Diez días Toronto y Quebec ✏️ Blogs de Canada

Desayuno delicioso en el Chaumière de Tourelles. Recogemos maletas y paseamos un buen rato por los jardines y el río, en plan relax.

Luego coche al Lac Blanc, por una pista forestal, llegamos a la Pourvoirie du Lac Blanc, un bonito restaurante albergue junto al lago donde se pueden alquilar barcas o dar paseos en helicóptero. Comemos platos típicos a base de truchas del lago.



Por la tarde carretera y autopista hasta Montreal.


Las super motos de tres ruedas son muy corrientes por allí, no sé por qué.


Visitamos el centro de Montreal, alrededores de la catedral y el puerto. No nos parece una ciudad bonita ni interesante, os la podéis saltar sin ningún remordimiento. Los muelles del puerto son francamente feos, con gruas oxidadas y edificios decandentes. En la plaza Jacques Cartier hay bastante animación, en un restaurante que tocan jazz hay una cola kilométrica para conseguir mesa.



Junto a la catedral hay dos estatuas, la mujer francesa y hombre ingles, que simbolizan la dualidad anglófila y francófila de Canadá.

En fin, tomamos un café por allí y ya enfilamos ruta al aeropuerto, repostamos gasolina, entregamos el coche y hacemos el check-in en las máquinas automáticas. Esta vez no tenemos suerte y nos asigna los 4 asientos separados, vaya. Bueno al menos los 4 son pasillo y podremos levantarnos libremente.
Pasamos el control, cenamos bocatas en unos de los numerosos locales dentro de la terminal y embarcamos puntuales. Vuelo de regreso sin mucha historia, sirvieron un sandwich y un tentempié, de la calidad acostumbrada en la clase turista low-cost.

Dia 10. Llegada a Barcelona a las 12 de la mañana, con el consabido cansancio de apenas maldormir unas horas en el incómodo asiento del avión. Fin del viaje.

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