Recopilación de todas las etapas que he publicado en el foro de nuestros viajes por Francia y que hasta ahora estaban desperdigadas en varios diarios, tanto de Francia como del norte de España. Las etapas escritas en mayúsculas corresponden al inicio de un viaje completo, seguido por sus etapas numeradas. Las etapas sin numerar son escapadas sueltas. Autor:Artemisa23Fecha creación:⭐ Puntos: 5 (3 Votos)
Después de visitar Nantes por la mañana, seguimos hacia el Loira, estuvimos en el pueblecito de Champtoceaux, entramos en el castillo de Saumur y dormimos en Chinon.
Día 3. NANTES - CHAMPTOCEAUX - SAUMUR - CHINON. 181 Km.
El día amanece brumoso, pero pronto el cielo se despeja y brilla el sol. Aprovechamos la mañana para conocer Nantes: resulta muy agradable pasear por sus animadas calles y ver la puerta medieval de Saint Pierre, la hermosa Catedral de Saint Pierre et Saint Paul, que alberga la tumba del rey Francisco II (no hay que perderse la bonita vista de la Catedral desde un patio interior al que se accede por una verja lateral), el barrio de Sainte Croix, la antigua fábrica Lu, la galería comercial Pommeraye, sus plazas y, sobre todo, el imponente castillo de los duques de Bretaña, con su foso rodeado de aguas verdes, sus puentes levadizos, sus torres y murallas, por las que se puede pasear gratis admirando unas excelentes vistas del centro de la ciudad y de la catedral.
A media mañana, dejamos Nantes, descartamos autopistas y carreteras nacionales y decidimos empaparnos de los paisajes del Loira recorriendo la carretera panorámica 751, que va paralela a las orillas del río hasta llegar a Champtoceaux. Este pequeño pueblo ofrece un mirador excepcional del Loira desde los jardines que se encuentran detrás de su iglesia. La vista se pierde en lontananza buscando los castillos imaginados tantas veces. Champtoceaux también conserva intactas dos torres de entrada a las ruinas de la fortaleza medieval.
Seguimos por la carretera 751 atravesando pueblos pintorescos que salpican las orillas del Loira como Saint Florent le Vieil. Paramos en Chalonnes-sur-Loire para almorzar en un precioso merendero que hay junto a la orilla del río, a espaldas de su bonita iglesia. Continuamos por la Corniche Angevine hasta Rochefort-sur-Loire, y en Les Ponts de Ce dejamos la carretera 751 para pasar al otro lado del Loira y tomar la D952, que ofrece las mejores vistas. No tenemos más remedio que descartar Angers, que, de todos modos, no figuraba en nuestro itinerario inicial.
Llegamos a Saumur y dejamos el coche en el aparcamiento del castillo, que está en un alto. La vista es soberbia, tanto del castillo como del pueblo y del Loira. Creo que antes dejaban entrar al patio gratis, pero desde que terminaron de restaurar el castillo hay que pagar entrada para acceder a él. Lo vimos por dentro y, aunque está bien, creo que si se va justo de presupuesto se puede prescindir de la visita. Desde el aparcamiento se hacen unas fotos estupendas del castillo y del río.
Continuamos hacia Chinon por la carretera 751, lo cual fue un error porque atraviesa los pueblos y estaba atestada de tráfico. Vimos las casas trogloditas, el castillo de Montsoreau y la enorme iglesia de Candes de Saint Martin, pero posiblemente hay mejores vistas y menos tráfico circulando por la D952.
Nuestro hotel de Chinon está en la plaza de Juana de Arco, donde hay una estatua suya a caballo. Salimos a dar una vuelta y a cenar. Las vistas de la fortaleza desde el otro lado del puente son muy bonitas, la foto es obligada.
Como comimos de bocata, queremos cenar bien y antes de las 9 ya estamos sentados en la terraza de uno de los restaurantes de la agradable Place de la Fontaine. Cena rica y ambiente muy agradable.
