NEPAL: Una temporada como residente ✏️ Blogs de NepalDurante mi colaboración en la construcción de una escuela tuve la oportunidad de visitar algunos enclaves de Nepal. Estas son mis impresiones, por si os sirven de ayuda en vuestra visita a este extraordinario país. Los lugares que he visitado han sido visitas puntuales desde mi base en Damauli. No responde pues a un itinerario.Autor: Globaltrote Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: NEPAL: Una temporada como residente
Total comentarios: 4 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 11
Llegamos pasadas las 19h a Damauili, la capital del Distrito de Tanahun. El autobús nos deja en un margen de la carretera. Allí nos espera el director de la escuela, quien nos lleva a su casa, en la que nos alojaremos los próximos días. Habían preparado cena, es mi primer contacto con el Dal Bhat, la comida nacional nepalí. Dal Bhat significa, literalmente, arroz y lentejas. Consiste en el arroz hervido de textura pegajosa habitual en Asia, para poder comerse bien con las manos. Se acompaña de un caldo a base de lentejas, verduras salteadas y, en algunas ocasiones, carne. Todo de forma separada para que cada uno lo mezcle a su gusto. El día siguiente, miércoles, me despierto algo antes de las 7h. Cuando oigo ruido me levanto y bajo a la sala de estar. Tea time! – exclama mi anfitrión. Ya me habían comentado que el desayuno nepalí es un té bebido, a la espera del almuerzo, unas dos horas después. Se trata de la comida sólida ya conocida: dal bhat. En esta ocasión me preguntan si quiero acompañarlo con leche. Me resulta extraño y sólo lo pruebo. De allí vamos caminando a la Oficina de Educación del Distrito (DEO). Allí nos informan de que están llevando a cabo varios proyectos autorizados por el Departamento de Educación en el Distrito. Nos muestra uno de ellos cuya planta se ajusta a nuestras necesidades, se trata de un edificio de dos plantas con cuatro aulas por planta. La ONG con la que colaboro ofrece a asociaciones locales su gestión y conocimiento, además del apoyo económico. Son estas agrupaciones quienes se encargan de realizar los trámites administrativos con las autoridades y quienes reciben el proyecto acabado, respondiendo así de su gestión y mantenimiento. A media mañana, los nepalís toman un tentempié que llaman khaja, que significa literalmente comer y marchar. Suelen ser chowmain, fideos salteados con verdura y/o carne, momos o legumbres estofadas con roti. Después del khaja regresamos a casa para trabajar la documentación facilitada. Al día siguiente, después del té, empiezo a hacer el presupuesto a partir de los planos y cuadro de precios facilitado. La primera impresión es que el nuevo proyecto supera la inversión autorizada. Sin embargo, la comunidad se ofrece a encontrar otras fuentes de financiación que suplementen la cantidad aportada. La solución parece perfecta: tenemos proyecto y podemos empezar a trabajar inmediatamente. Después del khaja, nos acercamos en autobús a Kalesti y tomo contacto con la escuela y los profesores. Me presentan a más gente de la que soy capaz de recordar. Sus miradas son una mezcla de curiosidad y respeto. Me resulta extraño. Ya de regreso del colegio, Krisna Hari me lleva a un modesto parque cerca de casa, donde el técnico del DEO espera sentado bajo un árbol. Enseguida nos vemos rodeados de curiosos que siguen atentos la conversación. Le pregunto por algunos aspectos del proyecto que no entiendo, su mujer embarazada hace las funciones de traductora. No parece entender los tecnicismos que comenta su marido, pero sonríe cuando asiento que todo lo que me está diciendo tiene sentido para mí. Acaba por hacerse de noche y Krisna Hari me apremia para ir a cenar. El viernes, Krisna Hari me invita a acompañarle a su pueblo, tiene cosas que hacer allí. Me excuso, pues tengo que actualizar el presupuesto de acuerdo con lo comentado la noche anterior por el técnico. Creo que no se queda tranquilo con la respuesta y da instrucciones a su hijo para que me saque a pasear. Ya empiezo a interiorizar la nueva rutina. El día amanece nublado, tomo el té