![]() ![]() NOS VAMOS A FLANDES. Seis días visitando Bruselas, Gante y Brujas ✏️ Blogs de Belgica
Ruta de seis días visitando Bruselas, Gante y Brujas. Del 6 al 12 de Octubre de 2017Autor: Alejandria Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (20 Votos) Índice del Diario: NOS VAMOS A FLANDES. Seis días visitando Bruselas, Gante y Brujas
01: Porqué nos vamos a Flandes
02: COMENZAMOS POR LA GRAND PLACE
03: LOS PASOS DE UN FREE TOURS
04: DE LA CIUDAD ALTA A LA CIUDAD BAJA. LES MAROLLES. ORIGEN DE BRUSELAS
05: BARRIOS DEL CENTRO DE BRUSELAS
06: ATOMIUM. MUSEOS DEL LEJANO ORIENTE. MAS DEL CENTRO
07: BARRIO EUROPEO
08: COMUNA DE IXELLES. NOS DESPEDIMOS DE BRUSELAS
09: GANTE DE NOCHE
10: GANTE. SAN BAVON, EL CORDERO MISTICO, GERARDO EL DIABLO.
11: GANTE. EL PODER DE LOS BURGUESES: BELFORT. EL PODER COMUNAL: AYUNTAMIENTO
12: GANTE. DE IGLESIAS Y MUELLES
13: GANTE: CASTILLO DE LOS CONDES, MERCADO DE LOS VIERNES.
14: BRUJAS. PRIMEROS PASEOS. CAE LA NOCHE
15: DOS TORRES EN EL SKYLINE DE BRUJAS. HANS MEMLING
16: BRUJAS: BEATERIO, MINNEWATER, MUELLE DEL ROSARIO
17: BRUJAS. GROTE MARKT, BURG
18: CANALES DE BRUJAS Y CALLEJEO VESPERTINO. DONDE NACIO LA BOLSA.
19: ULTIMAS HORAS POR BRUJAS. DE PUERTAS Y MOLINOS.
Total comentarios: 24 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 19
Serían pasadas las 13 horas cuando salimos de visitar la Catedral. En los restaurantes estaba ya la gente comiendo, pero nosotros decidimos darle un poco más de tregua y esperar algo más.
Volvimos por nuestros pasos hacia la Place L’Albertine. Atravesamos de nuevo sus jardines y subimos al mirador de Mont des Arts. Si la vista de estos jardines desde el mirador era estupenda, la que tenemos de los mismos en la parte de la plaza, tampoco desmerecen en absoluto. ![]() En el mirador de Mont des Arts repetimos la vista panorámica de la ciudad baja de Bruselas pero nos encontramos de frente con otra vista impresionante y que con anterioridad no la habíamos tenido en cuenta. Más que de frente, girando algo hacia la izquierda. Un conjunto de edificios con diseños arquitectónicos bastante distintos que, sin embargo, forman una bella composición. ![]() ![]() El edificio con aires medievales, más a la izquierda, casi haciendo esquina en la Rue Ravenstein, es precisamente el Hotel Ravenstein. Y no es que sea un hotel, sino que, en Francia y Bélgica se conoce con este nombre también a un tipo de residencia señorial, tipo palacete urbano. Y tiene aires medievales porque se construyó a caballo entre finales del siglo XV y principios del XVI. La familia Ravenstein fue la promotora y por eso lleva su nombre. Fue restaurado en 1893-1894 por el arquitecto Saintenoy, que tiene otro edificio construido en la misma línea de edificios. Necesitó otra reforma en 1934 y fue clasificado como monumento histórico en 1937. Por ello el edificio sobrevive frente al resto de edificios que fueron demolidos por la zona. Es el último ejemplo que queda de mansión estilo borgoñón. El edificio se dispone alrededor de un patio central. Actualmente hay un restaurante y se encuentra en manos privadas. ![]() La otra obra del arquitecto Saintenoy de este conjunto de edificios es el de los antiguos almacenes Old England. Construido en 1899 en hierro forjado y fundición constituye uno de los más bellos ejemplos del Art nouveau de Bruselas. Con el paso del tiempo lógicamente se fue deteriorando, pero después de una buena restauración comenzada en 1989, en el año 2000 pasó a albergar el Museo de Instrumentos Musicales, MIM, perteneciente a los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas. ![]() Además de admirar su fachada, con su torreta en la esquina y su marquesina, trabajadas con gran primor, hay que adentrarse en su interior para contemplar la buena optimización que se consiguió con la luz natural. Su ascensor mantiene su antigua estructura y te transporta a otra época de la historia, además de llevarte a las diferentes plantas y a la última de ellas donde hay un restaurante. Nosotros subimos con la intención de asomarnos desde la terraza para ver las vistas de la Place Royale. El día estaba muy nuboso, aún así, las vistas son buenas, aunque algo incompletas por la pared de la terraza. Las buenas vistas se obtienen desde el amplio ventanal del restaurante. Vistas sobre toda la parte baja de Bruselas. Pero ni pudimos acercarnos ya que todo el lateral de la cristalera estaba ocupado por mesas con sus correspondientes comensales y no era cuestión de ponerse en medio a mirar o echar fotos. ![]() El museo dicen que es de lo más interesante y de los más importantes, en su rango, con una colección única en el mundo. No teníamos suficiente tiempo para verlo y tampoco entendemos mucho de temas e instrumentos musicales. Si en lugar de dirigirnos hacia este edificio de Old England hubiéramos seguido por la Rue Ravenstein, en la parte posterior de esta manzana de edificios nos hubiéramos topado con el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, BOZAR. Edificio construido en Art déco por Victor Horta. Y no es un museo de arte moderno, como yo tenía anotado, sino un lugar destinado a diversos eventos de carácter cultural. No sé de donde sacaría la información. Pero no nos acercamos siquiera a ver el edificio por fuera. Frente a este conjunto de edificios, anteriormente mencionados, hay una rara fuente con un nombre aún más extraño, Whirling Ear, “fuente de la oreja torbellino”. Pues la escultura que hay en la fuente es nada menos que de Alexander Calder y tiene su pequeña historia. En la Exposición Universal de 1958 se colocó delante del pabellón estadounidense y cuando la misma finalizó fue donada al estado por parte de los EEUU. Estuvo olvidada en un sótano del Museo de Arte Moderno hasta que alguien se acordó de su existencia y decidieron restaurarla. No sin el enfado de su autor, (por dejarla olvidada), que pretendió comprarla de nuevo. Después de su restauración se colocó en esta fuente y allí se encuentra, haciendo giros cada minuto. ![]() Desde la Place Royale nos adentramos de nuevo en la Rue de la Regence, una de las calles con encanto de Bruselas. Con lo primero que nos topamos es con el gran edificio que pertenece a los Museos Reales de Bellas Artes de Bruselas. En esto centro hay concentrados tres museos, el Museo de Arte Antiguo, el Museo Magritte y el Museo Fin de Siglo, porque el Museo de Arte Moderno está pendiente de reubicación. Su visita, sobre todo el de Magritte y el Old Masters, se tendrán que quedar para otra ocasión. ![]() Volvemos a disfrutar de la silueta, torrecitas, pináculos y perfiles de la iglesia de Notre Dame du Sablón y de las vistas del jardín de Petit Sablón. ![]() ![]() ![]() Llegamos ante el Palacio de Justicia situado en la Place Poelaert, al final de la Rue de la Regence. El nombre de la plaza corresponde al arquitecto que construyó el edificio, Joseph Poelaert. Se comenzó a construir en 1866 bajo el reinado de Leopoldo II para ser la sede del poder judicial y de los tribunales de justicia de Bélgica. Y sigue funcionando como tal. Es un edificio grandioso y descomunal. Dicen que es más grande que la Basílica de San Pedro y uno de los edificios en piedra más grandes del planeta. El arquitecto lo diseñó inspirándose en el clasicismo, como muchas otras obras que encargó Leopoldo II en las que predomina el neoclasicismo. Este arquitecto no lo pudo finalizar y el que lo terminó colocó una cúpula en lugar de una pirámide que estaba en el proyecto de Poelaert. Cúpula que no es la que vemos pues la actual se tuvo que levantar después de la Segunda Guerra Mundial ya que los alemanes incendiaron el palacio al retirarse de Bruselas. Un edificio tuvo un coste desorbitado para la época. El mismo sobrepasó en mucho el coste inicial y se sufragó con cargo a los beneficios de las explotaciones del Congo. País del que era propietario el rey Leopoldo II y el cual explotaba como si de una empresa privada se tratara. Amasó una gran fortuna utilizando la población nativa como mano de obra forzada y esclava y con condiciones de trabajo inhumanas. Toda una leyenda negra detrás de este tema, pero con datos verídicos. La construcción del edificio dejó sin vida a muchos nativos del Congo, (y no solo este edificio) y también se llevó por delante 3000 viviendas del barrio Les Marolles que fueron derruidas para levantar el palacio. El exterior del palacio casi que no puede verse porque se encuentra lleno de andamios. Pero no es cuestión de que hayamos tenido mala suerte ahora, sino que parece que desde unas décadas acá los andamios no son temporales sino permanentes. Dicen las malas lenguas que el palacio tiene que estar apuntalado debido a su enorme peso y a que los terrenos sobres los que se asienta son algo pantanosos. ![]() ![]() Su interior parece ser que es espléndido y bastante merecedor de una visita que suele ser gratuita. Pero al ser un lugar de trabajo también, los fines de semana el palacio permanece cerrado. Como hoy es sábado, está cerrado, así que nos quedamos sin ver su interior. La Place Poelaert en una plaza grande, desangelada y sin alma. Lo único bueno que tiene es que es uno de los mejores miradores de la ciudad baja de Bruselas. Mirador de largo alcance y de corto también. Desde el mismo se tiene una idea bastante general de los errores de construcción de los años 50 – 60 del siglo XX. Debajo mismo del mirador se extiendes las viviendas del barrio Les Marolles. En la plaza hay erigido un monumento a “la gloria de la infantería belga” y las fechas de las dos guerras mundiales. ![]() En un lateral del mirador se encuentra el ascensor de cristal que salva el desnivel desde la parte alta de la