Maravilloso Sri Lanka, ese pequeño gran país ✏️ Blogs de Sri LankaViaje a Sri Lanka en 9 días/9 noches más los vuelos. Estuvimos del 1 al 10 de marzo, uno de los mejores meses para visitar el país. Visitamos en este orden, Habarana, Aukana, Mihintale, Anuradhapura, Sigiriya, Polonnaruwa, Gal Vihara,safari en Minneriya, Dambulla, Matale, Kandy, Orfanato de elefantes de Pinnawala, Tres templos, Tierras altas, plantaciones de té, Nuwara Eliya, Nanu Oya, Tren a Ella, Cascadas, Tissa, Safari Yala, Dondra, la punta más al sur de Sri Lanka, playa de Mirissa, Stilt Fishermen, Galle, Beruwala, Colombo, Negombo y regreso. Más información y más fotos en el siguiente vídeo: https://youtu.be/YR6iJBIUCc8 Podéis visitar esta web:www.disfrutasrilanka.com y pedir información para organizar el viaje adaptado a los días que tengáis y lo que queráis ver. Sale muy bien de precioAutor: Jimena_mad Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Índice del Diario: Maravilloso Sri Lanka, ese pequeño gran país
01: Día 1 Llegada al aeropuerto de Colombo y traslado a Habarana
02: Día 2 Habarana, Gran Buda de Aukana, Mihintale, Anuradhapura
03: Día 3 Sigiriya, Polonnaruwa, Safari Minneriya al atardecer
04: Día 4 Dambulla, Matale, Kandy
05: Día 5 Kandy, Orfanato de elefantes de Pinawella, Tres Templos, Kandy
06: Día 6 Kandy, Plantaciones y fábrica de té, Nuwara Eliya
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Etapas 7 a 9, total 11
Amaneció un día estupendo con un sol radiante y después de desayunar aprovechamos para dar una vuelta y ver la ciudad ya que no habíamos podido hacerlo la tarde anterior por culpa de la lluvia. Visitamos la oficina de correos, cuyo edificio es de lo más pintoresco, la estación de autobuses, muy típica y el mercadillo donde se pueden encontrar imitaciones de marcas famosas.
Después fuimos a ver como recogían las hojas de té. Las encargadas de recolectarlas son mujeres tamiles, todas vestidas de igual manera y con una especie de saco grande a la espalda. Parecían hormiguitas en las enormes plantaciones. Me dio un poco de pena, la verdad, debe de ser muy duro el trabajo de esas mujeres. Volvimos al hotel a recoger el equipaje y salimos para Nanu Oya que es donde está la estación de tren más cercana a Nuwara Eliya (8 kms) Antes de ir a la estación dimos una vuelta por el pueblecito. Es muy bonito y tiene un estanque con barquitas y piraguas. Después del paseo fuimos directamente a la estación. Dayan se quedó pálido cuando nos preguntó por los billetes del tren y le dijimos que no los teníamos y que pensábamos que los había comprado él. Al parecer había habido un malentendido y ninguno los habíamos comprado. Dayan se puso nervioso porque sabía que los trenes suelen estar llenos y fue a preguntar confirmando que el tren estaba completo. No he visto a nadie tomarse tanto interés en algo. El hombre dio mil vueltas, entraba y salía de la oficina del jefe de estación (muy auténtica, por cierto) y finalmente regresó con los billetes en la mano, había conseguido que nos dejaran viajar en el vagón que tienen reservado para familiares de empleados. Desde ese momento pasó a ser mi héroe. Recordad, si pensáis viajar en tren, no olvidéis sacar los billetes con antelación o encargar al guía que lo haga. (Coste del billete unos $7) Tuvimos que esperar una media hora a que llegase el tren en el andén, pero fue entretenido la espera viendo a la gente que iba y venía. Incluso vimos de cerca a dos mujeres recolectoras de té. En cuanto llegó, subimos al tren. No sé cómo serían el resto de vagones, pero el nuestro estaba muy bien. Ahí nos despedimos de Dayan que tenía que ir por carretera con el equipaje y nos encontraríamos de nuevo en Ella. El viaje duró unas dos horas durante las cuales no quitamos ojo de la ventanilla disfrutando de los maravillosos paisajes que la naturaleza nos ofrecía. Chispeó en algún momento, pero eso no enturbió la belleza que estábamos contemplando, montañas plagadas de hojas de té, cascadas, bosques y paradas en estaciones que parecían estar sacadas de alguna película de la época colonial, al igual que el tren, que parecía una maqueta de tren antiguo. Si sacabas la cabeza por la ventanilla, veías lo larguísimo que era y a más viajeros asomados, algunos con medio cuerpo fuera. Cuando llegamos a Ella, como acababa de llover, la humedad, sumada al olor de las flores creaba un ambiente muy agradable. Salimos de la estación, Dayan aún no había llegado, era comprensible, en tren se tardaba menos que por carretera, así que para hacer tiempo a que llegase y como ya estábamos hambrientos, nos tomamos algo en un puesto que había, cuya dueña era muy amable, pero nos sableó lo que quiso por unos plátanos. Treinta minutos después llegó Dayan, nos dio tanta alegría vernos que el encuentro fue como si no nos hubiéramos visto en un año. Después de contarle las magníficas impresiones del viaje en tren, nos llevó a ver Ella. Dimos una vuelta y como le dijimos que no habíamos comido nos llevó al Ella Motel. No sé cómo serán las habitaciones, pero puedo decir que me pareció un sitio muy recomendable si se hace noche en Ella. (Cosa que recomiendo si tenéis días de sobra porque desde aquí se pueden hacer muchas excursiones de senderismo, escalada, bicicleta, etc.) El hotel tenía una gran terraza, donde estaba el bar restaurante con unas vistas realmente espectaculares. En el jardín había un cartel que decía que estábamos a 1041 metros sobre el nivel del mar y se notaba por el fresquito que hacía. Como ya era tarde, pedimos un par de sándwiches mixtos y 2 cervezas Lion. Todavía no os había hablado de la cerveza, la Lion es la cerveza nacional y está muy buena. Las botellas son enormes, nosotros siempre la compartíamos. Después de comer y contemplar un poquito más el paisaje, continuamos el viaje hacia nuestra siguiente parada que eran en Rawana Waterfalls, una sucesión de caídas de agua espectacular. Abandonamos poco a poco las montañas y el fresquito para volver al calor del nivel del mar en Tissamaharama, donde habíamos reservado el hotel para esa noche. The Safari Hotel ($100 incluyendo desayuno y Wifi) Nos causó muy buena impresión al entrar en la zona de la recepción, era muy espaciosa, con varios ambientes todo al aire libre y techado con una especie de brezo a dos aguas que le daba un aspecto muy de safari. Detrás de la recepción pudimos ver que estaba la piscina y detrás el lago Tissa. La habitación no era muy grande, pero estaba bien decorada y tenía todas las comodidades necesarias. Nos dimos una ducha y bajamos a cenar al restaurante del hotel que estaba en una terraza al aire libre al borde del lago Tissa. La cena no fue barata, pero estuvo bien, la copa que no falte y a dormir que mañana tenemos que darnos un madrugón para ver amanecer en Yala. Imagenes relacionadas Etapas 7 a 9, total 11
Día 8 Safari en Yala, Dondra, Mirissa, Stilt Fishermen, Galle, BeruwallaEtapa con mucho contenido pero vimos todo sin prisas.
Nos levantamos a eso de las 4 de la mañana porque había que llegar a Yala antes de que amaneciera. Me hacía especial ilusión ese safari. Dayan nos había dicho que, si teníamos suerte, podríamos ver leopardos, que no era fácil, pero que a veces se dejaban ver. Bajamos a la recepción, recogimos el desayuno que nos habían preparado, tipo picnic y salimos al encuentro de Dayan que nos estaba esperando con un jeep que habíamos contratado la tarde anterior. Os explicaré que en Minneriya, llegas al parque, pagas la entrada y te dicen a qué jeep tienes que subirte, sin embargo, en Yala tienes que tener ya contratado con antelación el jeep que te recoge en el hotel y te lleva al parque nacional.
Tardamos unos 25 minutos en recorrer los 19 kilómetros que separaban nuestro hotel de Yala. Al llegar nos juntamos varios jeeps en la entrada, pero no tuvimos que esperar demasiado y prácticamente nada más traspasar la verja, los jeeps que iban delante se detuvieron porque habían visto algo. Todos hicieron señas de que guardáramos silencio y pudimos ver, emocionados, como un leopardo caminaba delante de nosotros, como deslizándose. Nos quedamos un buen rato observando sus movimientos. El leopardo se subió a una roca y posó muy digno para las decenas de fotos que le hicimos. Después de la sesión fotográfica y aún entusiasmados por haber visto al tigre, comenzamos el recorrido por el Parque Nacional. Iba amaneciendo poco a poco y el sol ya despuntaba en el horizonte tiñendo el cielo de rojo y según lo hacía íbamos descubriendo los increíbles paisajes de Yala. Vimos bambis, pavos reales, búfalos, lagartos gigantes, cocodrilos, elefantes, monos, una variedad de aves, como el tántalo indio, garzas, etc, así como pequeños pajaritos de colores muy brillantes. Aproximadamente 2 horas después de entrar en el parque, llegamos al mar, y descubrimos que Yala tiene una playa fantástica, pero por desgracia el baño no está permitido por las corrientes. Allí hicimos una parada para desayunar dando buena cuenta del picnic que el hotel nos había preparado y dar un paseo por la playa. Vimos unas planchas de metal de diferentes alturas y Dayan nos explicó que indicaban la altura que alcanzaron las olas en el tsunami de 2004. Al lado había una placa en memoria de las 47 personas que perecieron a consecuencia del tsunami ocurrido el 26 de diciembre de 2004 a las 09.20 am. en Yala. Te ponía los pelos de punta, la verdad. Por lo visto los animales lo presintieron y huyeron hacia el interior, pero por desgracia, las personas no tenemos esa facultad y fueron sorprendidas en esa playa por las gigantes olas. Después seguimos el recorrido viendo más animales e incluso volvimos a ver un leopardo, aunque esta vez, se camufló y no posó. Tras tres horas de safari por Yala, regresamos al hotel y nos dimos un bañito en la piscina para refrescarnos, porque, a pesar de ser las 09.30 de la mañana, el sol apretaba. Después del baño, bajamos el equipaje y nos pusimos en marcha. La primera parada fue Dondra, la punta más al sur de Sri Lanka. Tiene un bonito faro al que se puede subir para ver las preciosas vistas de mar y palmeras. El aire llevaba un intenso olor a mar y la brisa refrescaba el ambiente. Tras el agradable paseo por Dondra volvimos al coche y nos dirigimos a Mirissa, que es una de las playas más turísticas de Sri Lanka y con razón, porque es amplia y muy bonita. Allí comimos en un chiringuito y nos bebimos otra rica cerveza Lion. Después de comer volvimos al coche y, en aproximadamente 15 minutos, estábamos frente a los Stilt Fishermen. Este método de pesca es exclusivo de Sri Lanka y no es una costumbre muy antigua, se cree que comenzó durante la segunda guerra mundial. Deberéis darles una propina si queréis hacerles fotos. De allí continuamos a Galle. También es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Estuvo ocupado por portugueses, holandeses y británicos que dejaron su legado y su influencia por todas partes. Lo más famoso de la ciudad es el fuerte y el faro rodeado de palmeras. Dentro de la ciudad amurallada, hoy en día hay muchos hoteles boutique, restaurantes con encanto y coquetas tiendas. No dejéis de echar un vistazo a la tienda Barefoot (en la esquina de Church y Pedlar street), está muy bien montada y allí podéis encontrar artesanía, velas aromáticas, aceites esenciales, libros, bolsos, sharongs o pareos y un largo etc. Es muy agradable pasear por sus calles peatonales e ir descubriendo cada rincón. Finalizada la visita a Galle, nos dirigimos a Beruwala donde teníamos reservado el hotel Coco Villa resort ($145 1 noche con desayuno). Tardamos más o menos 1 hora. Al llegar surgió un problema y es que este hotel no tiene alojamiento para conductores así que el pobre Dayan tuvo que buscarse un guest house para pasar la noche. El hotel nos causó muy buena impresión, era realmente un hotel boutique. Las habitaciones estaban distribuidas en pequeños edificios blancos, en el centro un jardín decorado con gusto con mesitas y sillas, hamacas, tumbonas, sombrillas y una zona de restaurante. Al final una valla de madera daba acceso directo a la playa. Nuestra habitación estaba bien decorada pero era muy pequeñita, sin armario, solo unas baldas, pero lo que me encantó fue el baño, totalmente al aire libre con una ducha de piedra preciosa. Cenamos en el hotel. La comida era rica pero los precios eran elevados para lo que llevábamos visto. Copita bajo las estrellas y a dormir. Como veréis he tenido que hacer collages para poder enseñaros todo lo que quería porque el límite que ponen de 6 fotos por etapa, no me daba ... Imagenes relacionadas Etapas 7 a 9, total 11
Esta vez nos levantamos sin prisas. Desayunamos y directamente nos fuimos a disfrutar de las tumbonas y hamacas que había en el jardín del hotel.
Después salimos a darnos un bañito en el mar. Eramos los únicos en la playa, estaba completamente vacía a excepción de pescadores que iban y venían con sus barcas. La playa es buena, pero sinceramente, si volviera, escogería otra para pasar unos días, como Tricomalee, que además según la época del año puedes ver ballenas, Mirissa o Undawatuna. Volvimos a las tumbonas y un chico del hotel se subió a una palmera para bajarnos un coco, increíble la habilidad para trepar por el tronco. Comimos también en el hotel porque en los alrededores no hay nada. A eso de las 16:30 salimos para Colombo y por el camino vimos una puesta de sol espectacular. Llevábamos el corazón ya encogido pensando que el viaje terminaba. Dayan paró un momento en la carretera, salió, se puso frente a un pequeño templo, juntó las manos y rezó unos minutos. No era la primera vez que lo hacía, pero me producía mucha ternura, me encanta la espiritualidad de la gente y la paz que se respira por todo el país. Sobre las 18:00 llegamos a Colombo, no paramos pero Dayan nos dio una vuelta por la ciudad para que viéramos lo más importante y después continuamos a Negombo. Negombo es la población más próxima al aeropuerto, por eso habíamos reservado allí. Es muy turística, tiene muchas tiendas pero la playa, por lo poco que pudimos ver porque era de noche, no me pareció que fuese muy buena. Nos registramos en el hotel Paradise Beach Hotel, no estaba mal, nada especial pero como era solo para una noche buscamos algo económico. Dimos una vuelta por Negombo y compramos té (lo venden a granel y es mucho más barato que en la fábrica donde estuvimos), y recuerdos para llevar a la familia. Después cenamos con Dayan, intercambiamos fotos y nos fuimos a descansar un rato porque enseguida teníamos que salir para el aeropuerto. Imagenes relacionadas Etapas 7 a 9, total 11
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