19-Noviembre al 9-Diciembre de 2016: Indonesia, 21 días por libre ✏️ Blogs de Indonesia

Nos levantamos a las 7:30, y Dani nos sube el desayuno a la terraza a las 8:00, tal y como habíamos quedado: sandwich de huevo revuelto, un plato de buenas frutas y como no, un buen café (los cuatro desayunos que hicimos aquí serían a base de lo mismo ).

Nos cargamos los cuatro trastos en la mochila y bajamos en busca de la scooter alquilada para empezar nuestro primer día en Bali. Nuestra ruta pasaría inicialmente por los sitios de interés más cercanos para posteriormente, según el tráfico, la soltura en la conducción, el clima y todo éso, ir a otros sitios algo más alejados.

Así que nuestro primer objetivo fue Goa Gajah, ese cercano templo a Ubud, "la cueva del elefante" como se le conoce, y que recomiendo su visita: el lugar está rodeado de vegetación, contiene una gran variedad de elementos: templetes, templos, fuentes, algún que otro sendero y la entrada a la cueva tallada con el elefante lo hacen diferente... imprescindible de visitar.



Nuestro siguiente destino era Gunung Kawi. Para acceder al templo en sí, una vez sacado el ticket, hay que bajar unas interminables escaleras con tiendecitas a los laterales, y cruzar el puente sobre el sagrado río Perkasirang, donde vierten sus aguas purificadas los baños naturales que luego iríamos a ver: Tirta Empul. El entorno paisajístico también es paradisíaco: arrozales y palmeras le dan ese toque, y aunque no tenga tanta diversidad constructiva que el anterior, es agradable de visitar por su peculiaridad construcción sobre la propia piedra.



Depués de un buen chaparrón que aguantamos refugiados en uno de los tenderetes, nos vamos a Pura Tirta Empul, que no dista más de 2 kms de aquí. Otro magnífico lugar recomendable por su diversidad aquitectónica y escultural. Este templo hindú es famoso por su piscina, donde acuden los fieles no solo a orar sino a purificarse, bañándose en sus aguas sagradas.




Era ya la 1 y pico, hora de comer, así que a la salida nos buscamos un warung "carretero" cercano, donde no comimos mal (el acceso a los WC era otro cantar), y pusimos ruedas en el asfalto camino a Pura Kehen.

He de reconocer que recorrer este tramo en moto, al principio iba con algo de respeto, pues siguiendo la ruta que me dio el GPS, me metió por unas carreteras perdidas, trozos sin asfaltar, empinadas cuestas, y para colmo amenazaba lluvia, pero por otro lado el paisaje era maravilloso: aldeas perdidas en medio de arrozales y palmerales hicieron el viaje muy agradable.

Llegamos sobre las 3 y lloviendo, lo que hizo que al bajarnos de la moto esperáramos un poco a ver si escampaba. No había ningún turista, solo nosotros y un par de autobuses que se llenaron con balineses hindúes que salían y que habían venido a orar desde cualquier lado de la isla. Entablamos conversación con algunos de ellos que se nos acercaron, simpáticos sin lugar a dudas, y el tema principal, el habitual: ¿de dónde sois? ¡Oh, Barcelona, R. Madrid...! el futbol español rompe fronteras.

Una vez que escampó y los hindúes se fueron, sacamos el tiket y vamos a visitar esta mole de templo, que dicho ya de paso, lo más espectacular es la vista exterior, su fachada, que todo el maremagnum de templetes del interior. Aquí tuvimos una anécdota. Se nos olvidó coger el sarong, cuando estábamos subiendo las escaleras empezaron a gritarnos: ¡sarong, sarong! (menos mal que estábamos solos). Bueno, el caso es que al bajar para recoger el sarong, Lola patinó en las escaleras y se dio un galletazo digno, algo amortiguado por la mochila, que si no... no sé yo cómo hubiera acabado su espalda




Y visto tranquilamente, los dos solos,y el cielo amenazante, emprendemos la vuelta al homestay vía Gianyar. La carretera por esta zona y tal vez por la fecha no estaba nada, pero fue al entrar en Gianyar donde se empezó a complicar el tráfico. Aún así eran las 6 y algo de la tarde cuando llegábamos al homestay.

Tocaba una duchita, algo de tranquilidad y cenar, así que hecho lo primero, nos vamos al centro de Ubud a pasear, conocerlo un poco y cenar en un italiano.

En Ubud sí que había extranjeros. Australianos y asiáticos eran los predominantes. Cuando íbamos al italiano de nuevo otra anécdota: Lola se vuelve a caer tropezando en una maltrecha baldosa de la acera. Y aquí sí se hizo pupa: un dolorido golpe en el brazo que le acompañaría bastantes días, y una magulladura en una rodilla. Habíamos leído que las heridas en estas latitudes hay que cuidarlas, por el calor y la humedad, así que fue constante la atención que le tuvimos que prestar en los días sucesivos.

Y tras cenar, con la mala cara que se nos había quedado a los dos, nos fuimos a dormir, después de este primer día motero.

