![]() ![]() Islandia e Islas Svalbard ✏️ Blogs de Europa Norte
Un viaje por el sur de Islandia y de allí, hacia el norte, a las islas SvalbardAutor: JMGT Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (9 Votos) Índice del Diario: Islandia e Islas Svalbard
01: 1.- Introducción
02: 2.- Reykjanes
03: 3.- Reykjavic
04: 4.- Snaefells
05: 5.- Circulo dorado
06: 6.- Islas Vestman
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Etapas 7 a 9, total 12
Los próximos tres días, los dedicamos a llegar hasta Hofn y regresar, parando en Vik, hasta Keflavik para tomar el avión que nos llevará a Noruega.
El primer día, salimos desde Raudafell hacia Hofn. A primera hora, el cielo sigue muy encapotado y la lluvia cae intermitentemente. Dado que la ruta es larga y volveremos a pasar por aquí a la vuelta, nos dirigimos directamente hacia los glaciares. Durante el trayecto, parece como si el tiempo quisiera mejorar, sigue encapotado, pero ha dejado de llover, algo es algo! La primera parada la hacemos en el glaciar de Svinafellsjokull. La laguna y el frente del glaciar son increíbles, además, solo hay un par más de turistas aquí, así que nos pasamos un buen rato paseando tranquilamente por el lugar antes de regresar al coche. ![]() Svinafellsjokul Seguimos adelante y tomamos un pequeño desvío que nos lleva a otra de las lenguas glaciares, la de Kviarjokull. Un lugar completamente desolado, estamos aquí más solos que la una y sopla un viento que casi te tumba, así que no pasamos mucho rato aquí, seguimos adelante. Volvemos a detenernos, en esta ocasión en un lugar ya más concurrido, en la lengua glacial de Fjallsjokull, donde ya encontramos barcas que te pasean por entre los icebergs del lago, algunos de los cuales parecen estatuas talladas por algún escultor, restaurantes y gente. ![]() Fjallssjokull Y seguimos un poco más adelante hasta llegar a Jokulsarlon. Desde luego, el paisaje es impresionante, el lago, lleno de icebergs que se dirigen lentamente hacia la salida del lago y el mar, focas nadando entre los icebergs… y para rematar la faena, justo al llegar aquí, por fin, se abre el cielo y aparece el sol. Es como si quisiera regalarnos este rato en compensación de lo que nos ha hecho pasar los últimos días. ![]() Jokulsarlon Evidentemente, ver el paisaje del lago y después acercarse hasta la playa de Diamond Beach, donde reposan en la arena negra, restos de los icebergs que han salido al mar desde la laguna, con la preciosa luz que el sol nos regala esta mañana es un espectáculo de los que quedan grabados en la memoria. ![]() Jokulsarlon Obviamente, el lugar esta petado de gente, pero bueno, es lo que hay. ![]() Después de pasar un buen rato disfrutando del paisaje de Jokulsarlon, continuamos rumbo a Hofn, antes de entrar en el pueblo, queremos ir un poco más allá, hasta Stokksnes y la playa de Austurfjorur, pero cuando llegamos al lugar, aparte de que el viento vuelve a soplar con fuerza, si queremos ir hasta la playa hay que pagar. Un poco cansados ya de pagar hasta por decir buenos días, nos damos media vuelta y nos vamos a Hofn, donde además de pasear por este bonito pueblo, encontramos un bonito restaurante, el Otto Matur & Drykkur, donde nos gastamos lo que nos hemos ahorrado al no entrar en Stokksnes en una magnifica cena a base de una excepcional sopa de langosta y un filete de reno. ![]() Diamond beach A la mañana siguiente iniciamos el regreso, pararemos a dormir en Vik. Durante el trayecto, nos detenemos en lugares que al venir dejamos de lado. Al poco de salir de Hofn, nos acercamos a ver la laguna de Hoffellsjon y la lengua glacial que aquí termina y paseamos un buen rato por allí, hoy el sol sigue luciendo esplendorosamente y hay que aprovecharlo, no sabemos cuándo van a aparecer de nuevo nubes, continuamos la ruta y unos kilómetros antes de llegar a Jokulsarlon, vemos una pista que parece adentrarse hacia ninguna parte, nos metemos en ella y vamos avanzando unos kilómetros hasta llegar a un punto donde la pista está cortada por piedras. Andamos un poco y desde aquí podemos ver más lagunas glaciares y algo más allá, un brazo del lago de Jokulsarlon. Un paisaje muy bonito, en un lugar sin rastro de vida humana, en el que solamente se escucha el ruido del viento. Fue uno de esos momentos especiales que a veces se dan en los viajes. ![]() Continuamos en dirección a Vik y nos detenemos en la lengua glacial de