ciudad, la zona noble, hasta la ciudad baja, dónde se encuentra el pueblo. Es gratuito y en unos segundos tienes acceso a otro mundo diferente, al mundo del barrio Les Marolles. Nada más bajar por el ascensor de cristal, en la plazoleta en la que se encuentra, vemos un gran mural en la pared de un edificio. Es un mural representando una historieta de Spirou, incluido en la “ruta del comic” ![]() ![]() Estamos en la Rue Haute, arteria principal de este barrio. Esta calle fue en sus orígenes una calzada romana y la calle actual sigue su mismo trazado. Nos desplazaremos hacia el final de la misma, hacia la Puerta Hal. Es una calle que refleja muy bien el ambiente y el mundillo de este barrio. Una calle también muy comercial. Hay bares, cervecerías, restaurantes, pequeños comercios de artesanos, de comestibles.. Muchas tiendas de antigüedades en su versión más “vintage” y de objetos de segunda mano, tiendas de decoración, de muebles restaurados y comercios que venden objetos de lo más variopinto, casi siempre usados. En este barrio lo primordial no son los edificios, sino pasear por sus calles para contemplar cómo se vive en un barrio tan castizo y ver otra cara de la ciudad de Bruselas. Aunque también hay algunos edificios dignos de mención. Nos detuvimos a comer en un restaurante portugués porque nos llamó la atención su anuncio de plato de bacalao. Luego nos dimos cuenta que justo enfrente había un restaurante español y un bar con su anuncio de “tapas y vinos”. No recuerdo el nombre de ninguno, soy pésima para estos temas y además ni siquiera tomé nota. El restaurante no tenía una gran presencia pero sirven una comida muy buena y elaborada. A mi marido le encanta el bacalao y más si está preparado a la manera portuguesa. Mientras esperábamos que la comida se hiciera el dueño del restaurante nos puso al día de muchos temas del barrio y su información fue más valiosa que muchas de las notas que llevaba. Hablamos primeramente del tema candente en España, el de Cataluña, como no. Era conocedor del tema no solo porque lo viera en las noticias sino porque tiene parroquianos españoles. Dice que hay una importante colonia de españoles en este barrio. También italianos, franceses, portugueses, marroquíes…, hasta emigrados del Congo. Podría decirse que un 50% de sus 12.000 habitantes son belgas y el otro 50% de otras nacionalidades. Lo cual lo convierte en un barrio multirracial con diversidad cultural. Los habitantes del barrio son obstinados y defensores de sus derechos, contagiándose mutuamente. Hay un gran sentido de comunidad y una rica vida asociativa. Ya en 1969 el barrio se vio amenazado de nuevo por una posible extensión del Palacio de Justicia que ya lo había dejado mutilado cuando su construcción. Pero esta vez sus habitantes se resisten, forman un Comité y protagonizan varios actos de protesta. Al final ganaron su batalla. El evento se celebra con la organización de un entierro simbólico del “Promotor” y su esposa la “burocracia”, según consta en una placa situada en la Rue Montserrat. El 80% de las viviendas son alquiladas porque provienen de varios bloques de viviendas sociales. Un ejemplo de ello es la Cité Hellemans que luego visitaremos. Pero hay otros varios ejemplos conocidos, Old Blocks, complejo de Minimes, Brigittines… En fin, una comida gustosa con una agradable tertulia. Nos entendíamos en “portuñol”, el portugués no es difícil de entender y además el señor chapurreaba algo de español. Continuando por la Rue Haute, seguimos viendo algunas curiosidades. En medio de edificios comunes y anodinos, sobresale algún edificio algo más notable. Es el caso del Palacio Minerva, en el número 205-207 de rue Haute, que albergó primero el cine denominado L’Eldorado y que luego en 1928 se convirtió en el cine Rialto. Cerraron en 1973. Actualmente hay una tienda de antigüedades. ![]() ![]() En esta calle tuvo su residencia el joven Auguste Rodin. Concretamente en el 244 de esta rue de Haute. En esta calle también hay algún que otro museo. En el número 298 se encuentra desde 1927 el Musée de Centre Public d’Aide Sociale o museo Van Het OCMW. Dentro del edificio del hospital Saint Pierre, una antigua leprosería, y dedicado a enseñar el patrimonio y la historia de la asistencia social en Bélgica. Concentra un patrimonio artístico y mobiliario de los centros agrupados en el Consejo General de Hospicios, con importantes obras expuestas. Y en el número 314 de la calle está el museo Art et Marges. Un museo alternativo que concentra las obras de autores no convencionales. Caminando por la calle hemos visto en el suelo la concha dorada del Camino de Santiago. Por esta calle también discurre el camino a su paso por Bruselas. Hasta llegar a la Puerta Hal dónde se reunían los peregrinos para continuar su marcha por la vía Bravantica. La Puerta de Hal es lo único que queda en pie de la segunda muralla medieval de la ciudad de Bruselas. La muralla “nueva” fue construida en 1381. La muralla y las torres, a excepción de esta, fueron destruidas en las primeras décadas del siglo XIX para la construcción de los bulevares que rodean el casco histórico de la ciudad. Este casco histórico, visto en un mapa, asemeja la figura de un pentágono y así es llamado muchas veces. La muralla delimitaba esa figura de pentágono. Actualmente aunque la muralla no existe sí pervive su trazado ya que el “pentágono” sigue estando dibujado por los grandes bulevares que la sustituyeron. La puerta se encuentra justo en medio del bulevar de Midi. Desde que finalizaran sus funciones defensivas esta puerta ha tenido varios usos, como depósito, prisión, hasta que se decidió convertirlo en museo. Para ello sufre una fuerte restauración que transforma la torre medieval en un pequeño castillo neogótico, con una imagen más romántica del Medievo. ![]() También como museo ha tenido varias evoluciones. Actualmente es un museo que cuenta la historia de la propia torre y sus usos en el correr de los tiempos. También algo de la historia de la ciudad, de sus corporaciones, de su folclore. Además de exposiciones temporales. Su precio de entrada es de 3€. A la vista de su luminosa fachada nos decidimos a hacerle una visita. La fachada que mira hacia rue de Haute tenía su puerta de paso y sobre ella se ha añadido una torre circular con techo cónico. Dentro de esta torre una escalera de caracol nos conduce al primer piso dónde se encuentra la primera sala de exposición. Una amplia sala con bóveda neogótica y adornada al estilo medieval. Las ventanas también son góticas y reemplazaron a las viejas ventanas rectangulares. ![]() ![]() En esta sala hay algunas obras maestras. Collares y estandartes de las casas gremiales, una armadura de gala de Alberto de Habsburgo, su caballo y el de su esposa disecados y puesta su piel en un molde de madera, una cuna con el nombre de Charles V grabado…. ![]() ![]() ![]() En la planta ático se exponen muestras temporales. Ahora parece que no hay ninguna y en su lugar una casa de muñecas espléndida, a la que no le falta detalle. ![]() La Puerta de Hal tiene un torreón en forma de herradura con un corredor con pasarela y algunas troneras y almenas. Las vistas desde estas pasarelas están bien identificadas por paneles y son dignas de verse. Sobre todo las del lado de Saint Gilles. Ya tenía este barrio anotado pero con esta vista, su visita cobró protagonismo. Finalmente no pudimos ir porque se nos complicaron un poco las cosas. ![]() ![]() ![]() En el pequeño jardín que rodea el edificio hay un monolito de granito. Al lado, una placa de mármol gris en el suelo, algo deteriorada por cierto. Cuenta que el monolito es una escultura de un antiguo símbolo solar erigido en memoria del peregrino anónimo en el lugar que se reunían los peregrinos para el comienzo de su largo caminar hacia Santiago de Compostela. En el Xacobeo de 1999 ![]() Por la Rue Blaes nos encaminamos hacia la Place du Jeu de Balle. Pero antes nos desviamos un poco a la Rue Pieremans para ver otra muestra de art nouveau. Se trata de la denominada Cité Hellemans. Son un conjunto de edificios de viviendas notables por su diseño y estética, influenciado por el art nouveau. Se erigieron por 1915 y constituyen un ejemplo temprano de vivienda colectiva. Por esta zona a principios del siglo XX había muchos callejones sin salida, los denominados impasses, en los que la gente vivía en condiciones paupérrimas y con baja salubridad. Fue una buena idea del arquitecto Emile Hellemans, este conjunto de viviendas ordenadas en paralelo y entre ellas una calle. A estas calles le dieron el nombre de algunas actividades artesanas, en consonancia con el carácter obrero del barrio en el que se estaban levantando. Rue des Orfevres, Rue des Tonneliers, Rue des Charpentiers… ![]() En la misma rue Pieremans tuvimos ocasión de ver otro mural de arte urbano, “ la Patrouille des Castors”. ![]() La Place du Jeu de Balle fue construida en 1853 junto con la rue Blaes. Su nombre hace alusión a la práctica del juego de pelota vasca, muy conocido en aquellos tiempos en Bruselas. También es conocida la plaza como el “Viejo Mercado”. Desde aquellos tiempos viene celebrándose diariamente un mercadillo muy popular, un mercado de las pulgas dónde se vende de casi todo, la mayoría de segunda mano. Nuestro gran fallo fue llegar cuando se había todo terminado, hasta la plaza estaba limpia. Ya nos lo había advertido nuestro tabernero portugués, que nos íbamos a perder una buena atracción de este barrio. No solo por lo que se podría comprar en el mercado, sino por contemplar el bullicio y ambiente del mismo. Pero bueno, así podemos ver la plaza con mejor perspectiva. La iglesia