Mi viaje por Beijing ✏️ Blogs de China

Este diario versa sobre mis 8 días en Beijing, puntualizo Beijing porque mis opiniones no tienen que ver con el resto de China de la que no conozco nada. Ha sido un viaje muy diferente y no es que venga descontento, pero tal vez esperaba más de la capital del norte. Las expectativas siempre son un arma de doble filo.

Vuelvo con la sensación de haber vivido momentos mágicos e inolvidables, pero exclusivamente momentos puntuales que han sido fruto más de la información que llevaba gracias al foro y a Internet que a las posibilidades que Beijing puede ofrecer a un viajero con menos tiempo de organizar las cosas.
Creo que el problema ha sido agotar los 8 días en Beijing en vez de dar algún salto a Xian o Shanghai, pero la opción que mas me llamaba la atención era ver Guillin y al final no me atreví a dividir el tiempo en los dos sitios porque tenía muchas ganas de conocer Beijing a fondo.

La verdad que Beijing es una ciudad fea. De un estilo recio europeo que no ofrece nada visual al viajero. Cuando callejeas un poco si ves el encanto de algunos Hutongs pero no es una ciudad para disfrutar paseando 8 días por sus calles. Por ejemplo en Nueva York, San Francisco o El Cairo no me cansaba de hacer fotos y patear sin parar.
No quiero desencantar a nadie porque estoy muy contento de haber hecho este viaje. He aprendido muchísimo y he disfrutado con cada paso que he dado, pero no es un lugar que repetiría. Si volveré a China, pero no a Beijing. Que quede claro que recomiendo a todo el mundo que visite esta ciudad, pero creo que es un buen consejo dedicarle menos tiempo, pillar un hotel con una parada del metro cerca y no ir en un momento duro laboral porque yo vengo agotado psicológicamente.

ESFUERZO DE BEIJING: Creo que es de admirar el salto que ha dado esta ciudad en tan poquísimo tiempo. Hace menos de 100 años vivía un emperador en la ciudad prohibida rodeado de concubinas y eunucos. El impulso que ha dado Beijing a su sociedad es algo que me alucina. Es cierto que la población todavía escupe, eructa y se saca mocos en la calle, pero también es cierto que las nuevas generaciones vienen con una educación diferente. En general es una ciudad muy limpia.

HISTORIA CHINA: Había leído mucho sobre historia, arte y cultura de la milenaria China. Me ha decepcionado ver como por ejemplo en la Ciudad prohibida, había poco mas que ver que la belleza de la estructura. No se conserva ningún mueble, ninguna recreación de como eran los baños, de donde y como comían, de donde y como dormían, de donde y como se vestían... edificios vacíos o con tiendas de Souvenirs. Es mucho más rico en mi opinión visitar Versalles o el Alcazar de Sevilla por hablar de algunas residencias reales.

AGOTAMIENTO PSICOLOGICO: Yo trabajo mucho con números y ofertando servicios, ajustando el precio, vendiendo sus bondades y cerrando negocios. He tenido que adelantar muchas cosas para poder escaparme estos 8 días y he sufrido a lo mejor un cansancio mental muy grande antes de ir. En Beijing esta presión se me ha multiplicado por 10. Negociar cada taxi, negociar cada botella de agua que compras, negociar en el mercado de la seda (esto lo permito porque uno sabe a lo que va), estudiar cada vuelta con detenimiento porque se tangan casi siempre, la barrera del idioma... A lo mejor el problema es que no ha sido el momento adecuado del viaje pero vengo agotado.

IDIOMA: Allí se habla Chino (por si alguien no lo sabe). Se escribe en Chino y si uno pregunta se contesta en Chino. Yo llevaba todo escrito en caracteres Chinos porque si no es imposible. Muy poquito inglés. El idioma tampoco me ha parecido un handicap muy grande, es mucho peor la poca imaginación de los Chinos. Por ejemplo, si preguntas en un McDonalds por el baño, bathroom o toilet no saben de lo que estas hablando. No importa que en la puerta ponga TOILET. No saben lo que es y punto. Se me olvidó en el hotel el nombre chino de “El templo del cielo”. La guía que llevaba de viaje viene mal porque me mandó a una parada que estaba a tomar por culo y tuvimos que pillar un taxi. Les enseñaba la foto del templo del cielo de la guía y los taxistas no sabían que era. Por otro lado la gente joven medio habla inglés y se desviven en ayudarte, las cosas como son.

