Crucero Fiordos Noruegos ✏️ Blogs de Noruega

DIA 7 – COPENHAGUE
Ese día el barco llegaba a puerto a las 8 por lo que bajamos tempranos a desayunar y aprovechamos para despedirnos de nuestros amigos foreros que desembarcaban ese día.
En Copenhague tampoco contratamos excursión, decidimos visitar la ciudad por libre y para ello nos dirigimos a la estación de tren, en recepción recogimos un mapa de la ciudad y nos explicaron cómo llegar a la estación de tren. Salimos del barco y una vez que salimos del puerto, con nuestro plano en mano, caminamos hacia la izquierda buscando la estación de tren que nos indicaron en recepción, Osterport Station, aunque según he leído en otros foros había una parada de tren más cercana, Nordhavn Station. Compramos los billetes hasta la estación Vesterport para ir en primer lugar hasta el Parque Tivoli. Los billetes se pueden comprar en las máquinas expendedoras y pagar con tarjeta o coronas danesas (no admiten euros). Nosotros decidimos dirigirnos a una de las chicas que había en un mostrador y ella nos vendió los billetes, nos explicó que teníamos que comprar dos zonas para ir a la parada más cercana al Parque Tivoli y nos indicó nuestro numero de anden, pagamos con tarjeta ya que no llevábamos coronas danesas, nos costó 23 coronas danesas cada billete.
Nos bajamos en la parada Vesterport (en cada vagón hay una pantalla en la que va indicando las paradas) que está prácticamente en la esquina del Parque Tivoli, fuimos allí en primer lugar, llegamos a las 9.30 y no abrían hasta las 11 por lo que decidimos no esperar, continuamos caminando y vimos el Ayuntamiento (Copenhagen City Hall).
Desde allí, nos dirigimos a la calle Stroget, una calle peatonal que llega hasta Kongens nytorv, donde está el Teatro Real. En esta calle hay multitud de tiendas y restaurantes, a lo largo de la cmisma vimos varias casas de cambio por lo que decidimos cambiar 50€ a coronas danesas en una de ellas por si las necesitábamos. Realmente no las hubiéramos necesitado, en todas las tiendas y restaurantes aceptan tarjeta de crédito e incluso en algunos sitios euros. Compramos algunos recuerdo típicos de Dinamarca, entre ellos una postal de la Sirenita que iba a ser la única forma de verla, ya que la sirenita estaba en la expo de Shanghái. Nos desviamos para ir a a ver el palacio de Christiansborg.
Decidimos comer en la ciudad en lugar de hacerlo en el barco para aprovechar mejor el día. Paramos en un pequeño restaurante al finalizar la calle Stroget, Restaurants Els, donde comimos dos sándwich de salmón y dos coca colas, la ciudad es bastante cara y nos costó 220 coronas.
Continuamos disfrutando la cuidad y fotografiando los impresionantes edificios de la misma. Pasamos por una plaza en el que había puestos de comida internacional y pudimos ver un stand dedicado a la paella española (aunque la paella dejaba mucho que desear).
Desde allí nos dirigimos a Amalienborg, conjunto de tres palacios, en uno de los cuales vive la familia real danesa. Nos llegamos a tiempo de ver el cambo de guardia pero sí que nos pudimos hacer fotos con los típicos guardianes daneses.
Continuamos caminando hasta el parque Kastellet donde estuvimos disfrutando del mismo y desde allí nos dirigimos al a zona donde estaba la sirenita. En su lugar han puesto una pantalla donde se pude ver la sirenita en su ubicación actual en Shanghái a tiempo real y a los visitantes haciéndole fotos.
Desde ese lugar, el barco estaba muy cerca por lo que continuamos caminando hasta llegar al Orchestra. Gastamos las monedas que nos quedaban en unos imanes en una tienda de souvenir cercana al puerto. El barco zarpaba a la 6 por lo que había que estar a bordo a las 5.30, nosotros llegamos un poco antes, sobre las 4.30 porque no queríamos apurar demasiado y llegar tarde. Aprovechamos que ese día el buffet era hasta las 5 para comer algo de nuevo.
Después de salir a navegar, mientras estábamos descansando en el camarote, nos llamaron por teléfono de la oficina de excursiones, la chica nos indicó que se hacia la excursión de Hamburgo pero solo en italiano y alemán ya que no había suficientes españoles (seguíamos siendo cuatro). Les dijimos que si la contratábamos a pesar del idioma y nos dijeron que más tarde nos llevarían los tickets al camarote. A las 8.30 bajamos a cenar y posteriormente fuimos al teatro, para disfrutar del último espectáculo del crucero. Cuando terminó el espectáculo subimos al camarote, teníamos que terminar la maleta para dejarla antes de la 1 en la puerta del mismo. Cuando llegamos teníamos las etiquetas identificativas para las maletas y los tickets de la excursión encima de la cama. Dejamos lo necesario para vestirnos por la mañana y el resto lo metimos en las dos maletas que dejamos en la puerta.

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DIA 8 – DESEMBARQUE EN KIEL

A las 7 había que dejar el camarote por lo que un poquito antes salimos del mismo con nuestros bolsos de mano y nos dirigimos al comedor a desayunar, después al Savannah Lounge donde a las 8.15 nos habían convocado para la excursión. Nos dieron la pegatina identificativa y nos dirigimos con nuestro grupo a recoger las maletas en primer lugar y al autobús posteriormente. Las maletas estuvieron en el autobús todo el tiempo que duró la excursión. En este caso el guía era un señor alemán (no recuerdo el nombre) que hablaba alemán e italiano pero no español. A mí personalmente no me gustó nada esta excursión, fuimos en primer lugar a la Iglesia de San Miguel donde pudimos subir a la torre desde donde se divisaba la ciudad (3.5€ por persona), posteriormente tuvo lugar una panorámica de la ciudad en la que pudimos ver el Lago Alster, y por último fuimos en autobús al Ayuntamiento donde pudimos entrar al patio interior. Después de ver la ciudad, nos llevaron a comer cocina típica alemana, el plato estaba compuesto de tres salchichas, puré de patata y chucrut e incluía una bebida (cerveza, agua o refresco). No nos gustó nada ni la ciudad, ni la excursión en italiano ni la comida, por lo que aun nos duelen los 206€, casi hubiéramos preferido pasar esas horas en el aeropuerto. Es lo único de todo el viaje que no fue de nuestro agrado. Si hubiéramos embarcado en Copenhague hubiéramos ido a en tren a Luberk.
A las 14h nos dejaron en el aeropuerto y allí estuvimos esperando hasta las 6.45h que salió nuestro vuelo a Frankfurt, en Frankfurt hubo un retraso de hora y media en el vuelo a Madrid por lo que llegamos a Barajas a las 2 de la madrugada (estaba previsto que llegáramos a las 23.45h). Desde allí y tras coger las maletas nos fuimos a nuestro hotel, el Axor Feria, y por la mañana volvimos a Murcia en coche. Muy a nuestro pesar, se había acabado nuestro maravilloso crucero por los Fiordos.

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