Skaftafellsjokul, para luego continuar hasta el cañón de Fjadrargljufur, un fantástico cañón fluvial con tres miradores desde los cuales puedes observar el precioso paisaje del cañón, con el rio al fondo y cascadas que caen por sus paredes. ![]() Fjadrargljufu Seguimos y de momento, el sol sigue acompañándonos y llegamos hasta Gigjagja. Una cueva a pie de playa, tallada en un acantilado, a la cual llaman la Cueva de Yoda (en fin...) pero sorpresa, al llegar a la cueva, nos encontramos que dentro de la cueva se está celebrando una boda, así que paseamos un rato por la playa y continuamos viaje sin entrar. Estamos ya casi en Vik, pero antes de irnos al hotel, pasamos de largo de la población y nos acercamos a Halsanefshellir y Reynisfjara o Black Beach. ![]() Black beach, Vik La cueva de basalto, los acantilados, las rocas que salen del mar, que parecen recortadas a martillazos, la negra arena de la playa y la luz, que empieza a ser más tenue debido a que ya regresan nuestras amigas las nubes y van tapando el sol, nos ofrecen un espectáculo que quedará grabado en la memoria. ![]() Black beach, Vik Nos vamos hacia Vik, al hotel y salimos a dar un paseo por la parte antigua del pueblo, donde tenemos el hotel. Es un pueblo bonito, aunque alrededor de lo que es el núcleo antiguo se están construyendo una cantidad tan enorme de apartamentos y hoteles, que en poco tiempo esto va a parecer Benidorm. Finalmente llega el último día en Islandia. Estamos en Vik y nos vamos a dormir al lado del aeropuerto, ya que nuestro avión sale muy temprano por la mañana, pero aún hay una cosa que nos falta por hacer, queremos ir a ver la erupción volcánica. El día de la llegada estábamos demasiado hechos polvo para pegarnos la caminata de subir hasta el volcán, pero hoy si, hoy vamos. Salimos de Vik hacia Grindavik y vamos directos, nada de paradas y paisajes, pasamos por lugares que ya hemos visto y queremos llegar cuanto antes al pie del volcán. Cuando llegamos, conseguimos aparcar en el parking numero 2 (el 1 ya está lleno y la policía nos indica el camino hacia el segundo) y empezamos a caminar, subiendo hacia donde se ve una serpiente de gente subiendo y bajando, al principio, el camino es bueno, una pista de tierra por la que se camina tranquilamente, pero a medida que vamos llegando a lo alto de la cordillera, el camino desaparece y es substituido por un laberinto de piedras en el que es difícil meter el pie, vemos más de una caída por ahí, pero seguimos avanzando, la fila de gente andando, ya sea de subida o de bajada es continua y nos indica el camino a seguir mejor que cualquier señalización. ![]() Después de dos horas o dos horas y media de caminar, al fin, llegamos al lugar desde el que podemos ver la erupción y desde luego, el esfuerzo de la caminata vale la pena, automáticamente te olvidas de cualquier torcedura de tobillo y del cansancio. Poder estar ahí sentado, observando una erupción volcánica, viendo los ríos de lava correr por el fondo del cráter, escuchando el retumbar y observando las columnas de lava ardiente expulsadas decenas de metros hacia lo alto, mientras notas en la cara el calor que toda esa actividad volcánica genera, es algo increíble. La violencia y la belleza se unen en un gigantesco espectáculo natural y nos sentimos unos privilegiados al poder estar ahí, viviendo esos momentos increíbles. ![]() Después de pasar un buen rato allí, sentados en la pared del cráter, donde además comemos el bocadillo que llevamos preparado, iniciamos el regreso. La vuelta, aunque sigue siendo complicado por el laberinto de piedras que debes sortear, al ser de bajada, se hace más ligera, además, mientras andas vas comentando lo que acabas de ver y de vivir y seguramente eso hace también que se haga el camino mucho más corto que al venir. Una vez en el coche, seguimos en dirección a Keflavik, al hotel donde dormimos esta noche y una vez instalados, volvemos al coche y nos vamos a Reykjavic. Queremos pasar las últimas horas en Islandia paseando por la ciudad y cenar algo allí antes de regresar al hotel e irnos a dormir. Encontramos un restaurante, el Bastard Brew & Food, donde cenamos muy bien y finalmente, nos despedimos de Reykjavic y de Islandia. Se ha terminado un capítulo del viaje, Pero uno nuevo empieza. Nos vamos a las islas Svalbard. Etapas 7 a 9, total 12
¿Porque las Svalbard? ¿Qué se te ha perdido ahí? ¿A dónde dices que vas?
Estas preguntas las he escuchado a menudo después de responder a dónde íbamos de vacaciones este año. ¿Por qué? Bueno, por varias razones. Primero, porque desde este lugar salieron muchas de las expediciones que buscaban conquistar el Polo Norte y desde muy joven he leído libros acerca de esas aventuras y conocía la existencia de estas islas y me apetecía poder ir a verlas. Segundo, porque en las Svalbard puedes encontrar la ciudad más al norte del planeta (ciudad como tal, no estaciones científicas o militares) y yo nunca he estado tan arriba. Aquí estas a 78º Norte, es decir a unos 1.200 kilómetros del polo norte, más o menos la distancia que hay entre el Cap de Creus y el Cabo San Vicente. Tercero, porque me atrae la idea de estar viviendo 6 días en un lugar en el cual no va a ponerse en ningún momento el sol. Es otra de las experiencias que me atrae poder experimentar. Cuarta, porque desde joven me ha gustado la montaña y poder “tocar” glaciares como los que puedes ver en las Svalbard es algo increíble. Quinta, poder ver osos polares en su hábitat (y morsas) es para mí un aliciente más. Y sexta, porque al ritmo que vamos destrozándolo todo, quizás pronto, muchos de esos animales y glaciares no serán más que un recuerdo del pasado. ![]() Longyearbyen Y ¿Qué haremos allí? Bueno, pues de entrada hay que tener en cuenta varias cosas, por un lado, no hay carreteras o caminos, cuando sales de la ciudad de Longyearbyen, debes hacerlo o bien en barca o andando, o en invierno, en trineo tirado por perros o motos de nieve. Además, debes ir siempre acompañado de un guía armado o debes tu alquilar un arma para poder defenderte en caso de ataques de oso polares. Nosotros tenemos Longyearbyen como campamento base. Aquí tenemos el hotel en el que dormiremos las seis noches que pasaremos aquí. Cada día tenemos planeada una salida y excepto el día que teníamos que ir a ver un par de glaciares desde el mar, que se levantó un temporal muy fuerte y no podían salir las barcas, el resto de días disfrutamos enormemente de cada una de las salidas. ![]() Etapas 7 a 9, total 12
El primer día vamos a hacer una caminata hasta la morrena del glaciar que se encuentra directamente sobre Longyearbyen.
En esta morrena puedes encontrar algo que en principio, nunca esperarías encontrar aquí. Fósiles de plantas tropicales. ![]() En efecto, estas islas, hace millones de años se encontraban en el ecuador, con la deriva continental se han ido desplazando hacia el norte hasta donde están hoy y como los glaciares, actúan como una excavadora, van arrastrando material hasta su frente. Y ahí, en la morrena, es donde puedes encontrar estos fósiles. Como además, con el calentamiento global, estos glaciares se encuentran en retroceso, aun tienes más área de morrena descubierta donde ir buscando. Encontramos varios ejemplares excepcionales, los cuales tenemos hoy en casa. Otra salida fue, en una zodiac, cruzar el fiordo para acercarnos a las playas donde acostumbran a haber morsas descansando. ![]() Por estas fechas, en la segunda mitad de agosto, la mayoría de las morsas se han ido ya de esta zona, pero al llegar, vemos a un macho descansando en la playa. Estamos un buen rato observándolo y cuando ya estamos a punto de regresar, de pronto un grupo de 4 morsas más, aparecen y empiezan a nadar alrededor de nuestra barca y una de ellas sale también a la playa. ![]() A parte de poder ver las morsas, nos acercamos un poco al glaciar que llega al mar cerca de esta playa, por suerte pudimos ver este, ya que como he dicho antes, el día que teníamos previsto ir a ver los glaciares, una tormenta impidió que pudiéramos salir. ![]() De regreso, vimos también ballenas, desde lejos, no se acercaron mucho, según el guía eran ballenas azules, el mayor mamífero viviente, yo solo pude ver una parte del lomo y la aleta además de la columna de vapor que levantan al respirar. En Longyearbyen, además de estas actividades, puedes también tomar un crucero que rodea la isla de Spitzbergen, la mayor de las Svalbard y en la que estamos o salir a pescar bacalao, o hacer trekkings con acampadas en glaciares. Es decir, hay un montón de actividades que hacer, para todos los gustos, aunque no para todos los bolsillos. Cada una de las excursiones que hicimos, salían a más de 120€ por persona, alguna hasta 180€. Mas la estancia en el hotel, más las comidas… en fin, hay que llevar la tarjeta de crédito bien cargada. ![]() Longyearbyen Esta es otra de las curiosidades del viaje, tanto en Islandia, como en Noruega, si pretendes pagar en efectivo te miran raro. Aquí se paga con tarjeta hasta un sello. Otra de las salidas que hicimos, fue conocer un poco los alrededores y la historia de Longyearbyen. Como se fundó para explotar las minas de carbón, alguna de las cuales aún están en activo. Y acercarse hasta The Vault, el complejo subterráneo donde se almacenan millones de semillas provenientes de todo el mundo, cuya función es ser una especie de Arca de Noé de las plantas que nos alimentan, para poder tener una reserva en caso de un desastre global que amenazara con la extinción de estas plantas. Evidentemente, no se puede entrar, solo puedes verlo por fuera. ![]() Una cosa que si hay que tener previsto cuando vas a ir a las Svalbard es esta: El sábado es Cruise Day, es decir, es el día en que uno o varios cruceros llegan hasta aquí, por lo tanto, ese día va a estar todo abarrotado cuando los pasajeros de esos cruceros bajan a tierra y quieren aprovechar las horas de estancia allí para poder ver el máximo de cosas posibles, así que si vais a estar ahí un sábado, procurad tener una actividad reservada con tiempo, sino, os vais a encontrar con todo lleno. No pudimos ir hasta Barentsburg, una ciudad minera rusa aun en activo. Pero si fuimos a Pyramiden, otra ciudad minera rusa, la cual allá por la mitad de los 90 se abandonó y ahí sigue hoy, como una especie de museo de lo que era una ciudad soviética, fundada a principios del siglo XX, en el año 1.927 fue vendida al gobierno ruso y a partir de ahí fue creciendo hasta convertirse en lo que es ahora. ¿Y que hace una ciudad rusa (dos, mejor dicho) en Noruega? Las islas Svalbard son territorio noruego, sí, pero debido a los diversos avatares que ha soportado a lo largo de la historia, se llegó a un pacto entre varios países (entre ellos España) de manera que esas islas son una región autónoma, bajo jurisdicción noruega, pero en las que cualquier nacional de los países firmantes puede instalarse y montar un negocio o empresa allí. Sirva como ejemplo de esa situación especial de las islas, el hecho de que a pesar de que puedes ir a Noruega solamente con tu DNI, ya que aunque no esté en la UE, si está en el acuerdo de Shengen, para ir a las Svalbard necesitas el pasaporte. Y en el aeropuerto de Oslo, vas a salir y llegar a la terminal de vuelos internacionales, no la de vuelos domésticos. ![]() Longyearbyen. Main street A señalar también, en la ciudad de Longyearbyen la existencia de dos museos, el primero, situado en el mismo edificio en el que se encuentra la universidad, dedicado a explicar la historia del descubrimiento y colonización de las islas Svalbard. Muy didáctico y recomendable, puedes pasar un buen rato ahí dentro empapándote de la historia de los mineros, los cazadores que se pasaban meses en las montañas cazando renos y osos para vender sus pieles o los distintos navegantes que surcaron sus costas. El otro, es el museo de las expediciones polares. Aquí puedes ver los objetos que Admunsen, Nansen, Nobile... los exploradores polares usaron, aprender sus historias, sus éxitos y sus fracasos. En cuanto a la comida, hay bastantes restaurantes, en realidad, más de los que me esperaba, teniendo en cuenta que ahí viven 2.000 personas. La mayoría están en hoteles, aunque puedes encontrar también en la calle principal de Longyearbyen, algunos pubs donde comer algo o tomar una cerveza. Recomendar el Restaurante Nansen, en el hotel Radisson (la costilla de cerdo es increíble) y el Vinterhagen Restaurant, en el Mary-Anns Polarrig Hotel (aquí puedes comer las tres carnes ahumadas árticas por excelencia, Reno, Foca y Ballena) ![]() Longyearbyen Por cierto, en Longyearbyen hay la Svalbard Brewery que hacen unas cervezas espectaculares, especialmente a mí me encanto la IPA. Etapas 7 a 9, total 12
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