![]() ![]() Riviera francesa o Costa azul ✏️ Blogs de Francia
Un recorrido por esta hermosa zona francesa, bañada por el MediterráneoAutor: Ctello Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: Riviera francesa o Costa azul
01: CONSIDERACIONES GENERALES
02: VIAJE
03: NIZA
04: CANNES
05: ANTIBES
06: SAINT TROPEZ
07: ÈZE
08: VENCE
09: SAINT PAUL DE VENCE
10: GRASSE
11: BEAULIEU SUR MER
12: VILLEFRANCHE SUR MER
13: VENTIMIGLIA
14: MENTON
15: MÓNACO
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
Etapas 7 a 9, total 15
En esta ocasión nos decantamos por el autobús. A Èze se puede llegar en tren pero deja a nivel del mar y después tienes que subir mucho, ya sea a pie, ya en autobús. Y es que el pueblo está en un acantilado a 427 metros de altura.
La estación de buses Vauban es accesible con el tranvía. Los autobuses que llevan a Èze son el 82 y el 112 (en la estación hay papeles con los horarios de ambos). Con estos autobuses también se puede ir a Mónaco, que está muy cerca. El billete cuesta 1,5 euros y tiene algunas curvas. Va por una carretera desde la que se obtienen unas vistas espectaculares. Los coches no pueden meterse en el casco antiguo. Èze se extiende a lo largo de tres Corniches, las carreteras situadas entre Niza y Menton que recorren la Costa Azul: la corniche más alta (Grande Corniche); el pueblo de Eze, situado un poco más bajo; y en la zona más baja, a nivel del mar, Eze-Bord-de-mer. Desde donde deja el bus, al pie de la carretera y en una zona más nueva, hasta el casco antiguo se debe subir un poco. Abajo no falta un establecimiento de Fragonard, que veremos por todas partes. Se entra por una doble puerta fortificada del siglo XIV (Puerta des Moures- de los moros-). Y una vez dentro lo que nos vamos a encontrar es un precioso y pequeño pueblo (apenas tres calles) con las típicas callejuelas y casas medievales. ![]() Vamos primero a la Plaza de la Iglesia donde está ese edificio, construido en el siglo XVIII con un bella fachada en ocre y oro, y un campanario con un reloj. Su torre amarilla es lo primero que se ve del pueblo. La iglesia fue construida por el arquitecto italiano Spinelli entre los años 1764 y 1778. La fachada es neoclásica pero la nave es barroca. Hay muchos trampantojos que producen un engaño para la vista. ![]() Subiendo un poco más hay unos lavabos públicos (0,50 euros) y una máquina donde puedes comprar la entrada al Jardín exótico y evitar pasar por taquilla si hay mucha gente (entrada, 6 euros). Es lo que hicimos (aunque a esas horas de la mañana había aún pocos visitantes). Otro de los edificios religiosos es la Capilla de los Penitentes Bancos, del siglo XIV. Es pequeña y pasa un poco desapercibida. En el interior hay un crucifijo catalán de 1258 y la Crucifixión realizada por el taller de Ludovic Bréa. Está cerrada pero se puede ver el interior. Y la verdad es que parece el trastero de alguien. Muchas cosas apelotonadas. Normalmente las visitas son de 9 a 18h pero quizás ahora, con el coronavirus, haya cambiado. En el siglo XX hubo una leprosería. Fue construida en 1306. Las órdenes penitentes se crearon durante las epidemias de peste. Los penitentes blancos asistían a los enfermos. La nave es solo es una parte conjunto. En el sótano estaban los vestuarios y el refectorio de los penitentes. En el interior, las pinturas modernas son de Michel Marie Poulain. Sobre el altar, un crucifijo del siglo XIII con una calavera en su base lleva la siguiente nota: como eres yo era, como soy, serás". El suelo está hecho con un mosaico de guijarros típico del sur de Francia llamado "calade". Llama la atención el “château” de la chèvre d’or, un hotel con restaurante de lujo situado en el casco antiguo de Èze. La cabra de oro es una figura que hay dentro, sobre el tejado. En julio los precios de la habitación doble suben de los 300 euros. Apenas tiene 45 habitaciones. ![]() En la plaza du Planet hay un rinconcito agradable y una fuente. Dicen que es el único lugar llano del pueblo. Limita a la izquierda con la casa más antigua de Eze, llamada Riquier. La mayoría de las casas en Eze tenían sótanos o establos en la planta baja con un espacio residencial en el primer piso. Esta casa tiene un patio interior y su puerta principal está realizada con muebles medievales. La fuente fue instalada por un compositor estadounidense, el Sr. Barlow, en 1930. Éste fue el primer suministro de agua al pueblo. El agua corriente llegó a todo el pueblo solo en 1952. Anteriormente, los habitantes utilizaban cisternas o tenían que subir al agua desde el fondo del pueblo. A partir del siglo XII, la familia Riquier tuvo un lugar importante en la historia de Niza. Era una de las familias