![]() ![]() Una historia del Yucatán ✏️ Blogs de Mexico
Si te decides a leer este post, nosotros lo hemos categorizado con las siguientes etiquetas: #familianumerosa, #conmaletas, #PeninsuladelYucatan, #Mérida, #Valladolid, #Cancun, #unahistoriadelYucatan.Autor: AntYPat Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.5 (2 Votos) Índice del Diario: Una historia del Yucatán
01: Presentación del diario
02: Voy a tener un segundo empleo, ¿dónde nos vamos de viaje?
03: Lo que vamos a ver!!!
04: Nos vamos a invadir México: Se vienen los abuel@s!
05: In god we trust, all others must bring data (o de la falacia de los vuelos a 1€)
06: Vamos de paseo pipipi, en un auto feo, pipipi (o la odisea de alquilar un coche)
07: Había una vez un bru, un brujito en Gulubú (de las vacunas y el seguro médico)
08: Que viva la telefonia en todas sus variantes (tarjeta sim y tarjetas monedero)
09: Contratando excursiones a distancia!
10: ¿Xcaret o Xelha?
11: Guadalajara en un llano, México en una laguna...
12: Punto y seguido
13: Jornada 1: De Nueva York a Cancún
14: Jornada 2: Isla Contoy e Isla Mujeres
15: Jornada 3: De camino a Mérida, con parada en los cenotes Palomitas y Agua Dulce
16: Jornada 4: Uxmal y el taller de cocina de mexicana
17: Jornada 5: Visitando Mérida y Valladolid
18: Jornada 6. Visita a Chitzen Itzá y llegada al Bahia Principe Coba
19: Jornada 7: Descansando en el Bahia Príncipe Coba
20: Jornada 8: De visita en Cobá
21: Jornada 9: En la reserva de la Biosfera de Sian Ka’an
22: Jornada 10: Visita a Playa del Carmen
23: Jornada 11: Xcaret
24: Jornada 12: Vuelta a casa y conclusiones.
Etapas 13 a 15, total 24
![]() Jornada 1: De Nueva York a CancúnLlegada a Cancún, y toma de contacto con los servicios del hotel, taxi y cena con Mariachis El avión de United Airlines procedente de NY nos llevó puntualmente ![]() ![]() ![]() Al salir de la terminal nos encontraba nuestro cartel con los apellidos de nuestras respectivas madres, un detalle que pudimos coordinar con la amabilidad de Galeana. Fue muy ilusionante observar la cara de sorpresa de ellas al verse así reconocidas. El traslado (que nos costó 900 pesos para los 9 en una única furgoneta) nos llevó hasta nuestro hotel, el OASIS SMART CANCUN. Antes de despedirnos, volvimos a confirmar el transfer al día siguiente para hacernos llegar a la marina de Punta Sam, y le pedimos consejo de donde comer bien amenizado con música mexicana, indicándonos que nos recomendaba el restaurante “La Parrilla”. En la recepción del hotel estuvimos más tiempo del que hubiéramos querido para hacer el Check In, puesto que nuestras notas nos indicaban que ya habíamos pagado la estancia mientras que a ellos no les constaba. A estas alturas del día ya empezábamos a pensar que nuestra estancia en México estaría gafada con tanto inconveniente ![]() ![]() Al finalizar la tarde, nos preparamos para salir a ver algo de Cancún ya que no teníamos mucha hambre todavía (ni después) y desde la recepción nos recomendaron de acercarnos a la plaza de las Américas, un lugar del que no tenemos nada que destacar puesto que es idéntico a cualquier centro comercial que podáis conocer y que no recomendamos por falta de encanto. Decir que nos llevaron dos taxis aparcados en el hotel que nos cobraron precios diferentes por el trayecto (80 y 100 pesos) de lo que no quisimos discutir, mientras que para nuestro siguiente trayecto a “La Parrilla” nos decidimos por contactar con el servicio de “Taxi seguro Cancun” (que podéis encontrar en facebook). Ya era de noche y según los comentarios del foro subir a un taxi en la Avenida no era lo más recomendable a esas horas. El trayecto nos costó 70$ por taxi (a una distancia superior de la que nos habían trasladado con anterioridad) y además nos dieron sendas invitaciones para una consumición en el restaurante. La Parrilla ¿Qué podemos decir de este lugar? Inigualable. Nuestras expectativas eran comer bien, mexicano y con mariachi. Todo se cumplió a las mil maravillas, raciones enormes, servicio atento y encantador (como en casi todo nuestro viaje) y el canto con el Mariachi. Por 10 dolares, la banda nos tocó la canción de “Juan Charrasqueado”, mientras FlyDash, una de las abuelas y nosotros cantábamos abrazados de pie en nuestras mesas ![]() Dejando mucha comida sobre la mesa, y con los ojos