![]() ![]() Japon 15 días por libre: Tokyo-Nikko-Kamakura-Takayama-Kanazawa-Hiroshima-Kyoto ✏️ Blogs de Japon
Viaje por nuestra cuenta durante 15 días recorriendo los siguientes puntos:
- Tokyo (con visita a las ciudades de Nikko y Kamakura)
- Takayama (con visita a Shirakawa-go)
- Kanazawa
- Hiroshima (con visita a Miyajima)
- Kyoto (con visita a Nara)
- Tokyo
Más info en nuestro blog de akilometros!Autor: Akilometros Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.3 (4 Votos)
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 13
El tercer día de nuestro viaje, aprovechamos para visitar una provincia o prefectura más al norte de Tokyo. Nos dirigimos a Nikko, en la región de Kanto. En medio día era factible visitarlo, así que nos planteamos el día madrugando MUCHO para estar a la hora del almuerzo en Tokyo. De esta manera, iba a darnos tiempo a visitar otras zonas de Tokio importantes como la zona noroeste. La tarde os la contaremos en el siguiente post ya que Nikko tiene mucho que explicar.
Pero, ¿por qué Nikko? Nos decidimos a visitar esta pequeña aldea montañosa porque contiene varios santuarios y templos que forman parte del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999. Por otra parte, al estar rodeado de montañas, deja ver cada paisaje natural increíble. Es una pena que tuviésemos poco tiempo para patearla. Aún así, no invertiríamos más tiempo del que le dedicamos. Como teníamos los Rail Pass, el día anterior aprovechamos para hacer las reservas de los billetes en una estación JR. Tanto del trayecto de ida como el de vuelta. Así, nos salvábamos de quedarnos sin tren y nos asegurábamos de no madrugar en balde. El viaje hasta Nikko requería trasbordo en Utsunomiya y en la misma estación cambiar a un tren local que nos llevase hasta Nikko. Este tren no necesitaba tickets adicionales: Solo había que buscar en la estación de Utsunomiya las indicaciones a la Vía 5 (Nikko, bien señalizado). Por lo tanto, cuando vayáis a hacer la reserva de asientos en los Shinkansen, solo os van a permitir hacerlo para el primer trayecto: Tokyo- Utsunomiya. Si necesitáis consultar horarios y rutas, como siempre, acercaos a la web de Hyperdia. Nosotros llevábamos los horarios de los trenes impresos ya que también te da la información de los andenes. Es muchísimo más fácil viajar con toda la información posible apuntada, para que te dificulte lo menos posible no entender los carteles en japones. Esa noche no dormí nada, nada. Así que me fue relativamente sencillo estar levantada super temprano para coger nuestro tren en Tokyo Central a las 6.20 a.m. Creo que nunca he madrugado tanto en un viaje, jajaja! El recepcionista del hotel creo que no daba crédito al vernos recién duchados a esas horas, preparados para otro día de visita, jajaja! Era de noche y estaba todo super cerrado cuando fuimos al metro (170Y por persona hasta Tokyo Central Station desde nuestro hotel), así que decidimos tomar algo de desayunar en la estación central. Entramos en un kiosko de dentro de los mismos andenes del Tren. Nos compramos unos Dorayakis (el pastelito favorito de Doraemon) y unos bollitos rellenos de cosas ininteligibles en el paquete, pero que estaban ricas, por 260Y. Entre el tren que os deja en Utsunomiya y el que os lleva hasta Nikko, tendréis que esperar como una media hora. Así, os dará tiempo a ver desde fuera el día a día de los niños que van al cole en tren. Eran un montón de ellos, todos vestidos de uniforme. Es todo un espectáculo observarlos. Al llegar a la estación JR de Nikko, piérdete unos minutos por su pequeña estación. Es la más antigua de la zona oriental de Japón. Cuando estéis listos, tenéis que salir y buscar la estación Tobu que tenéis a poca distancia. Nosotros habíamos buscado por el maps la zona y vimos más o menos a