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Un viaje tan entrañable como sorprendente a la zona media de Navarra, que hacemos, en los días previos a Semana Santa, aprovechando las vacaciones escolares de nuestras hijas.Autor: Arundathi Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (4 Votos) Índice del Diario: Por Tierras de Estella
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Etapas 4 a 5, total 5
Amanezco con dolor de garganta y oídos. Hace más bien frío, aunque de momento, San Veremundo, se está portando bien y parece que hay una cierta posibilidad de lluvia, pero no mucha… el porcentaje es de treinta y cinco por ciento… ya veremos.
Bien, pues por mí que no quede. Hoy va a ser día de montaña. Tenemos todos muchas ganas de conocer el, para nosotros, desconocido parque natural de Urbasa-Andia, al oeste de Navarra. Pero antes, vamos a hacer una pequeña parada a la salida de Estella, pasando, en primer lugar, por lo que es un barrio de la ciudad (si no me equivoco), el Barrio de Ayegui. A los pies de Montejurra, el Monasterio benito de Iratxe. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Monasterio que durante los siglos XVII y XVIII fue Universidad, que tras la desamortización de Mendizabal pasó al cuidado de los escolapios y en el que ahora ya no hay nadie. Sus largos y blancos pasillos ofrecen un panorama algo desolado ... *** Imagen borrada de Tinypic ***
Bueno, aunque está Carmelo, el amable conserje que cuida desde hace décadas del cenobio y te da las explicaciones necesarias, mientras se queja de que es muy grande y nadie se atreve con su restauración y mucho menos con retomar algún viejo proyecto de convertirlo en parador nacional. “No hay dinero para nada” se queja y, con lo que recaudan por las visitas tampoco les va a dar para mucho, ya que la visita al Monasterio es gratuita. Y es que la hospitalidad del centro viene de muy lejos… A primera mitad del siglo IX se construyó el hospital de peregrinos del monasterio “para que cualquier peregrino o huésped encuentre ayuda en la limosnería” Luego llega San Veremundo, que fue abad del monasterio. Nacido en el año 1020, entró como novicio y, contraviniendo las normas del centro daba cuanta comida podía a los hambrientos peregrinos que por allí pasaban. Una ruina, vamos. Hoy, el monasterio es un conjunto de edificaciones medievales, renacentistas y barrocas, pudiéndose visitar la Iglesia, con San Veremundo, patrón del Camino de Santiago por tierras navarras, lleno de estampitas: *** Imagen borrada de Tinypic ***
... y dos claustros, el nuevo y el plateresco. La visita ha terminado pronto y la completamos yendo a visitar la curiosa “fuente del vino”. El vino como símbolo de la hospitalidad. Al viajero, antaño, se le ofrecía pan y queso, por ejemplo, y vino. La costumbre continúa. Invitan las Bodegas Iratxe. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Muchos peregrinos dan buena cuenta de la fuente, yo sin intención de beber vino, pruebo a ver cómo es. Sale un hilito, la verdad. Cuando lo comento en voz alta, alguien me dice que no es lo normal, que suele salir un buen chorro de vino para el que lo quiera probar. No hay mucho más que hacer por aquí, así es que abandonando el proyecto de comer en el restaurante Iratxe, de tan buena fama (será en otra ocasión) partimos ya hacia la Sierra de Urbasa-Andia. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Es un extenso espacio protegido del que ya disfrutamos de una de sus rutas más famosas: la del nacedero del Urederra. También el monasterio de Irantzu está enclavado en el parque. Hoy, seguimos más hacia arriba. De momento al camping, que incluye un restaurante en el que reservamos ya para comer y en el que, para empezar nos metemos en el cuerpo un café palmero, bien caliente. Nuestras hijas y la de nuestros amigos, mientras tanto, entablan amistad con tres simpáticos burritos que están en las inmediaciones del camping. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Sigue haciendo frío pero no llueve. Hay que ponerse en marcha. Hay tres rutas señalizadas: la de los montañeros, la de los pastores y la de las fuentes. Tenemos indicado en unos folletos el grado de dificultad y su duración. Nos animamos a hacer una más complicada por la mañana (la de los montañeros) y otra más fácil para la tarde (la de las fuentes). Ambas tienen duración aproximada de hora y media. Teóricamente era fácil. Nos ponemos a ello tomando como punto de partida el centro de información. Es una ruta que conduce hacia el bosque de las hayas. *** Imagen borrada de Tinypic ***
La dificultad media radica en que es una cuesta constante. Todos, incluidas las niñas (menos mi hija mayor que es un poco “quejica”) somos bastante andarines y enseguida nos entusiasmamos al ver el paisaje que se presenta ante nuestros ojos. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Se recorren varias zonas, algunas pastoriles, pudiendo observarse también vestigios del trabajo de los carboneros. Pero lo más espectacular, sin duda, es el “hayedo encantado”, pues así llaman al hayedo de la cara norte de Urbasa. Uno de los más húmedos de la Sierra. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Yo iba pensando en ese treinta y cinco por ciento de posibilidades de lluvia (soy un poco “ceniza”, lo sé) y en lo qué sería de nosotros si un aguacero nos cogía, caminando en pleno bosque, completamente solos y con las tres niñas. Pero cuando comienzo a decir “Y si empieza a llover ¿qué se supone que vamos a hacer?”, los demás no me hacen ni caso (hacen bien). *** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos adentrándonos en ese hayedo mágico, en el que los bloques de rocas calizas, algunas de gran altura, adquieren formas de animales y plantas, de ahí lo de “mágico”. No debemos ser muy imaginativos porque, a excepción de nuestra hija pequeña, que ve de todo (“Mirad… ahí una tortuga grande y otra pequeña… ahí, un camaleón…”) los demás lo encontramos todo muy bonito, sin más. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Conforme vamos llegando a la cumbre, las fuerzas se agotan. Casi estamos dispuestos a abandonar, cuando resulta que ya hemos llegado. *** Imagen borrada de Tinypic ***
De recompensa, esta bonita vista panorámica del Valle de la Barranca, la Sierra de Aralar y el macizo de Aizgorri. La población del fondo es Alsasua. *** Imagen borrada de Tinypic ***
La bajada es mucho más llevadera y nos espera una estupenda comida en el restaurante del camping de Urbasa. Será que llegamos hambrientos o necesitábamos reponer fuerzas, pero nos supo todo a gloria. Tras una larguísima sobremesa en la que nuestras hijas estrechan sus lazos de amistad con los burritos del camping (que ya son “Peludo” “Tímido” y “Gordito”) decidimos que, como ya hemos descansado bastante, hacemos otra ruta: La de las Fuentes, que parece fácil. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero no, no pudo ser. Hicimos más o menos la mitad. La verdad es que la información de los folletos tampoco era muy real, porque nosotros pensábamos que iba a ser un paseo como de una hora en terreno plano y al principio bien, pero a la hora y media o así, íbamos agotados y las niñas no se divertían, en absoluto. Así es que decidimos ser prudentes y volver por la carretera hasta el Área de interpretación, desde la que partía esta ruta, no tan sencilla como nos parecía y dejar la otra mitad del itinerario para mejor ocasión. Alguna foto tenemos del tramo que llegamos a hacer, en el que, efectivamente, se veían unas cuantas fuentes. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Hemos tenido una “sobredosis” de verde, en el día de hoy. Esta etapa lo refleja ¿no? , pues lo dejamos aquí. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Únicamente puedo decir que para mí, la Sierra de Urbasa-Andia, que venimos conociendo estos días, ha sido una auténtica sorpresa y creo que a cualquiera que le guste la naturaleza y el senderismo, le entusiasmará tanto como a nosotros. Etapas 4 a 5, total 5
Para el último día hemos reservado un ruta sólo mañanera, ya que hacia el mediodía nos volveremos para casa.
