Un poquito de la Bretaña ✏️ Blogs de Francia

Hace más de 15 años que no viajo en coche hasta Europa. Empecé haciéndolo de esta forma pero con el abaratamiento de los aviones y porque para nosotros es mucho más cómodo, siempre que viajamos lo hacemos en avión y alquilamos un coche en el destino. En este viaje ha sido diferente. Lo planeamos tarde, después de venir de otro viaje en junio y los precios del vuelo ya andaban por los 380 euros por cabeza… implanteable! EL coche en Francia, además, nos salía más caro alquilarlo que en otros países en los que solemos hacerlo. Así que nos planteamos hacer el viaje en nuestro coche. Como hace años, nos planteamos hacer noche en Burdeos y desde ahí tirar hacia nuestro primer destino. Empezamos a mirar casas para alojarnos (siempre elegimos este tipo de alojamiento). Si vas a un viaje en el que vas a pasar una noche en cada sitio, este tipo de alojamiento no tiene sentido, pero a nosotros nos gusta quedarnos varios días en el mismo sitio para poder disfrutar y exprimir la zona todo lo posible. Después, llegar a casita por la tarde, sentarte en el jardincito, cenar algo tranquilamente… en definitiva descansar, y tener unos momentos de relax en un sitio agradable. Es por eso, que la elección de casa, también juega un papel importante.
Decir que alquilar casas en Francia requiere una dificultad a la que no estamos acostumbrados. Solemos alquilar casas por Alemania, Austria, Suiza etc… y las facilidades son increibles. Normalmente no piden señal, todo va incluido en el precio, naturalmente no piden fianza ninguna etc… Francia es otro mundo… supongo que no será así en todas las casas… a todas las que hemos escrito (unas 50): alquileres por semanas (normalmente de sábado a sábado), piden una señal, piden unas fianzas desorbitadas, en algunos sitios las sábanas no están incluidas, la limpieza lo mismo…. En fin… durante este proceso todas estas cosas hacen que nos planteemos el viaje… nos piden que mandemos el dinero en cheques (que no tenemos), en las que nos aceptan días sueltos y no la semana completa, la equivalencia de precio es totalmente injusta (Ejemplo. Precio de la semana 375. Precio para 4 días, 350).
Recordamos aquellos tiempos en los que esquiabamos en los Alpes Franceses (te alojabas en unos apartamentos “colmena” totalmente inpersonales, en los que te trataban como en la carcel. Recogías tus toallas y sábanas en la recepción, después de pagar una fianza exagerada y desorbitada que no te devolvían hasta que alguien, el día de tu salida, inspeccionaba tu “colmena” y veía que no habías robado una bombilla, o un cuadro, o un tenedor… Todo el mundo era culpable hasta que se demostrase lo contrario… Por suerte hace más de 10 años descubrimos Austria para esquiar.
Por fin, después de mucho “sufrimiento” tenemos el tema del alojamiento zanjado. Eso sí mucho más caro que de costmbre en los paises que comento, y, sin ir más lejos más caro que el precio de una semana en casas para 6 personas en Suiza que tenemos contratadas para agosto. Pero bueno… Tenemos ilusión y hay que adaptarse. Así queda el planing.
Una noche en Burdeos
4 Noches en las cercanías de Concarneau (al sur de Quimper, en Finistère)
4 Noches en Tredrez, cerca de Lannion y Costa de granito rosa (en Cotes d´Armor)
4 Noches en Tregon (en el país de Dinan)
Vuelta a casa haciendo dos noches de descanso en el País vasco francés.
Decir que en 12 días no se ve la Bretaña. Se ven algunas cosas… tal vez una décima parte de lo que merece la pena. También decir que no nos gusta ir a matacaballo… ir a ver cosas y más cosas… son vacaciones, nos gusta ver cosas, pero también nos gusta relajarnos, hacer lo que nos apetece en cada momento, no llevar un planing. Como digo, en 12 días no se ve esta región por lo que estamos seguros de que volveremos, así que no pretendemos visitar todo. Aún así, nos da mucha rabia no tener tiempo para ver algunas cosas.
Aquí comienza nuestro viaje.

DÍA 1
Partimos de Madrid el día 10 de julio sobre las 8 de la mañana. 690 kilómetros después y unas cuantas paradas de descanso, llegamos a Burdeos. Nos hemos alojado un par de veces en esta ciudad. Esta vez elegimos un hotelito muy muy céntrico. El hotel continental, en la Rue Montesquieu. Resevamos a través de una central de reservas y nos sale por 77 euros la noche. El precio incluye bebida de bienvenida, desayuno bufet, wifi gratis y comida del día siguiente en forma de bolsita con un sandwich, bebida y una fruta o bollito.
Nos instalamos en el hotel. Descansamos hasta que caiga el sol (hace un calor tremendo) y salimos a pasear por el centro. Recorremos las calles centrales, vemos la plaza de Quinconces y el río y andamos un buen rato. Cogemos un tranvía para volver hacia la zona del hotel porque nos hemos alejado un poco. Después salimos a cenar. Lo hacemos en el Scopitou, por recomendación del recepcionista del hotel, al que pedimos rcomendación de un restaurante con buena comida francesa y que no sea para turistas. Es un restaurante algo caro pero muy bueno y muy frecuentado por la gente de Burdeos. Es un sitio muy pequeño y con poco encanto pero la comida es muy buena. Aunque como digo, cara. Cenamos un plato cada uno (un buen plato), y 4 cervezas (somos 2)… los platos rondan los 25 euros. Plato de magret con un escalopito de foie y varios acompañantes. Caro, pero bueno. Me quito mi ansia de comida francesa y nos tomamos un helado en el café Regent.



Después, nos vamos a dar otro paseito por la ciudad, por la zona del río, donde han hecho unos jardincitos muy muy agradables, en los que descansamos observando el paisaje, a la gente y las farolas, que nos encantan.




A dormir, que mañana toca otro largo viaje. Hace calor, pero por suerte podemos dormir bien.

