![]() ![]() Inolvidable agosto en Japón ✏️ Blogs de Japon
Sobreviviendo 18 días explorando ciudades, pueblos y parques en JapónAutor: Auri81BCN Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (12 Votos) Índice del Diario: Inolvidable agosto en Japón
01: Introducción y ruta de 18 días por Japón
02: Presupuesto para 18 días en Japón
03: Jueves 8 agosto: llegada a Haneda
04: Viernes 9 agosto Tokyo - primer bofetón de calor, Meiji Jingu, vistazas y neones
05: Sábado 10 agosto: excursión a Nikko, montaña, río, lago y catarata
06: Domingo 11 agosto: los templos de Nikko y camino a Osaka
07: Lunes 12 agosto: Osaka en un día
08: Martes 13 agosto: Universal Studios Japan
09: Miércoles 14 agosto: excursión a Koyasan, el monte sagrado.
10: Jueves 15 agosto: último paseo por Koyasan y primer templo de Kyoto
11: Viernes 16 agosto: Kyoto - Higashiyama al completo
12: Sábado 17 agosto: Kyoto - 5 templos y 1 santuario.
13: Domingo 18 agosto: Kyoto - Todavía más templos
14: Lunes 19 agosto: de Kyoto a Disneyland Tokyo
15: Martes 20 de agosto: Disneyland Tokyo
16: Miércoles 21 de agosto: Tokyo DisneySea
17: Jueves 22 de agosto: otro día en Tokyo DisneySea
18: Viernes 23 de agosto: repetimos Disneyland Tokyo
19: Sábado 24 de agosto Tokyo - Asakusa, Akihabara y más
20: Domingo 25 de agosto: rematando Tokyo y regreso a casa
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Etapas 7 a 9, total 20
Hoy es el único día que tenemos para visitar Osaka, a parte de lo poco que ya vimos ayer por la noche, ¡hay que aprovecharlo!
![]() A primera hora vamos al Castillo de Osaka. Se puede entrar al recinto externo de forma gratuita. El acceso al interior es de pago y parece ser que es tipo museo, y no nos llama la atención. Paseamos por los jardines, admirando los muros y el profundo foso. El edificio actual no tiene ni 100 añitos, siendo una reconstrucción del original. El laguito es el lugar ideal para la foto perfecta. ![]() Como hoy tenemos que hacer la colada y la temperatura ambiental roza niveles infernales, decidimos pasar las horas centrales del día en el hotel. Antes pasaremos a hacer una breve visita al templito Hozenji. Escondido entre las callejuelas peatonales cercanas a Dotonbori, tiene la peculiaridad de que la estatua a la que se adora está totalmente cubierta de musgo. Esto sucede porque el ritual que realizan los creyentes incluye echarle un cucharón de agua por encima. Es curioso de ver. ![]() En las puertas de los diminutos restaurantes hay cola de gente esperando. ¡Es que son justo las 12:00! ![]() ![]() ![]() Tras descansar un ratito y hacer la colada en la lavandería del hotel, vamos al cercano mercado Kuromon Ichiba con la esperanza de comer algo. Está cubierto y refrigerado, se está a gusto. Hay paraditas de todo tipo: desde souvenirs a productos electrónicos. También hay una zona de comida fresca. Elegimos unas pequeñas raciones de pescado que podemos consumir allí mismo. ![]() El mercado no es muy grande y no estamos mucho rato. Luego en transporte público vamos a ver el santuario Namba Yasaka Jinja. Está en un barrio residencial desangelado pero recibe un montón de visitas porque uno de los edificios tiene forma de cabeza de monstruo. ¡Es super original! ![]() Seguimos dirigiéndonos hacia el sur, siempre en transporte público, esta vez nuestro destino es el peculiar barrio Shinsekai. Irónicamente, Shinsekai significa “nuevo