![]() ![]() PINCELADAS DE SUDÁFRICA ✏️ Blogs de Sudáfrica
No se puede hacer un diagnóstico de un país tan enorme porque hayas estado 10 días en él, pues en ese tiempo sólo se puedes sacar conclusiones precipitadas y hasta puede que poco atinadas.
Nuestro objetivo de este viaje era ver animales en el Parque Kruger y poder ver cara a cara al tiburón blanco. Sin embargo, me resultó más sorprendente “la fauna humana”, y lo que más me enamoró fueron los pingüinos africanos y su botánica tan peculiar.Autor: Lapena Fecha creación: ⭐ Puntos: 4 (8 Votos) Índice del Diario: PINCELADAS DE SUDÁFRICA
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Etapas 10 a 12, total 14
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos nuestra segunda noche en White Shark Guest House, charlamos y nos despedirnos de la siempre e incombustible actriz, René, digo esto, porque me daba la impresión de que siempre estaba actuando en una obra teatral, se deshacía en sonrisas, modulaciones de voz y ademanes con todos los clientes. Mi conclusión al respecto es que tiene todo el tiempo para ello, lo cual nos vino de perlas. El trabajo de “doblar el lomo” lo hacían sus empleadas de color, como es lo habitual, según pudimos constatar en casi todos los sitios “los blancos a disfrutar y los negros a trabajar”, las cosas del pasado no han cambiado tanto. Me gustaría que esta apreciación personal fuese errónea, la verdad. *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos pasamos la mañana andando por los acantilados de De Kelders, (Las Bodegas), que dan a la parte del Océano Atlántico, fue una ruta de lo más apacible, ideal para los amantes del senderismo, aunque nos hizo viento y llovió un poquito. Hay unas cuevas al ras del agua, que en circunstancias normales se puede acceder a ellas, intentamos adentrarnos en las grutas, mejor dicho, uno se adelantó y yo me quedé rezagada, porque veía que la marea estaba subiendo, la diferencia de la locomotora con el vagón de cola se hizo de unos 300 metros, de tal forma que perdí de vista a la locomotora. Entre en pánico porque el agua me llegaba a las rocas por donde tenía que pasar y empecé a gritar y las piernas me empezaron a rilar. Creo que viví unos 20 minutos o menos de lo más angustioso. Finalmente, apareció mi compañero, tan campante, ajeno a los gritos que le había estado dedicando, y diciendo: estaba un poco difícil pero he hecho unas fotos y me he vuelto. A lo que no sabía si echarme a reír o llorar o incluso liarme a tortas por el desazón que me había hecho pasar, y lo que es mejor sin enterarse de nada. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Continuamos hacia Cape Town, haciendo una parada en Bettys Baai, donde logramos VER NUESTROS ANHELADOS PINGÜINOS, me encantó el rato que paseamos entre multitud de ellos, he de decir que a parte de pingüinos había un montón de lagartos de lo más vistoso. Comimos pescado en un restaurante con vistas a los pingüinos llamado On the Edge, todo un lujo de nuevo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Según nos aproximábamos a Cape Town, (Ciudad de Cabo), el tráfico se iba haciendo insoportable. Lo que más me llamó la atención era la interminable Avenida de los Asentamientos, custodiada a ambos lados por kilómetros y kilómetros de chavolas, comunicadas de vez en cuando por puentes elevados, donde no dejaban de pasar peatones de un lado al otro en ambas direcciones. Lo mejor de esta desalentadora imagen, era que de entre los guetos, se dejaban entrever casitas de nueva construcción, modestas y coloridas, que rompían la monotonía del color gris, y que ya permitían a los más afortunados vivir en un ambiente o habitáculo más digno. *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos dirigimos a Table Mountain, y salimos alucinados del colapso de tráfico de los que trataban de subir y los que trataban de bajar, lo de las horas punta en ciudades industriales a lado de este panorama se queda pequeño. Con mucha lentitud, conseguimos llegar a nuestro alojamiento, la casa de Odette y Neil, un matrimonio encantador, que nos recibió con la mayor de las amabilidades y ofrecimientos. La casa estaba más que limpia y nuestro dormitorio además de tener un baño completito dentro, tenía salida independiente a la calle. Nos dieron todos cuantos consejos e información que les pedimos y aprovechándonos de la buena ubicación del lugar para salir a Green Point, que es un barrio con varios lugares de ambiente, ubicado entre la casa y el Waterfront. Cenamos bastante bien por allí y regresamos para organizar la jornada del día siguiente. Etapas 10 a 12, total 14
