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11 días por el centro de PortugalAutor: Julenciyo Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: Portugal Centro
01: PREPARACIÓN
02: ELVAS
03: JUROMENHA - EVORAMONTE - ESTREMOZ - VILA VIÇOSA - MONSARAZ
04: EVORA
05: SINTRA
06: QUELUZ - SINTRA - CABO DA ROCA - AZENHAS DO MAR
07: LISBOA (DÍA 1)
08: LISBOA (DÍA 2)
09: MAFRA - TOMAR - BATALHA - ALCOBAÇA - NAZARE
10: OBIDOS - COIMBRA
11: COIMBRA
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Etapas 4 a 6, total 11
Comenzamos la mañana temprano. Desayunando en la cocina común del hotel con lo que nos habían dejado en una bolsita en la puerta por la noche.
Ya con fuerzas recogimos nuestras cosas y fuimos a dejarlas en el coche. Nuestra primera visita fue a la Ermita de Sâo Bras ya que nos pillaba justo en frente de donde teníamos el coche. Era temprano y estaba cerrada por lo que solo la pudimos ver el exterior. Tiene una pinta muy peculiar, como si de un castillo francés se tratase. Fue construido a finales del siglo XV donde se situaba una especie de hospital que atendía enfermos de peste, por lo que la iglesia se hizo en nombre de Sâo Bras, protector de las victimas de epidemias. ![]() De ahí nos dirigimos al Jardín Público, espacio donde se encuentra también el palacio de Dom Manuel. Se trata de un parque tranquilo, dotado de fuentes y bancos en los que puedes sentarte a contemplar el palacio. El palacio se mandó construir por Alfonso V en la segunda mitad del siglo XV. En el reinado de Dom Manuel se llevan a cabo una serie de reformas gracias a las que nace el jardín. Este monarca también mandó construir la Galería de las Damas, única parte que se mantiene en pie hoy en día. El edificio mezcla varios estilos en los que cabe destacar algunos detalles de influencia morisca. Cuando estuvimos allí se encontraba cerrado y no pudimos ver el interior. Muy cerca se encuentra la iglesia de San Francisco, que contiene la Capela dos Ossos. La entrada cuesta 4€ y merece la pena pagarlos por la espectacular capilla. La iglesia data de principios del siglo XVI y fue la sede de la boda real entre Pedro I y Constanza Manuel de Villena. Su estilo es gótico manuelino con retoques posteriores en estilo barroco. La iglesia nos recordó a las que se pueden ver en Inglaterra. Para entrar a la Capela dos Ossos es necesario salir de la iglesia para entrar por una puerta adyacente. La capilla es uno de los monumentos mas importantes de Evora y esta conformada por miles de huesos que provienen de varios cementerios, iglesias y conventos de Evora. La capilla fue diseñada por tres frailes franciscanos en el siglo XVI a modo de reflexión acerca de la brevedad de la vida humana. A la entrada de la capilla encontramos una inscripción que dice algo así como "Nuestros huesos están aquí,a los vuestros esperamos". Es un sitio sobrecogedor a la vez que brillante, realmente consigue el propósito para el que fue creada. Visita imprescindible sí o sí. ![]() Al salir de la capilla fuimos a la Praça do Giraldo donde se encuentra la oficina de turismo. Tras recoger un mapa y algo de información decidimos ir hasta la Catedral (Sé) callejeando un poco. Tengo que decir que algo muy bueno de Portugal es que en casi todos sitios existen baños públicos, la mayoría en buenas condiciones. De camino a la Catedral pasamos por la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, aunque sin entrar. En la fachada hay cuatro gigantes de piedra sentados sosteniendo globos terrestres. Llegamos a la catedral por la parte de atrás y fuimos rodeándola hasta la entrada. Dicen que es la catedral medieval mas grande de Portugal. Fue construida entre finales del siglo XII y principios del XIII. Fue realizada completamente en granito pero fue ampliada y retocada en los siglos posteriores. El claustro, algo pequeño pero muy bello, es de estilo gótico y contiene la capilla funeraria de su fundador, el obispo Don Pedro. En el interior destaca la capilla mayor con un gran crucifijo llamado "Padre de los Cristos", estatuas de San Pedro y San Paulo y un órgano renacentistas. En es exterior, la fachada contiene dos torres medievales y en su portal se pueden ver esculturas de los apóstoles. Llama la atención el cimborrio, el cual se puede observar mucho mejor en la subida al tejado. La entrada cuesta apenas 2€ y la visita no te llevará mucho mas de 30 minutos. ![]() Justo a la vuelta se encuentra el Museo de Evora, nuestra próxima parada. Nada mas entrar, como los dos días anteriores, se puso a diluviar. El museo es uno de los mas importantes de Portugal y merece la pena pagar los 3€ que cuesta su entrada. Por un euro adicional puedes hacer la visita con una audioguía. Tiene una gran colección arqueológica y artística. Contiene pinturas flamencas de los siglos XV y XVI, esculturas de la Edad Media y del renacimiento y multitud de paneles de azulejos. En el final de la visita destaca el Políptico de la Sé de Évora, obra flamenca del siglo XV. Los paneles muestran escenas de la vida de la Virgen María. Al salir del museo apenas llovía. Teníamos intención de visitar la biblioteca pública pero estaba cerrada. Fuimos a ver el Templo Romano (esta en mitad de la plaza donde se encuentra el Museo de Evora). Cuando llevábamos un par de minutos echando fotos comenzó a llover un poco mas y decidimos irnos a buscar ropa de abrigo al coche. Casi llegando, siguió apretando aun mas la lluvia. ![]() Decidimos entonces buscar un restaurante donde comer, y tras varios fallos encontramos una brasería llamada "O Caçador" cerca de la entrada al recinto amurallado de la rua do Raimundo. Comimos una pequeña ensalada rusa muy parecida a la de España, una sopa del día y medio pollo (Frango) asado acompañado de arroz blanco con ajos. Esto mas una canasta de pan, 2 botellitas de agua, 1 cerveza y dos cafés, 18,70 €. El restaurante estaba bastante bien, muy al estilo de casi todos los locales de hostelería del Alentejo. Al terminar la comida fuimos al coche sin saber que íbamos a hacer, pues no sabíamos como estaba el tiempo. Seguía lloviendo pero muy poco, así que decidimos ir con el coche hasta el acueducto de Agua da Prata. Dejamos el coche prácticamente debajo del acueducto, entrando a un parking al aire libre por una rotonda cerca de la Puerta de Avis. Ya había parado de llover. Desde este punto se puede observar tranquilamente. Fue construido en el siglo XVI para canalizar el agua desde el río mas cercano, a 9km, hasta la plaça do giraldo. Desde el punto en el que nosotros estábamos, fuera de las murallas, se puede observar la zona en que tiene mas altura (unos 25 metros), pero atravesando la muralla el acueducto sigue su recorrido, y leímos que esta parte es muy bonita por la rua do Cano, ya que bajo los arcos del acueducto se construyeron casas y forman una estampa muy peculiar. ![]() Nos quedaban cosas por ver, sobre todo la Universidad y algunas cosas mas cerca de ella. Cogimos el coche para ir hasta la universidad y al llegar a una rotonda vemos que la carretera que nos tenia que llevar hasta la otra parte de Evora donde estaba la universidad estaba cortada por una carrera ciclista. No sabíamos si dando toda la vuelta conseguiríamos llegar o no, y con la lluvia y la comida se nos había hecho un poco tarde. Desistimos de ir a la universidad y salimos de Evora en dirección al Cromlech de los Almendros. El Cromlech de los Almendros es un monumento megalítico que data de alrededor del año 6000 a.C. Los monolitos que forman este monumento megalítico son los mejor conservados y el mejor ejemplo de este tipo en la península ibérica. En total el Cromlech esta compuesto por 95 menhires (piedras) que forman una especie de anillos. Algunos de estos menhires contienen algún tipo de dibujo o símbolo, pero tengo que decir que nosotros solo pudimos distinguir uno. Este emplazamiento se piensa que fue utilizado con finalidad religiosa, por alguna religión que se ceñía al movimiento de las estrellas. Esta a unos 15 kilómetros de Evora pero se tarda en llegar casi media hora, ya que los últimos 4,5 km se hacen por una pista de tierra que en algunos tramos esta regular. El coche se puede aparcar a unos 150 metros del monumento megalítico, el transito es libre, por lo que puedes acercarte por todos los menhires e incluso tocarlos. ![]() Con esta visita terminábamos por hoy. Íbamos a dejar el Alentejo camino de Sintra. Nos quedaban 2 horas de viaje hasta el que sería nuestro alojamiento las próximas 5 noches, ya que pasaríamos 2 días viendo la zona de Sintra y 2 días viendo Lisboa. Nuestro hotel (Very Quiet Place) se encontraba a 5-6 km de Sintra. La verdad es que acertamos de pleno con el alojamiento. Era una casa en un pueblo cercano, perdida un poco en la nada, rodeada de naturaleza y muy tranquila. Las dos hermanas propietarias de la casa muy amables y atentas. Tenía parking incluido y la habitación era como un estudio, con una gran entrada, una buena habitación, una sala de estar y un baño. Nos encanto. Una vez en el alojamiento, echas las presentaciones y colocado los bártulos, fuimos al pueblo (1 km y pico) con el coche para cenar. Encontramos cerrado el que nos habían recomendado en el alojamiento así que buscamos alternativa y encontramos un sitio chulo llamado Tabuas. El restaurante era bastante original y ya no era el típico restaurante que nos encontramos en el Alentejo. Cocina y ambiente mas europeo, aunque con toque portugués. Nos pedimos un par de chamuças de carne, una piadina de hummus, y luego un plato cada uno. Mi pareja se pidió unos espaguetis con salmón y yo una berenjena asada. Ademas de una cerveza, un vino blanco una botella de agua. Y claro el postre (brownie). En esta cena se nos fue un poco la mano con la comida pero es que tenia todo muy buena pinta. Todo por 35 euros. Vuelta al alojamiento y a descansar. Etapas 4 a 6, total 11
Comenzaba un nuevo día y lo primero que había que hacer era cargar el cuerpo con un buen desayuno (magnifico en este alojamiento). Pero pronto se empezaron a torcer un poco las cosas, ya que desayunando empezó a dolerme la espalda y tuvimos que salir una 1 y media mas tarde de lo previsto esperando que se me pasara un poco y buscando los debidos medicamentos.
En este día teníamos pensado ver Castelo dos Mouros y Palacio da Pena por la mañana y Palacio Nacional y Quinta da Ragaleira por la tarde. Por unas cosas y otras el Palacio Nacional no lo vimos. Haciendo la preparación del viaje leímos mucho sobre como ir hasta el castillo y el Palacio da Pena, y mucha gente decía que se subiera en el bus que pasa por todos los monumentos de Sintra ya que puedes ir subiéndote y bajándote cuando quieras. Otros decían que subieras andando, otros en tuk-tuk, pero casi nadie aconsejaba el coche. Yo decidí subir con el coche porque pensé que aun no sería una época muy masiva y ademas quería estar temprano. La verdad es que llegué sobre las 10 y poco y había pocos coches y pude aparcar casi en la puerta del parque del palacio da Pena, un poco mas abajo de la entrada al castillo. Cuando nos fuimos a mediodía eso era una locura de gente y de coches. Mi consejo es que si se quiere subir con el coche se haga lo mas temprano posible y tienes que contar con que al volver va a ser un poco caótico. Aun así creo que es lo mejor. Una vez el coche estaba aparcado, nos dirigimos a la entrada del Parque del Palacio da Pena a preguntar unas cosillas y sacar las entradas, aunque íbamos a ver primero el castillo. Para las entradas a los monumentos de Sintra lo mejor es prever que se va a visitar y sacarte las entradas conjuntas porque te hacen descuento. También te hacen descuento con la Lisboa Card. Nosotros íbamos con pensamiento de ver 6 monumentos de los que podías sacar entrada conjunta, pero una vez allí me lié y pedí una de cinco, dejando fuera el Palacio Nacional de Queluz. Para colmo saque la del Palacio Nacional de Sintra que al final no visitamos. Al día siguiente intenté cambiar una entrada por otra y no me contestaron muy bien, no tenían ninguna intención de resolver nada. Al comprar las entradas preguntamos si era mejor entrar luego al Palacio por la puerta principal o por el parque y nos dijeron que si subíamos por la carretera y entrabamos por la puerta principal tardaríamos mucho menos pero que no sería tan bonito como por el parque. Y es cierto. Mas adelante lo comento. Tras resolver esta duda subimos unos metros para encontrar a la izquierda la entrada al Castillo. Primero encontramos un camino que va descendiendo, en el que a la izquierda encontramos una especie de torre antigua perteneciente a restos del castillo. Cruzamos un arco y seguimos avanzando, encontramos mas restos de lo que parecen ser silos. Torcemos a la izquierda y encontramos lo que se puede considerar la entrada en sí al castillo. El castillo que en realidad es una muralla, no hay castillo como tal. Nada mas pasar por esa entrada principal encontramos una plaza grande (plaza de armas), desde donde se puede acceder a la muralla. Quizás el único punto fuerte es este, subir a la muralla y bordearla, pero es un punto muy fuerte, las vistas son espectaculares y a cada paso que das ves una foto distinta e increíble. ![]() Junto con el Palacio da Pena forman un conjunto visual espectacular. Las vistas del palacio desde el castillo merecen algunas fotos y un buen vistazo. El castillo fue construido por los musulmanes en el siglo VIII y IX, aunque el siglo XII fue conquistado por Dom Afonso Henriques, primer rey de Portugal. El perímetro de la muralla mide unos 450 metros y esta compuesta por 5 torres, la última y mas alta es la Torre Real y desde abajo hay que subir unos 500 escalones, pero merece la pena. ![]() Salimos del Castillo por donde entramos y bajamos hasta la entrada al Parque del Palacio da Pena. Aunque se tardaba bastante mas decidimos subir por el parque, y no nos arrepentimos. Es mucho mas bonito subir por esta parte que por la carretera. Me atrevería a decir que disfrute mas del parque que del Palacio, aunque seguramente debido a que el palacio estaba atestado de gente y, como la gente entra por la entrada principal, el parque estaba bastante mas solitario. El Parque es inmenso y seguramente ni estando todo el día en el se llegaría a ver entero. Nosotros hicimos un recorrido mínimo parándonos un poco y tardamos casi una hora en llegar al Palacio. Si vas directo y sin pararte no tardas mas de 15 minutos, pero ya que estas dentro del Parque lo suyo es admirarlo y dedicarle un rato. Dentro del Parque se encuentra el Chalet y Jardín de la Condesa de Edla, del que había leido buenas opiniones, pero no teníamos mucho tiempo y ademas hay que sacar otra entrada aparte con el correspondiente gasto y decidimos no visitarla. Como hemos dicho antes, nosotros entramos por la entrada situada mas abajo (entrada de los lagos), cerca de la entrada al castillo, por la que nada mas empezar encuentras 4 o 5 pequeños lagos situados mas o menos en el centro del parque y que comunican con casi cualquier camino. Decidimos seguir una de las rutas marcadas en el folleto que dan a la entrada. Al llegar al último lago torcimos a la izquierda buscando la Fuente de los Pajaritos, un pequeño pabellón de estilo islámico. Seguimos acompañando un riachuelo y pasamos por la Helechería de la Reina y por el Jardín de las Camelias hasta salir a un camino asfaltado bastante ancho. Habíamos perdido mucho tiempo en el tramo anterior y decidimos ir un poco mas deprisa, siguiendo este camino asfaltado. Todo el parque es un sitio precioso y muy natural. A los pocos minutos ya veíamos el palacio, y tras echar unas fotos buscamos la entrada. Para nuestra sorpresa la cola de entrada estaba incluso fuera del recinto y no sabíamos donde era realmente la entrada al palacio por lo que no sabíamos cuanto tardaríamos en entrar. La espera duró entre 45 minutos y una hora, aunque se nos hizo mas amena disfrutando de las vistas del palacio por fuera. ![]() Si tampoco sois muy amantes de los palacios por dentro no creo que merezca la pena esperar tanto, ya que, a nuestro juicio, lo mejor es ver la arquitectura exterior del palacio y el parque. El interior del palacio esta muy bien, bastante decoración, algún mirador interesante y sitios curiosos. Al igual que fuera, dentro había muchísima gente y la visita fue casi en cola, moviéndonos cuando el de delante se movía y con poca libertad. Tampoco podíamos pararnos en donde nos interesase mas ya que detrás había gente y no era cuestión de taponar mas la visita. Estuvimos dentro poco mas de media hora, quizás 40 minutos. Una vez fuera y un poco mas libres, seguimos admirando el monumento y echando fotos sin parar. Cualquier parte del exterior del palacio es peculiar, embelesadora y llamativa. Pero quizás lo que mas me llamo la atención fue el Pórtico del Tritón, una puerta que da a la zona nueva del palacio, sobre la que hay una ventana y entre ambas la figura de un tritón con ramas frondosas a ambos lados. Según parece es una alegoría sobre la creación del mundo. ![]() Debido al problema físico de la mañana y al tiempo de cola en el Palacio, el tiempo se nos había escapado un poco. Teníamos pensado comer en el pueblo, pero probamos a entrar al restaurante del palacio y vimos que no había mucha gente y que era rollo colegios americanos (pasabas por el mostrador y pedías bebida, elegías de los 2-3 platos que había y el postre. Y después a la mesa.). Tendrá un nombre (este tipo de restaurantes), pero no se cual es. Comimos, un bacalao con espinacas (bastante bueno), unos lomos de cerdo asado con arroz cocido (no era gran cosa pero estaba bien), una ensalada mixta, pan y dos botellas de agua por 23 €. Precio bastante razonable. Mas o menos como en cualquier otro lugar. Una vez habíamos comido, fuimos al coche y bajamos hasta el pueblo, esta vez con muchísimo tráfico. Dejamos el coche aparcado cerca de la estación de trenes en una zona azul (unos 4 euros por 3 horas). Desde aquí había unos 15-20 minutos andando hasta la Quinta da Ragaleira, pero nos fallo el GPS, el mapa y nuestra orientación y dimos alguna vuelta de mas. Al llegar hay que bordear la Quinta y subir una cuesta empinada para encontrar la entrada. La Quinta da Ragaleira es de propiedad privada por lo que no se puede sacar su entrada con el resto de monumentos de Sintra. La entrada cuesta 6 euros y la audioguía 3€. Nosotros cogimos una para los dos. Creo que si solo se pudiese ver una cosa en Sintra debería ser este monumento. Es fantástico, lleno de detalles y solo el aspecto del palacio ya merece la pena. Si ademas te gusta ir informado y buscar detalles, este es tu sitio. Recomendaría ir con información sobre las historias, misterios y secretos de la quinta para luego, una vez allí, ir buscándolos e imaginarte lo que habías leído. La quinta es un templo dedicado a la masonería y los templarios, por lo que encontraría multitud de referencias e historias de ellas. Se pasa por taquilla y después, al igual que en el Parque del Palacio da Pena y como veremos al día siguiente en Monserrate, puedes optar por andar y escoger el camino que quieras por los jardines. De los sitios que contienen los jardines para nosotros los mas interesantes fueron la Torre da Ragaleira, el Lago da Cascata, la Capela, el Lago con la Gruta do Labirinto y el Patamar dos Deuses, que recomiendo dejar para el final y recorrerlo en busca del Palacio, pues vas encontrando unas vistas maravillosas al ir acercándote. El Parque contiene una serie de grutas subterráneas que conectan con el punto central y mas impresionante del la quinta, el Pozo Iniciático. ![]() Es una especie de torre invertida o pozo que se adentra bajo tierra unos 27 metros y con forma de espiral. Tiene 9 pisos, asociados a los 9 infiernos de Dante. Se entiende que se tiene que llegar a la base del pozo por una de las rutas subterráneas del parque. Todas ellas oscuras y siniestras que simbolizan el trabajo hasta llegar al conocimiento. Se dice que el creador y propietario de la Quinta realizaba ritos de iniciación a la masonería en la Quinta, con el Pozo Iniciático como punto central. Nosotros dejamos para el final de la visita el palacio, el otro punto fuerte de la visita a la quinta. Desde fuera el edificio es espectacular y en consonancia con los jardines. Se complementan perfectamente y le dan un aspecto siniestro a toda la quinta. Por dentro el edificio mantiene algunos aspectos oscuros pero es menos llamativo. La zona visitable es corta y con poco mobiliario, por lo que no te lleva casi nada de tiempo la visita al interior. ![]() Una vez terminada la visita fuimos tranquilamente a por el coche. Era temprano para cenar y decidimos ir al hotel a organizar las cosas y descasar un poco. Siendo ya una hora mas normal fuimos hasta el pueblo (Várzea de Sintra) donde se encontraban varios restaurantes. Había muchos cerrados y de las pocas opciones que vimos nos decantamos por el Beira Rio, ya que nos lo habían recomendado donde nos hospedábamos. Pedimos unos entrantes fríos parecidos a unas croquetas, un bacalao y un secreto de cerdo, agua y una cerveza. Todo por 18,50€. No estaba mal el sitio pero sin mucho que sobresalga. Vimos que tenían como principal atracción una especie de espetos de carne o de pescado. Y esto es todo por hoy. Etapas 4 a 6, total 11
Empezamos este día con un buen desayuno en nuestro alojamiento para coger fuerzas ya que el día venía cargado de visitas.
Cogimos el coche y nos dirigimos hacía el Palacio Nacional de Queluz. Desde Sintra se llega con facilidad y hay bastante aparcamiento en la entrada. La entrada nos costo 10 euros pero si se saca en el pack con los monumentos de Sintra sale un poco mas barata. Llegamos temprano, casi nada mas abrir. La visita sin prisas lleva entre hora y media y dos horas. El itinerario es fácil de seguir por unas 22 salas que componen el palacio y por sus grandes jardines. Todas las salas con bastante mobiliario y muy bonitas. Al jardín se sale por la escalera de los leones y encontramos de frente el Canal de los azulejos. Si nos vamos hacía la derecha encontramos un pequeño jardín mas intimo que los grandes jardines que nos encontramos un poco mas adelante un pequeño estanque y una fuente en el centro. Hay que volver hasta el canal para pasar al resto de los jardines donde resalta la parte que pega al palacio tras cruzar el Pórtico de la fama. Dentro de los Jardines hay numerosas estatuas que representan dioses romanos y griegos. Fue construido a mediados del siglo XVIII por encargo de la familia Braganza y fue residencia de la realeza hasta mediados del XIX. Muy al estilo de Versalles, sobresale su fachada de color azulado, sus amplios y cuidados jardines y algunas salas interiores como la Cámara del Rey, decorada con representaciones del quijote. ![]() Tras esta visita nos dirigimos al Convento de los Capuchos pasando por Sintra. La carretera para llegar es estrecha y con muchas cuevas pero apenas había coches. Al llegar hay un pequeño aparcamiento pero debido a que prácticamente no hay turistas se puede aparcar sin problemas. Nosotros solo encontramos 3-4 personas al entrar y otras tantas al irnos. La entrada la habíamos comprado el día anterior junto con los monumentos de Sintra y el de Monserrate que veríamos mas tarde. La visita puede durar 1 hora mas o menos. El sitio es pequeño pero merece la pena verlo despacio, disfrutar de su tranquilidad e imaginar como vivían en el lugar los monjes que lo habitaban. Fue construido a mediamos del siglo XV y llama la atención la extrema pobreza de su construcción que iba a la par de la forma de vida de los frailes franciscanos que lo habitaban. También se le llama El Convento del Corcho por ser este el material mas utilizado en su construcción. Desde el