A lado y lado del canal: Panamá en 12 días ✏️ Blogs of Panama

Último día, pero el vuelo no sale hasta las 20:10 h de la tarde, así que todavía puedo aprovechar bastante.

Como tengo horas no creo que vaya a invertir 6 horas paseando por el Casco Antiguo, me aventuro a ir a la Calzada de Amador, para ver el edificio del Biomuseo, construído por Frank Gehry.
Está un poco lejos y probablemente te recomienden ir en Uber, pero yo tengo mi tarjeta de transporte y prefiero utilizarla. Se puede llegar a él yendo a Albrook y tomando un bus que sale justo al lado de la ESTACIÓN DE METRO (no de autobuses). Es un bus urbano, así que se toma al lado. Sale cada 20 minutos, y tuve la suerte de esperarlo menos de 2 minutos. De Albrook al Biomuseo no tardarás más de 20 minutos en el bus.

Llego al Biomuseo alrededor de las 10h. Es domingo y no abren hasta las 11h. No contemplaba visitarlo, solamente quería ver el edificio de Gehry, así que doy una vuelta alrededor y tomo algunas fotos. Aunque si hubiera tenido el día completo, habría entrado a visitarlo, ya que tiene pinta de ser un museo bonito en cuanto a contenido.

Tras dar la vuelta, ando por el paseo de la Calzada de Amador. La Calzada de Amador empieza aquí y es un paseo largo que une varias islas pequeñas. Antes era una zona restringida para los americanos, pero se fue abriendo (como debe ser) para que todos pudieran hacer uso de ella. Es un paseo muy agradable donde andar o ir en bicicleta, con el canal a un lado (donde ves a los barcos salir al mar) y Ciudad de Panamá al otro. Al ser un domingo muy soleado, hay bastante gente que sale a caminar, patinar o en bici, muy propio del lugar. Ando un poco, no mucho, porque voy sacando fotos y parándome en los distintos paneles informativos que cuenta la historia de la Calzada a través de varios testimonios. Es muy interesante y me da una dimensión más profunda del lugar.

Doy media vuelta para ir a buscar el bus, pero el Biomuseo ya ha abierto y aprovecho para entrar y ver las zonas de libre acceso (tienda, cafetería y una exposición pequeña). Por lo menos, he podido ver una parte por dentro. Pasadas las 11:15 h, considero que ya es buen momento para ir al Casco Antiguo. Tomo el mismo bus, vuelvo a Albrook y cojo el metro hasta 5 de mayo. Me hago la misma caminadita que anoche para llegar a la zona.

Cuando llego al inicio, en la Plaza de Santa Ana, empiezo el recorrido que marcan los distintos paneles. A mi parecer, es bastante lógico y confiable para no perderse ningún lugar del Casco. El Casco de día cambia un poco y, como todo lugar turístico, está lleno de vendedores ambulantes en ciertas calles, pero en su justa medida. Afortunadamente, no está tan masificado como en otros lugares, y uno puede pasear relatívamente tranquilo. Evidentemente, si alguien va a Ciudad de Panamá tiene que pasar por el Casco, Patrimonio de la Humanidad. Entro en muchas iglesias, paso por distintas plazas, incluída la Plaza Catedral, para llegar a la Plaza de Francia y subir al Paseo de las Bóvedas para ir volviendo por el Teatro Nacional y Palacio de las Garzas.
Esto me lleva casi 3 horas, porque voy tranquilo, tomando fotos, entrando en monumentos y tiendas, pero se puede acortar (o alargar). Si hubiera tenido tiempo, no me hubiera importado visitar el Museo del Canal Intraoceánico, en la Plaza Catedral o de la Independencia, pero no me da para todo. Seguramente, cabría añadirle un par de horas más.

Al salir, me dirijo a comer a algún sitio. Me propongo ir al Mercado de Mariscos, pero quizás hago tarde. Pensándome que era el Mercado de Mariscos, entro en el Mercado de San Felipe Neri, donde como carne en alguna de las fondas que ya están cerrando. Correcto y económico. Para los que se confundan como yo, el Mercado de Mariscos está un bloque más hacia la derecha, donde se cruzan las Cintas Costeras.

Al terminar, sobre las 15h, ya es hora de volver al hostel para coger el equipaje e ir al aeropuerto. Tomo el bus al lado de 5 de mayo y me bajo en el multicentro. Recojo todo y voy andando 15 minutos hasta la estación de metro Vía Argentina. Me daba pereza esperar un Uber y algo de ejercicio no va mal. Como el primer día, voy a San Miguelito y cambio de línea hasta Corredor Sur, para luego ir al aeropuerto. Todo bien y sin incidencias. Tardo alrededor de una hora y poco después de las 17:15 h ya estoy en la terminal. Facturo rápido y entro para pasar el largo rato de espera que todavía me queda (he pasado el control muy rápido). Tomo algo para beber y doy vueltas por las tiendas del aeropuerto, donde doy con aquella que vende el café Geisha a 86 dólares el paquete.
El vuelo saldrá con 30 minutos de retraso, cosa que hace la espera más fatigante. Embarcamos, despegamos, me pongo la flojita película "The Flash" para la cena y a dormir lo que se pueda.

Al llegar a Madrid, donde hago escala, tengo que pasar el infame control de pasaportes (en un tránsito), pero me dará tiempo a comer antes del siguiente avión y volver a casa.

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