GASTOS:

-Entrada Goa Gajah: 30.000rp (2p)
-Entrada Gunung Kawi: 30.000rp (2p)
-Entrada Tirta Empul: 30.000rp (2p)
-Entrada Pura Kehen: 60.000rp (2p)
-Parking en Goa Gajah y Gunung kawi: 2000rp + 2000rp
-Comida Warung "carretero": 90.000rp
-Cena Ubud, italiano: 160.000rp

IMPRESIONES DEL DÍA: Un buen día y bien aprovechado, sin fatigarnos mucho en la moto debido al tráfico, al contrario de lo que habíamos leído. Recomendable totalmente todas estas visitas.

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El plan para hoy es ir a Tanahlot, subir luego por Jatiluwih hasta Danu Bratan.

Con ésto, nos levantamos a las 6:30 y ya a las 7:00 Dani nos trae el desayuno: huevos revueltos con variaciones respecto a ayer.)

Y a las 8:00 ya estamos subidos en la moto camino a Tanah Lot. He de decir que la salida de Ubud por la que nos guió el GPS para ir, fue por una calle/carretera impresionante de puestos de arte, tallas de madera y piedra sobre todo. Precioso. Recorremos los 44 kms de distancia en una hora. No hay mucha gente, así que accedemos rápido. Luego ya adentro empiezan a llegar autobuses de orientales y ¿australianos?.

El templo, bañado por el mar, está en un lugar muy pintoresco. El calor y humedad es insoportable, así que al salir nos tomamos un café en un bar refrigerado y en el que recuerdo nos dieron unas toallitas de mano enrolladas, húmedas y heladas, para refrescarnos mientras tomábamos el café, y que fueron mano de santo.

A las 10 y poco salimos destino a Jatilowih por una buena carretera y por la que no había mucho tráfico (sigo pensando que en esta época del año el tráfico es más soportable). Ésto me permite ir más relajado y contemplar mejor estos bellos paisajes balineses.

Eran las 11:30 cuando llegamos a la zona,-hay que pagar entrada- con el cielo amenazante de lluvia, hasta tal punto que fue aparcar la moto, andar por la zona y sacar las fotos de rigor, que se pone a lloviznar, y sin preocupación ninguna, pues no iba a ser la primera vez, hacemos la tourné. Pero en poco tiempo más empezó a caer de tal forma que fue el primer gran diluvio que vimos allí. Y digo vimos porque nos refugiamos en el bar-restaurante que teníamos justo al lado donde aparqué: el Billy's Cafe. Subimos unos peldaños y al entrar resulta que era tipo buffet. Ideal. Y está bastante bien en relación calidad / precio. Como era casi la hora local de comer pues aprovechamos el diluvio exterior para tal labor. Desde las mesas tienes unas vistas impresionantes a los arrozales, que recuerdo que luego tuvimos que coger otra mesa más interior porque el aire arrastraba la lluvia hacia adentro.

Allí estuvimos hasta las 13:30, y ya comidos y viendo que había escampado bastante, nos ponemos los chubasqueros y salimos camino a Danu Bratan (Beratan).

Cerca del destino se pasa por Bedugul, cuyo mercado, que estaban ya quitando, tenía una buena pinta para darser unas vueltecitas. Es algo que se me quedó pendiente. El lago Beratan está algo elevado, y por tanto hace menos calor. La visita en sí es menos sofocante que Tanah Lot, pero no por ello le quita belleza el uno al otro. Aquí se respira más sosiego: el entorno del lago invita a ello. Otra joya que nos llevamos anotada en el cuaderno.

Y ya sólo nos queda regresar a Ubud. El GPS nos la vuelve a jugar y nos mete por alguna carretera en mal estado. Pero aún así, a las 17.30 estamos ya de regreso.

Tras una buena ducha y apañarnos un poco, damos una pequeña vuelta por el centro de Ubud, nos comernos unos exquisitos dulces justo a la entrada de una galería de arte -que visité de forma rápida y que me quedé sorprendido por la belleza de las pinturas expuestas-, y después una visita al mercado, demasiado ajetreado para mi gusto. Y volvemos para cenar por nuestra zona, en un "burger indonesio" al lado de donde cenamos ayer: una hamburguesa "indonesia" y unas alitas de pollo "indonesias" fue nuestra cena, que no estaban mal ninguna de las dos cosas pero la hamburguesa...había que buscarla.

Reventados después de cenar, nos vamos a descansar y a planear la ruta de mañana.

GASTOS:

-Entradas Tanah Lot: 120.000rp (2p)
-Entradas Jatillowith: 60.000rp (2p)
-Comida en Billy's: 216.000rp (2p)
-Entrada Pura Beratan: 100.000rp (2p)

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Después del desayuno "habitual" de Dani, salimos a las 8:00 dirección a Gunung Batur. Un día estupendo, y carreteras cómodas en cuanto a tráfico, hace que nos situemos en la zona en hora y media nos situamos en la zona.

Paramos en Penelokan, donde tomamos un café en una terraza con unas vistas increibles del volcán, del lago y del Agung, y bajamos al lago con la idea de coger justo la carretera contraria a la habitual del acceso al Batur: queríamos ir al Trunyan y visitar el famoso cementerio, donde parece ser que dejan a sus muertos sin enterrarlos, con sus ofrendas al lado del árbol purificador, hasta que se consumieran, quedando los huesos.

Desde luego la carretera hasta allí se las trae de bajadas y subidas fuertes. El paisaje es increible por ambos lados. Por uno, el lago con el Batur al fondo, y por otro, estrepitosos acantilados volcánicos teñidos de verde. Cerca ya de la aldea algún que otro paisano nos pregunta si queremos visitar el famoso cementerio, pero los evitamos hasta llegar al mismo pueblo.

Una vez en la aldea, donde acaba la estrecha carretera, que no es otro sitio que en el embarcadero, nos preguntan para organizar la excursión, y en un momento lo hablamos todo. Nos pasan alo que parece la oficina oficial, con la lista de precios "oficiales" y confirmamos el tour. Mientras tomamos un café -seguía siendo el mejor café del mundo- en lo que sería el bar del puerto, anuncian por los altavoces de la aldea -que como es pequeña no hace falta mucho altavoz- algo como que buscan a personal para que nos trasladen en bote al cementerio.

A los 10 minutos tenemos el equipo listo, dejamos la moto y los cascos y nos embarcamos camino al famoso cementerio. Y pasados unos 20 minutos en barca llegamos a dicho lugar. El entorno, el embarcadero del cementerio es precioso, pero lo que allí haya está aún por ver.

Y lo cierto es que no sé muy bien si este ritual seguirá realizándose. Allí entras, a la derecha se encuentra el gram árbol purificador, a la izquierda algo que parecen ofrendas pero que es más un basurero que otra cosa, y enfrente unos estantes en la ladera con unas calaveras humanas bien colcaditas unas encima de otras, como para recibirte, pero a mi me dio la impresión de que ese sitio ya simplemente está para los turistas, y que se llevan a sus muertos a otro lugar tal vez más ¿"civilizado"?. El sitio resulta tétrico desde luego.

He de decir respecto al poblado que en ningún momento nos sentimos mal acogidos, o engañados o cosas así que había leido. Todo cordial y sin problemas.

Ya a la vuelta cogemos la moto y seguimos con nuestra ruta: nuestro próximo destino era llegar a la costa vía Klong Klong (Semarapura). La carretera transcurre por un hermoso paisaje en las faldas del Agung, hacemos una paradita por una tormenta que nos cae y llegamos a esta ciudad después de haber descendido la zona montañosa. El calor vuelve a ser insoportable aquí. Era la 13:00 hrs y buscamos un sitio para comer: un restaurante que google da por muy bueno. Estoy convencido que las valoraciones con las que Google te muestra la puntuación, están hechas más por los lugareños, porque por esos sitios ¿cuántos turistas habrán parado a comer?

El restaurante supongo que será bueno para ellos porque a nosotros...uff. En las paredes había muchos cuadros con fotografías de la dueña y "populares" personajes públicos o políticos, digo yo

Y encima la dueña, que se encontraba justo a la entrada y era la que cobraba, no paró de comer durante todo el rato una rara sopa que se le caía por la comisura de los labios. Un espectáculo, vamos.

Y tras esta comida, con la horda de calor, compramos crema solar en un supermercado de al lado, pues Lola ya llevaba la pierna enrojecida y en vez de continuar hacia el mar decidimos dar un giro y marchar para el Homestay, que estábamos cansados y amenazaba lluvia.

Y así fue, Justo unos 500 metros antes de llegar a Dani empezó a caer el gran diluvio universal. Si el de ayer fue fuerte, el de hoy le superó con ganas. caía con tanta fuerza que no se podía conducir. Otras veces con los chubasqueros puedes continuar. Incluso lo indonesios que están más acostumbrados a circular lloviendo con moto, paraban todos.

Estábamos cerca así que eso era un consuelo. Dejó de llover en media hora y todo vuelta a la normalidad. Así que en un ratito estábamos ya en el homestay, sobre las 5 de la tarde.

Tras la ducha de rigor y descansar un rato, nos planteamos irnos al día siguiente a Lombok, que aquí en Bali de momento ya lo teníamos todo visto: no queríamos playa y estábamos saturados de tanto templo.

Así que dicho y hecho. Tras un tanteo billetes en un agencia de viajes y ver que eran más caros que los precios anunciados en "nusatrip" (la venta online que mejor nos funcionó) por internet, decidimos comprarlos en el mismo aeropuerto a la mañana siguiente. Así que rehacemos el equipaje y nos vamos a tomar una cervecita para después cenar en el mismo lugar que el primer día de llegada a Ubud.

(Pendiente de subir fotos)

Gastos:
-Entrada Batur: 62.000rp (2p)
-Comida en Klong Klong: 50.000rp (2p)
-Excursión Trunyan: 370.000rp (2p)
-Cena: 93.000rp (2p)

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