DÍA 2
Desayunamos en el hotel y partimos hacia nuestro destino. Por el camino hacemos una parada en La Rochelle. Es domingo y el parking nos sale gratis.
Los franceses que se fijan en nuestra matrícula nos desean suerte efusivamente para el partido de esta noche (día 11 de julio)



Seguimos nuestro camino y nos dirigimos a Rochefort en Terre. Es el único pueblo que vemos por la zona. Malestroit y otros pueblos de alrededor no los visitamos porque es muy tarde y todavía queda un largo camino hasta la primera casa, y no queremos llegar muy a deshora.
Como decimos, queda para el próximo viaje.
En Rochefort nos topamos con un mercado de cerámica muy bonito en la parte baja del pueblo. Después subimos a la parte alta y disfrutamos de sus calles y sus casas. Este pueblo es “Petit cité de Carácter”, y también está catalogado como uno de los pueblos más bellos de Francia. Además tiene 4 flores en la categoría de “Ville et Villages Fleuris”. Todo esto merecidísimo.









Para el siguiente viaje nos queda Malestroit, Josselin y otros pueblos de alrededor como La Gacilly, famosa por ser la sede de Ives Rocher. Puede parecer un pecado no visitar estos pueblos, seguramente lo sea pero nos quedan muchos viajes por delante. Como veréis hay muchas cosas muy típicas que no hemos visitado (por ejemplo, ninguna ciudad grade como Nantes, Brest, Rennes). A Cambio hemos visitado otros lugares no tan típicos ni turísicos que nos han merecido mucho la pena. No se puede ver todo!!

Seguimos nuestro camino y llegamos a nuestra primera casa. Está situada muy cerca de Concarneau en el pueblo o “barrio” de Croissant Bouillet. Hemos metido las coordenadas que nos mandó la señora en el gps y llegamos sin problemas… además yo ya me he estudiado con el googlemaps la situación exacta de la casa. Me llama mucho la atención la vegetación de la zona, en general de toda la región de Betraña. Me imaginaba muchos cultivos, que los hay, pero no me esperaba tantísimo bosque y verde. Muchísimos bosques, en uno de los cuales se encuentra nuestra casa. Es una casita de dos plantas con un gran jardín. Muy agradable, muy cómoda y equipada con todo lo necesario. La señora además, nos ha llenado la nevera con todo lo necesario para desayunar. Tenemos yogures, botellas de leche, mantequilla, un paquete de café, pan, azucar, cacao en polvo, té…. En fin, de todo. Nos da la bienvenida, pagamos y nos instalamos.
La señora alquila varias casas en el mismo bosquecillo.
Esta es la nuestra

Y estas son otras.. a unos 50 metros de la nuestra.

Nuestra casita por dentro.




Y el bosque por el que se accede a ella




Después de cotillear un poco la casa, nos vamos a dar un paseo por Concarneau. Concarneau ha crecido alrededor de la Ville Close, que es la vieja ciudadela, situada en una isla unida a tierra firme con un puente, ahora normal, antes levadizo. La Ville Close está rodeada por 300 metros de muralla. El paseo por el interior cuando cae la tarde y la gente ya no es tanta, es muy agradable.





La siguiente foto no es mía

Encontramos esta tienda que luego veremos en muchos otros sitios donde compramos nuestros primeros Kouign Amman, en conreto Kouignetes ya que son una versión mini de este típico dulce bretón. Vaya peligro de tienda… y..¡cómo están los dulcecitos! Madre mía… qué delicia… de todos los sabores posibles e imaginables. Naturalmente caemos en la tentación y nos llevamos unos cuantos a casa donde vemos la final del mundial en medio de un bosque (siempre vemos las finales del futbol en sitios raros… jaja. La de la Eurocopa la vimos en medio de la Selva en un chiringuito sujeto por 4 palos…jajajaja). Cenamos tranquilamente alguna cosilla que compramos el día anterior por el camino.



A dormir.

DÍA 3
Hoy nos levantamos y aprovechamos que hay mercado en Concarneau (lunes) para ir a echar un vistacillo. Somos amantes de la gastronomía francesa y los mercados franceses siempre nos han encantado. Damos una vuelta por el mercado y compramos algun queso. Después, nos aventuramos por la carretera más cecana a la costa, que va hasta Benodet. Por el camino, paramos en un bosque precioso para dar un paseo y llegar hasta un mirador.




La marea está baja y la vista no es la mejor pero el bosque es muy agradable. El problema es que se pone a llover.
Llegamos hasta Benodet y damos un paseo. Benodet se encuentra al final del rio Odet que va desde Quimper hasta esta localidad. Un día nos pasaremos a visitar sus orillas.

Las vistas no son buenas... está lloviendo mucho y decidimos volver a casa a comer y hacer un poco de compra antes.


Vamos al Leclerc de Concarneau y compramos alguna cosilla. Comemos Magret de pato en casa... exquisito. Es una de las carnes que más nos gustan y tan facil de hacer. Sal, pimienta y en 5 minutos está listo. Disfrutamos de unos magrets en nuestra casa antes de salir por la tarde.
Esta tarde decidimos poner rumbo a Locronan, pueblito de menos de 1000 habitantes en medio de la ruta de Cornouiaille. Locronan se encuentra bajo la montaña del mismo nombre y entre los bosques de Duc y de Nevet.
Dejamos el coche en un aparcamiento en la entrada. Al pagar (creo que unos 3 euros), te dan una pegatina para pegar en el coche con la que tienes acceso al parking para todo el verano. El resto del año es gratuito. Con el pago del parking te dan un folleto informativo del pueblo con un mapa bastante apañadito con el que te haces una idea de qué ver y con un recorrido para no perderte nada.
Disfrutamos y nos deleitamos con un paseo por sus calles con la sensación de estar en un decorado… precioso.