de la Inmaculada Concepción, de estilo neo-románico, construida más o menos cuando la plaza. La iglesia en principio formaba parte de un convento de capuchinos. ![]() Un antiguo cuartel de bomberos que alberga ahora algunos apartamentos, galerías de arte, tiendas y un restaurante. Es de finales del siglo XIX, de estilo ecléctico y diseñado por el arquitecto Joseph Poelaert, el mismo que el del Palacio de Justicia. ![]() Es un buen lugar para tomarle el pulso a este barrio. Por la plaza y las callejas aledañas, en 1944, centenares de personas celebraron la muerte de Hitler con un ataúd abierto y un hombre disfrazado de führer. Una hazaña altamente comentada. Los habitantes del barrio habían competido por ocultar a cuantos judíos pudieron durante el conflicto. Siguiendo la rue Blaes continuamos viendo tiendas de antigüedades que van ganando en aspecto conforme nos acercamos al final de la misma. En este final de la calle aparece la iglesia de Notre Dame de la Chapelle. Es una iglesia católica de la que se tiene constancia escrita desde 1134. Construida cerca de la primera muralla de la ciudad, la única que entonces había. El edificio actual data del siglo XIII aunque el aspecto que hoy vemos difiere bastante de su imagen inicial ya que tiene a sus espaldas una historia turbulenta de saqueos, incendios, bombardeos de 1695… con sus correspondientes transformaciones y restauraciones posteriores. Es un modelo en la historia del paso del estilo románico al gótico. Nosotros no la pudimos visitar porque ya estaba cerrada. En su interior hay interesantes obras de arte y el monumento funerario donde fue enterrado Pieter Bruegle el Viejo, que se encuentra en el mismo lugar que antaño. Actualmente es una iglesia católica de la comunidad polaca y en un altar lateral hay una Virgen de Czestochowa. ![]() Hemos finalizado nuestro paseo por el céntrico y carismático barrio de Les Marolles. Aún queda algo de la tarde y nos resistimos a irnos al hotel. Así que nuestros pasos nos llevan hasta el barrio de Saint Géry. Otro barrio, más que céntrico, que tiene mucha animación y otro sabor distinto a Les Marolles. Y también cargado de historia. Paseando nos fuimos encontrando con varios murales de la ruta del comic. Algunos son geniales. En la Rue des Alexiens nos encontramos una escena callejera en plena fachada lateral de un edificio anodino. Una parada de tranvía, la Tramhalte 18, frente a un cine llamado Metropole, un joven pícaro llamado Albert. Correspondiente a unas historietas de Young Albert de Ives Chaland que narran las aventuras de este chico bruselense llamado Albert. ![]() Un poco más adelante en la rue Bogards, haciendo esquina con rue de Midi, hay otra viñeta en tonos grises y verdes. Una farola, que es real, parece integrada en medio de la composición verde. Una escena callejera, con su tranvía, una brasserie taverne recordando la cervecería la Mort Subite. El mural Dupuy et Berberian – Monsieur Jean. ![]() Otros dos murales sí que fuimos a localizarlos en la rue de la Buanderie. El de Astériz y Obélix lo localizamos en una pared dentro de lo que parece el patio de un colegio al que no se podía entrar. Pero se puede ver desde la verja con todo detalle. ![]() El mural de Lucky Luke en la esquina de la misma calle. Morris fue el creador de Lucky Luke, el vaquero más rápido que su propia sombra. En el mural están todos los personajes de estas historietas, los hermanos Dalton, saliendo del banco que acaban de atracar, el perro Ran Tan Plan, el caballo Jolly Jumper y el propio Lucky Luke disparando a los hermanos Dalton mientras que en su sombra aún no ha llegado la mano al revólver. Realmente genial. ![]() Cerca del Boulevard Anspach, en la rue du Marché au Charbon hay otro mural bastante famoso realizado por Frank Pé. Broussaille y su amigo pasean cogidos por el hombro por las calles de Bruselas. Broussaille es un personaje de la revista Spirou que destacaba por sus aventuras. ![]() En la misma rue du Marché au Charbon, haciendo esquina con Rue des Teinturiers, se encuentra el mural de Victor Sackville. Es espía inglés del rey Jorge V tras la I Guerra Mundial, es su protagonista. Es el personaje de las historietas de Francis Carin, en 1992. Pareciera que están mirando sorprendidos hacia el bar que aparece junto a ellos. ![]() La plaza de Saint Géry podría decirse que es el centro del centro. Toma su nombre, al igual que el barrio, de la antigua parroquia de Saint Géry que fue destruida en 1799 con la invasión de las tropas francesas de Napoleón. En el solar se construyó un mercado casi un siglo después, Les Halles de Saint Géry. De la iglesia solo queda un recuerdo en una placa situada en 1907 en la pared del mercado. Pero esta plaza tiene otra historia aún más antigua. Fue el origen de la ciudad. Bruselas se asienta sobre un valle atravesado por el río Senne. En una isla de este río, según la tradición, se instaló San Gaugerico de Cambrai para evangelizar a los paganos que por allí moraban y fundó una iglesia. Por tanto sería el fundador ya que la ciudad se comenzó a desarrollar alrededor de esta iglesia sobre la isla del Senne. El edificio rojo de ladrillos, erigido en estilo neo-renacimiento flamenco, del mercado Les Halles, ocupa el lugar de aquella primitiva isla y, en cierta forma, sigue recordando aquella situación ya que el edificio parece una isleta rodeado de pequeñas calles por todos lados. El antiguo mercado actualmente está reconvertido en un centro de exposiciones y actividades culturales. Con un café en su interior y terrazas en el exterior que están casi siempre muy animadas. ![]() ![]() En una de estas calles que lo rodean, rue de la Grande Ìle, parece ser que hay restos del antiguo paso del río Senne por esta zona, del único trozo que no fue canalizado. Pero la noche estaba ya cayendo y nosotros no lo supimos encontrar. También los murales del comic tienen aquí presencia con el Mural Sleen – Nerón Saint Géry. ![]() Muy cerca de la plaza, en la rue Chartreux, haciendo esquina con rue de Vieux Marché aux Grains, nos encontramos a otra pequeña estatua en bronce del conjunto de los “meones” de Bruselas, Zinneke Pis. El perro meón es menos conocido que sus colegas Manneken y Jeanneke, el último en ser añadido, en 1998. Pero a diferencia de ellos, el perro esta esculpido en posición, pero no hay circuito de agua que muestre la “micción”. Viene a significar perro bastardo, sin especificación de raza, un perro callejero en resumen. Muchos quieren ver en ello la representación multicultural y multirracial de Bruselas. Y no deja de ser paradójica la fijación de los bruselenses por las esculturas meonas. Aunque hay que reconocer que al ver estas figuras, cualquiera de ellas, siempre se escapa una sonrisa y producen una cierta simpatía. ![]() Nos vamos hacia el hotel para ducharnos y cambiarnos de ropa para la cena. Pero antes nos pasamos por la cercana plaza de Santa Catalina para ver iluminada la iglesia Sainte Catherine y un trocito de la primera muralla de la ciudad, los restos de la Tour Noire. Precisamente se encuentra encajada y casi adosada a nuestro hotel, el Novotel Centre Tour Noire. ![]() ![]() Al día siguiente visitaríamos con más detenimiento esta zona. Cenamos muy bien en un italiano situado en alguna de estas muchas callejas alrededor de la Grand Place cuyo nombre no recuerdo, como tampoco el nombre del restaurante. Que desastre soy para estos temas. Y no podíamos irnos a la cama sin pasarnos por la Grand Place y verla iluminada. El mismo escenario de la mañana, con algo menos de gente, pero que distinto se ve. Luce hermosísima con esta lograda iluminación. Nos produce nuevas sensaciones que intentamos atrapar. ![]() ![]() ![]() También nos dimos una paseo por sus calles aledañas, hacia rue Marché aux Herbes y rue des Bouchers. Esta última, llena de restaurantes, ya casi vacíos, nos recordaba nuestra única estancia en la ciudad pues estuvimos comiendo en alguno de aquellos restaurantes. Nos llegamos hasta el impasse de la Fidelité o, como bien indica al inicio del pasaje, Delirium Village. En este corto callejón tiene sus dominios la famosa cervecería del elefante rosa, Delirium Tremens que además del Delirium Café cuenta con otros seis establecimientos más, Delirium Tap House, Delirium Monasterium, Delirium Happy Loft …. . En la rue Marché aus Fromages tiene otro establecimiento denominado Little Delirium Café. A finales de 2003 abrieron el Delirium Café y ya al año siguiente ganaría el World Guiness de los Records por sus más de 2000 variedades de cerveza. Pocos años han tardado en convertirse en todo un emblema de la ciudad de Bruselas y actualmente cuenta con más de 3000 variedades de cerveza de todas partes del mundo. Un sueño para los amantes de la cerveza. Que no es nuestro caso. No obstante queríamos tomarnos una cerveza para ver el ambiente y no pudimos. Estaba todo atestado de gente y de ruido por lo que echamos un vistazo y nos acercamos hasta la Jeanneke Pis pues se encuentra al final de este callejón de la Fidelité. ![]() Fue puesta allí en una urna en forma de concha en 1987. Fue un regalo a la ciudad, y más concretamente a la comuna L’Ilot Sacré, que es dónde se encuentra. Un regalo de Adrien Debouvri que quiso representar en esta fuente de la niña meona con cara sonriente y coletas, una réplica femenina del Manneken Pis para equiparar ambos sexos como emblemas de la ciudad. Pero, hasta el momento, no ha sido posible pues el Manneken Pis tiene muchos años de tradición detrás de su pequeña figura y gana en popularidad por goleada. Etapas 4 a 6, total 19
El día de hoy está marcado por la eventualidad de que tenemos que cambiarnos de hotel.
