![]() ![]() Japon 15 días por libre: Tokyo-Nikko-Kamakura-Takayama-Kanazawa-Hiroshima-Kyoto ✏️ Blogs de Japon
Viaje por nuestra cuenta durante 15 días recorriendo los siguientes puntos:
- Tokyo (con visita a las ciudades de Nikko y Kamakura)
- Takayama (con visita a Shirakawa-go)
- Kanazawa
- Hiroshima (con visita a Miyajima)
- Kyoto (con visita a Nara)
- Tokyo
Más info en nuestro blog de akilometros!Autor: Akilometros Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.3 (4 Votos)
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Etapas 10 a 12, total 13
Como ya os contamos en la entrada anterior, estuvimos turisteando por Takayama antes de continuar nuestro camino a Kanazawa. Partimos de Takayama a las 11:00 en un tren que paraba en Toyama y de allí haríamos trasbordo a Kanazawa, llegando sobre las 13:00.
Cuenta la leyenda que un día un campesino encontró unas pepitas de oro mientras preparaba la tierra para la siembra de patatas. Este hecho atrajo a muchos curiosos, los cuales bautizaron la ciudad como “el pantano de oro” o Kanazawa. Hoy en día, la región es uno de los grandes centros de refinamiento japonés: Producen cerámicas decoradas con hojas de oro, seda y lacados de gran reputación. Pero lo que más turistas atrae a día de hoy es su jardín: el Kenroku-in. Tiene también distritos de geishas y otros barrios que os enseñaremos, ideales para pasar el día recorriendo la ciudad con gusto. Nuestro primer objetivo era llegar al alojamiento. Por fin! Había llegado el momento de quedarnos en un Ryokan. Son alojamientos tradicionales japoneses donde suelen tener camas-futones para dormir, paneles de papel de arroz en las puertas, mesas bajas y una taza de té esperándote… Te descalzas en la entrada del hospedaje y te dan unas zapatillas especiales que dejas en la entrada de la habitación al llegar. Así no pisas nada sucio! Tienes preparado un Yukata para desvestirte y andar cómodo por las instalaciones (y para hacerte una bonita foto), pero lo mejor de estos alojamientos es su Onsen o baño público (luego os explico un poquito más). Después de barajar varias alternativas, elegimos el Sumiyoshiya (12.400Y, al cambio unos 100€. El alojamiento más caro de todo nuestro viaje ya que la mayoría nos salieron en torno a los 50 o 60€). Estuvimos debatiéndonos entre buscar algo del mismo rango de precios del viaje o si vivir la experiencia aunque fuese solo una noche para ver qué tal. Así que allí nos fuimos. ![]() Nada más llegar a la estación de tren, se nos irán los ojos a su estructura impresionante. Solo la puerta ya atrae todas las miradas. Originalmente tiene forma de tambor japonés o Tsuzumi, con forma de reloj de arena. Pero es tan alta que se hace difícil encontrar un parecido. Mide 13,5 metros de alto y 24 de ancho. Pensamos en cenar en la estación para así echarle otro ojo. Ahora tocaba buscar el hospedaje. La situación del hotel desde el tren no estaba mal para visitar la ciudad. Eran como unos 15 minutos caminando. Pero una vez llegados a las calles próximas al hotel… Menuda locura…. No había manera de encontrarlo. Preguntamos a un montón de gente ya que nuestro mapa no tenía suficiente zoom como para orientarnos calle a calle. Por fin, dimos con el lugar y dejamos las maletas corriendo para comer algo sin que se nos hiciese demasiado tarde. Justo en la paralela de nuestro hotel, había una avenida principal donde paraban varias líneas de autobus JR, que son gratis para los que viajamos con el JR Pass del tren bala o Shinkansen. Nos bajamos en la puerta del mercado de abastos Omi-cho, donde se nos ocurrió comer