Tras enamorarnos del pueblo ponemos rumbo a la Montaña de Locronan. Para los que queráis ir os pongo cómo hacerlo porque no está muy bien. Hay que salir de Locronan y coger la carretera que va hacia Chateaulin. Una salida a la derecha te indica “Plas ar Horn”… en ningún momento se ve la indicación como “Montagne de Locronan”. Siguiendo una carreterita llegas hasta este agradable lugar a unos 300 metros desde el que se ve una preciosa vista de Douarnenez y su bahía, la península de Crozon (que visitaremos), los Montes de Arree y el Menez Horn (al que también subiremos más adelante). Arriba también está la Ermita de San Ronan que por lo visto es uno de los lugares más importantes de la Bretaña donde se celebran los “Pardons”.





Bajamos de la montaña y ponemos rumbo a Douarnenez y más tarde a Quimper donde damos otra vueltecita y nos vamos a casita, que ya es tarde.
Douarnenez





Quimper y su magnífica catedral.





Volvemos a casita y cenamos una pancetita que hemos comprado esta mañana y un marisquito que también hemos comprado, ya cocido y una sidra bretona. Sobra de todo







DÍA 4.
Nos levantamos, desayunamos y hoy tiraremos hacia el sur.
Nuestra primera parada es Lorient para visitar una antigua base de submarinos construida por los alemanes. Es uno de los mayores atractivos de la ciudad. A mí personalmente no me llama mucho la atención pero mi pareja quiere verlo por curiosidad y la verdad es que impresiona. Enormes construcciones que hasta hace 10 años estaban vetadas para cualquier persona que no fuera francesa por temor al espionaje. es una obra de ingeniería naval impresionante y una pieza única en el mundo. Ahora ya están cerrados y dejan acceder a la zona a cualquiera. Hay un museo, aunque no entramos. Solo paseamos por los alrededores alucinando con tremendas construcciones.



Plano de la zona. La escala que se ve abajo es 200 metros.





Vista de uno de los edificios visto desde Port Louis


En frente de Lorient divisamos el pueblito de Port Louis y decidimos acercarnos a verlo. Es un pueblo agradable con una bonita ciudadela al que se accede tras pagar 6 euros. Nosotros preferimos verla por fuera.




Dejamos Port Louis y ponemos rumbo a Carnac. Visitando antes de llegar a los alineamientos, algún dolmen por el camino.

Después nos dirigimos a ver los alineamientos de Menec para ir después a los de Kermario
En los alineamientos de Menec podemos ver 1099 menhires alineados en 11 filas paralelas con una longitud de más de un kilómetro.
En Kermario son 1029 menhires en 10 filas de 1200 metros de longitud
Hay muchísimas formaciones más por la zona. Sólo es cuestión de elegir qué es lo que más te interesa ver. Nosotros visitamos los dos alineamientos….



…. y después vamos a ver el Geant de Manio (El gigante de Manio) , Un menhir de 6 metros y medio de altura. (Más adelante en nuestro viaje, veremos menhires mucho más altos). El camino hacia el menhir es muy bonito, entre bosque.



Después de tanto pedrusco nos dirigimos al pueblo de Carnac a dar un paseo y a comer. Aparcamos el coche en el parking enfrente de la oficina de turismo. Yo me he llevado mi disco de estacionamiento que usamos para Alemania y Austria pero aquí el sistema es distinto. Pregunto en la oficina de turismo y me dicen que venden el disco en la tienda de prensa. Se trata de un disco distinto al que comento. En este tienes que poner la franja horaria en la que dejas el coche, y el mismo disco, en otra ventanita, te dice hasta qué hora tienes derecho a estacionar.
Este es el disco

Esta es la señal que dice que hay que usar el disquito

Comemos tranquilamente y muy bien en Chez Marie… muy cerca de la iglesia . Comemos nuestra primera Galette. Un sitio muy muy recomendable. Acompañamos las galettes con una botella de zumo de manzana artesanal y no pedimos postre porque no podemos más. Como veis, las galettes no eran muy ligths.


Vamos a ver la playa de Carnac para bajar la comida
Luego ponemos rumbo a la península de Quiberon, pero antes pasamos por la abadía de Saint Michel de Kergonan. Una impresionante contrucción que nos deja boquiabiertos por no esperárnosla. Nos metemos a verla porque vemos un cartel en la carretera.



Después vamos a recorrer la península de Quiberon, concretamente la Costa Salvaje de esta península. Allí nos echamos una siestita al borde de los acantilados con el ruido del mar de fondo.

Abandonamos la “Casi isla” de Quiberon y ponemos rumbo a casa. Antes, paramos en Auray. Damos una vuelta por el pueblo y nos dirigimos al puerto de Saint Goustan. Elegimos la mejor manera de bajar. Existen dos maneras. Por una agradable calle y por un no tan agradable callejón. Elegimos el callejón para después subir por la calle y elegimos bien porque de repente llegamos a un mirador con esta vista del puerto. Precioso!!






Antes de llegar a casa vamos a las Rocas del diablo. Se trata de un rio que discurre entre un bosque espectacular con rocas enormes en las orillas. Damos un paseo por el bosque pero lo suyo es recorrer todos los senderos. Ya es tarde y no hay mucha luz. Estamos solos en el bosque. Decidimos hacer unas fotos y tirar para casa descansar para el día siguiente.





DÍA 5
Hoy nos levantamos con la idea de tirar hacia el norte. Queremos ir a la punta de Raz pero también conocer otros lugares naturales que no son tan famosos. Lo primero que hacemos es dirigirnos a Pont Croix, pueblito situado junto a la ria de Goyen. Lo que queremos hacer hoy es tocar algunos puntos del ruta de Cornouaille.

Como digo, paramos en Pont Croix. Es un pueblo pequeñito y en la parte de abajo hay un bonito paseo junto a la ría. Las callejuelas de alrededor de la iglesia son muy agradables y la iglesita es una maravilla.






Después de dar un paso por Pont Croix ponemos rumbo a la punta de Raz, pero antes, nos apetece parar en alguna de las muchas puntas que se anuncian por la carretera y que no son tan famosas.
Paramos en la Pointe de Brezellec. Nos encanta. No hay absolutamente nadie. Tomamos un trocito del sendero de los aduaneros y vemos los acantilados. A la derecha se ven unos acantilados verdes; a la izquierda, la punta de Van a lo lejos.


