![]() ![]() Diario de Gran Canaria ✏️ Blogs de España
Una semana en Gran Canaria a la que le añado información tras cada viaje a la isla.Autor: Ruth200es Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (3 Votos) Índice del Diario: Diario de Gran Canaria
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Etapas 1 a 3, total 8
Durante el mes de Abril 2021 se celebraron los campeonatos de España de Beach Tenis en Las Palmas de Gran Canaria así que fue la excusa perfecta para coger una avión después de tantos meses de encierro COVID y poder viajar un poco. Aprovechamos para quedarnos en la isla varios días, antes y después del torneo, y poder conocerla más a fondo (he de decir que nos conquistó). Al final del diario os facilitaré la dirección de mi web, por si queréis ver las fotos de este diario u otros a otros destinos del mundo. Paso, sin más dilación, a relataros el diario del viaje. LUNES 19/04/2021 Como cada vez dejamos los preparativos del viaje para más tarde, esa mañana tuve que organizar maleta, poner lavadoras, comprar cosas de última hora, recoger un paquete en Correos, etc. Pelayo llegó de la academia sobre las 12:20, preparó su maleta y salimos en nuestro coche hacia el aeropuerto de Santiago de Compostela, donde habíamos reservado una plaza de garaje durante 12 días por 53€ (parking propio de AENA). Pasamos el control de seguridad sin problema y, una vez dentro, comimos los bocadillos que llevábamos. A las 15:30 embarcamos en el vuelo directo de Ryanair a Las Palmas, quedándome dormida antes de despegar. El vuelo duró alrededor de tres horas, llegando sobre las 18 horas de Canarias. Vino a recogernos al aeropuerto mi amigo Moki, acompañado de su hija Vera, quienes nos dejaron amablemente en el Hotel Verol. La organización del torneo, Approba, ofreció algunos hoteles de referencia para el campeonato y nosotros escogimos el Verol, a un minuto de la Playa de las Canteras. Dejamos las maletas en lahabitación y nos dimos una vuelta por el paseo, aprovechando para tomar algo en una terraza llamada Bread and Cofee: una cerveza y un batido de piña con coco (5’5€). Buscamos opciones para cenar, decantándonos por La Oliva, un local que se encuentra al final de la playa y que tan buenos recuerdos nos traía de nuestra anterior visita. Pedimos los siguientes platos: -Papas arrugadas -Queso ahumado con mojo rojo y verde -Media ración de Puntilla -Berenjenas con miel Todas las raciones eran abundantes, ricas y muy bien preparadas. Para beber escogimos Bermejo Ecológico 2019, elaborado con la variedad Diego, pagando por todo 43’56€ (teníamos un pequeño descuento por ser jugadores del torneo). Nos quedamos chalando con la dueña, Lola, un buen rato. En cuanto al torneo, sólo voy a hacer una breve reseña: acudimos un pequeño grupo de Galicia, con 15 jugadores de todas las categorías, llevándonos un gran recuerdo del campeonato y de la isla. La organización de Approba fue impecable y los canarios nos acogieron estupendamente, como siempre. Aquí dejo algunas de las fotos que hicimos. Etapas 1 a 3, total 8
MARTES 20/04/2021 Nos levantamos sobre las 8:45 en el Hotel Verol y bajamos a desayunar a la cafetería, pues estaba incluido en el precio. Nos habían preparado una mesa llena de comida: bizcochos, galletas, zumo, fruta, yogures, tostadas, café, té, etc. El personal era realmente amable. Tras el desayuno fuimos a pelotear un poco a la playa, en donde nos encontramos a Lola, del Restaurante La Oliva, y Nacho, su marido. Nos dieron varias recomendaciones interesantes sobre locales así que reservamos mesa en el Bodegón del Pueblo Canario para comer ese mismo día. Tras ducharnos salimos dando un paseo desde el Hotel Verol hasta el restaurante, lo que nos llevó sobre media hora. El restaurante está en una plaza muy bonita, con una agradable terraza y un museo (cerrado por Covid). En ese momento en la isla el gremio de hosteleros sólo podía servir a los clientes en terraza. Estos fueron los platos que pedimos: -Ensaladilla -Ropa vieja de chipirones con gratinado de alioli de ajo negro -Terrina de cochino negro con puré de garbanzos -Goxua (postre vasco, muy dulce) -Panna cotta de leche de cabra con maracuyá Estaba todo buenísimo y en su punto, nos encantaron las preparaciones. Para beber tomamos Los Perdomos 2018, vino blanco elaborado con Malvasía, con crianza en lías, de Lanzarote. Además tomamos dos cafés y un Arehucas 18 años, pagando 83,25€, un precio muy correcto. Seguimos caminando hasta Triana y Vegueta, donde hay preciosas callejuelas con casitas de colores, balcones de madera, edificios modernistas, iglesias, etc. Paseamos por la Casa de Benito Pérez Galdós y la Casa de Colón, que son museos, así como el Museo de Arte Moderno (CAAM), Plaza de Santa Ana, etc. En la Casa de Colón se supone que se alojó en agosto de 1942, cuando pasó por Las Palmas; además en uno de los edificios del conjunto histórico nació el tenor grancanario Alfredo Kraus. Aproveché para comprar unas gafas de sol en la tienda de Hawkers por 20 €, y es que todas las calles peatonales estaban plagadas de tiendas que invitaban a entrar. Nos sentamos un rato a descansar en la Heladería Guirlache que, según Lola y Nacho, es una de las mejores de Las Palmas, y allí pedimos un agua y una horchata (3’65€), pues estábamos muy llenos como para pedir algo más. Volvimos hacia el hotel caminando, alcanzando un total de 23.000 pasos y es que es la caminata de vuelta fue de una hora. Decidimos cenar nuevamente en La Oliva, en la Playa de Las Canteras, así que llamamos para reservar una mesa a las 20:30. Esta noche pedimos lo siguiente: -Tartar de salmón -Tacos de carne de cabra -Pulpitos con mojo rojo -Media tabla de quesos Para beber tomamos dos cervezas y un agua, pagando 42’21€, todo estaba buenísimo, como siempre. Nos quedamos de cháchara con Lola y Nacho mientras degustábamos unos chupitos de ron miel. Tras el largo día nos fuimos al hotel, nos lo habíamos ganado. MIÉRCOLES 21/04/2021 Nos levantamos sobre las 8:30 y ajamos al comedor del Hotel Verol a desayunar. Fuimos a la playa a pelotear un poco y reservar pistas para entrenar y sobre las 13:30 quedamos con Lola y Nacho, de La Oliva, para comer juntos. Como estuvimos listos un poco antes aprovechamos para tomar algo en el Mercado del Puerto, que alberga numerosos locales muy variados. Nos decantamos por la terraza del Rincón Cubano donde tomamos tres cañas (4’7€). Empezaron a salir platos y la verdad es que tenía todo muy buena pinta. Nos recogieron Lola y Nacho en un bonito descapotable y nos llevaron a la Enoteca El Zarcillo, en Tafira. El dueño se llama Mario Reyes y los amantes del vino imagino que conoceréis su distribuidora de vino: Vinófilos. Éstas fueron las preparaciones que probamos: -Aperitivo cortesía de la casa: chips de batata con almogrote, salchichón ibérico, mantequilla con guarapo y harina de millo -Carpaccio de salmón con wasabi y huevas de trucha -Ensalada templada de chipirones con baterrada (remolacha) -Steak tartar: buenísimo, me aventuraría a decir que es el mejor que probé nunca -Arroz cremoso de carne de cabra -Pulpo a la gallega con espuma de papa y salicornia (invitación de Mario) -Cochino a baja temperatura con puré de papas -Queso del Zújar (torta de leche cruda de oveja, elaborado en Badajoz con cuajo vegetal) -Huevos moles con gofio de postre Con los cafés sirvieron unos estupendos bombones de chocolate con vino tinto. En cuanto a los vinos que bebimos: -tres copas de Cava Tinc Set, del Penedés -un palo cortado Valdespino, un clásico que nunca falla -Viñarda 2019: blanco elaborado con Albillo Criollo en La Palma por David Rodríguez Pérez, ecológico, buenísimo -García Georgieva 2020: clarete de Finca los Quemados, elaborado con Tempranillo