Hechos los trámites de rigor, ya que abandonamos el camping de Lizarra, en el que hemos estado razonablemente bien (a las niñas les gusta mucho esta opción, eso es verdad) esta vez nos dirigimos hacia el este de Estella, allá dónde se juntan los Caminos francés y aragonés: Puente La Reina. *** Imagen borrada de Tinypic ***
“Puente la Reina es, para mí, lugar emblemático, por sí misma y por ser el nudo de unión entre los caminos peninsulares. Hoy nos juntaremos con todos los que hoy hayan hecho etapa desde Roncesvalles. Tengo ganas de llegar” Esto lo escribí yo misma, hace diez años, haciendo el Camino. Llegamos de noche, marchamos de madrugada. Estuve sin estar, por eso he vuelto. La estrecha rúa mayor dota de personalidad a este llamado “pueblo-calle”, fundado en el siglo XII por Alfonso I el Batallador. Una villa construida en función de una calle, en la que se ven ir y venir constantemente peregrinos y todo (comercios, restaurantes…) parece girar en torno al Camino jacobeo (venta de conchas, báculos…”menús del peregrino”..) Hay que colocarse al inicio de esta Rúa mayor y seguir por ella hasta el puente. No faltarán cosas que ver. *** Imagen borrada de Tinypic ***
De momento nos detenemos ante uno de los lugares que más me contrarió perderme en la anterior ocasión: La iglesia del Crucifijo. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquí el origen templario de la iglesia no se pone en duda. La construcción, del siglo XII, comienza en cuadrado y termina en octógono. Perteneció al temple hasta su expulsión en 1312 y después sería ocupada por los freires sanjuanistas. Pero lo más curioso está en su interior: Un cristo crucificado en una rama de árbol ahorquillada que adopta la forma de “Y”. La talla gótica, de la primera mitad del sigo XIV, es una imagen impactante que, parece ser, proviene de una donación de unos peregrinos alemanes que la llevaron a cuestas y la obsequiaron a la iglesia en agradecimiento al trato recibido en el Hospital de peregrinos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Otras interpretaciones hablan del posible origen templario de la imagen, por la forma de “Y”, la “pata de la oca”, el famoso símbolo que tantas y tantas veces te encuentras en el Camino. Pero si seguimos caminando por la Rúa mayor, siguiendo la ruta jacobea, encontraremos una nueva joya arquitectónica que destaca por su verticalidad, siendo el edificio más alto de Puente la Reina: La iglesia de Santiago el Mayor, de origen románico y reconstruida en el siglo XVI en la que destaca su portada con su curioso arco lobulado. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hoy todo está abierto y la verdad es que (al menos a mí me pasa), por muy bonito que sea el exterior, parece que si no entras en el interior y lo ves todo, no es lo mismo. Una vez dentro, hay que mirar hacia el lado izquierdo para encontrarse con esta curiosa escultura gótica del apóstol Santiago, conocida como Santiago “beltza” que en euskera significa negra, por su cara oscura. Tiene también unos extraños ojos orientales la hacen todavía más singular. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Me quedo observándola un rato y, cuando pase un tiempo, sé que seguiré recordándola. Esto me va pasando ya con unas cuantas cosas de las que me voy encontrando en este viaje. Sé que permanecerán grabadas en mi memoria. Lo sé. De vuelta a la Rúa Mayor. No tenemos otra cosa que hacer que disfrutar, recorriendo sin prisas, esta estrecha y emblemática calle, que sigue su cotidiano ritmo de día laboral, tan sólo roto, de vez en cuando, por algún peregrino que pasa por ella, formando parte de su paisaje. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Hay otros lugares de interés en Puente La Reina, pero nosotros nos dirigimos ya hacia el que se considera uno de los ejemplo románicos más hermosos y señoriales del Camino de Santiago. Hablamos del puente, claro. Menudo puente. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Tomaré prestadas las palabras que leí en algún libro y que decían así: “Hay algo mágico en este puente, una constante creación, una separación de las aguas, un tránsito privilegiado” Interesante ¿no? ¿exagerado? Puede ser, pero es un privilegio contemplarlo y más aún pasar por él, siguiendo los pasos de los miles de peregrinos que lo han hecho antes que nosotros. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Si todos los puentes llevan a alguna parte, en este sientes que dejas algo detrás para seguir adelante, hacia el siguiente punto del camino. *** Imagen borrada de Tinypic ***