cuánto quedaba el edificio, pero es relativamente cerca (está marcado en el mapa de la foto de abajo). Allí encontrareis una oficina donde os van a vender los Sekai-isan-meguri (world Heritage Buss Pass). Son los pases del autobús por 500Y por persona. ![]() Te dan un mapa y un cartoncito ovalado amarillo que te sirve para montarte en el bus las veces que necesites. Este pase de bus tiene 17 paradas (las del recuadro en rojo) para que puedas hacer tu visita a Nikko lo amplia que quieras. Nosotros fuimos a los templos importantes ya que contábamos con volver a Tokio para aprovechar allí la tarde. Podéis echar cuentas porque igual, si vais a hacer nuestro recorrido, solo lo cogimos una vez para ir y otra para volver. Así que a lo mejor hay billetes sencillos que os lleven y os traigan. La marquesina de nuestro autobús era la 2B. No tiene pérdida porque los autobuses paran enfrente de la estación, como se ve en la foto. ![]() Nuestra parada era la 83: Omotesando. Una vez allí hay que caminar hasta llegar a la zona de los templos. La primera visita fue la del templo budista Rinnoji Temple. Es el primer templo que se construyó en Nikko, en el año 766. Una vez allí, tienes dos entradas. La básica que solo te da acceso al Sanbutsudo (el salón de los 3 budas) por 400Y por persona. La más completa te da acceso al Taiyuin (mausoleo de Tokugawa Iemitsu, el último Shogun de la época Edo), que son 900Y por persona. Nosotros optamos por ésta. De este primer templo, no podemos aportaros muchas fotos porque no estaban permitidas. Por otra parte, habían instalado como un edificio provisional protegiendo el templo por fuera para poder restaurarlo. Estaba super bien montado porque te dejaban acceder al interior del templo y también a pisos superiores para ver la reconstrucción del edificio. Estaba pensado al milímetro. Podías subir hasta la zona más alta para ver cómo rehabilitaban teja a teja. De hecho, para que recaudasen fondos, podías firmar una de ellas que serían montadas en el templo, a cambio de un donativo. ![]() Es una pena que no estuviese totalmente rehabilitado durante nuestra visita. Pero lo que sí guardo como un grato recuerdo es la imagen mental de los fantásticos 3 budas de madera lacados en oro: Kanon, el Buda de los mil brazos, Amida-Nyorai y Bato Kanon, el buda dedicado a los animales. Los tres se encuentran sentados sobre una flor de loto. En google hay alguna fotillo por si tienes curiosidad. No tardamos demasiado en ir hacia el siguiente templo, pero cuando llegamos, estaba llenísimo de niños de excursión. Se hizo un poco difícil visitarlo con tanta gente. ¡Menos mal que estábamos allí desde temprano! La entrada del Toshogu Temple nos costó 1300Y por persona. Te dan un mapita del tempo ya que tiene un montón de puntos de interés. Nada más llegar, te recibe la impresionante pagoda de 5 plantas. ![]() El día estaba nublado y húmedo, por lo que las fotos del móvil son terribles, pero podéis haceros a la idea de lo impresionante que era. Cada piso representa de manera ascendente a la tierra, el agua, el fuego, el viento y al cielo. Trás cruzar el torii, nos encontramos aquí, de frente con tres almacenes sagrados que tienen figuras en relieve de diferentes animales, custodiados por filas de linternas de piedra tan típicas de los templos japoneses. ![]() Pero uno de los puntos más conocidos de este templo, lo teníamos justo a nuestra espalda: El establo sagrado de los famosos 3 monos sabios. Sus nombres son Mizaru, Kikazaru e Iwazaru: El que no ve, el que no oye y el que no dice el mal. Son los encargados de no interrumpir el sueño eterno del Shogun. ![]() Continuamos la visita cruzando un enorme Torii y a su izquierda encontraremos la casa del agua, donde se realiza el ritual de purificación para entrar en los templos. Nosotros