![]() ![]() La ruta de las mil Kasbahs. ✏️ Blogs of Morocco
8 días de viaje por Marruecos en coche de alquilerAuthor: Antxon Input Date: ⭐ Points: 5 (1 Votes) Index for Blog: La ruta de las mil Kasbahs.
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Así que, a la mañana siguiente, 28 de Septiembre de 2008, Domingo, (aunque ya habíamos perdido la noción de los días) madrugamos, nos preparamos, desayunamos y seguimos con nuestro viaje. No lo sabíamos, pero este iba a ser uno de los mejores días de los mejores viajes que habíamos realizado.
El descenso por la garganta fue fascinante, con las primeras luces del alba, los tonos ocres y naranjas se mezclaban con los verdes y azules… un paisaje maravilloso serpenteaba entre las laderas de la garganta. Fotos y más fotos. Después continuamos el camino en dirección a Erg Chebbi, por el camino paramos a echar gasolina en Tinejdad, como siempre, en cuanto nos bajaban unas pocas rayitas de la gasolina, a rellenar el deposito… pero no había electricidad en el pueblo, así que, en ninguna de sus gasolineras pudimos rellenar el deposito… de todas maneras, no tuvimos problemas en llegar a la siguiente, hay gasolineras más que suficientes y eso que el Dacia Logan utilizaba sin plomo 95. En Tinejdad, en vez de seguir dirección Errachidia acortamos por una carretera "amarilla" dirección Erfoud. Qué carretera, de lo mejor del viaje, qué pueblitos… da gusto parar y hacer alguna foto, comprar agua o dar caramelos a los niños… Estos pueblos no son para nada turísticos y la gente no se abalanza sobre ti para intentar sacarte todo lo que puede. Los señores mayores no te piden nada mas que una sonrisa a cambio de una foto (preguntando siempre primero claro) y se puede notar que a los niños les da palo acercarse… hasta cuando les extiendes las manos repletas de caramelos te miran recelosos hasta que el primero se atreve y ve que es lo que les ofreces. Eso sí, una vez que el primero se ha acercado los demás pierden la vergüenza y te rodean como si nada. Entre pueblo y pueblo, el paisaje es precioso, según te vas acercando a Erfoud se empieza a ver arena a los dos lados de la carretera, poco a poco, te vas sintiendo en el desierto y ves como la arena va invadiendo la carretera, cómo las dunas comienzan en mitad de la carretera y como algún guía con su 4x4 ha dejado las rodaduras por ellas… En una de esas, vimos un pozo en mitad de la arena, así que nos paramos… parece increíble que en mitad de aquella playa alguien hubiera encontrado agua… no había plantas ni nada… como sabían que había agua? Vete a saber… En esas andábamos mirando el pozo, dando un paseo por al arena,… cuando a lo lejos vimos un puntito, el puntito se convirtió en mancha y la mancha en un chaval en bici, sí, era un chaval en bici, con su turbante en la cabeza. Andaba en la bici con sola mano porque en la otra traía una especie de bandeja con papel de periódico llena de fósiles. ¡Qué arte andar en bici con la chilaba, el turbante, bajo un sol abrasador con una sola mano, haciendo malabarismos con una bandeja llena de fósiles y encima por una arena así fina! Cómo podíamos no comprarle algo? Bueno, eso hicimos, le pillamos un par de fósiles y el chaval quedó encantado… Nos timaría? No lo se, pero no tuvimos esa sensación, así que, todos contentos, encima, muy chulas las piedrecillas. Siguiendo con el paseo seguimos viendo la arena, las ramas de palmera peinado el desierto para intentar frenar el avance de la arena,… Camellos salvajes, pastores con sus cabras que se suben a los arbolitos, camelleros