Nos dirigimos después a la punta de Van. Hay muchísimos senderos para descurbrir todos los rincones. Uno de ellos lleva a la capilla de Saint The que hace que el paisajeen su conjuno sea más bonito todavía. Desde aquí ya se ve a lo lejos la Punta de Raz a la que nos dirigiremos después.



Llegamos a la punta de Raz, la más turística de todas. No hay aglomeración pero el parking es de pago. Nos volvemos a dar cuenta de que lo más turístico no es lo más bonito. La punta es preciosa pero las que hemos visto antes no le tienen nada que envidiar y mientras en las otras no había nadie y era totalmente gratis aparcar, aquí nos piden unos 5 euros. A la entrada hay tiendas, restaurantes… en fin… así se pierde un poco el encanto.
Desde esta zona salen 3 caminos para llegar hasta la punta. Dos que van por la costa y uno central que es por el que menos se tarda.

Nos dirigimos hacia la punta y las vistas son preciosas. El color del mar con la espuma y la roca forman un paisaje precioso.
Después de dar unos paseos por la zona y sentarnos embobados a contemplar el paisaje, ponemos rumbo a Audierne, donde aprovechamos para comer (Galettes y mejillones) y nos tomamos nuestras primeras Breiz colas



Desde Audierne, bajamos por carreteras de costa, con unas playas y unos lugares muy bonitos, hasta la punta de la Torche…. IMPRESIONANTE la playa con la que nos topamos. Kilómetros y kilómetros de arena fina y blanca… no se ve el final. Damos un buen paseo disfrutando del paisaje, de los surfistas, de las cometas y de las múltiples actividades que se desarrollan allí. Quedamos maravillados.








Continuamos el viaje y pasamos por el faro de Eckmuhl, de 65 metros de altura. Hay millones de cosas para ver por allí, pero ya se está haciendo tarde. Pasamos por Pont l´Abbé y después nos detenemos unos instantes a las orillas del Odet. Dejamos el coche en uno de los muchos parkings y damos un paseo por el bosque hasta llegar a una de sus orillas. Es una maravilla. Recomiendo recorrerlo en barco. Desde Quimper salen.
Faro de Eckmuhl
Pont l´Abbé

Río Odet


Castillo en las inmediaciones del río

Antiguo molino en medio del bosque que conducía a las orillas del Odet.

Para finalizar la jornada, decidimos pasarnos por Pont Aven. Está a tan solo 9 kilómetros de casa. Pont Aven es un pueblito que se hizo muy famoso en el Siglo XIX porque allí se creó la escuela de Pont Aven, formada por Gauguin, Emile Bernard y Maurice Denis. Ahora es un pueblo muy agradable lleno de galerías de arte. Está al borde del rio Aven y hay un paseo muy bonito por sus orillas; el paseo Xavier Grall que cruza además un canal.



Salimos del paseo Xavier Grall y damos otro paseo por el pueblo.






Y por hoy… suficiente. Llegamos a casa y descansamos en el jardín, en medio del bosque tomando unas cocacolas y un piscolabis antes de cenar.

CONTINUA en LA ETAPA 2

---

DIA 6.
Hoy cambiamos de casita. Hemos estado como reyes en esta casita del bosque. Muy agradable y una gozada sentarse en el jardín por la tarde a tomar algo escuchando solamente el ruido de los pajarillos. Nos despedimos de la casa y esperamos a la tardona de la señora para que nos devueva la fianza. Salimos algo tarde porque se retrasa.
Hoy nos dirigimos al norte. Al departamento de Cotes D´Amor. Nuestra casa está situada en Tredrez, cerca de unos acantilados y del sendero de los aduaneros. Queremos aprovechar el día de traslado para visitar la península de Crozon, una zona que nos enamorará y en la que estamos seguros que para el próximo viaje nos alojaremos alli para disfrutar de unas playas espectaculares y desiertas y de unos paisajes increibles.
Así que ponemos rumbo allí. Primero, nos dirigimos al Menez Hom, una de las mayores alturas de Bretaña (330 metros) que se encuentra junto a las Montañas Negras. Desde allí se divisa gran parte de Finistère: Brest, la Bahía de Duarnenez , las Montañas Negras y la península de Crozón, a la que nos dirigimos. La verdad es que la vista es preciosa pero la cámara no lo capta bien. Además hace un viento terrible arriba.
Pero de camino al Menez Hom nos topamos con esta preciosa iglesia en un entorno muy bonito. La verdad es que es una chulada. Es la iglesia de Santa Marie del Menez Hom.


Después de sacar unas fotillos, seguimos hacia la cumbre del Menez Hom.


Y, tras bajar, un cartel nos indica que estamos entrando en el parque regional de Armorica.

Por fin entramos en la península. Nuestra idea es ir a ver la punta de la Cabra, la punta de Dinan, la punta de Penhir y la de los Españoles. Esta última no la visitamos porque nos entretenemos por el camino y no queremos llegar tarde a la nueva casa.


Aquí están las puntas de la cabra y de Dinan.












Después de estas dos puntas ( la que más nos gusta es la Dinan, en la que hay ese arquito en la roca y tiene unas vistas estupendas de la punta de Penhir a lo lejos) nos dirigimos precisamente a la punta de Penhir, también muy bonita, con unas playas alrededor espectaculares y desiertas.





Pero no todo es tranquilidad en este entorno de ensueño.
Ups…

Nos topamos con estos bunquers de la segunda guerra mundial… a lo largo de nuestro viaje veremos unos cuantos por la cosat Bretona… hay bastantes






Abandonamos la península de Crozon con muy buenas sensaciones y ponemos rumbo a nuestra segunda casa. La casa se encuentra en lo alto de unos acantilados y lo que la separa del mar son unos campos de cereales que se interponen entre el jardín y el sendero de los aduaneros. El lugar es una maravilla y un remanso de paz. Llegamos y nos recibe Patrick. Nos enseña la casa y nos invita a una cerveza. Estamos un buen rato conversando con él y nos cuenta que él mismo ha construido la casa. Es una casa alucinante, de piedra, de dos pisos y preciosa. La decoración es una pasada y en el salón tenemos un ventanal de tres metros con unas vistas de lo más relajantes. Los dueños son simpatiquísimos y viven cerca. Además tienen otras casitas para alquilar que son habitaciones con baño solamente. Nosotros ocupamos la casa completa y una pareja de belgas se alojan en una de las otras casitas que son solo habitaciones y que tambíen las ha construido Patrick.













Como digo, la casa está a unos 200 metros del sendero de los aduaneros. Recorremos varias veces este trocito del sendero que pasa por delante de nuestra casa. No nos cruzamos nunca con nadie. Siguiendo el sendero llegas al pueblito más cercano a nuestra casa, Locquémeau, con un puerto pequeño pero activo.
Dedicamos la tarde a pasear por el sendero y a ir a hacer un poquito de compra.

El sendero de los aduaneros al paso por nuestra casa

Nuestro “barrio” y nuestra casa están situados en lo alto, a la izquierda.

Vistas desde el sendero al paso por las cercanías de nuestra casa. La playa que se ve al fondo es la de Saint Michel en Greve… una maravilla con marea baja.

El pueblito de Locquemeau desde el sendero.




DÍA 7.
Nos levantamos y ponemos rumbo a Pontrieux, pueblito que es también “Petit cité de caractère”. Dejamos el coche en la plaza central y nos damos un paseo. La verdad es que nos decepciona un poquito el pueblo… hemos visitado Rochefort en terre y Locronan como “Petit cité de caractere” y nos esperamos algo similar… Es pueblo es bonito pero nos damos cuenta de que lo es más, visitándolo en barco por sus canales, ya que los rincones que más merecen la pena del pueblo son precisamente aquellos por los que pasa el canal. La casa donde se sitúa la oficina de turismo también es muy bonita. Desde este pueblo, sale un tren de vapor turístico que llega hasta Paimpol.

Pueblito de Pontrieux




Treguier. La torre de la catedral de Treguier se llama “ La torre del diablo” ya que la leyenda dice que el dinero para su construcción se ganó jugando a las cartas. Por esa razón la torre de la catedral está adornada con las figuras de la baraja del póker; Picas, corazones, tréboles y diamantes.




Antes de comer, nos pasamos por Perros Girec para dar un paseo. Hay mercado y nos lo recorremos de arriba a abajo. Compramos algo de carne para comer.
Después de comer, salimos a pasear por el sendero de los aduaneros, vamos a visitar el puerto de Locquemeau y vamos a pasear y a remojar los pies en la playa de Saint Michel en Greve… una maravilla.



Y disfrutamos del atardecer desde nuestra casita, tomándonos una cervecitas.


DÍA 8.
Hoy nos levantamos muy prontito porque vamos a la Pointe d´Arcuest a coger un barco para visitar la isla de Brehat. Queremos coger el de las 9:30h y tardamos unos 35 minutos en llegar desde casa a la punta de Arcuest. Una vez allí, dejamos el coche y embarcamos. El trayecto dura tan solo 10 minutos.


En la isla está prohibida la circulación de coches y la única forma de visitarla es en bicicleta o andando. Una vez que desembarcas, hay unas cuantas empresas de alquiler de bicis. Nosotros nos dirigimos a una de ellas y alquilamos unas bicis estupendas. (5 horas, 10 euros)
La isla nos enamora… es como estar en otro mundo. En realidad son dos islas unidas por un pequeño puentecito. Callecitas estrechas, flores por todas partes, calas encantadoras rodeadas de pequeñas islas por todas partes, 3 faros y un porquito de granito rosa por el norte.
Pasamos 4 horas recorriendo la isla en bici y para terminar, nos damos un baño en una cala estupenda. Una gozada!!! Después del baño comemos. Hemos comprado en la isla (en uno de los núcleos civilizados, una barra de pan gigante y unos salchichones buenísimos. Comemos en la calita después del baño unos bocatas de salchichón que nos saben a gloria. Después seguimos un poquito más y finalmente dejamos las bicis y nos tomamos un cafecito en el puerto, donde esperamos al siguiente barco para volver a tierra firme.





















Tras llegar a tierra firme, cogemos de nuevo el coche y nos dirigimos al Gouffre. Hay que dejar el coche en un parking y tras 10 minutos caminando se llega a esta zona. Es una zona de pequeños acantilados rocosos con unos paisajes bonitos. Además, en esta zona, está la famosa casa de Castel Meu, escondida entre dos enormes piedras. La reproducción con fines comerciales de esta casa está prohibida en la actualidad.







Llegamos a casa cansaditos y cenamos unos mejillones y una docena de ostritas que me compro, que tengo mono.

DÍA 9.
Nos despertamos, desayunamos y ponemos rumbo a Perros Guirec. Queremos visitar la Costa de granito rosa, haciendo el trayecto del sendero de los aduaneros desde la playa de Trestraou hasta la playa de Saint Guirec, ya en Tregastel. Se recomienda hacer este camino con marea alta o casi alta y en dirección este-oeste por la mañana y oeste-este por la tarde. Tenemos todo a nuestro favor. La marea está alta y vamos a caminar en sentido este-oeste. Mucha gente va directamente a Ploumanac´h a ver ese tramo de la costa pero es muy recomendable hacerlo, por lo menos, desde un poquito más al oeste de Perros. Nosotros ibamos a partir desde la playa de Trestraou…. que es esta

…..pero vemos que poco granito rosa hay por esa zona, así que avanzamos un poquito hasta el siguiente punto donde se puede dejar el coche… es justo desde aquí donde empieza a aparecer este granito rosa. El camino es impresionante y algunas calas son espectaculares.

























Estamos toda la mañana recorriendo este tramo de la costa y decidimos ir a comer a casa, que estamos muy cerquita. Comemos tranquilamente, y yo me voy a caminar por el sendero de los aduaneros hasta Locquemeau mientras Miguelito ve el Tour de Francia. Cuando llego al pueblo, le llamo, pasa a buscarme en coche y ya nos vamos a buscar una playa para bañarnos y pasar la tarde. Tarea complicada. La marea está baja. Muchas de las playas con las que nos encontramos no tienen agua….jajaja… Está bajísima y las playas se ven feotas. En otras encontramos mucha gente. Decidimos ir a las calitas que hemos visto por la mañana en la costa de granito rosa y como hay marea baja… está todo lleno de rocas y es imposible acceder al agua. Terminamos en la playa de Trestraou, en Perros. En el extremo más oriental de la playa hay unas roquitas y no hay gente… la playa es muy bonita con marea baja. Disfrutamos de un bañito estupendo.. el mar aquí está muy tranquilito y el baño nos sabe a gloria.

Visitamos algunas playas que no nos convencen hasta llegar a la playa de Perros.
La roca del Ray Gradlon, que dicen que se parece a una cabeza con una corona.


La playa de Trestraou en Perros, donde finalmente plantamos el huevo y nos damos un bañito estupendo.



Y para casita a disfrutar del último atardecer en esta casita y prepararnos para otra etapa del viaje.


CONTINUA EN ETAPA 3

---

DIA 10.
Nos levantamos, recogemos trastos y nos despedimos de Vero y Patrick. Nos dicen que no conocen Madrid, y que si vienen podemos cambiar las casas… pensamos que a pesar de estar en pleno Madrid y muy bien comunicadad con el centro, saldríamos ganando por goleada con el cambio….jajaja.
Por el camino paramos en Saint Brieuc que no nos parece nada del otro mundo, aunque damos un paseito por sus calles. Es agradable pero no nos entusiasma.




Después ponemos rumbo a la Costa de Göelo y visitamos la Playa de Les Rosaires, larga y bonita.

Seguimos nuestro camino hacia el norte porque queremos visitar Les falaises de Plouha, los acantilados más altos de Bretaña, en las cercanías del pueblo de Plouha. Llevamos comida en la mochila y queremos comer por el sendero de los aduaneros. Hace un calor terrible y andamos un buen rato recorriendo el sendero en este precioso tramo hasta que encontramos una sombra que nos satisface para comer.
El sendero de los aduaneros por los acantilados de Plouha nos parece muy atractivo. Aunque hay tramos con grandes cuestas los paisajes y las vistas son impresionantes.







Después de visitar esta zona que nos encanta, nos vamos acercando a nuestra nueva casa. Antes, decidimos adentrarnos en el bosque de la Hunaudaye y visitar el castillo del mismo nombre. La verdad es que no te esperar encontrar un castillo de tal magnitud en esa carreterita. Está medio en ruinas pero es bonito y la zona es muy agradable.



Esta foto no es mía, claro.

Hacemos un poquito de tiempo porque le hemos dicho al guardés de la siguiente casa que llegaremos sobre las 5, así que nos echamos en la hierba a descansar y disfrutar del paisaje en la sombrita.
Ponemos definitivamente rumbo a nuestra casa y llegamos a la hora acordada. Estamos cansados. Hemos caminado y llevamos todo el día danzando con un calor intenso y estamos agotados.
Nuestra nueva casa se encuentra en una especie de granja donde todas las casitas son de piedra. Un camino con árboles a los dos lados conduce hasta el conjundo de edificios, en cuya entrada hay una gran bandera de bretaña. El lugar es precioso también. La casita, de piedra es bastante rústica. Tenemos también chimenea, que encenderemos la última noche, y un jardín precioso donde me echaré alguna siestita. Lo mejor de la casa: la ubicación. En un radio de menos de 30 Km tenemos Dinan, Dinard, Saint Maló, Fort la Latte, Cap Frehel etc… en fin… buena elección.




Mis siestas en el jardín..jaja




La entrada a la casa




Nos instalamos y descansamos un buen rato. Después para no alejarnos mucho, tiramos para Dinard, pero lo hacemos por la carretera de la costa. Pasamos por los pueblos de Lancieux, Saint Briac sur Mer y Saint Lunaire. En los tres, sobre todo en los dos últimos alucinamos con las casas y la estructura de los pueblos. Parece que estamos en Inglaterra. Es una sensación rarísima… Son pueblos muy agradables y tranquilos con unas mansiones impresionantes y muy distinto a todo lo visto hasta ahora. Saint Briac sur Mer en concreto nos parece el pueblo de los pijos… jaja.
Llegamos a Dinard, damos un paseo, admiramos sus mansiones y terminamos jugando al minigolf al borde del mar.
Después de la partida, seguimos investigando un poquito por el pueblo y vemos la puesta de sol desde un mirador desde el que también se divisa Saint Maló.



Saint Maló a lo lejos





El hoyo del pulpo Paul…jaja

Volvemos a casita y a dormir.

DÍA 11
Nos levantamos y ponemos rumbo a Saint Maló. Dejamos el coche en un parking en las afueras que anuncian por todos los lados. Cuesta poco dinero y un autobús gratuito te deja a la entrada de la ciudad amurallada. Damos unos buenos paseos por la zona intramuros. La zona extramuros la dejamos un poco más olvidada, pero tiene también buena pinta. Nos tomamos un mini Kouign Amman buenísimo y coincidiendo que es día de mercado, nos acercamos a verlo tras preguntar a unos policías dónde está. Es muy pequeñito y no nos lleva mucho tiempo.









Cogemos el autobús de vuelta al parking y ponemos rumbo a Cancale, pero lo hacemos por la carretera D201, que va siguiendo toda la costa pasando por unos lugares muy interesantes y unas playas bonitas. Llegamos a Cancale y recorremos el puerto de un lado a otro. Llegamos al final del paseo y nos encontramos con los tan esperados por mí puestos de ostras. (a Miguel no le gustan). Por fin!! Las hay desde 3,50 la docena hasta 5,50 la docena y te cobran 0,50 por abrirte las 12 in situ y a velocidades de vértigo. Compro doce ostritas de a 5 euros la docena y dsifruto como una enana en el “muro de comer ostras”, tirando las “cascaras” al mar (hay marea alta y es cuando llego a Madrid y busco en internet cuando veo los millones de criaderos que hay bajo el agua y que se ven sólo con marea baja). Impresionante.








