Milán Express ✏️ Blogs de Italia

La historia de esta pequeña escapada comienza allá por el mes de Marzo, por esas fechas comenzaban los vuelos directos de EasyJet desde nuestra ciudad (A Coruña) al aeropuerto italiano de Malpensa. Como sabía que durante la primera quincena de septiembre disponíamos de 15 días de vacaciones, ni corto ni perezoso, esperé ansioso a la apertura de la venta de billetes para hacerme con 4 billetes (50€ por cabeza) con salida el 2 de Septiembre y regreso el 5 de Septiembre. En realidad aprovecharemos dos días completos en tierras italianas, puesto que el vuelo de ida llegaba a tierras italianas sobre las 5 y media de la tarde, eso mas el traslado desde Malpensa al apartamento (hora y media en total) nos deja el día prácticamente ocupado. El avión de vuelta, sobre las 13:30 también hace que ese día no cuente a efectos prácticos.

Un poco de historia, el jueves 31 de Agosto comienzan nuestros problemas, nuestra hija ha perdido la cartera con su DNI, con lo cual no podemos viajar. El único día disponible para sacar el documento es el viernes 1 de Septiembre, menos mal que ya estoy de vacas. A primera hora nos dirigimos hacía la policia nacional para intentar tramitar el DNI, como ya no hay citas nos hacen poner en la cola de los "sin cita". Como llevamos los billetes de avión, esto se considera una causa justificada y nos hacen un hueco, tras una hora nos marchamos de las oficinas de la policia con el ansiado documento en la mano. Prueba superada.

La segunda prueba llegará el sábado, día anterior al vuelo de ida. Recibo un e-mail del apartamento reservado en el que me dicen que debido a un error con Booking, la reserva no está activa. Me pongo en contacto con el apartamento, es una empresa que se encarga de la gestión de las viviendas, me dicen que es correcto el e-mail y que el precio real del apartamento es de mas de 1000€ por las tres noches. Les digo que eso no está dentro de mis posibilidades, me dicen que dado el error podría quedarme con el alojamiento por 700 €, estoy que no me lo creo creo que es la forma de pillar al cliente y luego cobrarle de forma desmesurada. Me dicen que no pueden hacer otra cosa y que arregle con Booking. Tras horas de gestiones la web me ofrece un alojamiento alternativo en la misma zona por un precio similar, cansado de las gestiones acepto aunque pienso que el alojamiento es de calidad inferior. Me dicen desde la empresa que eliminaran al proveedor del alojamiento de sus clientes, decir que si fueron efectivos, el alojamiento "fraudulento" ya no se puede contratar por la web. Segunda prueba superada, toca relajarse, por fin y preparar la maleta.

Por fin es domingo, nos despertamos, desayunamos y esperamos la hora de coger el bus hacia el aeropuerto. El vuelo sale a las 14:30, a las 12:00 ya estamos en el aeropuerto, el que conozca el aeródromo de A Coruña sabe que tenemos tiempo mas que suficiente No hace falta decir que desde el punto de vista del márketing, tenemos el mejor aeropuerto del mundo.



Nos comemos los bocatas preparados en la zona de embarque y a la hora establecida estamos en el avión esperando el despegue. Nos encontramos con Mario y Luigi que deben de regresar a casa despues de visitar Galicia.




En algo menos de tres horas divisamos tierras italianas y pisamos la pista del aeropuerto de Malpensa para dirigirnos a la terminal 2 del aeropuerto.





Ahora toca tomar el bus (shuttle) directo desde el aeropuerto hasta la Piazzale Lorenzo Lotto, la parada que mas nos conviene para llegar a nuestro apartamento, en la zona de los Navigli. Encontramos la parada facilmente pero un empleado nos indica que el bus lleva retraso, con lo que nos quedan 30 minutos de espera , los billetes los llevabamos comprados desde España.

Por fin llega el bus, tras unos 40 minutos de trayecto nos bajamos en la Piazzale Lorenzo Lotto. Ahora sólo resta coger el autobús Nº 91 en la misma plaza hasta Piazza Napoli (16 minutos) en donde nos bajaremos. Antes toca pasar por la estación de metro de la plaza para sacar los billetes del transporte.