con rebaños incontables,… Una gozada. Cerca de Erfoud aparecen los puestos de bereberes que venden fósiles en haimmas muy apropiadas para el turismo,… la gente muy simpática, pero nosotros ya teníamos los nuestros y los tuvimos que dejar un poco decepcionados. Seguramente seríamos unos de los pocos clientes que tendrían en todo el día. Erfoud es un pueblo grande, bastante grande si lo comparamos con todos los que habíamos dejado atrás. Andábamos un poco escasos de efectivo, así que aparcamos y nos dimos una vuelta buscando algún cajero… de los que encontramos, o bien, no sabíamos manejarlos o estaban estropeados… así que, nada, tendríamos que tirar con lo que llevábamos encima. Al llegar a Rissani seguimos el cartel que indicaba algo así como "Circuite Turistique", curioso e interesante? Si, pero de turístico poco. Si que te mete por un palmeral al principio, pero luego por mitad de unas casitas bastante pobres y al final no sabes ni a donde vas… así que dimos la vuelta y volvimos al camino tradicional, camino hacia Merzouga. Es increíble, de repente, te parece ver a lo lejos unas montañas de color dorado anaranjado que cada vez se van haciendo más y más grandes. Sí, eso solo podía significar una cosa, que estábamos llegando… cuando ya las dunas del Erg se acercan a la izquierda del camino, se empiezan a ver cantidad de carteles que indican la situación de los albergues, un montón, nosotros buscábamos "Suerte Loca" que también habíamos reservado por Internet, y tras pasar unos cuantos que nos sonaban, como el de Alí el Cojo, llegamos al cartel de "Suerte Loca". Teníamos que salir de la carretera y atravesar dos kilómetros de desierto rocoso de color negro. Todo piedras pequeñas terminadas en punta… volvimos a rezar para no pinchar… el camino es fácil de seguir por las rodaduras de todos los que han pasado antes. Al llegar al albergue, que es súper bonito también, de barro y paja, nos recibió Moha, preparó un té que estaba buenísimo para los tres, según nos dijo “té a la menta con plantas del desierto”, vete a saber… Estuvimos hablando un buen rato con él, era muy majo. En principio, según el planning, teníamos apalabradas dos noches allí, pensábamos llegar tarde ese día por lo que deberíamos esperar al día siguiente para hacer la excursión a las haimmas. Sin embargo, eran las tres de la tarde y nos daba tiempo de sobra a hacer la excursión ese mismo día, Moha nos dijo que no había problema en hacer solo una noche y que hiciéramos ese mismo día la excusión, así que eso decidimos. Como el albergue estaba al pie de las dunas, y como teníamos que esperar a que pasara la tormentilla de arena de las cuatro y media, que según Moha es diaria, para poder salir con los camellos, dejamos las chanclas y fuimos andando descalzos por la arena del desierto, subiendo pequeñas dunas, jugando como niños con la arena y sacando fotos. Y como un reloj a las cuatro y media se levanto un viento de cuyons. Arena en los ojos, orejas,… nos tuvimos que ir al albergue a esperar que pasara, media horita. Y ahora, ala!, al camello. Bueno en realidad dromedario, pues eso, que Omar llevaba los camellos y detrás nosotros dos, nadie más. Una gozada. Al principio yo andaba un poco mosca, porque habíamos quedado en que íbamos en camello como una hora y media adentrándonos en el Erg, sin embargo íbamos todo el rato paralelos a la carretera y me venían a la cabeza todos los comentarios de los foros de timos en este tipo de excursiones. Al final comprendí que era parte del camino y que además, andar entre las dunas no tiene