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desayunamos en casa, como si estuviésemos en nuestro propio hogar, haciendo este a nuestro antojo, pues aunque no entraba desayuno, teníamos los útiles de cocina a nuestra entera disposición. Charlamos con Odette de varios asuntos, pero prioritariamente de los planes de ese día. Y de entre los consejos que recibimos de Odette destacaría dos: - El primero.- mejor olvidarse del coche para conocer Cape Town, a no ser que vayas a recorrer los alrededores. - El segundo y fundamental.- no salir sin el equipo completo: darse una capita de loción antimosquitos, otra buena dosis de crema con alto índice de protección solar, gafas de sol, llevar un gorro o visera y una buena botella de agua, (el agua del grifo es potable 100 %, al principio, yo iba con el prejuicio de “usar solo agua embotellada”, pero Odette me convenció y tenía razón… en Ciudad de Cabo hay un agua estupenda). *** Imagen borrada de Tinypic *** en bus Con el equipo completo de expedición, bajamos dando un agradable paseo a la zona de V&A Waterfront, (En Sudáfrica, en cualquier pueblo o ciudad de costa, existe una zona comercial y/o de ocio, ubicada delante del agua, denominada waterfront, como se puede deducir por el nombre, “in front of the water”). Que en el caso de Cape Town va precedido de V&A, de Victoria y Alfred. En el V&A Waterfront localizamos el punto donde se podían comprar los billetes del bus turístico, y cogimos los de la línea roja, además en la misma taquilla compramos los tiques para subir al funicular que te eleva a Table Montain, pensando que de este modo no tendríamos que guardar fila cuando llegásemos allí. Considero que la óptima elección del día fue coger el bus, puesto que puedes subir y bajar cuántas veces consideres, hasta las 19 horas, además de obtener información interesante de todos los aspectos de la ciudad. El turístico nos llevó hasta el pie del teleférico, íbamos contentos por dos cuestiones: hacía un día despejado y podíamos subir sin guardar colas. En lo del día despejado hicimos bingo. Sin embargo, en lo concerniente a lo de la cola nos equivocamos, puesto que existen dos interminables filas, (una para comprar tiques y otra para los “privilegiados” que ya los teníamos). Algo de tiempo ganamos, un cuarto de hora más o menos, porque aún llevándolos, no tocó aguardar algo más de una hora a pleno sol y con mosquitos, (aquí si que me acordé del “equipo” recomendado por Odette), fue ¡esencial!. *** Imagen borrada de Tinypic *** Subidos en la cabina del funicular nos sorprendió que la picaresca de coger el mejor sitio con vistas allí adentro, no tiene cabida, ya que dichas cabinas en su ascenso disponen de un movimiento giratorio. Llegamos a lo alto de una de las SIETE MARAVILLAS NATURALES DEL MUNDO, la TABLE MOUNTAIN, (Montaña Mesa). Las vistas son magníficas: la ciudad al completo, el Océano Atlántico, las playas, la vegetación, la isla de Robend Island (donde se encuentra la prisión en la que estuvo Nelson Mandela durante tantos años). Table Mountain, la que los nativos del lugar consideran la madre de la vida, y hasta la llaman Mum, parece que está custodiada por unos riscos denominados THE TWELVE APOSTLES, (los 12 Apóstoles). Y otra formación llamada LION HEAD, (cabeza de león). La planicie de la montaña es muy extensa y permite dar grandes paseos y hacer escalada. Fue un disfrute, además de por sus inmejorables panorámicas, por su fauna y su flora. A parte de tener el privilegio que aquel día despejado nos había concedido para disponer de maravillosas vistas, también el de improvisar una comida campestre, acompañados de preciosos pájaros y vistosos lagartos. Además del equipo de expedición ya mencionado habíamos incluido unos bocadillos, fruta y….PRISMÁTICOS. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** El resto del día lo empleamos en callejear gustosamente por la Ciudad, observando sus gentes, sus mercadillos, sus negocios, su arquitectura,… Acabamos la tarde-noche en el trasiego humano del V&A Waterfront, y cenamos amenamente en una especie de pub al aire libre, en el Ferrymans, con música en directo, las luces, la Table Mountain de telón de fondo, cervezas y gentes de distintas nacionalidades. Como nos resultó agradabilísimo el ambiente de la noche, decidimos que repetiríamos al día siguiente. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** La vuelta a casa se me hizo algo cuesta arriba, y no por cansancio, precisamente, o por la existencia de pendientes, sino mas bien porque se me caía el alma a los pies al contemplar a tantas personas de color, descalzas y buscando en los contenedores de la basura. *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 10 a 12, total 14