Ya de noche, nos fijamos en una calle con bonitas casas de entramados de madera (rue Rabelais), que prometemos visitar a la mañana siguiente: ya tocaba descansar.
Día 4. CHINON - USSÉ - AZAY-LE-RIDEAU - LANGEAIS - VILLANDRY - AMBOISE. 92 KM.
Amanece otro día estupendo, aunque se van formando algunas nubes. La tranquila plaza de Juana de Arco de Chinon está hoy atestada de gente pues es día de mercadillo. Dedicamos unos minutos a pasear por entre los puestos y compramos bollos, fruta, trozos de pizza y unos bocadillos hojaldrados con champiñones. A la espera de que abra la oficina de turismo, visitamos la restaurada fortaleza, utilizando el ascensor gratuito municipal. En las entradas hay un código de barras que tienes que pasar por unos lectores en las salas y obtienes explicaciones en español. La fortaleza consta de tres antiguos castillos y la torre del reloj. No hay demasiado que ver por dentro pues la mayor parte está en ruinas, pero las vistas desde las torres son mucho mejores que desde fuera, impresionantes realmente. Si merece o no la pena pagar la entrada, depende del presupuesto y de lo que busque cada cual.
En la oficina de turismo compré entradas para 8 castillos: Amboise, Clos Lucé, Azay-le-Rideau, Langeais, Villandry, Chenonceau, Chambord y Cheverny. En total, 72 euros por persona, con un ahorro de unos 10 euros.
Luego, paseamos por sus calles, sus plazas y sus casas con entramados de madera.
A medio día salimos de Chinon en dirección a Ussé. Desde el puente que cruza el Indre fotografiamos el castillo y echamos un vistazo desde la verja. Una de las torres tiene un andamio que afea las fotos desde un lado.
Es tan bonito el castillo como el emplazamiento, pero como no vamos a entrar, seguimos camino hasta Azay.le-Rideau.
El castillo está escondido y los indicadores son tan pequeños que apenas se ven. Pasamos un puente sobre el río salpicado con maceteros de flores de colores vivos que nos obliga a detenernos. Hay un viejo molino y una pequeña cascada, las vistas son tan bucólicas que al ver mesas de picnic decidimos ir a almorzar allí después de ver el castillo.
Dejamos el coche junto a la iglesia y visitamos Azay-le-Rideau. No es muy grande, pero tiene mucho encanto tanto por dentro como por fuera. El reflejo en el agua deja fotografías hermosas desde varios ángulos y los jardines le ponen un agradable contrapunto a la fachada principal. Nos gustó mucho.
El diminuto pueblo es pintoresco también. Volvemos al río y comemos en una mesa, en su orilla, con un paisaje idílico y acompañados de papá pato, mamá pato y varios patitos que se zampan la mitad de nuestras galletas.
En Langueais hay un original puente para cruzar el río y preciosas vistas floridas desde el canal al lado del castillo.
Haciendo honor a su aspecto completamente medieval, es uno de los pocos castillos que conserva decoración original y en sus salas hay fichas en varios idiomas para obtener información. Desde sus torreones se obtienen muy buenas vistas y tiene unos jardines muy agradables. Me gustó mucho. Si sólo se quiere sacar alguna foto, se puede hacer desde el exterior, y cruzando el puente levadizo, antes de acceder a la taquilla, se ve bien el patio.
A Villandry llegamos a las seis y media, así que la chica de la entrada, muy amable, nos dijo que viesemos primero al castillo que cierra a las siete, mientras que para visitar los jardines el horario se alarga hasta el anochecer. El interior del castillo está bien pero no destaca, al contrario que los jardines, que son una pasada, para tirarse horas viéndolos y fotografiándolos. Desde los miradores, las perspectivas hacen comprender el significado de sus nombres para luego deleitarse escudriñándolos in situ. Una palabra los define: maravillosos.
