Dublin al completo ✏️ Blogs de Irlanda

Planificamos este viaje de la forma más económica posible, utilizando los días necesarios para conocer la ciudad y alrrededores y sin grandes homenajes a la hora de comer o cenar. Previamente sacamos todo tipo de información turistica de la ciudad, pero realmente no llevabamos un planning preestablecido.
Todo lo hicimos por internet, concretamente a través de Ryanair. Viajamos en Noviembre de 2008, aprovechando unos días de vacaciones que teniamos pendientes.
El hotel tambien lo buscamos por Ryanair (muy aconsejable) ya que había ofertas muy buenas (tres noches y solo nos cobraron 2). Elegimos el Maldron Hotel Parnell Square, un 3 estrellas con grandes habitaciones y excelente ubicación. Está situado a escasos 5 minutos a pie del Spire. Solo llevamos equipaje de mano (ojo al peso y medidas porque Ryanair es muy estricto en esto) y una breve planificacion de visitas obligadas.

PRECIOS
Vuelos: 40€ (i/v 2 personas)
Hotel 3 noches: 170€

ROPA
Llevamos la ropa justa para que el equipaje no sobrepasara los 10kg permitidos. Teniendo en cuenta que era invierno, todo fué un poco más complicado. Hay que tener en cuenta que solo puedes llevar un bulto, así que bolsos, camaras y demás objetos deben de ir dentro de la maleta (incluido en el peso). Es conveniente llevar puesta toda la ropa posible para pasar el control, a ser posible con grandes bolsillos para poder meter monederos, camaras de fotos u otro tipo de objetos. Para viajar en este plan, eramos conscientes de que no podiamos llevar calzado extra, ni secador, ni lujos que retaran a la gravedad. Si preferíis viajar con menos estres, merece la pena facturar una maleta por pareja, ya que tan solo supone 40€ mas ida y vuelta (tened en cuenta que de esta manera hay que facturar en aeropuerto).

TIEMPO
El tiempo en Noviembre es frío. Aunque no nos llovió, había una humedad permanente que acababa mojandonos. El problema es que hay que llevar ropa de abrigo, que pesa más, paraguas, etc.


Una vez todo preparado, comienza la aventura irlandesa.....

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Respecto al vuelo con Ryanair, todo correcto. Solo decir que quien viaja con un Lowcost ya sabe las ventajas e inconvenientes. Salvo el caos propio de viajar sin asientos asignados, todo fué según lo esperado. El vuelo fué puntual (¿sabiais que cuando un vuelo de ryanair aterriza puntual suena unas trompetas por megafonía en señal de victoria?) y al no llevar maletas facturadas, en 5 minutos ya estabamos en la calle, ahorrandonos cintas transportadoras, carritos, etc.

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Lo primero que hicimos fué preguntar por el BUS que lleva hasta el centro. Adverrtir que tanto mi ingles como el de mi novia es nulo, pero hablamos divinamente por gestos. Descubrimos que hay dos lineas (747 y 748) que te llevan al centro de la ciudad. La linea 747 tardó 30 minutos en dejarnos en el mismo centro de la calle O’Connell Street (corazón neuralgico de la ciudad), justo al lado de la oficina de turismo, por tan solo 6€ el trayecto. También hacía parada a escasos metros de nuestro hotel, cosa ventajosa a la hora de marcharnos el último día. Nos llamó mucho la atención el colorido de la ciudad:

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La primera impresión que tuvimos fué la de estar en una ciudad pequeña (no llega al medio millon de habitantes). En Dublín todo está cerca y no hay que coger autobuses, todo se puede hacer andando. Nos dirigimos al hotel, donde nos llevamos una grata impresión, tanto es así, que pensabamos que estabamos equivocados. Tuve que salir a mirar el nombre porque no creiamos que fuera el nuestro. Super moderno, trato agradable y una habitacion muy acojedora. LA recepcionista fué muy amable y nos dejó depositar las maletas en recepción, ya que aún no era la hora para poder acceder a la habitación.

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Nada mas salir, empezamos a callejear hasta O’Connell Street, en busca del famoso Spire. El Spire es un cono de 120 metros de altura, siendo el monumento mas alto del mundo. Tambien se le conoce como el monumento de la luz (se ilumina por las noches). Se puede ver desde cualquier punto de la ciudad y es donde suele quedar todo el mundo:

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Tanta emoción comenzó a darnos hambre. Tuvimos suerte de que el primer sitio en el que entramos fué el mejor de todos los que vimos despues. Un camarero español nos informo de una oferta: "todo lo que metais en una bandeja, por solo 10€". Creo que la mentalidad española es muy diferente en este aspecto al resto de Europa... no saben lo que hacen. Menudo desayuno nos pegamos. En una bandeja podeis poner el desayuno de 2 o 3 personas (se paga por bandeja, no por persona). Siempre dudabamos de si a primera hora de la mañana apetecería comer tanto, con refrescos, salchichas, bacon, etc. La respuesta es sí rotundamente:

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La cafeteria se llamaba Kylemoke y está justo al lado de la estatua de James Joyce en North Earl Street (el autor de Ulises). También le pusieron su nombre a uno de los puentes mas conocidos de la ciudad que da justo al barrio de Temple Bar:

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Ya con el estomago lleno, empezamos a andurrear por Dublin, que estaba ya adornada con motivos navideños. Incluso vimos a un Papa Noel autentico bajar por una fachada:

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Nos dirijimos dirección al río Liffey, ya que al otro lado se encuentra el famoso Temple Bar, pequeño barrio repletos de pubs. El camino desde el Spire al rio es de apenas 100 metros. Como os digo, todo esta realmente cerca:

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Fué llamativo el colorido de sus autobuses. Nos encantó el contraste de colores en cada esquina. Las fachadas, las puertas de las casas, los parques, etc:

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Al poco de cruzar el río Liffey, a mano derecha llegamos a Temple Bar, la zona más conocida de Dublin y la única de diversión nocturna. Se dice que tiene ese nombre por su antigua prohibición a los judíos de entrar allí, aunque la mayoría piensa que toma nombre del Pub mas famoso de Irlanda:

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Como aun era temprano, decidimos movernos por la zona para hacer tiempo. Las calles son muy anchas y están muy bien cuidadas. A penas obserbamos suciedad en el suelo, y la gente decora sus casas de manera muy coquetas, con macetas, duendes, etc. Sorprendente los jardines:

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y las fachadas de los edificios:

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A 5 minutos de Temple Bar, bordeando el río, pudimos ver la iglesia de la Stima Trinidad, la mas antigua de Dublin, y conocida por sus 16 campanas:

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Pero sin duda, la catedral mas importante y famosa de Dublin es la de San Patrick. Es la mayor de Irlanda y aunque algo escondida, merece la pena ir a verla.

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Tambien aprovechamos para hacer algunas compras en las tiendas Carroll. Es una franquicia que tiene muchas tiendas repartidas por toda la ciudad. Los precios son muy asequibles, aunque no pudimos comprar muchos recuerdos porque teniamos el problema del peso a la hora de embarcar a la vuelta:

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Cuando ya hicimos tiempo de que abrieran los pubs y empezó a caer la noche (muy pronto en esas fechas), fuimos a tomarnos unas Pintas de cerveza Guiness, donde en muchos pubs había grupos de musica en vivo. La verdad que al volver a España he bebido cerveza Guinnes, pero tan solo me gusta si la bebo en Temple Bar. Aconsejable acompañarlas con unas buenas ostras. Nosotros, como ibamos en plan lowcost, acompañamos con unos pistachos, que nos hizo el mismo avío:

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Con mucha pena y un mareo considerable, nos fuimos al hotel a descansar y a preparar la jornada siguiente, que empezaría temprano (iremos a la fabrica de cerveza Guinnes ummmmmmm). En el camino de vuelta pudimos ver que Dublín tambien es bonita por la noche. Hay mucha gente en la calle y se pueden ver personajes de todo tipo, como un cowboy jugando al ajedrez con los transeuntes:

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De este primer dia me llevo la sensación de que Dubín sería una ciudad donde viviría, sin dudarlo. Mucha tranquilidad y la gente muy amable. Hay muchos españoles trabajando y estudiando allí. Adoro Dublín.

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Tras descansar en nuestro comodo hotel, amanecimos con muchas ganas de conocer con más detalle esta maravillosa cuidad, que cada minuto que pasa, nos gusta más. Para ello nos duchamos, cogemos ropa de abrigo que parece amenazar lluvia, y nos dirigimos a desayunar para coger fuerzas. ¿Alguien sabe donde desayunamos? Correcto ¡¡¡ :

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Ahora ya somos personas. La gente de la cafetería nos miraba y se reían. "No podran con esa bandeja..." parecian decir. Groso error, todo estaba delicioso y ahora ya nos sentimos preparados para el resto del día. Lo siguiente que hicimos fué hacer algunas compras de cosas cotidianas en un pequeño supermarket:

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Decidimos coger O´Connell Street dirección al río, ya que, al otro lado se encuentra gran parte de monumentos que queremos visitar. Por el camino merece la pena observar, entre otras coas, el tranvía, al cual mi novia quería subirse a dar na vuelta, y no se por qué, no quise. La verdad es que le cogí tirria de tanto oir "porfiiiiii vamos a montarnossssss". Ahora me arrepiento, pobrecita:

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La estatua de William Smith O'Brien:

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o esta otra de un tío gritando, todo lleno de cagadas de palomas. Creo que era una estatua de Nelson:

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Allí cada detalle era bonito. Apetecía fotografiarse con todo lo que veíamos a nuestro alrrededor, como por ejemplo las farolas:

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Por fin encontramos, justo en frente de Trinity College, la estatua de Molly Malone. Sabiamos que era famosa porque la veiamos en muchos folletos, pero no sabiamos su historia. Según la leyenda, era una antigua vendedora de mariscos del siglo XVII que iba por el puerto gritando ¡¡Mejillones y Berberechos vivitos!!, y que extrañamente se hizo popular por morir de fiebre en plena calle. Rizando el rizo, le sacaron una canción que se convirtió en el himno no oficial de toda Irlanda:

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Luego seguimos callejeando por las calles del centro, sin un rumbo definido, tan solo por disfrutar del ambiente dublinés. El paseo nos ayudó para hacernos una idea de las dimensiones de la ciudad y ubicar donde estaba la parada de trenes DART, ya que al día siguiente tendriamos que usarlo y no queriamos perder tiempo en localizar la estación. Os dejo algunas fotos:

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Una vez esto, decidimos ir al Trinity College, la universidad mas antigua de Irlanda. La primera impresión que recibimos nada más entrar, fué la de teletransportarnos a una pelicula de Harry Potter. Aquello es increible. A esos estudiantes solo les faltaba la bufanda y las gafas. Aquello es una extención de nada más y nada menos que 190.000 km2, con pistas de rugby, futbol, etc, etc. Allí estudian más de 15000 estudiantes, para que os hagais una idea. Nosotros dabamos el cante de turistas, pero aún así nos colamos con toda la cara del mundo, entrando en salas de estudio, y haciendo fotos a cada rincón:

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Ya al mediodia, nos pusimos en busca de la fabrica de cerveza Guinnes (Guinness Storehouse), que se encontraba en la otra punta de la ciudad. Para ellos atravesamos el Temple Bar, que estaba de camino, y a provechamos para comer algo. Tras 20 minutos a pie, y conocer la parte no turística de Dublín, llegamos a la tan ansiada fabrica.

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La Guinness Storehouse es una fabrica con un enorme museo de varias plantas, en forma de Pinta de cerveza. La ultima planta es lo que sería la espuma de la pinta y actualmente es un bar mirador. El precio por persona es de 15€, aunque te puedes ahorrar algo por internet. El precio nos incluyó la visita por la fabrica, donde pudimos ver los procesos para elaborar la cerveza, una degustación en la misma cadena de fabricación, y un ticket para tomarte una Pinta en el bar mirador. Tambien te enseñan a tirar una buena cerveza. Os dejo algunas fotos del interior de la fabrica:

La cebada:

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El agua:

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Degustando la cervecita:

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Dicen que hay que ser muy paciente para beber Guinness, ya que desde que te la sirven hasta que la bebes, tienes que dejarla reposar 2 minutos. Primero te echan 3/4 partes de la pinta, quedando un liquido marrón que, poco a poco, comienza a ponerse negro de abajo hacia arriba. Pasado 2 minutos, la rellenan del todo, y tienes que colver a dejarla hasta que toda la pinta está completamente negra. Si quereis probar lo que os digo, compran una lata de Guinness en cualquier supermercado y tomarosla en casa:

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Podeis observar el detalle del trebol en la espuma:

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El resto, ya os lo podeis imaginar. Cebollón de campeonato:

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En el bar mirador se nos hizo de noche, y el alcohol empezó a hacer efecto. Uno de ellos fué el hambre, por lo que decidimos irnos de vuelta y comer algo. Comimos en una especie de baguetería:

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Por último, antes de irnos al hotel, decidimos hacer tiempo bordeando la orilla del río dirección Este. Todo el paseo estaba decorado con motivos navideños y algunas estatuas un poco raras, como la de este perro:

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Finalmente nos fuimos al hotel, porque el próximo día habiamos pensado en coger el DART hasta un pueblo costero al norte de Dublín, donde decían que era posible ver focas en el puerto. ¿Será cierto? Mañana lo veremos.

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