CUBA, un viaje al pasado… o al futuro ✏️ Blogs de Cuba

Remedios es un pueblo chico, llano y menos llamativo que Trinidad. Por algo nos decían que era el lugar para organizar el viaje a Cayo Santa María y no mucho más. De todas maneras tiene una plaza muy bonita, vimos por los ventanales el armado de puros y la gente están atenta, culta y simpática como en toda la isla.
Las opciones de viajar al Cayo y quedarnos 1 noche para no viajar tanto y conocer los famosos all inclusive fue rápidamente descartada porque el costo es exorbitante, al menos para nosotros; el clima seguía nublado y fresco y no había seguridad de disfrutar el lugar. Finalmente nos quedamos en Remedios por 25 cuc la habitación y 5 cuc el desayuno en Casa de Haydee y Juan Carlos.
Caminamos y nos enteramos que había llovido 3 días y no había gente en ningún lado; lo comprobamos en la calle y en alguna feria donde había precios más baratos que en La Habana.
Por la tarde Julieta, que había subido a la terraza a leer, escuchó que la saludaban… eran los italianos de Playa Girón y Trinidad que estaban alojados en la casa vecina. Nos invitaron a cenar espaguetis que cocinaría Stefano. Llevamos unas cervezas y cenamos junto a 3 italianos más que se alojaban allí. Nos divertimos mucho y nos sorprendieron las coincidencias políticas y sociales entre ambos países. Esperamos hasta medianoche para festejar el cumpleaños de Julieta y después seguimos con ron hasta la 1,30 hs.
El desayuno fue muy bueno como siempre, un rato más tarde salimos hacia Cayo Santa María en un taxi compartido a 4 cuc cada uno. Nos tocó un día muy ventoso y fresco, el agua estaba fría (es océano Atlántico, no Caribe). El paisaje es muy lindo pero no se pudo disfrutar a pleno. Cobran 5 cuc el ingreso y uso de las instalaciones más una consumición de 2 cuc como máximo (cerveza, gaseosa, mojito, etc.) hay baños muy confortables y limpios, guardavidas, bares, reposeras, etc. Durante todo el día estuvimos con campera…
Vimos algunas aves, cangrejos, estrellas de mar y en otra parte de la playa restos retorcidos de los que dejó “Irma” el huracán que atravesó la isla en Septiembre de 2017.
Decidimos nos viajar nuevamente al Cayo porque las condiciones serían las mismas, pensamos alternativas que se reducían a Matanzas volviendo hacia La Habana pero seguía siendo Océano Atlántico y apareció volver a Playa Girón que era Mar Caribe y la habíamos pasado muy bien. Llamada por teléfono y Wilfredo nos confirmó que tenía lugar, entonces organizamos el viaje. La mañana siguiente Haydee y Juan Carlos nos regalaron un libro de un nativo de Remedios que se unió a la revolución a los 15 años junto a su hermano y él nos llevó en su taxi compartido con dos eslovenos hasta Santa Clara por 5 cuc cada uno.

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Nos alojamos en el Hostal Adrianos, una casa enorme, antigua y muy bien arreglada en pleno centro, a media cuadra de la plaza central. Visitamos el Museo del Tren Blindado y gracias al consejo de una trabajadora del museo a pocas cuadras una estatua del Che que tiene detalles increíbles. La obra presenta al Che caminando con un niño en brazos pero alrededor del cuerpo hay detalles relacionados con su vida y su acción. Aparecen en sus piernas soldados trepando, de su cintura una multitud apareciendo del interior. En otra parte su amor por las motocicletas, un soldado escondido en un hueco y algunas más. Muy representativa y emocionante.
Por la tarde visitamos el Mausoleo del Che pero no pudimos visitar el Museo porque estaba cerrado aunque era día de visita. La Plaza es enorme y las esculturas y mensajes son acordes a la opinión de la gente sobre lo que representó el Che Guevara en la revolución. El operativo sobre el Tren Blindado fue un ataque determinante para el triunfo de la revolución pero fue posible porque todo el pueblo colaboró cortando calles y avisando a los revolucionarios la llegada de refuerzos de Batista.
Caminamos hasta la terminal de Viazul pero no había pasajes para Playa Girón para el día siguiente; los dueños de la casa nos pusieron en contacto con un taxi y nos dijeron hasta cuánto pagar para que no nos cobren de más. Acordamos 60 cuc y llegamos a nuestra ya querida Playa Girón. Viajamos en un Volkswagen Gol bastante nuevo de un médico que durante la semana trabaja en un hospital y los fines de semana viaja con turistas. Charla muy interesante sobre la medicina y con algunas miradas críticas muy razonables. Nos contó que este año se empieza a aplicar un impuesto extra de gran valor a los terrenos no trabajados. Otra muestra de la influencia que sufren por el vergonzoso bloqueo norteamericano debiendo sacrificar ambientes silvestres para producir comida o materias primas.

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En Playa Girón el reencuentro fue muy alegre, estaban cansados porque ayer se habían ido 24 biólogos marinos de la Universidad de Tampa que estuvieron repartidos en varias casas y que buceaban todos los días coordinados por Wilfredo.
Fuimos al mar y a pesar de estar nublado pudimos bañarnos, hacer snorkel, comer sándwiches, piña y mojitos. Volvimos a la tardecita, ducha, un rato de lectura y de cena un pulpo exquisito y muy bien acompañado.
A la mañana fuimos al mar por un sendero dentro del bosque. Muy linda la mayor parte ya que estábamos a la sombra; vimos una culebra verde oscura de un metro aproximadamente que se escapó y no pude agarrarla (Cuba no tiene serpientes venenosas). En la caminata hay una parte que atraviesa un basural y opaca el resto. Es un lugar para acondicionarlo y colocar alguna cartelería y sería mucho mejor que caminar sólo por el costado de la ruta. Otro día de mucha playa y lectura.
Después del desayuno fuimos nuevamente a la Cueva de los Peces con la idea de bucear nuevamente. Estaba parcialmente nublado y entonces nos fuimos al mar esperando a que el día mejore; el mar estaba increíble, clarísimo y sereno. Alrededor de las 11 tuvimos sol pleno y fuimos a contratar la salida. Pagamos 25 cuc cada uno ya que la clase ya la habíamos hecho la semana anterior en nuestro primer buceo. Tuvimos suerte y salimos solos con el guía, llegamos hasta los 15 mt. donde hay un barco hundido durante 35 minutos. Espectacular !!!
Regresamos alrededor de las 14,30 hs. y nos fuimos a playa coco el resto de la tarde.
La cena incluyó calamares rellenos, a la plancha y fritos como rabas, con su acompañamiento y la exquisitez de siempre.
A la mañana siguiente salimos hacia Cienfuegos en un Moscovi (auto ruso similar al Fiat 125 y al Lada). Fuimos a visitar el Delfinario por iniciativa de nuestra hija y vivimos sensaciones ambiguas. Admiración por la plasticidad, elegancia y potencia y una profunda tristeza por el cautiverio agravado por estar pegados al mar con grandes vallas. El costo del show fue de 10 cuc por persona y para bañarse con los delfines 40 cuc extras. Ésta parte se desarrolla luego del show y no permiten que personas acompañantes lleguen al piletón para evitar que tomes fotografías o filmes y posteriormente venderte las fotos a 40 cuc. Negocio lamentable cercano a una estafa…
Desde allí fuimos al Jardín Botánico donde teníamos el dato de una persona que nos podía acompañar en una recorrida. El costo de la entrada es de 5 cuc y fue una grata visita. Ese Jardín fue donado por un ciudadano extranjero para ser manejado por una Universidad norteamericana dedicado a la investigación y con aportes anuales del donador. Originalmente en el lugar se estudiaban especies vegetales de aprovechamiento productivo de cualquier lugar del mundo. Hay especies muy interesantes, especialmente cañas. Después fuimos al centro y caminamos un rato por una peatonal, usamos internet, comimos helado, compramos queso para nuestros sándwiches y visitamos la plaza principal y sus monumentos. Posee una bahía donde, nos dijeron, entran cruceros que se quedan entre 1 y 2 días.
Al regresar fui al hotel a encontrarme con las personas que había tenido contactos previos al viaje que, casualmente, estaban en Playa Girón para un Taller sobre Uso Sustentable de la Tierra. Conversamos un par de horas sobre muchas cosas muy interesantes y hasta las opciones que podíamos coordinar si decidíamos volver a Cuba a conocer la parte oriental (Bayamo, Comandancia, Monte Turquino, Santiago de Cuba, varios Parques Nacionales, etc.).
Volví de noche y me estaban esperando para cenar camarones a montones acompañados por arroz, boniato, plátano frito, una especie de salsa fría con cebolla y tomate y varias frutas. Durante la cena llegaron un italiano y una catalana jóvenes con los que conversamos un rato mientras cenábamos.
La mañana del 24 de enero, después del desayuno, fuimos a cambiar dinero (1.195 cuc por euro) y después playa todo el día con la práctica de snorkel bastante más lejos, casi en la rompiente. A la vuelta pasamos por el hotel con Sandra (Julieta se quedó en la playa) y conversamos junto a los conocidos de cuestiones relacionadas al ambiente.
A la noche cenamos Langosta, Calamar relleno y Cobo (caracol de mar muy grande). Era el cumpleaños del italiano y la pareja le encargó una torta que acompañaron con un rico vino blanco chileno. Fue un rato muy agradable.
Al día siguiente después del desayuno Julieta se fue a bucear nuevamente y nosotros a caminar por la Ciénaga con un amigo de Wilfredo que la conoce. Fue muy lindo, conocimos una gran variedad de plantas, usos medicinales y animales que observamos en su ambiente lo cual no es fácil ya que la Ciénaga es muy cerrada y sólo se las escucha y en los cenotes o lagunas pueden distinguirse claramente. Hizo mucho calor y decidimos volver al mediodía en “coche” (carro con caballo). Nos dimos una ducha y dormimos un rato esperando a Julieta. En la Cueva de los Peces hizo dos inmersiones, en la 2º salió sola con el guía y llegó a una pared profunda a 25 mt. donde vio peces muy grandes y gran variedad de corales.
Más tarde fuimos a la playa y nos quedamos hasta el atardecer a disfrutar la última tarde en Playa Girón.
Para la cena nos prepararon Pulpo y Pez Perro con boniato frito (dulce), arroz moro (con frijoles negros) y flan de chocolate. De sobremesa conversamos un buen rato con Wilfredo y una botella de ron Santero.

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