mundo”, pero ahora es una reliquia del pasado. La historia del barrio es interesante: el barrio se construyó en 1912 para ser un escaparate de los avances de la Revolución Industrial japonesa y un centro de atracción de turismo. La zona sur estaba inspirada en Nueva York, y tenía su propio Luna Park, ahora desaparecido. La zona norte debía recordar a París, con una torre similar a la Torre Eiffel. La torre en cuestión fue demolida para aprovechar el acero durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente construyeron la actual, llamada Tsutenkaku. En esta hay un mirador, un tobogán y algún entretenimiento más. Nosotros no entramos. Si la historia del barrio es curiosa, la realidad actual es de locura. En las calles centrales se alinean uno tras otro bares y restaurantes cuyos letreros tridimensionales y luminosos y reclamos exteriores variopintos compiten en estridencia y originalidad para atraer la clientela. Y no les falta clientela, ¡hoy hemos venido medio Japón a este barrio! Un lugar oculto es el callejón Janjan Yokocho. Un pasaje cubierto con multitud de tabernitas aptas más para parroquianos que para turistas. No tiene nada de elegante ni de lujoso, pero sí de auténtico. Nosotros merendamos algo en un bar cercano, acompañado con una cervecita fresca. ![]() Paseamos por estas calles una y otra vez, sobreestimulados con tanta luz, color y sonido. ![]() Y cuando decidimos irnos, vamos a un sitio donde la luz, color y sonido se transformará en una experiencia sensorial completamente distinta. Y además, está a pocos pasos de aquí. Es el templo Shitennoji. Cuando llegamos ya es de noche. Cada año, durante las noches de la semana Obon, los creyentes van a encender velas a sus antepasados. Estas velas se disponen alrededor del gran salón, la pagoda y el pasillo cubierto que rodea la plaza central. Desde fuera ya lo vemos todo iluminado con lamparitas de papel. ![]() ![]() ![]() ![]() Por si le faltara solemnidad al lugar, aparecen unas decenas de monjes ataviados con túnicas tradicionales que desfilan por el recinto murmurando unos cánticos espirituales. Presenciar este momento es emocionante. ![]() Damos un par de vueltas al templo porque cada esquina es más fotogénica que la anterior. Desde un lateral escuchamos una melodía rítmica de guitarra, proveniente del jardín posterior. ![]() Accedemos al jardín y vemos cientos de feligreses danzando alrededor de los músicos, en un gran círculo. Los movimientos se repiten una y otra vez, casi de forma hipnótica. Hay un ambiente de júbilo. Unas señoras ancianas nos saludan, probablemente les ha llamado la atención que seamos prácticamente los únicos extranjeros. Nos invitan a unirnos a la danza pero rehusamos amablemente. ![]() Toda esta experiencia será para mí, lo mejor del viaje. Nada superará lo emocionante de este momento. ![]() ![]() ![]() A lo espectacular del lugar hay que añadir que cuando planificaba la visita al templo, no me quedaba claro qué días exactos o qué horas podíamos ver las velas. ![]() ![]() Para ahorrar al futuro viajero esta incertidumbre, hemos anotado los horarios de lo que creemos que son los cánticos de los monjes: 17:30, 18:05, 18:40, 19:15, 19:45. Enamoradísimos de todos los contrastes de Osaka y agotados, regresamos al hotel. Otras fotos del día: Etapas 7 a 9, total 20
Hoy pasaremos el día entero en el parque temático Universal Studios Japan.
