Fiordos abordo del Zenith, 28/7/2018 ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos

El viaje comenzaba muy temprano, a las 3;15h de la mañana del día 28 nos sonaba el despertador. La agencia nos había comentado si nos interesaría contratar un bus para todas las personas que habíamos contratado el viaje con ellos, cosa que nos pareció bien pues nos evitábamos dejar una semana el coche en el parquing del aeropuerto, además de ser una forma cómoda y más descansada. Pues a las 4:15h nos recogía el bus y pusimos rumbo al aeropuerto de Barcelona, teníamos el vuelo a las 8;55h, nada más llegar a la T1 ya vimos un poco de cola en el mostrador de AirEuropa. Los trabajadores de esta compañía nos iban pidiendo los pasaportes y nos lo devolvían junto con las etiquetas para las maletas, cosa que agilizó mucho el checking.


Una vez en el avión se nos ofrece un pequeño desayuno, bollito con mantequilla y jamón dulce y café o té. Tras 2 h y 20 min. llegamos a Rostock en el horario previsto. En el aeropuerto de Rostock nos están esperando los buses y personal de Pullmantur para llevarnos al puerto donde nos espera el Zenith. Al llegar a las carpas que están habilitadas para hacer el checking nos sorprende ver que todos los mostradores están libres, al parecer somos los primeros en llegar del aeropuerto, por lo que no utilicé algún documento que llevaba preparado al no poder hacer el checking online, como hoja de pago, cuestionario de salud pública, este año este documento no es necesario, al menos yo no rellené. Nuestro camarote era el 4005, ojo de buey, nos pareció amplio y comodo, el baño parecía renovado hace poco ya que al embarcar coincidimos con un matrimonio que había estado en un ojo de buey en el lado de camarotes pares y se quejaba del lavabo en mal estado, no era nuestro caso.
Teníamos planes para visitar Rostock pero terminamos con todos los trámites cerca de las 13;15h, subimos al barco a comer y entre el madrugón y la morriña de después de comer preferimos dejar Rostock para otra ocasión. Ante de ir a comer fuimos a cambiar el turno de cena, teníamos asignado el 2º y siempre nos ha ido bien el 1º al ir con la peque. Si queréis cambiar de turno ir a la hora de comer el primer día al restaurante, en unas de las entradas hay una mesa con una chica a la que pedir el cambio de turno. En el restaurante solo es para las cenas, excepto el primer día y el día de navegación, pero no estoy completamente seguro. En las cenas es a la carta y te lo sirven todo a la mesa, pero en las comidas te tienes que servir los primeros tú mismo, el segundo es a la carta y se lo tienes que pedir al camarero y el postre de nuevo tienes que ir al bufé.
Por la tarde nos dedicamos a descansar un rato y a recorrer el barco. Esa noche después de cenar teníamos el espectáculo de Abba para acabar la jornada, al menos nosostros.

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Para este día teníamos preparadas las pulseras azules para la reunión de los Zenithcientos 2018, le habíamos dejado encargada su fabricación a nuestra peque el día antes del embarque a última hora, ya que por razones que ahora no vienen al caso tuvimos el tiempo justo de hacer las maletas. Pues bien, todo se fue al traste al aparecer la maldita migraña que se presenta cuando menos te lo esperas. Si alguno tenéis la desgracia de padecerla sabréis que suele aparecer después de estados de nerviosismo, estrés o cambios de tiempo. Bueno, pues ahí estaba yo con mi migraña, y aún dando gracias de que fuese el día de navegación y no me supusiera perderme alguna escala de las maravillosas que tiene este crucero.

Mi mujer y mi hija fueron a visitar el Guppyclub, estaba abierto a partir de las 10, mi hija quedo encantada con los chicos que trabajan allí, se quiso quedar, así que adiós a la quedada. Y mi mujer sacando alguna fruta y pastas del bufé del desayuno por si en algún momento me apetecía comer, en fin, una pena de día, ya que tengo comprobado que el día que me da es un día perdido.

Días después no conseguí conocer a nadie de la quedada, cosa normal entre 1800 pasajeros y que cada uno tendría sus excursiones preparadas y sus planes hechos, pero preguntando me quedé sorprendido de la cantidad de gente que conocen y siguen el foro pero que no intervienen.

Así que viendo el Diario de Abordo os puedo decir que ese día el salón Pura Vida era el centro de diversión del barco, donde se celebraban desde el concurso de Mr.Zenith hasta concurso de mojitos etc..

Mi hija y mi mujer asistieron al taller de Magia de Arturo el Grande y quedaron impresionadas por la explicación de algunos trucos.

Esa noche fue la Noche de Gala, donde se presenta el capitán Dionyssios Koutsoukalis y el resto de oficiales y jefes de departamentos. Pues mi familia acudió sin mi, espero que el capitán no se tomara a mal el plantón que le dí. Ya solo me quedaba esperar despertarme al día siguiente en buen estado, crucemos los dedos...

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El Zenith atracó en Stavanger sobre las 8;00h nosotros teníamos intención de hacer el crucerito por el Lysefjiord y ver el Púlpito desde abajo, la primera salida era a las 10;00h así que salimos del Zenith sin agobios a las 9;30h, el Zenith no atracó donde lo venía haciendo habitualmente, a ver si me explico, si te pones mirando desde el mercado del pescado hacia el mar el Zenith venía atracando a la derecha, pues en nuestro viaje atracó a la izquierda, justo al lado del casco antiguo del barrio de Gamle, con lo que aún quedaba más cerca la oficina de informacion turistica, donde compramos los tickets para el crucerito. Precio 1340Kn unos 140€, vale la pena, 3 horas viendo paisajes impresionantes y con locución en castellano.


Supongo que es mucho más emocionante ver el Púlpito desde arriba, pero leí tantos comentarios contradictorios que no quisimos probar, luego oímos de todo, gente que se había hecho daño, que no había conseguido llegar hasta arriba ya que al haber caído cuatro gotas todavía era más complicado el ascenso.



De vuelta al puerto, el crucerito atracaba muy cerca del Zenith, fuimos a comer al bufé a comer, después salimos a visitar la ciudad. Estaban recogiendo el mercado del pescado, seguramente estará abierto hasta primeras horas de la tarde. Seguimos bordeando el puerto y pasamos junto a los antiguos almacenes portuarios, hoy tiendas y restaurantes. Al llegar a la esquina del Hotel Victoria giramos a la derecha y entramos en la calle con las casitas de colores.


Desde allí nos dirijimos a la Torre Valberg y desde allí a la Catedral Domkirke, nos relajamos un ratillo en el lago Breivatnet, paseamos hacia el Museo de la conserva, pero no lo visitamos, creo que el precio eran unos 12€, si no recuerdo mal. Parar acabar nuestro pequeño paseo por la ciudad nos adentramos en el casco antiguo Gamle, viejas casitas de madera blancas, adornadas con macetas de flores de multitud de colores.


A las 18;30h teniamos el todos a bordo. Esa noche era la noche de Blanco y el espectáculo era "Diario de un amor"

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