más poderosas de la época, jugó un papel en la historia de Niza y su región. En Èze, el pueblo del nido de Aigle, como se le conoce, la familia construyó una casa junto a la puerta del mismo nombre. Fue en 1921 cuando el rey de Suecia Gustav V descubrió Eze-village en compañía de su hijo menor Guillaume (1884-1965). Este último se enamora del sitio y compró el conjunto de casas que llamó Chateau Eza. El príncipe permaneció en el pueblo entre 1923 y 1953. Pero sin duda la joya del pueblo es su jardín exótico, con muchas especies de cactus entre las que encontramos unas esculturas de Jean-Philippe Richard dedicadas a la mujer. Las estatuas miden entre 1,60 m. y 1,80 m. Jean-Philippe Richard explora los misterios de la feminidad a través de estas figuras de mujer realizadas en tierra, materia que el mismo artista llama “polvo de estrellas”. También hay una zona de plantas mediterráneas. Desde allí se obtienen unas vistas panorámicas excepcionales de la costa. Dicen que en los días claros desde el punto más alto (429 metros) incluso se puede ver la isla de Córcega. Creo que no llegué a tanto. Hay muchas plantas exóticas de América y África, alguna cascada e incluso una zona de descanso con hamacas de madera donde estuvimos echados un ratito, escuchando el rumor del agua de una cascadita caer. El jardín es muy poco accesible para personas con movilidad reducida. Está aterrazado y con muchas escaleras. No es muy grande pero es bonito. ![]() Parece ser que en un montículo vecino, situado al este, se encuentra el Palacio Balsan, donde Alfred Hitchcock rodó escenas de”Atrapar a un ladrón”, con Grace Kelly y Cary Grant. Y desde lo alto, por supuesto, se pueden ver los tejados del pueblo de Eze , el campanario de la capilla de los penitentes blancos y la antigua residencia del príncipe Guillermo de Suecia, que en la actualidad es un hotel de lujo. En el Jardín exótico se encuentran las ruinas del castillo de Èze, del siglo XII, que fue ordenado derribar por Luis XIV. ![]() El pueblo, amurallado, sobre un acantilado, con calles estrechas, recodos, etc. fue construido en la Edad media con la idea de protegerse de los ataques del enemigo. Pese a todo, Èze fue ocupada por los moros en el siglo X, los sarracenos en 1543 y los franceses en 1706. No faltan rincones encantadores y tiendas de artesanía. Nosotros entramos en una especializada en productos hechos con mandarina de Èze y naranja. Compramos un licor y unas confituras. En la zona baja del casco antiguo de Èze se puede dar un paseo por el sendero Frédéric Nietzsche, una de las personalidades que pasaron por el pueblo (escribió unas páginas de su libro “Así habló Zaratustra” inspirándose en el sendero hoy conocido con su nombre). El filósofo Frederic Nietzsche descubrió la Costa Azul en diciembre de 1883. Permaneció allí hasta abril. Saliendo de la estación de Eze Bord de Mer, recorría el sendero durante una hora y media y dicen que allí gestó su obra más famosa. Regresó todos los años a la Riviera francesa hasta 1888. El pueblo costero de Èze-Bord-de-Mer, situado en la Basse Corniche , posee un microclima excepcional y una rica vegetación mediterránea. Destacan sus villas con fachadas rosas y ocres de principios del siglo XX. Allí se han alojado muchos famosos como la escritora Georges Sand, los príncipes de Mónaco e incluso Bill Clinton y Bono, cantante de U2. Regresamos para comer en Niza y lo hacemos de nuevo en el casco antiguo. El restaurante (por llamarlo de algún modo) es un local llamado Lou Pilha Leva. En un mostrador pides lo que quieres, lo pagas y te sientas en unos bancos de madera en plena calle. Hay una pequeña zona al otro lado a cubierto por si hace mal tiempo. En una pizarra ves los productos que ofrecen, generalmente platos rápidos de la cocina niçoise, pero por si tienes dudas puedes ver los platos. Nosotros cogimos uno de petit farcis (tomates, calabacín o berenjena rellenos), pissaladière (una especie de pizza con cebolla, anchoas y olivas negras), flores de calabacín rebozadas y berenjenas rebozadas. Todo eso con agua del grifo nos costó menos de 20 euros (para los dos). Vamos hasta la catedral para comprar un helado en Azzurro. Son muy cremosos, con buen sabor y hay mucha variedad. El mío era de Crème brulé (con trocitos de azúcar quemado) y vainilla antigua (3,50 euros). Etapas 7 a 9, total 15
Después de comer en Niza, cogemos el tran vía número 2 (el que va al aeropuerto) y nos bajamos en la parada de Parc Phoenix. Está empezando a llover. Parc Phœnix es un jardín botánico, invernadero tropical y zoológico. Su invernadero piramidal denominado “ Green Diamond” es uno de los más altos de Europa: más de 7000 m2 y 25 metros de altura.
Se inauguró en 1990 y se renovó en 2016. Por lo que vi en la publicidad, no hay muchísimas especies de animales. Hay lémures, una especie de titís, wallabíes, nutrias, una especie de puercoespín, varias especies de aves (flamencos, loros, pavos reales, grullas...), enormes carpas en un gran lago, varios reptiles (cocodrilos, tortugas, iguanas, boas), insectos y una granja. Me parece, sin embargo, que es el jardín botánico lo más llamativo del conjunto. Cuesta 5,10 euros y los menores de 12 años no pagan. Nosotros no fuimos. Decidimos dedicarle tiempo a otras cosas. Como comentaba, fuimos hasta esa parada porque allí hay una especie de estación o parada grande de autobuses (no tiene pérdida). Cogemos el autobús 400 por 1,5 euros por persona hasta la última parada, la estación de autobuses de Vence. A simple vista Vence es más que un simple pueblito medieval. Ha crecido bastante fuera de las murallas y tiene una parte moderna considerable. Lo primero que hacemos es ir andando como si saliéramos del pueblo para ir a ver una de las joyas del municipio, la Capilla del Rosario de Matisse. No está lejos pero tampoco cerca. Un paseíto caminando. ![]() La entrada cuesta 7 euros y no se puede hacer ninguna foto dentro. Primero subimos a un piso superior para ver una muestra de casullas pintadas por Matisse. Vamos, tienen tanto color que parecen sacadas del taller de Agatha Ruiz de la Prada. Matisse las diseñó y las monjas las elaboraron. Luego bajamos a la capilla. Antes de entrar hay toda una serie de bocetos. Pero nada te da para imaginar lo que vas a encontrarte. La capilla del Rosario de Vence (1950) está considerada la última obra realizada por Henri Matisse. ![]() En 1941 Matisse había superado una operación de cáncer de duodeno, una gripe, sufrido dos embolias pulmonares y padecía una hernia intestinal que le impedía permanecer erguido. Europa estaba en plena guerra y tuvo que trasladarse a una región en el interior, más beneficiosa para su salud: la Villa Le Rêve en Vence. Su mujer y su hija fueron arrestadas por la Gestapo y permanecieron varios meses encarceladas. El artista necesitaba una "enfermera nocturna joven y bonita". Y entonces apareció Monique Bourgeois, una estudiante de enfermería amante del arte. Matisse le enseñó algo de perspectiva y poco después la joven se convertiría en su modelo aunque ya tenía vocación de monja. En 1943, el destino volvió a unir a los dos. Matisse, que se negó a salir de Francia a pesar de la guerra, se trasladó a Vence. Bourgeois estaba convaleciente de tuberculosis en una casa de reposo administrada por las dominicas al otro lado de la calle de la casa de Matisse. Al saberlo el artista, volvió a pintarla. En 1946, Bourgeois hizo su voto perpetuo, en contra de los deseos de Matisse, y se convirtió en la hermana Jacques-Marie. Hubo un apasionado intercambio de cartas al respecto. ![]() Jacques-Marie fue enviada a Vence, en contra de lo que parecía. En ese momento, las hermanas de la casa de reposo usaban un viejo garaje con goteras como capilla. Cuando la hermana Jacques-Marie le mostró a Matisse un boceto que había hecho de la Asunción de la Virgen, él insistió en que se convirtiera en una vidriera para una capilla que los dos diseñarían juntos. A las monjas, en especial a la madre superiora, les horrorizaba que un artista "moderno" como Matisse, que para colmo pintaba a mujeres desnudas, pudiera diseñar su capilla. Pero la hermana Jacques-Marie puso su empeño para convencerlas. Cuando se inauguró la capilla en 1951, la prensa francesa quiso buscar algo morboso en esa relación entre artista y monja. Insinuaron que ella habría llegado a posar desnuda para Matisse y quizás algo más. La religiosa lo negó todo. "Yo era un poco como su nieta o su musa y él, siempre un perfecto caballero", recordaba en 1992 a la revista 'Paris-Match'. La hermana Jacques-Marie murió en 2005 a los 81 años. Las fachadas son de color blanco, que simbolizaba la suma de todos los colores para Matisse. Para blanquear se usó la cal, al más puro estilo mediterráneo. La cubierta es inclinada a dos aguas y combina el color azul marino con el blanco usando un patrón en zigzag. Tiene una longitud de 15 metros por 6 metros de ancho, estando el extremo más largo destinado a los fieles y el extremo más corto a las monjas dominicas. Ambas partes están orientadas hacia el altar. Encima de la cubierta de la capilla, Matisse diseñó una cruz realizada en hierro forjado que contiene una pequeña campana. El altar es de piedra de color marrón claro, elegido especialmente por Matisse por su parecido con el color del pan eucarístico. El artista también diseñó el pequeño crucifijo de bronce situado sobre el altar, los candelabros de bronce, y el pequeño tabernáculo. Las lámparas que cuelgan del techo son de hierro forjado y fueron realizadas por artesanos locales de gran tradición en esta disciplina, según los diseños del autor. Son también diseños de Matisse las puertas talladas en madera del confesonario. ![]() Hay tres conjuntos de vidrieras, a las que Matisse dedicó mucho tiempo. En los tres conjuntos únicamente se hace uso de tres colores: un amarillo intenso que representa al sol, un verde intenso a la vegetación y un azul intenso por el agua (mar Mediterráneo) y el cielo. Durante bastante tiempo, Matisse estuvo dando vueltas a la temática que iba a utilizar para las vidrieras hasta que al final terminó decantándose por el pasaje del Apocalipsis de San Juan: “En medio de la calle y a un lado y otro del río había un árbol de la vida que daba doce frutos , cada fruto en su mes, y las hojas del árbol eran saludables para las naciones “. Según por sus propias palabras, el árbol de la vida es una alegoría de la edad de oro del hombre. Comenzó a esbozar sus diseños colocando múltiples recortes de papel de colores sobre una superficie hasta conseguir la composición que él deseaba. Las vidrieras tienen dibujadas unas hojas alabeadas ordenadas de tal manera que parecen brotar de las paredes contiguas. Las flores se rozan alternativamente en la parte inferior y superior de la vidriera configurando un patrón de ondas horizontales, a veces amarillas y otras azules. La onda es el símbolo de la eternidad. El tema del árbol de la vida no ocupa la totalidad de la superficie, ya que desaparece en la parte superior creando una contraoscilación con el arco de medio punto de la ventana como si fuera un paño colgado únicamente por los cantos. Matisse quiso en esta vidriera producir el efecto de una tela tensada sobre la ventana. Cuando Matisse comenzaba con las pinturas de trazos de color negro sobre azulejos blancos sufrió unas dolencias que le dejaron postrado en cama, por lo que tuvo que utilizar un palo largo con un pincel atado con el que pintaba sobre una cartulina colocada en la pared. Poco tiempo después, continuaría con sus pinturas desde la cama o desde una silla de ruedas. Hay fotos que lo muestran. Estos diseños serían traslados a los azulejos definitivos por expertos artesanos de Vence. ![]() Hay varios murales. A un lado del altar está el Mural de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden de los predicadores dominicos en el sigo XII. El Mural de la Virgen con el niño se encuentra en una de las paredes laterales. Es significativo que el niño Jesús en lugar de aparecer en brazos de su madre como es lo habitual haya sido representado por