![]() ![]() COSTA BRAVA Y PUEBLOS MEDIEVALES DEL BAIX EMPORDÀ ✏️ Blogs de España
Algunos puntos destacados de la Costa Brava y preciosos pueblos que te hacen sumergirte en la Edad MediaAutor: Ctello Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: COSTA BRAVA Y PUEBLOS MEDIEVALES DEL BAIX EMPORDÀ
01: PALAU-SATOR
02: PERATALLADA
03: CANAPOST
04: VULPELLAC
05: CRUÏLLES Y MONASTERIO DE SANT MIQUEL
06: MONELLS
07: PÚBOL Y SU CASTILLO
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Etapas 4 a 6, total 13
Nos resulta un poco complicado encontrar por dónde sigue el camino que va de Canapost a Vulpellac pero al final dimos con él.
No resulta tan encantador como los tramos que hemos recorrido hasta ahora. Pasamos junto a unas granjas de cerdos y en una de ellas, que parecía semiabandonada, vimos los cuerpos de algunos animales muertos tirados en un contenedor. Poco agradable. Vulpellac no es un pueblo grande pero tiene algunos puntos de interés. Lo más destacado, sin duda. Es el conjunto que forman el castillo-palacio y la iglesia parroquial. ![]() La iglesia, dedicada a sant Julià y a santa Basilisa, era la antigua capilla del castillo. Hoy es iglesia parroquial. El edificio que vemos hoy en día data del siglo XVI, en estilo gótico tardío, aunque con algunos aires renacentista, pero se han encontrado restos de la capilla románica. Por sus almenas, parece una fortificación. Tiene, además, un alto y estrecho campanario. Está cerrada y no podemos verla por dentro. ![]() Al lado se ha encontrado, como ya viene siendo habitual en la zona, una necrópolis altomedieval con tumbas antropomorfas. Bajo el castillo se encontró un sepulcro decorado. Justo al lado encontramos el castillo-palacio, que conserva parte de la estructura del siglo XIV aunque con reformas del siglo XVI. En 1725 se hicieron nuevas reformas y se convirtió en una masía. Se trata de un bonito edificio con jardín que se puede ver desde la reja de entrada porque hoy es propiedad privada. El castillo se documentó por primera vez en 1269 por un acuerdo entre el obispo de Girona y el señor de Vulpellac. Se constata que se estaba construyendo un castillo aunque parece ser que siempre ha tenido más la función de palacio que de fortaleza. Lo más destacado era la torre cuadrada del homenaje del siglo XIV que aún hoy podemos ver. Se sabe que en 1287 el propietario era Guillem de Palol, señor feudal de Peratallada, y en el siglo XV los Santsadurní. En 1352 Guillem de Sarriera se casa con Sibil-la de Santsadurní y se hace con la propiedad de Vulpellac. Los Sarriera llegaron a tener dominio también sobre los castillos de Angles, Montsoriu, Cartella y Solterra. Emprendieron una total restauración del castillo-palacio de Vulpellac en el siglo XVI, que afecta tanto al interior como al exterior. Se añadieron muchas cerámicas con el escudo de armas de los Sarriera. ![]() Dice una leyenda que por la proximidad del castillo de Vulpellac con el de Cruïlles había entre ambos señores una gran amistad y se hacían bastantes visitas de cortesía el uno al otro. Eso hasta que el de Vulpellac empezó a sospechar que tanta visita no era por amistad sino por su esposa, de tal modo que decidió encerrarla en una habitación del castillo hasta que ella murió de pena. El señor de Cruïlles, cuando se enteró, hizo que la noticia llegara a oídos del obispo, que rápidamente excomulgó al de Vulpellac. El caballero tuvo que viajar hasta Roma para pedir perdón al Papa pero éste, en lugar de concedérselo, le castigó a no salir nunca más de su casa y a cumplir una penitencia estricta. Es por eso que en el escudo se puso la leyenda “Ego sum qui pecabit” y muchas baldosas del castillo tienen ese lema. En el pueblo, muy cerca de la iglesia y el castillo, encontramos restos de la muralla de la ciudad, hoy integrada en las casas del pueblo. Destaca la torre-portal nordeste, de planta cuadrada. ![]() Aún se conservan algunas casas de los siglos XVII y XVIII. Etapas 4 a 6, total 13
Nos dirigimos ahora a Cruïlles, caminando desde La Bisbal d’Empordà, por un camino junto a campos, bien acondicionado para el paso de bicicletas. En realidad el municipio se compone por Cruïlles, Monells (que también visitaremos) y Sant Sadurní de l’Heura. Como curiosidad decir que es el municipio catalán con el nombre más largo, ya que tiene un total de 43 caracteres.
