Mallorca, playas, niñas, silla de ruedas... ✏️ Blogs of Spain

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Como siempre, nos hemos puesto en marcha a las tantas. Y para el desayuno también necesitamos nuestro tiempo, primero preparar el desayuno a las peques (leche con galletas y colacao para Laia, toooodos los días lo mismo, y nunca se cansa...., algo más variado para su hermana) y dárselo, según como. Y luego nosotros, primero algo salado, luego algo dulce...

No sé qué hora sería ya cuando volvemos a la habitación. Hace un día espléndido, habrá que aprovechar. Mi marido me dice que hoy podríamos ir de excursión mmmmm seguro?? sí, sí, seguro, conducir no me molesta, a dónde quieres ir??

Bueno, yo tenía en mente, a grandes rasgos y sin concretar, 3 posibles rutas: la zona norte (Alcúdia, Pollença, …), la zona este (Santanyí...) y la zona oeste (Valldemossa, Sóller, …), aunque no había bajado más al detalle (qué ver en cada sitio, qué tal los accesos, …), y bueno casi que a pito-pito colorito (sí, sí, colorito ) le toca a la zona norte

Después de preparar la mochila grande (buff, los que tenéis críos ya sabéis, que si pañales, ropa de recambio, galletas, agua, toallitas... lo que se os ocurra, y aquello que no se os ocurra también, que seguro que lo necesitaremos ), la mochila de la cámara, y poner a las crías en sus sillas respectivas iniciamos el éxodo..., ay no, un pipi antes de irnos... saca la cría, vete al lavabo, vuelve con la cría, otra vez a la silla... Uff, parece una tontería, pero cada vez que toca pipi me pongo a sudar Ahora sí, no???? Siiiii

- A dónde vaaaaamos??
- De excursión, cariño.
- Que digo que a dónde vaaaaamos????
Si es que tiene razón, a esta cría ya hay que darle más explicaciones. Y mirando el mapa le voy diciendo sitios: Playas de Muro, Port D'Alcúdia, Formentor, Pollença...,
- Uhhhhhhhhh

Ponemos rumbo a Artà. Parece que no damos con el atajo de Son Servera, y nos toca atravesarlo entero, mira que es pequeño, pero no sé, se me hace pesado... Hay varias carreteras que llevan a Artà, las vimos ayer, descartamos la primera, principalmente porque casi ves el desvío cuando pasas por delante muy buena carretera no será! El segundo desvío parte de una rotonda, esto ya tiene mejor pinta

En Artà vemos en algunos sitios esculturas de hierro, todas del mismo estilo, las veo hasta en un balcón imagino que serán de algún artista local... Vemos algunos edificios destacables, aunque no sabemos qué son... una especie de castillo, una casa señorial.... Se acaba la visita panorámica de Artà y continuamos hasta Alcúdia.

Primero vemos Can Picafort, y a partir de aquí ya casi que todo lo que vemos son hoteles, creo que me suenan todos de los días en que miraba hotel por esta zona. Vamos por una calle-carretera en segunda línea (los hoteles dan directamente a la arena …), y hay mucha animación, tiendas, bares....

Paramos en Port d'Alcúdia. Damos una vuelta por allí... tiendecitas y terrazas en las calles interiores. Llegamos al puerto, subimos a una pasarela de madera, desde la que se tiene una buena panorámica de la playa...

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Hay muuucha gente, parece mentira que sea un lunes de mediados de junio. No quiero ni pensar cómo debe ser la cosa en pleno agosto

Ufff, qué calor. Tendría que haberme puesto tirantes...

Nos sentamos a tomanos algo en una de las terrazas que dan a la playa. Pedimos un par de cañas, agua fresquita para mezclar con la que llevamos que a estas alturas ya debe ser calduchi, y una bolsa de patatas. No tienen patatas (yo creo que nos quieren echar, que es ya la hora en la que comen los guiris, y nosotros con dos cañitas...) Desde luego, si ese era su propósito lo consiguen, porque a mi la cerveza a palo seco no me gusta. Eso sí, primero unas “instantáneas" del lugar

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Volvemos hacia el coche, y enfilamos para Alcúdia pueblo. Me suena que hay un castillo o algo así, pero cuando llegamos sólo vemos un par de torres en medio del pueblo