no practicamos ninguna religión, así que no quisimos molestar a los que estaban allí pero os enseñamos cómo lo hacen. Si continuamos el paseo, subiremos las escalinatas que nos situarán de frente a la puerta Yomeimon ![]() Es común encontrar en la entrada de los templos, como en este caso, dos torres reconocibles con una campana y un tambor. Simbolizan la muerte y el nacimiento. Una de las cosas que mas me gustaron fue la puerta Yomeimon, que contiene la talla de 100 dragones distintos. ![]() Te encontrarás un poco perdido entre tanto edificio pero no pierdas detalle. Sino vas a perderte cosas como el gato durmiente ![]() ![]() En el lateral del templo se encuentran unas escalinatas (lleva agua, que la vas a necesitar) donde poder disfrutar de una vista preciosa del recinto. y donde se encuentra la tumba del Shogun. ![]() çAl salir, emprendimos el camino hacia otro templo. Me gustó el camino tranquilo, menos atestado de turistas. Hasta llegar a él, nos acompañaban más faroles de piedra. El templo Romón me llamó la atención su torii negro y una zona de pequeños edificios. Uno de ellos, probablemente fuera la casa del sacerdote porque tenía en la puerta la shimenawa. Es una cuerda con unas tiras de papel en forma de zigzag o shide. Simbolizan el límite entre lo terrenal y lo sagrado. También había otro edificio con la escultura de unos ratones plateados, pero no logré saber qué eran. Leímos en los blogs que el templo Futarasan era el menos impresionante así que decidimos pasar al siguiente: el templo Taiyuin. Es el mausoleo de Iemitsu, nieto del Shogun Ieyasu. Su nombre póstumo es precisamente Taiyuin. Como en el caso del mausoleo de su abuelo, el acceso al de Taiyuin, se realiza a través de una puerta llamada Niomon, que es fácil de reconocer gracias a sus dos Dioses guerreros rojos Nio. Al atravesar la puerta, llegamos a otra llamada Nitenmon, que se caracteriza por los 4 guardianes que la custodian: Komoky y Jikoku en la parte delantera y el Dios rojo del trueno y el Dios verde del viento en la parte de atrás. Si seguimos caminando por el recinto, encontraremos otra puerta llamada Yashamon, que es reconocible por su capa dorada. En ella se encuentran otras 4 estatuas Yasha, un espíritu guardián. ![]() ![]() Para llegar al final del recinto, tienes que pasar por varias puertas más como la Karamon franqueada por grullas o la Kokamon, que es la que nos lleva hasta el mausoleo de Taiyuin. ![]() Al salir del templo, teníamos que coger nuevamente el bus hasta el tren para seguir con nuestros planes por el noroeste de Tokio. Vimos muy de pasada el puente sagrado Shynkyo pero preferimos no parar a fotografiarlo. Es bastante bonito pero para cruzarlo, hay que pagar así que decidimos continuar hasta la estación. Al llegar allí, cruzamos la calle hasta una pastelería y compramos algunos bollitos por 400Y. Nos daba margen hasta llegar a la Tokyo Central Station y almorzar por allí. En nikko empezaba a chispear y teníamos el tren de vuelta desde Utsunomiya a las 13.58 así que había que darse prisa. Aunque no era tarde, llegamos al centro a las 3, por lo que se nos empezaban a agotar las opciones de sentarnos a comer. Optamos por volver a la cervecería de la Ramen Street y probar otras cosas. Pagamos por el almuerzo 2797Y. Después del descanso en el tren y en el bar, tocaba volver a la carga por Tokio. Además, estaba emocionada con lo que nos quedaba de día porque íbamos a disfrutar de unas vistas “a la altura del viaje”. ¡Correcto, nos íbamos de miradores! Etapas 4 a 6, total 13
Después de llegar de Nikko, decidimos hacer una ruta por otra de las zonas de Tokio: el barrio de Asakusa. El principal atractivo de esta zona es el Templo Senso-ji. Se trata del templo budista más antiguo de Tokio y está dedicado a la deidad de la misericordia.
