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DIA 6.
Hoy cambiamos de casita. Hemos estado como reyes en esta casita del bosque. Muy agradable y una gozada sentarse en el jardín por la tarde a tomar algo escuchando solamente el ruido de los pajarillos. Nos despedimos de la casa y esperamos a la tardona de la señora para que nos devueva la fianza. Salimos algo tarde porque se retrasa.
Hoy nos dirigimos al norte. Al departamento de Cotes D´Amor. Nuestra casa está situada en Tredrez, cerca de unos acantilados y del sendero de los aduaneros. Queremos aprovechar el día de traslado para visitar la península de Crozon, una zona que nos enamorará y en la que estamos seguros que para el próximo viaje nos alojaremos alli para disfrutar de unas playas espectaculares y desiertas y de unos paisajes increibles.
Así que ponemos rumbo allí. Primero, nos dirigimos al Menez Hom, una de las mayores alturas de Bretaña (330 metros) que se encuentra junto a las Montañas Negras. Desde allí se divisa gran parte de Finistère: Brest, la Bahía de Duarnenez , las Montañas Negras y la península de Crozón, a la que nos dirigimos. La verdad es que la vista es preciosa pero la cámara no lo capta bien. Además hace un viento terrible arriba.
Pero de camino al Menez Hom nos topamos con esta preciosa iglesia en un entorno muy bonito. La verdad es que es una chulada. Es la iglesia de Santa Marie del Menez Hom.
Después de sacar unas fotillos, seguimos hacia la cumbre del Menez Hom.
Y, tras bajar, un cartel nos indica que estamos entrando en el parque regional de Armorica.
Por fin entramos en la península. Nuestra idea es ir a ver la punta de la Cabra, la punta de Dinan, la punta de Penhir y la de los Españoles. Esta última no la visitamos porque nos entretenemos por el camino y no queremos llegar tarde a la nueva casa.
Aquí están las puntas de la cabra y de Dinan.
Después de estas dos puntas ( la que más nos gusta es la Dinan, en la que hay ese arquito en la roca y tiene unas vistas estupendas de la punta de Penhir a lo lejos) nos dirigimos precisamente a la punta de Penhir, también muy bonita, con unas playas alrededor espectaculares y desiertas.
Pero no todo es tranquilidad en este entorno de ensueño.
Nos topamos con estos bunquers de la segunda guerra mundial… a lo largo de nuestro viaje veremos unos cuantos por la cosat Bretona… hay bastantes
Abandonamos la península de Crozon con muy buenas sensaciones y ponemos rumbo a nuestra segunda casa. La casa se encuentra en lo alto de unos acantilados y lo que la separa del mar son unos campos de cereales que se interponen entre el jardín y el sendero de los aduaneros. El lugar es una maravilla y un remanso de paz. Llegamos y nos recibe Patrick. Nos enseña la casa y nos invita a una cerveza. Estamos un buen rato conversando con él y nos cuenta que él mismo ha construido la casa. Es una casa alucinante, de piedra, de dos pisos y preciosa. La decoración es una pasada y en el salón tenemos un ventanal de tres metros con unas vistas de lo más relajantes. Los dueños son simpatiquísimos y viven cerca. Además tienen otras casitas para alquilar que son habitaciones con baño solamente. Nosotros ocupamos la casa completa y una pareja de belgas se alojan en una de las otras casitas que son solo habitaciones y que tambíen las ha construido Patrick.
Como digo, la casa está a unos 200 metros del sendero de los aduaneros. Recorremos varias veces este trocito del sendero que pasa por delante de nuestra casa. No nos cruzamos nunca con nadie. Siguiendo el sendero llegas al pueblito más cercano a nuestra casa, Locquémeau, con un puerto pequeño pero activo.
Dedicamos la tarde a pasear por el sendero y a ir a hacer un poquito de compra.
El sendero de los aduaneros al paso por nuestra casa
Nuestro “barrio” y nuestra casa están situados en lo alto, a la izquierda.
Vistas desde el sendero al paso por las cercanías de nuestra casa. La playa que se ve al fondo es la de Saint Michel en Greve… una maravilla con marea baja.
El pueblito de Locquemeau desde el sendero.
DÍA 7.
Nos levantamos y ponemos rumbo a Pontrieux, pueblito que es también “Petit cité de caractère”. Dejamos el coche en la plaza central y nos damos un paseo. La verdad es que nos decepciona un poquito el pueblo… hemos visitado Rochefort en terre y Locronan como “Petit cité de caractere” y nos esperamos algo similar… Es pueblo es bonito pero nos damos cuenta de que lo es más, visitándolo en barco por sus canales, ya que los rincones que más merecen la pena del pueblo son precisamente aquellos por los que pasa el canal. La casa donde se sitúa la oficina de turismo también es muy bonita. Desde este pueblo, sale un tren de vapor turístico que llega hasta Paimpol.