Estoooo, es que no me acuerdo muy bien De todas maneras, hacemos visita panorámica, y vamos rodeando la muralla, ya que hemos quedado en ir a Formentor antes de comer, y si nos paramos se nos hará tarde. A mi (a nosotros, vaya) nos gustan los castillos, las murallas, ... pero yo prefiero siempre ver el mar

Seguimos pues en dirección a Port de Pollença. Atravesando Alcúdia vemos muchas banderas en los balcones, de Argentina, de Inglaterra, de Alemania... Lo veremos luego en otros sitios también... Vamos, ni que se estuviera jugando un mundial de fútbol!!

El trayecto hasta Port de Pollença es agradable. La carretera va bordeando el mar por toda la bahía. Pensaba que el Port era más pequeño, pero cuando llegamos tenemos que atravesar mil rotondas hasta enfilar para Formentor. Yo sólo quiero ir hasta el mirador, me imagino que hasta el faro habrá muchas curvas, y yo las odio. De momento hay curvas, pero lo voy soportando Llegamos al mirador, estará a unos 4 km del Port. Podemos aparcar bien aunque hay bastante coches.

Cogemos a las peques en brazos, y vamos a ver … pero no vemos nada. Puffff, qué desilusión.

Es que hay que subir ahí arriba

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A ver, qué queréis que os diga, yo ahí con las peques en brazos no subo...

Así que hacemos algunas fotos de lo que se ve desde abajo, y tiramos para el coche. No me di cuenta de que hasta la atalaya (Talaia D'Albercuix) sí que podíamos haber subido con el coche...

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Me conformaré pensando que era muuuuy mala la carretera

El caso es que entonces mi marido continúa hasta el faro. No toda la carretera es de curvas, pasamos un buen tramo bastante recto, entre pinos, y seguimos por una zona muy virada. De todas maneras me entretengo viendo el paisaje, que deja adivinar el mar de vez en cuando. No sé porqué me resulta familiar... mi costillo dice que se parece a la zona de Cadaqués o el Cap de Creus, no sé, hace mil años que no vamos por allí.

Por fin llegamos al faro

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Aquí también hay escaleras, pero es más fácil ... ale, otra vez Laia en brazos. Al final ni siquiera me he fijado en si hay rampa o no... No estamos mucho rato, sólo el suficiente para dar una vuelta a todo el faro y hacer algunas fotos. Creo que las vistas debían ser más bonitas desde el mirador, pero “el que no se conforma es porque no quiere” (ya sabéis, del acervo maternal)...

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Cuando íbamos para allá hemos visto varias indicaciones para Cala Figuera. De repente la veo ahí abajo, toda solitaria. No me ha dado tiempo a ver si podíamos parar en algún sitio. Le he hecho una foto así, en marcha. Seguro que sale trepidada, pienso…

Cuando hace unos meses estuvimos en Tenerife, a los dos días de estar allí y tras un montón de fotos hechas, tuvimos una pelea con la cámara y borramos accidentalmente todas las fotos. Ilusa de mí, seguí haciendo fotos el resto del viaje con la misma tarjeta. Al llegar aquí y enterrme que las fotos se podían haber recuperado si no hubiera escrito nada encima… me tiraba de los pelos.

Esto a mí no me vuelve a pasar!! Así que para este viaje me llevé 3 tarjetas. “Mal serà …” (del acervo propio ).

Peeeero, ya en casa y a la hora de descargar las fotos veo que no están todas, la última, una de las que hice en Cala Agulla. Ai, lo habré hecho mal . Vuelvo a descargar, la última, una de las que hice en el faro. Mmmm, qué raro… lo vuelvo a intentar. No hay fotos en la tarjeta

Tranquila, Anna40, que ahora tienes un montón de programas de recuperación de archivos… que no pueden hacer nada con lo que sea que le ha pasado a la tarjeta (imagino que el lector se desconectó mientras descargaba, de otro modo, no entiendo este poltergeist…)

Encima que este día fue en el que hice más fotos, con diferencia . Pero estuvimos allí, lo vimos y lo vivimos…

La buena noticia es que pronto tuve que cambiar la tarjeta

Bueno, todo este rollo sólo para explicar que a partir de aquí todo será letra

Como le había comentado a mi marido que me sonaba que la Playa de Formentor era muy bonita, hacemos una mini parada para echar fotos (“pa” gran que ver). No dejamos el coche en el aparcamiento, sino cerca de la entrada del hotel . Sólo vamos a estar un momento, que es tarde ya.

