Te narro mis siete dias de viaje a la Riviera Maya con datos útiles, precios, sugerencias de recorridos, consejillos para el hotel, alquiler de coche, conduccion, ... En fin para que disfrutes a tope tus vacaciones Autor:PacoctFecha creación:⭐ Puntos: 4.6 (20 Votos)
Atención. Mi blog es cojonudo pero no pienso poner una sola foto. Nunca jamás harán justicia ni tan solo una milésima parte a lo que es la realidad de la Riviera Maya. Una foto de la pirámide de Cobá jamás os trasladará la experiencia de su subida ni las vistas de la selva desde lo alto. Ni las fotos de sus arrecifes de coral, ni de un día de nado con delfines, ni siquiera de la zona de postres del bufet transmitirán nada parecido a la realidad.
Leed y anotad lo que os interese. Pero insisto. Fotos, …las que traigáis vosotros. Esas serán las mejores y más espectaculares. Porque ya llevarán los sonidos, los olores, las emociones de vuestro viaje. Que siempre será único e intransferible. Por mucho que lo contéis y hartéis a los amigos y familia de enseñar fotos y videos.
Yo personalmente, cada vez tomo menos fotos en mis viajes.
Día 1: Martes 6 de julio de 2010
Me entra sueño solo de escribirlo. Suena el despertador a las 5:30 de la madrugada. Mi pequeña de 10 años casi no ha dormido, y nosotros hemos descansado poco. Recogemos los trastos de última hora - lentillas, bolsa aseo, etc - para meter en mochilas y maletas, cerramos con nuestras contraseñas y esperamos a que llegue Salva, el primo de mi mujer, con su taxi para llevarnos a Alicante.
Aparece puntual, 6:20, cargamos y ¡empieza nuestro nuevo viaje!.
Vamos por Murcia para ahorrar los peajes de la costa. Llegamos bien de tiempo. Despachamos las maletas rápido y a esperar. Yo no tengo apetito, aún así pido leche y ensaimada que soy incapaz de acabar. Mi mujer sí se toma su cafetito y la peque desayuna también poco.
En la tienda hay una madre protestando porque no le dan las patatas al limón que pide su hijo. Días más tarde las probaré en México, en la espera del espectáculo de Xcaret, y ¡me encantaron!
El avión sale con retraso. Una hora. Mejor, menos esperamos en Madrid.
A las 11 empezamos a deambular por el aeropuerto de Barajas. Alguien nos informa de que salimos de la terminal C o D. Desayunamos algo en un bar y localizamos nuestra puerta de embarque. No os molestéis en hacer cola –la hace todo el mundo-. A las 13:00 empezaron a llamarnos por filas para subir al avión. Fila 34, sobre el ala. Muy buena. Mi mujer y mi hija van juntas en la ventanilla y yo a su lado con el pasillo por medio. El vuelo, aunque duró casi una hora menos -9 horas y media- se hizo pesadísimo a pesar de que llevábamos pantalla individual cada uno. Si vas en el Boeing creo que no hay pantalla en cada asiento. El Airbus A330 sí que las lleva. Yo me vi tres pelis completas y las chicas otras tantas.
Cuando llegamos a Cancún llovía a mares. ¡Que desilusión! Estábamos hechos polvo de tanto viaje y el tiempo era horrible. Al parecer llevaba así un par de días. El iPhone además había muerto durante el vuelo y no volvió a funcionar en el resto del viaje. ¡una semana sin móvil! No imaginaba lo bien que me iba a adaptar a la incomunicación.
Nota técnica: ¿ha experimentado alguien la muerte de su iPhone en vuelo? ¿será algún cacharrito que formatea el aparato si el capitán detecta muchas interferencias en vuelo? Si alguien descubre algo que me lo cuente please.
Los trámites de entrada fueron rápidos. Hay que rellenar bien el impreso que te dan en el avión (poned vuestro hotel como lugar de residencia, no dejéis nada en blanco,…) y pasas como una flecha por la aduana. Luego, tras recoger el equipaje y pasarlo por la cinta de inspección a la salida, pulsas un botón y si sale verde te vas. Si sale rojo te registran.
El trayecto hasta el hotel –complejo Grand Palladium, unos 30 km después de Playa del Carmen dirección Tulum- duró casi otras dos horas. Habíamos estado viajando 24 horas seguidas!!!!
En recepción nos dieron las llaves y los tiques para recoger toallas así como un plano del complejo. Nos llevaron en un trenecillo a la habitación: Villa 64 del hotel Riviera, habitación 64XX. Estaba en la planta baja, no coincidía con la foto que habíamos visto ya que el jacuzzi estaba dentro del baño. En las fotos aparecía junto a la cama de la habitación. Personalmente lo prefiero dentro del baño.
Cuando llegaron las maletas las chicas ya dormían así que no fuimos a cenar. Todo-incluido y nos saltamos la primera cena. Vaya negocio.
Nota de ayuda: el cambio que me dieron en el aeropuerto fue el peor del viaje ¡con mucha diferencia!. El euro estaba de media a 16 pesos y en el aeropuerto me pagaron sólo 13. Ni se os ocurra pues. Como no llevaba el móvil activo no lo pude comprobar y me la metieron. Algún forero había anotado que en el aeropuerto daban el mejor cambio y me hizo bajar la guardia.
Día 2: Miércoles 7 de julio de 2010
Amanece nublado. Las predicciones seguían dando lluvia.
Como no me funciona el móvil me voy a recepción a ver si puedo hablar con los de XEL-HÁ y me dejan aplazar la visita. La traigo de España ya contratada por internet: 71,10 dólares por adulto y 36,00 la niña (10 años) la opción todo-incluido.
Por el camino a recepción veo al cocodrilo que hay antes de llegar al bufete. Cada mañana nos entreteníamos en pelear por quien lo veía antes. ¡Lo echamos de menos¡ Os aconsejo que os olvidéis del trenecito por las mañana y recorráis el manglar hasta el Lobby a través de la pasarela de madera. Es un auténtico lujo ese paseo matutino a través de la vegetación exuberante y los ruidos del manglar: sus infinitos sonidos de aves, el crujir de las ramas y hojas, …. De verdad, el día empieza de otra manera.
Me encontré en ese paseo a una pareja de recién casados (¡¡todos los huéspedes españoles son parejas de recién casados¡¡¡) que decían estar hartos del hotel, llegaron hacía tres días y no habían salido por las lluvias: Erroooooor. En clima tropical –ya sea la Riviera maya, Uganda o Orlando, llueve todos los días, chaparrón de ½ hora espectacular y luego el sol otra vez, o nubes (mucho mejor). Please, que no os asuste el clima. Si llueve, un chubasquero y a seguir. Pero no perdáis ni uno de los preciados días de vuestro viaje por el clima. Si tenéis varias alternativas mejor, así podeis escoger la más adecuada al día que amanezca. Pero insisto. ¡No os quedéis en el hotel¡ De ninguna manera. Siempre habrá algo que ver, que vivir, que contar, más interesante fuera del hotel que dentro.
Bueno, si vais pensando en pasar las vacaciones de piscina en piscina, de bufet en bufet, de mojito en mojito, …ese es otro viaje. Pero no hace falta irse tan lejos ni gastarse tanta pasta eh.
Otro de los días una pareja de novios iba en el trenecillo contando a la pareja de novios del asiento de enfrente: ayyy sí, estoy desilusionada, nosotros somos de Almería (acento de Bisbal al leer este pasaje please) y la playa no es lo que esperábamos.
Vamos a ver: Almería, Cabo de Gata, playas que te cagas, como muchas de nuestra magnífica costa mediterránea y española en general. ¿a quién se le ocurre recorrer medio mundo buscando playas mejores?
Las playas de la Riviera suelen tener roca muy cerca de la orilla. Si a ello le sumas la posibilidad de pisar una manta raya, algún erizo, etc. la cosa se complica. Son cojonudas para una foto (arena blanca y cocotero) o para tomarte un margarita bajo la palapa de turno. Pero no esperes un baño mejor que el de nuestra tierra. Solo si eres un fan del buceo entonces disfrutarás, como mi mujer y yo. Pides en la cabaña del hotel unas aletas, gafas, chaleco y tubos y ¡hala!, al agua a ver peces de colores, barracudas, rayas, alguna tortuga, etc.
Más adelante hablaré de alguna playa guay, de las de buen baño aparte de la foto.
A lo que iba. Después de hablar con la pareja mosqueada por las lluvias decidí no molestarme en cambiar el día a pesar de que tenía planes alternativos. Gran acierto. Pasamos un día maravilloso en XEL-Há y además sin mucha gente por lo que estuvimos muy cómodos.
Nota de ayuda: trenecillos en el Grand Palladium
No os liéis. Es muy fácil. El complejo se divide en dos semicomplejos: Kantenah+Colonial es una parte y Riviera+White Sand es otra. De hecho, si reservas en Riviera pueden darte una habitación en White Sand o viceversa. Son lo mismo.
Eso sí, cada hotel tiene su Lobby ( Recepción) pero en cada semicomplejo los lobbies están a 100 metros uno del otro, del Lobby del Riviera al White Sand: 100 metros, del lobby del Kantenah al Colonial: 100 metros.
Pues bien: tienes dos tipos de trenecillos: Uno de colores (a veces es blanco) donde en el coche de cabeza dice: Lobbies (White sand, Riviera, Kantenah, Colonial). Este tenéis que cogerlo si vais de un semicomplejo al otro (haceis el primo si esperáis para ir entre los dos hoteles del mismo semicomplejo ya que hemos dicho que están a 2 minutos andando despacio). A ver, pregunta ¿cojo el trenecillo para ir de Kantenah a Colonial? Noooooo. Están juntos. Voy andaaaaando.
Y el otro trenecillo es siempre blanco (no confundir con unos cochecitos más pequeños que son para llevar a los huéspedes de Royal Suites) y el coche de cabeza dice: “Villas Riviera-White Sand” o “Villas Kantenah-Colonial” dependiendo de donde estéis. Por ejemplo, si estas en el semicomplejo Riviera-White Sand, todos los trenecillos dicen Villas Riviera-White Sand. Estos trenecillos te llevan a la villa (edificio) donde está tu habitación. Por ejemplo, si tienes la habitación 6505 del Riviera, tendrás que apearte en la villa 65. Y para ello tendrás que coger el trenecillo en el lobby de tu semicomplejo ya que si estás en el semicomplejo de Kantenah-Colonial, puedes esperar toda tu luna de miel en el lobby y nunca pasará un cochecito que lleve a las villas del Riviera. ¿no es difícil verdad?
Como el coche lo alquilé a partir del segundo día, nos fuimos andando hasta la salida del complejo. Ojo, 15 minutos andando si vas desde Riviera-WSand. Mejor trenecillo de lobbies hasta Colonial y de ahí a la calle.
Allí cruzas la autovía andando (sí sí, andando, o corriendo si viene algún coche) si es que vas hacia Tulum que era nuestro caso pues XEL-Há está a unos 15 km del hotel sentido Tulum (sur). Te pones en el arcén y en cuestión de un par de minutos te habrá parado una Van (furgonetas blancas con una franja azul). Les dices dónde vas y te montas. Llevan unas 11 plazas. Son muy utilizadas por los mexicanos. Y totalmente seguras en cuanto a que no te van a secuestrar, dejar en otro lugar distinto del que vas, desplumar toda tu pasta, etc. Lo que si puedes –debes hacer- es preguntar el precio: “Buenos días, voy a Xel-Há, ¿qué me cobra?” (de Grand Palladium a Xel-Há está bien 20 pesos por persona, 25 o 30 si te deja en la puerta en vez de en la autopista. A Tulum me cobraron las dos veces que la usé 30 pesos -30 km aprox-)
Y ya está, en 10 minutos estás en la puerta de Xel-Há.
