![]() ![]() 18000 km en coche por EEUU y Canadá ✏️ Blogs de America Norte
Road trip de dos meses y medio desde Chicago a California, y toda la costa oeste de EE.UU. y Canadá.Autor: Perdi2porelmundo Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (11 Votos) Índice del Diario: 18000 km en coche por EEUU y Canadá
01: A la conquista del oeste. 09/06/2015.
02: De Chicago a Lincoln (Nebraska) pasando por Iowa. 18/06/2015.
03: De las grandes llanuras a las Rocky mountains. 20/06/2015.
04: Colorado Rocky mountains hights. 22/06/2015.
05: Siguiendo al Colorado. 24/06/2015.
06: Utah. Por tierras del Coyote y el Correcaminos...mec, mec!!. 27/06/2015
07: Arizona. El Gran Cañón del Colorado y otras maravillas. 29/06/2015
08: ¡¡ Viva Las Vegas !!. 02/07/2015.
09: Los Ángeles. El final de la ruta hacia el oeste. 06/07/2015.
10: De Malibú a Sequoia N.P y Kings Canyon. 10/07/2015
11: De Yosemite NP al lago Tahoe y la ruta de la fiebre del oro. 13/07/2015.
12: San Francisco. 17/04/2015.
13: California al norte de San Francisco. 20/07/2015.
14: Oregón y Washington. 25/07/2015
15: Washington: Olympic NP y Seattle. 28/07/2015
16: Canadá. Pequeñas islas y Vancouver island. 02/08/2015.
17: Vancouver (Canadá). 05/08/2015.
18: Las Rocosas canadienses. 09/08/2015.
19: ¡¡ Adios Canadá, hola Montana !!. 12/08/2015.
20: Yellowstone National Park. 17/08/2015.
21: Regreso a Chicago. 22/08/2015.
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Etapas 7 a 9, total 21
Acampados junto a la ruta 66, no son pocas las cosas que han pasado desde nuestra última crónica. Nos habíamos quedado en el motel de Mexican Hat, aún en Utah. Allí coincidimos por primera vez con otra pareja de españoles: unos recién casados que estaban recorriendo estos parajes.
Nuestra primera noche de motel. Durmiendo junto al río San Juan: ![]() Salimos la mañana del viernes en dirección a Arizona y al Gran Cañón del Colorado, nuestro objetivo del día. La carretera que lleva a Arizona es la que cruza el Monument Valley y una de las imágenes más reconocibles de Forrest Gump. Paramos a hacer una foto, y otra pareja se nos acercó para que les hiciésemos una foto en el lugar. -Where are you from? – les pregunté. – From Spain – Contestaron. – Ya me había parecido a mí – Les dije, ya en español, y nos reimos los cuatro. No habíamos visto a ningún español en casi dos semanas, y ahora dos parejitas seguidas. Se ve que esta zona a la que llegamos la trabaja más el turista nacional. Los incondicionales de Forrest Gump reconocerán esta imagen: ![]() En Arizona existe una particularidad con las carreteras, y es que las puedes adoptar. Sí, sí, como quien adopta un hijo: Adopt a highway. De hecho, hay muchos tramos en los que vas leyendo los nombres de quienes las han adoptado: familias, asociaciones, en memoria de fallecidos etc. ¿Adoptamos una carretera?: ![]() En EE.UU. hasta las placas de matrícula son un espectáculo: ![]() Los navajos de hoy ya no viven en tiendas de campaña, sino en barracones y en condiciones bastante lamentables: ![]() Arizona va por libre en esto del cambio de hora, y en su día decidieron simplemente no cambiar al horario de verano. Así que en invierno tienen la hora de Colorado y Utah, pero en verano tienen la de la costa oeste. Consecuencia para nosotros: hemos perdido otra hora. Ya estamos a nueve de Madrid. Parecemos Willy Fog pero yendo al revés. Tras muchas, muchas millas, hacia las doce llegamos al famoso Gran Cañón del Colorado y, efectivamente, hay que decir que es el padre de todos los cañones: brutal, inmenso, inabarcable…no se nos ocurren más adjetivos. Incalificable, hay que verlo para sentirlo. Pensábamos que solo tenía un par de balcones para asomarte, pero el recorrido sur es muy amplio, y puedes admirar las vistas espectaculares desde varios puntos en un recorrido en coche. Además, en la parte más turística, hay también un camino que se puede hacer a pie y que también es bastante largo. A pesar de que es uno de los lugares más visitados del mundo, nosotros no encontramos aglomeraciones. Sí nos encontramos algunos españoles más, pero es razonable: aquí viene gente de todo el mundo. Además todo está organizado a la americana: como un parque temático con todo