Rusia y algo de los Bálticos por libre en 17 días, verano de 2018 ✏️ Blogs de Rusia y Ex URSS

Museo de la Cosmonáutica y 20 cumpleños (día 5: domingo, 19 de agosto de 2018)

Hoy es el cumpleaños de nuestra hija, así que hemos organizado una visita ligera puesto que por la tarde tenemos actividad. Íbamos a ver el Museo de la Cosmonáutica y, aprovechando que estamos bastante cerca, hemos decidido volver al mercado de Izmailovo para rematar las compras que nos faltaban, teniendo en cuenta los precios que habíamos visto por ahí.

El Museo de la Cosmonáutica está al lado del recinto VDNH, que es una especie de expo, y por donde también daremos una vuelta.

Hemos cogido la L7 al lado del apartamento y hemos hecho transbordo hasta VDNKh. Cuando sales ya ves el gran obelisco de titanio de 107 metros de altura, que representa una larga columna de humo que deja un cohete espacial rumbo al espacio.

El horario del museo es de 10 a 19h y cierra los lunes. El precio eran 250 rublos por persona, lo mismo para adulto que para estudiante, y otros 230 rublos por la cámara de fotos. Con el teléfono puedes hacer fotos, pero si te ven la cámara te pedirán la pulserita conforme puedes hacer fotos. Hay personal controlando en las diferentes habitaciones, unos controlan más y otros menos, pero con hacerse el loco…

Ya lo había leído, pero en la web no encontré la información. Resulta que hoy, por ser domingo, era gratis. La web…

El museo tiene un par de plantas y es muy interesante con satélites, cohetes y todo lo relacionado con el espacio. En la entrada hay un cine que hemos dejado para el final, por si teníamos ganas… y lo hemos visto. Como hemos estado una hora y media con la visita, al final nos hemos sentado a ver la película. Las butacas son muy cómodas así que hemos aprovechado para descansar. Es en ruso pero se entiende fácilmente y no dura mucho.

Al salir del museo hemos ido al Centro Panruso de Exposiciones y es enooorme. Ves el final del parque y quizás tienes más de media hora para llegar. Hemos visto los principales atractivos del parque, la fuente de la “Amistad de los Pueblos” con las figuras de bronce que representan las repúblicas soviéticas en diferentes trajes nacionales. También la fuente de flor de piedra, la primer fuente de luz y música de la URSS.

Y viendo el tamaño del recinto, y si queríamos ir a Izmailovo, pues no hemos podido ver nada más. Merece la pena ir a pasar el día y ver los diferentes edificios y estatuas… Pero nosotros no teníamos tiempo.

Hemos llegado al mercado a las 14h. Hoy, al ser domingo, había mucho más ambiente. La zona del Kremlin, a la que se accede por el puente, se veía llena de gente. Como sabíamos lo que nos faltaba y las tiendas donde encontrarlo, hemos ido a caso hecho. En un momento hemos tenido las compras hechas. Si compras varias unidades, se avienen más a regatear.

Hemos aprovechado para comer donde el otro día, que nos encantaron los pinchos, y hoy hemos ido al piso de arriba. Hemos probado el salmón y los champiñones, y también estaban de escándalo. Y nos han regalado una brocheta de verduras, por ser clientes. Se acordaban de nosotros. Muy majos los chicos. También nos han regalado una bebida. Hoy nos ha costado 1900. Y hemos vuelto al apartamento hacia las 16h para descansar un rato. Hacia las 18 h tenemos sorpresa de cumpleaños.

Vuelta de nuevo en metro hasta el apartamento, y hacemos transbordo en una de las estaciones más bonitas del Metro, Ploschad Revolutskii, en la L5.

