¡Regresamos a DisneySea!
Un día más, a las 7:15 ya estamos en la gran plaza de la entrada del parque, haciendo cola.
Una hora y media más tarde y volvemos a estar dentro, hemos cogido a toda prisa otro pase para entrar a Fantasy Springs, nos ha tocado por la tarde.
Empezamos por donde lo dejamos ayer, por la zona American Waterfront.
Entre los edificios de ladrillo de Manhattan y la Torre del Terror está el parque de Toy Story. Viene a ser como una feria vintage.
La atracción Toy Story Mania es como unos juegos de feria de puntería pero a través de un vehículo y en pantallas gigantes. Tiene un ritmo frenético y es super divertida.
En la zona de Estados Unidos también tomamos el escénico tranvía elevado y hacemos el recorrido de ida y vuelta
y luego entramos en el espectáculo de Big Band Beat, donde Mickey y sus amigos, acompañados por unos estupendos bailarines, cantan y bailan canciones típicas de la década de los 20: swing, jazz, etc.

Luego pasamos un buen rato explorando el Muelle Mediterráneo, en una esquina hay unos canales, por la tarde navegarán por aquí unas góndolas, ¡parece tal cual Venecia!
No dejamos de sorprendernos con el nivel de detalle tan espectacular en todo.

A las 12 puntuales estamos entrando en el restaurante de lujo Magellan. Forma parte del regalo de cumpleaños para mi marido.

La decoración interior es gótica, tematizada con memorabilia de exploradores.
Un gran globo terráqueo preside el centro de la sala. En las paredes hay reproducciones de cuadros de Holbein o Tiziano.
El servicio es exquisitamente atento y el menú, aunque no es abundante, está muy rico.
Después de comer exploramos la zona del fuerte, donde se encuentra el restaurante.
Y por la tarde visitamos las dos zonas que nos quedan: Mermaid Lagoon y Arabian Coast
Mermaid Lagoon es donde vive la Sirenita. Desde fuera es una especie de castillo marino fantasioso, con torres y agujas en forma de conchas.
En el interior hay un amplio espacio lleno de atracciones infantiles. No subimos a nada porque somos mayorcitos


Arabian Coast es la tierra de Aladín.
Por un lado está el zoco, con sus calles sinuosas,
y luego la gran plaza del palacio, donde vemos un espectáculo de La Lámpara Mágica.
Una vez más, es todo en japonés pero conseguimos hacernos una ligera idea.

Aquí también hay el típico tíovivo pero decorado en estilo árabe y unas alfombras mágicas giratorias.
Se ha hecho la hora para montar a la atracción de Frozen. Pero cuando llegamos allí, ¡oh, no, está averiada!

Esperamos un buen rato pero al cabo de media hora nos aparece en la app un vale express para cualquier otra atracción del parque.
De hecho, como teníamos un pase express gratuito y uno de pago, nos dan dos vales express a cada uno.

Uno de ellos lo gastamos en una de las pocas atracciones del parque de las que nos falta montar: Soaring.
Es un viaje a través de distintos paisajes impresionantes del mundo en una pantalla circular super inmersiva.
Desde el desierto hasta el ártico, playas paradisíacas o la selva, para finalizar pasando por la icónica Torre de Tokyo hasta regresar a DisneySea.
Ya es de noche cuando vemos en la app que Frozen ha vuelto a funcionar. Corremos para poder alcanzar las mínimas colas, aún así, son 40 minutos, pero podemos volver a disfrutar de una de nuestras atracciones favoritas del parque.
También hemos conseguido un pase express gratuito en Rapunzel.

Está a punto de cerrar el parque, no hemos cenado y estamos agotados. Nos conformamos con un par de churros típicos de Disney

Otras fotos del día: