2 semanas en Indonesia y Kuala Lumpur ✏️ Blogs de Indonesia

Llegamos a KL a las 16h. Lo más importante al llegar era sacar dinero para tener efectivo, tanto para ese día como para el taxi que contratamos y que cobraba en efectivo. Los cambios que te dan dentro del KLIA eran auténticos robos. El cambio estaba a 4,46 ringgits por cada euro, y allí te daban menos de 4,20. Decidí sacar del cajero automático que sale algo más a cuenta. EL cajero del que saqué se encuentra a la salida del KLIA a la derecha de la puerta, donde esperan los taxistas. Una vez tuvimos el dinero, fuimos a buscar la furgoneta que habíamos contratado. Como éramos cinco personas, tuvimos que contratar una furgoneta. El precio era de 40€. La verdad es que el trayecto es largo, pues el aeropuerto está a unos 60km de Kuala Lumpur. Además, era hora punta y había mucho tráfico, con lo que tardamos 1h y 45’. Nuestro hotel, el Summer Suites, estaba situado entre la torre de telecomunicaciones y las Petronas, y a un precio muy competitivo. Después de situarnos fuimos a ver las Petronas de noche. Allí anochece muy pronto. A eso de las 7 ya es de noche. Fuimos a cenar a un restaurante (NZ Restaurant en Jalang Ampang 42) justo delante de las Torres Petronas. Pagamos unos 20€ por la cena los 5.


A la mañana siguiente salimos hacia China Town. La verdad es que moverse por Kuala Lumpur no es fácil para el peatón. Es una ciudad hecha para coches. En algunos tramos se han construidos pasillos que cruzan por encima de las calzadas para que la gente se mueva mejor. Fijaos a la derecha de la siguiente foto.


Subimos al metro, donde hay que comprar en una máquina, escogiendo la estación a la que vas. Se paga dependiendo de la distancia a recorrer. Por cierto, hay ciertas prohibiciones que para nosotros son cuando menos extrañas.


Ya en el barrio chino, dimos una vuelta y entramos al templo hindú Sri Mahamariamman. La verdad es que es auténtico.


También visitamos un templo chino e hicimos una vuelta por el mercado. La mezquita estaba en obras y no la pudimos visitar. Llegamos a la plaza Merdeka. La verdad es que la plaza es una extensión muy grande de hierba y poca cosa más. Algún edificio interesante a los lados de la plaza y poco más. Comenzamos a subir hacia el hotel, pasando por Little India, parándonos a comer en un restaurante tailandés. La verdad es que no nos impresionó China Town. Es como tantos barrios chinos.

Más tarde volvimos a las Petronas. Cruzamos por debajo hacia el otro lado y descubrimos un parque muy grande, en que incluso había un circuito para corredores. Supongo que en KL salir a correr debe ser muy complicado. También había una piscina donde los niños se podían bañar. Subimos al hotel Traders, que había leído es donde mejores vistas hay de las Torres Petronas. La verdad es que las vistas eran muy buenas. Antes de entrar tienes que enseñar la mochila por seguridad. Las vistas son desde el bar, donde también hay piscina interior. Tomarte algo allí es a precio europeo.


Al caer el sol encienden las fuentes de colores que en el parque al pie de las torres. Mucha gente va a ver el “espectáculo”.
Volvimos a cenar al mismo sitio del dia anterior. Nos fuimos al hotel que teníamos que levantarnos pronto para ir al aeropuerto para coger el avión hacia Yogyakarta.

Decir que volvimos un día a Kuala Lumpur regresando hacia Barcelona. Sobre todo hicimos compras. Recomiendo ir al Central Market, en la esquina entre Lebuh pudu y Jalan Hang Kasturi. Allí encontraréis todo tipo de recuerdos. Hay restaurantes en el piso de arriba. También fuimos a visitar la mezquita nacional, que solo abre determinadas horas para los turistas, y que nos encontramos cerrada. Aprovechamos para dar una vuelta por la zona. En el mapa de la Lonely se veían lagos, el parque de los pájaros, etc. Decir que la escala del mapa debe ser 1:1000000, porque después de dar muchas vueltas no llegamos a ningún sitio. Al parque de los pájaros no llegamos a entrar, pues la entrada era unos 10€.

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El vuelo, con air asia, salió a la hora desde KLIA2 y llegó en punto a Yogyakarta. El aeropuerto de Yogyakarta es muy pequeño. A la salida están los taxistas al acecho de los turistas. Nosotros fuimos directamente a la taquilla oficial de taxis. El precio es cerrado. A nosotros nos costó 85000 IDR, unos 6€. Solo decir que a la vuelta pedimos al hotel el taxi para ir al aeropuerto y con bajada de bandera costó 55000 idr (menos de 4€).

Yogyakarta es una ciudad que si no fuera por Borobudur y Prambanan no iría nadie, o al menos yo. La verdad es que tiene poco que ver. Llegamos a las 2 al hotel. La idea era ir en autobús a Prambanan por la tarde, pero llegamos demasiado tarde y Prambanan cerraba a las 5. Así que pedimos consejo al hotel y nos dejaron un folleto donde había diversas visitas con diferentes horas y variados recorridos. Cogimos el que salía del hotel a las 9,30 hacía Prambanan, llegaba a a Borobudur a la 1, comíamos y volvíamos al hotel sobre las 6. Todo costó unos 2500000 IDR, unos 170€. No es nada caro, pues la entrada a cada lugar son unos 18€. Creo que el niño no pagaba, pero estaba todo incluido en el precio.

Llegamos a Prambanan en 45’ más o menos. La verdad es que está bien, pero esperaba más. Me había hecho a la idea que sería un lugar inmenso y después el conjunto principal no es tan grande. Aún así, vale la pena ir.




Después fuimos a Borobudur. Este templo me encantó. Tanto el templo en sí como donde está ubicado. Atención, la típica foto donde se ve un buda con las campanas a los lados os puede dar la impresión que es una buda gigante. Nada más lejos de la realidad. Dentro de cada campana hay un buda, y hay dos budas que no tienen campana porque se han roto. Parecen muy grandes por el efecto del gran angular, pero en realidad son pequeños.




Allí nos hicimos fotos con mucha gente, y nos hicieron muchas fotos sin darnos cuenta. Los blancos somos un atractivo para ellos.

Borobudur estaba atestado. Aunque en las fotos parece que hay poca gente, tuve que tener paciencia hacerlas así.

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Al día siguiente teníamos vuelo a Bali, así que nos quedamos a cenar cerca del hotel (indian Heritages). La zona tiene restaurantes turísticos, es decir, más pijos. Aunque la verdad, con lo barato que se come, entre un lugar turístico y otro que no lo es puede haber una diferencia de 2€.
Al llegar a Despasar nos esperaba Aryana, el guía que habíamos contratado por internet (www.balielguiaviaje.com/). Nos cobró 60€ por día. Es el precio que se suele cobrar en temporada alta. Incluye guía, coche y gasolina. La verdad es que nos fue bien, pues es un hombre educado y nos llevó a ver lo más interesante de la isla. Nos compraba las entradas y nos explicaba lo más interesante de los lugares donde íbamos. También nos llevaba a comer a lugares que él consideraba adecuados (más bien eran turísticos). En Bali no os recomiendo alquilar coche, pues hay mucho tránsito y constantemente hay poblaciones. Además, nos gestionó el bus+barco hacia gili air.

Os listo lo que visitamos:
Tanah Lot (recomendable),


los arrozales de Jatilowih (impresionantes)



Ulun Danu (muy bonito, pero intentad no visitarlo al atardecer, pues es muy oscuro y en las fotos no se aprecia bien)



Barong & Kris Dance (curioso)



cataratas de Tegenungan Village (bien, pero prescindibles)


arrozales de Tegallagan (habiendo visto los anteriores, este queda en nada)

Templo Tirta Empul (bien)


Templo Goa Gajah o Cueva del Elefante (ademá de la curiosidad de la entrada a la cueva, el entorno merece la pena)



Pura Besakih (para mi lo mejor que vi, un templo precioso)





la aldea de Penglipuran (peculiar, por ser un pueblo diferente a todos los otros que habíamos visto)


Goa Lawah o templo de los murciélagos (curioso por los muerciélagos que lo habitan, pero poco más)



Todo lo anterior, a excepción de los arrozales de Jatilowih pues caía agua a raudales, estaba atestado o bien de turistas o bien de peregrinos. También fuimos a ver las vistas del volcán des de Kintamani (prescindible).


En todos estos lugares hay que pagar. Eso sí, las cantidades son pequeñas, entre 10000 y 20000 IDR.

Aryana nos preguntó si nos apetecía probar el café de "la mierda" o, mejor dicho, café de civeta (Kopi Lawak). Es el café más caro del mundo. La civeta se come los granos de café. Cuando los expulsa, se limpian antes de tostar los granos, posteriormente se muelen los granos y se elabora el café como de costumbre. Para los muy cafeteros, posiblemente vale la pena. Para nosotros, no había diferencia con otro café. Acabamos comprando en la tienda algún que otro té a doble de precio, o más, que en Ubud. La taza de café nos costó 60000 IDR. En Londres te puede costar 20€, según he leido. Hicimos la turistada. Eso sí, el paisaje era precioso.

En Bali estuvimos alojados en Ubud, en By Dorry B&B, a unos 3km del centro, entre arrozales. Un lugar perfecto para descansar. Eso sí, también tiene lo negativo, y es que los taxistas no te querían llevar si no pagabas un precio abusivo (80000 IDR de media).



Eso sí, que Ubud es un lugar tranquilo y sosegado, sería en otra época. Hoy en día es un pueblo con aceras de medio metro, atestadas de turistas, y con las cuatros calles del centro con atascos a todas horas. Fuimos a ver el templo de los monos y el templo que hay entre el café Lotus y el Starbucks.



Si queréis comprar en Bali, un buen lugar es el Mercado Central de Ubud, está en la esquina de la calle principal con Monkey Forest. Eso sí, a veces empiezan con unos precios tan elevados que te tienes que dar media vuelta. Por ejemplo, compré una talla en Pals (Girona) proveniente de Indonesia que me costó 26€. Vi la misma en el mercado central de Ubud, donde me pedían cerca de 50€. Después de decirle a la señora que la había comprado cerca de casa por 26€, me contestó que cuánto le daba. Creo que no llegan a ser conscientes de lo que piden.

También se puede comprar, y a precio cerrado, yendo hacia el Bosque de los Monos por la acera de la izquierda una tienda muy grande que tiene los precios puestos y a un precio razonable. Hay muchas más tiendas, pero regateando.

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