Para darnos la bienvenida al bullicioso recinto, nos encontraremos con una enorme puerta conocida como Kaminarimon (la puerta de los truenos). Es super conocida ya que alberga un farolillo rojo gigante con las letras del nombre del templo en negro por las dos caras. Este farol es uno de esos símbolos de la ciudad que vas a reconocer en la mitad de los imanes de viajes que puedas comprar, así que no te prives de hacer la foto de rigor (con mejor calidad que la nuestra, jaja). También veréis que la puerta está custodiada por los dioses del trueno y del viento. Por la cara trasera, nos encontraremos a otro par de Dioses mitad dragón, mitad humanos. ![]() Estaba comenzando a llover así que decidimos hacer una ruta bastante rapidita por el Templo. No sin antes atravesar una calle bastante animada de tiendas: Nakamise-dori. Como somos muy fans de regalar imanes de nuestros viajes, aprovechamos la ocasión para comprar algunos y también camisetas que estaban bien de precio. Como leímos en nuestra página de confianza a la hora de realizar el viaje (japonismo), estas tiendas se remontan al periodo Edo donde también se encontraban estas pequeñas tiendecitas, ahora modernizadas. Una vez terminada la senda de los souvenirs, nos encontramos con otra de las puertas del templo (para mi gusto, más impresionante aún por su altura), con otro enorme farolillo rojo. Hablamos de la puerta Hozomon. Anteriormente fue la puerta principal del templo. De ahí, su majestuosidad. ![]() Al otro lado de la puerta veremos lo que parecen dos inmensas alpargatas, en conmemoración a los artesanos que realizaron las dos esculturas que guardan la puerta. Van renovándolas cada cierto tiempo. ![]() Es probable que al entrar se os pasen desapercibidas a pesar de su tamaño, porque vuestra mirada va a toparse con una Pagoda de 5 plantas. No puede visitarse ya que conserva restos mortuorios y alguna reliquia de Buda. ![]() Continuamos el camino hacia el salón principal del Templo (Hondo) y subimos la escalinata. Desde ahí se puede ver una vista muy bonita de la puerta Hozomon y los edificios secundarios del templo. Incluso, en alguna parte del recorrido también podrás ver asomarse al Tokyo Skytree, nuestra siguiente parada. ![]() Se empezaba a hacer de noche, por lo que nos acercamos al puente que cruza el río Sumida. Nuestra intención era ver el edificio de Asahi Super Dry, otro punto super reconocible de la arquitectura japonesa por la forma de su escultura de color dorada, en forma de “llama” (os dejo foto y vuestra es la tarea de hacer correr la imaginación para no ponernos escatológicos, jajaja!). ![]() Así pues, cruzamos el puente Azuma-bashi y llegamos a la zona de edificios para subir al Tokyo Skytree (unos 15 mins de paseo, pero ya veis por la foto que está relativamente cerca y por su altura, no vais a tener pérdida). Es el edificio más alto de Japón y la torre de comunicaciones más alta del mundo. Como veréis, les encantan las estadísticas. Ya hablamos y hablaremos más adelante de los datos sobre los budas más altos, los más pesados, los edificios más antiguos, los más altos… Son esos datos que me llaman tanto la atención y me encantan! Jajaja! El folleto explicativo (en inglés) es bastante completo. Sobre todo para frikis de la información como yo, que quieren saberlo todo de allá adonde va. Además de explicarte planta a planta los servicios que ofrecen, te cuenta cosas como que en los edificios anexos podemos encontrar un acuario y un planetario. Yo soy muy fan de visitarlos pero no se si me enteraría de mucho, por lo que me quedé con las ganas de visitarlo. Otra de las cosas que te explica en el folleto es que por la noche, las luces del Tokyo Skytree cambian de color. El tono azul o Iki es en tributo al río Sumida y también refleja el espíritu intrépido de Edo. El tono violeta o Miyabi resalta la elegancia de la torre y simboliza el color tradicional estético japones. El tono anaranjado