a las 7:00, el apagón a las 7:30, el almuerzo a las 9:00, … Esta vez, a las 14:00 Pradeep entra a la habitación y me invita a acompañarlo. Coge el paraguas – me dice – lo necesitarás. A esa hora las nubes ya han desaparecido y el sol aprieta. Damauli es una ciudad sin ningún interés turístico, no figura en la Lonely Planet. Pero sin duda, como cualquier lugar del mundo, tiene sus atractivos. A la puerta estaba esperando un amigo y tras recorrer las feas calles del ensanche de la ciudad cruzamos un ancho río por una pasarela colgante. Ambos ríen cuando saco fotos. Puentes de estos hay miles en Nepal – comenta. Etapas 4 a 6, total 11
Es sábado, día festivo en Nepal. El trabajo ya está hecho, el presupuesto finalizado y estamos a la espera de recibir el visto bueno de la ONG a las variaciones del proyecto. Decido tomarme el día libre. Consulto la Lonely Planet, donde se recomienda la visita a un pueblo cercano. Se lo comento a Krisna Hari y tras tomar el té me acompaña a la parada de autobuses a tomar uno. Me recomienda evitar el transporte local, lento, y me dirige a uno de los llamados turísticos. Me entrega un croquis de cómo llegar donde ha apuntado su número de teléfono. Me siento como un niño pequeño. Me bajo en Dumre, una ciudad de tamaño similar a Damauli. Son las 9h y tengo ganas de comer. No es que me haya adaptado al nuevo horario, es que todavía no me he adaptado a la dieta nepalí y enseguida siento hambre. Entro en uno de los locales próximos a la parada del siguiente bus. Es un local típico de numerosas puertas de madera la fachada, viejas mesas y sillas con una cocina sencilla en la entrada. Pido chowmain y te especiado con leche. Tardan un imperio, pero aprovecho el tiempo para leer y escribir. No hay colegio y unas niñas curiosas se acercan para hacerme sonreír. Un día más, en las mañanas no luce el sol y las nubes cubren las colinas. El autobús a Bandipur sale puntual y tarda más de media hora en hacer los escasos 7km de recorrido. La fuerte pendiente y las infinitas paradas no permiten mejorar esa marca. A medida que ascendemos, el fondo blanco de las nubes ofrece más claridad y cuando el motor se para y el estruendo cesa, brilla el sol. La luz y el silencio permiten apreciar más, si cabe, la belleza de este lugar. El punto final es un pequeño pueblo de montaña que conserva intacta las construcciones típicas newar. La plaza central cuenta con fachadas restauradas con vivos colores que contrasta con el Nepal visto hasta entonces. Cuidado, tranquilo y recoleto, no es de extrañar que el pueblo sea habitual en la ruta turística. Sonrío cuando descubro pizarras en la calle anunciando en inglés café, comida occidental y wifi. Podía estar en Nepal o en cualquier pueblo del Tirol. Bandipur está en lo alto de una colina a unos 1.000m de altura y en su entorno hay varios miradores desde los que contemplar las montañas del Himalaya. Lamentablemente, a partir de las 10h el paisaje queda oculto tras las nubes que cubren el horizonte. Etapas 4 a 6, total 11
Con los temas resueltos, a las 12h tomo el autobús en dirección a Gorkha, el segundo destino más próximo a Kalesti, de los lugares que la guía de viaje recomienda visitar. Es un lugar importante por haber nacido allí Pithvi Narayan Shan, el hombre que unificó los reinos rivales de Nepal en el siglo XVIII y cuya dinastía reinó el país hasta 2008, fecha en que se abolió la monarquía, después de que los maoístas lograran la mayoría en el Parlamento. Cambio de transporte en Damauli y en Abu Khaireni, donde no puedo resistirme a tomar un sabroso té nepalí con leche. En la calle se empieza a percibir el ambiente festivo, con las aceras llenas de puestos vendiendo tika de mil colores. Desde las rampas de la carretera se distinguen grandes terrazas de arrozales que arrancan desde una población que debe ser Gorkha. Llego al atardecer y desde la parada del autobús se ven las fachadas de las modestas casas iluminadas de un intenso color dorado. Me asomo a ver cómo los aldeanos cuidan de los campos, mientras el sol se pone tras las montañas del otro lado del valle. En la penumbra del ocaso me dirijo