sushi. Llegamos sobre las 3 y ya no quedaba mucha variedad así que cogimos lo que nos sonaba un poco más: comimos unos niguiris de salmón (600Y) y encontramos un calamar como a la parrilla (300Y). El sushi rico pero el calamar… Pasapalabra. Como un zapato, según el catador oficial de Dani ![]() ![]() El mercado tiene una zona preparada con mesas para los que quieran hacer el mismo plan que nosotros elegimos. Al salir de allí, nos dirigimos hacia el parque del castillo de Kanazawa. Del castillo solo quedan reconstruidas dos torres y un enorme pasillo que las comunica, ya que a lo largo de la historia se ha incendiado en multitud de ocasiones. Es curioso cuanto menos ya que las fortalezas japonesas no suelen ser blancas. Resalta entre el verde de sus jardines. Durante un tiempo fue sede de la Universidad de Kanazawa así que fue necesario modernizarlo. En el último momento, decidimos no entrar a verlo por dentro: preferimos seguir paseando para intentar ver más cosillas de la ciudad. ![]() Donde sí nos apeteció entrar fue al Jardín Kenroku-en (310Y por persona). Es el símbolo de la ciudad. Las estaciones vienen marcadas por el paisaje que se dibuja en estos rincones. Llegamos a una hora perfecta donde casi no habían turistas para disfrutar de la tranquilidad del jardín. A lo largo del paseo, vimos un montón de linternas de piedra decorando estanques, en las entradas de las casas de té… También llegamos a la fuente Funsui, que dicen es la más antigua de Japón. Es un chorro a presión natural, ideal para hacerse la foto-turista del día, jaja! ![]() Hicimos otra paradita técnica para coger fuerzas y estuvimos comiendo unos helados a los pies de un estanque (340Y y una botella de agua a parte 100Y). Los jardines Gyokusen-en estaban ya cerrados (solo abiertos hasta las 4pm) así que acortamos un poco el recorrido. Cruzamos el río para llegar al barrio de geishas de Higashi Chaya-gai. Estos jardines tienen una de las más renombradas casas de té donde disfrutar de las famosas ceremonias. La casa Saisesu-tei es una de las más antiguas de Japón y de hecho, hay que pedirle cita a la señora Nishida previamente por correo si quieres que os haga la explicación en inglés. Para los interesados, la cuenta era umejo3@hotmail.com. En el barrio de Higashi Chaya-gai también podéis recibir explicaciones de la ceremonia del té. Hay dos casas muy conocidas: La casa de té Shima y la casa de té Kaikaro. Si estás interesado en aprender los gestos y los rituales del té, éstas también ofrecen las explicaciones en inglés por su propietaria u Okami-chan. ![]() El barrio de geishas de Kazue-machi es el más pequeño de los tres que hay en Kanazawa. Estuvimos dando una vuelta por sus calles, haciendo alguna que otra foto con algunas chicas vestidas con sus Yukatas. Y, cómo no, también estuvimos probando comidita callejera. Nos atrevimos con un pequeño local de croquetas de un montón de sabores: Ville de Croquette (710Y un par de ellas para probarlas). En estos barrios, te hacen la recomendación de tomar la comida en la puerta de los locales que te la sirven, para evitar ir por la calle (recordemos que el barrio está designado Patrimonio histórico de Japón) con las bandejitas de comida. Supongo que también velarán por que los turistas no ensucien la zona. Prefieren ponerte unas papeleras junto a los locales para que sepas donde dejar los residuos y que no se te “olviden” por ningún otro lugar. Llevaba toda la tarde pensando en el momento de volver al Ryokan y disfrutar de mi experiencia Onsen así que nos saltamos la parada en el Museo de dulces japoneses y