![]() ![]() Australia en 30 días ✏️ Blogs de Australia
Mis aventuras y recomendaciones en este viaje lleno de sentimientos encontrados, adrenalina y emociones.Autor: Vanlactea Fecha creación: ⭐ Puntos: 3 (3 Votos)
La aventura comenzó antes de tomar el vuelo. Era mi primer viaje sola, así que recurrí al apoyo de una agencia para el trámite de los boletos y la visa australiana. Confié plenamente en su trabajo, pero un día antes de tomar mi vuelo me llamaron de la embajada comentándome que me habían negado la visa debido a que por mi edad, profesión y país del que viajaba era muy probable que yo tratara inmigrar. Después de unos minutos de explicaciones llegamos a un acuerdo, yo tenía que mandar por fax, antes de la 1:00 p.m., una carta donde me comprometía a regresar a México en la fecha establecida y una carta de buenas referencias de mi jefe, eran las 12:30 p.m. Ya elaboradas y firmadas las envié, el agente aduanal sólo se limitó a decirme: le daremos una respuesta en unas horas. Moría de nervios, alrededor de las 5:00 p.m. me llamó la señora de la agencia para darme la noticia de que tenía la visa en sus manos y que me la entregaría junto con los boletos de avión a las 11:00 p.m.
Con los documentos en mi poder pude dormir tranquila, aunque fue poco. Me levanté a las 4:30 a.m. para tomar el vuelo de las 7:00 a.m. con destino a la ciudad de Houston, tomar otro avión con destino a Los Ángeles que me llevaría a Auckland donde tomaría el último vuelo hacia Melbourne. Afortunadamente el vuelo más largo (13 horas) fue de noche, así que no tuve mayor problema para acomodarme en mi asiento y dormir un poco más. Cuando desperté todavía faltaban 4 horas de vuelo, me dediqué a pasear por el avión, hacer cálculos de cuántas almas éramos, hice algunos ejercicios de estiramiento, vi una película, jugué tetris hasta hartarme y por fin llegamos a Auckland. Sólo esperé 30 minutos para tomar mi último vuelo y después de casi 36 horas de haber salido de mi casa llegué al país de los canguros: Australia.
Nunca pensé que desalojar un avión tan grande tomara tanto tiempo. Cuarenta y cinco minutos en mi caso para llegar a la aduana. Los australianos eran pocos y su fila se redujo en cuestión de minutos, así que comenzaron a llamar a varios extranjeros para acelerar los trámites. Tenías que mostrar tu pasaporte, lo hice y me dijeron que permaneciera en la misma fila, la más larga.
Cuando por fin fue mi turno, la agente de aduanas se quedó contemplando mis papeles un buen rato, me dijo que esperara y regresó con su supervisora quien me hizo toda una serie de preguntas: ¿sabes hablar inglés? ¿tienes boleto de regreso? ¿cuánto tiempo te quedarás? ¿sabes en dónde te hospedarás? ¿quién vendrá por ti?. Contesté lo mejor que pude. Justo cuando estaba pensando, "ya valió", tomó un sello, lo plasmó en mi pasaporte y, al leer "Immigration Australia arrived", fui feliz. (*Editado por universo18*)
Afuera del aeropuerto ya me estaba esperando Gerard, un amigo de mi prima, 100% australiano. Durante el camino me platicó un poco de algunos aspectos relacionados con la vida australiana: conducen por la izquierda, el simbolismo de su bandera, las principales ciudades del país, el tipo de moneda que manejan (1 dólar australiano en ese entonces valía 9 pesos), entre otras cosas.
Media hora después llegamos a nuestro destino: Little Collins Street. Aquí se encontraba el departamento donde mi prima vivió durante un semestre con otras tres chavas mexicanas. Nos despedimos y descansé un rato, eran las 8:00 a.m. de Australia, 10:00 p.m. de México. Cuando desperté eran las 2:00 p.m. Decidí tomar un baño y fue cuando me di cuenta de una cosa: hacía muchísimo frío. Melbourne es conocida por su clima variado durante un mismo día, así que era muy recomendable salir con alguna chamarra aún cuando el sol estuviera en todo su esplendor. Tenían razón. Salí a explorar la ciudad, unos minutos estaba tranquila, en otros el viento era tan fuerte y helado que calaba hasta los huesos. Otro aspecto interesante era la luz del sol, no duraba mucho. Aunque amanecía temprano, a las 5:30 p.m. ya estaba obscuro. A las 6:00 p.m. se podían ver muchas personas que pasaban una bonita tarde después del trabajo y a las 11:00 p.m. prácticamente todos ya estaban en sus casas. Sí hay antros y restaurantes que cierran más tarde, pero la vida nocturna no es tan evidente como en otras ciudades importantes del mundo. 📊 Estadísticas de Diario ⭐ 3 (3 Votos)
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