Pueblito de Pontrieux
Treguier. La torre de la catedral de Treguier se llama “ La torre del diablo” ya que la leyenda dice que el dinero para su construcción se ganó jugando a las cartas. Por esa razón la torre de la catedral está adornada con las figuras de la baraja del póker; Picas, corazones, tréboles y diamantes.
Después de comer, salimos a pasear por el sendero de los aduaneros, vamos a visitar el puerto de Locquemeau y vamos a pasear y a remojar los pies en la playa de Saint Michel en Greve… una maravilla.
Y disfrutamos del atardecer desde nuestra casita, tomándonos una cervecitas.
DÍA 8.
Hoy nos levantamos muy prontito porque vamos a la Pointe d´Arcuest a coger un barco para visitar la isla de Brehat. Queremos coger el de las 9:30h y tardamos unos 35 minutos en llegar desde casa a la punta de Arcuest. Una vez allí, dejamos el coche y embarcamos. El trayecto dura tan solo 10 minutos.
En la isla está prohibida la circulación de coches y la única forma de visitarla es en bicicleta o andando. Una vez que desembarcas, hay unas cuantas empresas de alquiler de bicis. Nosotros nos dirigimos a una de ellas y alquilamos unas bicis estupendas. (5 horas, 10 euros)
La isla nos enamora… es como estar en otro mundo. En realidad son dos islas unidas por un pequeño puentecito. Callecitas estrechas, flores por todas partes, calas encantadoras rodeadas de pequeñas islas por todas partes, 3 faros y un porquito de granito rosa por el norte.
Pasamos 4 horas recorriendo la isla en bici y para terminar, nos damos un baño en una cala estupenda. Una gozada!!! Después del baño comemos. Hemos comprado en la isla (en uno de los núcleos civilizados, una barra de pan gigante y unos salchichones buenísimos. Comemos en la calita después del baño unos bocatas de salchichón que nos saben a gloria. Después seguimos un poquito más y finalmente dejamos las bicis y nos tomamos un cafecito en el puerto, donde esperamos al siguiente barco para volver a tierra firme.
Tras llegar a tierra firme, cogemos de nuevo el coche y nos dirigimos al Gouffre. Hay que dejar el coche en un parking y tras 10 minutos caminando se llega a esta zona. Es una zona de pequeños acantilados rocosos con unos paisajes bonitos. Además, en esta zona, está la famosa casa de Castel Meu, escondida entre dos enormes piedras. La reproducción con fines comerciales de esta casa está prohibida en la actualidad.
Llegamos a casa cansaditos y cenamos unos mejillones y una docena de ostritas que me compro, que tengo mono.
DÍA 9.
Nos despertamos, desayunamos y ponemos rumbo a Perros Guirec. Queremos visitar la Costa de granito rosa, haciendo el trayecto del sendero de los aduaneros desde la playa de Trestraou hasta la playa de Saint Guirec, ya en Tregastel. Se recomienda hacer este camino con marea alta o casi alta y en dirección este-oeste por la mañana y oeste-este por la tarde. Tenemos todo a nuestro favor. La marea está alta y vamos a caminar en sentido este-oeste. Mucha gente va directamente a Ploumanac´h a ver ese tramo de la costa pero es muy recomendable hacerlo, por lo menos, desde un poquito más al oeste de Perros. Nosotros ibamos a partir desde la playa de Trestraou…. que es esta
…..pero vemos que poco granito rosa hay por esa zona, así que avanzamos un poquito hasta el siguiente punto donde se puede dejar el coche… es justo desde aquí donde empieza a aparecer este granito rosa. El camino es impresionante y algunas calas son espectaculares.
Estamos toda la mañana recorriendo este tramo de la costa y decidimos ir a comer a casa, que estamos muy cerquita. Comemos tranquilamente, y yo me voy a caminar por el sendero de los aduaneros hasta Locquemeau mientras Miguelito ve el Tour de Francia. Cuando llego al pueblo, le llamo, pasa a buscarme en coche y ya nos vamos a buscar una playa para bañarnos y pasar la tarde. Tarea complicada. La marea está baja. Muchas de las playas con las que nos encontramos no tienen agua….jajaja… Está bajísima y las playas se ven feotas. En otras encontramos mucha gente. Decidimos ir a las calitas que hemos visto por la mañana en la costa de granito rosa y como hay marea baja… está todo lleno de rocas y es imposible acceder al agua. Terminamos en la playa de Trestraou, en Perros. En el extremo más oriental de la playa hay unas roquitas y no hay gente… la playa es muy bonita con marea baja. Disfrutamos de un bañito estupendo.. el mar aquí está muy tranquilito y el baño nos sabe a gloria.
Visitamos algunas playas que no nos convencen hasta llegar a la playa de Perros.
La roca del Ray Gradlon, que dicen que se parece a una cabeza con una corona.
La playa de Trestraou en Perros, donde finalmente plantamos el huevo y nos damos un bañito estupendo.
Y para casita a disfrutar del último atardecer en esta casita y prepararnos para otra etapa del viaje.
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