también dejaríamos para otro viaje algunos puntos interesantes como el Templo Tentoku-in, que nos pillaba apartado del recorrido o toda la zona de samuráis como el barrio de Nagamachi. Se nos hacía de noche así que cogimos un bus a la estación JR donde podríamos encontrar algún sitio para cenar y ya volvernos al Ryokan. Fuimos a un bar que aparentemente parecía como de comida rápida, modernillo con mucha gente joven. Pedimos unos edamames, unos rollitos, pollo frito y unas gyozas. Todo por 1489Y. Ahora sí, iba a ser mi momento de descanso. Eso si conseguíamos llegar al Ryokan. Las calles cuadriculadas de la zona y sin luz del día nos complicaron BASTANTE la cosa de ubicarnos. Entramos en un Family Mart y preguntamos a las señoras. No hablaban ingles, claro. Intentamos enseñarles el mapa, miraban en unas guías de teléfono donde tenían un mapa… Salían a la puerta a buscar a alguien que pasase por allíque supiesen ayudarnos… Pero nada. Así que caminando entre calles, encontramos otro Ryokan y decidimos echarle morro y entrar a preguntarle por su competencia. El chico fue super amable. Con su perfecto inglés y un miniplanito, nos enseñó cómo llegar. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!! Llegamos por fin a nuestro alojamiento, dejamos todos los trastos y dije: este es mi momento! Completamente nerviosa por ver cómo me iba a encontrar el panorama, me cogí una toalla de baño, mis zapatillas y me fui al Onsen. Dani prefirió quedarse en la habitación descansando mientras yo me fui a investigar a fondo las tradiciones japonesas, jajaja! Están separados por sexos. Obviamente no llevé el móvil para sacar fotos. Aun así, le saqué una a la revistilla de la habitación donde también te explicaba los pasos básicos. ![]() Para mi sorpresa, no había nadie! Había leído los pasos principales: Cogerme una banqueta baja, sentarme allí y enjabonarme bien, aclararme con las duchas y después, al agua patos! Lo principal es el recinto con agua caliente cuadrada de poco aforo (este en concreto unas 4 o 5 personas si estuviese en una hora más concurrida). Como no había nadie, hice el recorrido a mi ritmo y después pensé: me muero de calor: voy a repetir el proceso. Me salgo a la ducha, me refresco y vuelvo a la bañera caliente. Y tanto va el cántaro a la fuente… que entró una señora octogenaria como poco. Yo la observaba de reojillo por ver si me había equivocado demasiado con la forma de proceder. Y luego entró a la “bañera” donde andaba yo en una esquinilla tímida. Como si estuviéramos en una barra de bar vestidas, la señora japonesa me preguntó nosequé que yo, automáticamente me debí poner roja como un tomate y decirle que no la entendía. Ella siguió diciendo algo más con su sonrisa en la cara, yo conté mentalmente hasta un número prudente y luego me salí. Quizá esta fuera la mecha que se encendió en mi cabecita para que quisiese aprender Japones. Nunca lo sabré, pero por si acaso, también le daré las gracias a esta señora, jaja! Después de esta experiencia en los baños públicos de mi hotel, me volví a mi habitación tradicional a tomarme un té. Allí, tan guapos vestidos, le dijimos buenas noches a un día que se nos hizo muy corto. Con la mente ya puesta en uno de los puntos del viaje más esperados: Hiroshima! ![]() Etapas 10 a 12, total 13
Comenzamos nuevo día recargados de pilas. Decidimos coger un Shinkansen que fuese relativamente temprano para poder aprovechar al máximo el tiempo (como siempre en este viaje) así que tenemos reserva de asientos en el tren de Kanazawa - Shin Osaka - Hiroshima a las 8:05 con llegada a las 12:35.
![]() La estación de Kanazawa era bastante nueva y grande, así que pensamos en desayunar allí. Entramos con los billetes del tren hasta los andenes y allí encontramos unas tiendas donde comprar cosas típicas de picoteo. Nos adaptamos un poco a lo que encontramos: unos oniguiris (triángulos de arroz envueltos en alga nori), patatillas de sabores extraños y alguna cosa más (700Y y 130Y de una botella de agua dentro del tren). Creo que empezaba a echar un poco de menos mis tostadas con tomate o un buen donut de chocolate, jajaja! Seguramente hubiésemos desayunado mejor fuera de los andenes pero queríamos estar seguros de encontrarlo todo a tiempo. Nuestra estancia en Hiroshima sería corta ya que al día siguiente volveríamos a viajar. En este caso elegimos el hotel Urbain Hiroshima Central, a 15 minutos de la estación a pie. Siempre cerquita para no dificultar la llegada con las mochilas. Una noche nos salió 7.380 Y (58€ al cambio). A pesar de estar cerca del hotel, en la oficina de la estación preguntamos por el bus (Maple oop) que podíamos coger con el JR pass sin gastar dinero en transporte. Al ver el plano, vimos que la ruta nos quedaba genial para llegar al hotel, así que decidimos probar. La hora del check-in del hotel de nuestra ciudad de destino es a partir de las 15:00 así que decidimos dejar las maletas en recepción y marchar hacia la visita principal del día: Miyajima. Para hacer esta visita, es conveniente mirar el horario de mareas y luz solar. Hay quien dice que es mejor visitar Miyajima con la marea alta para disfrutar de las vistas del torii “flotando” ![]() Una vez que dejamos las maletas en el hotel, volvimos con el Maple Oop a la estación de tren. El siguiente paso era coger un tren en Hiroshima central que nos dejase en la estación de Miyajimaguchi. Tarda 30 minutos en hacer el trayecto. Se nos iba a hacer un poco tarde si esperábamos a comer en Miyajima así que al llegar a la estación, tomamos la decisión más deliciosa del día: comer en cualquiera de sus locales de restauración. En Hiroshima, uno de los platos más famosos son los Okonomiyakis. Como decía mi madre, “donde fueres, haz lo que vieres”. No podíamos quedarnos sin probar ese plato tan rico! ![]() El sitio estaba genial porque los cocineros estaban a simple vista y podías verlos cocinar mientras esperabas tu plato. Es puro arte verlos mover las espátulas hasta hacerte este plato. ![]() Ya habréis visto que las cosas del comer nos la tomamos muy en serio, así que tuvimos que hacerles un vídeo Volviendo a la realidad, era el momento de salir del tren para llegar al ferry que nos llevase a Mijayima. Hay frecuencia cada 15 minutos así que no había problema en llegar. El último ferry de vuelta a tierra firme suele ser a las 22:14. Tenedlo en cuenta por si queréis hacer la visita al caer la tarde y ver la isla de noche. Miyajima tiene como atracción secundaria, disfrutar del paseo acompañado de los ciervos de la ciudad. A mí los animales me chiflan así que estaba entusiasmadísima. Al llegar del ferry, nos dieron un mapa explicando que los ciervos no eran muy amistosos así que convenía no tener a la vista papeleo como mapas o así. Probablemente te ibas a quedar sin ellos. Empecé el paseo un poco cautelosa. Luego, durante el paseo, vimos que no había peligro. Se acercaban amistosos y no había problema por acariciarlos. ![]() Hay varias rutas posibles a pie, según el tiempo disponible. El monte Misen es una atracción en sí. Cuenta con teleférico para llegar al punto más alto de la isla a 430 metros sobre el nivel del mar. La ruta más corta, según la oficina de turismo, se hace en 3 horas (sin contar con que quieras montarte en el teleférico). Nosotros no valoramos esa opción porque estaba el día de lluvia así que no íbamos a poder tener buenas vistas. * El centro de artesanías de Miyajima: Se pueden ver artículos artesanales típicos de la industria artística de Miyajima como cucharones de madera, grabados, bandejas talladas a mano o cerámicas. * Calle comercial Omotesando: Está perfectamente situada para que los visitantes no se olviden de comprar los regalitos antes de marchar a la terminal del ferry. A parte de souvenirs, también puedes encontrar restaurantes de ostras y otra de sus especialidades: el arroz con anguilas. También podréis encontraros con el cucharón de arroz de madera más grande del mundo. * Mikasanohama: Es el nombre que recibe la playa y el paseo por la costa que te lleva a las preciosas vistas del torii flotante. Comienza en un enorme torii de piedra. ![]() * El santuario Itsukushima: Esta construcción sobre el agua está dedicada al Dios protector del mar. Data del año 593, aunque se remodeló en varias ocasiones. Cuenta con varias estructuras, conectadas por pasillos que llegan a medir unos 300 metros. ![]() A 200 metros del santuario principal, se encuentra su torii rojo, símbolo inconfundible de Miyajima. El por qué de esa localización es sencilla: existe una costumbre sintoísta de adoración a las montañas, por lo que se prohibía la presencia humana en todo el monte. Al estar sobre el mar, los fieles podían ir a rezar sin pisar terreno sagrado. Como dato curioso, el torii rojo que vemos es el octavo del que se tiene conocimiento ya que durante el paso de los años ha ido sufriendo daños varios que han obligado a sustituir la estructura del torii. Está realizado en madera de alcanforero de unos 500 ó 600 años de antigüedad, muy resistente a la descomposición y a los insectos, además de madera de cedro y de ciprés. Mide unos 16 metros y medio de alto y pesa unas 60 toneladas. Su color se debe a que el rojo mantiene alejados a los malos espíritus. Su orientación tampoco es casual: la dirección noroeste es considerada por el Feng Shui como la puerta de entrada al demonio, por lo que el sol bloquea esa entrada. De ahí los símbolos del sol y la luna que encontramos pintados al este y al oeste del torii. La lluvia apretaba a ratos así que antes de entrar al templo, nos hicimos con un paraguas por 500Y (no veas lo que resiste el tío, que dos años después sigo usándolo! Es mi paraguas favorito, claro!). La entrada al Santuario Utsukushima fueron 600Y. Este lugar debe ser precioso para recorrerlo un día soleado. Casi desde cualquier punto del Santuario podíamos ver el torii de fondo flotando. Estaba cumpliendo mi sueño de estar ahí, viéndolo en primera persona! Y no es para menos mi alegría: es Patrimonio Mundial de la Humanidad. ![]() * Nishimatsubara: Paseo de pinos y linternas de piedra que se encuentra a los pies del santuario Kiyomori. * El acuario: Poseen unas 350 variedades de pececillos. En total unos 13.000 ejemplares. * El Parque Omoto: El lugar perfecto para ver las estaciones de la mano de las hojas florecidas de cerezo en primavera, las azaleas en verano y las hojas rojas de arce en otoño. * El museo de historia y folklore de Miyajima: Originalmente fue la residencia de un comerciante rico de la zona. Actualmente hay una extensa colección de unos 3.000 artículos relacionados con la alimentación, la vestimenta, la industria, el transporte… * El templo Daiganji: Hasta la restauración Meiji en 1868, este templo estaba a cargo de la reparación y construcción del Santuario Itsukushima. * El salón del tesoro: Conocido como Homotsukan, contiene valiosas esculturas, pinturas y artesanías, de las cuales 130 han sido designadas tesoros nacionales o importantes bienes culturales. * La pagoda Tahoto: Mide unos 15 metros de altura. Se construyó en 1523 por el monje Shukan. Parte de la arquitectura tiene influencias indias y chinas, además de japonesas. Su nivel inferior es cuadrado mientras que el superior es redondo. * El parque Momijidani: Es otro infaltable del paseo por la isla. Se cubre con un bosque primitivo extenso y se ha designado como monumento natural. * La pagoda de cinco pisos y Senjokaku: Es una biblioteca de los sutras budistas que se construyó en el año 1587. Debido a la muerte del Daimio Hideyoshi, una parte del edificio quedó sin terminar. Su pagoda data aproximadamente del año 1407. Tiene unos 28 metros de altura. ![]() Lo cierto es que el tiempo no nos acompañó este día. Creo recordar que fue el que más nos llovió de todo el viaje. No pudimos ir a los parques. Visitamos todo con bastante prisa y priorizamos las vistas al torii, que era mi mayor ilusión del viaje. Sin duda tendremos que repetir la próxima vez :). De vuelta a Hiroshima, no teníamos ni idea de dónde íbamos a cenar por lo que de camino al hotel, en la avenida donde nos dejaba el bus turístico, decidimos buscar algún local de comida. Llovía a cántaros. Vimos un cartel en la puerta de un edificio con la foto de un suculento filete empanado. Nos tiramos de cabeza a las escaleras de subida. No nos dio por leer demasiado el cartel así que dimos por hecho que estaría en la primera planta. Aquí comienza otra de nuestras historias rocambolescas! Abrimos la única puerta del primer piso y efectivamente, estábamos en un restaurante minúsculo donde el señor de detrás de la barra no hablaba ni papa de inglés. Nos miró con cara de: os habéis perdido. El local tenía una barra en forma de L donde se repartían unas 12 sillas que curiosamente estaban ocupadas casi al completo. Nosotros decidimos sentarnos en las dos sillas que únicamente quedaban libres. Dijimos la palabra mágica: Tonkatsu (filete empanado) y el señor nos dijo que tururú, levantando unas tapas cuadradas que tapaban unos calderos de sopa con cosas flotantes. Decidimos que nos tomaríamos alguna bebida por no hacer el feo de marchar y luego nos iríamos en busca de otro lugar. Dani solo quería matarme por entrar en ese edificio y yo insistía en decirle: cosas de los viajes. No sabes donde vas a parar. Ya tenemos para contarle a nuestros nietos! Todos los lugareños nos miraban expectantes hasta que una señora de nuestro lado rompió el hielo hablándonos en inglés. Fiuuu, la cosa se relajaba. Estaba acompañada de otras 3 ó 4 señoras que no la entendían cuando nos hablaba pero eran majísimas. Comían algo parecido a unas nueces pequeñas con cáscara. Mientras nos preguntaban de dónde veníamos y cuántos días estaríamos, nos ofrecieron probar aquellos frutos secos. Le contamos que veníamos por el tonkatsu de la foto y se rieron bastante. Tocaba marchar en busca de la comida de verdad. Nos cobraron por las dos cervezas 1100Y (definitivamente nos cobraron como turistas). Insistí en seguir subiendo escaleras en contra de las ganas de Dani y de repente llegamos a otro bar, éste con mesas y una barra pequeña. Un señor que tampoco hablaba inglés estaba viendo la tele mientras terminaba de recoger los cacharros de servirle al señor que comía solo en la barra. Dani me miraba con cara de “vámonos” pero ya estábamos en la puerta de su bar y teníamos hambre. Le preguntamos por tonkatsu antes de sentarnos y cuando afirmó con la cabeza, mi diosa interior bailó muchísimo. Decidimos sentarnos en la barra para ver qué se cocía por allí y poco a poco Dani se fue relajando al ver que comeríamos filetito. La cosa se terminó de destensar cuando de repente entraron por la puerta como 15 turistas que venían con una guía angloparlante. Debían ser chinos. ![]() Cuando estaban revisando la carta, nos sirvieron los tonkatsus atrayendo la atención de la guía que se nos acercó para preguntarnos lo que estábamos comiendo. Terminamos haciendo amigos después de todo! La cena nos costó 2800Y. Claramente las cervezas del primer piso fueron nuestra turistada del día. Al día siguiente en el desayuno del hotel, cuál fue nuestra sorpresa que nos encontramos a todos los turistas y su guía desayunando también. Éramos vecinos de hotel, jaja! Aprovecharíamos la mañana para visitar la ciudad de Hiroshima con el bus turístico. Pero esta vez dejaríamos la habitación antes para que no nos pasase lo del día anterior en el check out. Nuestro paseo por Hiroshima os lo cuento en el siguiente post. Hasta pronto! Etapas 10 a 12, total 13
A medida que os voy contando los días de nuestro viaje, voy guardando mapas, tickets e info de cuando hicimos los trayectos. Poco a poco, la montaña de papeles que quedan por contar se va haciendo más liviana. Por el contrario, la caja de recuerdos donde voy metiendo cada etapa contada, se va llenando más de recuerdos. Por un momento, al darme cuenta de que solo me queda la última etapa de nuestro “best viaje ever”, he querido viajar en el tiempo para volver desde el principio a revivir nuestro paso por Japón. Tendré que dejar mi momento morriña para seguir contando qué tal fue nuestro viaje, por mucho que me pese verle el final!
Efectivamente, con la mañana por Hiroshima se acaba la segunda gran etapa de nuestro viaje: la primera fue la eléctrica Tokio con sus neones, la segunda fueron las noches sueltas por la Japón profunda de ciudad en ciudad, y la tercera es la de nuestros últimos días en la impresionante y señorial Kioto. Como decíamos en la entrada anterior, comenzamos el día madrugando para hacer el desayuno en el buffet del hotel. Una vez que le llenamos el tanque a nuestras barrigas, nos vamos en tour frenético por la ciudad de Hiroshima. No podíamos irnos sin pasear por la zona cero de aquel desastre para conocerlo mejor. Nos montamos en el autobús Jr (le sacamos partido con creces al Jr Pass como podéis comprobar) y nos dirigimos directamente a la cúpula de la bomba. ![]() Antes de hacerse tristemente famosa esta ciudad el 6 de agosto de 1945, la zona cero del desastre era el centro financiero y político de la ciudad. Hoy en día, alberga un único edificio que quedó en pie tras la bomba: el salón para la Promoción industrial donde se encontraba la cúpula o Genbaku Domu. El resto de los edificios colindantes, quedaron reducidos a ceniza y escombro. Tras recuperarse del revés, la ciudad de Hiroshima se convirtió en una de las más modernas de Japón ya que fue rápidamente reconstruida. El edificio de la cúpula en cuestión, quedó enmarcado junto al parque de la Paz: se trata de un recinto verde donde pueden recordar a sus victimas. Dando un paseo al cruzar el río, encontramos el Museo de la Paz, un paseo duro por los recuerdos de todo lo sucedido donde se pueden ver claramente los resultados de la bomba y los efectos en la población. También el Cenotafio del Memorial a las víctimas de la bomba atómica, que contiene los nombres de todos los muertos. La llama de la paz, en pleno parque, arde sin cesar desde que se encendió en 1964 y no se apagará hasta que desaparezcan las armas nucleares de la Tierra. ![]() Hay un punto mágico donde se pueden ver desde un mismo ángulo, la llama de la paz bajo el arco del cenotafio y al fondo la cúpula. ![]() Hay otros puntos para visitar como: * El museo a la paz de los niños, donde puedes hacer grullas de papel en su honor * Ver el reloj parado en las 8:15, hora en la que estalló la bomba. Se encuentra en la Sala Nacional Conmemorativa de la Paz. * Cruzar alguna de las cinco puertas de la paz. Miden unos 5 metros de alto y contienen la palabra Paz en varios idiomas (detrás del edificio del museo de la foto). * Ver la torre conmemorativa a los estudiantes movilizados (junto a la fuente de la cúpula, fuera del parque de la paz), en conmemoración a todos los estudiantes que se vieron obligados a trabajar en la industria de la guerra y que finalmente acabaron muertos. Hiroshima no es solo gastronomía con sus famosos Okonomiyakis, ni es tristeza o paz con la cúpula y el parque de la paz. Esta ciudad tiene también otros puntos visitables, que no pudimos ver por falta de tiempo: * Los jardines Shukkei-en * El castillo de Hiroshima * El Santuario Gokoku * Las calles peatonales de tiendas y bares Aioi-Dori y Hon dori Nos quedamos con muchas ganas de seguir conociendo esta ciudad tan cómoda de visitar con el autobús gratuito. Muy intuitiva y de aire moderno. Nos apuntamos todo esto para la próxima y además nos queda conocer por dentro un bar típico japonés o Izakaya. Son típicos de esta zona de la región aunque los podemos encontrar por todo Japón. Ofrecen comida y bebida en las mesas pero también tienen zonas de tatamis japoneses. Sirven a modo de ración sus platos para compartirlos entre los comensales. Son fáciles de reconocer porque en la puerta les cuelga un farolillo rojo o Akachochin. Algunas Izakayas tienen el concepto de “all you can eat” o Tabehodai, y de “all you can drink” o Nomihodai. Luego también están las licorerías o Tachinomiya, donde se bebe de pie. Se nos hace tarde, así que volvemos sobre nuestros pasos hacia el hotel para recoger las maletas. Nuestro tren sale de Hiroshima a las 10:53 para hacer trasbordo en Shin-Kobe y de ahí a Kioto. Antes, haremos una parada técnica para hacer acopio de víveres para el tren. Hacemos una compra de gochadas en un seven eleven por 496 Y. Ahora sí, nos despedimos de estas ciudades que nos han dado tanto para meternos de lleno en Kioto. Nos vemos pronto! Etapas 10 a 12, total 13
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