QATAR AIRWAYS: Encontré una oferta a 400€ i/v para 8 días, Madrid- Beijing. La compañía me pareció 5 estrellas. Pantalla individual con películas y juegos a la carta. La espera en Qatar en la ida era de 6 horas y me dí una escapada.

EL HOTEL: Shatan Hotel Beijing. El hotel me ha parecido muy correcto. La habitación era bastante amplia, con cama de matrimonio de 1.50 y todo muy limpio. El cuarto de baño estaba bastante bien para lo que yo me esperaba y si bien es cierto que se salía el agua de la mampara de la ducha, no era un problema. Internet gratis en las habitaciones. A 32€ la noche he venido contento.
El personal del hotel es muy agradable. Hablaban ingles más o menos igual que yo, por lo que nos hemos entendido sin problemas.
La situación del hotel no es recomendable para nada según mi experiencia. Esta situado cerca de varios puntos de interés pero muy alejado del metro. Mi consejo es que reservéis un hotel que este cerca de una parada de metro, la que sea.

LOS TAXIS DE BEIJING: Horribles. Mi visión del viaje esta muy condicionada por mi experiencia con ellos que ha sido muy negativa. La mitad de las veces no nos querían llevar a los sitios simplemente porque no les daba la gana, he preguntado tanto a chinos como al personal del hotel y dicen que es un problema con los taxis en Beijing, que en el resto de China es diferente. Si el trayecto es corto no te llevan porque es corto. Si es largo dicen que no porque se salen de su “zona” y se quedan tan tranquilos. Nosotros veíamos los taxis vacíos o parados y miraban la tarjeta con la dirección de donde queríamos ir y o nos decían que no, o nos pedían una barbaridad por un trayecto de 5 minutos. En definitiva hemos andado muchísimo y ha sido un agobio parar 30 taxis para que uno nos llevara a donde sea.

CLIMA EN MAYO EN BEIJING: Hacía calor, aunque tampoco un calor excesivo. Existe una pátina de niebla que cubre la ciudad casi constantemente y hace que sea muy complicado sacar buenas panorámicas. De 8 días que estuvimos tuvimos 2 el cielo despejado. Nada de lluvias y tampoco noté una humedad muy agobiante.

SEGURIDAD EN BEIJING: Es el sitio mas seguro que he visitado. Nosotros hemos paseado por todos sitios a todas horas y nos hemos perdido infinidad de veces por Hutones y no hemos sentido sensación de inseguridad en ningún momento. Es muy recomendable ir por libre.

PRESUPUESTO: Nosotros hemos viajado con 2000€ los dos. Incluyendo visados, vuelos, hotel, gastos y todas las compras.

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Teníamos 6 horas de escala en Doha y aprovechamos para dar un paseo por los Emiratos Árabes. El precio del visado unos 20€. El taxi hasta el zoco unos 5€ y comer allí unos 8€. Una ciudad que aporta poco y aún menos con una visita tan relámpago, pero fue interesante. El zoco es muy nuevo, muy limpio y muy silencioso. Dimos un paseo por las tiendas viendo el ambiente. Después fuimos por el paseo marítimo viendo el skyline de la ciudad. El calor insoportable a las 22:00

Llegamos a Beijing un rato antes de lo previsto y cogimos el tren lanzadera hasta Donghizem. 25Y por persona. El trayecto menos de 45 minutos. Una vez allí empiezan los problemas con los taxis ya que aunque llevaba la dirección del hotel en chino no nos quería llevar ninguno. Al final tuve que avisar a un policía y explicarle que estaba de maletas hasta arriba y que los taxis no paraban. Fue la policía la que nos paró el taxi y le obligó a llevarnos al hotel. Estuvimos casi mas tiempo esperando al taxi que el trayecto del aeropuerto a Beijing.

Llegamos al hotel y todo muy bien. Dejamos las maletas y fuimos andando hasta el barrio de HouHai donde pudimos tomar un cóctel viendo el anochecer junto al lago. La zona está muy animada pero es el lugar más turístico de Beijing. Pierde un poco el estilo Chino de la ciudad pero la verdad que el ambiente y las vistas son geniales.

Comimos algo y vuelta andando al hotel, pasamos junto a varios parques y estaban todos muy animados con gente haciendo deporte y Tai Chi. Después de más de 28 horas de viajes y escalas dormimos de miedo.