Dormimos dos noches en el Novotel por cortesía de Visit Flandes pero nosotros nos quedábamos en Bruselas cuatro noches. Dado nuestro corto presupuesto no nos podíamos permitir el pagar esas otras dos noches en este estupendo hotel. Así que nos buscamos otro algo más barato, pero también muy cercano a la Grand Place y la Estación Central El hotel elegido fue el Alma Grand Place en la rue Eperonniers, casi haciendo esquina con la rue Marché aux Fromages. Un hotel de tres estrellas, de corte modesto y pequeño que cumplió su función perfectamente. Limpio, cómodo y muy céntrico. Así que antes de hacer el check out en el Novotel nos dispusimos a seguir visitando el corazón histórico de Bruselas. Desde nuestra habitación se veía la parte trasera de la iglesia de Saint Catherine así como la parte alta de la iglesia de San Juan Bautista en la Place du Beguinage. Comenzamos por la cercana plaza Saint Catherine que se encuentra a espaldas del hotel. La Tour Noire la vimos anoche iluminada y en su parte trasera, o intra-muros, cuando fuimos a desayunar en el hotel Novotel. Un resto del pasado medieval encajonado en un edificio moderno. Una de las tres torres que quedan en pie del primer cinturón de murallas medievales de la ciudad del siglo XII. En el siglo XIV dejo de tener función defensiva y se convirtió en alojamiento. Luego en una famosa taberna, la In de Toren, en el siglo XVI y después fue abandonada. A finales del siglo XIX se despertó de nuevo el interés turístico por ella bajo la protección del alcalde Charles Buls, gran benefactor del patrimonio artístico de Bruselas. Fue rehabilitada y en 1937 declarada Monumento Histórico de Bruselas. ![]() Gran parte de la plaza se encuentra ocupada por la iglesia de Santa Catalina. Fue construida entre 1854 y 1874 por Joseph Poelaert, el arquitecto del Palacio de Justicia, y posteriormente por su discípulo Janssens. Tiene una arquitectura híbrida entre el neo-gótico y la decoración barroca, si bien su fachada tiene elementos renacentistas. Dicen que está inspirada en la iglesia francesa de Saint Eustache, pero a mí la fachada me recuerda bastante a las de algún pueblo italiano. Luce de color blanquecino después de una buena labor de limpieza. La misma que falta por sus laterales y la parte trasera. ![]() Su interior es bastante sobrio, adornada con colores claros y las bóvedas góticas sustentadas por fuertes pilares lobulados. El púlpito y los confesionarios de madera están diseñados en estilo neo-renacentista. Alguna decoración proviene de la antigua iglesia que fue demolida. A destacar una pintura de la titular de la iglesia, Santa Catalina, de Crayer. ![]() ![]() ![]() En la década de los 50 del siglo XX, la iglesia estaba amenazada con su demolición para hacer un aparcamiento al aire libre. Por el 2011 se quería hacer en ella un mercado cubierto. Una asociación de amigos de Santa Catalina luchó por su supervivencia y parece que lo han conseguido porque la iglesia sigue dedicada al culto y han limpiado su fachada otorgándole un aspecto imponente. Pero antes de esta iglesia en la plaza existía otra iglesia más antigua con el mismo nombre. Hay textos escritos acerca de la capilla Sainte Catherine que datan de 1200. La capilla entonces estaba adosada a la muralla de la ciudad en los terraplenes de la orilla izquierda del río Senne. Posteriormente una iglesia gótica fue construida por etapas en los siglos XIV y XV que también recibió posteriores transformaciones. Como la agregación de un campanario barroco que es el único vestigio que queda de esta antigua iglesia. La antigua iglesia se había quedado pequeña para los parroquianos que tenía pero fue por los sucesivos desbordamientos del río Senne que se decidió su demolición en 1893. La cuenca del río se desecó y rellenó creando un espacio disponible que es ocupado por la iglesia actual. Muy cerca queda el campanile barroco de estilo italiano, en piedra arenisca clara, que es el campanario de la antigua iglesia demolida. Tiene en lo alto un reloj con agujas doradas que funciona aún. ![]() Nos dirigimos hacia la izquierda, hacia lo que en su día fue el antiguo puerto de Bruselas. Porque el río Senne llegaba hasta aquí y por sus canales se desplazaban las barcazas cargadas de mercancías. También era el principal mercado del pescado. En 1561 se inaugura el canal Willebroeck que enlazaba Bruselas con el río Escalda y finalmente con el mar del Norte, para facilitar la navegación a barcos de mayor calado. Pronto se construyeron varios atraques en este lugar. Estos atraques fueron rellenados a finales del siglo XIX y el canal fue desplazado hacia unas instalaciones más modernas por el noroeste de la ciudad. Estos muelles se pueden reconocer aún por el nombre de las calles, delante mismo el Quai aux Briques, más adelante el Quai au Bois a Brouler, luego Quai aux Barques, Quai du Comerce… Y fijándose bien se puede imaginar el trazado del canal con los muelles a los lados en esta explanada, que ahora quisiera asemejar un bulevar, solo que en su parte central aparecen como una especie de estanques. Puede que hasta tu olfato llegue el olor a pescado. No es de extrañar porque toda la zona está llena de restaurantes y bares que sirven platos y tapas de pescado. En esta explanada se instala un mercadillo de Navidad muy bonito, con casetas de madera, pista de patinaje en el estanque que rellenan de agua, una noria, el vino y chocolate caliente… ![]() ![]() ![]() Nos adentramos por la explanada hasta el muelle Bois a Brouler en dónde uno de estos rellenos del canal aún mantiene agua en un estanque para albergar un monumento en forma de obelisco y con una fuente en honor del burgomaestre Anspach, que fue alcalde de la ciudad durante unos años. El impulsor de una renovación urbanística que se llevó a cabo en la capital belga entre los años 1869 y 1879, el embovedado del Senne y la creación de algunos bulevares del centro. Este monumento se encontraba inicialmente en la plaza de Brouckére, justo donde comienza el bulevar que lleva su nombre, el bulevar Anspach, pero fue trasladado aquí para construir la estación de metro en Brouckére. ![]() ![]() La vista continúa por otra explanada al lado del Quai aux Barques arbolada y cubierta de césped en cuyo inicio se encuentra un monumento muy peculiar por su simbolismo. Es el Monument au Pingeon Soldat, por el que se le quiere rendir tributo a las palomas mensajeras que durante la Primera Guerra Mundial murieron llevando sus mensajes entre los distintos frentes de batalla. Eran abatidas por la importancia de los mensajes que transportaban y eran consideradas objetivos militares. Una estatua en bronce de una mujer semidesnuda representa a la Patria y sostiene en una mano una paloma. Es el único monumento dedicado a las palomas mensajeras soldado que hay en el mundo. ![]() ![]() Volvemos sobre nuestros pasos hasta la rue Peuplier que nos llevará directamente hasta la Place du Beguinage donde se encuentra una de las iglesias barrocas más bonitas de Bruselas, la iglesia de San Juan Bautista. La Place du Beguinage recibe su nombre porque anteriormente allí se encontraba el beguinage Notre-Dame de la Vigne del que esta iglesia formó parte. De lo que era y significó el beguinage en Flandes contaré algo cuando visitemos Brujas, que es dónde actualmente hay una huella más latente. El beguinage de esta plaza fue decayendo en el siglo XVIII y las casitas, ya mal cuidadas, se demolieron dejando lugar para la construcción de un hospicio, el Hospicio Pacheco que aún existe. Una anterior iglesia gótica fue destruida por los calvinistas en 1584 y la nueva iglesia se edificó en estilo barroco flamenco con influencias italianas, no en vano está inspirada en la iglesia de Il Gesú de Roma. Su fachada es original, con sus torres bulbosas y la decoración de sus muros, y es de las más bonitas de la ciudad. Su interior es tremendamente luminoso y presenta varios elementos góticos en su estructura, si bien sus adornos en querubines, ángeles y volutas son barrocos. Como lo son también el espléndido púlpito del siglo XVIII dedicado a San Dominico y los confesionarios de madera en los laterales, con figuras alegóricas talladas. Hay interesantes e importantes obras en su interior. Unos lienzos de pinturas de Theodoor Van Loon cubren el brazo izquierdo y el coro. En el brazo derecho, una Crucifixión de Crayer. En el ábside una estatua de San Juan Bautista. El altar mayor es de 1803 y su órgano de 1869. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() De camino a la Place de Brouckére vimos un mamotreto de edificio con fachada en vidrio y metal que no va con el entorno. ![]() La Place de Brouckére es otra de las plazas importantes de la ciudad. Más bien el encuentro de grandes bulevares. Nos la encontramos totalmente levantada por obras y nuestra impresión no puede ser objetiva. No obstante es clara su estampa parisina. De esta plaza sale, o finaliza, el bulevar Anspach. La recién creada nación Belga quería tener una capital a la altura de otras ciudades europeas y se fijaron en las remodelaciones de moda que tenían lugar en Paris. El bulevar Anspach fue construido a imagen y semejanza de los bulevares parisinos. Su forma rectilínea choca un poco con la curvatura de las calles que lo rodean. Para ello hubo que eliminar no pocos edificios históricos en aras del progreso y de la higiene. Debajo de este bulevar circulaba el río Senne que fue embovedado por causas de higiene y por encima de este embovedado transita el bulevar Anspach. Con el tiempo este embovedado solía reventar por las crecidas del río por lo que definitivamente se desvió el curso del río Senne a las afueras de la ciudad. Y los prácticos bruselenses le encontraron destino a estos embovedados. Hoy día por los mismos circula la línea de metro que tiene sus paradas en Bourse y Brouckére. Decíamos que la plaza Brouckére parece un trocito de París. No solo por el bulevar sino también por los edificios que lo rodean. Se decidió construir la plaza en 1872 y el concurso lo ganó un francés, Mosnier, que dejó su clara impronta parisina. Muchos edificios se construyeron en piedra, material habitual en Francia, cuando en Bruselas se solía construir con ladrillos. ![]() ![]() Algunas de aquellas fachadas aún se conservan, el Hotel Continental, el Hotel Metropole, el cine El Dorado, de estilo neoclásico y un interior art decó. Este cine El Dorado se encuentra actualmente englobado como una gran sala dentro del complejo de UGC de Brourckére. Fue restaurado no hace mucho y es considerada como una de las mejores salas del mundo. En sus paredes hay decoración de estilo colonial con escenas de la vida en El Congo. Todo en dorado, al igual que el gran sol del techo. El hotel Metropole tiene una decoración también en dorado pero en art nouveau. Pese a su antigüedad, 1900, conserva la belleza interior y el hotel se ve en pleno funcionamiento. Más antiguo es el café Metropole, justo al lado, de 1890 que conserva su lujosa decoración. Como era una hora temprana estaba cerrado y con labores de limpieza, por lo que no pudimos admirar su terraza tan chic. ![]() ![]() ![]() Fue un lugar de moda a finales del siglo XIX y el siglo XX. En los últimos años la plaza ha perdido algo de su popularidad y han desaparecido los grandes y brillantes carteles de anuncios en lo alto de los edificios que la clasificaban con la petit Broadway bruselense. Atrás queda algo de lo que Jacques Brel cantaba en su canción Bruselas del álbum “Les bourgeois” El mamotreto de vidrio y acero que vimos camino de Place Brouckére, es el Anspach Center, o Monnaie Center, con forma de estrella de cuatro puntas que alberga la central de Correos. Limita tanto con la plaza como con el bulevar. El mismo edificio cierra, por un lateral, la Place de la Monnaie. Enfrente el Teatro Royal de la Monnaie. El primer teatro data de 1695 – 1700 construido sobre un solar donde se acuñaban monedas, de ahí el nombre de Monnaie. Después de un incendio fue reconstruido por Joseph Polaert en 1855. Presenta un aspecto clasicista con un pórtico de columnas jónicas. En 1986 fue renovado el auditorio para acomodar los modernos equipos escénicos pero la gran sala principal supo conservar el aspecto dado por Joseph Poelaert, siendo aún una de las más bellas y tradicionales de Europa. ![]() En este teatro tuvo lugar un hecho histórico fundamental en la formación del reino de Bélgica. Cuando en su interior, en 1830, se representaba la ópera de Auber, “La Muette de Portici”, prohibida por el rey Guillermo III de Holanda. Con el aria “amor sagrado de la patria”, los ánimos se soliviantaron, la audiencia se levantó y salió a la calle, desencadenando el inicio del movimiento que llevaría finalmente a la independencia de Bélgica del reino de Holanda. Esta obra de Auber trataba del levantamiento de Masaniello en la Nápoles de 1647 contra el gobierno español. Pocas veces se ha desencadenado una revuelta por acción de una ópera. Y relación con este hecho histórico tiene nuestra siguiente visita. Por la rue d’Argent entramos en la bonita y elegante Place de los Mártires. Rodeada de blancos edificios de corte clásico. Fue la primera plaza diseñada en estilo neoclásico en Bruselas en 1775. Modelo similar y del mismo período de la Place Royale. Se la encargaron a Claude Fisco para ser la Plaza San Miguel si bien luego le dieron el nombre de Place de Laundry o Blanchisserie, al ser un lugar de blanqueamiento de prendas textiles. No tendría nada que ver, pero este color blanco se lo otorgaron también a los edificios. ![]() Su nombre actual viene desde 1830 cuando se decidió enterrar a los mártires de la independencia de Bélgica. Los más de 400 fallecidos que cayeron por la liberación del país en los cuatro días que duró la contienda. Por la parte que nosotros entramos, rue d’Argent, lo primero que nos encontramos es el monumento al conde Frederic de Merode, caído en la revolución de 1830. Es una estela que presenta elementos característicos de art nouveau, (diseñado por Henry van de Velde), con un retrato de perfil de Frederic de Merode. Este retrato y la estatua que representa a un voluntario con su arma en pie, son obra de Paul du Bois. ![]() En el centro de la plaza el monumento a la Patria, a Bélgica. En la cripta están enterrados los mártires de esta revolución. El monumento es alegórico, encargado a Geefs en 1838. Las estatuas son de mármol de Carrara. La estatua de la mujer representa la libertad y tiene la inscripción de los días 23, 24, 25 y 26 de septiembre de 1830. A sus pies un león belga sobre las cadenas rotas de la esclavitud. Cuatro ángeles rodean el pódium central, cada uno con un significado distinto. Bajo el nivel de la plaza en el monumento hay bajorrelieves que cuentan momentos acaecidos en la revolución. Alrededor del monumento la cripta con paneles de mármol negro que tienen los nombres de los caídos grabado. El monumento tiene grabado en grande la palabra PATRIA que, aunque parezca que está en español, está escrito en latín. ![]() ![]() En el lado norte de la plaza la estela a Jenneval (1897), caído por la patria y autor de la Brabançonne, el himno nacional belga. ![]() En esta plaza adoquinada y blanca se encuentra la sede principal del gobierno flamenco, camuflada entre estos edificios blancos que parecen iguales, pero que cada uno tiene sus elementos decorativos distintos. La plaza no tiene visitantes, nos encontramos completamente solos. Nada de ruido, nada de aglomeración, no hay cervecerías, no hay comercios, silencio y tranquilidad en cada uno de sus rincones. Un oasis de paz y silencio entre el bullicio de la cercana rue Neuve. Influye también que es domingo y en esta plaza solo hay un par de bares y una coqueta librería que permanecen cerrados. Abandonamos la plaza por el mismo lateral que habíamos entrado desembocando en la rue aux Choux y nos desviamos a la rue Neuve porque habíamos visto de frente una iglesia que no teníamos controlada. Es la iglesia de Nuestra Señora de Finisterre. La iglesia que vemos hoy es la tercera construida en el mismo lugar, entre 1708 y 1730, Hay dos versiones del origen de su nombre. En el siglo XV había una capilla en el lugar rodeada de huertos, a las afueras de la población, finis terrae. Otra versión dice que es porque se llevó hasta allí una imagen procedente del cabo Finisterre que era objeto de bastante devoción popular. Después de esta capilla otra parroquia sustituyó a la capilla, destruida en la invasión de los Paises Bajos, con los donativos de los muchos fieles y peregrinos que visitaban la imagen. En el siglo XVII se comenzó a integrar dentro de la ciudad y hoy se encuentra en plena calle Neuve, considerada como la más comercial. ![]() La iglesia tiene aspecto de renacimiento clásico pero con claras influencias del barroco brabanzón, sobre todo en la parte superior en que las líneas rectas severas dejan de serlo. En fechas muy posteriores se le añadió la linterna octogonal y la imagen de la virgen rodeada de las 12 flechas del apocalipsis. En el interior se estaba celebrando una misa y solo pudimos verla desde el fondo. Los laterales de la iglesia están revestidos de madera de roble con pinturas antiguas. El Púlpito es otra maravilla tallada en madera de roble que representa la caída de la humanidad, entre el árbol de la vida y el de la muerte. Cristo en la cruz es el nuevo árbol de la vida. También figuras de Moisés con las tablas de la ley y Aaron. ![]() Nuestro siguiente destino es completamente diferente. El Centre Belge de la Bande Dessinée, o Museo del Comic, situado en rue de Sables. Conocido coloquialmente como “cebebede” Es un magnífico edificio art nouveau creado por el arquitecto Victor Horta para unos antiguos almacenes. Después de una restauración, el Centro Belga del Cómic abrió sus puertas en octubre de 1989. No pensábamos visitar el museo porque no teníamos tiempo suficiente pero sí queríamos ver algo del edificio. Solo vimos la planta baja en la cual hay un restaurante y una librería. En el vestíbulo, algunas figuras como el cohete de Tintín, un pitufo, la figura de Lucky Luke montado en su caballo, un modelo de coche citroen “dos caballos”, una magnífica farola en consonancia con el edificio. Del mismo sale una escalera de piedra con decoraciones en hierro batido de tipo vegetal y que conduce al primer piso en donde ya se entra en el mundo de fantasía de los grandes héroes de los tebeos y sus creadores. En el segundo piso alberga la sección del comic moderno. Un techo de cristal da al conjunto una gran luminosidad. ![]() ![]() ![]() Además de la exposición permanente que abarca la historia del cómic belga desde principios del siglo XX, suele haber exposiciones temporales de autores tan conocidos como Hergé, Morris, Peyo.. ![]() Frente a este edificio se encuentra otro edificado igualmente en estilo art nouveau y diseñado por Pringiers. Era el edificio que albergaba el diario “Le Peuple” y hoy día en el mismo se encuentra el museo de Marc Sleen, otro famoso autor del cómic belga. Ya de vuelta para el hotel nos encaminamos por la rue Marais. Sable, Marais, son nombres de calles que recuerdan que la zona en otros tiempos era pantanosa y con bancos de arena. Vemos de lejos la catedral y en la rue Montagne aux Herbes Potagéres nos topamos con las Galerías Saint Hubert. Son un largo pasaje urbano cubierto de paneles de vidrio en arco y con marcos de un delicado hierro fundido. Las fachadas son arcadas acristaladas separadas por columnas y en dos pisos. Comunica varias calles, Arenberg, L’Ecuyer, Bouchers, Marché aux Herbes y por la que hemos entrado. Son utilizadas, como es nuestro caso, como una calle de paso en la que protegerse en caso de lluvia y comunica la zona del Teatro de la Monnaie con la Grand Place, la parte moderna con la parte histórica. Pero sobre todo es una lujosa galería comercial. No hay tiendas normales, todas son especializadas o de lujo. Chocolaterías, joyerías, tiendas de encajes, librerías, todas ellas con aspecto clásico y atractivos escaparates, además del denominador común de la calidad de sus productos. También albergan varios bares y restaurantes, un cine, el Teatro Real, el Museo de las Letras y Manuscritos. Fueron diseñadas en 1837 pero no se pudieron construir hasta 1846. Tardaron 9 años en finalizar las expropiaciones de viviendas, con algún que otro caso acabado en tragedia. Se dividen como en tres zonas, la Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes. La inauguración fue realizada por el primer rey, Leopoldo I, y por ello los nombres de las galerías. Fue una de las primeras galerías comerciales de Europa y sigue siendo una de las más elegantes. ![]() ![]() La historia de su construcción tiene algo que ver con el auge de la burguesía en Bruselas después de la independencia. La gente de bien se sintió atraída desde el primer momento y gustaban de pasear por un sitio tan suntuoso y a cubierto. No solo la alta sociedad se paseaba por aquí, también era un punto de encuentro de artistas. Estas galerías vieron los pasos de Víctor Hugo en muchas ocasiones. El vivía en la Grand Place y su amante tenía un piso en estas galerías, además había un café en dónde solía tener sus tertulias. En su primera estancia en Bruselas ya había comenzado a escribir los Miserables pero es en una segunda visita, nueve años después, cuando realmente finalizó el libro. La obra se imprimió en Bruselas y se presentó por todo lo alto, con gran éxito. Su hijo posteriormente hizo una adaptación para el teatro y se estrenó en el Teatro Royal de las Galerías. Este pequeño teatro tuvo el honor de albergar el estreno de los Miserables. En este selecto teatro también se han presentado otras obras importantes. Aquí tuvo lugar el estreno de las obras inéditas en formato cómic de Tintín en la India y el Misterio del Diamante Azul. ![]() Casi a la entrada, por dónde hemos accedido a estas galerías, se encuentra la primera chocolatería Neuhaus. Aquí fue donde el nieto del primer chocolatero, Jean Neuhaus, inventó el primer bombón relleno, los llamados pralinés. Entramos en la Grand Place por la corta rue de la Colline, al final de la cual y entrando a la plaza, puede verse en el suelo la concha dorada del Camino de Santiago. El “Camino” atraviesa la Grand Place y sale por la calle que hay a la derecha del ayuntamiento, rue de la Téte d’Or. La casa 18 de la Grand Place, situada en el Lado Este, formando parte del conjunto llamado La Casa de los Duques de Brabante, se llama La Colline, igual que la pequeña calle que da entrada a la Grand Place. ![]() Nos fuimos directamente hacia el hotel. Hicimos el check out y maleta en mano nos trasladamos al nuevo hotel, Alma Grand Place, por estas calles adoquinadas. Menos mal que no llovía y el trayecto no era muy largo. Trámites del nuevo check in y tuvimos que dejar las maletas en recepción porque la habitación no estaba disponible. Aunque lo hicimos de la forma más rápida que pudimos, perdimos un tiempo precioso. De nuevo nos dirigimos a la Grand Place. La plaza tenía como un imán para nosotros y al tenerla tan cerca fueron muchas veces las que la visitamos y cruzamos por ella. Todo lo que he relatado en el capítulo de la Grand Place, no fue realizado de un primer vistazo en la visita del día anterior, sino fruto de todas las visitas que le fuimos haciendo. Únicamente que los datos están registrados en conjunto para una mejor comprensión y para que no estén dispersos. Pero aquí tengo que añadir nuestra entrada al patio interior de la torre del Ayuntamiento. El patio está decorado con dos magníficas fuentes. No es que sea una maravilla pero merece la pena echarle un vistazo. En el suelo el pavimento de piedras hace un dibujo de una estrella. Se considera el centro geográfico de Bruselas. ![]() ![]() ![]() El edificio de la Bourse lo hemos visto también en varias ocasiones porque nos pillaba de camino al hotel. Ahora nos detenemos un poco para observarlo con más atención. El palacio de la Bolsa es de los más vistosos de Bruselas. Se levanta sobre el bulevar de Anspach y fue construido entre 1868 y 1873, según los diseños del arquitecto Suys. Esta construcción formaba parte del gran programa de embellecimiento de la ciudad, abovedamiento del río Senne y la creación de los bulevares cercanos. El solar sobre el que se alza fue un día convento de franciscanos recoletos del siglo XIII y luego un mercado de la mantequilla. Algunos vestigios del antiguo convento se pueden ver en un lateral del edificio, en unas ruinas con tapa de cristal. Es un edificio de estilo neo renacentista y segundo imperio. El uso del estilo neo renacentista fue muy recurrente y usado en el siglo XIX, utilizando elementos de la arquitectura clásica, como las columnas corintias o el frontón que se observan en este palacio. Lo acompañan una explosión de adornos en bajorrelieves y esculturas que fueron encargados al taller de Carrier-Belleuse en el que, de joven, trabajaba Auguste Rodin. Se cree que los bajorrelieves que representa a Africa y Asia, así como un grupo de cariátides de la entrada que representan la Protección, el Comercio, las Artes y la Victoria, son realizados por Rodin. ![]() ![]() Una monumental escalera está flanqueada por dos grandes leones, uno que alza la cabeza hacia arriba, simboliza las subidas del mercado de valores, y el otro con la cabeza agachada, simbolizando las caídas de la bolsa. Desde que la bolsa de Bruselas se fusionó con la de París y Amsterdan, formando el Euronext, las sesiones ya no tienen lugar en este palacio. El antiguo ajetreo propio de las sesiones de bolsa ha sido sustituido por otra clase de ajetreo. El tramo del bulevar Anspach que hay delante del palacio es peatonal y forma como una plaza que es punto de encuentro de residentes y turistas, concentraciones varias, mercadillos de Navidad… Muchos de los eventos importantes de la ciudad tienen lugar en esta plaza. Fue un importante lugar de reflexión después de los ataques terroristas de marzo de 2016. La misma noche de los atentados de Bruselas, cientos de personas se congregaron en la plaza. Encendieron velas y escribieron con tiza mensaje de solidaridad en el suelo. Al día siguiente siguieron llegando personas que dejaban flores y seguían escribiendo mensajes. También se guardaron minutos de respetuoso silencio. Su interior es extenso y actualmente poco aprovechado, aunque se viene utilizando como sala de exposiciones temporales. En los laterales del edificio, en las calles Bourse y Henri Maus hay dos edificios representativos del Art Nouveau. Ambos son restaurantes. El prestigioso Le Cirio en rue Bourse aunque algo viejuno (restaurado en 1909) conserva su antiguo esplendor. Era frecuentado por Jacques Brel y otras celebridades. El otro es el restaurante Falstaff, construido en 1903. En estos momentos permanece cerrado y con aspecto de abandono. A la espera, me imagino, de una buena restauración. A las espaldas de la Bolsa, en la rue au Beurre se alza la Iglesia de San Nicolás. El nombre de la calle seguramente vendrá del antiguo mercado de la mantequilla. San Nicolás es el patrón de los comerciantes. ![]() Es una de las iglesias más antiguas de Bruselas, levantada