![]() El horario de apertura es desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche. Como sabíamos que las colas en este parque eran terribles, y más, coincidiendo con la semana Obon, hemos comprado el billete con 7 tickets “express” incorporados. Por la friolera de 240€ por persona, por lo menos tenemos garantizada la entrada a las atracciones de las áreas de “Super Nintendo World” y de “Harry Potter”. ![]() Con este ticket te dan una franja horaria para entrar en cada una de las atracciones de estas zonas: En Super Nintendo World son: Mario Kart Koopa's Challenge Yoshi Adventure En Harry Potter son: Forbidden Journey Flight of the Hippogriff Además hay otras tres atracciones en las que tenemos acceso prioritario a cualquier hora del día, son: Minion Mayhem The Flying Dinosaur Hollywood Dream o Jaws ![]() ¡Empezamos el día! ¡Y bien pronto! Es de sobras conocido entre la comunidad “parqueril” que los parques abren sus puertas antes de la hora oficial. Si en la web pone las 8:00, hay que estar como mínimo media hora antes para evitar las multitudes ![]() Llegamos a las 7:30 y las puertas ya están abiertas. ![]() Todavía hay poca cola en algunas atracciones. Empezamos por Jaws, una aventura en barca ambientada en el escenario de la peli de los 70, Tiburón. Con sus momentos de suspense y las apariciones de la bestia de afilados dientes, nos llevamos unos buenos sustos. En la zona de Jurassic Park hay una montaña rusa super intensa en la que mi marido se sube dos veces y yo ninguna. ![]() Lo siguiente es Minion Park, un pueblecito lleno de estos simpáticos seres amarillos. La atracción es una simulación 3D super divertida porque da la impresión que caes, que vuelas, que subes, que bajas, que rebotas y que explotas. ¡Fantástica! ![]() Luego damos una vuelta por el área de Nueva York, explorando los rinconcitos. Llegamos a la zona de Hollywood, donde montamos a la montaña rusa Hollywood Dream. Puedes elegir la canción que escucharás mientras estés montado. A mí me parece intensa porque el cierre me queda ancho y ¡me da que voy a salir volando en cualquier momento! ![]() ![]() Y ya nos quedan las dos zonas “estrella” del parque: Harry Potter y Super Nintendo World. Empezamos por visitar el pueblo nevado de Harry Potter. Son las 10 y media de la mañana y ya estamos a 35º y con una humedad de 60%. ¡Y llegaremos a 38º! O sea que lo de la nieve, no encaja mucho… ![]() Pero Hogsmeade está lleno de detalles encantadores. Los escaparates de las tiendecitas tienen figuritas que se mueven, los visitantes que han comprado una varita mágica interactiva prueban a hacer hechizos. Son puntos específicos marcados en el suelo, que señalan un movimiento en concreto a realizar con la varita, y si se tiene éxito (hemos visto que es más complicado de lo que parece ![]() Hoy el parque está extremadamente lleno, y recordamos que hay que comer antes de las 12:00 para evitar las colas. Pasamos por delante del restaurante a las 10:45 y ¡¡ya hay cola!! ![]() Por suerte, la cola no es muy larga así que nos unimos a ella y a las 11:20 ya estamos comiendo. ![]() Habiendo comido nos acercamos a la entrada de la atracción principal. ¡¡La cola es de más de una hora!! ![]() Por suerte, para esta atracción tenemos comprado el tícket express para las siete y media de la tarde. ![]() Ahora lo que hacemos y poca gente conoce es el “Castle Walk”, que consiste en entrar al castillo y explorar las distintas salas. Es agradable y así nos refugiamos del calor. ¡Y ya es la hora de entrar a la zona de Super Nintendo World! Nos compramos unas pulseras interactivas para poder participar en distintos juegos dentro de la zona. Super Nintendo World es como haberse trasladado dentro de un videojuego, todo es de colores vibrantes, todo se mueve y todo hace sonidos. ![]() Entre esto, la masa espesa de visitantes y la elevada temperatura de la jornada, la experiencia es un tanto aturdidora. Pero no deja de ser divertido. Dentro de la zona hay dos atracciones: una carrera de Mario Kart donde puedes hacer puntos con la pulsera, (pero sin ella, también es divertida). Y otra que consiste en un pequeño vehículo que, a velocidad de paseo, va pasando por distintas escenas del universo Mario y compañía. Suerte de las pulseras, que nos hacen aprovechar la zona mucho más: participamos en todos los juegos interactivos. Con la ayuda de la comunicación no verbal (a base de efusivos gestos), los empleados nos indican cómo jugar. ![]() Para cada juego hay una cola, y entre una cosa y la otra, estamos 5 horas en Super Mario World. ![]() Ahora ya ha oscurecido y tenemos hora para montar a las dos atracciones de Harry Potter. Una es un viaje intenso con Harry y sus amigos, con pantallas inmersivas y otra es una montañita rusa sencilla. Finalmente damos la última vueltecita por el parque, para verlo de noche iluminado, y retiramos. Otras fotos del día: Etapas 7 a 9, total 20
Hoy haremos una excursión al monte Koya. Es una zona de alto significado religioso y hay varios templos en un encantador entorno de montaña.
Koyasan es donde el monje budista Kukai (o Kobo-Daishi, le cambiaron el nombre al morir ![]() Venden un pase de transporte “todo incluido” para el visitante, el Koyasan World Heritage Ticket. Por 20€ incluye: ![]() ![]() ![]() Además también ofrece algún descuento en las entradas a los templos. El ticket consiste en un código QR que tienes en la web y lo muestras a través del móvil. Es imprescindible tener conexión a internet para usarlo. Es habitual de los viajeros a Japón usar el servicio de envío de equipaje, pero como nosotros viajamos ligeros, no lo necesitamos. ![]() Como solo estaremos en Koyasan algo más de 24 horas, nos llevamos una mochilita más pequeña y dejamos el equipaje grande en una taquilla de la estación de Osaka donde tomaremos el tren. Nos cuesta 700¥ por día, y en nuestro caso cuenta dos días y pagamos 1.400¥ por una taquilla donde caben las dos mochilas. Aviso: nosotros estamos viajando cada uno con una pieza de tamaño “equipaje de mano” y nada más. ![]() Suerte que ayer dimos un vistazo a las dimensiones de la estación de Namba, porque es gigantesca. Y ahora vamos directos al andén de nuestro tren sin estrés. ![]() A las 9 de la mañana estamos tomando el tren y, tras el transbordo de tren a funicular y el posterior cambio a autobús, a las 11 ya estamos haciendo el check in en el hotel-templo. ![]() Esta estancia incluye la cena, el desayuno del día siguiente y la oportunidad de presenciar una ceremonia religiosa. La noche con media pensión de nuestro templo nos ha costado 215€ la habitación doble. Sin duda es el alojamiento más caro en el que hemos estado, ¡pero es toda una experiencia! Nos hacen dejar el calzado al exterior del edificio, en unas baldas de madera. Si esto no fuera Japón, no estaría tranquila dejando las zapatillas al alcance de cualquiera, pero esto es Japón. ![]() Nos ponemos unas pantuflas que servirán para andar por las instalaciones del templo, pero para entrar en la habitación, como el suelo es de tatami, nos hacen descalzarnos del todo. Nuestra habitación ya está lista. Nos acompañan. Está en un primer piso sin ascensor. (Es el único alojamiento que encontramos sin ascensor). La habitación está equipada con una mesita auxiliar baja, dos cojines cuadrados, una tele, y nada más. ![]() Nos cuenta la recepcionista con un inglés regulero que se nos servirá la cena en la habitación. Hay que elegir el turno: o las 5:00, o las 5:30. También nos explica: que después de cenar se nos prepararán las camas, (son dos futones), que estamos invitados a la ceremonia de mañana a las 6 de la mañana, algo relativo al hervidor (que no entendemos) y el horario de los baños comunes. Por suerte, en la habitación hay un manual con las instrucciones de cómo usar el mando del aire acondicionado, la explicación del rezo matutino, y la etiqueta correcta para los baños comunes. ![]() Estamos algo aturdidos con tanta información y tanto protocolo. ![]() ![]() ![]() - El cementerio Okunoin - El templo Kongobuji - El complejo Danjo Garan - La puerta Daimon - El mausoleo Tokugawa, al que no llegamos a ir - Y varios senderos de peregrinaje que tampoco llegamos a recorrer. Nosotros empezamos yendo a comer. ![]() Justo enfrente del shukubo (templo-hotel) tenemos el Danjo Garan, que lo cruzamos para salir por el otro extremo, a la calle principal. La verdad es que hay turistas pero no está masificado como Nikko. Y por tanto, tampoco abundan las tiendas o restaurantes. Justo enfrente de la puerta principal de acceso hay un par de cafeterías y un Family Mart. Comemos en una de estas cafeterías, regentadas por aldeanos, que no hablan ni papa de inglés. ![]() Como yo no hablo ni papa de japonés, lo que hago es tomar una foto de la foto del menú que ellos tienen puesta en