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Nos levantamos tempranos y fuimos a cambiar dinero al banco. No olvidar los pasaportes. El cambio en el mercado de la seda es siempre de 9Y por Euro, en el Banco cambiamos a 8,6 y 8,9 las dos veces que fuimos.

Desayunamos por 5Y en un puesto callejero una especie de sándwich que estaba bastante bueno aunque picaba un poquillo.

Justo al lado del hotel estaba el parque de la colina de carbón o Jingsang Park. La entrada es muy barata y el interior del parque esta lleno de chinos haciendo tai Chi y sus cosas… Algunos canturreando, otros dibujando en el suelo letras chinas con pinceles y ¿agua?, otros jugando a las cartas… En fin, un ambiente muy agradable. La subida a la colina es fácil y desde allí las vistas de la ciudad prohibida son impresionantes, por lo que es conveniente aprovechar un día despejado para la visita. En la cima puede comprobar como la elasticidad de varios chinos de 80 años es bastante mejor que la mía con 27.

Se estaba muy a gusto viendo la panorámica y tras un rato bajamos para ir en busca de la ciudad prohibida. La verdad que de todos los parques de Beijing este fue el que más me gustó, muchísimo más que el parque Bei Hai, aunque tal vez fue por el tiempo que no acompañó ese día.

Salimos con intención de entrar en la ciudad prohibida por la entrada norte que estaba al otro lado del parque y había leído que no estaba tan masificada, pero andábamos algo despistados supongo que por ser el primer día y salimos por donde no era. Un chino con una moto de esas con sofá detrás nos dijo que nos llevaba a la ciudad prohibida por 3Y, acordamos el precio usando tres, tree, three y los tres dedos de la mano y todo quedó claro. Nos llevó a un lateral de la residencia imperial y nos dijo que la entrada estaba allí. Nos bajó y cuando le di los 3Y me dijo que de 3 nada, que 30, que habíamos quedado en thirty. Total que le dije que un mojón para el y se fue con los 3Y pactados. Encima el tipo nos dejó a un paseíto considerable de la entrada sur.


En la ciudad prohibida nos hicieron el descuento de estudiante y pillamos una audioguía. Es impresionante por el tamaño que tiene y por la arquitectura exterior de los pabellones pero a mi me dejó un poco planchado. Recomiendo un documental sobre la ciudad prohibida que cuenta la historia desde su inicio hasta sus últimos días. Si vemos otras residencias reales o imperiales como Versalles, Schönburg o el mismo Alcazar de Sevilla nos damos cuenta que son mucho más ricas en mobiliario, ornamentación, arquitectura e historia. Yo esperaba algo mas aparte de patios, tejados bonitos y pabellones vacíos. Lo más curioso para mí, la historia de la emperatriz Cixi.

Estuvimos mucho tiempo dentro ya que además de la audioguia, llevaba una guía de las de leer bastante extensa y busqué todos los recovecos de la ciudad prohibida. De todas formas en una mañana se ve de sobra.


De allí fuimos al mercado de la seda a hacer las primeras compras. Al margen de la gracia del regateo de los chinos y de su marketing, hubo algunos casos en los que la broma, el teatro y la cultura milenaria en ventas, no me parecieron suficientes para justificar la falta de respeto. Voy a omitir mi experiencia y opinión sobre el mercado porque no quiero condicionar a futuros viajeros, pero hay comportamientos que…

Me compré un traje a medida por 1000Y con camisa a medida y la chica fue muy amable desde el primer momento. Tienes que volver otro día a probarte el traje y otro para llevártelo. Se paga más o menos la mitad el primer día y el resto al final.

Antes comimos en un restaurante chino escondido por unos callejones enfrente del mercado que estuvo genial. Muy barato, cervezón a 8Y y la comida bastante buena.

Entre llegar, no llegar, regateos y una cosa y otra se nos hizo muy tarde. Fuimos a Wangfungin y yo esperaba algo diferente. Nos tomamos unas cervecitas y cenamos. Los pinchos de bichos eran curiosos pero nada más, es una turistada porque no hay un chino que coma eso habitualmente. Me sorprendió que sobre las 23:00 ya estaba casi todo cerrado, tenía yo la equivocada idea que la calle aguantaba hasta tarde.

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