en 1125. Entonces una capilla que servía como oratorio a los mercaderes. La iglesia tiene una agitada y extensa historia de saqueos, ataques, bombardeos y posteriores reformas. Pero sigue en pie, luciendo una apariencia que procede de la última restauración de 1956. Un aspecto neo gótico. Aglomerada y pegada a algunas viviendas, entre las que se encuentra una de las casas más pequeñas de la capital belga. De la iglesia primitiva del siglo XII quedan algunos vestigios en el porche de entrada, descubiertos en la restauración última. Lo más antiguo que queda en la iglesia es un coro de 1381. También tenía un campanario en el lugar del portal de la entrada. Se derrumbó por tercera vez en 1714 bajo el peso excesivo de un nuevo carrillón de campanas y ya no se volvió a construir. En la parte posterior de la iglesia aún se puede ver una bala de cañón que data del bombardeo de 1695. ![]() Su interior es barroco y destacan algunas obras importantes. Los medallones de la sillería del coro con escenas de la vida de San Nicolás. Una pequeña pintura de la Virgen con el Niño de un discípulo de Rubens y otros importantes cuadros. El Púlpito de la Verdad y los confesionarios en estilo Luis XVI. ![]() ![]() ![]() Hay un altar con un cofre dorado realizado por Höllner en 1868 que contiene restos de S.Nicolás y otros restos óseos de los mártires de Gorcum (Holanda). Junto a unos carteles que explican la historia de estos mártires, incluso en español. Los mártires de Gorcum son un conjunto de 19 personas, entre ellos 11 franciscanos, que fueron ejecutados en Gorcum por no renegar de su fe. Fueron beatificados en 1675 y canonizados en 1867 por el Papa Pios IX. Las reliquias de estos mártires se trasladaron a Bruselas, al monasterio de franciscanos que fue derruido por la construcción del gran bulevar y el edificio de la Bolsa. Entonces estas reliquias se trasladaron a San Nicolás y se guardaron en este cofre de bronce con baño dorado. Es una obra primorosa y con mucho detalle. Tiene grabados en el techo y en sus paredes, escenas de estos martirios y algunos personajes de ellos, añadiendo también las figuras de San Miguel y San Nicolás. Es agradable echarle un vistazo. ![]() Finalizada esta visita decidimos cambiar de ambiente de forma total. Nos vamos a ver el Atomium. Etapas 4 a 6, total 19
Para llegar hasta el Atomium desde Bourse nos podríamos haber ido hasta Brouckére pues en esta parada de metro pasan cuatro líneas. Pero recordamos las grandes obras que habíamos visto en la mañana, así que nos fuimos hasta la parada de metro de Bourse. Por aquí solo pasan las líneas 3 y 4, pero podíamos hacer transbordos. Pero también esta parada estaba cerrada por obras y en su cartel te daban varias alternativas que no terminábamos de comprender por no tener conocimiento de lugares fuera del casco histórico.
Escogimos la opción de un autobús que nos llevara a Rogier y allí coger la línea 6 de metro. Tremenda vuelta que dimos luego en metro. Pero cercana a Bourse no encontramos otra línea de autobús que nos viniera mejor. Con el mismo billete del autobús cogimos la línea 6 del metro, dirección Roi Baudouin, hasta la penúltima parada, Heyzel. Yo creo que menos tres o cuatro paradas hicimos el recorrido completo de esta línea de metro. Lógicamente, todo esto nos llevo bastante tiempo. Saliendo de esta parada en Heysel enseguida se divisa el Atomium. ![]() Es una estructura de algo más de 100 metros, realizada en acero y aluminio para la Exposición Universal de Bruselas en 1958. Representa un cristal de hierro ampliado 165 mil millones de veces. Era el pabellón principal y el símbolo de esta exposición. Al principio esta estructura fue criticada, tal y como lo fuera también la Torre Eiffel en París. Y en ambas ciudades estos símbolos creados para una exposición temporal acabaron siendo permanentes y símbolos de la ciudad, además de una gran atracción turística. ![]() La estructura está compuesta por 9 esferas de acero de 18 m. de diámetro cada una. Algunas de estas esferas se pueden visitar y se hacen en ellas exposiciones temporales. Tres de las cuatro esferas superiores carecen de soporte vertical y por tanto no están abiertas al público. La más interesante es la esfera que se encuentra en la cima, con restaurante incluido, por sus hermosas y lejanas vistas. Nada más salir del metro nos encontramos con que lleva lloviendo bastante tiempo y no tiene trazas de parar. Por ello desistimos de entrar dentro de su estructura porque las vistas no iban a ser nada del otro mundo. Nos conformamos con mirarlo y echarle alguna foto. Lleva allí más de cincuenta años y aún hoy parece de lo más vanguardista. Al norte del Bulevar del Centenario, sobre el que se asienta el Atomium, en la colina de Heyzel, se puede ver el Palacio de Exposiciones que fue edificado para la Feria Mundial de 1935 y sirvió también en la Exposición Universal de 1958. Aún hoy sigue en uso para diferentes ferias y exposiciones. ![]() Como algo tendríamos que comer nos dirigimos al cercano Bruparck dónde se encuentra Mini Europe. No sé si porque era domingo, o porque hacía mal tiempo, el caso es que apenas si había gente en este parque. Los restaurantes estaban cerrados. Tan solo vimos uno abierto en Oceade. Por llamarlo de alguna forma, porque solo servían unos cuantos platos de comida rápida y malos de narices. En Oceade si había algo más de gente. Familias con sus hijos aprovechando las piscinas calientes y las distintas atracciones que ofrece. Al seguir lloviendo decidimos no entrar tampoco en Mini Europe. Como habíamos bajado bastante por el bulevar del Centenario, en lugar de volver a la estación de metro de Heyzel decidimos coger el metro en la anterior parada, Houba Brugmann. La rotonda siguiente, Place L. Steens, es atravesada por la Avenida Gros Tilleul que, según nuestro plano, podría llevarnos al Parque de Laeken y a los pabellones de la Exposición Universal. ![]() ![]() La lluvia había disminuido algo y sin pensarlo dos veces comenzamos a caminar por esta avenida, total ya estábamos algo embarrados. No deja de ser una imprudencia porque aquello no se recorre en unos minutos. Había que andar y bastante. Pero todo era precioso, esta avenida de los Tilos, las estribaciones del parque de Laeken… En un día bueno y de sol tiene que ser una gozada caminar por allí. Y no éramos los únicos inconscientes porque vimos algunas personas corriendo y algún que otro paseando al perro. ![]() Íbamos atravesando los lugares dónde habían estado instalados los pabellones de la exposición Universal. Y quedan algunos vestigios. En el pabellón americano hay unas construcciones que albergan hoy día un estudio de radio y televisión. Después de algo más de 500 metros desde el inicio, otra rotonda denominada Rond Point J. Offemberg, con una pirámide que tiene su vértice dorado. Es un monumento dedicado a los aviadores de combate. Jean Offemberg era un piloto belga de la RAF que obtuvo grandes victorias en la II Guerra Mundial, antes de perecer en 1942. ![]() ![]() Llegamos hasta la autovía en dónde nos encontramos un pasaje peatonal junto a la misma que nos llevaba hasta los Museos del Lejano Oriente. Forman parte de los Museos Reales de Arte e Historia y son El Pabellón Chino, la Torre Japonesa y el Museo de Arte Japonés, instalados en la zona de Laeken. Por su proximidad a los terrenos donde tuvo lugar la Exposición Universal podría pensarse que son restos de pabellones de la misma, pero son más antiguos. Fueron el capricho del rey Leopoldo II que visitó la Exposición de París en 1900 y quedó prendado de la torre japonesa y del pabellón chino. Quería montar en la finca de Laeken una especie de museo exótico que luego quedó en estos dos elementos. El pabellón chino comenzó a construirse un poco después de la torre japonesa. El propio monarca había comprado maderas originales en la exposición de París pensando convertir la edificación en un restaurante de lujo que nunca se abrió. En su interior dicen que hay una excelente colección de cerámica china y japonesa. Hay dos estructuras, el edificio principal y un kiosco en la parte delantera, decoradas con gran profusión de detalles y mezcla de colores predominando los tonos dorados. A nosotros nos encantaron. ![]() Estaba todo cerrado y aunque pudimos acercarnos hasta cerca de su fachada y el estupendo kiosco que hay al lado, no veíamos indicación alguna para poder acceder al interior. Luego confirmaríamos que actualmente se encuentra cerrado. Al igual que el museo de arte japonés, situado junto a este Pabellón Chino, y la Torre Japonesa. Parece ser que quieren restaurarlos y no se sabe cuándo. Yo en principio había pensado que estarían cerrados por ser domingo en la tarde ya que tampoco tienen aspecto de estar abandonados y eran numerosos los anuncios indicando la dirección del museo y la Torre Japonesa. ![]() ![]() ![]() ![]() Un camino conduce hasta una verja enfrente de la cual se puede ver la Torre Japonesa. Esta torre Leopoldo II la mando construir en 1901. Fueron manos belgas la que la construyeron, fue