Hay muuuuucha gente. Acaba de parar un autocar, y un montón de turistas invaden la zona en un momento. Hay un pequeño embarcadero, lleno también de gente que espera para subir al barco. Más allá, en lo que se adivina más playa al lado de los pinos, ya ni me acerco. Nada, cuatro fotos y para el coche. Quizá no sea la mejor hora para ir Desde luego esa playa con una ocupación “adecuada” debe ser una preciosidad, pero entre el gentío, los nubarrones y las prisas, no me ha acabado de enganchar…

Paramos a comer en Port de Pollença. Ya es tarde, las dos pasadas, y estas crías tienen que comer y Laia hacer pipi… Hay un montón de terrazas, y paramos en una cualquiera de ellas en la que vemos que tienen algo que a las peques les pueda gustar. Me encanta comer viendo el mar, aunque ahora está nublado y ha perdido ese tono turquesa que tanto me gusta.

Después de comer damos un paseo, y hacemos fotos, claro . Es un sitio muy agradable, con un paseo arbolado lleno de terrazas y tiendas frente a la playa, bastante pequeña por otra parte. De vez en cuando, sobre la arena hay una plataforma en plan chiringuito finolis. Vamos, donde me gustaría a mi comer si fuera sin niñas Cada vez está más negro, y empiezan a caer gotas, así que xino-xano vamos tirando para el coche…

Llueve, pero no mucho. Tentamos un poco a la suerte, y seguimos en dirección Pollença. Por el camino nos desviamos hasta Cala San Vicente (no ví por allí nada de Cala Molins, que me había comentado Rosaana que podía ser una cala accesible). Dejamos el coche en una rotonda y bajamos los papis. Sigue lloviendo un poco, pero está muy nublado. La cala desde allí arriba, con el agua de ese color gris no me gusta nada, ni siquiera sé si esa es la playa o no o qué . Hacemos algunas fotos a la cala y a una casa cercana que me dio bastante envidia. Y nos vamos. Ya saliendo vemos lo que parece un concesionario. No, no, es una exposición de coches antiguos Nos fijamos que está en los bajos de un hotel de cinco estrellas. Nos da para un rato de conversación

De nuevo en la carretera seguimos hacia Pollença (está todo muy cerca, como a 5 o 10 minutos). En el pueblo no sabemos muy bien qué hacer, o dónde parar. Encontramos las indicaciones para el Calvario. Bien, vamos para allá. La subida en coche se hace por un camino estrecho de curvas. El coche que llevamos delante, aún siendo más pequeño que el nuestro hace maniobras en cada curva. Ya vamos llegandos, ahora hay cruces de cemento en cada curva

Aparcamos arriba, de momento no llueve Eso sí, hace un fríoooo (si es que tenía que haberme traído una chaqueta). Aunque aquí podemos coger la silla de Laia, para el rato que vamos a estar tampoco la cogemos. El chisme pesa 16 kilos, y uno acaba cansado de sacar sillas, desplegar sillas, sacar niñas, meter niñas, plegar sillas, guardar sillas … Si nos ahorramos un paso, no se hace tan pesado . Así que cogemos a las peques de la mano y vamos a ver la ermita y las famosas escaleras. Deu n’hi do Hacemos fotos de las escaleras, de la ermita, de las vistas, de las cruces, de las niñas…

Y ale, para abajo otra vez. Aunque en el mapa se veía alguna carretera que iba a parar a Playas de Muro, no la veo, así que nos encontramos deshaciendo el camino.

Bordeando la bahía de nuevo veo el Pollentia Club Resort, del que se habla muy bien en el foro. Está en la carretera entre Port de Pollença i Alcúdia. Al otro lado está el mar. La playa es muy pequeña, y abrupta, y hace mucho viento. Hay mucha gente practicando kite-surf. A los que, por supuesto, hice algunas fotos, de esas desde el coche en marcha, o sea, movidas...

Cuando llegamos a Alcúdia, mi marido me dice si quiero hacer alguna foto de las torres o de la muralla. I tant!!. Así que para un poco donde puede y yo me bajo. Ummmm, desde aquí no puedo. Cruzo la carretera. Ummm, más para atrás. Así ?? Vale, así sí. Y veo a mi marido que se va de donde está porque estorba, y como no puede pasar por donde yo estoy, se va….

Ufff, en ese momento me entra de todo. Yo estoy ahí en un parterre en medio de la calle, sola con mi cámara, en Alcúdia, y mi marido se ha ido. El ratito que tarda en dar la vuelta para poder recogerme se me hace eterno!!!! Y todo por hacer una foto que luego no tendré

Volvemos ya para el hotel. La idea de ir a la playa por la tarde desde luego queda descartada. Por el camino pillamos un tormentón de aúpa. En “el tiempo” luego dicen que apenas ha llovido en Mallorca. Pues debió caer todo encima nuestro!

Cuando sacamos a las peques del coche tengo la sensación de que Queralt está caliente. Mmmm. Le pongo el termómetro y, efectivamente, está caliente: 38,5º, esa temperatura fatídica que en mi casa casi siempre acaba siendo una infección. Por si acaso prefiero que la vea hoy un médico (aún a riesgo de que me digan que tengo que esperar al menos 24 horas de evolución…). En recepción son muy amables. Me dicen que pueden avisar a un médico que visitará a la niña en su habitación. Pero parece que mi mutua no cubre el “desplazamiento”, la verdad es que no tengo ni idea, pero el consultorio está a 5 minutos a pie.

Hace un frío que pela, el viento viene helado. Aunque la gente pasea igual por la calle... Llegamos en un momento, y como no hay nadie en un plis-plas han visitado a la peque: amigdalitis . El médico, un mallorquín ya mayor, me dice al verme la cara “això rai, que té cura” (algo así como “no pasa nada, que tiene cura”), y yo pienso “cuánta razón tiene este hombre”. Pero no estoy pensando en Queralt, sinó en su hermana . De camino al hotel pasamos por la farmacia, y compramos los antibióticos, además de dalsy y apiretal, que aunque he traído, no quiero hacer corto.

Con el dalsy la peque se pone como una moto, y parece que no tenga nada, así que bajamos a cenar con normalidad, aunque ella no coma nada de nada (por cierto que a partir de hoy el comedor cerrará a las 21:30. Bien!!) . Eso sí, hoy no hay café ni paseo, y nos vamos para la habitación.

Queralt dormirá con nosotros, para poder ir controlándola. Pero como no para de moverse, y nos tiene arrinconados, al final quedamos que el papi duerma con Laia.

Es lo que tiene viajar con niños

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Me despiertan unas carreras por el pasillo. Tengo sueño, vaya nochecita hemos tenido... , a la peque le ha subido un montón la fiebre, cosa normal en ella por otra parte, y hemos tenido una noche de imaginaria completita, bañera incluída.

El papi está frito también, menos mal que estamos de vacaciones, que estas cosas también pasan cuando estás trabajando y te tienes que ir sin haber pegado ojo

Son más de la diez cuando por fin bajamos a desayunar. Hoy nos apagan las luces del restaurante y aún estamos en ello, pero nos dejan tranquilos, no somos los únicos que no han madrugado...

Después del dalsy Queralt se espabila un montón, como si no le pasara nada. Habrá que aprovechar...

El día está nublado, pero decidimos ir igualmente a la playa. Desde casa tenemos la playa más cercana a unos 30 minutos, y solemos ir a pasear i jugar con la arena aunque sea invierno.

En el coche tenemos la sombrilla y las esterillas. Diría que hoy la sombrilla no la vamos a necesitar . Lo cierto es que no hemos decidido adónde vamos, pero ya que nos hemos acercado al coche… pues nos montamos, no??

Esta vez tiraremos para el sur, que Son Servera ya la empezamos a tener muy vista… Vemos Sa Coma, i seguimos, S’Illot, i seguimos. Llegamos a Portocristo i vamos a ver què tal, tampoco es cuestión de ir muy lejos. Pasamos por la zona del puerto, con su pequeña playa y una calle con terracitas con vistas al mar (mi debilidad…)

Continuamos, vemos indicaciones de Cala Mandía, vemos el hotel, seguimos por allí, vemos una indicación para Cala Anguila. Vamos?? Pos vale!! Llegamos a una plazoleta de éstas que hay al final de las calles cortadas para poder dar la vuelta. Y la cala?? (Eso me recuerda a aquella vez que estuvimos en el Algarve. Íbamos por una carretera y encontrábamos un letrero “praia” que indicaba a la izquierda, lo seguíamos hasta otro letrero “praia” a la izquierda, el siguiente letrero “praia” también a la izquierda Al final, volvíamos a la misma carretera Esto nos pasó más de una vez. Yo creo que los lugareños cambiaban la dirección de los carteles, tan despistados no podemos ser…)

Bueno, que me desvío del tema.

Me bajo a ver. A la derecha del mar veo una playa, ahí abajo. Bueno, pues ahí serà, pero ni idea de cómo ir, en coche no, desde luego. Así que le hago unas fotos (en la tarjeta fantasma), y vuelvo al coche. Ya nos vamos y a la izquierda veo un camino, seguro que por ahí se puede ir, pero vete a saber lo que nos podemos encontrar, escaleras probablemente, y está lejos para ir con Laia en brazos. Pos nada, nos vamos… (Esta cala que vi no era Cala Anguila, sinó Cala Mendía, …)

Continuamos, vemos una indicación de “playa Romántica” y le digo a mi marido que esa me suena del foro, y vamos para allá. Cuando vemos el siguiente letrero, indica un caminito a mano izquierda, al lado de unas casas… Por ahí va a ser que tampoco…

Me estoy empezando a mosquear…

Continuamos por esa calle, y todavía no sé ni cómo, llegamos a un pequeño aparcamiento. “S’Estany d’en Mas” (mmm, el lago del Mas? ), según un cartel grande que hay allí. Hay una plaza de minusválidos, buena señal

Cogemos las peques, los cubos, las mochilas y las esterillas y dejamos las sillas en el coche (si ya estamos en la arena…). Bajamos una rampita y enfilamos hacia el mar. Caray, si que está lejos, no lo parecía. Al poco aparece el caminito de madera, ni me he fijado desde dónde se accedía.

Es agradable la playa. Al fondo está el hotel Riu Romántica (a ver si va a ser que sí que estamos en Cala Romántica ), a la izquierda algunas casas, una de ellas es un restaurante con una terracita en alto, a la derecha no hay nada edificado…

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No hay apenas gente, está muy nublado, y tampoco apetece mucho darse un bañito

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Pero no hace viento, y si vas vestido acorde con la temperatura se está muy a gusto. A las peques las tenemos bastante controladas, y puedo hacer algunas fotos. Tengo que cambiar de tarjeta (biennnn)

Se nota que Queralt no está muy fina, porque está sentada toda formalita jugando con sus cacharros, como su hermana. Nos quedamos bastante rato, estamos algo cansados y disfrutamos un montón la tranquilidad que se respira

De vuelta para el hotel paramos en un súper al lado del hotel, bastante grande, no recuerdo el nombre. Compro patatas fritas, olivas y cerveza fresquita, y hacemos el vermut en la terraza de la habitación…

Después de comer Queralt duerme un montón, y aprovechamos todos para descansar. A la tarde daremos una vuelta por la zona, y tomaremos algo en una terracita del paseo.

Día de vacaciones playeras familiares: playa, vermut, siesta y paseo

👉 Show Entry: S'Estany d'en Mas (Cala Romántica) ⏫ Back to Top Share:

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Hoy se repite un poco la historia. La noche regular, por la mañana la peque como si nada. Hemos vuelto a desayunar tardísimo...

Cuando salimos para la playa nos encontramos con los ascensores estropeados Unos chicos que han subido antes con nosotros se ofrecen a ayudarnos con las peques, pero... no me veo bajando 3 pisos la silla de Laia por las escaleras si no es estrictamente necesario, y parece que no lo es

Bajo a recepción a preguntar por el tema. Ya han dado aviso y enseguida lo arreglarán. Vuelvo para arriba. En la segunda planta el edificio en que está nuestra habitación se comunica con otro de los edificios del hotel que ya está renovado. Se nota la diferencia: moqueta en los pasillos, puertas nuevas de madera oscura y cerraduras de esas enormes. Tiene muy buena pinta. No me extrañaría que una vez acabada la reforma lo subieran a 4 estrellas (al menos recuerdo dos hoteles de 3 estrellas en los que he estado que ahora son de cuatro...)

Salgo de la habitación cada poco, a ver qué tal. No creo que tardaran más de media hora, pero se me ha hecho muy largo... Al salir tan tarde y ver a Queralt tan espabilada comentamos que podríamos ir algo más lejos y ya comer por ahí.

Creo que me emociono en exceso (la ruta sureste, yupiiii). Viendo el mapa, más o menos sería Es Trenc, comida en Cala Figuera, S’Amarador, y según como esté el patio, helado en Cala d’Or.

Claro que algo más lejos no tenía por qué haber sido Es Trenc... Y creo además que no escojo la ruta adecuada, ya que atravesamos Manacor, Felanitx, Campos…, que se dice pronto, pero se tarda un montón. Ya en Campos pienso que la playa estará indicada. Al cabo de nosécuanto vemos una rotonda y allí hay dos indicaciones “Es Trenc, La Rápita” y “Es Trenc, Colònia Sant Jordi”. Cuál es mejor, vete a saber. Tiramos para Colònia Sant Jordi (juraría que a la entrada ya había visto un desvío para Colònia Sant Jordi )

La carretera hacia Colònia Sant Jordi es una larga recta. Más o menos a la mitad, así, de repente, te encuentras un pequeño cartel “Es Trenc”. Ya estoy a punto de decir “era por ahí” (frase, que por cierto, repito demasiadas veces ), pero mi marido también lo ha visto. El camino hasta la playa se me hace muy largo, el paisaje no me gusta… (luego a la vuelta, como de costumbre, no me pareció que fuera más de 2 minutos…) A la derecha vemos un restaurante, con un matón en el acceso (supongo que para que no aparquemos gratis), seguimos y llegamos al aparcamiento. Toca pagar. 6 euros. Mmmmm

Le preguntamos al hombre que si la playa está muy lejos, qué tal el camino, esas cosas. Nos dice que hay que andar un par de minutos, y que hay que saltar un par de raíces, por lo demás, no hay ningún otro obstáculo. Entramos, pues, con lo que nos ha costado llegar…

Hay un montón de coches en el aparcamiento, pero no está ni mucho menos lleno. Nos vamos para la zona donde está el camino de acceso. Vemos varios huecos, pero al llegar resulta que son charcos enormes y por eso no están ocupados (ha llovido estos días…). Finalmente aparcamos, y cogemos las sillas y toda la cacharrería

El acceso al camino cuesta un poco. El salto de las raíces resulta ser un par de buenos escalones. Mi marido coge la silla de Laia y de una revolada la sube, pero a ella no le gusta nada y se pone a gritar. Todo el mundo nos mira…

Con las sillas a dos ruedas y marcha atrás recorremos el camino hasta la playa. Pero habrá valido la pena, porque vamos a una playa de arena blanca y aguas turquesas y nos podremos relajar y …

Y dónde nos ponemos????

La playa es muy estrecha, y la mitad está ocupada por sombrillas y tumbonas (en todas las playas hay sombrillas y tumbonas). El resto de arena “seca” medirá unos dos metros, y está súper aprovechado… No sé si por la zona de La Rápita la cosa estaría mejor, pero aquí está abarrotada (y es mediados de junio!). De playa “paradisíaca”, nanai!!

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Que porqué me ha dado por venir aquí, sin saber cómo llegar, lo que íbamos a tardar, qué tal los accesos y esas cosas???? Ah! los misterios de la vida

Ya sea porque hemos conseguido encontrar un sitio suficientemente grande para los cuatro o porque hemos pagado 6 euros, o porque a ver ahora a qué otra playa vamos que esté vacía, el caso es que nos quedamos un rato.

De camino hasta el coche, en el acceso, puedo hacer la única foto sin gente de la playa.

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Entre pitos y flautas se han hecho las dos, como siempre, ayyy. Cala Figuera cae algo lejos, así que decidimos ir a comer a Colònia Sant Jordi. Pero no encontramos un paseo marítimo al uso, ni una terracita con vista al mar para comer y cuando ya nos parece que hemos dado las vueltas suficientes, nos vamos a otro sitio. Enfilamos camino de Santanyí. Pasamos por Ses Salines, vemos un restaurante con una terracita en una plaza, lo comentamos, pero ninguno de los dos está por la labor, tampoco tenemos tanta hambre y Laia no se queja, así que continuamos hasta Es Llombards, Santanyí, y por fin, unos 20 o 30 minutos después, estamos en Cala Figuera.

Aparcamos cerca del puerto. Hay una calle con varios restaurantes con terrazas al lado del mar. Esto ya me gusta más . Vemos el restaurante La Marina, no sé de qué, pero me suena. Vemos en la carta que Laia podrá comer bien algo de allí, y sin dar más vueltas nos sentamos.

El entorno me gusta, me relaja. Si fuéramos solos me pediría un plato para disfrutar, un arrocito negro o caldoso o un pescadito fresco al horno… pero con las peques no disfruto mucho comiendo, porque estamos todo el rato pendientes de ellas, que coman, que se sienten bien, que no griten, que no se escapen (bueno, Laia no, que no se escapa) … Laia ya es una señorita, y pocas veces da el espectáculo comiendo, pero Queralt enseguida se cansa de todo, como es normal a su edad…

De todas maneras, estamos muy a gusto, a pesar de que la enana no pruebe bocado. No hay mucha gente. Hasta que aparece un barco rosa y amarillo , y al cabo de un rato un montón de turistas suben calle arriba y luego vuelven a bajar. Al cabo de un rato viene otro barco… (Sí, ya sé que yo también soy turista, pero como hemos venido los cuatro solos en el coche, pasamos más desapercibidos )

Le digo a mi marido que si mai volvemos a Mallorca, a este sitio tenemos que venir otra vez!!!

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Después de comer vamos a pasear y a hacer alguna foto. Desde el restaurante se ve un sitio desde donde se debe tener una panorámica preciosa. Vamos para allá. Es la terraza de un hotel prefiero no entrar. Un poco más adelante hago una foto de las peques. Cambio la silla de Laia de sitio (el freno va duro, y creo que tiene un cojinete roto, habrá que llevarla a reparar…)

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Otra foto. Estoy a unos dos metros de Laia, y veo que su silla se mueve, deslizándose ligeramente hacia el mar. Su padre alarga el brazo y coge la silla, sin inmutarse, pero yo me llevo un susto morrocotudo al ver que no he frenado bien la silla (yo también la hubiera podido coger, que había aún unos metros hasta el mar y era bastante plano, pero el susto que me llevé, y todas las cosas que me dio luego por pensar…, bufff)

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Volvemos para abajo, hacia el puerto. No sé si podremos bajar con las sillas, desde la calle se ven unas escaleras (aunque no sé si llevan al puerto o no), y después de las raíces de la playa, y el desfrenado de la silla, yo no estoy para muchas gaitas. Me doy cuenta de que Queralt se ha dormido. Voy a estirarla, y al tocarla la noto caliente, y medio dormida se traga el apiretal que le doy. Empiezan a caer gotas… Mejor nos vamos

Pasamos al lado del desvío para S’Amarador. Lo dejamos atrás…

Cuando vemos una indicación para Cala d’Or, mi marido me propone una visita panorámica, porque estoy un poco mustia. No vendrá de 10 minutos. Acepto encantada . Cala d’Or me pareció algo caótica, o es que yo me oriento muy mal. Al final encontramos una cala y me bajo a hacerle una foto, que además me sale movida. No entro en la arena porque se ha puesto a llover, así que tampoco la puedo apreciar mucho. Era Cala Ferrara.

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Cuando llegamos al hotel sigue lloviendo. Nos quedamos toda la tarde en la habitación. Queralt se ha despertado en cuanto hemos llegado y vuelve a estar espabilada. Mejor.