![]() Cruïlles, a la izquierda del río Daró, fue el lugar donde se originó el linaje que dio lugar a la baronía de los Cruïlles. Lo más destacable es la iglesia de santa Eulalia, que contiene pinturas románicas y un retablo gótico, así como una torre en medio de la plaza del pueblo. La iglesia, a la que no podemos acceder, perteneció al cercano monasterio de san Miquel de Cruïlles, al que nos acercamos en esa misma visita pues está muy cercano. Como comentamos, está consagrada a santa Eulalia, patrona del pueblo junto con sant Ponç. En 1442 Cruïlles se convirtió en villa real, con el privilegio de ser instituido “calle de Barcelona”. Hasta el año 1973 fue cabeza de un municipio independiente, que incluía el pueblo y el antiguo monasterio de Sant Miquel de Cruïlles, el barrio de Sant Joan de Salelles y los términos rurales de Santa Pel-laia, Sant Cebrià dels Alls y Sant Cebrià de Lledó. Aún conserva en parte su trazado medieval y en sus casas aún pueden verse elementos de los siglos XVI, XVII y XVIII. Aunque se consagró en el siglo XI, no se han conservado restos del edificio románico. La iglesia que vemos actualmente, muy sobria, data de los siglos XVII y XVIII. Ha sido recientemente restaurada. Por cierto, aunque nos lo pueda parecer, lo de la fachada no son piedras de verdad sino esgrafiados. En la puerta vemos inscrita la fecha 1754. ![]() En cuanto a la torre, en la misma plaza que la iglesia, verdadero símbolo de Cruïlles, era la torre del homenaje y único vestigio que queda del castillo. Tiene planta circular, ligeramente trococónica y mide unos 22.5 metros de altura y 7,65 metros de diámetro. Data de la segunda mitad del siglo XI. La puerta original se ve a 7 metros de altura. Y es que, como medio defensivo, antes se accedía a ella con una escalera de madera que luego se retiraba. La puerta actual a ras de suelo se añadió en el siglo XX. ![]() El hecho de que ondee una bandera en lo alto es para conmemorar que en el año 1359 Berenguer de Cruïlles fue nombrado primer presidente de la Generalitat de Catalunya. Este personaje nació en Peratallada, seguramente hacia el año 1310. Llegó a ser obispo de Girona en 1348. Destacó por ser un gran defensor de la Inquisición y se enfrentó a la nobleza, sobre todo al infante Ramon Berenguer, conde de Empúries y tío de Pere el Cerimoniós, a quien llegó a excomulgar. La Generalitat tiene un origen medieval. En las Cortes celebradas en Monzón en 1289 se designó una Diputación del General para los reinos de Aragón y Valencia y para el principado de Catalunya con la función de recaudar el tributo que se concedía al rey. Ese impuesto recibía el nombre de “generalitat”. La Diputación del General se componía de un diputado eclesiástico, un consistorio (un diputado de cada brazo- militar, eclesiástico y real- y un oidor de cuentas por cada brazo para revisar las cuentas que presentaban los diputados), diputados locales (delegados en ciudades y villas) y oficiales (asesores jurídicos, escribano mayor, procurador del general, contadores, guardias, etc). El diputado eclesiástico presidía las reuniones del conjunto de diputados y oyentes siempre que no hubiera un miembro de la familia real presente. Aunque esa Diputación del General no tuviera la misma función que la Generalitat actual, se considera tradicionalmente a Berenguer de Cruïlles, miembro del brazo eclesiástico, como su primer presidente. En la misma plaza hay una casa típica de la arquitectura civil del siglo XVII. Tiene planta baja y piso. Delante tiene un pequeño patio. La puerta es de medio punto y tiene inscrita la fecha 1674. La más grande de las ventanas es del siglo XVII. De las murallas, destacan el ángulo noroeste y la torre de planta cuadrada, actualmente adosada a una casa. Solo se conserva uno de los portales. ![]() A unos 800 metros del pueblo encontramos el monasterio de Sant Miquel de Cruïlles, uno de los más importantes de la provincia. En su interior se conservan restos de pinturas románicas del siglo XII de gran importancia. También hay unas pinturas (o lo poco que queda de ellas) que representan el beso de Judas y que se descubrieron hace casi 100 años cuando retiraron el retablo de Lluís Borrassà para llevarlo al Museu d’art de Girona. En el interior también se conservan algunos sepulcros medievales. Como suele ser bastante habitual en este tipo de edificaciones, tiene decoración lombarda, con arcuaciones ciegas que forman un friso en los laterales de la nave y los ábsides con arcos ciegos. El campanario es una torre cuadrada de los siglos XVI y XVII. También en el museo de Girona se conserva una Majestad coronada del siglo XII procedente de este magnífico monasterio. Está cerrado y los accesos en obras. Se trata de un monasterio benedictino del siglo XI. Se documentó por primera vez alrededor del año 1057, momento en que la condesa Ermessenda, vida del conde Ramon Borrell, dicta testamento y cede al monasterio un legado de 30 mancusos aunque otros estudios sugieren que el documento más antiguo que habla de este monasterio es el testamento de Gilabert de Cruïlles del 7 de abril de 1035, en el que dispone un legado al monasterio. Se cree que la iglesia de Cruïlles fue fundada en el 904 por el obispo Servus Dei pero algunos estudiosos lo han desmentido. ![]() En el acta de consagración de Santa Eulalia de Cruïlles, año 1062, se mencionaba el monasterio y un núcleo poblado junto a él. En el año 1100 Guadall de Cruïlles firmó un documento donde se reconocían las posesiones del monasterio. En un testamento de 1121 se menciona la dependencia de Cruïlles a la abadía de san Michelle della Chiusa, en el Piamonte. En la Guerra dels Remenses de 1485 fue saqueado. En 1592 en el monasterio solo habitaban el prior y un monje. Fue el momento en que el Papa Clemente VIII decidió incorporarlo al monasterio de San Pere de Galligans, en Girona. Durante la Guerra de la Independencia fue ocupado por el ejército. Tiene planta basilical con tres naves, tres ábsides semicirculares y un transepto. Junto al monasterio se formó, a lo largo de los siglos XVI y XVII, un pequeño núcleo urbano con unas doce casas que han conservado su fisonomía original. Etapas 4 a 6, total 13
Monells ya aparece citado en documentos del siglo X. La villa creció entorno a un castillo del que no se han conservado restos. Únicamente queda en la plaza del Castillo un lienzo de muralla. El castillo de Monells se menciona por primera vez en el siglo XII. Se sabe que contaba con una capilla, dedicada a Santiago y a Santa María, documentada en el año 1234, que no ha dejado ningún vestigio. Los Monells, señores del castillo, se conocen desde 1019. Guillem de Monells fue obispo de Girona entre 1168 y 1178 y su hermano Ponç de Monells fue abad de San Juan de las Abadesas y obispo de Tortosa. En el siglo XIII era propiedad de los vizcondes de Bas hasta que pasó por matrimonio en el condado de Empúries. Tras pasar a la corona fue vendido a los Senesterra, que en mantuvieron el dominio hasta el siglo XVI.
Sí que se conservan algunos tramos amurallados y varias torres. Se cree que su nombre deriva de los molinos que aprovechaban el agua del río que pasa por el pueblo. Más que un río es una riera, el Rissec, que divide el pueblo en dos partes, el barrio del castell y el de la riera. El pueblo de Monells fue creciendo. pues, alrededor del castillo, situado a un lado del río Rissec, y de la iglesia de Sant Genís, situada al otro lado. Ambos núcleos estaban amurallados. A lo largo de los siglos XV y XVI las murallas fueron quedando incorporadas a la estructura de las casas. El núcleo principal era el del castillo, favorecido por el privilegio de celebrar mercado, otorgado por el conde Ramon Berenguer III en 1103. Su popular plaza Mayor, porticada, fue construida justamente para acoger este mercado, que produjo un importante crecimiento de la villa a lo largo de los siglos XII y XIII, y que se detuvo cuando fue desplazado a la Bisbal, el año 1323. a partir de entonces sufrió una larga decadencia pero que sirvió para conservar su fisonomía medieval. A partir de los años sesenta, por iniciativa del pintor August Puig, que instaló su taller, se convirtió en un punto de encuentro de artistas que fueron adquiriendo y restaurando las antiguas casas, algunas en estado ruinoso. El pueblo se hizo muy famoso hace pocos años porque allí se rodó Ocho apellidos catalanes y ahora está plagado de turistas como su vecino Peratallada. Uno de los mayores atractivos del pueblo se ve perfectamente en la película, su preciosa plaza mayor llamada de Jaume I, con portales y restaurantes. ![]() Esa plaza fue el lugar de un importante mercado de cereales desde el siglo XIII por concesión real. Era uno de los mercados más importantes de la zona en época medieval y el rey Jaume I dictó el uso de la “mitgera” como patrón de medida de los cereales para todas las tierras del obispado de Girona. Se sigue conservando esa medida aunque la que vemos hoy es del siglo XVIII. A mediados del siglo XVII se seguía celebrando mercado. Está rodeada de portales y algunos edificios góticos de uno o dos pisos. En la película se llama Plaça de Pep Guardiola. En la plaza Mayor de Monells hay un pozo de datación incierta, que tiene la singularidad de ser utilizable desde la plaza pero también desde la terraza de la casa anexa. Por eso tenía dos poleas, a diferente altura. A su lado hay una fuente, moderna, con abrevadero. Uno de los edificios más representativos de la plaza es el Palauet de Monells, que aparece claramente en la película. Se trata de una casa señorial de principios del siglo XVII. Actualmente es un hotel de seis habitaciones con encanto. Encantadoras son también la calle de los arcos y la Plaça de l'Oli, de esos lugares donde parece que se ha detenido el tiempo. La Plaça de l'Oli D es de proporciones mucho más reducidas, tiene una planta alargada, irregular, y está parcialmente porticada, Destaca en especial una casa, reforzada con un contrafuerte, que conserva una ventana del siglo XVI. Forma parte del núcleo más antiguo del pueblo, desarrollado bajo el impulso del mercado, y sería aquí donde se compraba y vendía el aceite, de ahí su nombre. ![]() El Covid hace que varios de los locales de la plaza estén cerrados y los que están abiertos tengan limitaciones. Nos detenemos para comer en Ca l’Arcadi, que en la peli era el bar donde meten todos los no independentistas del pueblo y les entretienen comiendo jamón. Esa misma noche volvimos a ver la película y es perfectamente reconocible. Nosotros no comimos jamón pero sí "botifarra esparracada" (abierta y aplastada cual larga hamburguesa). Lo interesante es pasear por este bonito pueblo de 150 habitantes, deleitándose en cada rincón. Para encontrar la iglesia tenemos que ir al otro lado de la Riera, al barrio de la Riera, mucho más tranquilo que el del Castell. Allí encontramos la iglesia de Sant Genís. Es de estilo gótico con detalles barrocos. La primitiva iglesia aparece por primera vez en escritos a partir de 1019 y subsistió hasta finales del siglo XIII o principios del XIV. Por tanto, la que se puede ver actualmente es una versión posterior y más grande aunque en nuestra visita estaba cerrada. La iglesia actual, que sustituyó a la primitiva, fue alzada a lo largo del siglo XIV aunque su aspecto exterior es fruto de una reforma barroca efectuada en 1785, cuando se construyó la actual fachada y la base del campanario, acabado a inicios del siglo XX. Es una iglesia de tipología gótica, de una nave, con capillas laterales y ábside poligonal, con capillas radiales. El presbiterio fue bendecido 1310 mientras que las obras de la nave se alargaron durante todo el siglo XIV. Las capillas laterales se fueron haciendo en siglos posteriores, entre el XVI y el XVIII. El retablo barroco, de 1676, fue quemado en 1936. La portada, terminada en 1785, es plenamente barroca, de características muy similares a la de Sant Sadurní de l'Heura, construida pocos años antes. Tiene una apertura de arco rebajado flanqueada por dos pilastras que se abren ligeramente y que sostienen un entablamento partido. En el centro del tímpano hay una hornacina con la imagen del patrón y cierra la portada una cornisa curvada. En la cantonera del campanario hay un relieve con el escudo de Monells y la fecha de 1788. Igual que pasa en Peratallada, no es posible que los coches entren en el pueblo (así no se rompe su encanto) pero hay aparcamientos en las afueras. El pueblo es muy pequeño pero lleno de rincones con encanto que nos transportan a su pasado medieval. ![]() Junto a la riera pero aún en el barrio del Castell encontramos el Hotel dels Arcs. Se ubica en el Mas Fábrega, una antigua masía fortificada que había sido un antiguo hospital para pobres y peregrinos. Fue fundado en 1364 por María de Jérica, condesa de Prades y de Empúries por matrimonio con Ramón Berenguer I, hijo del rey Jaime II de Cataluña y Aragón. Hoy ha sido rehabilitada y convertida en hotel con 21 habitaciones. Otro alojamiento situado en un edificio histórico, esta vez del siglo XV, es la Fonda La Pepa Maca. ![]() Etapas 4 a 6, total 13
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