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Comentamos a Odette que nuestros planes para la nueva jornada eran recorrer la Península de Cabo por la mañana y por la tarde visitar Kirstenbosch. Nos tachó de osados, intrépidos y superhombres, pues para cada una de las propuestas se requiere un día completo como mínimo. Para no perder ni un minuto, salimos siguiendo siempre el trayecto que ella nos había indicado. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Recorrer la Península de Cabo te regala unas panorámicas espléndidas hacia el océano, costas maravillosas, una luminosidad que deslumbra y la posibilidad de ver flora única en el mundo, aves, una reserva de pingüinos y poder contemplar cetáceos marinos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Entramos en la Reserva de Cape Point, me resultó muy poco diligente la taquilla de pago, puesto que a pesar de no haber cola, casi tardó 10 minutos, solamente para emitir nuestras entradas y darnos unos planillos. Una ver dentro condujimos hasta el Cape Good Hope, (Cabo de Buena Esperanza), hay panfletos, bastante completos, informativos de su historia y los motivos del nombre del Cabo. Una vez en el Faro, nos deleitamos con un agradable y vistoso paseo y a inmortalizar el momento y el lugar para recuerdos venideros. Nuevamente, el día fue maravilloso, hasta vimos focas desde el faro, a decir verdad, me hubiese gustado algo más fresco, porque íbamos sudando. *** Imagen borrada de Tinypic *** Existe un funicular para llegar al faro, digo esto a modo de advertencia, porque fue el único lugar junto con los peajes de carreteras que no se puede pagar con tarjeta, solamente en efectivo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Intentamos buscar la reserva de pingüinos de la zona pero había demasiada masificación de personas a la entrada, que era de pago, así que como habíamos tenido el placer de ver la de Bettysbaai nos conformamos. Seguidamente, buscamos un lugar que nos habían recomendado para comer pescado, llamado Salty See Dog en el Waterfront de Simon´sTown, creo que es allí donde he comido el mejor fish&chips de la historia. Mientras comíamos pasó una extraña expedición, parecía que estuviésemos en un escenario de película de la segunda guerra mundial, se trataba de un montón de motos con sidecar y sus ocupantes iban vestidos de aquella época, lo comento porque me pareció de lo más pintoresco. Luego me informe que hay excursiones de esta índole por la zona. *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos habría gustado sosegar la comida, pero salimos zumbando para poder cumplir con la visita a los jardines de Kirstenbosch, y lo logramos, aunque nos fue imposible recorrerlos del todo, por dos motivos: exceso de calor y por la inmensidad de los mismos. Al menos, logramos disfrutar de sus flores tan peculiares, de sus pájaros, árboles, exp0osiciones de arte, esculturas y hasta de su colección de bonsáis. Un auténtico deleite. *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** *** Imagen borrada de Tinypic *** Ya de vuelta a la “capital” nos dirigimos a Eastern Food Bazaar, era un sitio con infinidad de comidas, entramos por una calle y salimos por otra, pues el local era largísimo, más que nada porque estaba colmado olores y de clientes. Nos fuimos a dejar el coche a casa y paseando salimos a recorrer el jaleo de V&A Waterfront, hicimos algunas compras, concretamente pantalones vaqueros, porque eran mucho más baratos que en España, en el anfiteatro escuchamos cantar a una coral de niños, y como ya era de noche, fuimos a cenar, nuevamente, a Ferrysman, pero no tuvo nada que ver con el día anterior, también había música en directo menos animosa y la comida estaba mucho peor, eso sí probé mi primera hamburguesa vegetariana de mi vida, y que no pude terminar por ser como comer pan con pan. A toro pasado, caímos en la cuenta que era viernes y todo estaba abarrotado, calles y negocios. Disfrutamos el resto de la velada y se terminó la intensa jornada, de regreso al alojamiento, muchos buscadores de contenedores. ¡Qué triste! Etapas 10 a 12, total 14
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