NUEVA ZELANDA - SEPTIEMBRE - 18 DÍAS ✏️ Blogs de Nueva Zelanda

Milford sound
Hoy es un día chulo, hoy vamos al Milford sound. Nos levantamos pronto y hacia las ocho ya estamos empezando los 100km de carretera que te llevan al Milford sound. No hace muy buen día aunque esta es la zona en la que más se cumple lo de "4 seasons in one day".

Empezamos el camino y la primera parada que hacemos es en Cascade creek... Inocentes de nosotros hemos estado diez minutos buscando la cascada hasta que nos hemos dado cuenta que era el nombre del riachuelo, ¡que risa!

Hemos hecho el Bund track, un circuito circular de casi una hora que nos ha gustado mucho. Hemos atravesado un bosque lleno de arboles que se sabe que existen desde hace más de cien millones de años



y hemos llegado hasta el lago Bund y después hemos vuelto. Yo seguía con la intención de encontrar a un kiwi por el camino... Ningún kiwi, pero muchísimos pajaritos sin vergüenza ni miedo alguno.

Después hemos hecho algunas de las típicas paradas que hace todo el mundo: mirror lakes, the chasm...



Y lo digo así porque hasta ahora a duras penas recordamos habernos cruzado con otros turistas (es que vamos, ni uno ni en los baños de los campings) y ahora esto empieza a ser distinto. En cada posible parada o mirador hay alguna van con japos o algún autocar de turistas. ¡Esto se anima! Pero ya no mola tanto lo de hacer fotos... Siempre hay alguno por medio.

Finalmente, llegamos al túnel de único sentido que atraviesa una super montaña y te abre las puertas al Milford Sound (Homer tunel). Suerte que no éramos los primeros y veíamos las luces del de delante que sino no se si nos metemos, hace mucha bajada y los primeros metros de túnel ¡casi no tienen luz!

Por fin llegamos al parking de Milford Sound, se ha arreglado el día y ahora hace un día espléndido, esperamos que aguante. Faltan dos horas aun para que zarpe nuestro crucero (3.30h), así que decidimos comer y echarnos una siesta hasta que sea la hora de embarcar, ¡que ganas!



Ya es la hora y zarpamos. El barco tiene muchos pisos, a nosotros nos toca el camarote número dos en el piso de abajo. Es muy chulo una cama de matrimonio, una mesita de noche y un baño con ducha, pica y wc. Tenemos una ventanita en el cabezal de la cama por el que vemos de vez en cuando alguna ola de lo abajo que estamos.



Nos reúnen a todos en el comedor, nos dan la bienvenida y nos explican todo lo que podremos hacer, comer, horarios...



Lo primero que haremos será navegar hacia el mar para ver la inmensidad y la profundidad del fiordo. Es impresionante, es todo enorme e inmenso y el barco que nos parecía tremendamente grande de cuatro pisos, se convierte en una hormiguita en medio de una gran inmensidad de montañas, cascadas y agua. Agua que tiene un color precioso aun ser tan profunda (300metros nos dicen).

El capitán nos acerca a las cascadas que alucinamos, se queda a pocos metros de la montaña controlando el oleaje y el movimiento de su barco al milímetro, permitiéndonos a todos poder ver las cascadas casi casi desde abajo, como si estuviésemos en su centro. Con el agua que salpica de rebotar en el barco y en la zona rocosa inferior y los rayos del sol que aún nos calientan, se van formando arco iris a los pies de las cascadas preciosos.



Se respira mucha paz. Es todo muy inmenso y el sonido del agua, tanto el de las cascadas, como el de las olas, como el del barco navegar es casi lo único que se escucha. Podríamos llegar a ser 60 pasajeros en el barco; pero debemos ser unos 40, no más.





La siguiente cosa que nos proponen es escoger entre ir a dar una vuelta en barquita o coger un kayak e ir a inspeccionar la zona desde el agua, también nos acercaremos a la costa a ver si vemos algún animalito. Nosotros escogemos kayak.

Mientras la gente se organiza, se cambia y se ponen los chalecos, reparten merienda. A mi me dan una magdalena de chocolate sin gluten. (Ya he ido a hablar con el cocinero y el hombre, de aspecto muy parecido a papa Noel, de unos 60 años y cara sonriente, me ha dicho que puedo comerlo casi todo menos los pasteles de postre; pero que para mi tendrá otras cosas.) Perfecto.

