Descripción: Diario de un viaje de tres semanas y medias a Japón desde el 27 de Julio al 21 de Agosto de 2017. Incluye, junto a lo más típico en un viaje a este país, algunas etapas que quizá no son demasiado habituales en una primera toma de contacto, pero que sin duda han merecido la pena.
Desde que conocí este foro de Losviajeros.com en el año 2013 me ha sido de gran ayuda para planificar mis últimos viajes, ya que aquí se puede encontrar información de casi cualquier destino imaginable. Tanto los hilos de los diferentes subforos como los diarios son una poderosa herramienta que me han sido de gran utilidad para ver qué posibilidades ofrece un determinado destino o para temas más prácticos y específicos.
Hasta ahora he participado en algunos hilos, casi siempre pidiendo información, pero creo que ya es hora de que responda a tanta generosidad de muchos foreros que me han ayudado desinteresadamente creando un diario sobre el viaje que realicé en verano de 2017 a Japón con mi pareja y varios amigos, para así poder ayudar a otros viajeros que estén pensando en ir a este destino próximamente.
Es mi primer diario de viaje, así que su creación supongo que será lenta, pido disculpas de antemano por ello.
Particularmente nunca me he sentido demasiado atraído por Japón ya que no soy fan del manga ni de otras frikadas por el estilo, ni me sentía muy identificado con la imagen que yo tenía del país. Quizá lo que sí me ha gustado siempre ha sido el tema del terror japonés, ya que he visto muchas de las películas de este género de las que se han rodado allí, afición que comparto con Victor, mi pareja, así como los juegos de Nintendo, especialmente el Mario Kart, que buenos piques hemos tenido con él
En el año 2010, unos amigos nuestros, Juanlu e Isa, se casaron y su viaje de novios fue precisamente a Japón, y a la vuelta vimos el vídeo que habían grabado y ahí fue donde comencé a descubrir cosas que me interesaron más, sobre todo sus paisajes. Ellos nos hablaron maravillas, sobre la gente, lo bien organizados que están, su educación... Recuerdo que me impactó especialmente la zona de los Alpes japoneses, con la visita a Shirakawa-go, no me esperaba un pueblo así en Japón, tenía una idea más urbana y moderna de cómo serían sus ciudades. Luego he comprobado que hay de todo. Sin embargo, a la hora de elegir destinos siempre elegíamos otros, bien por interés personal, por precio, porque íbamos con otras personas que querían otro tipo de viaje, etc.
En 2016 Víctor me dijo que no le importaría ir a Japón. Ese verano lo teníamos ya comprometido con un viaje a Escocia, y además era año de oposiciones y tampoco tenía tiempo de ponerme a buscar mucha información para planificar un itinerario completo y detallado, así que decidimos dejarlo para el año siguiente, 2017. De todas formas, como me gusta mucho leer sobre viajes, fui mirando los hilos y los diarios correspondientes para hacerme una idea de qué se podría visitar allí, ya que mis conocimientos al respecto se limitaban a Tokyo y otras ciudades grandes y modernas del estilo, Kyoto con su lado más tradicional y millones de templos por todas partes.
A partir de ahí fue cuando empecé a comprobar que es un destino que ofrece una variedad increíble de cosas para ver y, sobre todo, hacer. Estuve investigando para intentar meter también algunos etapas del viaje que no son tan habituales pero que a nosotros nos hacía mucha ilusión, y poco a poco fui elaborando un primer boceto del planning del viaje, y la verdad es que quedaba bastante variado. En verano, tras volver de Escocia, me puse ya a pulir el itinerario y en Septiembre ya estaban decididas las fechas y las ciudades en las que pasaríamos las diferentes noches. Ya solo quedaba buscar vuelos y alojamientos
Por el camino se nos fueron uniendo amigos a la aventura. Por un lado Mar, nuestra amiga inseparable en los viajes veraniegos, que decidió apuntarse también a nuestro periplo japonés, una vez más podíamos contar con ella. Después Jorge, otro amigo con el que habíamos viajado a China y que tenía ganas de volver a Asia, y por último los ya mencionados Juanlu e Isa, que pese a haber estado ya en Japón querían repetir experiencia y recordar sitios ya visitados o descubrir otros nuevos. Así que finalmente fuimos 6 los componentes de la expedición. En el viaje hemos estado casi todo el tiempo juntos los 6, pero ha habido ocasiones puntuales en que nos hemos dividido en dos o tres grupos para visitar sitios diferentes, ya que cada uno tiene también sus propios intereses. En este diario me ceñiré a lo que Victor, Mar y yo vivimos, ya que siempre fuimos juntos los tres.
Tras mucho leer y rebuscar por Internet y en la guía de la Lonely Planet elaboré el itinerario que más nos convenía seguir. Por lo que estuve leyendo, casi todo el mundo que va a Japón por libre acaba moviéndose en tren entre las ciudades, así que nosotros hicimos lo mismo, y por tanto decidimos comprar el JR PASS. Este documento es como un bono que te permite hacer un uso ilimitado de viajes en tren por todo el país, siempre que los trenes sean de la compañía pública JR y exceptuando un par de tipos de shinkansen o tren bala (no están incluidos los Nozomi y los Mizuho).
En Japón existen varias compañías de trenes, la JR pública (divida a su vez en varias compañías regionales) y otras privadas. El JR PASS no sirve para estas compañías privadas. Esto es importante tenerlo en cuenta en según que zonas, ya que a veces se puede llegar con compañía privada y con JR, por lo que habrá que optar por la pública. También hay zonas, como la península de Ise, donde no llega la JR y sólo es posible utilizar compañías privadas pagando el correspondiente importe.
Compañías ferroviarias en Japón:
Compañías públicas JR según las regiones:
El JR PASS también se puede usar en el Narita Express que comunica el aeropuerto de Narita con Tokyo y en el ferry de Miyajima, así como en la Yamanote Line, una línea circular en Tokyo que une muchos de los sitios de interés de la capital.
Existen tres modalidades de JR PASS, según la duración elegida: 7 días, 14 días o 21 días, con precios de 215 euros, 344 euros y 440 euros respectivamente. Nosotros decidimos comprar el JR PASS de 21 días, ya que además de que económicamente nos salía muy rentable, también nos facilitaba mucho las gestiones a la hora de comprar billetes de tren y reservar asientos. En algunos trenes japoneses (los de alta velocidad y los que no son locales básicamente) hay vagones donde solamente puedes entrar con asiento reservado y otros vagones donde no hace falta reservar asiento. Si no tienes asiento reservado tienes que entrar en estos últimos y puede que te encuentres con que todo está ocupado y te toca ir de pie todo o parte del trayecto. La reserva de asiento te asegura un asiento para ti durante tu viaje pero tiene un coste adicional al billete, que en algunos casos es muy significativo. Lo bueno del JR PASS es que la reserva del billete está incluida y por tanto no abonas ningún coste extra. De todos los desplazamientos en tren que hicimos solamente en uno nos quedamos sin asiento y tuvimos que ir de pie ya que ya no quedaban plaza de asientos reservados y tuvimos que ir en un vagón de asientos no reservados.
Para consultar horarios de trenes, precios, etc., la página Hyperdia es fundamental. Allí se puede buscar todos los horarios que quieras, tanto de líneas públicas como privadas, frecuencias, precios, etc. Yo llevaba ya buscados los trenes que queríamos coger cada día según el horario que mejor nos venía, sobre todo en los que era necesario reservar asientos (los que van entre ciudades grandes principalmente, en los locales que serían como los cercanías no es necesario), y los tenía organizados por una guía que llevaba en el móvil. Esto me fue muy útil a la hora de ir a comprar los billetes y reservar asientos en las oficinas de JR de las diferentes estaciones, ya que normalmente no hablan mucho inglés y si les enseñas eso lo entienden perfectamente y me facilitó muchísimo los trámites. La dirección de la página es:
El JR PASS está disponible sólo para ciudadanos extranjeros que visitan Japón, y la compra debe hacerse por internet antes de ir. Ellos te envían por mensajero un vale que debes canjear ya en Japón en una de las oficinas principales de JR (aeropuertos y estaciones de tren de grandes ciudades básicamente). Una vez allí indicas qué días quieres activarlo y a partir de ahí es válido el número de días que hayas contratado.
Para elaborar el itinerario teníamos claro que queríamos meter diferentes tipos de visitas y actividades, no abusar de los templos porque si no podíamos acabar algo saturados, y que además de ciudades y cultura también queríamos ver algo de naturaleza y visitas "lúdicas" si era posible. Éste fue el itinerario previsto y en base al cual buscamos alojamientos:
Día 27 julio: salida desde Málaga hacia Osaka-Kansai.
Día 28 de Julio: llegada a Osaka-Kansai y traslado a Kyoto, ciudad en la que pasaríamos las 6 primeras noches.
Día 29, 30 y 31 de Julio: Kyoto. Esto fue lo que más me costó planificar, la distribución de las visitas dentro de la ciudad de Kyoto para minimizar los traslados en transporte público. En Kyoto nos moveremos principalmente en bus, aunque también será necesario algún trayecto en tren.
Día 1 de Agosto: Inicio de periodo de validez del JR PASS. Excursión a Nara y Fushimi Inara desde Kyoto.
Día 2 de Agosto: Excursión a Himeji y Kobe desde Kyoto.
Día 3 de Agosto: Traslado a Miyajima y resto del día para ver la isla. Noche en Miyajima.
Día 4 de Agosto: Traslado a Beppu, en la isla más occidental, Kyushu. Ese día completar la ruta de los infiernos de Beppu.
Día 5 de Agosto: Ver otros puntos de interés de Beppu y aprovechar para probar los onsen tradicionales.
Día 6 de Agosto: Recorrer parte de la isla de Kyushu: Usuki, garganta de Takachiho, volcán Aso. Para este día es necesario reservar un coche de alquiler.
Día 7 de Agosto: Traslado a Matsusaka y de camino parar unas horas en Hiroshima. Dormir en Matsusaka.
Día 8 de Agosto: Parque de atracciones Shima Spain Village.
Día 9 de Agosto: Traslado a Takayama y por la tarde vamos a Shirakawago. Dormir en Takayama.
Día 10 de Agosto: Takayama.
Día 11 de Agosto: Traslado a la zona de los 5 lagos. Dormir en Kawaguchiko o cerca.
Día 12 de Agosto: Bosque de los suicidios, aldea Iyashi no sato. Recorrido en bus por la zona.
Día 13 de Agosto: Parque de atracciones Fuij-Q, Kawaguchiko.
Día 14 de Agosto: Traslado a Tokyo y empezar a ver la ciudad esa tarde. A partir de aquí dormimos en Tokyo.
Días 15 al 20 de Agosto: Tokyo, y dos días de ellos excursiones a Nikko y Kamakura-Yokohama. Los desplazamientos en Tokyo se harán básicamente en la Yamanote Line, con algún tramo extra en metro no incluido en el JR PASS.
Día 21 de Agosto: Vuelta a Málaga desde Narita con escala en París.
El itinerario se cumplió bastante bien, quitando algunas modificaciones que hubo que hacer por motivos ajenos a nuestra voluntad que ya iré contando , ya que el viaje acabó siendo algo accidentado en algunos momentos.
En las próximas etapas iré desgranando cada uno de los días con lo que vimos y algunas modificaciones que tuvimos que hacer sobre la marcha.
Llegó el día 23 de Julio. ¡Ya quedaba poco para nuestro viaje a Japón! En apenas 4 días teníamos el vuelo desde Málaga. Las maletas estaban ya medio hechas, el seguro médico contratado, el JR PASS encargado, la cámara de fotos bien provista de tarjetas de memoria, toda la documentación de reservas de hoteles impresas... todo casi listo para emprender el vuelo. Sin embargo, ese domingo previo al viaje tuvimos una visita inesperada que marcó en gran medida el principio del viaje.
Victor había tenido ya problemas de piedras en el riñón, de hecho, unos meses antes tuvimos que ir a urgencias en un hospital de Birmingham, en el Reino Unido, porque le dieron unos dolores muy fuertes, y el año anterior tuvimos que cancelar un viaje al Parador de Cardona, en Barcelona, por el mismo motivo. El día 23 de Julio volvió a tener dolores fuertes en un riñón y tuvimos que ir corriendo a urgencias del hospital de Ceuta, ciudad en la que vivimos. Como siempre que le ha pasado, le pusieron goteros con calmantes y poco más podían hacer, según el médico, sólo podíamos esperar a que su cuerpo expulsara la piedra por sí mismo. Bonito panorama nos esperaba.... Los calmantes le hicieron efecto y el dolor amainó, pero seguía teniendo una molestia continua que nos hacía temer lo peor.
El miércoles 26 de Julio temprano cogimos el barco para cruzar el estrecho de Gibraltar hasta Algeciras, y de allí un bus hasta Málaga. Al poco de salir el autobús empezó a encontrarse mal otra vez y deprisa y corriendo tuvimos que empezar a llamar a diferentes clínicas de Marbella o Málaga para pedir cita con un urólogo ese mismo día. Conseguimos una cita en una clínica marbellí y como el bus hacía una parada allí, pues nos bajamos. El urólogo que dijo lo que ya sabíamos, que la piedra estaba allí, que tenía que salir ella sola y que mientras tanto tocaba aguantar y sobrevivir a base de calmantes.
Como se encontraba bastante mal y su seguro médico no le cubría la asistencia en urgencias teníamos que ir a uno de la Seguridad Social para que le pusieran otra vez los goteros y los calmantes, así que llamamos a unos amigos que viven en Málaga para que fueran a buscarnos y que nos llevaran a un hospital público.
De nuevo en urgencias, ya por la tarde y con las maletas a cuestas, volvieron a hacerle analíticas y ecografías y le pusieron los calmantes. Estuvimos allí unas cuantas horas, con los nervios a flor de piel, ya que nuestro vuelo salía a las 01:05 y a las 11:00 todavía estábamos saliendo del hospital. Nuestro amigos malagueños nos llevaron a una farmacia para comprar la nueva medicación que le recomendaron en el hospital y nos llevaron al aeropuerto, donde ya nos esperaban Mar, Juanlu e Isa. El mostrador de facturación estaba aún abierto pero estuvimos sopesando seriamente la posibilidad de abortar el viaje y quedarnos en España, al menos hasta que expulsara la piedra y si podíamos reengancharnos después comprando otro vuelo de ida, ya que los médicos decían que era cuestión de unos días.
Yo era partidario de esta opción, no me parecía muy prudente que Victor volara en estas circunstancias y que tuviéramos que ir al hospital en Japón, pero como los calmantes de urgencias le habían hecho efecto se encontraba mejor y decidió arriesgarse. Ahora sí que sí, ¡nos íbamos a Japón! Facturamos las maletas, pasamos el control de seguridad, y a la puerta de embarque, apenas tuvimos que esperar.
Enhorabuena, me está encantando el diario Yo también sufro de cólicos y piedras (6 en los últimos 7 años) y menudo valor le echó tu chico al montarse así en el avión...yo creo que no me hubiese atrevido; me cuesta hasta coger el metro cuando estoy así por si me da el arrechucho, como yo digo. Me alegro de que mejorara a los pocos días y pudierais disfrutar del viaje.
Muchas gracias por compartir tu experiencia, yo fui hace unos años y me gustaria algun dia volver pero visitar sitios nuevos y he rescatado un par de lugares de tu diario que no he conocido. Genial que se pueda ir a dormir una siesta en el hotel capsula, me gustaria probar la experiencia pero no me animo toda la noche. Te doy los 5 puntitos!
Me ha encantado tu diario! He apuntado algunas cosas que cuentas y recomiendas. Nosotros nos vamos en noviembre! Podremos disfrutar los colores del otoño!
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Como consejo te diré (yo soy anti calzado cerrado en verano ) que te lleves deportivas a tu viaje.
En Japón me tuve que comprar unas porque en sandalias me fue imposible hacer los 15km de media diarios.
Es más, las Birkenstock que son hiper cómodas y ergonómicas, me hicieron heridas en las plantas de los pies. Hace mucho calor y humedad, y sin calcetines la fricción provoca ampollas.
ANGEMI Moderador de Zona Ago 09, 2009 Mensajes: 29584
Tema calzado, lo que dice Markeli totalmente de acuerdo, en nuestro caso fue Vietnam pero andamos mucho y mucha humedad también, llevamos sandalias, pero al final para las caminatas vimos que íbamos mejor con deportiva ligera y calcetín fino, yo nunca llevo calzado cerrado en verano y hasta pensaba que me daría calor, y no, al revés, es lo más cómodo.
WoahOfficial Super Expert Oct 24, 2014 Mensajes: 606
Uff. Yo soy pro-deportivas total, pero si es cierto que hace dos agostos en NY nos pilló plena ola de calor y suerte tuve de llevar las de senderismo abiertas, creo que las deportivas me las puse dos días y lo pasé fatal, ahora, con las sandalias podrían haberme echado quince kilómetros mas encima que sin problema. De todas formas planeo llevar ambas cosas, iré viendo según convenga. La duda era por la necesidad o no de ir echando calcetines a la mochila.
Golorito Indiana Jones Mar 29, 2008 Mensajes: 4286
Uff. Yo soy pro-deportivas total, pero si es cierto que hace dos agostos en NY nos pilló plena ola de calor y suerte tuve de llevar las de senderismo abiertas, creo que las deportivas me las puse dos días y lo pasé fatal, ahora, con las sandalias podrían haberme echado quince kilómetros mas encima que sin problema. De todas formas planeo llevar ambas cosas, iré viendo según convenga. La duda era por la necesidad o no de ir echando calcetines a la mochila.
Unos pinkis por si te da cosa ir descalzo/a y listo para todo el viaje 😜.