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15 días en coche para recorrer Islandia, volcanes, glaciares, cascadas... Vuelta completa a la islaAutor: Muryela Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (14 Votos) Índice del Diario: Islandia
01: Preparativos y llegada a Keflavik
02: Þingvellir, Geiser y Gullfoss
03: Seljalandsfoss, Skógafoss, Dyrholaey, Vik i Myrdal y Kirkjubaejarklaustur,
04: Laki Craters - Lakagievar
05: Glaciares y lagunas en el Vatnajökull (Skaftafell NP)
06: Fiordos del Este (de Höfn a Egilsstaðir)
07: PN Jökulsárgljúfur (Dettifoss, Selfoss, Hafragilsfoss y Ásbirgy)
08: Lago Myvatn
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Etapas 4 a 6, total 15
Por la mañana temprano volvimos de nuevo a Kirkjubaejarklaustur para coger el autobús a Lakagievar, zona que pertenece al Parque Natural de Skaftafell, queda al norte de este pueblo y al oeste del glaciar. El autobús sale desde la gasolinera, donde hay una zona de aparcamiento para dejar el coche. Aprovechamos para tomar algo de desayunar allí, básicamente un zumo y una chocolatina, un desayuno un poco triste, pero no hay mucho más en la tienda.
Al cabo de un rato empezó a formarse cola junto al autobús y para allá que nos fuimos para no quedarnos sin sitio. No es necesario reservarlo, aunque la verdad que había bastante gente y quedaban muy pocas plazas libres, no se si en alguna ocasión llegara a quedarse sin plazas. El autobús no es demasiado cómodo, ni lujoso, ni nada, pero es una buena forma de ir al interior de la isla sin necesidad de 4x4, ya que esta preparado para poder andar por esos caminos. Salimos del pueblo dirección Laki y a los pocos minutos hicimos la primera, e inesperada, parada. Volvimos a parar en el cañón de la tarde anterior, en la oficina de turismo nos podrían avisado de eso sabiendo que iríamos dos veces, pero bueno, volvimos a dar un paseo por allí y listo. ![]() ![]() ![]() Luego la carretera va internándose en la isla a través de un paisaje semidesértico, pues solo se ve allí lava y más lava, a parte de los impresionantes glaciares a lo lejos. Si en algún momento hubo algún árbol allí debió desaparecer con la lava, aparte de musgo no crecía nada más. ![]() ![]() El autobús hace una segunda parada de una media hora en la cascada Lakifoss, junto a la que por cierto hay baños. Es increíble como en el lugar más remoto, en medio de la nada, uno puede encontrar unos baños limpios, el tipo de cosa que probablemente solo se pueda encontrar en un país como este. ![]() Continuando el camino, este empieza a hacerse más pesado, pues el paisaje es espectacular, podíamos ver la masa de hielo inmensa del glaciar un poco más cerca, con los picos más altos sobresaliendo; pero es un viaje bastante largo y cansado. Hay que cruzar varios ríos por el camino y aquí fue donde vimos algún 4x4 de los más pequeños tener algún problema, no todos conseguían pasar, con lo que nos alegramos de no haberlo cogido, pues nos hubiera pasado lo mismo y al final hubiéramos gastado el doble en el alquiler para nada. ![]() ![]() Una vez en la zona del parque los campos de lava empiezan a hacerse más espesos y podemos vislumbrar ya algunos volcanes pequeños. ![]() ![]() El autobús para junto al Laki, que es la montaña principal de la zona y la que le da nombre, aunque en realidad no es un volcán. Para subir hay una ruta de una hora más o menos y desde arriba hay unas vistas estupendas de toda la zona: la cadena de volcanes que forman los Laki Craters, el campo de lava, los lagos, el glaciar… ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Los Laki Craters explotaron en el año 1.783, produciendo una erupción que duró unos ocho meses. Mató a un 20% de la población de Islandia y además la nube de cenizas llegó a prácticamente todo el mundo, causando la muerte de unos increibles 6 millones de personas en total, por lo que se la considera una de las catástrofes más importantes, a la vez que desconocidas, de la historia. Junto a la base del Laki salen otras dos rutas cortas que pueden hacerse rápidamente y que merecen la pena, ambas pasan por el centro de dos volcanes, para aquellos que tengan la curiosidad de estar dentro de uno. El único problema es que el tiempo se queda un poco corto, sobre todo si se para a comer algo. ![]() ![]() ![]() Al cabo de una hora y media más o menos volvimos todos al autobús para ir a otra zona. Aquí nos dejaron para hacer una ruta de una hora y media más o menos a través de un rió de lava y algunos conos volcánicos. El paseo es agradable y muy bonito, la verdad que nos estábamos alegrando bastante de haber cogido el autobús para ir allí, para nosotros mereció mucho la pena. ![]() ![]() ![]() Finalmente nos montamos en el bus de nuevo ya para ya volver a Kirkjubaejarklaustur, en otro largo viaje de vuelta. El viaje en si es más largo que la visita, pero el lugar bien lo merece. De vuelta en pueblo paramos otra vez a comer algo en la gasolinera, pues no habíamos comido nada en todo el día. Esta gasolinera no tiene casi nada, para comer hamburguesas y perritos y algo de bebidas, pero en el supermercado no hay más que unas pocas chocolatinas, para comprar algo mejor de comida hay que acercarse a un supermercado próximo. Tras comer una hamburguesa volvimos a Hvoll a descansar en el hostel y prepararnos para el siguiente día, en el que visitaríamos por fin los glaciares. Etapas 4 a 6, total 15
La zona sureste de Islandia es la mejor para disfrutar de sus glaciares. Aquí esta el Vatnajökull, el mas grande de la isla y de Europa, con una superficie de unos 8.000 Km2. Bajo la capa de hielo hay algunos volcanes, incluido el más alto de la isla, aunque sin actividad desde hace algunos años; es posible ver los restos de las coladas de ceniza y lava que han dejado por la zona.
Por la carretera desde Hvoll íbamos avistando las primeras lenguas glaciares, las que pertenecen al Parque Nacional de Skaftafell, uno de los más grandes e impresionantes, abarca la parte oeste del glaciar y también la zona de Laki. ![]() ![]() ![]() Al llegar al parque, una vez en la casa de recepción, nos encontramos con varias opciones para hacer, como contratar alguna de las muchas actividades que se ofrecen: motos de nieve, trekking sobre el glaciar... Como hacía muy mal tiempo y había niebla sobre el glaciar, además de que esperar a la hora en la que empezaban nos quitaría casi toda la mañana, decidimos no hacer ninguna de estas, dejándolas para algún glaciar más adelante, y dedicarnos solo a hacer un poco de trekking por la zona. En la oficina de información del parque te informan sobre las distintas rutas que se pueden hacer y, aunque el mapa cuesta dinero, hay carteles informativos que indican bastante bien estas rutas. Algunas de ellas aparecen en la guía Rother, pero siguiendo las indicaciones del parque nos parecieron más completas, por lo que decidimos olvidarnos de nuevo de la guía. La primera ruta (Rother nº10), y la mayoría de ellas, sale junto al camping, a la derecha de la oficina de información. Luego se puede ir enlazando unas con otras como más convenga a las ganas y el tiempo de cada uno. La primera parte del camino va subiendo la ladera de la montaña durante algo más de media hora hasta llegar al lateral de una de las lenguas. La vista del glaciar desde arriba es impresionante, aunque en la zona alta había demasiadas nubes y no pudimos apreciarlo todo lo bien que nos hubiera gustado. ![]() ![]() Una vez en este punto el sendero sigue por la ruta larga, bordeando el glaciar, o se puede seguir otro camino más corto, que va hacia la cascada Svartifoss, y que fue el que seguimos nosotros. ![]() ![]() Continuamos hasta la cascada otra media hora o algo más, caminado por la montaña entre arbustos bajos, hasta llegar al cortado donde cae la cascada. Es tan conocida por su forma peculiar, rodeada por columnas de basalto de forma hexagonal, que parecen caer al río junto al agua. ![]() ![]() Seguimos la ruta pasando por algún mirador donde disfrutar del espectacular paisaje hasta llegar a una segunda cascada, la Hundafoss, menos espectacular pero también muy bonita. ![]() ![]() ![]() Finalmente, después de unas 2,5 horas, el camino llega otra vez al camping y al centro de información. Aprovechamos para sentarnos un poco a descansar y comer algo y de nuevo nos pusimos en marcha. A la derecha del centro de información, dirección contraria al camping, sale otra ruta, de cómo una hora y media que llega a la parte baja del glaciar. El camino es llano y fácil, aunque hay que tener cuidado con los desprendimientos de piedras. (Rother nº 11) Desde la morrena frontal, al borde del lago que forma el deshielo, podemos ver toda la lengua, sus morrenas y como en muchas zonas el hielo es negro a causa de la ceniza volcánica que arrastra. ![]() ![]() ![]() ![]() De vuelta en la oficina de información nos paramos a ver una pequeña exposición con información, fotografías y un vídeo sobre el glaciar. Aquí nos enteramos que desde los alrededores del glaciar hasta el mar, lo que a nosotros nos recordaban a unas marismas, están formados por los restos de cenizas que arrastró el agua de deshielo en una de las ultimas explosiones. La corriente de agua fue tan grande que arrasó la carretera y hubo que construir puentes más altos. La exposición es bastante interesante y merece la pena pararse unos minutos a enterarse de todas estas cosas. La siguiente lengua gaciar, muy cerca del Skaftafellsjökull es el SvínafellsJökull, también muy accesible. Hay un aparcamiento a poca distancia del glaciar y andando un poco nos encontramos con una zona donde verlo desde el lateral y final de la lengua, con su respectivo lago y algunos icebergs, preludio de lo que encontraríamos en Jökulsárlón. ![]() ![]() A partir de aquí empezó a llover muchísimo, por lo que durante un buen rato no veíamos prácticamente nada, pasamos algunas lenguas glaciares no muy grandes y paramos en alguna que nos pareció más interesante, como el Kviárjökull, pero el día estaba para quedarse metiditos en el coche y esperar que amainara un poco. ![]() ![]() ![]() Después de un par de horas de intensa lluvia el tiempo pareció mejorar y pudimos ponernos otra vez en marcha. Llegamos al glaciar Fjallsjökull, donde sorprendentemente no había nadie, sorprendente porque desde la orilla del lago, donde desaguan este y el más pequeño Hrútárjökull, las vistas son espectaculares. ![]() ![]() ![]() Para mí fue el glaciar más bonito, a pesar de que la niebla que había por la zona no nos dejaba ver demasiado lejos el paisaje que lo rodea. A pocos kilómetros de aquí encontramos Jökulsárlón, parada estrella de la ruta y otra de las principales atracciones turísticas del país. Se trata de un gran lago de deshielo glaciar, de unos 80 km2 y de hasta 200 km de profundidad. Toda la superficie esta plagada de icebergs que se desprenden del glaciar, por lo que las vistas son espectaculares. El problema es que no se veía demasiado, había dejado de llover pero las nubes seguían allí. Para visitar la laguna hay una especie de autobús-barco que te lleva entre los icebergs. En principio no sabíamos si cogerlo, pues con la poca visibilidad parecía una pérdida de tiempo, pero ya que estábamos allí nos animamos, ya que ver la laguna solo desde la orilla con lo grande que es sabe a poco, desde allí se ve una mínima parte. Otra manera es rodear la laguna por un senderillo, la ruta viene en la Rother (nº 14), pero es larguísima, unas 3 horas, y nos daba la sensación de que iba a acabar siendo monótona, lo que también nos animo a coger el barco. ![]() ![]() ![]() Dado que las condiciones no eran muy buenas había poca gente para montarse y, en vez de llevarnos en el barco, nos llevaron en una zodiac, que resultó mucho mejor que éste. Íbamos unas siete personas, casualmente todos españoles, intentando entender todo lo que decía el chico que llevaba la lancha y que nos dio muy buenas explicaciones sobre la laguna y el glaciar. Durante una hora o así admiramos los colores y las formas del hielo, acompañados por unas pocas focas. Según nuestro guía duró algo más de lo normal, como con los barcos no pueden ir tan lejos como con la zodiac quería aprovechar, por lo que llegamos a la zona cercana al glaciar. Tuvimos además la suerte de que justo empezaron a levantar las nubes y la vista mejoro bastante, pudiendo apreciar los glaciares en los que habíamos estado y algo más del gran glaciar que caía hasta donde estábamos, aunque con la pena de no poder verlo completo. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Tras el paseo nos acercamos a la playa a la que llega el agua de la laguna y algunos icebergs, ya mucho más pequeños, pero dejando una bonita estampa cuando son arrastrados por las olas. Aquí nos encontramos a un grupo de españoles entretenidos en romper a patada limpia los icebergs, echando a perder el bonito espectáculo y dándonos uno de esos momentos en los que uno se avergüenza de los turistas españoles. ![]() ![]() ![]() Pasando la zona de Jökulsárlón, a lo largo de la carretera pudimos seguir viendo otras lenguas glaciares, aunque ya mas pequeñas, nos hubiera gustado parar en alguna más, pero ya se hacia de noche, por lo que tuvimos que pasar de largo. Desde luego si se quiere hacer actividades en el glaciar hay que dedicarle un día más, si no no da tiempo, pero ya no nos quedaba otra. Una excusa más para volver a Islandia. Para dormir llegamos hasta Hofn, donde nos quedamos en el hotel Edda, que en realidad está un poquito antes de llegar al pueblo. Fue lo mas barato que encontramos allí cuando buscamos, pues quedaban pocas plazas ya, pero Hofn también cuenta con Youth hostel. Las habitaciones son cómodas, con baño compartido. Está en una especie de colegio que en verano lo abren como hotel, pero no incluye ni desayuno ni nada. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a Hofn a cenar algo. Hay varios sitios para elegir, pero después de tanto bocata nos decidimos por ir a comer a uno donde pudiéramos comer un plato de buena comida. Pedimos cordero, típico de Islandia, algo que no he dicho es que uno de los pocos animales que se pueden ver por el campo son las ovejas, además de los caballos islandeses y unas pocas vacas, y también salmón. Todo muy rico y, aunque caro, tenía un precio razonable. El resto de la gente estaba cenando pizzas, hamburguesas... cosas que ya empezaban a cansar y que además seguiríamos comiendo durante todo el viaje. Etapas 4 a 6, total 15
Este día fue sobretodo un día de carretera, pues para llegar al norte hay que pasar la zona de los fiordos, que aunque no sean demasiados kilómetros al tener que rodear cada fiordo hace que el camino sea mucho mas largo.
Por la mañana fuimos a Höfn, donde habíamos visto que había una pastelería además de un supermercado. Desayunamos estupendamente en la pastelería y compramos algunos víveres. Enfrente del centro comercial, donde esta la pastelería, esta el museo del glaciar, en el que no llegamos a entrar. Lo que hicimos fue dar un paseo por la costa, desde donde hay vistas a los glaciares, además con mucho mejor tiempo que el día anterior, casi nos entraron ganas de volver, que pena que había demasiados kilómetros. ![]() ![]() ![]() ![]() Nos dirigimos a la carretera de los fiordos listos para un largo día de viaje, aunque con la ilusión de ver algún puffin o frailecillo, pero nada de nada, los puffins se habían marchado ya de la isla hacia zonas más cálidas para pasar el invierno. ![]() ![]() ![]() ![]() Los fiordos de esta zona del país son bonitos, pero bueno, si uno tiene en la cabeza los de Noruega entonces se hacen bastante monótonos y no tan impresionantes. Durante bastante tiempo fuimos conduciendo, disfrutando del paisaje y parando de vez en cuando para hacer unas fotos. En esta zona hay alguna ciudad que en la guía aparece como mas o menos interesante, pero a nosotros no nos llamaron mucho la atención las que vimos, por lo que seguimos nuestro camino sin parar demasiado en ninguna. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Ya al llegar a Egilsstaðir, después de toda la mañana recorriendo fiordos quisimos ver unos dos últimos que habíamos leído que eran los más bonitos. Ambos eran fiordos mas cerrados, con cascadas y una carretera que zigzagueaba hasta la zona baja, y la verdad que no tenían nada que ver con lo anterior, estos nos gustaron mucho más. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Volvimos a Egilsstaðir para dormir, pretendíamos llegar un poco más lejos en el camino, pero esta fue la única ciudad en nuestra ruta donde encontramos alojamiento, buscamos nuestro hotel, de nuevo un Edda, esta vez con baño en la habitación, todo un lujo! Además llevábamos un par de días durmiendo con sabanas en vez del saco de dormir y la verdad que se agradecía. Nos fuimos a dar una vuelta y en el pueblo de al otro lado del río encontramos una cafetería, pastelería, biblioteca, internet, todo en uno, que estaba bastante bien. Comimos algo allí, sirven comida thai, de echo la cocinera tenia bastante pinta de tailandesa, y nos conectamos un rato a internet, que es gratuito. Lo de la biblioteca también esta muy bien, pero lo de ponerse a leer en icelandic no nos apetecía mucho en ese momento. Pasamos allí la tarde descansando y aprovechamos también para pasar por el súper. Hay dos, uno el Bonus y el otro que no recuerdo el nombre, que es un poco mas caro pero tiene mas o menos de todo. Al lado del Bonus también hay un subway y alguna tiendecilla más. A parte de eso la verdad que el pueblo parecía tener mas bien poco. Etapas 4 a 6, total 15
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