Vietnam 15 días de sur a norte. Agosto 2022 ✏️ Blogs de Vietnam15 días por Vietnam des de Ho Chi Minh hasta Hanoi, pasando por Hoi An, Ninh Binh, Sapa y Halong Bay.Autor: Kehlan Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (14 Votos) Índice del Diario: Vietnam 15 días de sur a norte. Agosto 2022
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Etapas 4 a 6, total 15
3. De Ho Chi Minh a Hoi AnNos despedimos de Ho Chi Minh para volar hacia Danang, desde donde nos instalaremos en Hoi An para los 3 próximos días
Día de vuelo interno... amanecemos temprano en busca de algo de desayuno y lo que se convierte en un paseo matutino sin rumbo ni expectativas se convierte en una agradable sorpresa.
Habíamos leído que había un parque en la ciudad donde a las 6 de la mañana los locales se ponían a hacer Tai Chi al amanecer, y nos parecía un buen plan como otro cualquiera de empaparnos de la rutina en la ciudad. Después de buscar por internet y no encontrar ningún detalle concreto sobre eso, nos damos por vencidas y salimos al encuentro de lo que surga. Nos acercamos al parque que hay cerca nuestro, el parque del 23 de Septiembre, y nos encontramos una multitud de locales haciendo todo tipo de deportes: badminton, zumba, tai chi, footing... en pequeños grupos disperos por todo el parque. Algunos nos sonríen vergonzosos, otros nos ignoran y otros nos miran con algo de desconfianza, pero en general el ambiente es agradable. Después de dar un par de vueltas nos metemos por las calles sin alejarnos mucho y nos encontramos en medio de un mercado: olores fuertes de buena mañana que nos revuelven un poco los estómagos: pescado y carne cruda, también algunos frutos y arroces. Acabamos comprándonos algo en un carrito que parece ser arroz pegajoso "sticky rice" con banana. Desayuno de campeones, mejor que una barrita energética. Con eso y un café seguimos dando vueltas sin rumbo durante un rato. Nuestro vuelo sale a la 1 del mediodia así que vamos al hotel a hacer el checkout, cargar nuestras maletas y vamos al otro lado de la calle donde nos dejó el bus la primera tarde. Allí cogemos el mismo número hacia el aeropuerto, por el mismo precio: 20.000VND las dos con las maletas, que pagamos al subir. Les pedimos que nos avisen el la terminal de vuelos domesticos, y una chica nos avisa: es la primera parada del aeropuerto. Allí facturamos y con un par de horas de margen damos vueltas y vueltas. Cuando al fin abren la puerta para empezar a embarcar, somos de las primeras. Y ¡menos mal! Al pasar el billete de mi hermana "pip". El chico la vuelve a pasar "pip". Error. Nos dicen que "algo pasa" con la maleta, que está retenida y que nos demos prisa en ir a los mostradores a ver qué ocurre para solucionarlo. Dos horas dando vueltas por el aeropuerto y ahora nos tenemos que echar a correr a lo Pekín Express por la terminal que, por suerte no es muy grande, pasando el control y yendo a los mostradores. Allí explicamos lo que nos ha pasado y nos señalan una puerta con un "ONLY STAFF" gigante, y a nadie parece importarle, así que entramos y vemos la maleta en el suelo, sin nadie alrededor. "Hello!?", gritamos, y aparece una chica diciéndonos que lleva 3 mecheros en la mochila, y que "carry with you". Mi hermana los saca corriendo, alucinando porque siempre ha facturado los mecheros y nunca le han dicho nada. Salimos corriendo de vuelta a la puerta de embarque, colándonos como podemos por el control y llegando de las últimas. Pasamos un vuelo de vietjet bastante movidito, con turbulencias y preocupadas por la maleta... ¿llegará a Danang o la dejaran en Ho Chi? Cuando aterrizamos tardamos segundos en plantarnos en frente del cinturón de maletas y poco tardan en salir las dos. ¡Qué alivio más tonto! Salimos de la terminal y tenemos a un chico con nuestro nombre escrito. Hemos decidido contratar un tranfer con el hotel de Hoi An, que por 350.000 dongs nos recogían y nos llevaban al hotel. Estuvimos mirando pero no hay buses que te lleven del aeropuerto a Hoi An, y era muy confuso encontrar el que nos llevaba a Da Nang para coger después del de Hoi An. Además, tardábamos entre una y dos horas más que con el transfer, y ya habíamos perdido bastante tiempo por el vuelo. Queríamos llegar a Hoi An y poder disfrutar un poco de la ciudad antes de que anocheciera. En aproximadamente una hora estamos en frente de nuestra maravillosa villa para los próximos dos días: Hoi An Grace River Villa, por la que hemos pagado 49€ por dos noches, con desayuno incluido. La chica de recepción habla buen inglés y es super agradable, nos facilitó cualquier duda. La habitación super limpia, el colchón comodísimo, la piscina estuvo vacía siempre y la disfrutamos muchísimo, y el desayuno exquisito, así que 100% recomendable! Está cruzando uno de los puentes que conectan con el centro, a penas 10 minutos andando que hacen que la zona también sea muy tranquila. Nos recibieron con un te fresquito de bienvenida y unas galletitas que, sin haber comido aún, nos sentaron de maravilla. Descargamos, preguntamos por la excursión a Marble Mountain y My Son y nos vamos al centro a comprar con otras agencias. Al poco vemos que en todos los sitios tienen el mismo flyer con los mismos tours, así que lo acabamos contratando en el hotel para el dia siguiente por 950.000 dongs, que es un poco más caro de lo que teníamos pensado gastar pero es la única que va a esos dos sitios en un mismo día, y son los dos sitios que nos interesa ver así que pasamos por el aro. En el centro hay mucha gente, sobre todo locales pero ya empezamos a ver más turistas occidentales que los que habíamos visto por el sur. Probamos algunos sticks de carne de algunos puestos y también unos mochis de mango riquísimos. Después de un rato paseando volvemos al hotel a darnos un baño en la piscina junto con un par de cervezas, una ducha y cambio para volver a ver la ciudad pero esta vez de noche. ¡Y cómo cambia con todos esos farolillos encendidos! Hay muchísima gente. Cruzamos el gran puente que conecta con la parte donde está el mercado nocturno, y disfrutamos del ambiente. Son aproximadamente las 9 y después de un rato paramos a cenar unos rollitos de primavera, fritos y frescos: podríamos alimentarnos de rollitos todo el viaje, están deliciosos. Estos nos salen un poco más caros, pero en general esta zona parece un pelín más cara: 30.000 cada cerveza, 55.000 cada ración de rollitos. No cenamos mucho porque hemos estado picoteando por la tarde, y con eso nos quedamos bien. A las 10 empiezan a cerrar, las paradetas recogen, las luces se apagan. Son las 10:30 cuando solo quedan un par de bares más turísticos abiertos. Volvemos hacia el hotel dando un agradable paseo, mañana nos recogen a las 7:30 y antes hay que desayunar. Gastos del dia: Desayuno 45.000VND Bus al aeropuerto 20.000VND Transfer Danang-Hoi An 350.000VND Picoteo por las calles de Hoi An 110.000VND Cervezas en el hotel 40.000VND Cena 168.000VND Total 733.000VND = 31€ Imagenes relacionadas Etapas 4 a 6, total 15
4. Marble Mountains y MySonTour guiado por Marble Mountains y MySon, masaje en Hoi An y probamos el Cao Lau
A las 7 estamos puntuales en el jardincito de la villa, listas para nuestro magnífico desayuno. Cargamos pilas y a las 7:45 nos vienen a recoger. Al subir a la minivan comprobamos que ya hay más turismo internacional o, al menos, más españoles
Dos madrileños, una catalana y dos italianos. Casi llegando a Da Nang de nuevo, paramos en Marble Mountains, un conjunto de 5 montañas, conocidas según los elementos metal, agua, madera, fuego y tierra. Nosotros hoy visitaremos la de agua. Como nos explicarían un poco más adelante, en el interior de la montaña se albergó un hospital para el Vietcong durante la guerra de Vietnam. A medida que avanzamos en la visita podemos ir viendo diferentes grutas dentro de la montaña, y diferentes templos, santuarios o pagodas dedicados a dioses hindúes o budistas. Durante toda la visita vamos acompañados de nuestro guía, que nos va explicando en inglés diferentes curiosidades como por ejemplo el significado de la posición de las manos de las diosas, o la dirección de su mirada en cada momento... También nos explican los niveles del cielo y los niveles de la tierra (infierno), mientras vemos unas esculturas que, como mínimo, son algo perturbadoras. La visita me ha encantado y aunque es cierto que se puede