Cogemos el kayak. Somos 11, el resto ha decidido ir en barquita. Nosotros nos lo pasamos pipa, otra vez, sintiéndonos superpequeños en medio de esa inmensidad y viendo las distancias superlargas e infinitas.





No vemos a ningún animalito y volvemos al Milford Mariner. Nos duchamos y pronto se hace la hora de la cena.

Nos han distribuido en las mesas, como si de una boda se tratase. Estamos con los más jóvenes, no sabemos si es casualidad, pero en todo caso nos alegramos. Estamos con una pareja de Tasmania y otra pareja, ella embarazada y con un tono de voz dulce, y su pareja, también un bonachón. Hablamos los seis durante la cena, de viajes, de nueva Zelanda, de Barcelona y de lo típico. Ameno.

La cena consta de unos aperitivos que acaban siendo pan de diferentes tipos y dippers distintos (a mi me traen mi pan sin gluten tostadito y un aceite con balsámico para dipear), una sopa a escoger (todos la escogimos de calabaza) y un buffet libre que constaba de ensaladas, verde, tomate, olivas, salmon, gambas, mayonesa..., pollo frito (a mi mi cocinero me hizo pollo plancha ;)) y habían otras carnes, patatas, brócoli.... De postre hubo un sin fin de postres y tartas, y unos quesos con frutos secos. Un festín de boda.



Pusieron un video en una de las salas, al que no fuimos. Nosotros optamos por hacernos un te caliente y subir a proa a ver las estrellas. ¡Vaya cielo! Cuanto más se acostumbraban tus ojos a la oscuridad, más estrellas veías. Fue una pasada. Al rato, nos retiramos, nos apetecía mucho ir al camarote y dormir en una cama.

A la mañana siguiente desayunamos (contiental breakfast en plan bufet: huevos, bacon, salchichas, etc.) e hicimos un recorrido en barco por toooodo el fiordo con la luz de la primera hora de la mañana. En ese momento, si que unos pingüinos vinieron a jugar con el barco y nos acercamos a unas piedras ya famosas por ser el solárium preferido de algunas focas.

A las nueve nos dejaba el Milford Mariner de nuevo a puerto, había sido estupendo.

Queenstown
Cogimos carretera y dirección Queenstown. Ibamos bien de tiempo, así que nos planteamos cambiar el salto de Marc y probar a ver si podía saltar cuando llegásemos. Así fue. Sin problema alguno nos cambiaron la hora y fuimos dirección al AJ Hackett Bungy de Queenstown y concretamente a las 14.30h estaba tirándose desde 400 metros de altura realizando su Ledge Bungy Jump!



Disfrutó como un niño pequeño, primero estaba nervioso, todo hay que decirlo, pero una vez soltada toda la adrenalina, se desató. ¡Que guay! Fuimos al lago a hacer el aperitivo y a comer algo, mientras él miraba sus videos, se ponía la camiseta que le habían regalado o miraba su diploma.

Después fuimos a dar una vuelta por Queenstown. A mi, particularmente, me ha enamorado. Es la cuidad con la que me quedo de nueva Zelanda, sin duda alguna. Es chiquitina, pero tiene encanto. Es tirando a pueblo de montaña cerca de pistas de ski pero con mucha opción tanto gastronómica, como lúdica, como de shopping...





Además la zona de barcas del lago, tocando a las montañas con las cimas nevadas, me ha parecido precioso. Nos ha gustado a los dos y hemos decidido que mañana nos quedaremos por aquí y comeremos por el centro y que ya por la tarde haremos ruta hacia Wanaka.

A pesar de las mil maravillas que he contado por el momento de Queenstown tengo que reconocer que mis gustos deben ser parecidos a los de la gran mayoría:
1. En Queenstown hemos oído hablar español varias veces
2. Hemos visto apartamentos turísticos
3. Está lleno de turistas
4. Hemos dejado de estar solos. De hecho hemos ido al camping Q Motor de las afueras, y nos hemos ido ya que parecía Salou en agosto. Al final hemos ido al Queenstown top 10 Holiday Park (en Arthurs, aun mas a las afueras), que también estaba lleno de gente, pero lo hemos visto mejor.
Así que no todo es tan bonito, pero me ha podido su belleza: nos quedamos un día más.