llenos de ilusión nos retiramos después de contactar de nuevo con la empresa “Taxi seguro Cancún” para acercarnos ya tarde a nuestro hotel. En este punto cabe decir, que si bien el servicio es serio y correcto, tardan mucho en hacerte llegar un transporte, por lo que si se tiene necesidad de él es mejor planificarlo con tiempo. El día siguiente nos esperaba la primera excursión: Isla Contoy + Isla Mujeres. Nuestro transfer nos recogería a las 08h de nuestro hotel para llevarnos a la marina, mientras que Joel (propietario de la empresa 4-explore.com) con quien teníamos contratado la excursión, nos confirmaba que estaría esperándonos allí por la mañana ![]() Etapas 13 a 15, total 24
Nos levantamos temprano para el desayuno que venía incluído en la reserva del hotel. Era de tipo buffet sin ser demasiado espectacular y algo escaso en cuanto a variedad, pero nos hizo el servicio de quitarnos el hambre para estar a la 08 am en la puerta del hotel. La marina de Punta Sam se encontraba a unos veinticinco minutos que con el servicio redondo nos quedó por 1.000 pesos en un solo vehículo para los 9. Acordé con el conductor que me pondría en contacto con él para la recogida, puesto que no sabíamos si optaríamos por no regresar con la excursión y hacerlo con el Ferry (con salidas cada 30’) para aprovechar más el tiempo en Isla Mujeres.
Al llegar a la marina nos esperaba Joel de la empresa 4-explore.com que con gran amabilidad nos indicó donde debíamos pagar el resto de la excursión, dio instrucciones a la empresa para que subiéramos a la primera “tiburonera” (lancha rápida para 20-25) y con el que tuvimos la ocasión de hablar un buen rato e informarnos de cuestiones diversas. A su vez, su hijo jugaba con los nuestros a dar un plátano a las numerosas iguanas que había en los alrededores. Tardamos un poco en salir, puesto que habíamos llegado los primeros y teníamos que esperar a que vinieran el resto de viajeros alojados en los diferentes hoteles, tiempo en el que nos ofrecieron un desayuno ligero. Aprovechamos para ponernos la camiseta acuática para el sol y la crema solar, puesto que ya teníamos avisado de antemano que para no dañar la fauna marina en la Isla no podríamos ponernos. A su vez, nos pusieron sendos brazaletes y salimos los primeros del puerto. Durante la navegación nos ofrecieron bebidas, algunas explicaciones de lo que íbamos a ver, y que el trayecto seria de unos 40’. El paseo matutino fue excepcional, la brisa marina, ver como los abuel@s dibujaban la sonrisa al verse cómodos y con confianza a bordo del barco ![]() ![]() Tras un rato de navegar y ya avistando la isla, paramos en un punto del arrecife para hacer snorkel. Si bien todo el equipo de buceo iba incluído, nosotros llevábamos el nuestro específico (sobre todo las máscaras para los “chamacos”). Para esta ocasión, el guía nos indicó que solo los mayores de 12 y los menores de 63 años que supieran nadar y con buena condición física, podían realizar esta actividad, puesto que la corriente era fuerte y el nado era algo exigente. Flydash se quedó llorando y enfadado en el barco, puesto que tenía asumido el nadar, y su hermana, en un ejercicio de empatía ![]() Una vez recogidos todos los bañistas, subimos de nuevo al barco, donde nos esperaba toda la familia (con Flydash y su hermana ya más tranquilos después de haberse bañado alrededor del barco) y nos dirigimos hacia la isla, donde de nuevo llegamos los primeros al embarcadero y a las playas. Así, pudimos tomarnos unas fotos maravillosas del entorno sin el resto de viajeros que estaba por llegar (que efectivamente no superaron los doscientos como habíamos leído). Indicar que la playa se encuentra dividida en dos por el embarcadero, donde en un lado hay una zona poco profunda (ideal para niñ@s) y otra más amplia y profunda para todo tipo de edades. Allí vimos una pareja de peces de tipo vela (nadan con las aletas superior e inferior), mantas-raya, caracolas gigantes y peces de todo tipo, del que quiero destacar uno enorme con forma cuadrada de aletas pequeñas que nadaba tras un manglar. Mientras los abuel@s se bañaban en la orilla y se tomaban fotos, volvimos a hacer snorkel en familia cogidos de la mano y compartiendo esa visión tan particular y desconocida del mundo. Nos llamaron a comer a eso de las 13h en unas palapas enormes