ensamblada sin clavos, según las técnicas tradicionales japonesas. La mayor parte de la decoración exterior si es originaria de Japón y algo de la decoración interior, que es combinada con decoración similar a la del Art Nouveau. Puertas, paneles de madera tallados, placas de cobre dorado… fueron encargados en Japón a unos artesanos de Yokohama. Los trabajos europeos corrieron a cargo de artistas parisinos. La torre es una pagoda estrecha con seis niveles de piso y de un color rojo brillante. Nos tuvimos que conformar con verla desde frente ya que por delante cruzaba la carretera de la Avenida J. Van Praet. ![]() ![]() ![]() El camino que nos había llevado hasta enfrente de la pagoda continuaba y por en medio de un bosquete muy agradable nos conduce hasta una zona poblada (aunque vagamente) en donde había una parada de tranvía, Araucaria. Desde allí en el tranvía 3 (dirección Gare de Midi), nos llevó de nuevo a la zona de Rogier. La lluvia, que nos había respetado en nuestra andadura por las estribaciones del parque de Laeken y en la visita al Pabellón Chino y Torre Japonesa, comenzó a arreciar de nuevo. Por ello tuvimos que olvidarnos de adentrarnos en el parque de Laeken para ver los invernaderos reales y la bonita Torre a Leopoldo II. Aunque estos Museos del Lejano Oriente se encuentren en zona lejana y permanezcan cerrados, creo que es bonito verlos aunque sea solo por fuera. En el tranvía 3 se puede llegar en poco tiempo y son más accesibles desde esta estación de Araucaria. Desde Rogier nos fuimos acercando al centro caminando. Nuestros pasos nos fueron llevando por algunas calles que habíamos recorrido en la mañana. Al entrar de nuevo en la Plaza de los Mártires vimos en la rue Sant Michel unas placas doradas en el pavimento. Como recuerdo de gente que vivió por allí y fue deportada a Auschwitz en la época nazi. ![]() ![]() Desembocamos en la rue Montagne aux Herbes Potagéres encontrándonos de sopetón con la cervecería a la Mort Subite. Más que una cerveza a mi me apetecía un chocolate caliente, pero no es cuestión de visitar Bruselas y no entrar en alguna de sus emblemáticas cervecerías. Y en Delirium Tremens no habíamos tenido éxito. Y quedé encantada a pesar de que apenas si me gusta la cerveza. Una diligente y experimentada camarera me trajo lo que yo podría saborear bien, una cerveza rubia y baja en graduación que tenía buen sabor. Mi marido se tomó una cerveza normal, marca de la casa. La fachada de esta cervecería no te atrae especialmente, si no conoces la fama de la misma. Su interior es otra cosa. Aunque se le notan los años (1910), es elegante, abundan el cristal, los dorados, la madera. Además de muchas clases de cerveza, no solo las de su marca, sirven aperitivos o “tapas” si quieres pedirlos. ![]() ![]() Va por vosotros: chicos, chicas del grupo West Coast, que me indicasteis las cervecerías y las mejores cervezas. ![]() La rue Montagne hace límite con una plaza que está casi toda rodeada por la rue Marché aux Herbes y creo que recibe el nombre de Place Marché aux Herbes o Place Agora. Tiene una forma extraña y suele ser sitio de paso. En el centro hay como un pequeño lugar ajardinado con una fuente en el centro sobre la que está sentada una estatua de Charles Buls. Estatua en bronce a la que acompaña también la estatua de su perro. Charles Buls, como ya comenté, fue un alcalde querido porque estaba bastante comprometido con mantener el patrimonio de la ciudad. Su padre era orfebre y vivía por esta zona. La plaza tiene un ambiente muy bonito y a la vez sosegado, pese a ser sitio de paso. La gente está tranquila sentada en los bancos viendo la vida pasar. O puedes encontrarte algún músico callejero animando el ambiente. ![]() ![]() A continuación de esta plaza hay otra de forma aún más extraña. Se trata de la Plaza España. Sorprende encontrarse en esta gran ciudad una plaza dedicada a nuestro país. En la misma hay un grupo escultórico sobre un pedestal representando a Don Quijote y Sancho Panza. En realidad se trata de una réplica exacta del mismo conjunto escultórico que hay erigido en la Plaza de España en Madrid. El grupo de Madrid fue una conmemoración de los 300 años de la muerte de Cervantes, en 1916, y su réplica en Bruselas fue erigida durante la presidencia de España de la Comunidad Europea en 1989. Cerrando la plaza hay otra estatua que nada tiene que ver con España ni con esta plaza, (que yo conozca). Es la escultura del músico húngaro Bela Bartock. ![]() ![]() ![]() Nos dirigimos al nuevo hotel, Alma Grand Place, para hacernos cargo de la habitación no sin antes pasarnos de nuevo por la Grand Place. ![]() ![]() ![]() Lo bien situado que está este hotel. Saliendo de la Grand Place por la rue des Chapeliers enseguida llegas a rue Marché aux Fromages, llena de encantadores restaurantes y con ambiente continuo. Al final de esta calle tan corta, en la esquina de la rue Eperonniers, se encuentra nuestro hotel. Si seguimos por la rue Eperonniers enseguida llegamos a la Place Marché aux Herbes. Si tuerces a la derecha un poquito antes de esta plaza, llegas a Carrefour de L’Europe y a la Estación Central. Cenamos en un restaurante cercano al Petit Delirium que también se encuentra en Marché aux Fromages. Después de la cena nos dimos nuestro correspondiente paseo por la Grand Place la cual cruzamos y salimos de ella por la rue au Beurre, pasando por la Maison du Roi d’Espagne, con vistas a la iglesia de San Nicolás y al edificio de la Bolsa. Rue Tabora y Rue Marchés aux Herbes. Calles todas con gran ambiente aún, pese a que ya va decayendo por las horas tardías. Estas callejas que rodean la Grand Place son un universo de vida casi mantenido. De la ciudad medieval no queda mucho ya que las bombas y el progreso se fueron encargando de quitarlas de en medio, pero el trazado de estas calles sigue siendo el mismo y el espíritu de antaño pervive conviviendo con el latido actual. Estamos en los límites de lo que se conoce como Îlot Sacre. Como una especie de rectángulo que engloba la zona y callejas entre la rue Marché aux Herbes y la rue d’Ecuyer, incluyendo a ambas calles. En esta especie de “isla” los edificios fueron profundamente restaurados en la década de 1950 a 1960. Las casonas de los siglos XVII o XVIII fueron recuperando su esplendor. En esta década Bruselas estaba centrada en la celebración de la Exposición Universal de 1958. Los planes de renovación y modernización se llevaron por delante edificios con siglos de historia para hacer calles y avenidas más anchas. En 1960 el alcalde decidió proteger algunas partes históricas de la ciudad que se salvaron de la modernización de la ciudad. Decidió crear manzanas o islas protegidas surgiendo de esta forma Îlot Sacre, que tiene estrictas normas urbanísticas y de conservación del patrimonio. Dentro de Îlot Sacre y haciendo límite en un costado de la zona, podemos admirar las Galerías Saint Hubert que ya conocemos. Como también conocemos la rue des Bouchers y la Petit rue des Bouchers. La rue des Bouchers es famosa por su gran cantidad y variedad de restaurantes. En la misma se encuentra el impasse de la Fidelité donde se encuentran los bares de Delirium Tremens y la Jeanneke Pis, que ya hemos visitado. ![]() En la rue Petit Bouchers hay un impasse más estrecho que ningún otro, casi que ni se distingue el callejón, el Impasse Shuddeveld por el que se puede acceder al Teatro Toone. Frente a este callejón había hace unos cincuenta años un café concierto llamado La Rose Noire. Por este café, y algún otro de los que abundaban por la zona, se comenzó a oír la voz de un joven Jacques Brel que se estaba abriendo camino con sus bellas canciones. Al teatro Toone se puede acceder por este estrecho callejón, pero su mejor entrada está en otro impasse de la rue Marché aux Herbes, el Impasse Ste. Petronille. ![]() El teatro Toone es un teatro de marionetas. Las marionetas en Bruselas se originan en los tiempos de Felipe II, el cual cerró todos los teatros de comedia para no ser criticado en las obras que representaban. En el barrio de Marolles entonces se comenzó a representar teatros con muñecos animados. El teatro Toone tiene bastante antigüedad pues se montó en este barrio de Marolles allá por 1830, el primer Toone. Más tarde se trasladaría a su situación actual en Îlot Sacre. ![]() Representan obras de literatura clásica, cuentos populares o pasajes de la historia de Bélgica, todo interpretado por marionetas. También tienen un bar decorado con marionetas en el que tomarse una buena cerveza, pues las tienen de diferentes marcas, así como un museo y un taller de fabricación de marionetas. Se llama Toone porque es un diminutivo de Antoine, el primer titiritero de este teatro. Se fueron sucediendo distintas generaciones de Toone y el que vemos ahora es el Toone VIII. Cuando pasamos por el teatro estaba ya cerrado porque era bastante tarde. Etapas 4 a 6, total 19
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (20 Votos)
![]() Total comentarios: 24 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |