ESTAMBUL en el corazón ✏️ Blogs de Turquia

En las fotos de arriba podeis ver la torre Galata desde el puente y tambien el barco en el que realizapos el crucero por el Bósforo. El barco era muy comodo, tenía mesas en las que te sentabas junto a los grandes ventanales y te servían te turco o refrescos. Me gustó mucho este crucero, es otra actividad obligada, pero creo que haciendo este crucero "corto" es más que suficiente. Os comento lo que fuimos viendo: el barco se iba alejando y ves la parte vieja de Estambul alejándose (las mezquitas, el puente Galata), tambien se ve la orrilla Asiatica con la torre Leandro. Primero el barco bordea la orilla Derecha y ves todas las villas a las orillas del Bósforo, el paisaje tan verde... Llegas al puente y das la vuelta, pasamos por la fortaleza Rumeli, el palacio de Dolmabache, en fin, precioso. Aquí os dejo foticos.

Después de ambas visitas quedamos en la parada de Sultanhamet y decidimos ir caminando hacia el Hotel. Nos gustan mucho las tiendas que encontramos y descubrimos un pasaje que conducía hacia un jardín interior en el que había tiendas y mesas para tomar te y fumar pipa de agua. Estambul se descubre día a día y paso a paso. Decidimos tomarnos un te y probar unas pipas de sabores (no llevan tabaco).

El rinconcito estaba la mar de bien, el ambiente era muy relajante. Teníamos que regresar al hotel porque habíamos contratado un masaje turco en el Baño Turco de nuestro hotel. Nos recibió "Surt" un chico encantador que resultó tener como novia una chica de Tenerife y se casaba ese mismo verano. Antes de empezar con el masaje nos metimos en la sauna y luego en unas tumbonas relajantes con música Chill Out. El masaje turco consiste en una especie de baño exfoliante con mucha espuma y con contrastes de agua fría y caliente. Tiene muchos pasos, pero el que más me gustó a mi es uno en el que con una especie de toalla, la moja en un cacharrito con agua y jabón y la exprime de una forma en la que sale muchísima espuma que huele genial!. El baño nos dejó a todas en ondas alfas, jejeje. También lo recomiendo!!El día había resultado redondo!(Pero que bien lo estábamos pasando!)

Este día está lleno de sentimientos contradictorios (como en todas las despedidas): alegría por todo lo vivido, visto, andado, las experiencias positivas, las discusiones, las risas, los abrazos... tristeza porque nos tenemos que despedir de esta mágica ciudad y volver al día día.

Después de desayunar bajamos nuestras maletas y las dejamos en la consigna del hotel. Nuestro avión salía a las 17h y con estar a las 15h en el aeropuerto ya ibamos bien de tiempo. A si que le dijimos a la recepcionista que nos tuvieran el transfer preparado para las 14:45. Eran las 10h y el Gran Bazar ya nos esperaba con las pueras abiertas.

Estuvimos caminando sin parar toda la mañana (4 horas y media), descubriendo replacetas, fuentes, arcos, tiendas, regateando mucho (siempre regatear hasta más no poder, la paciencia es la clave de una buena compra). El Gran Bazar me encantó y no vimos en ese tiempo ni la mitad porque es gigantesco.

Yo recomiendo que os fijeis muy bien en el nombre de la puerta por la que entrais y si quereis salir por la misma sólo teneis que seguir los indicadores de las calles, porque si no, correis el riesgo de perdeos, el Gran Bazar es laberintico 100%.

Compramos camisetas, polos de imitación, bolsos, pulseras de plata, anillos de plata, marcapáginas, yo me encapriché en un cuadro pintado a plumilla de los Derviches (muy moderno) que tengo guardado para enmarcar y ponerlo en mi casa... y todo regateando (que al principio puede resultar divertido, pero sinceramente, es psicológicamente agotador).

¡¡¡Os dejo algunas fotos para que os deleiteis con este sitio!!!!!


A la hora acordada ya estaba nuestro transfer en la puerta del hotel con nuestras maletas cargadas. Llegamos al aeropuerto en 15 minutos y tras pasar los controles de pasaporte, embarcamos rumbo a Madrid. Una vez allí, esperamos un buen rato las maletas y de ahí vuelta al parking de larga estancia y las 4 horitas conduciendo a Murcia. Llegamos a las 01:00 de la madrugada cansadísimas pero muy contentas, con la sensación de haber exprimido al máximo Estambul pero también con la esperanza de volver y poder disfrutar de los sitios que nos quedaron por ver.