habilitadas para ello, comida que había estado preparando la tripulación y que nos supo a gloria después de tanto ejercicio. El lugar en el que nos situamos nosotros no tenía ni mosquitos ni avispas (o similares) como hemos podido leer por aquí, si bien, y aunque de manera muy puntual nos picó algún tábano (uno a mí y otro a Flydash). También decir que alguno de los bancos para comer se encontraba en mal estado, de tal forma que uno de los abuelos y otro viajero se cayeron de espaldas en momentos diferentes ![]() ![]() Salimos los últimos de la Isla a eso de las 15:30h y llegamos a Isla Mujeres a eso de las 16:15. No obstante, durante el trayecto pudimos ver como la pareja de abuel@s que más miedo tenía se situaba en la proa del barco (en la de más movimiento) y se hablaban de forma tierna y cariñosa, lo que hacía fácil recordar a una pareja de enamorados ![]() El guía nos dio 1:45 minutos para visitar la Isla, en especial playa norte, la cual según él estaba entre las más bonitas del planeta. También nos indicó la zona más comercial para aquel que estuviera interesado en ir de compras. Nos dimos un paseo, sobre todo con la ilusión de encontrar alguna camiseta caribeña de multitud de colores, aunque nos quedamos con algunos refrigerios y cervezas de un supermercado ![]() Durante la vuelta, aprovechamos para intercambiar impresiones con el conductor sobre el trayecto del día siguiente hacia Mérida en nuestra van alquilada, y sobre la corrupción de la policía (algo que también había preguntado a Joel en la mañana). Los más jóvenes nos dirigimos de nuevo a la piscina antes de arreglarnos para la cena (no sin antes quedarnos encerrados en el ascensor del hotel por quince minutos ![]() A la hora indicada, salimos del hotel para buscar un sitio para cenar, que dado el estado de cansancio generalizado fue cerca, a unos dos cientos metros de nuestro alojamiento. Así, encontramos un paseo con diferentes bares y restaurantes, y decidimos quedarnos en “Taquerías el Poblano” pues tenía barbacoa en el exterior y los precios eran muy asequibles. Allí estuvimos conversando en la noche mexicana, mientras iban cayendo los cubos de quintos con diferentes tipos de cervezas. Todo estaba saliendo a pedir de boca, todos estábamos inmensamente felices y además nos traían la comida (una excelente parrillada de carne con su carbón para mantenerla caliente), ceviche y tacos, a uno de los mejores precios en los que hemos comido en nuestro viaje. Con la pequeña dormida en el carro y los otros dos dormitando en las sillas, nos retiramos, no sin antes observar que la empresa con la que habíamos reservado la van nos solicitaba poder traernos el vehículo una hora antes de lo señalado, lo cual nos pareció una excelente noticia. Asimismo, ya teníamos decidido que el viaje a Mérida lo haríamos por carretera pública para poder ver la vida en el interior del Yucatán. Nos despedíamos para vernos a las 8 am en el desayuno, recoger la van y salir para alcanzar los cenotes Agua Dulce y Palomitas, Izamá y nuestra estancia en Mérida. Calidad Solo después de realizar la excursión y con la experiencia previa en la Riviera Maya, hemos podido observar que la calidad de las excursiones se encuentra en el tiempo de navegación y de los servicios a bordo. En nuestro caso, llegamos los primeros a Isla Contoy y nos fuímos los últimos a las 15:30, y comentamos esto por que habíamos leído que había que salir de la isla obligatoriamente a las 14h, lo cual no es cierto. Lo que si es cierto es que las embarcaciones más grandes y lentas salieron antes que la nuestra (a eso de las 14h), y que nosotros las adelantamos durante la navegación, lo cual redundó en menos tiempo de barco y más tiempo en Contoy e Isla Mujeres. A su vez, para nosotros Contoy ha sido una excursión inolvidable y altamente recomendable por la baja masificación y el alto contacto con la naturaleza, en muchos casos virgen. #IslaContoy #IslaMujeres Etapas 13 a 15, total 24