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Queenstown
Hoy hemos decidido exprimir un poquito más Queenstown. A primera hora de la mañana hemos ido al lago y hemos hecho una ruta circular, más un trozo de recorrido hacia Forstone.





Hacía solecito y se estaba bien a la vera del lago. Habían muelles romanticones cada pocos metros y cuando ya hemos decidido dar media vuelta hemos parado en uno de ellos y nos hemos hecho un par de fotos.







En Queenstown ya hemos visto a más gente hacer actividades de aventura, vemos a muchos haciendo parapente y también muchas actividades en barcos rápidos en el lago. En las orillas hay kayacs y muchos catamaranes pero suponemos que esperan un poco más al buen tiempo. También hemos visto que en Queenstown juegan al "frisbie golf"... Como el golf pero tirando un frisbie... Hay mucho friky, ¡hemos flipado un montón con lo bién que se le daba a algunos!

Después hemos estado dando un par de vueltas por el centro para ver dónde comíamos. Tenía mirado el Waterfront Bistro Bar&Restaurant como restaurante con atención a las intolerancias y a los celíacos. Hemos ido en su búsqueda pero estaba cerrado. Así que acto seguido ha sido turno de Marc, y hemos decidido ir a probar la hamburguesa más famosa de Queenstown, Fergburguer. Yo me he comido una "The bulls Eye" ($18,50) sin gluten, realmente espectacular y Marc se ha pedido una "Southern Swine" ($13) con la que también se le ha caído la baba.



Apenas tienen mesas y como hay tantísima gente haciendo cola no apetece mucho comerlas allí, así que hemos decidido comérnoslas en el lago, sentados en el muro como indios y vigilando que los patos no aprovechen ningún despiste. Nos sientan de maravilla. Además hace solecito, un chico toca y canta con su guitarra a pocos metros y las vistas y el ambiente nos atrapan.

Más tarde vamos dirección Arrowstown, buen destino para buscar oro en su río. Queremos echar un vistazo. Vamos, pero no nos fascina, además no tenemos las herramientas necesarias para encontrar pepitas de oro, jejejej. Damos una vueltecita y seguimos dirección Wanaka.

Decidimos dormir en Wanaka kiwi Holiday camping ($48/2pers con campervan), más caro que de costumbre pero con sauna y spa y free unlimited wifi. ÉSTE.
Damos una vuelta por Wanaka, descubrimos cuál es el famoso árbol de Wanaka (un árbol que tienen en medio del lago) y bordeamos el lago hasta que nuestras ganas por ir al spa son mayores que las de seguir andando.

Wanaka es también muy bonito. Es un pueblo residencial, con casas preciosas con un césped de 9,5 y todo muy bien cortadito, las flores, los arboles, los matorrales, los arbustos... El límite entre el césped de un particular y el público (aun y no tener vallas y ambos céspedes estar cortados magníficamente), se distingue y se delimita a la perfección.





Los habitantes wanakenses, tambien tienen un parque precioso con muchos arboles y mucha hierba.







También me gusta Wanaka, aunque, como creo que ya he dado a entender, poco ambiente.

Quedamos en el spa, dos jacuzzis y una sauna para nosotros solos, ¡DE LUJO!



Wanaka
Hoy estamos un poco indecisos, se nos ha pegado el edredón y vamos tarde. Teníamos pensado hacer el Monte Iron (1 hora y media), pero al final nos hemos venido arriba y hemos visto el desvío hacia Roy's Peack (3-5 horas), y de cabeza.



Yo no se si era yo o que... Pero me ha parecido matador. Son 1200 metros llegar a la cima, pero es que desde el minuto 1 (-¿¡que digo!? ANTES!-) empieza una cuesta de desnivel ochenta mil que tienes que llevar la cabeza más abajo que el culo para no caer cuesta abajo. He estado luchando a parte de contra la fuerza de gravedad (jajajajaj) conmigo misma tipo (-estamos de vacaciones, por que carajo me lío a hacer esto que me esta destrozando las piernas...?-) y así durante dos horas. Ahí ya marc me veía a punto de abandonar cuando ha decidido coger un atajo... Un atajo que era literalmente un camino de ovejas (el track que hemos hecho hoy de octubre de noviembre, creo que era, estaba cerrado por lambing.) Osea que literal....
Total que os podéis creer cual ha sido el caminito que hemos cogido... El de los lambs... Y venga a andar y andar e incluso hemos saltado vallas (de las no electrificadas).... Hasta que hemos dicho... Vamos a hacer una fotico de nuestra super cumbre y nos volvemos ya para el parking.





Bajada mortal. Lo que siempre pasa a los montañeros, "k guay hemos llegado a la cima y ahora la bajada es un momento", TURURÚ, esta vez no ha sido así. Entre deshacer el caminito de cabras y después bajar por una rampa que al descuido podíamos salir volando como un cohete con biturbo, ha sido matador. Marc se quejaba más que yo... Más que yo a la subida no, eso no, pero más que yo a la bajada, seguro. Decía todo el rato que las yemas de los dedos gordos de los pies se le estaban volviendo papel de fumar....

Total que cualquier diría que tengo una casita en esa montaña y que lo único que quiero es ahuyentar a los turistas... Pero os prometo que no.
Simplemente que esta excursión es UNICA Y EXCLUSIVAMENTE para hacer un día optimista, de esos que te sientes "FUERTE" y escuchar el trozo de esa canción de Melendi que hace: "hoy, me voy a comer el mundo...", a la ida en coche a toda hostia. (Ah y tener entre 6 y 7 horas, este dato no lo habíamos mirado del todo bien. OMG.)

Piernas rotas. Por fin llegamos abajo. Nuestra excursión ha durado de las 10 a las 13.30h. Ya tenemos bastante. Vamos a comer por wanaka centro.

Visitamos Wanaka y vamos a comer al Alchemy, queremos probar el salmón, que es lo que hemos leído que es típico de aquí. Nos pedimos un taco de salmón en este sitio y riquísimo, nos ha salido bien la elección.



Comemos en una terracita, delante del lago de Wanaka y el solecito hace que estemos de maravilla. Decidimos ir a un super (new world de Wanaka) y compramos 4 cosas para ya los pocos días que nos quedan...

Y entre esas cosas compramos mejillones de labios verdes, típicos de aquí (y que a parte de un kiwi, es la otra cosa que nos faltaba por probar). Hoy cenaremos mejillones de labios verdes nuevazelandeses a lo belga.

Decidimos ir hacia el pukaki lake, nos tiene intrigados el tema de "agua de color turquesa". Llegamos a tiempo para corroborar que el color del agua es turquesa, pero un poco justos para ver la puesta de sol.



Decidimos dormir en un camping free, un camping que sin servicios tiene unas valoraciones de 10, no tendremos duchas ni wifi, pero tendremos el mejor sunrise que uno puede ver. Alarmas a las 6.15h. Mañana es el cumpleaños de Marc, soplara las velas en un sitio chulo. Estoy contenta.

Pd. Los mejillones nos quedan de muerte.

Nos levantamos a las 6.15 de la mañana, no hay heater y se nota. Marc enciende la furgo y pone el aire caliente a tope. Hay más gente haciendo lo mismo. Nos vestimos dentro de la cama, aun hay esa temperatura que si sacas un pie fuera del edredón, mueres.
Empiezo a calentar la leche, tampoco tenemos micro como cuando estamos enchufados a la corriente.... Jope, si que se echan en falta cosas... Jejejej

Preparamos el cafe calentito, abrimos las cortinitas y nos ponemos a primera linia del lago; sacamos el muffing y Marc sopla sus 32. El paisaje es precioso.





Pukaki, otro MUST.

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PUKAKI Y MONTE COOK
Ha sido bastante chula la salida del sol en el pukaki, aunque creemos que los colores se avivarán más a medida que el sol lo ilumine por completo. Disfrutamos un rato del paisaje y cogemos la furgo dirección Monte Cook.

La primera parada que hacemos es en los blue lakes (que ahora son green, porque su agua no proviene del deshielo del glaciar, proviene de la lluvia). Un chasco, porque nos los esperabamos azules, pero la verdad es que no hay mal que por bien no venga: hemos aprendido algo nuevo: el color varía dependiendo de donde provenga el agua (lluvia=verde, deshielo=azúl). Por el mismo caminito, también hemos ido a ver el Tasman glacier, aunque hoy en día, es más lake que glaciar.

Después hemos hecho otra excursión. Hemos ido a la Hooker Valley. Son 3h ida y vuelta pero muy recomendable, para todos los públicos: camino muy llano, con puentes colgantes, 3 puentes en concreto por encima de un río muy caudaloso y chulo.



Después de una horita y media andando por un caminito serpentinoso, a veces por encima de plataformas, otras veces subiendo escaleras, otras veces por los puentes colgantes... finalmente se llega a un lago precioso a los pies del Monte Cook, con un agua de un color verde azulado muy bonito. La zona esta preparada con mesas y unos bancos para poder hacer la excursión y comer allí junto al lago, había bastante gente haciéndolo.





Nosotros hemos preferido volver e ir a comer delante del lago Pukaki. (-¿Para que engañarnos? Como ese agua, no hemos visto nada igual, vamos a aprovecharlo.-)
Lo vimos ayer por la tarde, hoy a primera hora de la mañana pero queríamos volver a verlo con la luz del sol iluminandolo a tope. La verdad, ha sido cuando más nos ha fascinado. El color parece de acuarela, pintando, photoshop, retocado, falso, no parece natural... muy, muy chulo.







Hoy nos hemos levantado pronto y ayer para dormir en el camping con vistas del Pukaki nos saltamos la ducha... Por ese motivo, nos recogemos prontito que lo que más nos apetece es una ducha de agua calentita. Suponemos que lo de levantarnos a las seis para ver la salida del sol nos pasará factura esta noche. Decidimos dormir en Twizel, campings con duchas en Tekapo solo hay uno y nos parece un robo el precio, así que pasamos noche en Twizel Holiday Park (38dolares/2pax/caravana) con 100MB (+más otros 100MB de regalo para cada uno) y duchita caliente.

TEKAPO
Hoy hemos visitado el Tekapo, pero pensamos que lo hemos hecho al revés de como tocaba. Es un lago muy bonito, de un tono azul intenso y con un agua ultra transparente que te permite ver bastantes metros desde la orilla... Pero ¿qué pasa? Que después de ver el Pukaki, pues nos ha sabido a poco... La teoría de las expectativas o simplemente la del orden. Si primero hubiésemos empezado por este, hubiese hablado de el maravillas, y también si no hubiese esperado que me impresionara tanto como lo hizo el Pukaki, mi opinión hubiese sido diferente.

Yendo al grano, Tekapo es muy bonito. PERO si se tiene que escoger entre Tekapo o Pukaki... NO DOUBT (Pukaki).



(Cuando llegue a Barcelona tengo intención de pelearme el tiempo que haga falta con quien haga falta y añadiré las fotos que toca en todos y cada uno de mis posts para que verifiquéis todo lo que estoy contando. Lo prometo.) ¡CUMPLIDO!

Finalmente, hemos decidido ir dirección Christchurch... Mañana sale nuestro vuelo nacional a Auckland y empezará nuestra vuelta.... ohhhh!! Sniff sniff sniff
La verdad... No diré que nos hemos equivocado, porque el vuelo sale de allí y por "wimflins" teníamos que pasar por Christchurch, pero (seguramente debido a algunos terremotos del 2010 y 2011) el centro de esta ciudad está totalmente cayéndose a trozos, sin vida, deshabitado, sucio, triste... FEO.

Vamos a comprar un vinito para nuestra ultima cena en nueva Zelanda y escogemos el Amber Park Holiday para dormir nuestra última noche en Nueva Zelanda (46dolares, los dos) con 250 MG de internet.

Mañana debemos limpiar la furgo, hacernos las maletas, devolver la furgoneta e ir al aeropuerto...

Dejamos en la free bin todo lo que no vamos a utilizar más para que lo utilicen los próximos que lleguen... (He dejado una nota de las mias )



Que penilla. Hoy FIESHHTA!

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