hacer en solitario, siempre es un plus que te vayan explicando lo que estas viendo para poder entender mucho mejor lo que te rodea en cada momento. Volvemos a la mini van y, parada obligada de 10 minutos para "ir al baño" en una tienda de estatuillas de mármol, nos dirigimos a un local a comer. Son a penas las 11:30 y no tenemos mucha hambre aún, pero eso no es excusa para no acabarnos nuestro plato de arroz frito con verduras (incluido en el precio del tour, que a menos de un euro por plato les sale bastante a cuenta). Para seguir nos separan en dos minivans, ya que los demás se van a ver Monkey Mountain y a nosotros nos juntan con otros chicos que venían de pasar la mañana en bici por los alrededores. Nos juntamos ahora con una pareja de australianos, un danés de origen palestino y los dos chicos italianos que ya estaban con nosotros. También cambiamos de guía, y entra en acción "Michael", el vietnamita más salao que conoceríamos en todo el viaje. El trayecto a MySon es algo largo pero se nos pasa rápido porque empezamos a hablar bastante y se crea un grupo muy dicharachero. Las entradas a MySon no están incluidas (son 150.000 cada una). Este santuario está formado por un conjunto de templos hindúes abandonados dedicados al dios Shiva. Al llegar al complejo, nos acercan en un carrito eléctrico a la parte central de las ruinas, no sin antes presentar unos bailes y cantos típicos vietnamitas en un escenario (unos 15 minutos). Mientras vemos como el cielo cada vez está más oscuro y amenaza tormenta, nos trasladamos hacia las ruinas donde Michael empieza su explicación del lugar. Después de una media hora de explicación, nos deja unos 15 minutos para hacer fotos, pero... en a penas 3 minutos empieza a diluviar. Corremos a refugiarnos donde podemos, esperando que afloje para poder emprender la vuelta al carrito eléctrico. El complejo es sencillo a la par que majestuoso. Yo no he estado en Camboya pero no creo que sea justo comparar MySon con Angkor Wat... Supongo que si has visto el templo hinduista más grande y mejor conservado, esto te va a parecer de risa. Pero no hay porqué comparar, son dos ruinas diferentes y a mi personalmente me gustaron bastante. De vuelta a la mini van, Michael para un momento y sube con un Binh Ma para cada uno. Teniendo en cuenta que comimos a las 11 de la mañana, saben a gloria. En teoría volvemos a Hoi An en barco, pero con la lluvia que sigue cayendo nos dice que le ha llamado su jefe para anular el barco y volver por carretera. "Michael no cancela barcos, con Michael se hace lo que se ha prometido" nos dice, serio pero entre risas. Y nos lleva al barco que nos espera en la orilla del río. Y la verdad es que cuando empezamos a subir, las nubes empiezan a dispersarse y solo chispea. Tenemos un muy agradable paseo de vuelta, mientras hace de fotógrafo profesional para todos y le pagamos el tour. Al llegar a Hoi An, nos vuelven a subir a la minivan para ir dejándonos en nuestros respectivos hoteles, con una lluvia que empieza con fuerza otra vez. El tour nos encantó, y es que cuando te toca un grupo participativo y alegre cambia toda la perspectiva. Os dejo el contacto de Michael aquí, no dudéis en preguntarle si estais por la zona. Hace tours personalizados por la zona de Hoi An, Da Nang y Hue, habla muy bien inglés, también hace transfers y hasta pizza delivery... y es de lo más amable y divertido que os encontrareis por Vietnam. +84 93 564 81 89 Pumpkin Tours (pumpkintours99@gmail.com) "Michael" Ya es de noche y después de ducharnos y cambiarnos nos vamos en busca de algo que ya estamos tardando mucho en probar: un buen masaje. La tarde anterior por el centro de Hoi An nos habían parado un par de veces ofreciéndonos, y nuestro plan era volver a esa zona pero justo antes de cruzar el puente que nos llevaba al centro, nos llama una chica ofreciéndonos "massá". Nos acercamos y la chica nos parece muy agradable y acabamos negociando dos masajes de 1h de cuerpo entero por 200.000VND cada una. Este fue el primero y os digo que el mejor de todos. La chica era un amor, estaba allí con el marido y si hija pequeña. Llamó a una amiga para que nos hicieran el masaje a la vez, y cuando acabamos se quedó hablando un poco con nosotras: había aprendido inglés ella sola a raíz de los masajes a turistas. Venían de una zona montañosa del país y se habían ido ganando la vida como podían, pero el covid les había afectado mucho, como a todos los vietnamitas que se dedican al turista. Nos pidieron una foto con ellos y nos despidieron con agradecimientos y sonrisas. Su local es muy humilde pero limpio, y nos dio una pena infinita irnos al día siguiente y no poder repetir. Os dejo aquí el nombre del local! Thien My Spa 22 Nguyen Tri Phuong Str. Relajadas, nos dejamos guiar por la luz de los farolillos y vamos a ver el puente japonés. Paseamos sin preocupación y encontramos una plaza y, como ya es típico en nosotras, acabamos cenando en un sitio un poco "cutre" pero delicioso. Por fin probamos el famoso Cao Lau, del que nos han hablado en el tour como el plato que sólo se come en Hoi An y que está hecho con el agua de un pozo... lo sé, no invita mucho a probarlo con esa descripción. Es una sopa parecida al Phó, pero el fideo es más grueso (como el udon), lleva cortezas de cerdo, cerdo asado, verduras frescas... y tiene un sabor super intenso y delicioso. A nosotras nos chifló. Pedimos uno para compartir pero acabamos pidiendo uno para cada una, junta con unas gyozas que imitan a la flor de loto y que también están buenísimos. Con tanto sabor, casi no nos importó que nos sirvieran la cerveza en una jarra con hielo.... Con el estómago lleno y muy satisfechas, paseamos para bajar lo que hemos comido. Volvemos a cruzar el puente y estamos otra vez en la zona del mercado nocturno, pero son casi las 10 y ya todo va a empezar a cerrar, así que nos sentamos un rato a ver a las vietnamitas posar con las luces de manera super coreografiada, y vamos de vuelta al hotel. Ha sido un día muy completo y divertido y estamos agotadas. Gastos del dia: Tour 1.900.000VND + propina Entradas MySon 300.000VND Masajes 400.000VND Cena 170.000VND (dos cao lau, dos cervezas, gyozas de flor de loto y tortas de arroz) Total 2.870.000 VND = 122€ Imagenes relacionadas Etapas 4 a 6, total 15
5. Playa Bai Vien y relax en la arenaRecorremos la playa de rodea Hoi An y nos instalamos en unas cabañas por la zona
Hoy seguimos en Hoi An pero nos movemos hacia la playa. Siendo conscientes que Vietnam no es un destino donde disfrutar de arenas blancas y aguas turquesas interminables, sabemos que estamos a tan solo 5 km de una zona de costa y nos apetece pasear por la orilla y ver cómo los vietnamitas disfrutan del mar.
El día es largo y aún nos gustaría dar una última vuelta por el centro de Hoi An de día, ya que sólo lo pudimos ver con luz la primera tarde y no nos alejamos mucho de las dos o tres calles principales. Previo desayuno en el hotel, y con el check out listo, paseamos por las calles no sin antes acercarnos a un cajero ACB y sacar algo de dinero, ya que vamos bajo mínimos Después de comparar las comisiones que nos han aplicado del cambio de moneda en los dos cajeros en los que hemos sacado, HCSB es MUY mala opción y ACB muy buena, los demás son incógnita... así que vamos sobre seguro. Con ACB no pagamos comisión de cajero y nos aplican menos de 1 euro de comisión por 3M de dongs. En HSCB nos cobraron casi 10 euros por 4M de dongs... Mi hermana le tenía echado el ojo a uno de los vestidos que venden por el centro y, a pesar de no habernos parado a hacernos ningún traje o vestido a medida, cosa típica en la ciudad, si le apetece llevarse un recuerdo. No tenemos ni idea de los precios, y son ya las 9 y pico de la mañana cuando nos paramos en una de las tiendecitas de la periferia de la ciudad a preguntar: nos piden unos 350.000 dongs por un conjunto de top y pantalón ancho y nos parece una barbaridad, teniendo en cuenta que es bonito pero nada del otro mundo. Decidimos no entrar ni en el juego del regateo, cuando al intentar marcharnos vemos que la chica se pone nerviosa y nos empieza a bajar el precio, mientras nos dice con un inglés chapuzero que no nos vayamos, que somos las primeras clientas del día. Primero no le damos importancia, pero la chica lo sigue repitiendo sin dejar que nos vayamos. Al final entendemos que tienen una superstición sobre el primer cliente del día: si no les compra nada, les traerá mala suerte para las ventas de todo el día. ¡Si lo hubiéramos sabido antes, hubiéramos dejado todas nuestras compras para las mañanas! No sé si sólo es en Hoi An, o en todo Vietnam, la verdad es que sólo nos paramos a comprar ese día por la mañana. Al final nos llevamos el vestido por 170.000VND, y parece que la chica no está muy contenta con el trato pero le ha valido la pena con tan de no perder a sus primeras clientas. Volvemos hacia la villa, donde nos estrenamos en la app de Grab. Seguimos sin tarjeta sim, y la verdad es que empezamos a dudar si comprarla a estas alturas. Nos movemos bien sin ella y es una manera de evitar abusar de las redes sociales, y concentrarnos más en lo que nos rodea. Un Grab a la playa, 5km, nos cuesta 87.000VND (3,72€). Lo pedimos en la villa, donde tenemos wifi, pero al cabo de 3 minutos nos dice que el conductor ha llegado y vemos en la ubicación que se ha parado en la calle principal, a dos calles de nuestra villa. No sabemos si el gps no le ha indicado bien la villa o como las calles son tan estrechas, se queda en la bocacalle más ancha. Con las mochilas a las espaldas, nos apresuramos en ir a su encuentro. Perdemos la conexión y cuando llegamos allí... no vemos ningún coche. Caminamos un poco y vemos uno, pero le enseñamos la reserva y nos dice que no es él. No nos tendíamos que haber movido... pero rápidamente el chico del segundo Grab nos pide el móvil, busca el teléfono del chico y le llama con su móvil. Nos dice que nos esperemos ahí, y en un par de minutos aparece nuestro conductor. Agradecidas con el vietnamita número 1, vamos hacia el coche donde el vietnamita número 2 nos recibe un poco borde... le pedimos disculpas y le intentamos explicar que no tenemos conexión y que nos habíamos movido por el GPS, pero parece que le da un poco igual y nos subimos al coche. En poco rato nos deja en nuestro destino, a una bocacalle de Under the Coconut Tree, nuestro alojamiento para esa noche. Unas cabañitas a una calle de la playa, de una dueña con su historia pintada en la pared de una chica que soñó en abrir un alojamiento en una zona que no era muy turística y donde todo el mundo la llamaba loca, con unos padres que se endeudaron porque creyeron en ella y que después de unos años en que parecía que se había equivocado, el sitio había despegado y era todo un éxito. Drama o ficción, la historia nos gustó y preguntamos por ella. Nos dijeron que había montado un restaurante vegetariano no muy lejos de ahí, y que estaba allí ahora. Nos apuntamos la dirección por si luego nos apetecía echarle un vistazo. Entramos en nuestra cabañita, sin saber si nos encanta o nos decepciona (Estilo decadente con encanto, arreglado pero informal, etc). Muy barata no nos ha salido en comparación con nuestros otros alojamientos, a 21€ la noche reservada por Hostelworld, pero a decir verdad era de lo más asequible por esta zona. El recinto es muy bonito y también tienen una gran cabaña con literas, pero nos salía igual de precio las dos literas que la cabaña privada, así que no lo dudamos mucho. Aún no es la hora de comer, así que nos ponemos el bañador y nos vamos a la playa. Hay bastante gente, tanto turistas occidentales como orientales, y nosotras empezamos a caminar playa abajo, en dirección a Hoi An. Es una playa estándar, pero es bonito ver las siluetas de los altos edificios de Da Nang a un lado y algún peñón en medio del agua a lo lejos. Paseamos y paseamos y el paisaje va cambiando de una zona de hamacas y chiringuitos a una zona con resorts abandonados y destruidos, no sabemos si por el paso del tiempo o por algún temporal furioso que ha ido arrasando la zona. Un poco más adelante máquinas trabajan dentro del agua, sacando piedra y construyendo una especie de dique. Es una zona no muy bonita para pasear, pero seguimos atravesándola hasta llegar a otra zona donde vuelve a haber restaurantes. Llegamos más de una hora caminando y nos está entrando hambre, así que nos acercamos a chafardear. Parece que no llega el turista a esa zona, y los locales que comen animadamente se callan para mirarnos. Es zona de pescado, con