nada que ver con ir de aquí a allí, que el desierto es para gente sin prisa. Pues eso, que poco a poco íbamos avanzando mientras el sol se iba cayendo sobre el horizonte. El cielo estaba muy nublado por lo que los tonos rojizos inundaban la arena y el cielo, espectacular. Tras casi dos horas traqueteando sobre el camello (pobres ingles y pobre espalda jijiji que divertido) y rodeados por desierto, al norte, al sur, al este y al oeste, llegamos al campamento. Se había hecho de noche ya pero aún se podía intuir la gran duna, que es grande de verdad. Una gozada, el campamento para nosotros solos, era como tener todo el desierto para nosotros. Como era pronto, sacamos unos colchones sobre una manta encima de la arena y nos tumbamos a mirar el cielo. Poco a poco, se empezaron a ir las nubes y a aparecer las estrellas… una, otra, otra mas,… creo que nunca habíamos visto tantas. Qué maravilla! Estrellas fugaces! Tormenta eléctrica en el horizonte! Rayos! Estrellas! Todo! Qué pasada! Para cenar tajine de pollo… mmmh… este si que estaba rico…y qué hambre… cenamos los dos solos en la haimma grande a la luz de las velas y cuando terminamos apareció de nuevo Omar. Que hablaba castellano bastante bien… Después de todo el día, estábamos bastante cansados por lo que después de un rato, un buen rato hablando, yo no podía más y quería sobar. La verdad es que me apetecía dormir fuera, sobre los colchones al aire libre y con todas esas estrellas como techo. Omar nos dijo que sí, que saliéramos un rato, pero que a la noche se iba a levantar viento y que íbamos a estar mejor dentro. Le hicimos caso, pasamos un rato inolvidable allí tendidos bajo aquel manto de estrellas los dos solos, pero finalmente nos decidimos a dormir bajo techo cuando se empezó a levantar el dichoso viento. Hasta dentro de la haimma, el ruido del viento nos despertaba, la temperatura bajó bastante y tuvimos que utilizar una manta… Gracias Omar. Journeys 4 to 6, Total 8
Otra vez! Omar nos volvió a asustar. Estaba dando golpes en la haimma… eran las cinco de la mañana del 29 de Septiembre de 2008, ¿Lunes?, y teníamos que subir a la gran duna para ver el amanecer. Qué sueño… qué fresco hacía… en vez de ir andando por llano para luego subir por la cresta, fuimos muy espabilados y empezamos a subir por la pared vertical… craso error. La pendiente era impresionante, teníamos que parar a descansar cada pocos pasos… cuando llegamos a la mitad, o al menos eso parecía, ya no podíamos más. Además, el viento había cambiado de dirección y ahora soplaba desde el otro lado de la duna, por lo que al llegar a la cresta levantaba toda la arena formando un remolino… estábamos en mitad de una tormenta de arena… no podíamos abrir los ojos porque los teníamos llenos de arena y cuando conseguías abrirlos un poco te entraba más aún, los oídos, el pelo, todo. Qué horror. Pensamos en abandonar… incluso empezamos a bajar, pero al final en vez de tirar para arriba o para abajo optamos por la del medio y nos fuimos en horizontal a la cresta de la duna. Al llegar a la cresta vimos que al otro lado de la duna había otro campamento, y en este si que parecía que había mas turistas. Aquí el viento solo levantaba la arena unos cuantos centímetros así que como íbamos con pantalón corto nos picaba un poco, una gozada comparado con lo de antes. Allí plantados vimos el amanecer, los tonos que iba adquiriendo la arena, rojo, naranja, dorado,… y detrás se podía ver perfectamente el desierto negro. Pasado un rato empezamos a bajar, pero esta vez si que bajamos por la cresta.