No sé si las fotografías que tomamos recogerán la soberbia construcción sobre el río Arga, levantado en el siglo XI para facilitar la salida a los peregrinos. Me pongo moderadamente melancólica, pero mis hijas me devuelven a la realidad gritando: “¡Mira, debajo del puente hay pavos!” y, sí los había, unos cuantos aunque yo no me había fijado en ellos, las niñas era lo primero y único en que se habían fijado. Vamos, cómo para irles con muchas trascendencias… Al ladito tenemos la oficina de Turismo y aprovechamos para entrar a coger algún folleto, aunque ya nos vamos, pero nunca se sabe… Alguno de nosotros se ofrece a comprar un pequeño recuerdo a las tres niñas, las dos mayores eligen pulseras y la pequeña una concha de peregrino. Normal, lleva vistas ya unas cuantas sobre las mochilas de los peregrinos y se ha fijado. “Cuidado, que esto te compromete y cuando seas más mayor tendrás que hacer el Camino”. Me mira poco convencida, pero se la coloca como collar. Ahí queda la invitación, pienso yo, y espero que la recuerde. Nuestro viaje está a punto de acabar. Pero nos falta un lugar que, si algún incauto me ha seguido hasta este punto, recordará tal vez, que yo he nombrado como de los que más nos impactaron en nuestra primera ruta. En realidad creo que sólo había puesto una foto. Alguna parecida a esta: *** Imagen borrada de Tinypic ***
Hemos llegado a la Iglesia de Santa María de Eunate. Nos hemos alejado simplemente unos kilómetros de Puente La Reina, dirección Obanos para encontrarnos con una iglesia tan singular como misteriosa. Es difícil imaginar un lugar tan bello. Tan elevado en su quietud. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Brújula o Rosa de los vientos, las cien puertas, son algunos de los significados de Eunate. Revisemos mis viejos apuntes para admirar de cerca este templo octogonal (aunque es un octógono imperfecto) con el claustro que lo rodea. Investigando un poco, resulta que la estructura del templo es idéntica a la de la mezquita de “El Aqsa”, levantada por arquitectos sufíes sobre las ruinas del templo del Rey Salomón en Jerusalén, la misma usada por los templarios en los años iniciales de la orden en Tierra Santa. Extremo no comprobado. Lo que sí está claro es que el templo fue hospital de peregrinos, iglesia también cementerial y faro para los caminantes. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Paseamos por el claustro observando los curiosos capiteles. Seres insólitos: dragones, serpientes, aves, entes marinos… representantes de la sabiduría originaria, o tal vez de la tradición marinera que algunos, dicen, se encuentra en el origen del mito jacobeo. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Muchas son las lecturas del camino de Santiago. Como al final uno se vuelve un poco loco y ya no sabes qué hay de verdad o no… nos quedaremos a la puerta del misterio, con la sensación, eso sí, de haber llegado a un lugar diferente, insólito. Estoy contenta de haber vuelto, por segunda vez, a un lugar tan hermoso y más contenta aún, de lograr lo que no conseguí la primera vez: entrar en su interior que es, como cabría esperar, muy sencillo, con alguna influencia musulmana en la bóveda y una pequeña imagen de la Virgen. *** Imagen borrada de Tinypic ***
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Permanecemos unos minutos dentro, el tiempo justo para hacer alguna fotografía (hay que encender el templo con una moneda, ya que se encuentra en semipenumbra) y nos vamos pronto permitiendo que continúe la atmósfera de recogimiento a las personas (pocas) que van llegando hasta aquí. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvemos a Puente La Reina para comer en un sencillo restaurante de la Rúa Mayor, la última de este viaje, pues ya nos dividimos. Nuestros amigos vuelven a Zaragoza y nosotros seguimos hacia la comarca de las Cinco Villas en Aragón, al norte de Zaragoza, así es que todavía tendremos oportunidad de pasar por la primera población navarra en el Camino, siguiendo el Camino aragonés: Sangüesa. Hemos estado en Sangüesa muchas veces y también hemos recorrido alguna que otra la llamada Foz de Lumbier, hermoso paraje natural que merece visita por sí mismo, por eso ya no ha formado parte de nuestro viaje, aunque le pido al fotógrafo de la casa que haga una pequeña parada para fotografiar la portada de Santa María la Real, tan sorprendente. *** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La portada, la realizó el llamado “maestro de las serpientes” (¿Loedagarius?) que también labró las figuras de la Catedral de Jaca. Lo de las serpientes le vino porque la figura de las serpientes aparece por doquier en sus obras y, siempre en relación con el hombre o de la mujer. En lenguaje medieval serpiente es decir sabiduría. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Y creo que ya está bien por hoy, también nosotros nos vamos para casa y, si tan sólo algún amable lector me ha seguido en este diario, que dedico especialmente a los viajeros navarros y a todos aquellos que alguna vez se han sentido peregrinos, me doy por satisfecha. Para mí, ha sido un placer escribirlo. Etapas 4 a 5, total 5
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