señalizado y muy bien contado. El Cañón es espectacular, y ellos han sabido convertir este espectáculo en algo didáctico con explicaciones acerca de su formación e historia para satisfacer al más curioso. Se agradece que la parte comercial (tiendas, restaurantes etc.) quede fuera, alejada del entorno natural. ![]() Admirando el Gran Cañón, con tranquilidad: ![]() ![]() Impresionante cóndor de California sobrevolando el Cañón: ![]() En Flagstaff decidimos pasar el fin de semana, pues hay bastantes cosas que ver y hacer en el entorno. En el primer camping que preguntamos nos instalamos, en plena ruta 66. Esta ciudad tiene un entorno natural que lo diferencia de los alrededores, pues todo es árido y desértico, mientras que aquí hay un ambiente fresco y agradable por estar situado en un gran bosque de coníferas. Tras instalarnos, comprar víveres en un Target (cadena de supermercados) y cenar una pizza local, tuvimos una desagradable experiencia: ya era de noche, volvíamos al camping, y en esto que se nos coloca detrás un coche de policía con sus luces y su sirenita. Dijimos, ostras, vienen a por nosotros! Y efectivamente, nos hicieron parar. Menos mal que en vez de un fornido poli, se nos acercó a la ventanilla una amable policía. Nos dijo que nos paraba por no haber hecho un Stop en la bocacalle anterior. Era cierto: aquí hay stops en todas las esquinas. Yo no llegué a detener del todo el coche, y ahí estaban ellos, acechantes, para echársenos encima. Nos pidieron la documentación, se fueron a comprobar los datos del coche…y la matrícula no estaba registrada. Ya nos veíamos con el coche inmovilizado y pasando la noche en chirona. Poniendo cara del gato de Shreck, nos hicimos los inocentes, le contamos que éramos turistas y la historia del coche, y afortunadamente nos dejó ir, recomendándonos que solucionásemos lo antes posible la situación legal del vehículo y sin multarnos ni siquiera por lo del Stop. Vamos que tenemos una suerte que no nos lo creemos. Lo de aclarar la situación legal del coche se lo hemos encargado a nuestro agente en Chicago, es decir, Adrián. El fin de semana lo hemos dedicado a las excursiones en las “cercanías” de Flagstaff. Aquí cercanías, supone hacerse como mínimo cuatrocientos kilómetros, como los que hicimos ayer para ver, eso sí, dos tesoros naturales impresionantes: el cráter de meteorito más grande que se conoce, y el Bosque Petrificado: troncos de árboles con millones de años de antigüedad que se han convertido en piedra por la acción del tiempo y la Tierra, que produce estas maravillas. Rematamos el sábado viendo Flagstaff, un punto importante en la ruta 66, y cenando muy bien en una popular cervecería recomendada por Marta y Adrián. Observando el gran cráter que abrió un pequeño meteorito: ![]() El Bosque Petrificado, de árbol tropical a piedra. ¡Que cosas hace la madre naturaleza!: ![]() Mural artístico en las calles de Flagstaff: ![]() Hoy domingo queríamos haber pasado el día en Oak Creek, un parque natural con río de montaña donde poder darte un baño, cerca de Sedona. Pero nos hemos encontrado, precisamente por ser domingo, con un montón de domingueros, mayormente mexicanos con toda la familia. Así que no había ni donde dejar el coche. Hemos proseguido hasta Sedona, un pueblo muy turístico debido a que es un lugar recomendado por los místicos porque tiene un magnetismo especial. Nosotros solo hemos notado que hacía mucho calor. El resto del día lo hemos dedicado a ver ruinas de los indios que habitaron por estas tierras hace unos mil años y una zona volcánica muy curiosa alrededor del Sunset Crater. Oak Creek. Aunque no lo parezca, estaba lleno de domingueros: ![]() Construcción realizada por los indios Sinagua, llamados así porque no tenían agua (sin cachondeo): ![]() Sunset crater, ríos de lava enmedio del desierto: ![]() Aquí vivían los indios Wukoki: ![]() Mañana dejamos Arizona y la vida campestre para empezar nuestra semana más ciudadana: primero Las Vegas, y luego, Los Angeles. Durante los próximos siete días, cambiaremos nuestra suite rodante por estáticas habitaciones de hotel, y nos jugaremos un dólar a la ruleta o al black jack, a ver si financiamos el viaje. Etapas 7 a 9, total 21
Todo lo que se dice de Las Vegas es poco. Llegas pensando que es una ciudad normal y no lo es. Es una locura inventada por unos pocos y elevada a la decima potencia por toda la humanidad. No se sabe si aquí vive gente normal. Lo único que se distingue a simple vista son millones de metros cuadrados de hoteles que no son solo hoteles; son inmensos templos dedicados al juego y al consumo y todos llenos de gente jugando, fumando, bebiendo, comiendo y comprando como si no hubiese mañana. Aunque por fuera son distintos, una vez dentro, todos los hoteles tienen la misma estructura. Entras y ya estás en el terreno de juego. Largos pasillos con miles de tragaperras de todos los colores y mesas con croupieres despachando fichas, cartas o dados a enfervorizados jugadores que se dejan el saldo de la tarjeta a cualquier hora del día. Pueden hacerlo en chanclas y bañador o con vestidos de noche. Formalidad, ninguna. Se juega bebiendo y fumando como ya no se ve en ningún sitio y está todo lleno, con viejos decrépitos que van en sillas de ruedas, con señoras de mediana edad solas, con grupos de jóvenes cargados de alcohol, con gente que parece normal y que podríamos ser cualquiera si nos dejásemos tentar. Porque todo es puro espectáculo, divertido y superficial, diseñado para pasar unos días en el paraíso del dinero.
Famoso cartel que da la bienvenida al paraiso del juego y el consumo: ![]() Aún estamos intentando averiguar cómo se juega a esto: ![]() Solo uso el asiento para descansar, pero no me pienso gastar ni un dólar: ![]() Cada hotel tiene sus propios espectáculos (solo el Circo del Sol tiene más de 5 espectáculos diferentes), varios restaurantes con cocinas de todo el mundo (aunque tapas hemos visto pocas), galerías comerciales con todo tipo de tiendas y nightclubs con imitadores de Los Beatles, Frank Sinatra y hasta de los Bee Gees. Sin olvidar a los magos, que David Copperfield aquí es el rey. Bueno, pues cada hotel tiene su propio mago. En nuestro hotel hay uno que se llama Criss Angel. No sabemos lo que hace porque no estamos dispuestos a pagarlo. Nuestro hotel, el Luxor, es muy original. Vivimos dentro de una pirámide y todo se mueve en su interior. Las habitaciones dan al exterior de la fachada piramidal, con las ventanas inclinadas. Y dentro, claro, las tragaperras, las mesas y los restaurantes pero con un inventado ambiente egipcio bastante singular, incluida una pirámide maya que suponemos se les coló a los diseñadores. Ya digo, bastante original comparado con el resto. Entrada del Luxor. Al fin y al cabo, también está en el desierto: ![]() El interior de la pirámide-hotel: ![]() Que la gente viene a casarse a Las Vegas es muy cierto. Por capillas no será! En nuestro hotel hay una, pero las hay en todos los hoteles, además de estar en la parte más antigua. Estas últimas son las originales, donde se casó Elvis Presley, que fue el que puso de moda este asunto. Ya hemos visto varias novias, vestidas de novias, con su ramo y todo, saliendo de ellas. A mí me hubiera gustado montar el numero y casarme pero además de tener que pedir la vez, el espectáculo también sale caro, no menos de 65 dólares y la verdad, no me interesa tanto. Y a Juan menos. Para casarse hay que pedir hora, como en la peluquería: ![]() Estas capillas son más pintorescas que las de los hoteles: ![]() En realidad, Las Vegas es una calle, Las Vegas Boulevard, más conocida como “Strip”. A lo largo de ella van sucediéndose los hoteles y entre medias de ellos, centros comerciales que sirven de pasillos, porque en la calle no hay quien pare. Los 43 grados a medio día derriten las ganas de comprar. Hay pasillos interiores y exteriores y pasos elevados para salvar el tráfico, casi todos con aire acondicionado para poder respirar. Entre muchos de los hoteles, que son de una misma compañía, también hay monorrailes, que acortan las distancias del paseo. Hoy hemos cogido un autobús turístico, de los de dos pisos, nos hemos sentado arriba, en primera línea y hemos hecho el recorrido completo, los 7 kilometros del Strip mas el downtown que es donde empezó todo. Y bien fresquitos. Así da gusto! En el recorrido se pueden ver todos los hoteles entre los cuales están 18 de los 25 hoteles más grandes del mundo: El Cesar Palace, The Mirage, El Palazzo y El Venetian, que imita a Venecia, con su pequeño “Gran Canal” de mentira pero con gondoleros cantantes de verdad. El Paris, con su pequeña Torre Eifell. El New York, New York con la correspondiente imitación de los edificios representativos de la ciudad, el Empire State, el Chrysler y como no, su pequeña “Estatua de la libertad”. Y el Bellagio con un inmenso lago a la entrada donde cada media hora se exhibe un espectáculo de agua, luz y sonido. Lo dicho, todo puro espectáculo. New York, New York, con montaña rusa incluida: ![]() Góndolas de verdad por canales de mentira. Incluso el cielo es artificial: ![]() En este hotel, aparte de sus cascadas y jardines, se pueden ver de nuevo juntos a Los Beatles: ![]() The Strip, la calle principal, y los pasos elevados que comunican los hoteles entre sí: ![]() The Strip la nuit: ![]() Después de 2 semanas campestres, viviendo en plena naturaleza, estos tres días en esta loca ciudad han sido el contrapunto perfecto para desear volver a la naturaleza. Aunque de momento no lo vamos a hacer porque mañana salimos para Los Angeles y mucho nos tememos que sea peor el remedio que la enfermedad. Etapas 7 a 9, total 21
Ya no podemos seguir nuestra ruta hacia el oeste: nos hemos topado con el Pacífico. Hemos llegado al final de la mítica Ruta 66 que va de Chicago a Los Ángeles sin hacer la Ruta 66 propiamente dicha. La nuestra ha sido una ruta bastante más larga, de más de 3600 millas ya que nuestro recorrido ha sido más al norte. La mañana que salimos de Las Vegas, empezó mal: al revisar nuestras cosas, me percaté de que había perdido la tarjeta Visa. Seguramente me la dejé en el Bubba Gump dónde habíamos cenado la noche anterior. Tras unos minutos de nervios, conseguimos hablar con el banco que procedió a bloquear la tarjeta inmediatamente, por si acaso. Afortunadamente, no se había producido ningún movimiento sospechoso. Así que ahora seguiremos usando las tarjetas de reserva, que para eso somos hippies, pero con tarjeta de crédito, faltaría más. El desierto de Mojave nos dio otro susto. Es el desierto que hay que atravesar para llegar a Los Ángeles desde Las Vegas, y uno de los más calurosos del planeta. Nuestro coche también sufrió las temperaturas extremas y se calentó más de la cuenta, pero sin graves consecuencias. Una paradita para repostar y que se enfriase un poco, fue suficiente.
El desierto de Mojave. Aquí es mejor no quedarte tirado: ![]() Aquí está el llamado Valle de la Muerte. Con eso está todo dicho: ![]() Los Ángeles no es una ciudad: es un desmadre urbanístico rellenado a cachos y con autopistas de diez o doce carriles que lo atraviesan por todas partes. Apenas tiene edificios residenciales en altura, por lo que sus diez millones de habitantes se encuentran desparramados en casas bajas a lo largo de una gran extensión de terreno. Ahora, después de cuatro días por aquí, nos lo conocemos de pe a pa. Bueno, mejor dicho. Se lo conoce el TomTom, que es el que nos trae y nos lleva porque si no, no sé que hubiese sido de nosotros. De todas formas, no hay que asustarse. Estamos alojados en un motel en una zona decente llamada Glendale y desde la que hemos podido llegar sin problemas a los diferentes sitios que nos habíamos propuesto visitar. Esta autopista pasa por el mismísimo centro de la ciudad: ![]() Hay que tener en cuenta que estamos en la Meca del cine, y que aquí está Hollywood, por lo que todo es muy cinematográfico: aquí vienes a ver las letras del famoso cartel, a pasear por Hollywood bulevar y hacerte fotos con las estrellas de tus artistas favoritos en el paseo de la fama. A visitar y pisar el Dolby Theater dónde cada año se celebra la ceremonia de entrega de los Oscar. A echar un vistazo a Beberly Hills, Bel Air, Mullholand drive y las casas de los famosos, aunque ninguno se haya dignado invitarnos ni siquiera a pasar. Ellos se lo pierden. Viendo la puesta de sol tras el famoso cartel: ![]() Skyline nocturno de Los Ángeles: ![]() Aquí se entregan los Oscars todos los años. Además de teatro es, por supuesto, un centro comercial: ![]() El Teatro Chino es más antiguo y pintoresco. Aunque ahora es un cine 3D: ![]() Delante del Teatro Chino es donde dejan sus huellas los famosos. A nosotros no nos dejaron poner las nuestras: ![]() Aquí las estrellas no están en el cielo, sino por los suelos: ![]() También están las playas de Santa Mónica y Venice, atestadas de gente no sabemos si por ser fin de semana glorioso para los americanos, ya que celebran la Independencia el 04 de julio, o porque siempre están así. Final de la ruta hacia el oeste. A partir de ahora iremos hacia el norte: ![]() El muelle de la playa de Santa Mónica. Hasta aquí también llegó Forrest Gump: ![]() Venice beach, una playa con mucho ambiente: ![]() Por estar, aquí está hasta el Queen Mary, famoso barco que hacía las rutas transatlánticas antes del desarrollo de la aviación comercial, y hoy convertido en hotel. Como curiosidad, decir que junto a este enorme barco de pasajeros, tienen expuesto un submarino de la desaparecida Unión Soviética. ¿Se lo comprarían a los rusos por dos duros cuando desapareció la URSS? El Queen Mary, el submarino soviético y una paisana: ![]() Como nos gusta el cine, no podíamos dejar de ir a visitar los UNIVERSAL STUDIOS. En realidad se trata de un parque de atracciones con la particularidad de que está hecho junto a los estudios de rodaje de la emblemática productora. Su atracción principal es precisamente poder recorrer durante una hora los estudios, escenarios y sets de rodaje que han servido para la creación de películas de las que todos hemos disfrutado, y que siguen utilizándose hoy en día. En el parque, además puedes asistir a espectáculos como Waterworld, el tour de los Simpson, los Minions, Shreck, la Momia, Jurassic World o los Transformers, donde se mezclan la realidad y la ficción en 3D que convierten las películas en un espectáculo vivible. La entrada vale una pasta gansa pero merece la pena por una vez en la vida. A punto de tomar una cerveza en el bar de Moe....hasta que preguntamos el precio: ![]() Estos trenecitos te llevan a través de los decorados y estudios de la Universal: ![]() Hablando de decorados...seguro que todo el mundo sabe quién vivía en esta casa: ![]() En la Universal no queda más remedio, dieta americana: ![]() Al volver del parque, el coche nos dio un pequeño susto, ya que nos avisó de que había que revisar los frenos para no ir desenfrenados. Como hoy era domingo, no hemos podido llevarlo a ningún taller. Por suerte, tenemos un montón de talleres alrededor del hotel, así que mañana lunes lo llevaremos a ver que pasa. Pero hoy hemos preferido no usarlo, así que hemos tirado de transporte público, y hemos ido en autobús al Downtown, es decir, al centro de la ciudad. Allí se ubica el “Pueblo”, así , en español, y que fue el origen de la ciudad, cuando unos cuantos pirados se establecieron aquí a finales del siglo XVIII. Ahora esa zona se reduce a la iglesia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, que dio origen al nombre de la ciudad, y a dos calles que ahora son un mercadillo de productos mexicanos para propios y turistas. Allí se conserva también la casa más antigua de Los Angeles, por supuesto también de origen español. La zona está pegando a otros lugares curiosos como Little Tokyo y Chinatown, que dan una imagen de las mezclas raciales que hay en esta ciudad. Aquí está el origen del nombre de la ciudad: ![]() Paseando por Little Tokyo: ![]() Este dragón te da la bienvenida a Chinatown: ![]() No todo son visitas turísticas. También hay que hacer las labores domésticas habituales. Entre ellas, hacer la colada, lo que en nuestro caso, supone ir a una lavandería automática de las muchas que hay por todas partes. La nuestra está cerca del motel, y la usa una gran cantidad de personas. O no tienen lavadoras en sus casas, o les es más cómodo hacerlo así. Gracias a las lavanderías automáticas nos mantenemos limpios y aseados: ![]() Nuestras siguientes etapas ponen rumbo al norte, y camino a San Francisco esperamos encontrar menos aglomeraciones urbanas, volviendo a disfrutar de los espacios naturales y de nuestro habitáculo ambulante sobre ruedas. Que todo en la vida es cine, y los sueños, cine son (L.E.Aute dixit) : ![]() Etapas 7 a 9, total 21
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