Pensábamos cenar en Tours, pero al atravesar la ciudad guiados por el GPS notamos una sensación de desasosiego provocada, quizás,por las obras del tranvía que obligaban a desvíos por calles desiertas con edificios modernos muy feos y que hacían difícil encontrar un sitio donde aparcar. Somos de ciudad y nos gusta el ambiente urbano, pero en ese momento nos sentimos agobiados y decidimos que si había que renunciar a algo en el viaje, sería a las ciudades grandes. Así que seguimos hasta Amboise. Antes de cruzar el puente, hicimos la famosa foto, portada de muchas guías:
Ya tarde, cenamos en una pizzería que encontramos abierta y dimos una vuelta por el pueblo. Eran casi las 11 de la noche, y apenas se veía a nadie por las calles. El castillo y el puente iluminados nos dieron las buenas noches.
Día 5. AMBOISE - LOCHES - MONTRESOR - CHENONCEAU - AMBOISE. 111 Km.
Al despertarnos, un extraña sensación se confirmó al mirar por la ventana: ¡llovía a cántaros! Nos vimos obligados a cambiar el programa del día. Teníamos pensado ir a Chenonceau a primera hora, pero no nos apetece verlo en remojo si lo podemos evitar, así que con equipo de agua vamos a desayunar y a visitar el castillo de Amboise por dentro.
No se puede pasar al patio sin pagar. El conjunto es muy atractivo con la capilla que alberga supuestamente los restos de Leonardo da Vinci, las dependencias del castillo, los jardines y, sobre todo, las espectaculares vistas que se obtienen desde cualquier rincón; una lástima que la incesante lluvia oscurezca los paisajes y las fotografías, si bien es cierto que no merma nada su encanto.
Terminada la visita, sigue lloviendo y decidimos salir de Amboise y acercarnos a Loches. Acertamos de lleno: está muy nublado, pero según nos acercamos, llueve menos. Los paisajes verdes y boscosos que ofrecen las carreteras medio desiertas envueltos en bruma son impactantes, sobre todo cuando empiezan a filtrarse algunos pequeños rayos de sol entre las nubes negras. Tomamos un buen menú del día en un restaurante de Loches por 32 euros los dos.
Ha dejado de llover. Visitamos la ciudad medieval, la ciudadela, la iglesia (hay un encantador patio al que se accede por una verja lateral con unas vistas preciosas) y el Donjon.
Subo a lo alto del Donjon, las vistas abarcan muchos kilómetros alrededor pero tampoco me enamoran.
Seguimos hasta Montresor, bonito y solitario pueblo, con empinadas calles medievales engalanadas con flores.
El castillo se yergue altivo y las nubes amenazantes parecen darle un aspecto misterioso que nos atrae sin remedio.
Decidimos a entrar. Los dueños están en el patio de un edificio anejo tomando un café. La taquillera me presta un cuaderno en español con fotos y explicaciones de las salas que vamos a ver. El castillo es pequeño, más bien un pabellón de caza, pero las salas están paneladas en madera y completamente amuebladas con todo tipo de detalles. Muy interesante. Y los jardines son agradables y con buenas vistas al pueblo y al río. Nos gustó mucho, pero es uno de esos lugares que no se pueden recomendar porque puede gustar o no gustar. He oído comentarios de todo tipo.
Si no se quiere entrar, es posible fotografiarlo por fuera, desde el río hay unas bonitas vistas.
Luego, pasamos por Montpaupon y paramos a fotografiar el castillo desde la carretera.
El GPS nos desvía por un camino de cabras que nos hace maldecirle, aunque enseguida se nos pasa el enfado al ver la vista imponente que nos regala del castillo de Montpaupon. ¡Qué foto tan resultona! ¡Gracias tom-tom!.
El cielo empieza a mostrar retazos azules y sale el sol. El cambio de itinerario nos ha salido muy bien. Llegamos al castillo de Chenonceau a las seis y una caravana de vehículos y autocares desfilan. Se van las multitudes aunque todavía permanecen bastantes coches en el aparcamiento. El castillo cierra a las ocho y como hay una nube negra justamente encima, decidimos ver primero el interior, siguiendo el itinerario marcado en el folleto que te dan al entrar. Todavía hay gente, pero las fotografías se hacen sin agobios. Nos gusta mucho el interior y las vistas desde balcones y ventanas.