o Nobori simboliza la prosperidad ya que se considera el color de la fortuna, renaciendo hacia el cielo de la ciudad. Los japoneses cuidan tanto la estética que hasta los ascensores los decoran en cada época del año. Creo recordar que a nosotros nos tocó los revestimientos dorados, haciendo gala del otoño. El ascensor opera a 600 metros por minuto, por lo que llegamos a nuestro piso en un abrir y cerrar de ojos: en 50 segundos exactamente. Por último, para los más intrépidos, contaros que en la planta 340, la primera de nuestro recorrido, encontraréis una zona con el suelo de baldosas de cristal, donde podréis mirar hacia abajo. No apto para los que tienen vértigo, jaja! La entrada al Tokyo Skytree fueron de 4.120 Yenes (los dos). Tienes varias opciones pero en este caso nosotros compramos la estándar o Tembo Deck Ticket. Se accede a través de varias escaleras mecánicas que te llevarán al piso cuarto. Allí te venderán las entradas que van a darte acceso (en nuestro caso) al observatorio situado a 350 metros del suelo. Existe una entrada adicional que te lleva hasta el observatorio de 450 metros. Habíamos leído que suele haber bastante cola, por lo que es probable que te hagan esperar con un número. Como nuestro día fue lluvioso y las vistas no iban a ser maravillosas, fue llegar y pagar. Probablemente también sea una de esas visitas que puedas decidir si hacerlas a primera hora o por la noche para disfrutar de las vistas nocturnas. La previsión del tiempo y de nuestro viaje no nos dejaba mucho margen para posponerlo así que subimos igualmente. El precio, como todos los edificios que son de pago, en la mayoría de las ciudades, es bastante alto. Siempre es una de las cosas que dudamos de si hacer o no, cuando planificamos las rutas. Al final siempre nos decantamos por hacerlas porque puede suponer un momento para pasear tranquilos, sin estar pendientes del reloj y disfrutar de las vistas desde esa altura. No dirás todos los días que has estado en la torre más alta del mundo, verdad? ![]() No quiero haceros demasiado Spoiler pero para nuestro siguiente día pateando por Tokio, vamos a tener de todo: Grandes vistas, avenidas chic, parques… No os digo mucho más! Etapas 4 a 6, total 13
Nuestro penúltimo día en Tokio lo destinamos a pasear por la zona Oeste de la ciudad. Decidimos no madrugar demasiado como los días anteriores, pero lo suficiente como para estar en la calle a las 9. Mientras desayunamos en la cafetería anexa al hotel (1000Y), decidimos que vamos a comprar un pase de 24 horas para el metro. Es muy probable que hagamos bastantes trayectos así que nos sale más a cuenta que comprarlos sueltos. El pase de metro para los dos sale 600Y.
Así pues, nuestro día comienza llegando al metro Meiji-Jimgumae. Desde la parada hasta el parque calculamos unos 6 minutos caminando. Una vez aquí, habremos llegado al santuario más importante de Tokio: El santuario sintoísta de Meiji. Es uno de los más populares de todo Japón, dedicado al primer emperador del Japón moderno, el emperador Meiji y su esposa, la emperatriz Shoken. Al llegar, te da la bienvenida un enoooorme torii de madera. El paseo hasta el siguiente torii es muy solemne: A esas horas tempranas, aun hay sombra durante el recorrido sencillo de gravilla. Optamos por ir por la ladera, ya que dicen que es una forma de respetar a los Dioses, que van por el camino central. Uno de los primeros puntos de interés es el enorme mural con barriles de saque. Se trata de una ofrenda que realizan anualmente una asociación de aficionados al saque para augurar buena cosecha. Justo enfrente también vemos unas barricas de vino francés, también en donación por los representantes del vino de Borgoña. Parece ser que al emperador le gustaba mucho este tipo de caldo. Es un gesto de las buenas relaciones del país nipón con los franceses. ![]() Siguiendo nuestra visita, trás pasar por la caseta de abluciones, llegaremos al santuario