Quería que hoy hubiéramos ido a la ópera o al ballet al Teatro Bolshoi, pero en agosto están de vacaciones. Así que la alternativa que encontré es el Ballet Nacional Ruso “Kostroma”. El espectáculo muestra la historia del pueblo ruso y su evolución en el tiempo y en sus diferentes zonas geográficas. Es una ocasión perfecta para poder disfrutar de su folclore con unos 50 bailarines, preciosos trajes y diferentes puestas en escena. Es un espectáculo muy completo y tiene lugar en el Folk Theatre. Este es un teatro moderno, no tan bonito como los teatro clásicos, pero el espectáculo vale mucho la pena.

Reservé las entradas con 5 meses de anticipación, por correo electrónico. Cuando lo hice, había muchas disponibles. Los precios eran 1000, 2000 o 3000 rublos. Les pedí que me eligieran donde se veía mejor, puesto que era un regalo de cumpleaños. Y desde luego acertaron. Estábamos en el anfiteatro pero no en la zona de abajo, así que delante no teníamos nadie… No tuve que pagar anticipadamente. Podía cancelar en cualquier momento y se podían pasar a recoger hasta media hora antes de que empezara el espectáculo.

Era una sorpresa para nuestra hija… Para ir hemos cogido el metro al lado del apartamento la L9 en Chekhovskaya, haciendo transbordo hasta Dostoevskaya y de nuevo 20′ andando hasta el Folk Theatre. En total una media hora de trayecto. El Show nos encantó. Dura un par de horas largas y hacen un pequeño descanso. No se puede hacer fotos, pero no nos pudimos contener de tener nuestro propio recuerdo. Teníamos la sonrisa de oreja a oreja permanentemente grabada en la cara. Nos encantó a los tres y nuestra hija alucinando todo el rato. Lo disfrutamos muchísimo.

Para la cena había buscado un restaurante cerca del apartamento que pudiera reservar, así que volvimos tal como habíamos ido. Al lado del Café Pushkin, que tenemos muy cerca, había la marisquería Volga. Reservé mesa a las 22.30 h y les pedí si me podían hacer un pastel de cumpleaños. Me contestaron que sí, que me harían el mejor Brownie de la ciudad, pero me hicieron la pirula. Ahí cometí un error de principiante. El día antes les escribí para recordárselo y no obtuve respuesta, pero no pensé que habían pasado de mí y sólo me dijeron que sí para tener la reserva… en fin.

Llegamos al restaurante y ya vi que el tema del pastel no iba a funcionar. En cualquiera caso nos quedamos y cenamos muy bien: unos espaguetis frutti di mare, pato con noodles japoneses y tártaro de salmón, regado con unos cócteles… todo muy bueno. Al final pusieron una cuña de pastel con una vela para soplar, pero no era esto lo que queríamos. Sin comentarios.

La verdad es que cenamos muy bien y tuvimos una celebración fantástica. Y como regalo cayó un vale para el Ballet del Lago de los Cisnes en San Petersburgo, dónde íbamos en un par de días!!

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Serguiev Posad, anillo de oro (día 6: lunes, 20 de agosto de 2018)

Hoy es nuestro último día de Moscú y por la noche cogeremos el Flecha Roja hasta San Petersburgo. Pasaremos el día en Serguiev Posad.

Para conocer la Rusia más rural, es muy recomendable realizar una visita a alguna de las ciudades del Anillo de Oro de Moscú. Serguiev Posad está situada a unos 70 kilómetros al nordeste de Moscú y conocida por albergar el Monasterio de la Trinidad y San Sergio (Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). Es una ciudad de unos 110.000 habitantes, ideal para hacer una excursión de 1 día por su cercanía a Moscú y por la cantidad de trenes y autobuses que conectan directamente con la ciudad.

Su Monasterio de la Trinidad y San Sergio es uno de los lugares más sagrados de Rusia puesto que en el mismo todavía habitan los monjes ortodoxos. Algunos lo llaman el “Vaticano ruso”.