Una vez abajo, y tras hacernos unas fotos con nuestros amigos los camellos y alguna con el majo de Omar, empezamos el camino de vuelta, pero esta vez andando, no sobre el camello… qué gozada! Una hora y pico andando por las dunas, echando risas con Omar que iba haciendo en tonto para que le sacáramos fotos y con los camellos de la mano jijijjii qué bonito, no se puede describir con palabras lo que se siente al andar por allí, no ver otra posa que no sea arena… solo imaginarse estar allí sin Omar da miedo. A la llegada al albergue tuvimos uno de los pequeños disgustos del viaje, cuando después de ducharnos y desayunar nos querían cobrar las dos noches apalabradas aunque Moha nos había dicho que no había problema en qu solo estuvieramos una. Después de discutir un rato, nos dijeron que teníamos que pagar más de lo que habíamos acordado por la primera noche… como ya estábamos hartos accedimos, pero lo único que consiguieron fue estropear el buen recuerdo que nos llevaríamos de allí.. Qué mal rollo nos hicieron pasar para sacarnos unos puñeteros euros. Sin comentarios. OMHHHH… Activamos nuestro ying para compensar el mal rollo y devolver la tranquilidad al viaje. Cómo nos habían dicho que los días anteriores había estado lloviendo en el desierto (qué librada) fuimos a ver si encontrábamos el lago que se suele formar en Erg Chebbi, pero no lo encontramos. Vimos de lejos K'hamila pero no nos mereció la pena. Para volver, tomamos la otra carretera, que ahora mismo no me acuerdo del nombre, la que va por abajo y llega a Tazzarine. También bien asfaltada, aunque había leído que no estaba muy pa'allá… pero no, está muy bien. Además, es impresionante, un paisaje volcánico impresionante, no hay nada ni nadie, es como volver a estar solo en el mundo. Es precioso, nos recordaba a Lanzarote. Se hace casi imposible no parar cada 5 minutos a ver que es lo que te rodea… me encanta. Es como si no hubiese vida allí, sólo las rocas retorcidas y negras. Sin darnos cuenta habíamos llegado a Tazzarine y gracias a Dios que llevábamos el GPS, porque en un cruce nos fuimos hacia al sur, en vez de seguir recto, la verdad es que fue poco trecho. Al volver, encontramos el cruce y la dirección correcta, pero en la esquina del mismo estaba un policía haciéndonos señas. Acojone. ¿Qué he hecho? ¿Si hay que dar "propinas" a los polis para salir de allí sin problemas? Pero si aún no habíamos parado en ningún cajero… andábamos con las monedillas justas… Mientras voy frenando poco a poco, voy mirando por el retrovisor con disimulo a ver si soy capaz de ver que es lo que ha pasado. Lo primero que reconozco es la pareja de granjeros que está cargando la furgoneta en el cruce, luego que el cruce tenía bastantes isletas, joder, me había metido por dirección prohibida. Vuelta a los rezos… Paramos. El agente en francés, de donde son? Y no se cuantas cosas más porque no entendíamos ni papa. Nosotros por gestos y en castellano les decíamos que éramos de España y que el cartel hacia N'Kob apuntaba hacia ahí, haciéndonos los suecos. Y para nuestra sorpresa, pone cara de circunstancias y nos hace gestos para que sigamos nuestro camino. Ufff, qué librada. Menos mal que es Ramadán. Si no, no creo que hubiésemos tenido tanta suerte. O igual sí ¿Quién sabe? Como decía al principio, es un país diferente. Tazzarine es muy bonito, por lo menos a nosotros nos gustó. Es un pueblo grande, como tantos otros, colores marrones, polvo, burros, bicis, pero no se, está bien. A la salida, hay un palmeral precioso, con sus huertas y su mezquita… súper chulo. Llegamos a N'Kob, no se, igual para las 4? O así? Impresionante palmeral. La carretera discurre como por una terraza sobre el palmeral, a la entrada del pueblo hay una Kasbah restaurada donde nos pedimos unas cocas. En la parte de atrás tenía una terraza sobre el palmeral. Insisto, que gozada, pero… qué paliza llevábamos encima. Nos habíamos adelantadlo dos días sobre el planning previsto. Qué carayo hacemos con estos dos días? La idea que teníamos era bajar por el Draa pero nos iba a sobrar bastante tiempo. Pasar alguna noche en Marrakech? Qué pere, la ciudad "Loca". Entonces, qué? Podríamos pasar del Draa, que es una pena, pero total ya hemos visto cientos de palmerales. Entonces, si llegamos hoy hasta Ouarzazate. Mañana llegamos a Essaouria por la tarde y pasamos descansando un día y medio para al siguiente ir al avión. Ok. Pues hagamos eso. Terminamos las cocas, nos despedimos de N'Kob y seguimos camino hacia el Draa. La carretera se apocha a partir de alli. Los dos carriles se convierten en uno, sí, uno para los dos sentidos. Jugando a ver quien se aparta antes con todoterrenos y camiones. El arcén es amplio pero se sufre cada vez que sacas las ruedas por ahí, porque parece que vas a pinchar, además el acabado del asfalto parece un cuchillo y da cosa volver a subirse como hacen ellos. El paisaje sigue siendo espectacular, camelleros, rebaños interminables, muy chulo. Aquí, por fin, pudimos hacer la esperada foto a la señal de precaución camellos. Yuhuu! Llegamos a un gran río cargado de agua… el Draa, que pena tirar hacia el norte en vez de hacia el sur. Merecería la pena la paliza? No sabíamos nada de Essaouria. La carretera que sube a Ourzazate es muy buena, dos carriles amplios. Se hizo de noche. Daba un poco de cosa cruzarse con aquellos autobuses locos limando precipicios. Pero por lo menos no había desprendimientos. Para cuando llegamos a Ouarzazte todo el mundo había cenado ya y había salido a la calle. En la penumbra había que ir sorteando de nuevo peatones, bicis, burros, autobuses en dirección contraria… un caos. Sudando al volante. Y para colmo no encontrábamos el Hotel, Los Jardines de Ouarzazate, al final, dando vueltas y cuando ya nos habíamos dado por vencidos y nos íbamos al un hotel que habíamos visto al entrar al pueblo… toma! pero si estaba allí! A ladito del otro… Entramos y les comentamos que llegábamos con dos días de adelanto., pero como tenían sitio, no hubo ningún problema. El hotel era correcto, con habitaciones grandes, pero que no se parece en nada a las fotos que tienen en la Web. La cena estaba buena, menos la harira (sopa), que no se ni a que sabía, que cosa mas mala. Lo que menos nos gustó fueron los gatos, se pasean por el restaurante pidiendo comida, se meten debajo de las mesas,… Si te gustan muy bien, pero si no… por cierto, toda la cena amenizada por un trovador de la zona jijji que risas. Journeys 4 to 6, Total 8
Qué bien dormimos, parecía mentira que el día anterior hubiéramos estado en el desierto… quedaba tan lejos… pero la realidad era esa… ya era un nuevo día, 30 de Septiembre de 2008, Martes, y estábamos dejando atrás aquello que durante tanto tiempo habíamos estado preparando, lo que era el viaje en sí. Parecía que todo se estaba acabando. Pero no era así, todavía quedaban días de los que disfrutar.
El desayuno, en Los Jardines de Ouarzazate, estilo buffet estaba bien, aunque había que seguir espantando a los gatos… la mañana fue muy bonita, paramos en el centro de Ouarzazate para dar un paseo, luego fuimos hasta la Kasbah de Ait Benhaddou, el camino es precioso y la Kabbah de película. Al volver sobre nuestros pasos vimos un accidente, un taxista se había llevado por delante a un pobre chaval que iba en moto y estaba tirado en el suelo, espero que inconsciente únicamente, pero el mal sabor de boca todavía dura. Siguiendo el camino, los pueblos del Atlas son preciosos y la gente encantadora. Cuando empiezas a bajar es IMPRESIONANTE, los desfiladeros y las crestas de las montañas… y los taxistas como kamikazes adelantándote en sitios imposibles… ufff. Cruzamos varios pueblos con Mercado, qué bullicio, qué de burros ![]() Así poco a poco, llegamos a Marrakech, de nuevo la Ciudad Loca. Al salir de Marrakech vimos nuestro tercero y último accidente, entre un todo terreno y un autobús, peacho de galleta. Al cabo de dos horas más o menos estábamos en Essaouria… pero cansados. Aparcamos en el puerto, el listo del guarda nos vio despistados y nos clavó dos tickets por una noche… pero en como en realidad íbamos a estar dos, en paz. Al bajar del coche ya el ambiente cambió… SÍ! había turistas y NO! No eran perseguidos por todas las esquinas, aquello prometía!! ![]() La noche fue un poco dura porque en el edificio de a lado, en la terraza de encia del edificio tenía una discoteca que metía bastante bulla, claro, era el último día de ramadán. Journeys 4 to 6, Total 8
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