Llegamos a Piazza Napoli y lo primero que hacemos es parar en el primer super que vemos y comprar lo necesario para el desayuno de estos tres días y alguna vianda de emergencia. Localizamos el apartamento, la entrada es marcando un código que nos habían hecho llegar, la puerta no abre, ya son las nueve de la noche, llamamos al teléfono proporcionado y tras un buen rato de espera conseguimos, Al fin!!!! entrar en el apartamento. Las fotos eran mejor que el original, el apartamento da la impresión de haber estado habitado hasta hace no mucho por personas mayores, hay objetos personales, incluso una colección de sellos, libros dedicados, etc. Bueno, no es el Ritz, pero visto los antecedentes cumplirá perfectamente su cometido. Lo dicho www.bing.com/ ...int=HTSTPT no lo recomiendo pero la situación es buena, el barrio residencial y tranquilo.



Nos instalamos y salimos a comer algo, que va siendo hora. A pocos metros de nuestro edificio vimos un par de locales. Entramos en el Ristorante Pizzeria Laguna Blu, nos dicen que todavía estamos a tiempo de cenar. Nos sienta en la terraza un camarero dicharachero y muy atento con los peques, pedimos unas ricas pizzas que nos salen muy bien de precio. En un rato estamos de vuelta. A dormir que nos esperan 2 días muy completos.

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Tenemos todo el día para disfrutar de la capital de la Lombardía. Desayunamos en nuestro apartamento, hemos dormido bien. Después de un repaso a nuestros planes salimos a la calle con toda la energía del mundo. El día es soleado y caluroso, la máxima se acercará a los 32 grados, el cambio climático ha llegado para quedarse.

Caminamos un par de minutos hasta el cruce entre Via Giambelino y Via Vignoli, en donde tomaremos el tranvía Nº 14, que tras cerca de un cuarto de hora de ruta nos deja en la Via Torino, a tiro de piedra de la Piazza del Duomo. Se nota que es día laborable y que estamos ante el motor económico del país. Las avenidas atestadas de tráfico, mucho movimiento de personas en todas direcciones, una ciudad trepidante.







Nos encontramos en la Piazza del Duomo, en donde se encuentra el famoso templo. La verdad es que es una pasada, la imagen que ofrece el inmenso edificio de marmol blanco, repleto de esbeltos pináculos hace que parezca querer tocar el cielo milanés.





La plaza es inmensa y ya está repleta de turistas. En ella, además del Duomo, destaca el Palazzo Reale y las Galerías Vittorio Enmanuele II.



Tenemos entradas para acceder a los tejados del Duomo, las llevamos compradas desde casa, se puede acceder a través de unas estrechas escaleras o a través de ascensor, nosotros adquirimos estas últimas, son las mas caras (ninguna de ellas es barata) pero permiten acceso sin hacer ningún tipo de cola y muy cómodamente. Tras encontrar el acceso, que está en el ábside de la catedral, subimos a los tejados. Decir que la experiencia es cara, pero si vienes a Milán, merece mucho la pena. El recorrido es libre y las vistas de los pináculos y de la ciudad desde los tejados es una pasada.

















Pasamos cerca de tres cuartos de hora paseando los tejados, descansamos un ratito y nos bajamos hacia el interior de la catedral. Bajamos por el ascensor directamente al interior del templo. Lo cierto es, que comparado con el exterior, el interior es poco luminoso y en el destacan sus inmensas columnas góticas.





En el interior no pasamos mucho tiempo, preferimos continuar nuestro recorrido por la ciudad lombarda. Nuestro próximo destino es el famoso Quadrilatero d'Oro. El Quadrilatero d`Oro es un conjunto de calles que conforman un cuadrilátero y que delimitan el espacio más glamuroso de toda la ciudad. Estas cinco calles son: vías Della Spiga, Sant’Andrea, Manzoni y Montenapoleone. En su interior se desarrolla lo más fascinante y brillante de la moda de Milán. Seguramente es uno de los sitios de visita imprescindible.