![]() Jornada 3: De camino a Mérida, con parada en los cenotes Palomitas y Agua DulceRecogida de la van, parada en los cenotes Palomitas y Agua Dulce y llegada a Mérida. Se notaba ya en el seno de nuestra familia, la intensidad del viaje que estábamos llevando a cabo. Los madrugones y las largas jornadas de actividades se reflejaba a la hora del desayuno, con menos ánimo que a otras horas del día. A las nueve en punto se encontraba en el lobby de nuestro hotel el agente de la empresa Avant Rent a Car. Con transparencia ![]() ![]() ![]() ![]() No medró en nosotros el temor de una situación semejante, no tanto por la cantidad, si no por la situación en sí misma, y al ser reconocida, saber mantener el ánimo para manejarlo. Pero no solo teníamos con nosotros el temor de una mordida, si no que teníamos que conducir nuestro primer coche automático. No nos avergüenza decir que al principio tuvimos un montón de frenazos, y llegamos hechos un flan a la recepción del hotel. La clave en la mejora de la conducción fue… manejar el acelerador y el freno con el mismo pie, algo que hasta ese momento hacíamos con los dos pies (uno para cada uno de los pedales). Con el doble temor de tener un accidente por inexperiencia con la van y el tráfico de Cancún, y que nos detuviera la policía, conseguimos abandonar la ciudad tomando la carretera “libre” en dirección a Mérida, teniendo en mente nuestra parada intermedia en los cenotes Palomitas y Agua Dulce que nos quedaban a mitad de camino de la ciudad colonial. La experiencia es de lo más recomendable. Ir pasando por los diferentes pueblos, escuchar el lenguaje maya en alguno de los “abarrotes” (tiendas de suministros que no llegan a supermercados) en los que paramos a comprar, y conocer los famosos ![]() Así, y tras dos horas de conducción y llegando a la bifurcación dirección a Yalcobá, el estómago se nos encogió al ver un control policial. Al llegar al policía armado, el coche frenó de golpe de forma “autónoma” ![]() ![]() ![]() Tomamos la bifucarción y pudimos observar en una carretera nada transitada grupos de buitres descansando y comiendo carroña de la carretara. Yalcobá es una diminuta población con una iglesia colonial con techo destruido, que se nos disponía como antesala a la entrada de nuestros cenotes. El recinto se encuentra en medio de la selva y dispone de taquillas, baños, duchas, parking y un restaurante. Con esta descripción no queremos dar la impresión de un lugar moderno, si no más bien funcional y sobre todo correcto ![]() Bajamos al cenote palomitas que es el que se encuentra más cercano a las instalaciones, al que bajamos toda la familia. Con acceso arreglado pudimos ver uno de los paisajes más deseados por nuestro viaje, maravillosos y exclusivos del Yucatán. El cenote palomitas tiene estalactitas que descansan cerca del agua, y un ojo de luz situado en el centro de la laguna subterránea. Asimismo, hay una serie de cuerdas que permiten descansar mínimamente dentro del agua, para aquellos que no han alquilado un salvavidas en la recepción. Los niños (grandes y mayores) disfrutamos del refrescante baño, mientras uno de los abuel@s disfrutaba de una conversación animada dentro del agua con dos o tres locales aficionados al fútbol. Tras un buen rato de chapotear y hacenos muchísimas fotos nos decidimos a ir al cenote de Agua Dulce. Hasta allí nos acompañó un trabajador del recinto que aprovechó para preguntarnos como habíamos conocido de la existencia del lugar (eramos los únicos extranjeros allí). Si Palomitas había sido increíble, Agua Dulce nos pareció sencillamente espectacular ![]() ![]() Se nos hizo tarde la verdad, y con cierta resignación ![]() Nuevo control policial en la entrada de Mérida que no nos detuvo pero que formaba una larga retención de entrada a la ciudad. De llegada al hotel Gamma Mérida el Castellano, nos hicieron amablemente sitio en la entrada para aparcar nuestra furgoneta y nos dispusimos a ocupar nuestras habitaciones. No obstante, debemos decir que no hemos visto personal más incompetente en la recepción de un hotel con tanto empaque. Habiendo hecho la reserva y el pago tres meses antes, no querían darnos una tercera habitación con cama adicional por no tener disponibilidad, de lo cual querían trasladarnos la responsabilidad. Tras puntualizar y plantarnos en el mostrador, apareció milagrosamente una habitación sin ocupar con la cama preparada. Salimos a cenar ya muy cansados, al restaurante “La Chaya Maya” situado a cincuenta metros de nuestro hotel, lugar de encuentro de los emeritenses con una cocina sencillamente espectacular ![]() Etapas 13 a 15, total 24
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