Matisse como si María estuviera ofreciendo a su hijo, con los brazos en cruz, al mundo entero. Como casi de toda la capilla (incluyendo las vidrieras), Matisse hizo varias pruebas y tuvo varias ideas. En los bocetos se ve una Virgen vestida más elegante, que luego se cambió por ésta. El mural más grande está al fondo de la capilla. Es el del Via Crucis. En él aparecen las catorce estaciones pintadas formando una composición coherente en tres hileras, sobre azulejos que forman un único panel de 3.96 por 1.98 metros. Matisse buscó inspiración en los antiguos grandes maestros de la pintura, como Rubens o Mantegna. La composición comienza en la parte inferior izquierda con la escena de Jesús llevado ante Pilatos y siendo condenado. Sigue con las estaciones de Jesús portando la cruz hasta el monte Calvario. En la parte superior central encontramos la elevación de la cruz con el cuerpo de Jesús clavado en ella, Jesús crucificado y el desprendimiento del Señor. El panel central tiene una composición vertical y horizontal en la parte inferior, mientras que las dos estaciones contiguas tienen fuertes líneas diagonales que conducen a la cabeza de Jesús en la cruz. Por aquel motivo que no entiendo, las imágenes van numeradas, lo que le da un poco un aspecto de dibujo para niños pequeños. Yo soy bastante amante del arte pero si no me llegan a decir que Matisse trabajó duramente en la capilla, diría que hizo el primer dibujo que le pasó por la imaginación, simples garabatos, para contentar a la pesada de la monja. El museo tiene wc y máquina de bebidas. Por cierto, al lado hay una preciosa casa de color crema que por lo que leí pertenece a las monjas. Regresamos al centro y nos vamos a ver el casco antiguo. En el territorio de Vence se ha evidenciado una ocupación que se remonta a los tiempos más antiguos. Algunas cuevas parecen haber sido ocupadas en el Paleolítico y Neolítico. Algunas de ellos parecen haber servido como rediles o refugios para pastores durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. También eran frecuentadas durante la Antigüedad, la Edad Media y la época moderna. Antes de la conquista de los Alpes por Augusto y la creación de la provincia de los Alpes Marítimos en el último cuarto del siglo I a.C., el territorio de Vence estaba bajo el control de la tribu de Nerusii, cuyo nombre aparece en el Trofeo de los Alpes con el de las otras tribus locales derrotadas por Augusto. A partir de la era cristiana, se fundó Vence y se convirtió en la capital de la ciudad. Poco se sabe sobre los restos antiguos de la ciudad de Vence, a excepción de los hitos que delimitan la calzada romana a través de Ventiana, y las inscripciones descubiertas en su mayoría en el sótano del centro de la ciudad y actualmente integradas en la mampostería de la catedral de Vence. n el siglo V, Vence tiene un obispado bajo el reinado del emperador Constancio III. El primer obispo de Vence cuya existencia está probada es Severus (419-442 Según la tradición local basada en fuentes eclesiásticas, la catedral fue construida en el lugar del templo de Marte Vintius cuya existencia se evidencia por una inscripción. En 973, después de su Victoria contra los sarracenos en la batalla de Tourtour, Guillaume I de Provence crea uno de sus capitanes, Léotger Ruffi o Laugier Rufus, conde de Cagnes y Vence y le ofrece la mano a su hija Odille. El hijo de Léotger, Raimbaud, no ha tenido descendientes varones , el condado volvió al conde de Provenza en 1189. Fue en este momento cuando se fundó la Comandancia Templaria de San Martín, en el territorio de la comuna en el Baou des Blancs. En tiempos de Carlomagno, Vence y Provenza se unen al Sacro Imperio Romano. En 