Como ayer nos acostamos tarde y hoy tenemos todo el día hasta las 12 de la noche que no cogeremos el tren y se hará muy pesado, pues no hacía falta madrugar tanto. Serguiev Posad está a una hora y media en metro. La visita se puede hacer en un par o tres de horas.

Hemos salido a las 10.15h del apartamento. Hemos hecho bocatas para el desayuno y nos los comeremos en el tren. Cogemos el metro en la L7 Pushkinskaya, al lado del apartamento, haciendo transbordo en la L1 hasta Komsomolskaya. A la salida ya vemos la estación de Leningradsky. Nada más entrar ya están indicadas las taquillas para dejar el equipaje, que recogeremos por la noche. Hay taquillas pequeñas y grandes. Nos caben las 3 maletas y la bolsa de souvenirs en la misma taquilla. El precio fueron 1000 rublos que hay que pagar en efectivo y presentar el pasaporte.

Para ir a Serguiev Posad el tren se coge en la estación de Yaroslavsky, que está justo al lado de Leningradsky, saliendo a la izquierda, dos edificios más allá.

Nos ha costado un poco comprar el billete. Nada más entrar en la estación había una ticket office, donde había un par de colas con poca gente, que no había forma de que avanzaran, y allí hemos estado unos 20′ haciendo cola. Y luego ha resultado que estas no eran. Hay que cruzar todo el edificio y salir al exterior. Allí hay otra ventanilla y lo hemos comprado enseguida y sin problema. El horario ha coincidido con el que teníamos y con el tiquet tienes que pasar por los tornos y ya verás indicada la vía, todo muy fácil. Nos ha preguntado la señora si también queríamos la vuelta, así que ya lo hemos dejado rematado. Ninguna dificultad para entendernos… todo genial y fácil.

Puedes elegir entre coger un tren express o uno suburbano. Trenes express sólo hay unos 4 al día, y tardan unos 20′ menos que el suburbano, que tarda hora y media larga. Evidentemente paran menos, pero el precio también es muy diferente. A nosotros nos ha costado 320 rublos por persona ida y vuelta. El express vale unos 700 rublos por trayecto!!!

Había quien se quejaba del ambiente del suburbano, pero a mí esto me pareció auténtico, lleno de gente y con sus distintos vendedores: revistas, cepillo de dientes, pañuelos, comida, bolsas, músicos… El viaje es muy cómodo, eso sí coge sitio para sentarte… porque a la ida el tren iba a los topes. A la vuelta había menos gente.

Nosotros buscamos los horarios por internet. A primera hora pasaban cada 10-20′, pero más al mediodía había menos, así que nos fue muy bien afinar el horario. Hemos cogido el de las 12.02 que llegaba antes de las 14h. El anterior había sido a las 10.22, así que te puedes estar mucho rato esperando si no aciertas con el horario.

Cuando llegas a Serguiev Posad tienes que salir a la calle principal y girar a la derecha. Enseguida verás las torres a lo lejos. Es un agradable paseo de unos 15-20 minutos.

Llegamos hacia las 14h. Había gente pero en un rato se fue vaciando. Está claro que eran los que habían llegado por la mañana temprano. No hay que pagar nada a la entrada.

Vimos la Catedral de la Trinidad, la Catedral de la Asunción, el campanario…

Nada masificado, sin agobio… Las iglesias preciosas tanto por dentro como por fuera. Además se podía hacer fotos en el interior y hemos estados menos de dos horas para hacer la visita, tranquilamente. Ha sido de lo mejorcito que hemos visto en Moscú. Incluso sustituiría la visita de la Plaza de las Catedrales por esta visita. Nos ha encantado.

Hemos decidido comer algo cerca de la estación porque hemos visto que había restaurantes, en un McDonald’s.

Hemos cogido el tren a las 17.52 que nos ha llevado a Moscú a más de las 19h. Hacía fresquito así que hemos buscado un sitio para apalancarnos lo que queda de tarde. Allí al lado había un Burger King, con sofás, wifi, enchufe, así que hemos estado cómodos. Hemos ido consumiendo durante la tarde. En la plaza que hay aquí fuera hay otra de las Siete Hermanas, el hotel Leningrado, así que hemos aprovechado para acercarnos a verlo.

El tren Flecha Roja sale a las 23.55 h. Hemos recogido el equipaje, hay que pasar un control de seguridad y hemos esperado en el andén. Hay mucho movimiento de trenes nocturnos a esa hora. Ha llegado una media hora antes. En la puerta de cada vagón tienes el responsable vestido para no desentonar con el tren. Te piden el pasaporte, no hace falta el billete físico y te buscan en la lista.

Nosotros elegimos viajar en primera clase. En este caso los camarotes son dobles. El respaldo del asiento se baja y tienes la cama montada, con cojines y almohadas mulliditas. En la mesita tienes botellita de agua, plato con fruta cortada, bollos de pan, tableta de chocolate… Te ofrecen también dos zumos por persona. Además hay un quid de uso personal con zapatillas, cepillo de dientes… El espacio para las maletas está debajo de la cama. Al final del pasillo está el baño.

Luego el responsable pasa a preguntarte qué quieres para desayunar, que está incluido. Había crepes con salmón, arroz con leche y revuelto de setas. También puedes elegir entre queso o embutido, para el pan. Y además tienes té gratis y café de pago.

Es una pena no poder disfrutar de todo esto con más tranquilidad. A esa hora ya estás cansado y te vas a dormir lo antes que puedes. A mí me pareció todo comodísimo. Te sientes como en un cuento de hadas. Me costó un poco de dormirme por los nervios, pero me pareció comodísimo aquel cojín y la colcha tan blandita. Dormí toda la noche del tirón.

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Fortaleza de San Pedro y San Pablo en San Petersburgo (día 7: martes, 21 de agosto de 2018)

La hora de llegada son las 7.55 h. Entre 7-7.30h te llaman a la puerta con el desayuno. También nos dieron unos croissants envasados, yogurt… Demasiada comida para tan poco tiempo y espacio.

Desayunamos poco y nos llevamos todo lo que pudimos que nos sirvió para meriendas y desayunos de los siguientes días. Muy amortizado. Por el camino estaba lloviendo. De hecho, las previsiones para hoy eran de lluvia. Así que hemos sacado los chubasqueros y la ropa de abrigo… El tiempo había pasado de los veinte y muchos grados a 14.

Cuando sales de la estación hay una plaza enorme con un obelisco en el medio. Teníamos que seguir por la calle Nevsky, que es la calle principal de aquí con muchas tiendas y restaurantes. Aquí confluyen un montón de calles, así que busqué un edificio de referencia y había que seguir por una calle que tenía una iglesia neoclásica, tipo Partenón, que había que dejar a la derecha.

Habíamos quedado con los del apartamento, que son una agencia, que podíamos dejar las maletas a las 9 h en su oficina y luego por la tarde ya haríamos el check-in. Como llegábamos a las 8, ya habíamos desayunado y teníamos tiempo, pues fuimos andando. Por suerte, al salir del tren no llovía… aunque hace frío. Teníamos media hora larga andando. Tuvimos un problema al dejar nuestro equipaje, nos llegaron tarde y tuvimos que cambiar los planes. Explico el incidente en el apartado de los hoteles, pero lo solucionamos satisfactoriamente.

Hacia las 11h ya teníamos también el check-in hecho, así que al final no ha salido tan mal. Eso sí, tuvimos que cambiar el planning de actividades. Intercambiaremos el itinerario matutino de mañana con el de hoy.

Empezaremos por la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Para ello cogemos el metro en la parada que tenemos más cerca Admiralteyskaya, hacemos transbordo con la L2 hasta Gorkovskaya. En San Petersburgo también hay una tarjeta de transporte como la Troika, pero no tenemos que coger mucho metro, así que no la compramos. El metro vale 45 rublos, te dan un token que tienes que meter en el torno.