Abandonamos Cancale y ponemos rumbo de vuelta por la misma carretera D201 parando ahora en los lugares que hemos visto antes. La punta de Grouin, y alguna playa por el camino.




Miguel, que no ha comido el pobre, se compra en un supermercado un croque monsieur y una Bruschetta impresionantes. Si pasáis por allí, lo recomiendo. Es un supermercado pequeñito en las afueras de Saint Maló. 4 Place du Canada. Eso es lo que come y yo también me apunto porque está todo de vicio y por la tarde nos vamos a pasear por Dinan, que está a 15 minutos de casa













Nos dirigimos ya a casa pero antes vamos a Saint Jacut de la Mer que está a dos minutos de casa. Es un península muy muy pequeña pero tiene 11 playas. Nos vamos hasta la punta de Chevet y nos sentamos en un banquito a ver el atardecer. Hay una casi isla que está muy apetecible para el baño. También vemos criaderos de mejillones y gente mariscando. Nos dan ganas de bañarnos pero hace fresco, así que disfrutamos del paisaje y nos vamos a casita. Llevamos días entendiendo por qué esta costa se llama la Costa Esmeralda. El color de sus aguas es una preciosidad.



DÍA 12
Hoy toca hacer más kilómetros. Nos vamos al Mont Saint Michel. Me parece que va a ser muy impresionante, llevo años queriendo verlo, pero me da miedo la masificación… Nos levantamos a las 7:30 (media hora más pronto que de costumbre), desayunamos y esas cosas y tardamos unos 40 minutos en llegar. Estamos en el monte a las 9 de la mañana y aunque ya hay gente, no hay masificación en absoluto. Decidimos subir y llegamos hasta la abadía. Decidimos visitarla. Para nosotros merece la pena. Tiene rincones muy bonitos, especialmente el claustro y las vistas desde allí arriba son preciosas.












Salimos de allí sobre las once y media y nos asustamos con la gente que llega… miles de personas entrando y nadie saliendo… nos da hasta miedo!!
Cogemos la carretera que sigue la ruta de la bahía para ver el monte desde otra perspectiva y hacemos otras fotitos.



Desde allí ponemos rumbo a Fougeres. Aunque nos pilla ya más lejos decidimos visitarlo. Vitré lo dejamos para otra ocasión.









Comemos muy prontito en una creperie que se cruza en nuestro camino en el pueblo medieval. Creperie TIVABRO, muy recomendable. Lugar agradable, música celta, tranquilo y galettes y crepes exquisitas.

La creperie, como digo, está en el barrio medieval. En esta foto, es la casita de entramado de madera de más a la izquierda


La dirección exacta: 13 Place du Marchix, Fougères.

Las galettes que pedimos, estupendas. Como recomendación para postre: La crepe Mary Morgan.

Después de visitar la parte alta de la ciudad y la parte baja con su pueblo medieval, nos dirigimos a Hedé, a ver las once esclusas que tiene el canal que pasa por allí… vaya rollo para los barcos tener que pasarlas….jajaja



Y después de allí, un paseito por Comburg y su bonito castillo.

Aprovechamos la cercanía del menir de Champ Dolent y que nos pilla de camino para ir a Dol de Bretagne, para visitar este menhir de casi 10 metros de alto.

Y las tres leyendas que se barajan para explicar su existencia.


Después de esto nos dirigimos a Dol de Bretagne y decidimos subir al Mont Dol. Es una pequeña montañita. Es muy agradable la zona de arriba y hay unas vistas increíbles de la bahía del tramo de costa desde Cancale hasta el Mont Saint Michel, que se divisa pequeñito a lo lejos.


A la vuelta para casa, nos vuelve a pillar levantado el puente levadizo de Dinard… Si os encontraís un atasco de coches en esta zona que no se mueven, que sepáis que se trata de un puente levadizo. Nosotros la primera vez no lo sabíamos y no teníamos ni idea de lo que pasaba… casi nos damos media vuelta para ir por otro lado.

DÍA 13

Hoy vamos de nevo a Dinan porque hay un gran mercado. Paseamos un poco por el centro otra vez descubriendo rincones que no vimos el día anterior y vamos a la plaza donde instalan el mercado. Pasamos de los puestos de ropa y demás y vamos a los de gastronomía.



Alcachofas moradas con flor


Galettes por todos los lados


Puestos de carne

Nos pasamos otra vez por el puerto de Dinan y nos despedimos de la ciudad hasta el próximo viaje.


Recorremos un poquito las orillas de ría Rance subiendo hacia el norte y tiramos para casa para comer.


Por la tarde tiramos hacia el norte. Llegamos al Fuerte de La Latte en 20 minutos. Dejamos el coche en el parking y andamos el tramo de camino que llega hasta el fuerte, pasando por el menhir al que llaman “el dedo del gigante Gargantúa”. Disfrutamos del fuerte y de las vistas del cabo Frehel a lo lejos

Después nos dirigimos al cabo Frehel disfrutando de las vistas por la carretera. El cabo nos encanta. Por un lado, acantilados verdes que se funden con el mar, por el otro el fuerte de la Latte a lo lejos, y el faro, bonito, construido hace años para sustituir a otro faro de la época medieval.

Nos vamos para el coche porque vemos que se está acercano un tormentón inreible. Llegamos al coche justo antes de que se ponga a diluviar. Seguimos nuestro camino hacia el oeste, por la carretera de la costa, hacia Erqui, encontrándonos con unas playas impresionantes. En una de ellas tenemos que parar por obligación; la lluvia es tal, que no se puede ni conducir. Estamos un buen rato en el parking de la playa viendo caer un río de agua de lluvia increible por delante de nuestro coche… en cuanto afloja un poco admiramos atontados la playa que tenemos en frente… preciosa… arena blanca, rodeada de naturaleza y de fondo, el Cabo Frehel… nos gusta tanto que, aún lloviendo, nos cambiamos en el coche y bajamos a darnos un baño que nos sabe a gloria. Estamos un buen rato disfrutando del baño y del paisaje y finalmente sale el sol. Nos salimos, nos cambiamos y llegamos hasta Erqui. Media vuelta y para casa a recoger. Mañana dejamos la Bretaña.




DÍA 14
Salimos a las 9 de la mañana en dirección sur. Volvemos para Madrid pero vamos a pasar dos noches en el país vasco francés, para descansar del viaje, que no se haga muy largo y para conocer Bayona, Saint Jean de Luz y Biarritz. Nos vamos a alojar, sin embargo, en las montañas, en el pueblo de Souraide, a unos 20 Km de estas localidades para estar más tranquilos.
Llegamos al hotel Bergara de Souraide, en la que hemos reservado una habitación doble privilege que tiene una cocinita (que no usaremos) y un gran balcón. Está fenomenal la verdad. Pero lo mejor del hotel…. La gastronomía… Nos olvidamos de las galettes (que nos han gustado mucho) y nos metemos de lleno en la cocina francesa mas…”general”. La primera noche, que íbamos a cenar por ahí, decidimos hacerlo en el hotel, y acertamos…. Tanto es así, que a la siguiente noche también cenamos allí… Genial!!! Tienen la carta con Entrantes, carnes, pescados y postres. Hay un menú de 25 euros en el que puedes elegir dos platos más un postre. Los 2 plato a elegir pueden ser un entrante y una carne, un entrante y un pescado, carne y carne, pescado y pescado…. Lo que tu quieras. Luego hay otro menú de 34 euro que incluye 3 platos y el postre. Recomendable… todo!! Pero sobre todo el foie de la casa, el magret, los pimientos de piquillo y el fondant de chocolate.





En estos días en el País Vasco francés como digo, visitamos Bayona, Saint Jean de Luz, Biarritz… y además Ainhoa y Cambo les Bains. Asistimos también a las fiestas del pueblo de Souraide donde disfrutamos de bailes populares y vemos una competición de fuerza vasca….jajaja.
Ya pasamos varios días hace tiempo en esta región y nos gustó, y la verdad es que, alojándote de la costa se está fenomenal… tranquilo y agradable (el turismo de playa y más en verano no nos gusta demasiado)













Y vuelta para Madrid.
Hemos disfrutado mucho de este viaje. Todo ha salido fenomenal y lo único que nos ha faltado ha sido… tiempo. Hay mucho que ver y disfrutar.
Finalmente no nos han pedido fianza más que en la primera casa… se han fiado de nosotros…jaja. Aún así, como digo, los alojamientos de este tipo, que son los que solemos usar por el resto de Europa son bastante más caros que lo que estamos acostumbrados a pagar y mucho más complicado de reservar.
Hay millones de supermercados por la región, lo cual está muy bien porque hay una diferencia en el precio de las gasolineras de estos centros comerciales de hasta 22 céntimos por litro con respecto a las gasolineras normales. Nosotros, con un coche diesel, la hemos estado echando a 1,08 o 1,09 euros de media… con lo que no hay apenas diferencia con el precio de España… pero ya digo que la hemos visto hasta a 1,30 en las gasolineras normales. ( en la carretera de Rennes a Nantes la vimos a 1,01!!!! Demasiado tarde… levábamos el depósito lleno.
En las gasolineras de supermercado los domingos, al no haber caseta abierta no se puede echar porque hace falta una tarjeta especial.
La gente con la que nos hemos topado, un encanto. Desde los dueños de las casas, pasando por los empleados de gasolinera que trabajaban en un cubículo de 1mx1m, que te recibían con una gran sonrisa y te deseaban un buen día con la musiquilla característica del idioma, hasta los que te daban la enhorabuena por haber ganado el mundial… jajaja.
En fin, todo muy bien. Seguro que me voy acordando de más cosas… así que ya iré añadiéndolas a medida que me acuerde.
Datos
Kilómetros: 5000
Litros de gasolina: 240
Media de consumo a los 100 Km: No llega a los 5 litros.
Precio medio del diesel repostado: 1,09 E/litro
Peajes: Muchos….jajaja. No llevo la cuenta… pero es pasar la frontera, y hala a echar moneditas en las cestitas….jajaja. Por suerte, en Bretaña, todo gratis
Muchas facilidades para aparcar. Siempre encuentras un parking en el centro de todos los pueblos.. muchas veces, sin pagar (con el disquito que os he puesto en el diario)
Mucho ahorro de Kilometros y tiempo gracias al gps descargado por cortesía de internet. Bretaña se caracteriza por tener, además de autovías y carreteras nacionales y regionales, millones de carreterillas muy pequeñitas por las que no te meterías porque no hay señalización alguna. En el gps, le poníamos “trayecto más rápido” y nos metía por unos atajos increibles que nos hacían ahorrar mucho tiempo y por los que no se nos habría ocurrido meternos, además de descubrirnos carreteras realmente bonitas.
Tiempo loco bretón. Amanece despejado, se pone a llover 10 segundos, sol de narices, nubes, sol, lluvia 10 segundos… En la punta de la Torche parecía que me estaban vacilando… sol de narices… empezamos a pasear por la interminable playa y de repente lluvia. Saco el chubasquero y cuando lo tengo puesto… totalmente despejado. Me lo quito y empieza a llover… en fin… una locura. Cuando lo comentábamos con los dueños de las casas, nos decían “Ah! es la Bretaña”

Y hasta aquí llega mi viaje. Espero que os haya gustado.

Plijet bras on, Breizh!! ken ar c'hentan!! Kenavo!!


Gracias a todos los foreros que me habéis ayudado, directa o indirectamente con este viaje.

---