Para llegar a esta zona atravesamos las famosas Galerías Vittorio Enmanuelle II, otro de los iconos de la ciudad y a las que se accede por cuatro accesos diferentes, nosotros lo hacemos a través de la Piazza del Duomo.





En el Quadrilatero llaman la atención las lujosas tiendas de moda, eso sí, vemos los escaparates, porque no nos atrevemos a pisar el interior de ninguna. Están custodiadas por fornidos recepcionistas que desde sus trajes imponentes te miran con cara de pocos amigos. Imagino que están entrenados para cambiar la mirada en función del aspecto, mas o menos adinerado de los posibles visitantes. En donde si entramos es en la alucinante tienda de Lego, en la tienda oficial del Inter de Milan y en un patio porticado en donde se expone un flamante Formula 1.







Nos volvemos hacia la zona del Duomo, pasando por la Piazza San Fedele, con la iglesia del mismo nombre, un rincón muy bonito en donde un músico callejero hace las delicias de los muchos turistas que disfrutan de su tentempié repartidos por la plaza. De aquí hasta la cercana Piazza della Scalla, en donde se ubica el que probablemente, sea el mayor templo mundial de la música clásica, el Teatro alla Scalla junto con el Palazzo de la Banca Italiana.







No os parece que es buena hora para hacer un descanso y comer algo???. En la Piazza del Duomo hay unos cuantos puestos ambulantes de comida tipo empanadillas típicas, pizzas, etc, tras echarles un vistazo no nos parecen la mejor opción, además no vemos demasiada limpieza. Buscamos un poco en internet y vemos que muy cerca se encuentra Panzeroti Luini, un antiguo local en donde, entre otras viandas, preparan los famosos Panzeroti de Milan (especie de empanadillas).

www.luini.it/

La cola para comprar el género es una buena señal. Compramos diversidad de variedades, tanto saladas como dulces y nos las comemos en la Piazza San Fedele. Ahora que hemos repuesto fuerzas podemos continuar, abandonamos la zona del Duomo para dirigirnos a una de las plazas más antiguas de la ciudad, la Piazza Mercanti, pero antes pasamos por una pequeña iglesia escondida en la Via Torino, la iglesia de Santa Maria presso San Satiro, famosa por el "falso coro" de Bramanti.



Ahora si, llegamos a la Piazza Mercanti que recuerda su pasado comercial con elegantes edificios medievales y un antiguo pozo de agua del siglo VXI, situado en el centro. Entre sus edificios más históricos, que albergaban importantes instituciones en la época medieval, destacan el Palazzo della Ragione (tribunal de justicia), el Palazzo delle Scuole Palatine (escuela superior), el Palazzo dei Giureconsulti (sede de la Cámara de Comercio), la Casa dei Panigarola (decretos ducales) y la fotogénica Loggia degli Osii (oficina de jueces y notarios). La plaza es preciosa pero deslucida por las obras que se estan realizando en ella.



Nuestro próximo destino se encuentra a unos 850 metros, comenzamos a caminar pero a estas horas de la jornada las fuerzas van justitas, el calor no ayuda. Nos encontramos en el barrio de Cinque Vie, en pleno centro histórico y artístico de Milán. Aquí vemos una pastelería tentadora con una terraza agradable, Passerini bar caffetteria que data de 1919 y tiene unos precios prohibitivos pero un día es un día.



Tras el refrigerio llegamos a la Chiesa di San Maurizio al Monastero Maggiore, una verdadera joya no demasiado conocida. El acceso es gratuíto porque está gestionado por una especie de patronato, pero se puede hacer un donativo para su mantenimiento. La llamada capilla Sixtina milanesa no deja indiferente a quien la visita.







Tras la maravillosa visita nos vamos hacia otro de los lugares mas populares de la capital milanesa. Tomamos un autobús que nos lleva al Castillo Sforzesco. La fortaleza es enorme y en ella hay varios museos. Nosotros nos limitamos a pasear por sus patios y descansar un buen rato en el parque en el que se encuentra. Tirados en la hierba disfrutamos del descenso de temperatura previo al anochecer.









