4to día. Despertamos un poco más tarde, en el hotel Balestrand no hay desayuno, pero dan gratis cruasanes y café, lo combinamos con la fruta que compramos y desayunamos muy bien con vistas al fiordo.
Decidimos hacer turismo local por la mañana, hay casas muy pintorescas en Balestrand y una pequeña iglesia llamada San Olaf, es un edificio de madera, construida en 1897 muy bonita, un dato curioso es que en la caja de donaciones hay un mensaje que pone que no reciben dinero que no sea Noruego, así salimos sin dejar nada. Es posible ir a ver el glaciar es un tour contratado que incluye excursión guiada por fiordos y glaciares, la visita al glaciar Bøyabreen, así como al museo noruego del glaciar en Fjærland, dura 4 horas y 30 min.
Como la noche antes ya dimos un paseo por el pueblo decidimos hacer senderismo, buscamos un trayecto que en internet ponía de 2 horas ida y vuelta, pero al final con paradas y más lentos lo hicimos en casi 4, nos dirigimos a Orrabenken es un mirador situado a unos 370 m sobre el nivel del fiordo, ideal para una caminata llena de recompensas visuales. Ida y vuelta desde Kreklingen o desde la escuela/deportivo local, siguiendo senderos bien marcados por el bosque. La ruta desde el hotel hasta el inicio del sendero fueron unos 15 minutos. Si vas en coche el estacionamiento más fácil es junto al Balestrand Idrettslag (club deportivo), que es gratuito y seguro para iniciar la ruta.

A pesar de que describen que es fácil a los mayores nos costó un poco, pero vale la pena porque el paseo es precioso y las vistas desde arriba inmejorables. Llegando a la cima del Klukshaug hicimos un picnic, descansamos y comenzamos el descenso por otro sendero que se unía más bajo al mismo camino de ida, bajamos más rápido por supuesto, comenzaba a llover levemente. Nos fuimos al hotel allí tomamos un té esperando que pasara un poco la lluvia, al final aún lloviendo salimos a encontrar el Ferri que nos llevaría a Bergen. Salimos del puerto cerca de las 17:00 horas en el barco de la compañía Norled, es el mismo que hace el trayecto desde Flåm a Balestrand. Llovía de forma intermitente así que a momentos estuvimos dentro y otras en cubierta para ver el paisaje, el fiordo más largo y profundo de Noruega Sonefjord o fiordo de los sueños, el viaje duró 5 horas pasando por muchas isletas llegamos al puerto de Bergen y ya no llovía.

En Bergen cogimos un hotel Scandic hay varios en la ciudad el nuestro estaba en el mismo puerto frente al mercado de pescado, dejamos las maletas y salimos rápido porque eran más de las 21:00 horas, teníamos miedo de no encontrar restaurante para cenar.
Los turistas comen en los restaurantes del mercado de pescado, pero no nos convenció lo que vimos a esa hora, caminando un poco más llegamos al restaurante Bryggeloftet & Stuene, es un restaurante con buena puntuación, los precios eran un poco caros, pero decidimos entrar porque ya no había muchas opciones, a veces en los viajes hacemos algún extra. Eso si comimos muy bien, yo me pedí el filete de Reno que nunca había probado y el resto pidieron bacalao, trucha y mejillones, como siempre el agua te la dan gratis, pagamos 150€ (es caro, pero a veces en España ya pagamos 120 en el Foster que no es gran cosa), el restaurante está en la zona de muelle o Bryggen como lo llaman en Noruega, un barrio histórico de edificios de madera de la época hanseática. Paseamos un poco, contentos y cansados volvimos al hotel a descansar.