aparcamiento y la entrada hasta el convento como tal hay unos doscientos metros de camino de tierra. Se llega a una pequeña entrada con unas escaleras de piedra donde encontramos tres cruces. Pasamos por un terreno pequeño con una fuentecita al costado y ya nos encontramos la entrada a las edificaciones. Ala entrada nos encontramos una capilla, una iglesia, un herbolario y un coro alto, todo ello de pequeñas dimensiones y muy austero. Subimos unas escaleras y nos encontramos las habitaciones de los frailes con puertas minusculas y el espacio justo para tumbarse. Mas adelante encontramos las cocinas, el comedor y las instalaciones sanitarias, igual de minusculo que todo lo anterior. Para finalizar esta parte vemos la enfermería, la biblioteca, la celda de penitencia, el alojamiento para religiosos invitados y una habitación superior. Estas últimas un poco mas grandes pero sin llegar a ser siquiera normales. Se sale del edificio a un pequeño claustro con una fuentecita donde encontramos una ermita y un granero al que no pudimos acceder. Es corta la visita pero hay que saber donde se está e imaginar como podrían vivir así. ![]() De camino al Palacio de Monserrate paramos en Colares para comer. Encontramos un restaurante (Restaurante Central) que a primera vista no tenia muy buena pinta y encima no había nadie comiendo en una pequeña terraza cerrada que tenían, pero que tras probar la comida nos quedamos bastante sorprendidos por la calidad. Pedimos una ensalada, un secreto y un salmón, los dos a la brasa, mas el pan, un agua, una cerveza y dos cafés. Todo por 29 euros. Muy recomendable. Una vez llegamos a Monserrate aparcamos justo enfrente de la puerta. Hay bastante aparcamiento y aunque no hay tanta gente como en los monumentos de Sintra, hay bastante mas que en el convento de los Capuchos. La visita puede durar tanto como os entretengáis en los jardines. Nosotros estuvimos hora y media. Los jardines son grandes pero bajo nuestro criterio, menos espectaculares que los del Parque da Pena y los de la Quinta da Ragaleira. En el jardín destaca la primera parte al entrar a la izquierda, donde encontramos un conjunto espectacular entre el Arco de Vathek, la Catarata de Beckford y el Hipocrene (un pequeño lago). También son de destacar la capilla, los lagos ornamentales, la gran rosaleda, la pradera de césped y el árbol de hierro. ![]() El palacio estaba en obras y no pudimos verlo bien sobre todo por fuera, pero la verdad es que es bastante bonito y con una forma peculiar. El interior del palacio quizás está un poco vacío, sin mucho mobiliario, pero también es muy bello. Dentro del palacio hay que destacar la galería con arcos y columnas de influencia morisca, la cúpulas de la sala de música y sobre todo la del atrio principal. ![]() Tras esta visita cogimos el coche en dirección al Cabo da Roca. El día se volvía a poner feo y al llegar empezó a lloviznar un poquito. Eso sumado al gran aire que corría hizo que estuviéramos poco mas de 20 minutos por allí. La carretera para llegar es buena salvo al final que se hace bastante estrecha. Una vez allí ahi bastante aparcamiento y una cafetería o restaurante. Es el punto mas occidental de la Europa continental y la verdad es que para el tiempo que hacía, había bastante gente. Seguramente debido a que era el atardecer. ![]() Después de las pertinentes fotos y aún con mucho tiempo de sobra nos acercamos a la pequeña localidad de Azenhas de Mar. Tiene unas vistas maravillosas del pueblo desde un pequeño camino que hay a la izquierda al entrar al pueblo. ![]() Dimos unas vueltas echando fotos y como aun era temprano para cenar nos fuimos al hotel a relajarnos un poco. Cogimos el coche nos acercamos al pueblo y pillamos un par de empanadillas del restaurante donde cenamos el día anterior para comerlas en el alojamiento y así ahora un poco en esta cena. Esto es todo por hoy.... Etapas 4 a 6, total 11
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