Finalmente llegó la furgoneta. Llegó a las 11.00h. Fué mortal. Aquí, que nuestro horario es cerca ya de las nueve de la noche caer rendidos, ese día estábamos muertos de sueño y esperando en el camping despiertos a ver si llegaba la grúa. ¿Llegara? Sí, sí ahora llega... ¿Y si no..? ¿Tú tienes sueño? ¿Tú aguantas? ....
Se supone que el cambio debíamos haberlo hecho a las nueve. Total, al final decidimos aparcar la furgoneta en la puerta del camping en el que habíamos quedado y ponernos una peli con alguna luz encendida, si no aguantábamos, tendrían que picarnos y despertarnos. No podíamos más. Fue decidir eso y, a los diez minutos, antes de quedarnos dormidos, llegó. ¡Que alegría, que alboroto! Jajaja ¡Como locos! Hicimos el cambio en una media hora. La de cosas que se llegan a almacenar en la caravana... ¡Madre mía! Bueno ya lo teníamos, por fin podríamos seguir y ¡por fin se arreglaba todo! ¡BIIEN!
La furgoneta era igual que la que teníamos en un principio, solo con algunos golpes de más (mi chequeo confirmando el estado de la furgo, a las 11 de la noche, muerta de sueño y con una voluntad de querer cambiarla, fue más que rápido: everything okay, where do i have to sign?).
Nos hacemos un vaso de leche caliente con Nesquick en nuestra nuestra campervan y ponemos de nuevo la peli donde la teníamos, tanta adrenalina aun podemos ver unos minutos más.
Por la mañana al día siguiente nos dimos cuenta que la pieza de hacer chispa de los fogones de la cocina, no funcionaba y otras cositas por el estilo, aunque realmente no nos importó mucho. Lo bueno: esta tiene un espejo en el interior. ¡Qué bien! Como se agradece ver qué cara haces, jejejje.
TONGARIRO ALPINE CROSSING
Pusimos la alarma pronto, queríamos aprovechar el día para hacer el Tongariro Alpine Crossing, la excursión que debíamos haber hecho el día anterior. Es una excursión larga, en realidad es una excursión lineal de unas seis horas, y al final de recorrido pillas un shuttle y vuelves al parking de inicio. Nosotros queríamos llegar a los lagos esmeralda, unos lagos que hay en la parte más alta de la montaña y volver por el mismo lado. Sin shuttle, pero las seis horas (tres de ida y tres de vuelta), no te las quita nadie.

Nos hacia un día impresionante, el sol radiaba tanto que nos sacamos capas nada más empezar a andar, podíamos hasta arremangarnos las mangas. Gafas de sol, unas mallitas y la mochila.


Pues gracias a Dios, porque lo que pensaba que era una excursión que hacia todo el mundo, se empezó a complicar y a complicar y a complicar. Había trozos con mucha nieve y otros con roca y hielo. La gente iba preparada. Avanzábamos sin problemas pero con cuidado. Estuvimos a punto a punto de volvernos y renunciar. Eso pasó en la típica parada que por comodidad y espacio se acaba haciendo comunitaria, y veíamos los grupos de gente con crampones, con piolets, con pantalones de varias capas, colores y tejidos, y en la roca del lado a los dos con mallitas (bueno marc no llevaba mallitas, él llevaba un pantalón muy finito de verano del Decathlon, que al hecho, para mi era como llevar mallitas pero este punto se ve que requiere aclaración), las botas de montaña y eso sí, con unos cacahuetes, que todo el mundo sabe que los frutos secos se llevan al monte...
Estábamos a punto de subir a la cumbre, llevábamos andando ya dos horas y los lagos tenían que estar cerca. Pero es que el último trozo parecía todo nevado y nos dio coraje. ¿Qué hacemos, qué hacemos, qué hacemos....? Al final decidimos seguir con cuidado hasta que viésemos que nos era imposible continuar. Asegurando cada paso, conseguimos llegar a la cima. Pero.... ¿Y los lagos?
HELADOS!!
Una pena. Veíamos donde están, pero cubiertos por una capa de hielo y nieve que, evidentemente, de esmeralda tenían lo que yo de bombera.
Pero la verdad es que poco nos duró la decepción de no poder ver ese color. El paisaje que teníamos delante, más lo que nos había costado llegar hasta allí, más no habernos echado atrás y haber seguido esos metros que nos quedaban (en ese momento cero preocupación por volver a hacer esos metros de vuelta), hicieron que me sintiera SUPERorgullosa, fuerte, emoticono de whatsapp top top top.

El tiempo seguía siendo fantástico, bajamos "xino xano", eso si rebajando el tiempo de subida, y llegamos al parking desde donde habíamos empezado, yo como un pavo real. Qué contenta. TOMA, finalmente a pesar de lo de la furgoneta, lo hemos podido hacer, además lo hemos conseguido y además hace un día de narices!

Nos sacamos los calcetines, nos medio duchamos con toallitas de limpiar culitos de bebés, nos pusimos una camiseta de manga corta, y puerta de la furgo abierta....
Ooooaaarrrghhhhh ooohhhh! Música, noodles y huevo frito. Para fritos, como nos estábamos quedando nosotros dentro de la furgoneta... Pero que sol, Dios, que agushtito!!

Descansamos un rato y decidimos empezar a hacer kilometraje dirección Wellington, la capital de Nueva Zelanda. Dormiremos a medio camino, pero mañana a las 13.30h ya sale nuestro ferry dirección isla sur.
Miraremos a ver si nos da tiempo de pasearnos por la ciudad antes de coger el ferry, he leído que Marc tiene que tomarse una cerveza allí.
Escogemos el camping Himatangi Beach Holiday Park (18,50dol/each), una vez descubres las duchas de agua caliente y la calefacción es difícil volver a nuestras primeras noches y prescindir de todo ello. El camping está de lujo, las instalaciones, wifi gratis, laundery... Perfecto. Dormimos y al día siguiente llegamos a Wellington.
WELLINGTON
No nos hace superbuen día, está un poco nublado y el viento sopla fuerte. Damos una vuelta por el centro, pero no hay ni mucha gente, ni mucha diversión, ni tampoco mucho comercio... Casi todo son restaurantes de comida tailandesa, china, japonesa, argentina..., gasolineras, alguna tienda de vendo de todo a cualquier precio y para cualquier circunstancia.... No sé, no nos da la sensación de habernos perdido mucho (la idea inicial era pasar más tiempo en Wellington, pero por todo el tema de la furgo pues hemos acabado acortándolo)... Y supongo que lo de la cerveza, sería porque poco más hay que hacer en la capital... Qué mal, he estado sólo dos horas y media y hoy es lunes por la mañana, dejaré escrito que se le debe dar una oportunidad, aunque yo, no me quedo con la necesidad de más.
Cogemos el ferry dirección Picton (bluebridge), nuestra primera parada en la isla sur.