Nota Xel-Há: No sabría aconsejar a nadie sobre que es mejor, Xel-Há o Xcaret. Depende de tus gustos e intereses. Si te va más el snorkel, Xel-Há sin duda. Pero si también te apetece ver el espectáculo de la noche, ver a los animalitos del zoo –no os perdáis el magnífico estanque de tortugas-, hacer compras, etc. Pues entonces Xcaret. Y si no. Haz como nosotros. Estuvimos en los dos. En XEl-Há vimos varias mantas rayas en la laguna interior, cangrejos ermitaños enormes, y por supuesto, pececitos de colores. Hay un paseo en bici hasta lo alto del río muy agradable. Y no descubro más para no quitar el encanto de la aventura. Explorad todo si os da tiempo.
Para comer, en el Pueblo hay un surtido de comida mexicana. Si quieres otra cosa prueba en otros restaurantes del complejo.
Allí vimos la primera parte del España-Alemania.
Al entrar, si depositas tu crema solar te dan una muestra de crema no agresiva con el medio. A la salida te devuelven tu botecito de crema.
A la vuelta salimos de nuevo a la Autovía y paramos una Van que nos dejó en la puerta del Grand Palladium en unos minutos. Nos cobró 20 pesos (poco más de un euro) por persona.
Tras la ducha fuimos paseando por el caminito de la costa y llegamos al semicomplejo Colonial-Kantenah donde tuvimos que esperar más de una hora para sentarnos a cenar en uno de los restaurantes, especializado en carnes, y lleno de americanos. Como ya han comentado muchos foreros, o vas a lo hora de los extranjeros o te llevas un buen plantón. Si vas a cenar tarde lo mejor es el bufet o sobornar al maitre del restaurante. No sé cómo deciros que le entréis ni cuánto cuesta pero pudimos comprobar in situ como llegaba la gente y lo hacía. Si no llevas pulserita de todo-incluido también entras rápido porque pagas la cena. La carne estaba excelente así como los postres, las ensaladas e incluso el vino de la casa –un cariñena tinto muy suave si mal no recuerdo-.
Aunque ya lo habréis leído en los foros, no dejéis de echaros repelente de mosquitos y procurad llevar manga y pantalón largo. Te picarán pero menos. Nosotros acabamos con unas 25 o 30 picaduras cada uno después de 8 días, mosquitos de selva incluidos. Pedid en la farmacia repelente para zonas de trópico estilo RELEC. Quiero decir con esto que si te llevas el de aquí, su protección es más limitada aún. Allí abundan los mosquitos que los ingleses llaman “midges”, muy pequeñitos, que incluso son capaces de colarse a través del mosquitero. Yo pillé uno colándose y decidimos cerrar la ventana de la habitación por la noche con el cristal lo que nos privó de dormirnos con los sonidos de la selva. Por supuesto también están los grandes pero mi impresión es que la mayoría de picaduras son de los pequeñitos ya que de los grandes te enteras cuando te están picando.
Día 3: Jueves 8 de julio de 2010
Hoy he quedado con los de Cancun Rent a Car a las 8:30 para que me recojan y me entreguen el coche.
Nota de ayuda Coches de alquiler y conducción:
Al hotel solo dejan pasar a los coches de una compañía de alquiler –¿Dollar?, no recuerdo- así que el resto te recoge en la puerta del complejo (no de tu hotel, ojo). Delante de nosotros, a unos chicos los recogió AVIS 1 hora y ¾ después de la hora convenida. Nosotros finalmente decidimos coger una van a Tulum para recoger el coche cuando ya llevábamos 1h. y ½ recibiendo largas de la central de Cancunrentacar. Cada vez que los llamaba me contaban un cuento distinto. En la agencia de Tulum aguantaron estoicamente mi chorreo y todo fue rápido y bien. El coche, un Dodge Attitude dorado, me costó 250 dólares americanos 5 días completos. Si quieres ahorrar más pilla un ATOS o alguno de esos pero son muy pequeños e incómodos, y si tienes algún incidente vas menos protegido. Este se portó de p… madre y eso que en algunos momentos lo puse a 160 (el día que volvía de Cobá al hotel para ver la final del mundial). La gasolina está a unos 9 pesos el litro la Premium y 7 y pico la normal. Si no dices nada te ponen la Premium. No hay que dejar propina en las estaciones de servicio. Yo dejé el primer día y al preguntarle al ver la cara de sorpresa, el chico me dijo que no era costumbre. No apuréis el depósito ya que si te sales de la carretera de la costa escasean (tampoco pareis cada media hora ehh?).
Policía: No sé si generalizo pero debo entender que van a por los turistas. Nos pararon al entrar a Playa del Carmen viniendo de Tulum. Hay una zona escolar donde te avisan que circules a 40 (por la autovía). Hay pequeños resaltes en la calzada (no los topes habituales).
El caso es que ni los que iban delante, ni detrás ni al lado nuestro aflojaron. Nosotros pasamos a 80 o así. Pues salió un coche de poli que nos hizo parar –coche de alquiler y cara de europeos igual a “pasta”-. El agente fue extremadamente amable pero nos dijo que nos tenía que poner un “boleto”. Mi mujer sacó su placa de policía de España y finalmente no nos multó.
Si bien se puede conducir respetando la velocidad (oscila entre 80 y 110) o un poco más, un consejo, respetad “escrupulosamente” las zonas de velocidad reducida ya que la poli estará cerca y buscando turistas.
En cualquier caso, ya veréis que cuando os acerquéis a zonas de velocidad reducida, pueblecitos generalmente, no tenéis más remedio que frenar ya que hay topes en la carretera absolutamente descomunales (yo los pasaba a 5km por hora, no es plan que te cargues un neumático estando de viaje).