en Villanueva de Gumiel, Burgos -Paisaje de las Islas: vino dulce a base de Malvasía, de Tenerife Nacho nos invitó a comer así que no sé cuánto salió todo, un gran detalle. He de decir que estaba todo buenísimo, bien presentado, preparado con mucho cuidado y se trataba además de buen producto. Nos llevaron de vuelta al hotel, nos cambiamos y nos fuimos para la playa a jugar un poco. A partir de aquí las cenas estaban incluidas también en el precio que habíamos pagado inicialmente a la organización, que consistían en comida para llevar que escogíamos previamente de un menú y teníamos que recoger en el Club Victoria de Las Canteras. Al día siguiente comenzaba la competición, que duraba hasta el domingo 25, cuando se celebraban las finales así que voy a obviar esos días. Sólo voy a comentar algún sitio que visitamos durante los días de competición, como recomendación, por si pudiese ayudar: -Corazón de Cuba: puesto de comida cubano que se encuentra en el Mercado del Puerto, con una agradable terraza. Tomamos sólo unas cervezas pero vimos salir de cocina platos muy apetitosos. -Ciao Paseo de Las Canteras: restaurante italiano en el que tomamos unas cervezas y una pizza riquísima. Etapas 1 a 3, total 8
DOMINGO 25/04/2021
El día anterior por la mañana habíamos alquilado un coche en una de las oficinas de CICAR, cerca de la playa, concretamente un Opel Corsa 1.4GSI, hasta el Viernes 30 (7 días) por 100€ con seguro a todo riesgo y kilómetros ilimitados, una ganga. Lo dejamos aparcado en una calle paralela a Las Canteras, en zona azul (1’65€/hora) con el fin de ponerle sólo dos tickets, pues a partir del sábado a las 15 horas ya era gratis. El domingo nos levantamos pronto, desayunamos y dejamos la habitación del Hotel Verol. Cogimos el coche y nos dirigimos al punto de encuentro con Mario Reyes, el dueño de Vinófilos, y su hijo, pues íbamos a visitar con ellos Bodegas Bentayga. Los seguimos hasta la casa de su amigo Juan, quien nos invitó a un café, y que se unía también a la visita. La casa de Juan era muy bonita y estaba llena de esculturas que hace él a base de cristal, madera, metal y materia orgánica como flores, hierbas, etc., firmando como Lacaraba; eran realmente originales. De ahí nos fuimos primero al Pico de los Pozos de las Nieves, el punto más alto de la isla con sus 1956 metros, donde hicimos numerosas fotos (un día despejado se puede ver el Roque Nublo, el Bentayga, las dunas de Maspalomas, Tenerife con el majestuoso pico del Teide, etc), aprovechando para caminar por los senderos pedregosos de alrededor. Caminamos hasta otra zona cercana, llamada el Morro de la Agujereada, donde dimos un pequeño paseo entre la vegetación. Nos dijeron que semanas atrás había llovido bastante y por tanto el agua favoreció el crecimiento, de hecho había flores a rebosar, un paisaje precioso. Continuamos el trayecto hasta Bodegas Bentayga/Agala (nombre comercial), en el Valle de Tejeda. Se trata de un proyecto familiar iniciado por Juan Armas quien, nacido en la zona, decidió volver ya de mayor y dedicarse a su pasión, la naturaleza. Se inició en la agricultura plantando papas y viñas, pero también en la ganadería. Aprendió poco a poco a elaborar vino para consumo propio pero finalmente ordenó construir una serie de terrazas con muros de piedra, a lo largo de dos años, donde crecen a día de hoy varias de las viñas más altas del país. Actualmente cuentan con 11 hectáreas de viñedo propio en la cumbre de la isla, con suelos variados, entre 1050 y 1318 metros de altura; una pequeña parte se quemó durante los graves incendios de 2019 pero han vuelto a replantar. Como podréis imaginar, dado el desnivel, la mecanización del proceso es complicado. Las viñas están en orientación suroeste, recibiendo una media de 11 horas de sol al día, con una temperatura media de 19ºC y bajas precipitaciones (de hecho a menudo necesitan regar artificialmente, con agua del manantial de la Mina de Tejeda). Los municipios de Tejeda y Artenara, donde se encuentran los viñedos, fueron declarados en 2005 Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO. Debido a la altitud y clima apenas se desarrollan enfermedades, siendo muy respetuosos con el medio ambiente (siguen los preceptos del cultivo ecológico desde hace cinco años). Como curiosidad hay que saber que la plaga de filoxera nunca llegó a Canarias por lo que aún se conservan en la isla cepas muy antiguas. Juan Armas tuvo seis hijos de los cuales Sandra continúa a día de hoy dirigiendo el proyecto, aunque todos participan en ciertos momentos como la vendimia o alguna decisión importante. Profesora de primaria, lleva once años dedicándose al mundo del vino. Sandra nos explicó que el edificio se sitúa próximo al viñedo de mayor altitud y que parte de las instalaciones están excavadas en piedra natural, formando una cueva en la que reposan las barricas, por darse allí condiciones muy estables (utilizan madera de roble americano, roble francés y húngaro). Todos los vinos pasan por madera porque la necesitan y por diferenciarse un poco del resto de bodegas (vino joven principalmente). a Marca comercial es Agala, que es una palabra aborigen, de origen bereber, que significa «monte alto» y además es fácil de pronunciar en muchos idiomas. Cultivan variedades tintas como la Listán Negra, Vijariego Negra, Castellana, Tintilla, Baboso Negro y Negramoll, además de blancas como la Listán Blanca, Vijariego Blanca, Albillo y Moscatel de Alejandría. En el caso de los tintos se elaboran por variedades para luego ensamblar siguiendo las directrices del enólogo, Daniel Viera. El único monovarietal que suele salir al mercado es el Listán Negro, pues Mario les pedía un vino canario para servir por copa en su vinoteca; al parecer no coge demasiado color y, en su momento, estuvieron a punto de arrancar las cepas. En cuanto a la madera, utilizan usada para tinto y nueva para blanco (cada año compran tres barricas nuevas de 500 litros). Preguntamos a Sandra por qué eran más conocidos los vinos de Tenerife que de Gran Canaria y nos contestó que en esta última siempre hubo una importante industria de ron, de hecho se llegaron a arrancar viñas para plantar caña de azúcar. Al parecer se comía con ron por lo que el mercado de vino era escaso. Actualmente producen sobre 20.000 botellas al año pero la capacidad de producción de la bodega alcanza los 55.000 litros. También disponen de 300 olivos, con variedades arbequina y picual, para un proyecto de elaboración de aceite, pues al parecer se adaptaron muy bien. De momento llevan la aceituna a una almazara para obtener el aceite. Al final de la visita salimos a la estupenda terraza de la bodega desde donde se observa el Roque Bentayga (1404 metros), que da nombre a la bodega, el Roque Nublo (símbolo de la isla, a 1813m y 70 metros de altura), el Fraile (silueta que recuerda a un monje con hábitos en posición de rezo), etc. En la base del Bentayga hay cuevas donde los aborígenes realizaron petroglifos, entre ellos una cruz que aparece, por ejemplo, en las cápsulas de las botellas, corchos, etiquetas, etc. Hoy en día podemos disfrutar de estos magníficos vinos gracias al proyecto que comenzó el padre de Sandra, hace unos 26 años. A día de hoy Juan, con 88 años, nos cuentan que es incansable y que sigue yendo a diario a la bodega a trabajar. Tras resolver un montón de dudas y preguntas procedimos a catar los vinos. Cada etiqueta lleva un número que se corresponde con la altura a la que están las correspondientes viñas con las que se ha elaborado: 1.Agala 1318 blanco 2020: elaborado a base de variedades blancas como Albillo criollo, Vijariego blanco/Diego y Moscatel de Alejandría, con trabajo sobre lías y una crianza de cuatro meses en barricas nuevas de origen francés. 