1191, el emperador Enrique VI concedió a la República de Génova la ciudad y territorio de Mónaco, lo que provocó la rebelión contra los condes de Provenza en la ciudad de Niza. El 6 de julio de 1215, el partido de los aristócratas de Niza tomó el control de Niza y proclamó la independencia de la ciudad del conde de Provenza. En 1228, preocupada por la nueva influencia adquirida por Raimond-Bérenger V a través de su matrimonio con Béatrice de Saboya, la ciudad de Niza concluyó una alianza con las ciudades de Grasse y Draguignan y firmó un acuerdo con la República de Pisa. Como reacción, Raimond-Bérenger envió su ejército al mando de Romée de Villeneuve, una especie de alcalde de Provenza. Sometió Niza en 1229 y Vence en 1230. En 1231, construirá las murallas de Vence. El señorío de Vence fue entregado por el conde de Provenza a Romée de Villeneuve, quien le rindió homenaje el 7 de febrero de 1230. Durante las guerras italianas, la ciudad, así como gran parte de la Provenza, quedarán bajo el dominio de las tropas de Carlos V. Cuenta la leyenda que en 1538, presente en la zona para la firma de la paz de Niza, Francisco I visita Vence y ofrece a los residentes un fresno todavía visible hoy en la plaza del mismo nombre. Entre sus muchos obispos, había un papa, Pablo III, dos académicos, Godeau y Surian y tres santos, Prosper, Véran y Lambert. La Revolución empujó al último obispo, M. Pisani, que se negó a prestar juramento sobre la constitución y abolió el obispado. Otros dicen que Francisco I nunca estuvo en Vence pero sí sus hombres y fueron ellos los que lo plantaron. Sea como sea, ese imponente árbol sigue allí. ![]() Vence se trata de un núcleo medieval rodeado por una muralla, preservada casi en su totalidad, abierta en cinco puntos. En la Puerta de Peyra (1810) se encuentra la célebre Fuente del mismo nombre, que es de origen romano y de agua potable. Junto a ella, bajo la torre del Chateau de Villeneuve (siglo XII), está la galería museo de la Fundación Emilie Hugues. La Place de Peyra debe su nombre a la "piedra" utilizada durante la Edad Media para las ejecuciones. En la pequeña plaza, rodeada de casas de piedra a las que se asoman las típicas ventanas de madera de cierto aire italiano, hay restaurantes y tiendas. Está presidida en el centro por la Fontaine, una fuente cuya traza actual es de 1822 y que reemplazó a una antigua fuente de 1578. La Fuente de Peyra era una de las tres fuentes, que abastecía a Vence de agua potable hasta el año 1882 cuando se canalizó el agua de Riou. ![]() La Place Clemenceau es la más importante de Vence. Allí encontramos terrazas donde tomar algo pero sobre todo el edificio del Ayuntamiento, inaugurado en 1911, situado en el antiguo palacio Episcopal y la Catedral, del siglo IV, construida sobre un antiguo templo romano. Es una de las catedrales más pequeñas de Francia y en su interior se conserva el magnífico mosaico de Moisés, obra de Marc Chagall (junto a la pila bautismal). Por cierto, el altar está hecho con un sarcófago del siglo V de la época carolingia. El exterior de la catedral es un poco raro y parece hecho como a pedazos. No se parece en nada la fachada a la torre (de color crema) y la pared lateral es completamente distinta al resto (allí es donde está esas lápidas antiguas integradas pero tienes que fijarte muy bien). ![]() El ayuntamiento es un gran edificio de color anaranjado. Es posible subir a ver un museo de la catedral pero no tenemos tiempo y lo rechazamos. Vence aún conserva varias de sus puertas de la muralla. ![]() Etapas 7 a 9, total 15
Saint Paul de Vence está muy cerca de Vence. Apenas les separan unos kilómetros. Se llega con el mismo autobús 400 (1,5 euros).