Y además es una excelente manera de saborear cómo vive la población de la zona: ves sus casitas, sus tiendas, sus mascotas dormitando a veces en mitad de la calzada, niños que te ofrecen frutas, … Resumiendo, si no tenéis que llegar a una final del mundial, ¡¡¡¡NO CORRAIS ¡¡¡¡¡.
Autopista: lo más peculiar es que se cambia de sentido desde tu carril izquierdo. Es decir, buscas un letrero que dice RETORNO, te metes a la izquierda (una especie de carril de deceleración), te paras en la mediana de la autovía, compruebas que no venga nadie y te metes. No me encontré a nadie haciendo burradas pero hay que ser prudente si ves a alguien esperando para incorporarse.
Otra peculiaridad son las Van, que paran en el arcén continuamente a recoger gente y por tanto se reincorporan a la autovía a velocidad moderada. Yo prefería conducir siempre por la izquierda por si acaso. Pero repito. No vimos un solo accidente en 1.200 km recorridos.
Bueno, sigo. Una vez cogimos el coche fuimos corriendo a Chemuyil (a unos 10 km de Tulum) pues allí teníamos reservado un encuentro con Heidi y sus monos araña (info@thejunglepalce.com). Me costó 150 dólares (113 euros) los tres (1 hora y media). Te metes en una mega jaula donde los monos están a sus anchas y tienes un contacto intenso con ellos. A nosotros nos encantó. Coincidimos con una familia danesa muy agradable (de personas no de monos). De mi hija se encaprichó una monita llamada Maya que luego no la dejaba irse. Heidi y su pareja ¿Carlos? son encantadores. Aunque están metidos en una carreterita sin asfaltar selva adentro llegamos enseguida. No tiene pérdida si sigues las instrucciones de su web.
De allí nos fuimos al Cenote Dos Ojos, un poquito más hacia Tulum. En la entrada hay varios clubs de buceo, nosotros preguntamos en el que había justo al stop donde empieza el camino de tierra y contratamos un guía -un chaval joven ¿michel? que estudia Turismo, superatento y simpático- que nos acompañó en el snorkel. 300 pesos por persona –unos 20 euros cada-. Incluye material de esnorkel: tubo, aletas, gafas, linterna submarina y chaleco y caseta para vestirte. Sin guía os aviso que no seréis capaces de meteros por las grutas más claustrofóbicas. La experiencia es cojonuda. No os lo perdáis. De verdad. Los cenotes son unos pedazo-agujeros desde donde accedes a los ríos subterráneos que horadan la península del Yucatán. En éste hay varios cenotes comunicados. Con montones de estalactitas (en algunos el techo está a solo 30 cm de la superficie del agua, de ahí la sensación claustrofóbica). Gruta con murciélagos. Peces. Buzos por el fondo (30 o 40 metros). Cuando acabamos le dí una propinilla de 60 o 100 pesos. No recuerdo. Los americanos dan propina a todo el mundo y por todo. Los españoles a nadie. Creo que está bien un término medio. Si te lo pasas bien y te tratan bien. No pasa nada si les das 2, 5 o 10 euros. Lo que tú veas. Sus sueldos son pequeños y dependen muchas veces de la propina para sobrepasar la raya que separa la miseria de la decencia.
Se había hecho tarde así que volvimos al hotel. Comimos de bufete y luego nos bañamos en la piscina salada. Las olas del mar traspasan el borde de la piscina para entrar en ella. Tiene muchos pececillos de colores. Hay un bar con camas balinesas. Nos encantó ese rinconcillo.
Nota de interés: animales en el hotel
Ojo, las iguanas te pueden morder: Si les das de comer (no les deis salchicha porque aunque se la coman, son vegetarianas) echadle la comida porque si se acercan a tu mano a por ella igual te muerden el dedo porque buscan lo que sobresale.
Veréis que en las horas más calurosas del día se las ve por todas partes. Normalmente se irán si os acercáis. A mí me llaman mucho la atención porque asemejan auténticos dinosaurios en miniatura.
También dimos de comer a alguno de los mapaches que merodea por Punta Emilia (el restaurante 24 horas de un extremo de la playa). Por cierto que es el único restaurante que requiere reserva previa para las cenas. Tienes que reservar al Public Relations del lobby de tu hotel (estate a las 8:30) y con un día de antelación al menos. No os lo perdáis pues tiene un ambiente super romántico, con las mesas situadas en la arena bajo cenadores de palma y alumbrados por antorchas. Especialidad en pescado y marisco.
Como decía. Por la noche puedes conseguir darles de comer a los mapaches e incluso que cojan la comida de tus manos. Para ello has de estar muy tranquilo y sin hacer ruido ni movimientos bruscos. Nosotros nos sentábamos en los escalones de la capilla de bodas junto al mar con algo de comida: les encantan las pasas –las cogíamos del bufete-. Y ellos ya aparecen por allí.
De vez en cuando veréis uno pequeños cerditos peludos de piernas largas que entran y salen rápidamente de la vegetación.
Y si paseáis por la noche junto al mar os encontrareis con decenas de cangrejos ermitaños que van y vienen. Nosotros al final tratábamos de evitar el paseo del mar porque ibas en tensión para no pisarlos ya que hay algunos muy pequeñitos.
Las tortugas ponen de tanto en tanto nidos en la playa que los guardas marcan con un vallita para que no se les pise. Sin embargo nosotros no vimos ninguna el día que dedicamos a bañarnos allí. Al parecer hay mantas raya cerca de la orilla pero tampoco las vimos.
Aves veréis a montones. Y muchas más oiréis.
Y no os olvidéis de saludar por las mañanas al cocodrilo de semicomplejo Riviera-W Sand.
En fin. El hotel es mágico para todos aquellos a los que les guste la naturaleza.
Si te gustan las piscinas enormes con bar dentro y jacuzzi, las hamacas, los margaritas, las comilonas, etc. también está muy bien eh.
Día 4: Viernes 9 de julio de 2010
Hoy toca ir a Cancún. 100 km. Madrugamos pues hay que estar a las 9:30 en El Embarcadero de la avda. Kukulcan en Cancún. Al llegar a Playa del Carmen no tomamos una circunvalación porque la anunciaban como Vía nosequé. En color naranja. Y nos pusimos a cruzar la ciudad que estaba en obras de ampliación/elevación de la autovía que recorre la costa. A la vuelta sí tomamos la circunvalación pero dado el enorme rodeo que dimos no sé si realmente ahorras tiempo.
Reservé desde España el programa plus de Dolphin Discovery en Isla Mujeres. 199 dólares los adultos y 179 los niños. Es una pasta pero tienes contacto con un par de leones marinos. Uno de ellos se escapó y vino corriendo a donde estábamos sentados mi mujer, mi hija y yo y no quería irse. Al parecer es su banco favorito para tumbarse. Luego das de comer –lechuga- mientras te bañas con dos manatíes gigantescos –creo que pueden pesar una tonelada-. Son supertranquilos y se dejan toquetear y acariciar. Una pasada. De ahí pasamos al nado con delfines. Los tíos juegan contigo y se divierten tanto como tú. Bailas con ellos. Los abrazas. Te paseas cogido de sus aletas y luego te elevan en el mar durante 40 o 50 metros empujando tus pies con sus hocicos. Me maravilló la sincronización ya que te empujan a la vez y con la fuerza suficiente para mantenerte de pie (sí, de pié) sobre el agua durante todo el paseo. Gradúan su empuje para que no te caigas de espalda ni de frente. Un flipe. Max, el entrenador es un cachondo y controla absolutamente la sesión –delfines, clientes, comida, ayudante, ….-. Este día lo estaba ayudando Paulina. Una mexicana morena, jovencita, guapísima, que apenas llevaba una semana en el show y ya se desenvolvía perfectamente, incluso dirigiendo alguno de los números que realizaron los delfines.
Nos contó que había llegado hacía un par de semanas a Isla Mujeres buscando trabajo y de repente se encontró de ayudante de monitor en la zona de nado con delfines. ¡Qué envidia! Por último nos bañamos en un estanque con mantas rayas enormes –nos quitamos el chaleco para bucear y tocarlas antes de que nos llamase la atención el guarda-. Después nos llevaron en catamarán al pueblecito de Isla Mujeres donde alquilamos un cochecito de golf (200 pesos) con el que recorrimos toda la isla: visitamos el criadero de tortugas, la mansión de pirata que por allí habitó, la Punta del Sur con sus magníficas vistas y sus pelícanos sobrevolándote, ….
Echamos una carrera con una pareja y su hija brasileños pero al adelantarnos se despistaron y se metieron por una calle equivocada. El tipo conducía como Ayrton Senna.
Pena que nos faltó tiempo para visitar el parque del Garrafón. Una especie de multiaventura al borde del mar y con posibilidad de bucear o hacer snorkel en el arrecife. En Punta del Sur vimos a un grupo de buzos autóctonos pescando mantas rayas. Una señora que vendía pulseras nos dijo que las preparan frititas y tienen que estar de muerte.
Llegamos los últimos al catamarán que nos tenía que llevar a Dolphin Discovery pero valió la pena. Además recogimos una gran caracola de recuerdo de alguna de las playas que visitamos.
En el ferry de vuelta a Cancún estuvimos bailando al son que nos marcaba Edgar, un tío cojonudo, que se pasó todo el trayecto saludándonos por el micro y dándonos ánimos para la final del mundial. A estas alturas de la semana no había mexicano que no nos diese ánimos para ganar la copa del mundo. Además éramos los tres únicos españoles en el ferry. El resto eran americanos. Hay otro Dolphin Discovery en Puerto Aventuras, mucho más cerca del hotel, pero en los foros leí que el de Isla Mujeres estaba mejor. No he probado el otro. Este nos encantó.
Llegamos bastante tarde al hotel y cenamos de bufete. Cada noche es temática. Ese día tocaba Italia. Se come muy bien en el bufete. Es enorme y hay de todo. Los desayunos además son espectaculares. Desde panqueques con miel hasta tostadas con jamón y tomate pasando por cava o quesadillas. Los zumos naturales … ¡deliciosos!. Estuvimos recorriendo Brasil hace unos 20 años y probamos las mejores papayas de nuestra vida. Pues en México nos las hemos vuelto a encontrar. Sabrosísimas.
Día 5: Sábado 10 de julio de 2010
Tratamos de salir temprano para Chichen Itza (a unos 250 km). Al final no conseguimos salir hasta las 9 de la mañana. Nos llevamos algunos bocatas de tortilla recién hechos del bufet. Nunca nos dijeron nada por sacar comida de allí. En cualquier caso, al ser un todo incluido, supongo que tendrán la deferencia de prepararte bolsas de picnic si no comes allí con lo que realmente les hacemos un favor si te preparas tu mismo la comida para llevar. Pillamos un gran tramo de obras pasado el desvio a Cobá y duraban hasta Valladolid. Por cierto que todo está muy bien señalizado y te mueves perfectamente con el coche. Imposible perderse. Aunque no lleves mapas.
Antes de Valladolid puedes coger un desvío a la autopista de peaje (Cuota la llaman ellos: te saldrías por donde pone Mérida Cuota, es decir, la autopista de peaje que va a Mérida). Nosotros preferimos atravesar Valladolid para ver una ciudad de interior. Muy colorida y con gran ajetreo de gente, sobretodo cerca del centro. Luego seguimos por una carretera a punto de ser devorada por la selva, sin arcenes, hasta chichén Itzá. Al final tardamos 2,5 horas en hacer el camino desde el hotel. Sin embargo pasamos de nuevo por varios pueblitos y descubrimos donde estaba el Cenote Izmil para luego volver a él. A la vuelta si que cogimos la autopista de cuota hasta Valladolid (unos 45 km) pero el trayecto es más aburrido. Al entrar a la autopista te metes por la caseta donde indica tu destino. Por ejemplo nosotros nos metimos en la que decía Valladolid y allí pagamos el tiquet.
En Chichén Itzá decidimos no coger guía porque en los foros muchos participantes decían que bastaba con las guias de viaje. Sinceramente no lo aconsejo. El guía te explica más detalladamente y además contribuye a mantener tu atención. El calor era sofocante. Sudábamos sin parar. Sólo sudo así cuando hago deporte intenso. La camisa y el pantalón absolutamente mojados. Así que hicimos la visita demasiado rápido para lo que se merece un lugar que es patrimonio de la humanidad. Donde más nos detuvimos fue en los tenderetes que hay en el caminito al pozo de los sacrificios. Allí hicimos gran parte de las compras de regalos del viaje, y a muy buen precio a pesar de que a mi hija le dan pena los vendedores callejeros y no me dejaba regatear a mis anchas.
Al salir, tras arrastrarnos penosamente entre las magníficas ruinas (de las que no entendimos la mayor parte al ir sin guía) salimos de nuevo al parking, cogimos el coche y nos fuimos al cenote Izmil, a unos 5 km camino de Valladolid.
¡Qué pasada¡. Espectacular. No os lo perdáis. Muy muy bonito de verdad. Un agujero enorme del que cuelgan docenas de lianas y raíces hasta el lago interior, a unos 40 metros más abajo. Tras bajar por una gruta sin iluminación aunque hay una cuerda guía junto a la pared, llegas a la plataforma donde te puedes tirar a la laguna desde distintas alturas. Como siempre, no vimos un solo español. Sí un autocar entero de americanos. Había uno rellenito que se tiró desde la plataforma más alta (unos 8 metros) y se dio un planchazo tremendo. Nos dolió a todos los que lo mirábamos. Y mira que es difícil caer mal. Mi mujer y yo nos tiramos también desde la zona más alta. Nos dió un poco de miedo sacar la cámara sumergible (una GE estupenda que funciona de maravilla tanto dentro como fuera del agua –MediaMarkt 99 euros más 10 funda neopreno más 15 tarjeta SD 2 megas) porque la profundidad de la laguna era de otros 50 metros. Si se cae la perdemos. Había pececitos negros con muchas aletas. Parecían pequeños tiburones de 10 cm. Al salir nos pusimos a comer los bocatas en un banquito y justo al terminar comenzó una supertormenta tropical con agua a mantas y muchos truenos. Nos cambiamos en la zona de baños y volvimos al hotel vía los 40 km de autopista de cuota que antes os dije. A la vuelta tardamos unas 2 horas. Ya conocíamos mejor el camino y corrimos algo más.
Esa tarde nos fuimos a pasear por Playa del Carmen. Dejamos el coche justo a las espaldas de la avenida quinta (es peatonal) en el parking la Cucaracha. Costaba 15 pesos la hora (1 euro). La citada avenida es la más famosa. Larguísima. Llena de tiendas y boutiques. Algunas de lujo. Muchos restaurantes. Hoteles. Muchísima gente paseando, cenando, tomando margaritas y tequilas, oyendo música en directo, … Yo pregunté por algún sitio donde probar los chapulines (saltamontes fritos) y gusanos de Maguey pero nadie conocía que se pudiesen tomar en esta zona de México. Me metí en un ciber donde tenían instalado Itunes para intentar resucitar el iphone pero tras una hora de descargas varias no conseguí ponerlo a funcionar.
Esa noche cenamos en el Rodicio. Distintas carnes servidas desde enormes pinchos. Cuando no quieres más pones el indicador de la mesa en rojo. Bueno, como funcionan este tipo de restaurantes. No estuvo mal. Eso sí. Al día siguiente tuve algo de diarrea. ¿las ensaladas tal vez? Realmente no tomamos más precaución que evitar beber agua que no fuese embotellada. Pero sí tomamos ensaladas. Cubitos. Nos lavamos los dientes con agua del grifo. Y mi mujer y mi hija no tuvieron el más mínimo problema. Y a mí me duró un día sólo.
Día 6: Domingo 11 de julio de 2010
¡El gran día¡ España-Holanda.
Hay que correr. Nos levantamos temprano. Para variar. Preparamos las mochilas. Cogemos el agua que todos los días no reponen en el minibar. Chubasqueros. Cámara. Etc. Paseo por la pasarela del manglar. Saludamos al cocodrilo. Bufete: no os perdáis el zumo de piña y apio. No me lo salté ni un solo día. Ni siquiera hoy que me levanté con diarrea (un antidearréico y p’adelante).
Preparamos bocatas y a Cobá. Unos 125 km. Ya nos conocemos el camino. Llegamos sin problemas. Hoy vamos a coger guía. Los foreros hablaban de 150 pesos. El guía oficial nos pide 300. Me voy al coche a por la guía de viaje. El guía oficial entonces me manda a otro guía que me lo deja en 250. Esta es la variante de 45 minutos. Hay otra visita guiada de 1.5 horas donde te acompañan hasta la gran pirámide. Salimos muy satisfechos con la de 45 minutos. Luego le dí otros 20 pesos de propina. Estamos de nuevo en la selva. Sudando y sudando sin parar. Además hay mosquitos. Nos echamos repelente. En Cobá está la estela donde los mayas predicen supuestamente el fin del mundo en 2012. Quedan dos años para ver si aciertan. Nos avisan de que no toquemos los árboles pues algunos son venenosos. Creo que causan algún tipo de urticaria que tarda días en curar. En Xel-Há ya leimos algo acerca de ellos. La leyenda dice que tienen que ver con dos dioses. Uno malo, el del árbol venenoso y otro bueno, que se encarna en otro árbol que cura las heridas del primero y dicen que siempre se encuentra a pocos metros del otro. Por si acaso no tocamos ninguno. Tras los 45 minutos nos deja en la zona donde alquilas bien bici, bien bicitaxi.
Nosotros cogimos una bici cada uno y recorrimos el trecho (3 km?)hasta la gran pirámide. La ascensión es más sencilla que la de Tikal (Guatemala) ya que allí los escalones son muy estrechitos. La cima de la pirámide está a 40 y pico metros. La vista de la selva desde allá arriba es impagable. No dejéis de hacerla. Cobá es menos turística que Chichen. Los restos se parecen más a los de Tikal. La selva lo invade todo. Visita imprescindible si viajas a Riviera Maya.
A la salida nos tomamos un polo casero (los llaman paletas) que nos devolvió la vida. Paramos unos metros más adelante para asomarnos al embarcadero desde el que se ven los cocodrilos de la laguna. El señor nos cobraba 10 pesos por asomarnos pero nos avisó que solo se veía uno. Como todos los días vemos al de nuestro hotel no nos asomamos al fin.
De allí fuimos a Punta Laguna (en la rotonda donde te desvias a Cobá te metes esta vez hacia Cancún). A unos 20 km. llegamos a Campamento Hidalgo donde paramos y una familia nos enseño su casa (cabaña donde duermen y cocinan) y su huerto lleno de plantas alimenticias y medicinales. Nos ofrecieron tortitas que preparaba la abuela y les compramos unos collares. Algún forero decía que por allí vivía la niña de Apocalipto pero ni preguntamos por ella. Más adelante, en Punta Laguna, en vez de entrar al parque sigues 100 metros más y hay otro poblado que también te muestran. Nosotros llevábamos bolis y lápices de propaganda que regalamos a niños y mayores. Allí compramos también un buen montón de collares a una señora mayor. Estos no los había hecho ella. Tenían pinta de ser comprados en otro sitio. De hecho nos encontramos los mismo es Xcaret. La señora tenía su cabaña y además una casa (de dos estancias) hecha con bloque de hormigón.
Nos contó que como era viuda el estado le había dado la casa “de protección oficial”. En la primera cabaña vivían un par de chicas con tres críos y una señora mayor. Y varios cachorritos (nos picaron algunas pulgas). No debéis iros sin ver cómo se vive en otros lugares y culturas.
Las 12:30.
A las 13:30 daban el partido. Cojo el coche y consigo llegar al hotel a las 13:25. Llegamos al Lobby del Riviera y nos dicen que al final lo dan en el otro semicomplejo, el Kantenah-Colonial. Mi hija y yo esperamos al tren de los lobbies que llega pronto y conseguimos estar en el teatro a las 13:35. Se han congregado varios cientos de españoles. La dirección del hotel ha ordenado que preparen paellas y sangría a gogó. A pesar de su buena pinta, no nos apetecía la paella con el calor tan grande que hacía. Al final acabamos bañándonos en la fuente del hotel con las camisetas de España que nos llevamos al viaje. Sólo nos las pusimos para el baño ya que era imposible llevarlas puestas antes. Menudo calor. Después de comer nos fuimos a Playa Paraiso. En Tulum. Los de la zona se bañan en ella. Mide un par de kilómetros. Con arena blanca y fina. Y cocoteros. Y sin rocas.
Una señora playa del Caribe. Con el agua templadita. Maravilloso. Para llegar a ella, en Tulum, coged a la izquierda en el semáforo donde si giras a la derecha vas a Cobá. Al final de una gran recta, la carretera gira hacia la derecha. Tú te metes a la izquierda y uno o dos km después llegas la playa. Si sigues más hacia delante llegas a una barrera donde empiezan las ruinas de Tulum.
Esa noche era noche española en el bufete. Yo tomé una excelente sopa de ajo y un marmitako. No me atreví con la fabada. Para cenar y con amenaza de diarrea me pareció demasiado. La tortilla de patatas volaba.
Me llevé el Ipad al lobby (tienes wifi gratis en los lobbies) para ver los titulares de la prensa española. Que putada. Para una vez en la vida que ganamos un mundial me pierdo la fiesta.
Me tomo dos margaritas –qué poquito aprovechábamos el todo-incluido- y de vuelta a mi villa.
Día 7: Lunes 12 de julio de 2010
Nos vamos a Xcaret. Dejamos el coche en el parking y pagamos las entradas. Cogemos la entrada básica (esta vez pasamos del todo-incluido) ya que llevamos toallas y tubos y gafas. Nos ahorramos unos 25 euros por barba de entrada. Alquilamos un locker para dejar las mochilas y comenzamos a recorrer el parque. Aquello es enorme¡¡. Nos os perdáis el circuito por los ríos subterráneos -650 metros-. Dejaros llevar por la corriente. Al salir de nuevo sentimos el calor de la selva. Llegamos al mar. Decidimos contratar el snorkel en los arrecifes –otros 30 y tantos euros por barba-. No podíamos irnos de allí sin nadar en el arrecife. Nos llevan en un barco. Tardamos unos 15 minutos. Echamos el ancla en una calita donde ya hay otra excursión y dos o tres barcos privados. Nos tiramos al agua. El arrecife a veces está a tan solo 50 cm de la superficie. Aquello es realmente maravilloso. Corales de multitud de tipos. Peces de colores brillantísimos. Tortugas. Mantas rayas. Estrellas de mar. La pena es que al pasearnos por las zonas tan poco profundas hay quien va pisando y destrozando el coral. Me puse de una mala leche tremenda. Como no cuiden aquello se lo cargan rápidamente. Basta con que se bordeen las zonas menos profundas para evitar que nadie toque involuntariamente el arrecife.
