informamos sobre el sitio arqueológico, pero resulta que aquí la entrada también cuesta 25$ (aprox. 20€), aunque nos ofrecieron entrar a un precio más bajo pagando un tuc tuc,,, de una forma un poco ilegal… seguramente debe de haber otra forma de entrar sin pasar por el control de policía.
Pasamos un poco de este rollo, además de que 25$ me pareció mucho dinero.


Nos informamos sobre los Safaris en los parques.
Son las Guest Houses las que ofrecen este servicio y más o menos lo ofrecen al mismo precio, 4500SRp (aprox. 29€). Esto incluye el transporte, la entrada al parque y al final del recorrido la vista de una puesta de sol en un lago.
Pero resulta que en esta temporada en los parques de Minneriya y Kaudulla no hay muchos animales. Nos dijeron que las fuertes lluvias habían trasladado el agua a otra zona más baja, en la Reserva Natural de Hurulu, o Hurulu Eco Park.
Por lo visto había muchísimos elefante que bajaron a buscar agua.

Salimos de Polonnaruwa sobre las 1.30h de la tarde. En una hora y media llegamos al Hurulu Eco Park. Este parque está al lado de Habarana, otro pueblo especializado en la organización de Safaris y mejor punto de entrada a los parques, pero los alojamientos son mucho más caros respecto a Polonnaruwa.
En nuestra furgoneta 4x4 éramos 5 personas. En la entrada del parque había un montón de jeeps preparados para entrar, un horror.
Entramos por una carretera de tierra en muy malas condiciones y seguimos a los otros jeeps en busca de los elefantes.

Nunca había estado en un Safari y me pareció que en determinadas ocasiones hubo un acoso innecesario a estos pobres elefantes,,,, un montón de jeeps moviéndose por todas partes para buscar a los elefantes.

Nos encontramos con varios grupos, pero no muchísimos. El Safari duró unas tres horas.


Sobre las 17.30h salimos del parque y nos dirigimos hacia un lago para ver la puesta de sol.

En el camino pudimos ver varias águilas…
La puesta de sol la vimos bastante rápido desde la furgoneta y luego volvimos hacia Polonnaruwa.
Sinceramente el Safari no me gustó mucho. El acoso a los animales me pareció excesivo.
Además de la organización del Safari que no me pareció muy profesional.

Un poco decepcionados por este lugar, al día siguiente nos despertamos temprano y con un bus nos dirigimos hacia Sigiriya.


Subimos a un bus local, con un conductor muy loco, y en un par de horas llegamos al cruce de Sigiriya donde cambiamos de bus y llegamos, después de otra media hora al pequeño pueblo de Sigiriya (coste 80SRp el primer bus más 30SRp el segundo, aprox. 0,72€).

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El bus nos dejó en el centro del pequeño pueblo de Sigiriya a mediodía.
Sigirya es más bien una calle a lo largo de la carretera principal y unas cuantas Guest Houses y restaurantes locales. Es un pueblo reciente construido para los turistas que quieren visitar la Sigiriya Rock.

Encontramos una fantástica guest house en un entorno muy autóctono, era como estar viviendo con la gente del pueblo, muy bonito… con un pequeño riachuelo al lado, unas gallinas paseando por el jardín, perros y monos que pasaban por ahí de vez en cuando.
Sirigiya es uno de los lugares turísticos más visitado de Sri Lanka. Es patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es famosa por su antiguo palacio-fortaleza construido encima de una roca expulsada por un antiguo volcán. La roca está en una llanura y tiene una altura de 330 metros, es visible a muchos kilómetros de distancia.


Para subir a la roca y visitar los restos casi inexistentes del palacio hay que pagar una entrada, para mi exagerada, de 30$ (aprox. 25€). Para subir hay que hacerlo por una escalera empinada y sin sombra. Pero,,, visto el excesivo precio de la entrada decidimos subir a la roca casi gemela que hay al lado, el Pidurangala Rock Temple.
La roca Pidurangala está a unos 2 kilómetros de Sigiriya Rock, se puede llegar caminado sin problema. Se llega a la base de la roca donde hay un templo budista. La entrada es de 300SRp (aprox. 2€), bastante más barato que la otra roca. Para subir hay un bonito camino de escalones entre las rocas y la sombra de los árboles.

Cuando llegas casi a la cima te encuentras con un buda reclinado de 14 metros, debajo de la roca, muy bonito.


El camino sigue unos cuantos metros hasta llegar a la cima,,, en total una media hora de camino, bastante fácil de subir. El lugar es precioso. Hay una vista de 360º, se ve todo el valle y la roca de Sigiriya. Cuando llegamos, casi no había gente.

Nos sentamos tranquilamente y disfrutamos de este mágico lugar durante unas tres horas.
Nos encontramos con gente que había estado también en la otra roca y nos confirmaron que Pidurangala Rock era mucho más bonita. Cuando estás arriba la visión es la misma,,, a un precio mucho más barato. La única diferencia son unos frescos muy bonitos que valía la pena ver y los cimientos del antiguo palacio.

Recargados de energía bajamos tranquilamente. Durante el camino de vuelta nos encontramos con una comunidad de monos que se estaban moviendo de un lugar a otro. Nos quedamos rodeados de ellos,,,, muy divertido.


El resto del tiempo lo usamos para descansar.

En Sigiriya nos quedamos dos días, pero me hubiera gustado quedarme un día más,,, y recorrer los campos de alrededor en bicicleta… pero decidimos irnos.

Por la mañana del tercer día cogimos un bus que en 50 minutos nos llevó a Dambulla, coste 35SRp (aprox. 0,23€).

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