A la salida ya vemos la Mezquita. Hay una zona en obras. No tiene pinta de poderse visitar por dentro.

Y vamos a ver el Crucero Aurora, a unos 20’ caminando, y que sólo queríamos ver por fuera. Este crucero comenzó la revolución rusa en 1917 y que terminó con el zarismo. En cualquier caso estaba cerrado, quizás era el día de cierre, no me fijé. La entrada vale 600 rublos.

El tiempo estaba regular, chispeando, pero estaba aguantando. No hemos necesitados los chubasqueros. Ahora nos dirigimos hacia la Fortaleza. Aquí dentro puedes visitar la Catedral y otros museos. Hay una entrada conjunta por 600 rublos, que te merece la pena si quieres visitar un par de sitios. Si sólo quieres ver la Catedral son 450 adultos y 200 estudiantes. Aquí también ha colado nuestro carnet de universidad, a pesar de que aquí se los han mirado…

El horario es de 11 a 19h y algunos museos cierran los miércoles.

La fortaleza de San Pedro y San Pablo es la segunda atracción más visitada por los turistas por detrás del Hermitage. Se asienta sobre una isla pantanosa a orillas del río Nevá. Es uno de los sitios emblemáticos de San Petersburgo, por ser la primera construcción de la nueva ciudad.

Cuando Pedro el Grande recuperó la costa del río Nevá, decidió construir allí una fortaleza para defender el territorio de posibles ataques suecos. En 1703 comenzó la construcción de esta fortaleza en la isla Zayachy, que estaba terminada menos de un año después. Entre 1706 y 1740 fue reconstruida, esta vez en piedra, y luego recubierta en granito.

En realidad, nunca cumplió su función de defensa porque los rusos habían derrotado definitivamente a los suecos antes de que estuviera terminada. La Fortaleza de Pedro y Pablo, a pesar de ser construida como fortaleza, nunca cumplió realmente esta función y fue usada como base militar, laboratorio científico experimental y hasta prisión. También fueron encarcelados allí Dostoievski y Trotsky.

Dentro de la Fortaleza se levanta la Catedral de San Pedro y San Pablo. La construcción de la primera iglesia, en madera, comenzó un mes después de la fundación de la ciudad. En 1712 comenzó la construcción, en piedra, de la catedral actual. Fue terminada en 1724 y es uno de los íconos de la ciudad.

El estilo barroco de la catedral rompió la tradición con respecto al tradicional de las catedrales ortodoxas rusas. Se asemeja más al de las catedrales protestantes del occidente europeo. Con sus 122,50 metros, es el edificio más alto del centro de San Petersburgo. A mediados del siglo XVIII sufrió daños debido a un incendio y fue reconstruida en 1776.

Nos ha gustado mucho. A pesar del sencillo exterior, el interior es muy super decorado con relieves y frescos con temas bíblicos. También hemos visto las tumbas de los zares y miembros de la familia Romanov más importantes, desde Pedro el Grande hasta Nicolás II.

Y tras la visita hemos decidido ir a comer. Hemos cogido el metro igual que a la ida, para volver a la zona del apartamento, donde habíamos visto restaurantes. Hemos elegido uno, al lado del metro, que tenía de todo: ensalada, pizza, pasta, carne, hamburguesas, sushi, arroces… De todo. Esta es su ubicación en Maps.

Eran más de las 14 h. Hemos comido pasta con setas, una especie de brandada de bacalao y carne tipo entrecot y pincho con cervezas y aguas nos ha costado 2200 rublos.

Nos hemos tomado la tarde libre. Por la tarde teníamos la Iglesia de la Sangre Derramada y la de San Isaac pero lo hemos pasado a mañana. Habíamos pasado por el super así que hemos comprado pan y hemos decidido cenar en el apartamento.

A ver si recuperamos fuerzas y mañana nos ponemos un poco al día.

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