A la vuelta el cielo se puso negro, negro, el mar se encrespó y cayó de nuevo una megatormenta tropical. Nos tuvimos que cubrir con los chalecos pues las gotas de lluvia hacían daño de la furia con la que caían. Las olas llegaron a cruzar la proa de la embarcación. Nos encantó como la naturaleza juega con nosotros por aquellas tierras, pasando en un segundo del sol abrasador a la más salvaje tormenta sin solución alguna de continuidad. Mi hija se asustó tanto que se despidió y todo de nosotros por si acaso. Jajaja.
De vuelta en Xcaret nos encantó el estanque con enormes tortugas marinas. Buceamos un rato por la caleta donde se funde el agua fresquita de los ríos con la cálida del mar con lo que ves –y notas- como las termoclinas pintan estelas en el mar. Luego nos tomamos unos espectaculares perritos calientes. Y nos fuimos al espectáculo. Hay un teatro enorme que casi se llena. La primera parte nos encantó. Representan la época prehispánica (juego de pelota, etc). En la segunda parte intervienen grupos folclóricos de distintas partes de México con sus bailes y músicas típicas. El espectáculo es muy completo y dura 2 horas y cinco minutos (incluido un intermedio de 15 minutos). Me tomé un par de cervecitas frescas y patatas al limón. Venden botellas de cerveza de dos litros muy llamativas por su tamaño.
De allí nos fuimos a la tienda de la entrada donde nos fundimos los últimos pesos.
Vuelta al hotel, cena y otra noche que nos acostamos tardísimo.
Día 8: Martes 13 de julio de 2010
Nos vamos. Toca despedirse del bufet, del cocodrilo, de las iguanas, del manglar, de los cocoteros, de la selva, los margaritas, los mayas, …. ¡qué magníficas vacaciones¡ ¡Viva México lindo!.
Nota de ayuda:
Si no te dejan hacer un “late checkout” (salir después de las 12:00) o no quieres pagar el sobreprecio (creo unos 40 dólares por salir a las 16:00) entonces recuerda que una vez dejas la habitación te dan un papelito con el que en la misma recepción te prestan toallas para que te duches y cambies en las duchas de cortesía (de bancos de madera, con gel, champú, secador, etc). Así que puedes pasar la mañana y/o la tarde en la playa o las piscinas disfrutando de tu último día para ducharte y cambiarte justo antes de irte. Las maletas no se guardan en ningún cuarto de maletas. Las van alineando en el Lobby por agencias de viaje por lo que puedes acceder a ellas todas las veces que necesites.
Para salir del país tienes que pagar en metálico 50 euros por persona. Yo me había “fumado” la reunión de la agencia del primer día ya que tenía claro mi planning así que no me acordaba de lo de la pasta. No pasa nada porque me fui a un cajero y saqué 2.250 pesos. 750 por persona. Dentro del aeropuerto hay un bar especializado en margaritas donde me tomé la última. El vuelo duró de nuevo unas 9 o 9 ½ horas. Sin problemas.
hola pacoct yo voy a ir ahora en noviembre,...¿ es fiable entonces contratr las cosas por internet? quiero nadar con delfines,y x lo ke veo,es mejor contratarlo desde aki...por lomenos te ahorras algo,muchas gracias
Bosswoman, lo de las reservas x internet es altamente fiable. No debes preocuparte por eso. La clave de reservar anticipadamente es que te sale mas barato que si lo haces allí mismo en el día, y bastante más barato que si lo contratas como excursión al touroperador de la zona. Pero también tiene sus "contras": no puedes, generalmente, cambiar el dia y te debes desplazar por tu cuenta. Para mí estos contras no son importantes ya que, si te desplazas por tu cuenta añades experiencias extra al viaje, y reservando con antelación evitas la sorpresa de que ya no hay plazas ese dia para la actividad. En cualquier caso, no te pierdas la experiencia de nadar con los delfines. Normalmente solo lo harás una vez en tu vida. Así que reserva de la forma que más te relaje/divierta. Normalmente las cosas siempre salen bien, y aunque tengas imprevistos, este tipo de viaje lo saborearas toda tu vida.
Muchas gracias por tu diario pacoct. Me ha encantado. Se me ponen los pelos de punta al pensar que en menos de tres días estaré alli con mi pareja disfrutando de todo eso!!
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Hola Bowles, como estas? Tu itinerario no incluye las playas del Caribe mexicano? Te pregunto porque quizas no quisieran hacer playas o quizas no lo tuvieron en cuenta. Yo conozco esa parte y me parece preciosa. Playa del Carmen, Tulum, Cozumel, Chichen Itza, Cenote Il-Kil...
Buenas te dejo nuestro itinerario para que te sirva de guia. Hicimos 2 rutas circulares, por Yucatan y Chiapas alquilando en cada zona. www.losviajeros.com/ ...38#6244338
Ten en cuenta que si alquilas coche si devuelve en oficina diferente te sube un paston.
Hola a todos, después de llevar tiempo ayudandome de vuestro foro para viajar por Europa, este año vamos a dar el salto al otro lado del charco con un viaje organizado por Halcon Viajes por México DF, chiapas... Y termino en rivera maya. Al ser la primera vez que vamos a un sitio tan "desconectado" pido consejo sobre que llevar tanto en el avión como en el equipaje o sobre donde cambiar el dinero (os he leido que lo mejor es cambiarlo en el aeropuerto al llegar, así como comprar allí la sim para "estar comunicado") pero como es mi primer viaje organizado (siempre he ido... Leer más ...
Hola compañeros! Estoy planeando un viaje de dos semanas para ir a las playas de la zona de Cancún y alrededores. Alguien tendría algún itinerario de 14 días? Voy un poco perdida y no me gustaría meterme en las playas más masificadas.
Muchísimas gracias
Nosotros en la zona de Cancún no estuvimos, solo llegamos a Tulum, pero creo que precisamente las de esa zona son las más masificadas (que alguien me corrija si me equivoco).
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