No puedo evitar sentir un escalofrío pues estoy sola y en penumbra en los aposentos enlutados de Luisa de Lorena.
Cuando salimos, ya no hay nube negra y los rayos del sol acechan entre las nubes dando un tinte dorado a la fachada sur del llamado “castillo de las damas”: la máquina de fotos echa humo.
Estamos bastante rato paseando pues aunque el interior del castillo y la verja de entrada cierran a las 8, te puedes demorar en los jardines bastante más. De regreso, desde la carretera vemos otro bonito castillo que no podemos identificar.
Muy satisfechos por el resultado de un día que parecía aguado, paramos en Montrichard para cenar, pero como está desierto seguimos hasta Amboise, donde hay más ambiente. Cenamos en un restaurante frente al castillo y luego vamos al puente a fotografiar la puesta de sol.
@Salodari Jajaja! Bueno, no tanto. Hemos ido muchas veces a Francia. Nos gusta mucho. No nos atenemos a zonas concretas sino a sitios que nos llaman la atención. Por eso, hay bastante mezcla de destinos y he querido recopilar un poco todo. Intentaré arreglarlo un poco más. Gracias y un abrazo.
Mil gracias por este recopilatorio! Aquí otros enamorados de Francia. Hemos ido unas cuantas veces (la ultima el mes pasado por valles de Lot y de Dordoña), pero seguro que nos sirve para las siguientes escapadas!
Muchas gracias por tu comentario y tus estrellas @Ginesa_te Me alegra que te guste el diario y espero que te sea útil en algún momento. Francia tiene lugares fantásticos. Estoy deseando volver.
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Buenas!!! La idea, contando claramente con el gasto en peajs y gasolina, no es quedarme en los destinos en los que dormiremos. Por ejemplo, cuado durmamos en Rennes veremos Saint Malo, Mont Sant Michel y Combourg, cuando vayamos a Bayeux veremos las playas del desembarco o cuando estemos en Burdeos podríamos visitar St Emilion o Arcachon.
Sé que es bastante ambiciosa la ruta, no sé si un poco de más, y por eso pregunto a los expertos.
Podría quitar algo que no valga la pena o me estoy dejando algo que merece la pena ver?
Si quieres ir a Pamplona por algún motivo, pues perfecto, sino podrías dormir por el País Vasco, sin ser incluso eso imprescindible... Ten en cuenta que al final, vas a entrar en Francia por Irún...
Por ej. Yo creo que hice eso, parando a comer en Asturias (o Cantabria? no me acuerdo XD, como ya eran sitios que había visitado, fue eso, solo parar a comer). Creo que me dio tiempo a un paseo breve por Bilbao y otro breve por San Sebastián, y dormí pasado San Sebastián... Pero a toro pasado, igual hubiera continuado y dormir ya en Francia
Los consejos solo te refieres a la parte de... Leer más ...
Yo sinceramente creo que no tiene sentido dar la vuelta por París, Lyon, Marsella y Toulouse. Todo eso merece un par de viajes.
Concentrate en la costa atlantica. Tampoco son tantos días, cuento 12 y vas desde Coruña.
Buenas! Tomo nota a todas las sugerencias, y creo que tenéis toda la razón. Nos centraremos en Burdeos, Rennes (con visitas a Saint Malo y MSM), Bayeux (con visitas a playas de Desembarco, Honfleur y Etretat) y París. Menos sitios y más profundidad.
Muchas gracias por abrirme los ojos y un saludo
javiky13 Dr. Livingstone 27-02-2012 Mensajes: 6857
No creo que en un día, de pocas horas de luz, puedes ver todo eso que dices de Bretaña....por poder si, puedes, llegas y te vas. Si es el plan general, yo creo que vas a conocer bien autopistas, pero no vas a tener mucho tiempo para visitar los destinos