2.Agala Tinto joven: elaborado a base de Vijariego Negro, Baboso Negro y Tintilla de viñas a 1175 metros de altitud, con 6 meses de madera usada (no dispongo de foto porque iba a ser embotellado en unos días). Si lo dejan 6 meses más se convierte en crianza, por lo que sacan una partida de joven. 3.Agala Crianza 2015: tinto elaborado con Vijariego Negro y Tintilla a la que se les da una crianza de 12 meses en barricas usadas, altitud de 1212 metros. 4.Agala Vijariego 2015: el año 2015 fue tan bueno que decidieron reservar 100 botellas de cada variedad tinta por separado, antes de ensamblar, y darles una pequeña crianza de 4 meses en madera. Nosotros tuvimos suerte de poder probar una botella de Vijariego, que estaba estupenda (altura 1207). 5.Agala Dulcelena: vino naturalmente dulce que se elabora con viñas de Moscatel de Alejandría que se encuentran a 1190 metros de altitud, con el nobre de la madre de Sandra, Elena. Se le da una crianza en madera de 24 meses. Mario se había encargado de llevar comida como para celebrar una boda: tortilla gigante, humus, ensaladilla (la mejor que he probado nunca), todo elaborado por Gonzalo, uno de sus cocineros. La idea era comer en el precioso salón con los vinos de Agala y otros que llevaba él. Al final Sandra, su hermana y respectivos maridos se añadieron a la fiesta, aportando un rico queso de oveja de la zona. 6.La Fanega de Ruperto 2016: elaborado por Bodegas Marenas con Petit Verdot en Montilla (Córdoba). José Miguel Márquez es quien está detrás de este vino natural. 7.De Diego Vega Spinola: vino elaborado con la variedad Diego por la bodega Vega Spinola siguiendo el método de criaderas y solera en Lanzarote. La etiqueta es elaborada cada año por un artista distinto, en este caso Juan Gopar. En la contraetiqueta nos informan que las vides provienen de una finca llamada Masdache, que pertenece a la familia desde antes de la erupción volcánica de 1730. 8.Los Tabaqueros 2016: elaborado a base de Sabro, Malvasía Aromática, Vijariego y Listán Blanco por Llanos Negros en La Palma. Al parecer las cepas cuentan con más de 80 años y se encuentran en ceniza volcánica. 9.Malvasía 2017 Victoria Torres: vino dulce elaborado con dicha variedad por Victoria Torres Pecis en la isla de La Palma. Se trata de viñas en pie franco de las que sólo se elaboraron 1500 botellas. Tras la estupenda comida y sobremesa fuimos a dar un paseo por la montaña, donde nos mostraron una grieta excavada en la piedra a mano, cuyo fin fue hacer la pared del embalse de agua. También vimos un acúmulo de agua donde Sandra quería abrir una llave para que el agua pasase, sin embargo resulta que una de las tuberías estaba rota así que hubo que volver a cerrar el paso hasta que se reparase. Volvimos a la bodega y allí nos despedimos, tras pasar un día absolutamente perfecto. Pelayo y yo nos dirigimos entonces hacia el Hotel Villa Bandama Golf, en Santa Brígida, donde había reservado un par de noches por recomendación de nuestros amigos Diego y Eva. Por el camino me mareé pero conseguí dormirme y ya no desperté hasta que llegamos al mirador del Pico de Bandama (569m), donde bajé a hacer unas fotos (y porque me despertó Pelayo…). El hotel resultó ser una auténtica pasada, con piscina, habitación acristalada con vistas al precioso campo de Golf (al parecer el más antiguo de España), desayuno, servicio muy amable, etc (por cierto, reservé dos noches por 120€). Esa noche no cenamos nada, pues habíamos comido bastante al mediodía (yo comí ensaladilla como si me fuese la vida en ello…). El dueño del hotel era un hombre medio sueco y medio canario, muy agradable e interesante, el cual nos permitió incluso lavar la ropa que llevábamos de deporte en su lavadora. Hoy recorrimos sobre unos 100 kilómetros en coche. Etapas 1 a 3, total 8
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