una pizarrita en la puerta. Entramos, “Konnichiwa” (hasta aquí, sí llego), les enseño la foto en mi móvil y les hago el número 2 con los dedos de la mano. No tenemos ni idea de lo que hemos pedido. ![]() La dueña, una señora de mediana edad, nos acomoda en una mesa y a los pocos minutos nos trae una bandeja con 6 boles de distinto tamaño y contenido variopinto. Para explicarnos qué es cada cosa, nos muestra un “mapa” de la bandeja. Cada plato es un circulito que corresponde a su situación dentro de la bandeja, y el texto en inglés describe los ingredientes. ![]() ![]() ![]() Por cierto, suerte que hemos llegado poco antes de las 12:00 ![]() Luego nos acercamos al templo Kongobuji, un monasterio del siglo XVI. La entrada tiene un coste de 1.000¥. Mucho más austero a simple vista que cualquiera de los de Nikko, pero porque este no está pintado. Eso sí, la madera está trabajadísima con todo tipo de decoraciones. ![]() Pero no os preocupéis que siempre hay una cantidad ingente de señales recordándolo, también en inglés. Imposible pasarlo por alto. Del interior se pueden visitar varias salas con las paredes elegantemente pintadas. Bueno, no son paredes, son fusuma, los paneles de papel y madera que separan las estancias en las casas tradicionales japonesas. También recorriendo los pasillos de madera de los laterales de las salas, podemos ver un jardín zen de rocas. No nos deja en trance. ![]() En este templo estamos algo más de una hora. Aprovechamos el billete de autobús ya pagado (incluido en el World Heritage Pass) y vamos a la puerta de acceso al pueblo, la Daimon. Hay varias líneas municipales de bus, pero hay que mirar bien los horarios porque tienen muy poca frecuencia. ![]() La gran puerta se alza solitaria en medio de una intersección donde los coches pasan a toda velocidad. Se dice que las figuras que flanquean los laterales son las segundas más grandes de Japón, después de las de la puerta de Nara. Aquí llegan varias rutas de peregrinaje y nos adentramos un poquito por un sendero adornado con toriis rojos que destacan entre el foliaje de alrededor. Y ahora regresamos hacia el complejo Danjo Garan. Nos dará tiempo justo para visitarlo antes de que sea la hora de nuestra temprana cena. El Danjo Garan es donde el monje Kobo-Daishi fundó el primer monasterio del budismo Shingon. El edificio protagonista es la enorme pagoda, construida en el siglo IX, y previo pago, en el interior se puede contemplar unas formidables estatuas de buda, rodeadas por gruesos pilares con ilustraciones de más budas. La escena es impactante, no es habitual poder entrar en pagodas. Como en la mayoría de templos, santuarios y otros edificios religiosos, en el interior no se pueden tomar fotos. En el recinto hay otro edificio importante, el Kondo Hall, donde se realizan las ceremonias, y otros elementos menores como una gran campana de cobre que escucharemos sonar esta noche. o la puerta Chumon, recién reconstruida el pasado siglo XX, de colores vibrantes. Y una docena más de construcciones, algunas se encuentran entre los pinos y da la impresión de estar en medio del bosque. Es la hora de regresar a nuestro shukubo, pegarnos una duchita, porque vale que estamos en el monte y las temperaturas no son tan extremas como en las ciudades, pero no deja de hacer calorcito… ![]() El baño en este templo-hotel es comunitario. Las habitaciones no tienen wc ni ducha. Por un lado están unos servicios en los que hay unas pantuflas a disposición (por si se ha entrado descalzo) y por otro lado está la zona de higiene (ducha y bañera). Cada uno de estos espacios tiene uno para mujeres y otro para hombres. Pero ni la ducha es la típica ducha, ni la bañera es la típica bañera. Por suerte el manual que está en la habitación lo explica. ![]() En la sala de baños hay cuatro puestos con: una especie de fregadero o lavamanos a dos palmos del suelo, en la pared, un espejo, y enfrente un taburete enano de plástico. Cada uno de estos espacios tiene además un barreño y envases de jabón y champú. El procedimiento consiste en ducharse bien sentadito/a delante del espejo, y una vez limpio/a, y siempre desnudo/a del todo, puedes entrar al “onsen” o balneario. En este caso la piscinilla es del tamaño de una cama doble. Como no hay nadie más dentro de los baños, decido entrar. ![]() El agua está calentísima. Estoy un ratito disfrutando del silencio y el descanso. Pero como pienso que mi marido estará esperándome tras su baño, no estoy mucho rato. Pues resulta que él se ha regocijado incluso más que yo en su propio bañito ![]() ![]() Nos hemos puesto los yukatas (batas tipo kimono pero más sencillitas) que estaban en la habitación y esperamos la cena. Enseguida vienen dos monjes-camareros que traen cuatro bandejas gigantes (o quizás son mesitas pequeñas) llenas de platitos y boles con comida inidentificable. En los templos budistas toda la comida que sirven es vegana. Hay muchos sabores desconocidos. Algunos nos gustan más, otros menos, pero en general quedamos satisfechos. Cuando acabamos de cenar, hay que llamar a la recepción para que vengan a recoger las bandejas y tender los futones. ¡Es un pis-pás y ya tenemos la cama lista! Pero no toca todavía acostarse. Ahora que está oscureciendo y ha dejado de llover, tenemos pendiente la visita al Cementerio Okunoin. ![]() Existe la opción de unirse a la visita guiada, las hay incluso en español, pero nos parece caro (4.500¥) y además preferimos ir a nuestra bola. Cuando nos cruzamos con estos grupos dentro del cementerio, nos alegramos de nuestra decisión porque nos parecen masificados. ![]() El cementerio tiene dos entradas: La principal está en el extremo del pueblo. La entrada secundaria se encuentra más céntrica, pero está más lejana de la zona sagrada, donde está el mausoleo del monje Kobo Daishi. Nuestro shukubo tiene toque de queda a las 21:00 y estamos bastante alejados del cementerio. Decidimos ir en bus hasta la entrada más lejana y luego ya decidir si retroceder por el mismo sitio a tomar un bus de vuelta o completar el recorrido por el camino que da a la entrada secundaria. Está anocheciendo pero todavía hay luz. Después de la lluvia ha quedado una misteriosa neblina en las montañas cercanas, las lamparitas de piedra emiten un cálido resplandor y la solitud y el silencio le dan al lugar un aire místico. Es más un bosque con tumbas antiguas que un cementerio al uso. El musgo cubre los sepulcros centenarios. Nos cruzamos con cuatro personas, algunas pasean el perro, otras se pasean a sí mismas. ![]() En un cuarto de horita llegamos al recinto sagrado. El puente que cruza el arroyito es la frontera. A partir de aquí no se pueden tomar fotos. El mausoleo de Kobo Daishi no es ostentoso, una sencilla tumba rodeada de ofrendas. Lo espectacular del lugar es la sala de las lámparas, llamada Torodo. 10.000 lámparas doradas rodean e iluminan este edificio de techo a mitad de pared. Alineadas a la perfección para crear una visión armónica y fascinante. ![]() El regreso lo hacemos por el camino largo, ahora ya en plena noche y llegamos al hotel de sobras antes de la hora del cierre. De hecho, incluso nos da tiempo de dar una vueltecita por el Danjo Garan de noche. Está bien iluminado y solitario. ![]() Este paseo ha sido una experiencia fantástica. Un paréntesis de las dos peores cosas de Japón: el calor y las muchedumbres. ![]() ¡Ahora a dormir en el futón! ![]() Otras fotos del día Etapas 7 a 9, total 20
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