al alojamiento que he reservado, algo retirado del centro. De las fachadas de las casas cuelgan luces de colores para reclamar la visita de Lakshime, la diosa de la riqueza. Allí me recibe Joshi, el propietario, quien me ofrece una habitación con vistas, sin aumentar el precio acordado. Acostumbrado a despertarme a las 6h, no me sorprendió el amanecer, aunque sí el panorama despejado que se veía desde la ventana de la habitación. Sencillamente espectacular. Desde los 1100m de Gorkha se observa cómo el frío de la mañana agrupa las nubes al fondo del valle, que van ascendiendo a medida que el sol calienta. En las alturas, despejado, se observa nítidamente el horizonte que en el fondo está vetado. Impactado por la belleza de las montañas y después de desayunar té y fideos en un chamizo al lado del albergue, doy un paseo por el camino que lleva al Durbar, el centro histórico donde se encuentra el recinto palaciego. Grupos de gente conversando de espaldas a las montañas, pequeños templos, ropa tendida son las escenas cotidianas que se observo mientras asciendo. Dos mujeres amasan unos dulces que después un hombre fríe. Khurma, me dice una de ellas, mientras el hombre me extiende un plato para que las deguste. Atravieso un denso bosque para llegar a lo alto de la colina donde están los palacios algo dañados por el terremoto. Allí las vistas son igualmente espectaculares, aunque algo difuminadas por la bruma que se va levantando a medida que avanza el día. Regreso a la ciudad por una escalinata que vuelve a atravesar el bosque. La arquitectura newar de la ciudad es parecida a la vista en Bandipur, aunque menos cuidada y más auténtica. Cae la tarde y camino hacia los límites de la ciudad en busca de una buena puesta de sol. Los niños acuden a mí vestidos de llamativas indumentarias tradicionales y empezando a bailar cuando saco la cámara. Están empezando a celebrar el Tihar. El camino al albergue está jalonado de pujas en las entradas de las casas, es la forma de indicar a Lakshimi dónde tiene que distribuir su riqueza. Allí me encuentro con Joshi, quien, interesado en mi experiencia de voluntariado, me invita a tomar roksi, el licor tradicional nepalí acompañado de soja frita. Se incorpora Flo, un alemán que se ha establecido en el edificio. Está casado con una nepalí a quien ve cada dos meses, ya que trabaja en Afganistán. De fondo se oye a la puerta una comparsa de vecinos que cantan y bailan una danza tradicional de nombre Bhailo y los tres nos incorporamos. Al día siguiente vuelvo a despertarme pronto y esta vez contemplo el amanecer desde el tejado. Allí me vuelve a acompañar Joshi, quien me ofrece un sabroso té de citronela y jengibre mientras me pide opinión sobre sus planes de mejora del local, que ya habían comenzado con la plantación de árboles. Allí, sobre las nubes del valle, me despido dibujando un croquis sobre cómo creía que ampliaría el negocio. Etapas 4 a 6, total 11
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
Últimos comentarios al diario NEPAL: Una temporada como residente
Total comentarios: 4 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados A solas por Nepal.
22 días recorriendo solo, por mi cuenta, Nepal. Haciendo el trekking del Campamento Base del Everest, Mardi Himal y Poon Hill. Visitando Kathmandu, Patan...
⭐ Puntos 4.88 (26 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 203
Dos semanas por Nepal
Viaje por Nepal después del terremoto
⭐ Puntos 4.96 (23 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 186
NEPAL 2016. Trek al Annapurna Sanctuary (ABC)
Viaje de 2 semanas a Nepal en abril-2016. Un país en el que las montañas vienen de...
⭐ Puntos 4.88 (17 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 182
Everest Base camp, Renjo La, Gokyo y Chola Pass
Trekking en la zona del Monte Everest y Gokyo
⭐ Puntos 4.09 (11 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 175
NEPAL: Trekking por el circuito del Annapurna.
Experiencia vivida por el circuito del Annapurna durante 13 días en octubre de...
⭐ Puntos 5.00 (14 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 160
Galería de Fotos
|