El autobús te deja fuera de las murallas. Saint Paul es un pueblo curioso. Tiene trazado medieval, aún conserva sus calles y su muralla pero a la vez es muy moderna, con múltiples galerías de arte que copan su pequeño casco antiguo. Y es que el arte ha estado siempre ligado a ese pueblo. Su belleza y la de su entorno han atraido siempre a artistas como Matisse, Renoir, Miró, Yves Montand o Cocteau. A finales del siglo XIV, el condado de Niza es anexado por el condado de Saboya, en el cual se sitúa Saint-Paul de Vence, lo cual le confiere un papel estratégico y geopolítico importante. Por esa razón, las fortificaciones que ya existían son reforzadas a lo largo del siglo XV. A finales de siglo, en 1482, cuando la Provenza es incorporada al Reino de Francia, Saint-Paul de Vence, más tarde, en el siglo XVI, el rey Francisco I, en guerra con Carlos V, manda construir las murallas que podemos admirar en la actualidad. La función militar de Saint-Paul va desapareciendo paulatinamente a medida que los tiempos se van haciendo más pacíficos. En 1873, Adolphe Thiers, el presidente de la III República, ordena la destrucción de las murallas y su subasta, pero el alcalde de Saint-Paul de Vence se opone y compra las murallas por 400 francos. Como comento, está completamente amurallada y tiene cuestas pronunciadas y escaleras (no es muy accesible a personas con movilidad reducida). El origen de su construcción se remonta al año 1540 cuando Francisco I decide dotar a la ciudad con el título de villa real. Para ello ordena rodear todo el pueblo con una muralla, como comenté. ![]() La muralla rodea el pueblo y se extiende a lo largo de un kilómetro. Es uno de los monumentos más importantes de Saint-Paul de Vence. La torre del Esperon, de planta cuadrada, pertenecía a la muralla medieval y está formada por tres niveles. La torre-puerta de Mâchicoulis o “Porte de Vence” constituye uno de los raros vestigios de la muralla medieval de Saint-Paul. El bastión del Dauphin (siglo XVI) junto al bastión Real que tiene enfrente defendía la entrada norte del pueblo. En cada uno de los dos flancos del bastión había una casamata en la que se situaba una pieza de artillería. Antes de entrar en la parte dentro de las murallas, nos encontramos con la Plaza de Charles de Gaulle. Es muy típico ver a lugareños jugando a la petanca (incluso a los jóvenes). A veces allí se instala un mercado de frutas y verduras. Entramos en el casco antiguo y subimos primero hasta la Plaza de la Iglesia, donde encontramos la Iglesia de la Conversión de Saint-Paul. Uno de sus grandes atractivos es la capilla de Saint Clément, de estilo barroco y bellamente decorada. Construida entre los siglos XIV y XVIII, la Iglesia de Saint Paul mezcla varios estilos aunque los cuatro pilares sobre los que se sustenta y los arcos interiores son románicos y pertenecen a la iglesia primitiva. Fue remodelada en el siglo XVIII. ![]() Por detrás de la iglesia está la Iglesia de los Penitentes Blancos, decorada por el artista belga Jean-Michel Folo. Se puede entrar previo pago pero creo que estaba cerrada. Fue durante tres siglos de la cofradía de los Penitentes Blancos, asociación de laicos que realizaban acciones de caridad. El ayuntamiento está desde el siglo XVIII en un torreón que antiguamente albergaba la mazmorra. El Torreón (donjon) (s. XII-XIV) es la única parte del castillo que ha llegado hasta nosotros. En lo alto se puede ver una campana de 1443 con la inscripción latina “hora est jam de somno suggere” (las horas nos invitan a soñar). Dicen que en él se alojó Francisco I (otros dudan que pisara la villa alguna vez). A partir del siglo XVIII, se convirtió en la sede del ayuntamiento. Aquí se casaron Yves Montand y Simone Signoret en 1951. Bajando una calle, y completamente cubierta la fachada de una planta trepadora, encontramos la casa donde vivió el poeta Jacques Prevert. Muchos de sus trabajos fueron musicalizados. La más famosa es la canción Las hojas muertas, popularizada por Yves Montand. ![]() El centro del pueblo podría situarse en la Plaza de la Fuente Grande, antigua plaza del mercado del pueblo. Siempre ha sido lugar de encuentro de sus habitantes y también servía de suministro de agua y lavadero. ![]() El Pontis data del siglo XV. Es una construcción que atraviesa la calle Grande y unía las dos partes de una vivienda situadas a uno y otro lado de la calle. Hay una ventana que se abre al lado norte y bajo la bóveda vemos una puerta de madera. Hacia el final del pueblo podemos subir unas escaleras que nos llevan al mirador y al paso de ronda (sin barandillas) o bajar y dirigirnos al cementerio. Bajamos primero al camposanto porque cierran a las 18.30 y apenas faltan unos 20 minutos. Entrando a la derecha no tardamos en ver una tumba llena de piedrecitas. Es la del pintor Marc Chagall (enterrado junto a su esposa). El artista murió en Saint Paul de Vence en 1985, su lugar de residencia durante 20 años. ![]() Saliendo del pueblo está la Fundación Maegh. El edificio fue concebido en un estilo vanguardista por el arquitecto español Josep Lluís Sert en 1964, con la colaboración de Chagall y Giacometti. La colección de pintura y escultura tiene obras de Bonnard, Braque, Calder, Chagall, Chillida, Giacometti, Léger o Miró así como otros más recientes. Etapas 7 a 9, total 15
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 5 (3 Votos)
![]() Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |