![]() ![]() Cuaderno de viajes: Córboda ✏️ Blogs de España
Escapada de tres días a Córdoba.Autor: MadQuark Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (8 Votos) Índice del Diario: Cuaderno de viajes: Córboda
01: Primera parte
02: Segunda parte
03: Las vituallas
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Hacía tiempo que quería conocer Córdoba. Había que completar el trío andalusí tras haber pasado por Granada y Sevilla, y debo decir que he regresado encantado. Nos faltó tiempo para ver todo lo que queríamos, lo que es buena señal, a pesar de que aprovechamos el puente para tener un día más.
El viernes llegamos a mediodía y la ciudad nos recibió con una temperatura más que primaveral. Directos al hotel para dejar las maletas y cambiarnos de ropa para no morir asados. Inmediatamente nos fuimos a comer algo. Pero del turismo gastronómico hablaremos en otra entrada, porque lo merece. *** Imagen borrada *** La primera visita no podía ser otra que la Mezquita-Catedral. Allí pasarás tranquilamente una hora u hora y media (salvo que te detengas a observar minuciosamente cada capilla) paseando entre los arcos y columnas, admirando la inmensidad de la obra (la tercera mezquita más grande del mundo). El alminar es parecido a la Giralda, aunque no llega a su majestuosidad y también hay un patio de los naranjos, mucho más grande que el de Sevilla. Resulta sorprendente ver cómo se incrusta la catedral cristiana en el centro de la mezquita musulmana, y sobre todo cómo fueron capaces de entender la belleza del lugar y mantenerlo a pesar las modificaciones. Aunque lo mejor está en el interior, es obligatorio recorrer todo el perímetro por fuera y admirar sus muros y puertas. *** Imagen borrada *** Tras un pequeño descanso aprovechamos para ir al Alcázar, justo al lado de la Mezquita. Quizás fue la visita que más me decepcionó. En su interior se pueden ver unos baños árabes, algunos mosaicos romanos encontrados en la zona, pero el edificio en sí no aporta mucho salvo las fotos que puedes hacer desde su torre. Lo mejor son los jardines exteriores, magníficos, por los que merece la pena pasear al atardecer, entre sus fuentes y flores. *** Imagen borrada *** De vuelta al hotel para descansar un poco y salir a cenar. Elegimos la zona de la Corredera, lo que nos permitió pasear por las calles de la Judería, a esas horas ya vacías de turistas, débilmente iluminadas, sintiendo que has retrocedido en el tiempo. El sábado teníamos una visita guiada a las ruinas de Medina Azahara. Se puede comprar un paquete que incluye el bus hasta allí (a unos 8km. de la ciudad), guía turístico, entrada al museo y a la excavación y el bus que sube a la excavación. Llegamos allí sobre las 11 y nos dirigimos directamente a las ruinas. Si vas por tu cuenta merece la pena recorrer primero el museo para enterarte de lo que vas a ver. Durante más de una hora recorrimos las ruinas de la mano del guía que nos explicó con detalle todos los aspectos de esta ciudad administrativa. Menos mal que íbamos con un calzado cómodo porque te pegas un buen pateo. Por desgracia, uno de las zonas más interesantes, el Salón de Abd al-Rahman III, está cerrada por obras de restauración. *** Imagen borrada *** Al acabar regresamos al museo-centro de interpretación, de los mejores que he visto. Moderno, interactivo, uno de esos en los que realmente aprendes, muy recomendable. Incluye la proyección de un video (unos 20 minutos) con una recreación 3D de la medina original. En general las visitas guiadas no nos gustan porque tienes que acomodarte al ritmo que te marcan, y en esta ocasión también dudamos hasta el último momento, pero realmente mereció la pena gastar la mañana allí, e incluso nos faltó tiempo para verlo con calma. Hubiéramos estado un buen rato más en el museo. Muy recomendable. *** Imagen borrada *** Ya de vuelta, a tapear de nuevo por la Judería para recuperar energías. Mañana, la segunda parte del viaje.
La tarde del sábado la dedicamos a recorrer la Judería. comenzamos visitando la Sinagoga, un pequeño templo (uno de los tres únicos que quedan en España) que conserva unas bellas yeserías. Seguimos hacia el zoco municipal, una plaza-patio en la que se encuentran un par de tiendas de artesanía. Entre ambos lugares se sitúa la Casa de Sefarad, un museo que cuenta la historia de los sefardíes, aunque no llegamos a entrar.
Continuamos callejeando hacia un par de puntos también muy turísticos y curiosos: la calle del Pañuelo, así llamada porque tiene la anchura que tiene, y la calleja de las Flores, desde la que no faltará una de las fotografías típicas de la ciudad. Alejándonos un poco del punto central que es la Mezquita, llegamos hasta la plaza del Potro, tan “famosa” que aparece nombrada incluso en el Quijote. Allí está el museo de Bellas Artes y el Julio Romero de Torres. *** Imagen borrada *** Una visita que recomiendo sin duda es el Museo Vivo de Al-Andalus, que se encuentra en la torre de Calahorra, al final (o principio, según se mire) del puente romano. Un paseo interactivo por la historia de Al-Andalus y la convivencia entre culturas. Geniales las maquetas de la Alhambra y la Mezquita y los juegos de luces que utilizan para acompañar las locuciones. *** Imagen borrada *** Agotados, casi no nos quedaban fuerzas ni para llegar al hotel ni para cenar, pero una buena ducha puede con todo. Amanecimos el domingo tristes porque se nos acababa el viaje, pero antes teníamos pendientes algunas visitas, aunque al final fuimos cambiando sobre la marcha y nos dejamos las más alejadas en el tintero, como el Palacio de Viana o el Cristo de los Faroles. La visita a Medina Azahara incluía la entrada para los Baños Califales, y la aprovechamos. Son los restos de unos baños árabes creados para el Califa y su corte, restaurados y en los que se explica con sencillez su historia y funcionamiento. Después a la capilla de San Bartolomé. Continuamos el paseo por los restos de la muralla y la puerta de Almodóvar, por esas callejuelas por las que da gusto perderse. *** Imagen borrada *** Como nuestro tren salía pronto no pudimos aprovechar más la mañana, a riesgo de tener que comer en la estación… y eso hubiera sido imperdonable.
Para completar el periplo por Córdoba vamos con la parte de turismo gastronómico.
Preparando el viaje, hablaban tan bien de la gastronomía cordobesa que la boca se me hacía agua días antes de salir. Nos decantamos por el tapeo en lugar de buscar restaurantes para conocer más lugares. Sin embargo, el tapeo por Córdoba es diferente a lo que estamos acostumbrados por estas tierras. Allí lo típico es sentarse en una taberna (con su patio cordobés) y tomar unas raciones, así que nuestra idea inicial quedó descartada y al final estuvimos en muy pocos sitios, aunque tengo que decir que salimos realmente satisfechos de casi todos. *** Imagen borrada *** No puedes pasar por Córdoba sin probar el salmorejo, las berenjenas a la miel, el rabo de toro, los flamenquines, el bacalao,… Y por supuesto, ir al Bar Santos, junto a la Mezquita para comer la tortilla más grande que he visto jamás (y una de las mejores, todo hay que decirlo). *** Imagen borrada *** Los dos sitios que más nos gustaron fueron la Cazuela de la Espartería y la Casa Rubio. En la Cazuela (zona de la Corredera) tuvimos que esperar más de media hora para cenar, pero mereció la pena por el rabo de toro (riquísimo) pero sobre todo por unas berenjenas con salmón que estaban para morirse. Pero es que en Casa Rubio (junto a la puerta de Almodóvar) nos comimos una ración más que generosa de berenjenas a la miel que no tiene comparación. Nos gustó tanto que acabamos repitiendo al día siguiente. Y no nos trajimos de vuelta unas raciones en tappers porque no vimos cerca ninguna tienda de chinos donde comprarlos ![]() *** Imagen borrada *** También estuvimos en la Casa Pepe de la Judería pero nos gustó menos. Es uno de las tabernas típicas de la Judería y estaba junto a nuestro hotel por lo que nos venía al pelo para no cansarnos, y allí probamos los monosabios, que son trozos de bacalao rebozado frito. Estaba bueno, pero no nos llegó a emocionar y es algo más caro que otros lugares. Y no me puedo olvidar de los postres, sobre todo el pastel cordobés (hojaldre relleno de cabello de ángel) y una mousse que tomamos en la Taberna Rafaé (después del correspondiente salmorejo y flamenquín, por supuesto, todo muy rico también). *** Imagen borrada *** Por si fuera poco, esta es la época de los caracoles, y por toda la ciudad se colocan chiringuitos con terracitas. Así que no le hicimos ascos y nos animamos a probarlos. *** Imagen borrada *** Fue sin duda un viaje que mereció la pena en todos los sentidos. --- Mi blog personal: Principio de Incertidumbre 📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (8 Votos)
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