Japon con niños y por libre - 2016 ✏️ Blogs de Japon

Hoy dedicábamos el dia a nuestro barrio que tanto nos gusta. Como todos los días salíamos pronto y volvíamos tarde, pues siempre encontrábamos cerradas todas las tiendas, por lo que solo conocíamos los restaurantes de la zona.

Lo primero era ir al Sensoji-Temple. Entramos por una puerta lateral que estaba mas cerca de nuestro hotel. Es un templo muy bonito, pero se nota que es bastante mas moderno que los de Kyoto, y atestado de gente, era difícil hasta moverse por el.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

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Hicimos unas cuantas fotos y salimos por Nakamise Dori. Viendo todas las tiendas y gastando nuestro últimos yenes. Aquí vi souvernirs mas baratos que en otros sitios, asique aprovechamos para comprar bastantes cosillas. Pasamos por una tienda de kimonos, que tenia unos de segunda mano por 1000Y, no me lo pensé dos veces y me compre uno precioso en rojo con las flores en amarillo y el Obi amarillo. La señora muy amable me enseño a ponerlo y nos pasamos unas risas. La tienda estaba al lado de nuestro hotel, pero no la habíamos visto nunca abierta.

Pasamos por el hotel a dejar todo lo que compramos.

Cogimos el metro hasta el Ueno. Primero paseamos por el mercado de Ameyoko, aquí no compramos nada porque no vimos nada interesante. El mercado es muy curioso, pegado a las vías del metro y las calles de alrededor.

Comimos en un restaurante que esta nada mas salir de la estación de metro en frente de la entrada del parque, no se como se llama, pero tenia un plato gigante en la puerta con unos palillos que se movían con los tallarines.

Estaba todo buenísimo, también son de los que tienen la maquina en la puerta, pero este nos costo bastante, porque no ponía nada en ingles, nos guiamos por las fotos.

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Con las fuerzas repuestas, cruzamos hasta el parque. Paseamos por los templos tan bonitos que tiene. Nos fusto mucho el pequeño Fushimi Inari.

Visitamos todos los templos, el lago...hacia un calor horrible y la verdad que el planing del dia ya lo teníamos hecho.

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Mi marido quería ir a ver una tienda de bonsais que le habían recomendado en Ginza. Cogimos el metro y fuimos hasta allí. Vimos el Teatro Kabuki ya que estábamos cerca. y paseamos por la gran avenida, curioseando las tiendas, como hacia tanto calor, nos compramos unos helados para refrescarnos.

La tienda de bonsais era un pequeño local con unos bonsais espectaculares, todo cuidado con mucho detalle y claro, inalcanzable para nuestros bolsillos.

Decidimos ir a Shibuya a ver el paso de noche porque la otra vez lo vimos de dia.

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Paseamos por la zona de los lovehotels, es curioso, pero nada del otro mundo. Hicimos algunas compritas y esperamos a que se hiciese de noche.

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Estabamos muy cansado, y hacia mucho calor incluso cuando anochecio. Asique nos fuimos al hotel, de camino compramos una bandeja de sushi y unas cervezas para cenar en el hotel.

Fue nuestro ultimo omenaje en Japón. La verdad que pocos días hemos comido sushi, pero es que no es tan fácil encontrar restaurantes de sushi (o nosotros no los hemos visto) y los que encontrábamos no ponía los precios y no nos atrevíamos a entrar sin saber el precio.

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Terminamos de hacer las maletas que ya era nuestra ultima noche en japon, teníamos mucha pena por irnos, nos estaba encantando el viaje y eso que Kyoto nos gusto mucho mas que Tokyo.

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A las 12.35, salía nuestro avión del aeropuerto de Narita. Por lo que sobre las 8.30 estábamos cogiendo el tren que nos llevaría al aeropuerto. Ultimas fotos a la zona que tanto nos gustaba y con mucha pena nos fuimos hacia el aeropuerto.
Como nos habían roto las maletas a la ida a Osaka, nos tenían que dar en los mostradores de facturación un Boucher para poder repararlas en Madrid. No teníamos muchas expectativas en que nos lo diesen y como la maleta era un poco vieja tampoco nos importo demasiado. Pero al llegar al mostrador, se lo comentamos a la chica y enseguida vino con un sobre con nuestro nombre. Eso si que es eficacia japonesa!!!
Coincidimos con una familia española que iba con dos niños y que yo había contactado en el foro. Los niños se sentaron juntos y se lo pasaron pipa, pero no durmieron absolutamente nada.
Asique cuando hicimos escala en Londres Adrian cayo muerto además del mareo que traía del avión.
Una vez en Londres, nos montamos en el avión y nos tuvieron casi dos horas metidos sin decirnos que pasaba, solo decían que estaban arreglando algo, pero no nos daba mucha confianza. Y justo antes de que diesen las dos horas empezamos a movernos, con poca confianza y un poco de miedo, la verdad.
Pero llegamos a Madrid sin incidentes, pero muertos de cansancio.
Conclusiones:
El viaje a Japón ha sido de los que mas me ha costado organizar, he estado dos años leyendo foros y blogs, sacando toda la información, cambiando la ruta mil veces porque nunca terminaba de convencerme. Pero todo el esfuerzo de la planificación ha merecido la pena, ha sido el mejor viaje de todos los que hemos hecho, hemos vuelto completamente enamorados de Japón.

La gente nos decía que estábamos pocos días en Tokyo, por lo que decidimos sacrificar Kamakura, y al final nos sobro algún dia en Tokyo, pero ya no teníamos activo el JR Pass y decidimos dejarlo para una próxima vez, porque estamos seguros de que volveremos a Japón. Queremos ver el Japón mas tradicional, ver el monte Fuji.

El hotel de Osaka, reservamos dos habitaciones dobles, ya que no encontramos ninguna cuádruple, pero al ser solo una noche no nos importo. La habitación estaba muy limpio, pero muy pequeña, lo suficiente para una noche ir a dormir.

El hotel de Kyoto, aunque recomendaban cogerlo en la estación central, ya seis meses antes, no encontramos ninguno que se adaptase a nuestro presupuesto. Por lo que reservamos en la zona de Kawaramachi y para nosotros fue un acierto, porque es una zona con mucha vida por las noches, donde hay un monton de tiendas y restaurantes. Además esta lo bastante cerca de Gion para poder ir andando.

El hotel de Miiyajima, estaba genial, era un Ryokan tradicional, frente el mar, con un Onsen muy chulo, nos encanto.

El de Tokyo fue mas difícil, porque había tanta oferta que no sabíamos que reservar, además tantos barrios para elegir...pero la zona de Asakusa nos gusto mucho, el hotel era chulísimo, el personal muy amable, como en todo Japón.

Todos los templos nos han gustado mucho, porque aunque parecen todos "iguales" cada uno tienen sus diferencias, los mas visitados, como Kiyumizudera son espectaculares y por eso tienen tanta afluencia de publico y los menos visitados, se disfrutan mas y por eso a lo mejor nos llegaron a gustar mas.

Dudamos si dormir en Miyajima, pero al final resulto ser todo un acierto, ha sido de las experiencia que mas nos han gustado. Fue como una experiencia espiritual, pasear por esa ciudad medio desierta por la noche, bañarnos en el Onsen...

Otra cosa que fue muy tonta, pero que también ha sido uno de los recuerdos que mejor tenemos guardado en la memoria, fue cenar en la playa de Odaiba viendo anochecer sobre Tokyo. Los niños estaban tan a gusto jugando en la playa, y nosotros disfrutando del momento.

Ha sido un viaje vertiginoso, sin parar ni un solo momento, viviendo nuevas experiencias cada día, y disfrutando de este gran país, o por lo menos de una de sus islas.

La comida nos ha encantado todos los días, destacaría los Okonomiyakis, que es algo que nos encanto y no hemos vuelto a probar. Por supuestos el Ramen, Gyozas, Sushi.....

Bueno, hasta aquí nuestra experiencia japonesa con los niños en el país del sol naciente, muchas gracias a todos los que la habéis leído y perdonar si hay algún error ortográfico, tambien creo que he mezclado algunos días de tokyo, porque los tengo un poco mezclados.

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