Meiji. Para nuestra sorpresa, nos encontramos en mitad de celebración de una boda japonesa. Aunque en esa ocasión no vimos la ceremonia, fue muy interesante ser partícipes del paseo nupcial ![]() Nos resultó especialmente interesante el vestuario tradicional de la novia, en el centro de la foto. Tenían todo un séquito de maquilladores y organizadores que iban guiando, tanto a los novios como a los familiares. Era todo un espectáculo. Una de las cosas que nos llamó la atención del templo fue uno de los árboles que se encontraba dentro del recinto. Tenía una cuerda gruesa de la que colgaban unos papeles blancos en forma de rayo. Ya los habíamos visto en Nikko. Este símbolo indica que el árbol tiene más de 100 años de antiguedad, por lo que es sagrado y protege al santuario. A lo largo de nuestras visitas, será muy común encontrarlos. El complejo del templo es bastante extenso. Tiene incluso campos de beisbol, recintos deportivos… Nosotros decidimos pasar a nuestro siguiente punto de interes: El parque Yoyogui. Es una extensión arbolada junto al templo Meiji. Es una especie de parque del Retiro, es decir: es uno de los pulmones verdes de la ciudad, donde los ciudadanos pasean, hacen deporte y disfrutan de la tranquilidad. A nosotros nos sorprendió mucho la cantidad de cuervos negros tan bien nutridos que tiene este parque en especial. ![]() Es un excelente punto para descansar, tomar algo de media mañana y zambullirte en un pequeño paseo, antes de volver al caos de los grandes edificios y avenidas. Al salir del parque, decidimos visitar una de las calles comerciales que tanto me chiflan de Japón. En este caso le toca el turno a la Takeshita Dori. Se encuentra en el barrio de Harajuku. Es conocida por albergar multitud de tiendas de accesorios y ropa de cultura idol y lolita. Se hace muy curioso ver a las japonesas con esos trajes tan elaborados, paseando mientras disfrutan de un cono-gofre. Nosotros no pudimos ser menos. Los dos crepes nos costaron 1000Y. Estaban riquiiiisimos! Para ayudarte a elegir, en los kioskos principales, tienen las réplicas en plástico de los sabores que tienen en una vitrina. ![]() Esta calle bien merece pararse en cada local. Tienes desde tiendas repletas de merchandising oficial de grupos idol japoneses, como tiendas de patatas fritas con toppings extraños (calbee, la que sale en la foto de abajo). Vas a estar tratando de no entrar en cada rincón que te llame por el olor a comida rica que sale de cada esquina. ![]() Tenemos un pequeño problema cuando viajamos y es que nos encanta probar de todo. No solo nos planteamos el viaje como una inmersión cultural sino también gastronómica, jaja! Así que, como se acercaba la hora de la comida, decidimos buscar uno de los bares más famosos de Gyozas de la zona: El Harajuku Gyoza Lou. Puedes elegir entre las tradicionales hervidas o las fritas. Como nos era imposible decidir, pedimos una ración de cada. Eso y unas bebidas nos salieron por 1166Y. Tiradísimo! Y creo que fueron las mejores del viaje, así que están totalmente recomendables! ![]() Teníamos que bajar toda esa cantidad de exquisiteces así que decidimos ponernos en marcha hasta llegar a una zona también muy concurrida como es la calle comercial de Omotesando. Podría ser otra de las millas de oro de las compras en Tokio. Tiene un montón de tiendas muy chic y te va a sorprender la de cochazos que hay aparcados en segunda fila con el chófer esperando. Nosotros vimos hasta una asistenta enchaquetada cuidando de unos perritos pijísimos, mientras probablemente su dueña estaba gastándose sus fortunas en las carísimas tiendas de la zona. Lo bueno es que también tiene tiendas más asequibles. No somos mucho de comprar ropa en los viajes. Pero a lo que no pudimos resistirnos fue a entrar en una tienda mítica de juguetes para comprar regalitos. A la que entramos se llama Kiddy Land. recuerdo que tenía como 5 plantas temáticas, según los dibujos