Nos dirigimos al Largo Cairoli en donde tomamos la línea 1 del metro que nos dejará en Piazza Cordussio, otra plaza monumental en donde se anuncia el gran premio de Formula 1 que se celebrará el siguiente fin de semana en la cercana localidad de Monza.





Caminamos unos metros hasta la Via Orefici en donde tomamos el tranvía Nº 14 que en 15 nos dejará en nuestro último destino de la jornada (que creo que ya está bien), los Navigli.





El barrio de los Navigli es el más alternativo que visitar en Milán y el que se llena de buen ambiente todas las noches. Este barrio es famoso por sus dos grandes canales: Naviglio Grande y Naviglio Pavese, los dos únicos que se conservan del momento histórico en el que Milán se hizo accesible desde el mar.

Después de ver un precioso atardecer buscamos, entre los muchos locales de la zona, un restaurante tradicional y nos decidimos por el Le Striatelle di Nonna Mafalda Milano. El precio mas que razonable para la calidad de los platos. Espectacular fin de jornada.

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Bon giorno, amigos, si nuestro primer día en Lombardía lo dedicamos a patearnos la capital milanesa, nuestro segundo día lo dedicaremos a visitar la preciosa localidad de Bérgamo, situada a unos 50 kms de distancia.

Nuestro plan comienza con un buen desayuno en el apartamento. El día se presenta, de nuevo, veraniego. Tras el desayuno nos ponemos en marcha. Para llegar a Bérgamo utilizaremos el tren, llevamos los billetes de ida y vuelta comprados por internet por 40,00 € para los cuatro. El tren parte de la Estación Central de Milán, para llegar allí primero debemos de tomar el tranvía nº 14 hasta la Piazza del Duomo (como el día anterior), y allí tomar la línea nº 3 de metro hasta la estación.

Nos bajamos en la Piazza Duca D`Aosta en donde se encuentra la Estación Central. El edificio de la estación es impresionante, bien merece quedar inmortalizado en una fotuca.






Buscamos nuestro andén y en unos minutos estamos esperando partir hacia Bergamo.





A las doce menos diez tocamos suelo bergamota. La estación está situada en la Cittá Bassa (baja) y nosotros queremos acceder a Cittá Alta, en donde se sitúan sus principales monumentos. La forma mas habitual de llegar allí es tomar el funicular, hay dos funiculares, el mas conocido que es el que une la Via Enmanuelle II con la ciudad Alta. El segundo une la parte superior de la ciudad Alta con el Castello de S. Vigilio, conocido como el Funicular de S. Vigilio. Nos decidimos por el segundo por dos razones, la primera, es que para utilizar el primero de los funiculares las colas son bastante importantes. El segundo, es que desde el Castello de S. Vigilio se tiene una panorámica espectacular de la Cittá Alta.

Para llegar a la estación inferior del funicular, tomamos, a pocos metros de la estación de tren el autobús Nº1, antes compramos los billetes en un estanco. El billete del bus permite utilizar también el funicular si el transbordo es durante los primeros 75 minutos (1,70€ por cabeza).



El autobus lo cogemos en Viale Papa Giovanni XXIII.



En unos pocos minutos llegamos a la Porta Sant'Alessandro, antes pasamos por la estación inferior del funicular de la Cittá Alta y comprobamos en persona la enorme cola para subir. Muy cerquita está la estación inferior del funicular de S. Vigilio, antes tomamos un café y unos dulces en la terraza de una pastelería cercana.



Después del tentempié nos acercamos al funicular, esperamos unos minutos y pronto llegamos a la zona del Castello de S. Vigilio. Desde allí, las vistas de la Cittá Alta de Bergamo y de las colinas que rodean la ciudad son espectaculares.













Disfrutamos un buen rato del lugar desde donde se domina la llanura lombarda y volvemos a coger el funicular, esta vez en dirección bajada, hasta la Porta Sant'Alessandro. Desde que subimos al bus todavía no han pasado 75 minutos por lo que nuestro billete sigue siendo válido y no tenemos que comprar otros.



Pasamos por delante de la Torre di Adalberto y entramos en la preciosa Piazza della Cittadella y, atravesando esta, a la Piazza Mascheroni en donde destaca la Torre de la Campanella.





Llegamos a la Via Bartolomeo Colleoni, la principal calle que cruza la ciudad medieval bergamata, en donde hacemos una pequeña parada para disfrutar de la Chiesa di Sant'Agata nel Carmine y del Giardino Di Casa Tresoldi.






Va siendo hora de comer. Tenemos apuntado un local muy famoso en la ciudad, una antigua panadería reconvertida en pizzeria. Se llama Il Fornaio y el sistema consiste en hacer cola, elegir lo que te apetezca de las numerosas variedades que exponen. Los empleados te pesan la elección, te cobran y te la introducen en el horno. Una vez calentadas las viandas puedes llevartelas del local o degustarlas en alguna de sus mesas. Tienen un precioso piso superior y todo ello, situado en un antiguo y precioso edificio medieval.







Despues de la papatoria nos tomamos unos helados y continuamos recorriendo el casco antiguo de la ciudad lombarda. Llegamos a la Piazza Vechia, dicen que la mas bonita de Italia, una pena que esté distorsionada por un escenario montado en el medio de la misma. En la plaza destaca el Palazzo della Ragione, la Torre Cívica y el Pallazo Nuovo, en este último se ubica la Biblioteca Civica Angelo Mai, guarda pergaminos, códices, incunables y música de gran importancia. En su interior, la sala Tassiana es el hogar de los globos terráqueos de Vincenzo Maria Coronelli. La entrada es gratuíta y merece la pena hacer un alto en el camino.







Pasando a través de las arcadas del Palazzo della Regione llegamos a un nuevo escenario, estamos en la Piazza del Duomo, mas pequeña que la anterior pero repleta de arte a lo bestia por sus cuatro costados.





En la Piazza del Duomo nos encontramos con tres joyas de la ciudad. Por un lado la espectacular Cappella Colleoni, a su lado la Basilica di Santa Maria Maggiore y a su lado la Catedral de Sant'Alessandro Martire.





La Cappella Colleoni Es sin duda el edificio más majestuoso de Bérgamo. Su fachada decorada con mármol rojo y blanco es una obra maestra del Renacimiento italiano; sus interiores son una increíble concentración de obras de arte. No entramos por lo que no os puedo dar mi valoración

En la Catedral es destacable su interior barroco y el color blanco de su interior. Recomiendo visitarla antes de la basílica, en caso contrario puede que nos defraude un poco.



La Basílica de Santa Maria Maggiore es otro edificio impresionante, no tiene nada que envidiar a la catedral, el interior es merecedor de una visita por sus tapices, tumbas y frescos. Es de pago y el precio nos pareció excesivo para cuatro personas, pero puedes entrar y verla desde la entrada, merece la pena.





Comenzamos a estar empachados de arte por lo que decidimos ir bajando hasta la estación superior del funicular de la Cittá Alta, situado en la Piazza Mercato Scarpe. De camino pasamos por el Fontanone Visconteo y por antiguo y curioso lavadero. Enfilamos la Via Gombito otra de las mas transitadas de la ciudad.





Antes de llegar al funicular hacemos un alto en Nessi, la pastelería más famosa de Bérgamo, donde puedes probar el dulce más típico de la ciudad, la polenta e osei, compramos uno de tamaño medio para despues de cenar en nuestro apartamento.



Tras la compra compramos los billetes para bajar en el funicular, de momento, no hay colas. Destacables las vistas de la cafetería ubicada en el edificio de la estación del funicular. Una vez abajo esperamos unos minutos a que el bus Nº 1 nos lleve hasta la zona de la Porta Nuova. Como todavía es temprano (el tren sale a las 19:50) aprovechamos para darnos un paseo por esta parte de la ciudad.





Caminamos por la peatonal Via XX Settembre y aledaños, una zona comercial tranquila y muy agradable.



Es la hora de partir, nos acercamos a la estación, el tren sale puntual, en menos de una hora estamos en Milán, y en otra media en nuestro apartamento. Despues de cenar hacemos las maletas, mañana volvemos, ha sido corto pero intenso.

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