grandes peceras con las langostas y todo lo pescado en exposición para cocinar al momento. Los precios no son muy amables y los camareros no hablan inglés y no se interesan mucho en atraer nuestra atención, así que decidimos dar media vuelta y volver hacia nuestro punto de partida, donde había más oferta. A medio camino decidimos pararnos en unas hamacas solitarias a beber algo. A pesar de que no hace un sol abrasador, estamos sudando y nos damos cuenta de que nos estamos quemando. Paramos a tomar un coco y un zumo de sandía y a darnos un chapuzón para recargar las pilas. En frente nuestro, dentro de unas barquitas redondas, algunos pescadores tejen sus redes para salir más tarde al mar. Al final vamos hacia el restaurante de la dueña del hostel, el Ken restaurant. Por la playa todo son sitios de pescado que se alejan de nuestro presupuesto o "beach resorts" que no nos llaman mucho la atención. Llegamos al Ken y nos llevamos una grata sorpresa: el sitio está decorado con mucho encanto y está vacío (son las 3 de la tarde ya). Nos reciben con un vaso de agua fresquito y la carta es muy llamativa. Nos sentamos en la terraza y pedimos una ensalada completa y unos noodles con spring rolls, todo vegetariano y con una pinta increíble y esta vez brindamos con dos coca-colas para reponer azúcares, estamos agotadas de la caminata. Ya casi acabando de comer, se nos acerca una chica que nos saluda con una sonrisa. Le preguntamos y, sí ¡es la chica de la historia! Hablamos un poco con ella y nos cuenta que todo con lo que cocinan es orgánico y también nos explica que el agua que nos han dado al llegar es un agua sin hierro muy buena para limpiar. Nos ofrece más y nos dice que pasemos mañana a tomarnos otro vaso, que tenemos que beberla durante 3 días para limpiar nuestro organismo. Vaya, no sé si equilibrará el pH de las cervezas que nos estamos tomando también. Después de reponer fuerzas decidimos volver a la playa para, esta vez, ir en dirección a Da Nang por la arena. El paisaje cambia: ya no hay resorts abandonados, y ahora que está cayendo la tarde parece que más vietnamitas se animan a un bañito. Llegamos a una zona donde están celebrando un team building de alguna empresa, y a zonas donde empiezan a prepararse para los karaokes. Nos asomamos a una entrada de un resort, y está lleno de locales con sus mejores galas. Por la arena vemos restos de hogueras pasadas, y disfrutamos de un atardecer precioso. Cuando ya empieza a anochecer vamos deshaciendo nuestros pasos hacia el punto de origen. Hemos andado más o menos lo mismo en la otra dirección y estamos cansadas. Toca ir a la cabaña a darnos una ducha, descansar un poco y cambiarnos para la noche. Los sitios para cenar que hemos ido viendo no nos llaman mucho la atención y nos han parecido ligeramente más caros, así que decidimos volver a cenar al Ken. Con la carta que tenían hemos visto muchas cosas deliciosas y a buenos precios, y queda cerca de las cabañas. Cuando llegamos está más lleno y con las luces encendidas sigue siendo muy bonito. La chica sigue ahí y, cuando nos ve, sonríe y le falta tiempo para traernos un gran vaso de agua. Lo sentimos un poco, pero no nos frena a pedirnos dos merecidas cervezas bien fresquitas Cenamos una ración de rollitos de primavera fritos y otros frescos (los fritos están impresionantes, llevan tofu y están extra crujientes, una delicia) y compartimos un curry de garbanzos con arroz que tampoco tiene mucho que envidiarle. Cenamos como unas reinas después de un largo día de caminar por la arena. Al acabar decidimos acercarnos otra vez al inicio de la playa, esta vez sólo para tomarnos algo en uno de esos clubs a la orilla del mar, pero cuando llegamos... no hay nada de ambiente. Son las 22 y poco y ya todo está cerrando, así que abortamos el plan, nos mojamos los pies en el agua a la luz de la luna casi llena y nos despedimos de la playa de Bai Vien. Gastos del dia: Vestido en Hoi An 170.000VND Iman en Hoi An 15.000VND Grab 87.000VND Sandía y Coco en la playa 70.000VND Comida 130.000VND Cena 190.000VND Total 662.000VND = 28€ Imagenes relacionadas Etapas 4 a 6, total 15
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