que buscases. Era impresionante ver tanto merchandising de Snoopy, Totoro, Kitty, Bola de Dragón… Se nos hizo un poco complicado, para nuestra sorpresa, encontrar cosas de Super Mario. Teníamos un encargo especial y no fue tan fácil como esperamos. Continuamos de visita por la zona, pero esta vez usamos el transporte público para alejarnos un poco más al Oeste. Cogimos la línea F naranja, una parada (desde Meiji-jingumae hasta Shibuya) para hacer trasbordo alli hasta llegar a la estación de Hamamatsucho. La situación de los metros en la zona en la que nos estaríamos moviendo todo el día era un poco limitada. Por otra parte, queríamos visitar un mirador de día y por la noche otro, por lo que modificamos el recorrido de esta manera: Nos acercamos a una visita rápida al Templo Zojo-ji. Desde esta localización, vemos perfectamente la Torre de Tokio, nuestro siguiente destino. ![]() Desde los tiempos de Edo, muchos creyentes visitan el templo cada año para rezar por su suerte y para protegerse de la mala fortuna. Se consideraba el templo familiar de los Shogunes Tokugawa. Este es uno de los templos que se pudieron reconstruir trás la Segunda Guerra Mundial, cuando la mayor parte de los edificios del área fueron destruidos por los bombardeos. Antiguamente albergaba alrededor de 120 edificios y subtemplos (con unos 3.000 sacerdotes) de los que hoy quedan y se pueden visitar solo un puñado de ellos. Los actuales edificios son reconstrucciones modernas, como por ejemplo, el mausoleo de los Shogunes Tokugawa. Los cuerpos fueron re-enterrados en este lugar tras su reconstrucción. La campana de la torre del templo, que data de 1673, fue una de las tres más grandes durante el periodo Edo. Pero, lo que sin duda atrae más la atención, es la puerta Sangedatsumon. Pasar a través de ella simboliza la liberación de tres pecados: la insensatez, la avaricia y el odio. Es una pena que a nosotros nos pillase en reformas. Yo soy más de fijarme en detalles pequeños. Lo que recuerdo con más cariño de este templo fueron las filas de interminables estatuas Jizo que se encontraban en uno de los laterales del recinto. Son figuritas que simbolizan los niños perdidos, fallecidos o no nacidos. Los japoneses acuden a estos templos para vestir con gorritos rojos estas figuras, para pedir por sus almas y/o por un nuevo hijo. Se te sobrecoge el corazón de ver cuántos padres han pasado por esto y aunque no seas creyente, es inevitable pensar en el dolor de las familias. ![]() En la actualidad, el templo continúa siendo un popular centro religioso y lugar de celebración de actividades culturales. Nos acercamos, ahora sí, a la Torre de Tokio. Pagamos las dos entradas por 1.800Y aunque tienes entradas más caras que te llevan hasta arriba por 2.900Y. Se accede a través de un hall con locales comerciales en los que puedes hacerte fotos con una Kitty muy japo ![]() ![]() No hacía un día especialmente despejado, por lo que decidimos subir únicamente al observatorio principal para echar unas fotitos. Como tenemos el paseo de 24 horas de metro, decidimos hacer una paradita desde Kamiyacho hasta Roppongi en la línea H Gris de metro. Una vez allí, nos topamos con una miniciudad futurista repleta de apartamentos, oficinas, un museo, unos cines… Todo ello comprimido en varios rascacielos. Nos dio la bienvenida una araña gigante (como la de Bilbao). Tras dar varios paseos, llegamos a un plató de televisión donde estaban entrevistando a un luchador de boxeo, o eso pensamos al verle sujetando un super cinturón, como el de los ganadores de los combates. Aprovechamos para comer gratis en un food truck del programa que te invitaba a arroz con algo más y alga nori. Se empezaba a hacer de noche, por lo que decidimos recortar tiempo en metro desde Roppongi hasta Shinjuku-Sanchome. Una vez allí, paseamos por la Golden Gai, pero nos llamó poco la atención. Se trata de unos 6 callejones estrechos y oscuros donde encontramos como unos 200 locales minúsculos donde los japoneses de todas las esferas se reúnen aquí para tomar algo y pasar el rato. Como todo muy auténtico, se supone. Quizá nosotros llegásemos demasiado pronto. Estaba bastante vacío y en la puerta de los bares colgaban carteles con precios de entrada a los locales para beber. Es como ir a una discoteca en España y pagar entrada. Pues eso pero para tomarte un par de copas en un sitio de 5 metros de largo por 2 de ancho. Continuamos nuestro paseo por la zona de Kabukicho, cotilleando entre carteles de Love hotels y perdiéndonos entre calles de neones. Además del conocido Robot restaurant (el restaurante temático con espectáculo incluido), encontramos una zona bien repleta de restaurantes especializados en Yakitoris o pinchitos de carne: la Shinjuku Yakitori Yokocho. Terminamos entrando en un sitio lleno de japoneses en mesas estrechísimas, llenas de platos, así que después de estudiar un poco la carta, pedimos varias cosas (entre ellas, brochetas de higado!!!). En España, jamás se me hubiese ocurrido probar aquello, jajaja! Pagamos por 3 platos y dos cervezas 2.600Y. Después de descansar un rato flipando en el bar por su decoración, disfrutando de ver a los japoneses hablando entre ellos, decidimos poner rumbo a nuestro último destino: El gobierno metropolitano de Tokio. Por el camino, vas sintiendo un poco de claustrofobia entre tanto rascacielos, pero se te pasa al llegar a la Estatua Love de color rojo chillón, que podemos encontrar en un montón de países. ![]() Estábamos cerca del edificio del gobierno, pero os diré que no nos fue nada fácil llegar hasta la puerta de entrada que nos llevase al mirador. Llegamos a la puerta principal y se encontraba todo oscuro y cerrado con varios carteles en japonés e inglés. Básicamente decía que el edificio se encontraba cerrado. No indicaba en ningún lugar que pudiese existir otra puerta por donde acceder al mirador. Una vez allí, tratando de buscar más información en nuestra guía de viaje, vino una pareja japonesa y se quedó con la misma cara que nosotros. Les preguntamos en inglés si sabían si había otra forma de acceder y me estuvo traduciendo los carteles del japones al inglés pero aún así, el chico no le encontraba sentido a por qué no se indicaba nada del mirador. Los cuatro nos quedamos bastante tristes pensando que por algún motivo, se habrían cancelado las visitas nocturnas sin previo aviso. Mientras nos alejábamos del edificio, vimos a la chica llorando así que, en mi faceta de cabezona, decidí buscar otra entrada lateral aunque fuese más alejada. HASTA QUE LA ENCONTRÉ! Lo primero que se me ocurrió fue ir corriendo a buscar a la pareja, que por suerte aún seguía en las escaleras principales del edificio. Así que allí fuimos los cuatro al observatorio. Final feliz para un día muuuy largo ![]() La visita del mirador es gratuita, por lo que nos encontramos a bastante gente esperando una vez dentro. La zona en sí, es bastante pequeña y disponen de pocos ascensores para llegar hasta allí, por lo que se forman colas para subir y bajar. Armaros de paciencia. De todas formas, yo disfruté bastante de las vistas. Supongo que la guardo con especial cariño por lo que nos costó llegar hasta el sitio correcto y por la cara de ilusión que puso la chica al ver que había otra entrada al edificio para subir, jaja! Ya solo nos quedaba volver al hotel en metro desde Nishi-shinjuku y así descansar de este día tan largo. Hicimos parada en un 7 eleven para coger provisiones ya que nuestro próximo día iba a ser de visita por Kamakura. Debí encargarme de coger millones de bollitos y patatillas fritas porque nos gastamos unos 800Y. Ir a un país tan lejano y no probar sus cosas es un crimen, verdad?? Pues eso, nos vemos en el siguiente día. Etapas 4 a 6, total 13
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.3 (4 Votos)
![]() Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |